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El fin del mundo y cómo reinicia por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“Demonios” Missy recogió las piernas, cerrando los ojos ante las punzadas que su tobillo le estaba mandando. Los muertos se acercaban más y más, sus manos tomando el borde del techo para intentar tirarla al piso. Por desgracia estaba funcionando. Y no podía pararse para huir del lugar. Tiró el botiquín por encima del muro más alto, tratando de evitar que lo alcanzaran. Las medicinas ya eran escasas, era un desperdicio perderlas. Se arrastró por encima del precario tejado, intentando ponerse lo más a salvo posible.

“¡Capitana! ¡Eh, capitana!” unos gritos le llegaron por encima, junto con dos manos que le ofrecían una subida al techo. Glenn Kirschtein se encontraba ahí, junto con los dos extranjeros. Estos últimos eran los que le ofrecían una mano para jalarla a la seguridad. “¡Deja de ser tan estirada y tómalas!”

“¡Haiaku!” Sasuke le gritó. Por un segundo dudó, no confiaba para nada en los extranjeros. Podían soltarla para deshacerse de un obstáculo y decir que se les resbaló. Así de sencillo. Entonces el techo casi se derrumba por los esfuerzos de los muertos, haciéndola temblar. Recordó las palabras de su madre antes de morir: Inmunidad no significa inmortal. Hizo lo posible por pararse sobre su tobillo herido y dio un salto de fe. Las manos la sujetaron. Lejos de acabar con su vida, la salvaron. Al principio no lo podía creer.

“Gracias” murmuró, intentando de nuevo ponerse en pie. Por desgracia, su tobillo todavía estaba demasiado lastimado para sostener su cuerpo. Los extraños la entendieron, respondiéndole en su propio idioma. “Deberían aprender inglés si pretenden venir aquí.”

“Aprendimos un poco… de hecho, hablamos algunas frases en más de un idioma, ttebayo” el chico rubio miró por el borde del edificio, observando al zombienamie pasar por debajo de ellos con lentitud. Algunos se quedaron atascados frente al techo, rasgando las tejas de adobe con sus uñas podridas. “Bonjour…”

“¡Enough, usuratonkachi!!” Sasuke lo jaló para poner a su esposo a la seguridad del edificio de nuevo. “Deja de susurrarle a los muertos y quédate donde pueda verte.”

“No entiendo nada de japonés, pero… ¿acaba de decirle estúpido en su idioma?” Missy preguntó a su subordinado. Este se acercó a su oreja para que no lo escucharan cuando respondió.

“La traducción exacta es inútil” le informó. “Aunque también le he escuchado decirle dobe o baka que significan escandaloso o estúpido, así que…”

“No me voy a meter en sus asuntos privados” ella trató de ponerse en pie de nuevo, tratando de olvidarse de lo que estaba presenciando. Se había dado cuenta de que los dos que tenía en frente eran pareja, posiblemente casada, y ese era un territorio en el que no quería meterse. “Hay que llevar esto a la principal” señaló el botiquín de primeros auxilios. “La chica Berg está con neumonía y tiene que recibir penicilina.”

“¿La hija del dueño del periódico?” el soldado no parecía muy contento. “Si no llegamos, sus artículos podrían acabarnos. A toda la maldita milicia.”

“Entiendes el punto” le alcanzó el maletín. “Tienes que llevárselos antes de que la niña empeore” apretó su pie, gruñendo de dolor. “Demonios, desearía tener el factor curativo tipo Wolverine que tenían los primeros… tú ya sabes qué… para no tener que sufrir esta…”

“¿Wolverine? No sabía que te gustaran las historietas, capitana” le sonrió el otro. “Yo personalmente prefiero The Walking Dead, pero Marvel también está genial” se encogió de hombros. “Y ellos nunca tuvieron un factor curativo en sí, sólo regeneración acelerada. Tardaban un par de días en curar”

“No importa, haz tu trabajo” Glenn sacó del botiquín una venda para inmovilizar su tobillo antes de irse. Ella lo apartó, cogiendo la tela ella misma. “Yo me encargo de eso, tú tienes que cruzar las líneas para…”

