Capítulo 2: Encontrar un hogar.
Una de las primeras cosas que hizo Loki, ahora que era libre. Fue ver a sus hijos, pequeños desterrados y separados al nacer de sus padres y aunque siempre estuvieron separados a ojos de Odín, ellos siempre mantuvieron cierto tipo de comunicación.
Su amado Fenrir, su pequeño Jormundgander, la preciosa Hela, sus hermosas joyas de Narfi y Váli, el tímido Sleipnir, sus pequeños tesoros, sus pequeños mundos de luz y ahora tan grandes.
Por un momento, cuando acariciaba el suave pelaje de Fenrir, Loki recordó los ojos descaradas de Heimdall y a todo pulmón grito.
—¡No estoy causando daños!
Era verdad, hacerle mimos a tus hijos no era causar algún daño, no tenía por qué tener una llamada de atención.
Satisfecho por el reencuentro de sus pequeñas criaturas, se dio cuenta que Midgard había cambiado mucho desde la primera vez que la visito, no sabía a donde ir o donde quedarse, fácilmente podía engañar a un humano para que le diera cobijo, pero no tenía ganas de usar magia, así que en su mente vino la idea más arriesgada que cruzo su mente. En Midgard había un solo humano que le pareció de cierta manera interesante y sin más se tele transportó a donde estaba cierto hombre de mediana edad tomando.
Para Tony, el silencio de la torre era algo que de cierta forma había extrañado. Aprovechando que todos sus compañeros estaban en misión fuera del país-mágicamente- aprovecharía cada centímetro del tiempo para armar una de esas gigantescas fiestas que solo el sabia dar, tal vez uno de sus trajes seria el dj esta noche. Se sirvió un vaso de wiski y se sentó en el sofá pensando a quien podría llamar para pasar la voz por la ciudad, solo hasta que sintió como las luces parpadeaban y frente suyo aparecía el mentiroso más grande de la historia.
—Hola Stark.
—Mierda…¡JARVIS!
—Tranquilízate, ni que estuvieras viendo un fantasma.
—No, pero si a alguien no deseado, ¿tenías que venir justo ahora?
—¿Mal momento?
—¡Si! ¡Por dios cuernitos! Estaba justo a un paso para armar la fiesta más grande de la historia y ahora la tengo que interrumpirla por ti.
—Me siento halagado.
—Señor, detecto una fuente de energía desconocida, ¿requiere que contacte a los vengadores? —de las paredes se escuchó la voz de la I.A. Tony bufo ante la demora de su amigo.
—Parece que tendré que hacer algunos cambios Jarvis, la edad ya te está afectando.
—Humano —comenzó a hablar Loki —necesito algo de ti.
—No obtendrás nada de mí.
—Te ofrezco no atacar este mundo.
—Vaya vaya, la diva se puso interesante, ¿Qué quieres a cambio?
—Solo pido lo justo tonto Midgardiano. Son dos simples cosas que creo que puedes cumplir satisfactoriamente.
—¿Así que debo sentirme feliz por escogerme? Vaya mierda.
—bf, la primera cosa que pido es hospedaje, solo hasta que consiga yo mismo un departamento.
—No pienso dejar que vivas aquí cuernito.
—…y la segunda, que no le digas a Thor que estoy en Midgard.
Iron Man se quedó en silencio, pensó en lo que aquellas palabras podían significar, tener al sujeto más molesto metido bajo su propio techo era una de las cosas que pondría en un grito a Fury y si se le agregaba el hecho de no decir nada al dios de los músculos era un pack que resultaba peligroso
—¿Por qué aquí? —dijo Stark.
—Porque tienes todas las comodidades que deseo.
—Y yo que creí que era por mi gran atractivo.
—No alimentes ese ego tuyo, algún día podría traerte problemas.
—¿Y Thor? Se supone que es tu hermano.
—Mira Midgardiano imbécil, esto lo diré una sola vez y será a ti por ser el dueño de la casa, Odín se dio cuenta de todo lo que hice por su amado hijo, ahora que estoy ´´muerto´´ mi hermano no perseguirá un fantasma para reivindicar sus actos y podrá gobernar Asgard con la sabiduría que debería tener un rey. No te estoy pidiendo hospedaje para siempre, solo hasta que yo consiga algo por mí mismo y tendrás la paz asegurada ya que no causare algún daño en tu mundo.
—¿Así que no puedo decirle a nadie?
—solo a Thor…“En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven”. Tú eres diferente, deja que tu inteligencia hable por ti de mis acciones a partir de ahora.
—Así que ahora parafraseas a Maquiavelo.
—Eh…no, yo fui una pequeña influencia para lo que hizo su ideología, solo pequeña, luego me aburrió y me fui. —Loki chasqueo sus dedos y su armadura cambio rápidamente a un traje de gala. — ¿Así que hacías una fiesta? Vamos, prueba mi buen comportamiento a partir de ahora.
Tal vez era la idea más loca que paso por su mente, tal vez se ganaría unos buenos gritos de parte del hombre de chocolate y tal vez un golpe en el trasero con tacón de Pepper, pero ¡dioses! ¡Tony amaba el riesgo! Y esto solo aumento las ganas de sacar una sonrisa de su boca.
La fiesta se dio, la música y los cuerpos bailando resonando por todo el lugar y sus ojos se posaron en el dios de las travesuras. Las personas en un inicio pensaron que se trataba de un imitador de Loki, sabiendo de la rivalidad del dios con los superhéroes y conociendo las excentricidades de Stark, era la respuesta tan obvia.
