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Ese profesor, pervertido por angel-san

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Notas del capitulo:

Hola... Bueno como dije no tuve tiempo de actualizar, pero aquí estoy un día tarde pero estoy  espero poder actualizar con más frecuencias pues YA TERMINE EL SEMESTRE estoy tan contenta. 

Pues respecto al fic, a partir de aqui comienza lo bueno,  empezando porque al Lemon, siiiii, la verdad es que este cap es el tercer borrador, nunca había escrito un capítulo más de dos veces pero esta vez no conseguía que quedara bien así que lo hize tres veces, pues espero que lo disfruten. 

12 de diciembre 1:00 am 
 
Dolor…dolor…angustia…desesperación…rabia…enojo….
 
Su respiración estaba acelerada, sentía frio, mucho frio, su cuerpo estaba perlado de sudor…
- Alguien, quien sea, ¡ayúdeme!-  suplicas…gritos…risas… ¿Qué estaba pasando?
 
Se levantó llorando, no sabía cuántas veces había tenido ese sueño, pero cada vez era más constantes, ¿Qué estaba pasando?, ¿Qué significaban todos esos sueños?, se quitó las lágrimas de los ojos mientras trataba de calmarse, inhalo fuertemente tratando de que el aire llenase sus pulmones, un ruido lo saco de sus pensamientos, escuchaba pasos en el pasillo, se volvió a acostar tratando de hacerse el dormido, no quería que nadie lo viera en ese estado, escucho los pasos acercándose a su habitación y se quedó completamente inmóvil, la puerta se abrió con un pequeño click y una persona entro por ella, supuso que era su padre así que solo se quedó quieto tratando de tener una respiración lenta, la persona se acercó a su cama y se quedó parada a la orilla silenciosamente, no podía escuchar nada espero sabía que debía estar ahí pues no escucho que se hubiera retirado, pasando los minutos le entro pánico, esa persona no podía ser su padre, quiso gritar pero un nudo se le formo en la garganta.
 
- Sé que estas despierto pequeño Ciel- escucho una voz conocida, sintió que el alma regresaba a su cuerpo y una furia lo invadió, se voltio rápidamente encontrándose  con unos brillantes ojos fucsia, parpadeo confundido, cuando volvió a enfocar su mirada solo vio una silueta.
- Sebastián- susurro entre enojado y asombrado, ¿Qué hacia el ahí?, y ¿Cómo había logrado entrar a su casa?
- Perdón por entrar de esta  manera pero deseaba verte- escucho la voz 
- Me asustaste “demonio” – le dijo con enojo- y ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo pudiste entrar?- 
- Lo siento no fue mi intención asustarte solo quería verte- le dijo mientras se acercaba a la cama y se sentaba en ella- además quería ser yo el que te diera tu primer regalo
- Sebastián pudiste haber esperado hasta mañana, estas invitado a la fiesta- 
- Aun así, quise ser el primero, espero  que te guste.
 
Su vista se dirigió a una pequeña caja que el mayor tenía en las manos, una pequeña caja de terciopelo de color rojo, la abrió demostrando en ella un hermoso anillo de plata con una piedra de intenso azul zafiro, su mirada se dirigió al mayor que lo observaba con una sonrisa, el mayor tomo el anillo entre sus dedos y tomo su mano, coloco el anillo en su pulgar y él lo miro con fascinación.
 
- Es una promesa, una promesa de fidelidad y amor- no sintió en que momento sus ojos se llenaron de lágrimas, solo sintió el suave beso de Sebastián en la frente, y los demás a lo largo de su rostro.
Se sentía feliz, querido y completo, abrazo fuertemente a Sebastián  y este le acaricio  con parsimonia la espalda, poco a poco se separo de el y lo vio a los ojos, esos intensos ojos carmesí que le encantaban, se acerco y lo beso.
 
Sebastián lo recostó en la cama posicionándose el arriba, para empezar a besarlo intensamente, con ganas, sus besos descendieron por el cuello arrancando suspiros del menor, sentía su piel arder y supuso que debía estar muy sonrojado como excitado, su cuerpo temblaba ligeramente, no supo en que momento Sebastián le quito la camisa hasta que sintió en rose de la lengua del mayor contra sus botones, succionaba uno mientras el otro era pellizcado por una mano, su espalda se arqueo cunado sintió una pequeña mordida, no podía pensar bien, solo sabía que de su boca salían suspiros y gemidos acompañados por el nombre del mayor, pronto sintió que una mano fría envolvía su miembro por debajo de su short.
 