“¿Qué está pasando?” Naruto volvió a acercarse a ellos, seguido por su esposo. Vieron la venda en las manos de la chica. El pelinegro suspiró y se agachó para ayudarla. Missy esbozó una cara de dolor, el Uchiha apretaba demasiado los vendajes. El rubio se fijó en su nuevo amigo, que se acercó a los cables. “Son demasiado delgados, dattebayo”

“Tranquilo, lo he hecho miles de veces” saltó con una gracia casi inhumanos. “Otra cosa para la que nos entrenan, equilibrio perfecto” le sonrió. “Estos cables son la mejor manera de cruzar el lugar sin pasar por la horda y sólo los miembros de la Legión pueden hacerlo” camino, mostrándoles su extraordinaria capacidad. “¿Lo ven? Completamente seguro”

“Genial… pero eso no resuelve nuestro problema” Sasuke observó con preocupación su vía de escape, estrecha y con muchos pisos por caer si perdían el equilibrio, sobre todo si cargaban a una persona. “¿Cómo regresamos al barco con ella? Ni siquiera puede caminar.”

“¡Puedo hacerlo!” gritó indignada la capitana, internamente agradecida de que estuvieran hablando en inglés. Volvió a intentarlo, sólo para caer de nuevo. Frustrada, tuvo que evitar soltar otro sonido fuerte. No necesitaban más atención de los caminantes abajo. “De acuerdo… necesito una pierna nueva, lo admito.”

“No la tendrás aquí… y si nos quedamos la deshidratación y el hambre nos matará antes que los muertos” el pelinegro se acercó más a su medio de escape, un tablón que unía precariamente dos edificios, clavado al borde de ambas construcciones con clavos de hierro, con los cables colgando encima. “El maldito tsunami durará todavía un par de días, tenemos que regresar inmediatamente o no lo contaremos”

“Háganlo, yo me encargo de mantener a tu marido sobre la tabla” Naruto la miró dubitativo, pero la chica estiró los brazos. Él la tomó al estilo nupcial, cosa que ella no aceptó. Se colocó sobre sus hombros, cerrando las rodillas sobre el cuello del otro. Sasuke puso una mala cara, más no dijo nada. El rubio la sujetó de las piernas. El Uchiha pasó primero, sujetándose de los cables para avanzar por el tablón logró llegar al otro lado sin caerse.  El Uzumaki se acercó para hacerlo, con la otra cogiendo los cables por él. estuvo a punto de caerse, más la capitana lo mantuvo en la vía con la fuerza de su cuerpo.

“Aprietas como una pitón” comentó cuando estuvo del otro lado, frotándose el cuello mientras descansaban. A lo lejos, su esposo observaba cómo Glenn cruzaba con una gracia inusitada el peligroso camino de cables. Estuvo a punto de caer un par de veces como su superiora, pero se agarró de otro camino justo a tiempo. “Necesitan reparar esas cosas, dattebayo.”

“Presentaré una petición en la próxima reunión del concejo a nombre de la Legión… y el comandante está en la junta central, presionará para que se garantice la seguridad de sus hombres” ella se espolvoreó, sentada en el piso.

“No he entendido la mitad de lo que has dicho, ttebayo” Missy rodó los ojos. La perspectiva de estar en manos se semejantes idiotas. ¡Ni siquiera entendían por completo su idioma! “Te llevaremos al barco, ahí hay un doctor que verá tu tobillo.”

“Estará bien” ella lo apretó ligeramente por debajo de las vendas. “No necesito su ayuda”

“Deberías aceptarla” Sasuke se metió, mordaz por el acercamiento que ella había tenido con algo que le pertenecía. “Porque vas a pasar con nosotros unos cuantos días.”

“Hash…” ella chasqueó la lengua, incómoda. No le gustaba la idea, más no estaba en condiciones de sortear el tsunami de vuelta a su escondite original por sí sola, así que aceptó su destino. Sólo esperaba que los extranjeros tuvieran suficiente comida en su barco para lo que restaba, porque la vigilia iba para largo.

