Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Encrucijada por SEMASOLITIA

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

En los pensamientos de Katja Klug, solo reinaban las dudas y la desconfianza. No sabía por qué tenía un mal presentimiento o por qué aquella mujer, de buen porte y de mucha seguridad a la hora de interrogar, había mostrado interés en una desconocida.  


Quiso pensar que al igual que sucede en muchas partes del mundo, principalmente Europa y Estados Unidos, el ver a un extranjero y más a una recién llegada, era razón para desconfiar, porque eso había sentido al ser observada por aquella mirada acusadora de la inspectora Shepard. 


Chloe se acercó a ella una vez había entrado al apartamento. Al igual que Katja, estaba con dudas y una serie de pensamientos confusos se habían apoderado de su cabeza luego de que la pelinegra se había marchado.


—Bienvenida, Kitty —Manifestó Chloe con una leve sonrisa. Katja le sonrió rápidamente y bajó su mirada por unos segundos. —Tardaste más de lo que pensé, debes estar cansada ¿qué tal estuvo el ejercicio? ¿Quieres desayunar?


—Muy bien, hacía mucho no lo hacía y no es que sea una persona de hacer ejercicio, pero sentí la necesidad de salir a correr un poco y sí, tengo hambre. Me baño y estoy contigo en un momento 


Se dirigió hacía el cuarto de baño, pasando por el lado de la castaña sin siquiera mirarla; cosa que le sintió mal


—Pudiste haberme dicho para acompañarte 


—No quise molestarte, además debías estar cansada y no iba a perderme de todas formas —Le decía desde el baño.


—Todos me tratan como si hubiera tomado cinco litros de alcohol. Un poco exagerado


—¿Quiénes? 


Chloe se acercó hasta quedar frente a la puerta del baño, observando como la rubia preparaba la bañera para tomar un baño.


—Los que estaban en la fiesta y tú también —Katja se mantuvo en silencio. Solo se limitó a seguir preparando su baño. La incomodidad y el ambiente era tenso; no era algo que la castaña pudiera tolerar. Se acercó quedando cerca de Katja, quien seguía más interesada en preparar su baño que en conversar con ella —Oye Kitty, lamento lo que pasó anoche 


Aquellas palabras hicieron que la rubia se molestara un poco, haciendo contacto visual con las ojos grises. 


—¿Qué es lo que lamentas, Chloe? ¿Qué hayamos tenido un momento intimo entre nosotras o el hecho de que me dejaste en medio de todo por contestar una llamada? 


Lo dijo con tanta naturalidad y tranquilidad, que la castaña no supo si le estaba reclamando 


—Yo...yo no lo sé —Aquella respuesta decepcionó un poco a Katja


—No te culpo, seguro eres una persona que no tiende a intimar con personas del mismo género o  no sé, a lo mejor te sentiste confundida por todo, tampoco creí que algo así pasaría, por si te piensas que lo planeé o algo así


—No pienso que lo planeaste, creo que fue algo que pasó y no me arrepiento ni nada por el estilo, es solo que...


—Tranquila, no pasa nada. No tenemos que recordarlo si así lo quieres, podemos hacer como que nada pasó


—No te estoy pidiendo eso —Tomando su brazo y haciendo que la mirase —No pretendo obviar lo que sucedió, ¿sabes? —Acariciando sus brazos —Solo quiero saber el significado.  


—Créeme que tampoco lo sé, Chloe. Solo no quiero que me odies, es todo 


Nuevamente no pudo mantener el contacto con aquellos ojos grises que la penetraban de una manera indescriptible. Chloe levantó su mentón para tener contacto con aquellos hermosos ojos verdes.


—Jamás te odiaría, Kitty. Eso es imposible 


Ambas mantuvieron el contacto. Toda duda y confusión habían desaparecido de la nada para ambas, solo eran ellas y nadie más. Chloe se acercó lentamente, mientras Katja se mantuvo inmóvil. Quería descubrir el siguiente movimiento. 


Aquellos ojos verdes se posaron en los labios de la castaña y notó de inmediato restos de un labial rojo en ellos. Toda confusión que había desaparecido hace unos minutos, volvieron de repente. Juró para si misma, que ese color de labial lo había visto antes e hizo memoria en menos de varios segundos. 