- Eres tan hermoso pequeño-  la voz susurrante de Sebastián le hablaba al oído.
 
Un beso le siguió cuando sentía que su short era retirado completamente dejándolo desnudo, inconscientemente cerro sus piernas escuchando la risa del mayor, su rostro enrojecido mas y tomo una almohada que tenía cerca, escondió su rostro debajo de esta.
 
- No tienes por qué avergonzarte todo de ti es hermoso- Sebastián se reincorporo viendo al pequeño cuerpo que tenía debajo suyo, piel blanquecina y tersa, perlado por unas gotas de sudor, una cintura  estrecha, piernas esbeltas y delicadas, todo de Ciel era perfecto, intento retirar la almohada del rostro del menor sin éxito, dejo escapar una risa para bajar y meterse de lleno el miembro del menor a su boca, empezó con una felación lenta, escuchando lo gemidos ahogados del pequeño, con una mano empezó a acariciar la pequeña entrada que se encontraba ya un poco dilata y con fluidos.
 
Sintió un cosquilleo en su entrada y seguido algo que entraba, gimió quedo removiéndose en busca de más contacto, pronto sintió dos dedos del mayor en su interior y como estos tocaban constantemente su punto G, solo podía pensar en lo bien que se sentía y que quería más, sus manos se agarraron fuertemente de la almohada que aún mantenía encima de su rostro, sentía tres dígitos dentro de él, sus gemidos cada vez se escuchaban más, el nombre de Sebastián salía constantemente de sus labios, sintió un cosquilleo en su vientre y con un grito dejo salir su esencia en la boca de del mayor. 
 
- Tan rápido pequeño, si apenas estamos empezando- escucho la voz del mayor, le quitó la almohada del rostro y se vieron fijamente- si quieres que paremos solo dime- le susurro Sebastián mientras sus piernas las colocaba en los hombros, dejándolo completamente expuesto, de pronto se sentía nervioso, pero no iba a detenerlo, lo deseaba.
 
Negó con la cabeza y sintió un pequeño beso en la frente y uno suave en los labios, sintió como poco a poco Sebastián entraba en él, era una mezcla de dolor y felicidad, se sentía completo, feliz, abrió los ojos  mirando los del mayor, le transmitían tranquilidad.
 
Sebastián estaba ahí, mirándolo con infinito amor, con esa mirada penetrante que lo intimidaba y a la vez lo hacía sentir confortado, veía el cabello azabache pegado a la frente de este.
 
- Estas bien, quieres que me detenga- le dijo preocupado, aunque la verdad apenas y podía contenerse, el niño que tenía enfrente de él era realmente exquisito.
- Estoy bien- le contesto susurrando, alzo sus brazos enroscándolos en el cuello del mayor, indicándole que siguiera.
 
Era una entrega tanto de amor como de compromiso, el mayor comenzó a moverse lentamente, disfrutando cada estocada, no quería que el tiempo pasase, escuchaba con claridad los gemidos que salían de la boca del menor, eran como una melodía, acompasada, lenta y sin fin, de esas que te transportan a otro mundo, pronto la velocidad aumento accediendo a los impulsos de su cuerpo, las estocadas cada vez eran más rápidas, fuertes, hasta que sintió las uñas clavándose en su espalda, supo que el pequeño no iba a aguantar mas, aumento el ritmos, besando los labios del pequeño hasta que en medio del beso el pequeño gimió su nombre corriéndose entre sus vientres, sintió como contrajo los músculos de su entrada aparentándolo deliciosamente, solo unas estocadas más y el termino dentro de menor.
 
Se dejó caer sobre el pequeño cuerpo, sin recargarse de todo hasta que recupero el aliento y salió del pequeño, acostándose a un lado y atrayéndolo sobre su pecho, quería disfrutar cada segundo que le quedaba a su lado.
 