“¿Sabes cuánto va a durar?” preguntó el pelinegro, volviéndose hacia ella.

“Con un movimiento así nunca se sabe, sobre todo si viene de Nueva York o de Jersey” señaló la chica, luchando por mirar por encima del muro. “Con estos se activan los mecanismos de emergencia para que pasen más rápido y los refugios tienen suficiente comida… estamos preparados para ellos.”

“¿Cuánto?”

“Será una semana a lo sumo” informó la muchacha, apartando un machón castaño de su frente. “Luego migran a otra parte. A algunas manadas los desviamos hacia el Gran Cañón en Colorado… la caída suele acabar con multitudes… para que no vuelvan” miró al piso, lleno de enemigos. “El comandante es así de previsor.”

“Todos alaban al comandante, ¿verdad?” la capitana se encogió de hombros, alzando las manos de nuevo para ser llevaba. Esta vez fue Sasuke el que la levantó del suelo. “Vas a viajar en mis hombros y si te atreves a dejarme caer, te llevaré conmigo.”

“Yo… los sujeto del otro lado, ttebayo” Naruto señaló antes de cruzar por el siguiente tablón, asegurándose de que los cables estuvieran bien sujetos antes de que ellos pasaran. El pelinegro llegó prácticamente sin aire por el fuerte agarre de la chica a su cuello. “¿Ya te diste cuenta, amor? No estaba bromeando.”

“Demonios, casi me rompes las vértebras” se frotó la zona amoratada. Missy no parecía sorprendida, a pesar de que sus piernas fueran delgadas… como todo su cuerpo. “¿Qué tienen todos ustedes? Casi no parecen humanos.”

“Hummmmm… ustedes tampoco” en ese momento se dieron cuenta de que estaba ocultando algo. “Nunca he visto a alguien que pudiera cruzar los tablones sin llamar la atención de los que están abajo, ni siquiera con nuestra… nuestro entrenamiento.”

“Practicamos artes marciales japonesas, el desaparecer tu presencia era una de las especialidades de los ninjas… pero no es como lo de ustedes, ¿verdad?” el Uchiha siguió presionándola. No creía en esa fábula del perfecto equilibrio por entrenamiento. Había algo realmente extraño en eso e iba a averiguar qué era. Missy lo miró con cara de pocos amigos.

“Ahora no tenemos tiempo de detenernos” el rubio se metió entre ellos, tratando de calmar a su marido. Estaban en una misión diplomática importante y, por ahora, buscar respuestas acerca del virus era mucho más importante que descubrir a qué se debían las habilidades especiales de sus nuevos amigos. Además, ya determinaron que Missy Jeager era posiblemente la única que podía abrirle las puertas a ese descubrimiento, así que mejor no molestarla.

“Sí, hay que avanzar” los dos regresaron a las tablas, hasta llegar al último edificio en el puerto. Que estaba inundado con miles de esas cosas entre ellos y el océano. “Bueno, por aquí no podemos pasar. ¿Por qué no hay manera de ir a los barcos?”

“Nunca hemos tenido necesidad de alcanzar los navíos antes” explicó ella, cogiéndose del barandal para levantarse. Todavía tenía dificultad… la torcedura debía ser grave. “Si sus hombres pudieran alcanzarnos algo sería mucho más sencillo” entonces se le ocurrió una cosa. “¿Cómo demonios llegaron aquí?”

“Parapentes” el pelinegro sacó uno mal doblado de una esquina, estirándolo con suavidad. “¿Sabes usarlos? Nosotros normalmente no lo hacemos, pero nadie puede atravesar una multitud como esta sin alas”

“¿Por qué no los utilizamos ahora?”

“La dirección del viento nos llevaría a la esquina contraria de la ciudad” la capitana refunfuñó, dejándose caer al suelo. Primero tenía su primer accidente en el trabajo y luego quedaba atrapada en los tejados con los extranjeros mientras su tobillo se recuperaba. Tenía que ser el peor día de su vida.