Loki se movía con gala, como cada parte de su cuerpo se movía delicadamente y lo locuaz que era su voz al hablar lo justo que el resto necesitaba saber. Stark se sorprendió ante aquel despliegue de comunicación que ni Thor había podido alcanzar.
—Veo que te adaptas bien.
—Te sorprendería a las cosas que puedo adaptarme.
—No sé si me estas seduciendo o amenazando.
—Tómalo como quieras. — Loki sonrió al castaño y entonces una rubia de vestido negro estiro su mano para coger la del azabache y arrástralo a la pista de baile.
—Así que mentiroso, malvado, buen conversador y ahora el maldito resulta ser un buen bailarín, solo falta que sea bueno en la cama y el desgraciado se llevaría un premio.
La noche paso en medio de la algarabía de la borrachera y el sol llego saludando al estropeado rostro del hombre de hierro. El olor a comida y frituras fue un gran motivo para levantarse de la cama, ya no había ningún invitado y solo quedaban las cosas tiradas en el piso que era la única pista de la fiesta que se había dado.
El sonido de comida y sartenes se hicieron más fuerte mientras se acercaba a la cocina, Tony dudaba que fuera Pepper, la mujer le había dejado muy en claro que no cocinaría si lo volvía a encontrar ebrio después de una fiesta, así que fue una sorpresa ver quien estaba cocinando. Alto de cabellos negros con una pantalla holográfica frente suyo en lo que resultaba ser un video de como cocinar algo, estaba Loki revolviendo un sartén con comida.
—Veo que sigues aquí, y si las sirenas no sonaron eso quiere decir que no hiciste alguna de tus travesuras.
—Se dice buenos días Stark, allí está el café.
—Gracias mami.
—Una más y te quedas sin desayuno.
—Entonces no me arriesgare Lokes.
El café paso por su garganta, amargo como le gustaba, resultaba un misterio el como el dios había adivinado su gusto en el café. Entonces un plato se puso frente suyo con el humo saliendo indicando lo fresco que estaba.
—Es mi primera vez cocinando, así que tal vez no tenga un sabor tan agradable.
Ambos hombres se sentaron en la barra y comenzaron a comer en silencio, antes del primer bocado Tony dudo, sabia de la fama que se cargaba el azabache, arriesgarse era para tontos, pero el olor resultaba apetitoso y entonces boto la cordura al igual que su borrachera. La cuchara cargada de comida hizo rugir su estómago.
—No está envenenada. —dijo Loki.
—Esto esta…— las palabras se quedaron atoradas en su garganta —…esta bueno, tal vez no sea la comida más sabrosa del mundo, pero es agradable.
—Lo sé, para ser la primera vez haciéndolo, quedo bien.
—¿Cómo?
—Tu mayordomo me ayudo a encontrar las cosas y ver el video de eso que se llama YouTube.
—Ah…
Comieron en silencio, cucharas de comida desaparecían en sus bocas y cuando la última gota de café se acabó en ambos vasos, Loki con un chasquido de sus dedos termino de limpiar los platos y guardarlos.
Tony miro la sala, sucia y llena de botellas, había rastros de algún liquido extraño que no quiso saber que era y suspiro, el personal de limpieza esta vez le cobraría un ojo por regresar todo a como era antes y de vuelta volvería a escuchar los regaños de Pepper. Si, la cotidianidad de su día a día comenzaba.
—¿Quieres que te ayude?
—No creo que puedas pagar al personal de limpieza.
—No me refería a eso. —Loki vio la habitación, cerró los ojos y estiro la mano tratando de concentrarse.
Las manchas comenzaron a desaparecer y la basura se transformaba en esporas de luz que se comenzaban a mezclar con el aire, cuando termino todo estaba como lo recordaba anoche.
—Listo.
—Who. —exclamó el otro. —Eso fue genial.
—Si, soy un reo en formación, tengo que hacer méritos con el dueño de casa.
—Creo que me siento halagado y viendo tu buen comportamiento creo que puedo darte una oportunidad.
Ambos se sentaron en el sofá en que se encontraban de la noche pasada.
—Tenemos reglas aquí.
—Todo lugar aburrido lo tiene.
—Uno, no entres a las habitaciones de los demás que viven en este edificio, cualquier habitación es accesible, pero sus cuartos personales no. Dos, nada de envenenamiento. —Loki soltó una pequeña risa. —tres, ya se me ocurrida algo, dios me siento mi padre, que horror. Cuatro, ¿los demás pueden saber que estas aquí?
—Si, hará la convivencia más cómoda, pero Thor no.
—¿Cuando el venga que vas a hacer tu?
—Cuando llegue el momento ya lo resolveré.
—Bueno…la quinta condición…¿puedes cocinar más?
—Lo intentare.
—Si eso es todo entonces. —Stark estiro su mano, era un mero trámite que hacía con sus socios y Loki estrecho aquella mano cerrando el trato.
Comenzaría una nueva vida aquí, en Midgard y por los próximos días lo llamaría hogar, Loki había llegado a su nuevo hogar.
Cuando menos se lo esperaron la tarde había llegado y con eso otro plato de comida, Loki pensó que mantener feliz al dueño de casa era lo mejor que podía hacer, después de todo él tenía una vida muy larga a comparación de los humanos.
—Los humanos son…tan peculiares—susurro para sí mismo.
—¿Qué dijiste? —Tony escucho las palabras del azabache curioso por la frase.