- Estas bien Ciel- le pregunto mientras acariciaba el cabello
- Si Sebastián- contestó adormilado
- Recuerda que eres mío y te amare siempre-
- No lo digas así…parece que te estas despidiendo…- el ojo-azul se había reincorporado y  lo miraba fijamente con el ceño fruncido
- Estaré contigo siempre Ciel, en esta vida y en las que siguen- fue lo único que contesto el mayor para tomarlo del rostro y besarlo.
- Si es así, hagamos un contrato- le dijo el menor cuando rompieron el beso-
- ¿un contrato?..mmmm… ¿y de que se trata?- le miraba intrigado.
- Bueno, yo prometo amarte siempre, si tu prometes estar junto a mí siempre---
- Mmmm no sé, suena como que seré tu sirviente-
- Ohhhh lo descubriste, pero es un precio racionable si contamos que soy perfecto, así que no tienes por qué quejarte- el pequeño reía-
- Tienes razón, eres simplemente perfecto, así que está bien, este contrato queda sellado
 
Se miraron fijamente por unos segundos, Ciel Phantomahive  no lo podía explicar, pero desde la primera  vez que lo vio le llamo la atención, desde la primera vez que lo beso, supo que estaba bien, desde la primera vez que lo vio supo que Sebastián Michaelis era perfecto para el, se quedaron despiertos por un largo rato, Sebastián le pregunto sobre su día, y el pequeño le respondió, había estado ocupado viendo las preparaciones de su cumpleaños el cual sería el día siguiente, también le confeso que ya lo había extrañado un poco pues como estaban de vacaciones ya no lo veía todos los días, se la pasaron platicando hasta casi las cuatro de la mañana cuando el ,menor entre bostezos le preguntaba si vendría a su fiesta.
 
- No me la perdería por nada pequeño, aparte tenemos que contarle a tus padres sobre lo nuestro- le dijo con una sonrisa.
- Mmmm me preguntó como reaccionaran-
- Espero que mejor de lo que esperamos-
- Si, tal vez estén de buenas y no quieran meterte a la cárcel por abusar de su pequeño
- Jajaja pues tan pequeño ya no es- le dijo mientras lo miraba de esa forma que lo hacía sonrojar, inmediatamente se dio cuenta de lo que quería decir y se sonrojo dándose la vuelta, quedando a espaldas del mayor, este solo siguió riendo y se acomodó detrás de  él abrazándolo.
- ¿Te iras en la mañana?- le pregunto tratando de cambiar el tema.
- Creo que a las 6 estaría bien, así que tranquilo nadie se dará cuenta que me pase la noche contigo
- Todavía no entiendo como entraste- le dijo entre bostezos 
- Es un secreto, ahora duerme pequeño, mañana tienes un gran día.
- Que descanses Sebastián-
- Que descanses….mi pequeño Joven Amo- le susurro el mayor al oído, no obtuvo contestación, el joven ya se había dormido.
 
Enterró su cabeza en el cabello del menor aspirando su aroma, tenía un aroma único, olía a inocencia, dulce, pero tenía un toque de dolor y maldad, le encantaba. Se levantó de la cama silenciosamente, se vistió, y miro por última vez el pequeño cuerpo que reposaba en la cama, soltó un suspiro y salió de la habitación cerrando la puerta. Camino por las escaleras silenciosamente en la oscuridad, vio una figura al término de esta.
 
- Buena noche Señor Phantomahive- 
- Seria Buen día ya casi son las 6 de la mañana Señor Michaelis – el hombre parecía ligeramente molesto.
- No me di cuenta del tiempo, acepte mis disculpas- contesto con un sonrisa amable 
- Espero que entiendas tu posición-
- La entiendo perfectamente, me iré hoy mismo a las a las 9:00 para que este todo cubierto en la noche- el peli negro se dirigió  a la salida, abrió la puerta y se disponía a salir cuando una mano en el hombro lo detuvo.
- Cuídate Sebastián- le dijo el hombre mayor con una expresión indescifrable en el rostro.
- Gracias, solo mantenga a salvo a Ciel- fue lo último que dijo para caminar al auto que estaba enfrente de la hermosa casa.
 
 
Su alarma sonó despertándolo de golpe, se levanto con trabajo le dolía todo el cuerpo, de pronto las imágenes de la noche le vinieron de golpe y voltio hacia un lado de la cama buscando a Sebastián, no lo encontró aunque lo supuso pues dijo que se iría  temprano, se levanto con dificultad le dolía la cadera, maldito Sebastián, parece que pudo a haber sido un poco mas suave, se dio un largo baño con agua cliente para relajar sus músculos, y se puso una simple camiseta y un pants, salió con paso lento hacia la cocina donde su madre lo esperaba con el desayuno y un montón de cosas que hacer.
 
Pronto se vio envuelto en una variedad de cosas, su casa esta rodea de personas decorando todo, y haciendo espacio, la fiesta se realizaría en el partio de su casa que era capaz de albergar sin esfuerzo a los 150 invitados que tendrían.
 