“Bien… esperamos” se cruzó de brazos, cerrando la boca. Durante un par de horas, Naruto intentó iniciar una conversación con ella. Por desgracia, captó el mensaje después de eso y desde ese momento se dedicó a conversar con su esposo en su idioma natal. Por primera vez, la castaña se vio deseando haber aprendido otro idioma aparte del inglés o el español. O al menos tener a Glenn ahí para que tradujera. “¿Qué están diciendo?”

“¿Eh? Ah, nada, dattebayo” el rubio se rascó la cabeza. “Sólo discutíamos lo que íbamos a hacer cuando regresáramos. Pensé en detenernos a pasar algún tiempo en Londres, pero Sasuke cree que si nos tardamos unos días más, los niños van a olvidar completamente nuestros rostros.”

“¿Son padres?” ella se sorprendió. Actuaban como una pareja casada, sí, pero en ningún momento pensó que podrían tener hijos. “¿Y los dejan solos en medio de esta pesadilla?”

“Están con mi hermano” el Uchiha añadió rápidamente. “Itachi se retiró de la fuerza por… algunos problemas de salud” movió la cabeza. “Nada grave ni contagioso, sólo… su esposo e hijas los cuidan por nosotros… en el lugar más seguro que podría haber en Japón.”

“Hummmm” reconocía esa cara cuando la veía. “¿Cáncer?”

“No, es… otra cosa… degenerativa” añadió el otro, estremeciéndose. “No está tan mal, desde que se retiró ha mejorado bastante… la lleva con calma.”

“Ajá” volteó la vista. “¿Quieres regresar pronto para estar con él?”

“Todavía le quedan algunos años…”

“Responde”

“Sí… pero tampoco pierdo de vista mi misión” vaya, un comportamiento bastante profesional. Digno de admirar en un soldado. “Es… hemos conseguido limpiar una parte de Japón… más Tokio y otras partes siguen siendo un gran hoyo negro.”

“¿Ah, sí?” preguntó ella, levantando una ceja. Tokio era el único sitio que conocía de Japón gracias a un atlas con todas las capitales del mundo que usaban en la escuela. “¿De dónde se supone que vienen?”

“Hokkaido” el pelinegro se frotó las manos. “No de Sapporo precisamente… esa también es una zona muerta” añadió. “Pero algunas de las ciudades más pequeñas de Hokkaido… aldeas, más bien…” suspiró. “En los primeros días era muy difícil sobrevivir en áreas sumamente pobladas. Ciudades pronto se convirtieron en trampas mortales… otras lucharon por sobrevivir…” se lamió los labios. “Lugares como Hokkaido y Kyushuu eran los que más probabilidades tenían.”

“¿Cuántas?”

“¡Eh, chicos!” Naruto interrumpió su conversación justo cuando se estaba poniendo interesante. “La dirección del viento ha cambiado, dattebayo. Podemos pasar”

“Ya era hora” Missy se puso los arneses como pudo. Había montado una de esas cosas un par de veces, no debería haber problema. Los otros dos también lo hicieron, tirándose primero. Ella los siguió. En seguida sintió que algo malo iba a pasar. Caía, caía sobre los muertos, que alzaron sus manos para recibir la presa… hasta que el viento finalmente le elevó fuera de su alcance. Suspiró aliviada al ver a sus perseguidores caer al agua y desaparecer entre las olas… seguro que luego las redes contra tiburones los atrapaban.

“¡Por ahí!” le señaló Sasuke, descendiendo como podía hacia el barco. El aterrizaje era arriesgado, el mar estaba lleno de cosas peores que peces carnívoros esos días. Para los dos extranjeros fue ligeramente mejor que para ella. El pelinegro cayó en la cubierta y el rubio se chocó contra el borde. La chica cayó al agua, donde hizo todo lo posible por seguir a flote hasta que le cayó una cuerda. Se sujetó a ella mientras la halaban a bordo. “Pobre Glenn, no tendrá cómo regresarse”

“Importa poco, encontrará dónde guarecerse” se escurrió el cabello, mirado retadora a todos los que se encontraban en cubierta. Uno hizo la tentativa de acercarse, pero se detuvo a medio camino. “Puede revisar mi tobillo, pero nada más. No permitiré que me haga nada remotamente invasivo.”