Recordó que la portadora de aquel color labial pertenecía a aquella policía a la que se había encontrado esa mañana, y la razón de haber estado en ese lugar, solo podía significar una cosa y para la rubia,  todo parecía tener sentido y sabía que todo giraba en torno a Chloe. 


—Chloe 


Katja colocó sus manos en ambos hombros de la castaña para evitar que siguiera acercándose.


—¿Qué pasa? —Deteniéndose


—Cuando venía hacia acá me encontré a una oficial de policía, claro supe que lo era por su arma y su placa. Me hizo algunas preguntas, realmente no le dije que vivía contigo, pensó que vivía en otro apartamento cerca y no sé, comenzó preguntándome cosas como que si era extranjera, lo cual fue obvio por mi acento; que cuánto tiempo tenía viviendo aquí y cosas así, hasta mi nombre me preguntó y le mentí con mi apellido, no sé por qué lo hice, tal vez fue la desconfianza con ella y no sé...¿la conoces?


Chloe se quedó en silencio por un momento 


—Sí —Fue su única respuesta


—¿Se conocen de hace mucho? 


Katja esperaba que Chloe fuese sincera. Por una parte, estaba cansada de los misterios y pensó  sobre el por qué le correspondió la noche anterior y el por qué de su indecisión sobre sus acciones. 


—Sí, nos conocemos de hace tiempo. Hemos sido amigas desde la adolescencia; nos conocimos cuando ella tenía diecisiete años y yo catorce años. 


—Ya veo —La expresión de Katja era seria. Esperaba que le contara todo y no tuviera que preguntarle. —¿Qué tipo de relación tenían o más bien... ¿qué tipo de relación tienen? —Chloe arqueó las cejas. Le pareció curioso la curiosidad de la rubia ¿Acaso eran celos?, pensó. Aquel pensamiento hizo que Chloe riera nerviosa


—¿A qué viene todas esas preguntas?


—Simple curiosidad, ¿me respondes?


—No tenemos nada, solo somos amigas como te dije...es todo 


Katja sonrió levemente y comenzó a empujar con mucho cuidado a Chloe, llevándolo poco a poco fuera del cuarto de baño.


—Kat...


No pudo decir más nada. Katja le dio un último y moderado empujón. Una vez que logró sacarla del bañó, cerró la puerta en su cara, al tiempo que le ponía seguro para que no intentara abrirla. 


—¿Podemos hablar sobre esto? —Chloe intentó abrir la puerta sin éxito, dando pequeños golpes a esta, esperando respuesta de la rubia. Seguía confundida por su reacción tan repentina


—No tenemos más nada de qué hablar, Chloe. Tomaré un baño, así que... ¿por qué no mejor vas y te miras al espejo y te revisas? Tal vez encuentres algo interesante en ti. 


Dicho aquello, abrió la regadera para evitar seguir escuchándola. Chloe hizo exactamente lo que Katja pidió y fue al espejo más cercano que se encontraba en la habitación y observó su reflejo en este. Encontró restos de labial en sus labios. Recordó el beso con Amelia y en ese momento, se sintió como toda una idiota. No le quedó de otra que solo cerrar sus ojos y suspirar rendida, haciendo el típico facepalm por lo avergonzada que estaba. Se limpió el resto de labial que tenía en los labios y esperó a que la rubia terminara su aseo personal. 


Quantum ExImport


Isabel, secretaria personal de Dylan y Claire Evanson, regresó a su puesto de trabajo luego de haber llevado algunos documentos a la oficina de su jefe. Al acercarse a su escritorio, encontró a Amelia Shepard parada allí, leyendo un cartel de "visión" y "misión" de la empresa.


—Oficial Shepard, qué sorpresa encontrarla por aquí 


La nombrada, miró en dirección de aquella mujer, que vestía como las típicas secretarias sexies que sus jefes preferían ver cada que le pedían llevar cualquier encargo hacia su despacho  y así deleitarse. Falda corta y negra, que llegaba por encima de las rodillas, tacones del mismo color, blusa blanca con escote que dejaba observar ligeramente sus senos, más un blazer femenino color rosado.