El día paso largo y cansado, entre intentos de escabullirse de su madre para que no lo obligara a hacer una sarta de estupideces, y tratar de que Sebastián le contestara los mensajes y llamadas, le había enviado varios mensajes intentado que le dijera a que hora vendría, pero no los contestaba ni siquiera las llamadas, intento mantenerse tranquilo y no desesperarse de la situación, por suerte su madre lo entretenía en una variedad de cosas, así no tuvo mucho tiempo para darle vueltas al asunto. Eras las 5 de la tarde y tenía  que empezar a vestirse, primero se pondría el traje tradicional de doncel, un traje a conjunto de color azul marino con destellos plateados, que consistía en un short, una camisa blanca y un chaleco con cola en holanes, unas botas de pequeño tacón y tendría que usar un sombrero  con moño, signo de fertilidad, solo lo usaría para recibir a los invitados y la sesión de fotos, después se pondría un vestido azul cielo que Sebastián había escogido para el, era suelto de tiras, y largo tenia un pequeño cinturón con pequeños diamantes a la altura de su cintura, es algo que el no se pondría pero Sebastián había insistido y el quiso complacerlo.
 
Se puso el primer conjunto con los gritos de su madre que se apresurara, pronto bajo las escaleras, y vio a su padre que esta al pie de esta.
 
- Te vez precioso mi pequeño- le dijo mientras lo abrazaba y besaba su frente, el solo se brazo mas al primer hombre que había amado.
- Gracias padre- 
- Que hermoso te vez pequeño Ciel- le dijo su hermano que iba  con su madre, traía un traje de negro con camisa celeste y corbata a rallas.
- Estas muy hermoso mi amor- le dijo su madre también abrazándolo
- Bueno los invitados esperan-  su padre le ofreció el brazo el cual el tomo, y su hermano escolto a su madre.
 
Los minutos pasaron convirtiéndose en horas, ya era pasados de las 6, había subido a su cuarto a cambiarse, se miro al espejo y sonrió, ese vestido  en verdad le queda bien, Sebastián no había aparecido, le pregunto a su padre  discretamente si había surgido algo en el trabajo pero el negó y le dijo que tal vez llegaría tare. Podía oír la música a lo lejos, ya todos deberían estar cenando, solo faltaba el baile con su padre y todo terminaría, se miro en el espejo y se apresuro su madre de seguro estaría esperándolo, se negaba a pensar en algo que no fuera su fiesta, si Sebastián no llegaba debía ser por algo, y estaría calmado hasta que pudiera hablar con el.
Bajo las escaleras con paso tranquilo, iba a ir primero a la cocina por algo de agua y le llamaría por última vez a Sebastián, si mañana no se pasaba por su casa teniendo una buena escusa lo iría a buscar al trabajo, que mira que era capaz de meterlo a la cárcel si ese maldito no se aparecía, no señor a él no lo iban a dejar como un cualquiera.
 
Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta de que una figura lo veía intensamente desde la puerta, se acerco con cautela silenciosamente, el pequeño estaba tan enfrascado con el celular.
Una mano le tapo la boca o pidiéndole gritar, empezó a patalear, escucho una risa, y sus ojos se llenaron de terror, por un momento pensado que era Sebastián, que equivocado estaba esa risa no se parecía nada a la de Sebastián, siguió resistiéndose hasta que sintió un piquete en el cuello y poco a poco las fuerzas lo abandonaron, quedó inconsciente a los pocos minutos, la figura sonrió mientras cargaba el cuerpo del pequeño, salió de la casa sin ningún inconveniente y se metió a un auto que lo esperaba.
 
- Ya tenemos al pequeño—dijo hablando por teléfono.
- Muy bien,  los espero aquí-
 
En una habitación oscura se veía a un hombre sentado en una silla hermosamente adornada con plata y oro, en su rostro se le veían los años, su cabello era de un profundo blanco, y en su rostro tenía una sonrisa inmensa.
- Esta vez querido Phantomahive no te saldrás con la tuya—
 
 
Notas finales:

Pues aquí esta, espero que les haya gustado, esperen más emisión en los próximos capítulos.

 

El siguiente será un capitulo de revelaciones, que contestaran las siguientes preguntas, ¿que paso hace ocho años?¿Los sueños de ciel tienen algo que ver?, ustedes que piensan que pasara?

 

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