“Como desees” alguien que hablaba inglés a la perfección le tendió las manos. “¿Desea que la lleve a su camarote, señorita? ¿O prefiere quedarse aquí toda la semana?”

-Más tarde-

“¿Está cómoda?” el mismo hombre que había hablado con ella antes se plantó delante de la puerta, con una mochila negra al hombro. Ella se negó a responder, ignorándolo con todas sus fuerzas. Había sido una niña popular en el instituto, tenía mucha practica en eso. “Tranquila, no necesita responder, capitana” se acercó. “Sólo venía a avisarle que la comida estará lista dentro de poco.”

“Normalmente cuando alguien está herido le llevan la comida a la habitación”

“Pues sí, alguien va a venir cargando su cena… sólo pensé que querría a alguien con quien hablar en su idioma natal” le extendió la mano. “Sir Robert Pentrose, de Inglaterra” se presentó. “Soy un enviado especial del gobierno inglés.”

“¿Sir?” ella levantó la ceja. “¿Cómo en los caballeros medievales?”

“¿Te gusta la historia inglesa?”

“Me gusta Juego de Tronos, como a todos” le siguió el juego. En realidad, prefería las historietas de Marvel o DC, pero Canción de Fuego y Hielo no estaba nada mal. “Y mi padre también me contó una historia sobre un rey inglés llamado Arturo y sus caballeros de la mesa redonda.”

“Me acuerdo de eso” mencionó con cariño. “Es bastante conocida en nuestro país. De hecho, nuestro rey actual de llama Arturo por esa historia.”

“¿En serio? Qué interesante” la conversación decayó un poco en ese punto. Missy no quería revelar más y el caballero no deseaba presionar. Si lo hacía podían perderla para siempre como aliada. “Creo que esperaré mi comida aquí, pensando…”

“No digas más, pero… sé que es difícil estar rodeado de extraños, sobre todo cuando has pasado toda tu vida con los mismos grupos de personas” no le creía en lo absoluto. “¡Es verdad! ¡Yo estuve un tiempo como enviado especial en Japón y fue una experiencia un tanto rara los primeros días!” así que era la verdad. La respuesta emocional lo decía todo. “Quería asegurarte que puedes charlar conmigo cuando quieras.”

“Cuando pase la multitud me iré de este barco y ustedes lo cargarán y se irán. Es todo”

“Bueno… como digas, oh gran señora del trono de hierro” se descolgó la mochila. “Ten esto, puedes leerlo si quieres. Es muy aburrido estar sin hacer nada, te los traje por si te apetece un poco de lectura ligera.”

“¿Qué son? ¿Tebeos?” ella preguntó al sacarlos de la mochila. Eran un poco diferentes a los comics que solía leer, el estilo… lo había visto antes. En un viejo libro japonés traducido que tenía el padre de Glenn.

“Son la versión japonés, mangas los llaman. O al menos la versión traducida” se encogió de hombros. “Fueron la sensación cuando los llevé a casa al regresar. Se hicieron miles de copias” acarició uno. “Son todos números pasados, ya los he leído. Los traje por cuestiones personales” se revolvió incómodo. “No se lo digas a Sasuke, no permite que llevemos nada personal a los viajes.”

“Hummm” él tomó eso por la clave para irse. Missy se quedó solo, pensando en lo que debía hacer. Al final no vio ningún problema y abrió el primer tebeo.

Notas finales:

Espero que les haya gustado. ¿Ya adivinaron de quién es el manga? ¿Y el mangaka? Si no, les daré la pista de que es el mejor dibujante de Konoha en canon tambien. ¿Y el nombre e Missy? ¿Ya adivinaron su nombre completo? Bueno, ojalá le siga gustando. Pronto seguiré publicando, empezando con la historia estadounidense. ¿Y ya saben lo que eso significa? ¿Verdad? Review!!!


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