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Ese profesor, pervertido por angel-san

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Notas del capitulo:

Este capitulo lo hize con mucho amor, pues pienso que ya es hora de que la "relación" avanzar, hubiera querido que tardará más tiempo pues Ciel es muy pequeño, pero entonces siento que los tiempos que tengo acordado para la historia no serían congruentes, así que manos a la obra y tengo que apresurar un poquito las cosas.

 

¿Cómo saber cuando uno se enamora?
 Era una pregunta tonta, y aún así no podía dejar de pensarla, nunca me interesó el amor, porque nunca me había atraído alguien, pero ahora era distinto, me gustaba alguien, y vean que dije gustar no amar, porque si de algo podía estar seguro es que el profesor Michaelis me gustaba más no lo amaba, pero entonces surgía una voz en mi cabeza que me decía: si solo te gusta porque te preguntas el como saber cuando uno está enamorado.
 
Había pasado tres meses desde que conocí al profesor Michaelis, tres largos meses en los cuales trataba de pensar lo menos posible en el, pero es casi imposible porque lo veo de lunes a viernes, y es que tuve tan mala suerte de tenerlo de maestro base, nos iba a dar por los cuatro años de carrera, la verdad no sabía si podría soportar tanto, aunque tengo que admitir que desde el día de muertos ya no se ha comportado tan… Tan.. Pervertido como solía hacerlo, aunque supongo que es porque últimamente anda muy distraído, como si siempre estuviera pensando en algo más.
 
Como sea, no debo pensar más en el porque es un maestro, es Mi maestro, así que Ciel quítate esas ideas de la cabeza.
 
Me levante de la cama, en la cual había estado “meditando”, era sábado y estaba completamente aburrido, tenía que buscar algo que hacer.
 
Escuche sonar mi teléfono y me apresure a contestarlo.
 
- Cierunnnnn!!!!!, vamos hoy de compras, escuche que en la Plaza…. Hay unos hermosos vestidos con flores, y también que llego la nueva línea para donceles, de seguro todo va a estar muy bonito, después podemos ir a tomar un helado, Soma dice que va a ir con su prometido, por favor ven también—estuve apunto de negarme pero pensándolo mejor, mis padres no estaban, mi hermano tampoco, y estaba completamente aburrido, tal vez si iba, tendría en que entretenerme.
 
- Esta bien lizzy a que hora nos vemos? -  
-  Gracias ciel, a las 4 nos vemos en la entrada- colgué y me quede mirando el reloj, eran las 2, todavía tenía algo de tiempo.
 
Con el paso más lento del mundo me metí a bañar, le mande un texto a mamá diciéndole que iba a salir, y después me quedé sentado en la cama pensando que me iba a poner, me levante y abrí mi armario, tengo un gran armario porque mi madre siempre quiere que vista bien, la verdad es que la mayoría de mi ropa es igual, con un suspiro saque unos short negros, y empecé a rebuscar una camisa cuando me tope con una caja, unas botas altas estilo militar, hace mucho tiempo que las tenia, Tía Ann me las había regalo pero a mis padres nunca les gustaron por ser muy “ varoniles”, así  que las había guardado y nunca encontré ocasión para ponérmelas, creo que hoy podría ser el día, mis padres no me iban a ver, las saqué de su caja, y me las quede viendo, con que camisa estarían bien?, empecé a rebuscar hasta que la encontré, una camisa sin mangas, holgada de color verde militar, perfecta.
 
Me vestí y mi mire al espejo, estaba bien, me veía como una persona completamente normal y eso estaba bien para mi, no me gustaban las atenciones que recibía siempre por ser hijo de los Phantomahive, agarre una mochila negra, metí mis cosas y llame un taxi.
 
 
- Ciel por aquí!! – escuche la voz de Lizzy, me voltee y ahí estaba con pomposo vestido rosa de tutú, todavía no entiendo como le gusta vestirse de esa forma, aun lado estaba Soma con un atuendo parecido al mío, solo que el llevaba pantalón y una camisa morada, alado de él estaba su prometido Agni, con un traje, me sorprende, siempre que lo he visto esta con algo parecido a una túnica, supongo que Angi lo hizo vestirse así.
 
Salude a todos con un hola y me deje arrastrar por Lizzy que estaba emocionada por ver todo, primero fuimos a ver la nueva colección de ropa que decía Lizzy que era asombrosa, cuando salimos de ahí casualmente Soma y yo éramos lo que llevábamos más cosas, puesto que Lizzy nos convenció que toda la colección de donceles se nos vería bien a los dos, apenas y podía con el montón de bolsas que llevaba. Después nos sentamos  a comer un helado, habían pasado ya dos horas y media, Soma fue el primero en irse con Angi,  Lizzy y yo nos dirigimos a la entrada, a los pocos minutos paso el hermano de Lizzy a buscarla, se ofrecieron para llevarme pero me negué, no tenia ganas de llegar a casa tan rápido.
 
- Joven Ciel no pensaba encontrármelo por aquí—escuche una voz a mi espalda con lentitud voltee maldiciendo internamente, ahí estaba con su mirada carmesí viéndome fijamente y una sonrisa perfecta, se veía tan diferente cuando no vestía de traje, pues ahora solo llevaba un pantalón negro y camisa blanca abrochada hasta los codos.
 
- Bunas tardes profesor Michaelis, es un gusto verlo—respondí con una sonrisa forzada, -- si es extraño que lo encuentre—ahora creo seriamente que este profesor me esta acosando.
 
 
- Solo vine de paso, usted por lo que veo vino a comprar varias cosas—dijo viendo el montón de cosas que me rodeaban- espera a alguien?
 
- Si, espero a un taxi, ya es algo tarde—respondí, tenía que irme de ahí pronto, estaba empezando a ponerme nervioso, pero es que quien no se pondría nervioso con esa mirada.
 
 
- Que te parece si te llevo, como ya dijiste es algo tarde para que andes solo-
 
- Gracias pero no- respondí rápidamente
 
 
- Creo que debo insistir Ciel—dijo mientras se acercaba a mi- los hombres de haya tiene rato que te están observando, por eso me acerque- me dijo al oído, rápidamente busque a los hombres de los cuales estaba hablando, y ahí estaban, eran tres varones que miraban  fijamente hacia nosotros entonces supe que era cierto, con nerviosismo asentí.
 
Sebastián me ayudó rápidamente a recoger las bolsas y me tomó de la mano, para caminar al que supuse era su auto, un coche completamente negro y polarizado, puso las cosas en la cajuela y me abrió la puerta del copiloto.
 
- Gracias por llevarme, y también por avisarme de esos hombres—le dije, y es que en verdad estaba agradecido, nunca había salido solo hasta ahora, y después de esto ya no me parece nada atractivo volver a hacerlo. 
- no tienes que agradecer, pero si te recomendaría que no volvieras a salir solo y menos vestido de esa forma—me dijo serio mientras veía hacia delante conduciendo, me sorprendió lo que me dijo, vestido asi, a que se refería. 
- no lo entiendo, vestido como? – pregunte torpemente confundido. 
- Ciel eres un doncel muy bello, creo que ya lo sabes, llamas mucho la atención con tu aspecto, y ahora súmale el vestir con una playera en la cual si te mueves mucho se puede ver parte de tu pecho, y el short que traes apenas y te llega más arriba de la mitad de tus muslos, y aparte de que se te ajusta, creo que esos son motivos suficientes para que uno se te quede viendo, y no digo que sea tu culpa por vestirte así, pero en la sociedad que vivimos es un completo riesgo que andes vestido así  y sin compañía—mis sentimientos eran variados, desde vergüenza por que me dijo bello, hasta furia porque ahora no me podía vestir como quisiera porque corría riesgo de ser acosado.
 
- La sociedad es completamente injusta, me siento bien así, y no debería cambiarlo solo porque unos malditos decidieron que si lo hago  los estoy incitando a algo—respondí enojado.
 
- Lo sé Ciel pero tu que estas estudiando Derecho sabes que son cosas que se han querido cambiar pero es imposible, por eso te pido que no vuelvas a salir solo- me miró mientras con una mano me acariciaba el rostro, sentí mi cara caliente y supe que debía estar completamente sonrojado -  y bien ahora a donde te llevo – le di la dirección y fije mi mirada hacia en frente, no quería que me viera sonrojado, todo el camino estuvimos en silencio, pero extrañamente me sentía cómodo, en algunas ocasiones lo miraba de reojo, se veía tan apacible.
 
 
- Profesor, usted vive por aquí – le pregunté 
- Por favor dime Sebastián después de todo no estamos en el Colegio, y no Ciel, mi casa queda un poco retirada de la tuya—
- Lamento las molestias-
 
 
 
- No tienes de que preocuparte, es un gusto estar contigo—se quedo en silencio—Ciel hay algo que tengo que confesarte—a pesar de que estaba viendo fijamente el camino  en su rostro se podía ver una mueca algo extraña- la verdad es que me atraes, creo que ya te habías dado cuenta, no he sido muy discreto, perdóname si mis sentimientos te hacen sentir incomodo, te debe resultar extraño que una persona mayor te diga esto también contado que soy tu profesor, pero quiero que sepas que soy sincero respecto a lo que siento— Sebastián no lo miraba, pero su tono de voz decía que hablaba completamente enserio. 
 
Me sentía completamente confundido, incrédulo, no pensé que esto fuese a pasar, que debía hacer, que se responde en casos como este, Sebastián me gustaba, pero que responder, si también usted me gusta, seamos novios, eso no es acaso algo infantil para el, aparte solo me dijo que le atraía no que fuéramos novios o algo parecido, ahhh me siento estúpido.
 
Todos mis pensamientos se esfumaron cuando sentí unos labios sobre los míos, no lo podía creer, me estaba besando, sentí como mi mente se nubló y no podía enfocar mis pensamientos, solo tenía algo en mente, Sebastián me estaba besando, deje de pensar y me deje llevar, sentía los cálidos labios de Sebastián, le seguía el ritmo lento, pronto sentí como mi corazón se empezaba a agitarse, mi respiración faltaba, se separo de mi y me vio directo a los ojos, me sentía extraño, esos ojos de intenso carmesí brillaban, eran tan deslumbrantes, me miraban fijamente, sentí mi cabeza dar vueltas y todo se nubló.
 
 
- Oh vaya se desmayo—dijo con una sonrisa Sebastián, Ciel era tan lindo y hermoso, lo acomodo en el asiento y se bajó del auto, ya hace varios minutos habían llegado, ciel estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se había dado cuenta, sin preocupaciones salió del auto, busco las llaves de la casa en la pequeña mochila, cargo a Ciel, entro a la casa lo llevo a su habitación y lo acostó ahí, solo que quito los zapatos, no quería asustar al pequeño si lo cambiaba de ropa, se lo quedo observando varios minutos, viendo como dormía profundamente, se acerco a él y le dio un beso en la frente y salió de la habitación.
 
Antes de irse bajo todas las cosas de menor, cerró con llaves y se marchó de la casa. Tenía que aclarar su mente. 
 
 
 
Notas finales:

Gracias por leer. 

Cualquier duda, critica o cualquier cosa me dejan un review.

 

CAPÍTULO 4 listo 


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