—Buenos días Isabel. Vine para hablar con el señor Evanson, ¿podrías decirle que estoy aquí?


—Qué pena con usted inspectora, pero el señor Evanson está en una reunión muy importante ahora y dejó muy claro que no quiere ser molestado. A partir de las cuatro de la tarde estará disponible para cualquiera. Disculpe los inconvenientes.


Amelia estaba acostumbrada a todo ese parloteo. Para ella era más que obvio que Dylan no quería verla y mucho menos hablar con ella. Amelia se limitó a sonreír. 


—Señorita Williams, no es la primera vez que el Señor Evanson se niega a verme e incluso pueden ser las cuatro, las cinco, las seis y hasta las diez de la noche y, aun así, se niega a hablar conmigo. Me pregunto por qué


—No le sabría decir, señora Shepard. El señor es alguien muy ocupado, ya usted sabe...


—Igual que yo, y aun así aquí estoy sacando un tiempo para hablar con él


—No creo que hayas elegido el mejor momento para hablar con él, Amelia. 


 Claire había hecho su aparición de la nada. Ambas fijaron su mirada en la rubia de ojos grises, no parecía muy feliz de verla.


—Buenos días Claire. Otra con la que también es un poco difícil hablar


—Pues aquí estoy, inspectora. Cualquier cosa que desee hablar, estoy disponible para hacerlo. ¿Por qué no vamos a mi oficina?


—Después de ti 


Claire no lucía muy feliz ante su presencia. Caminó en dirección a su oficina, mientras Amelia se despidió de Isabel, para luego seguirla. No fue necesario decirle a la secretaria que no podían ser interrumpidas en lo que Amelia y ella hablaban.


Ambas tomaron asiento. Claire esperó paciente a que la inspectora se dignara a hablar, ya que no tenía intención de decir nada y mucho menos sin la presencia de su abogado, aunque la conversación fuese de lo más trivial. Sí algo conocía de Amelia Shepard, era que sus visitas no eran para cosas estúpidas o triviales. 


—Tú dirás —Pronunció la rubia, cruzando las piernas y luciendo como una gran empresaria en su escritorio


—Sabes por qué estoy aquí, Claire. —Cruzando también las piernas. Acomodándose en el asiento


—Sí, sé por qué estás aquí y me pregunto ¿Hasta cuando vas a seguir insistiendo con lo mismo?. Es que de verdad, si vas a acusarnos de algo, ¿por qué no nos ahorras todo y nos arrestas? Hace mucho que la corte nos está esperando, solo estamos esperando por ti


—Los conozco a todos ustedes desde que hace tiempo. Todavía me pregunto por qué existe este ambiente tan hostil entre nosotros —Claire suspiró cansada


—¿Tal vez porque desde que te convertiste en jefa del departamento nos acosas tanto a mi hermano como a mí? Incluso te apareces en las fiestas de mi hermano sin tener invitación y claro, no te pueden sacar a patadas porque estaríamos rompiendo las leyes e irrespetando la autoridad, así que ¿por qué no me dices tú por qué el ambiente tan hostil entre nosotros?


—Tu hermano se niega a atenderme, eso me deja mucho en qué pensar


—Dylan está muy ocupado. Deberías saberlo y si fuera para algo sumamente importante, créeme que él haría el intento de hablar contigo, pero ¿para lo mismo? Lo dudo


Amelia cambió su expresión. Su expresión seria y profesional se hizo presente y se levantó de su asiento para acercarse a Claire, quien no se inmutó en ningún momento


—Hay casos que han tardado años en resolverse, pero se han resuelto Claire. Al final, el culpable termina pagando...digo, el verdadero culpable 


Claire se levantó también de su asiento y encaró a Amelia


—¿Otra amenaza más? Me pregunto cuanto estás dispuesta a llegar con todo esto. ¿Qué tan lejos llegaría tu sed de venganza contra mi hermano?


Amelia río levemente ante el comentario


—¿Sed de venganza? Sed de justicia más bien. Ya nos veremos en otra ocasión, Claire. —Amelia se dio media vuelta con intención de salir


—¿Crees que no sé qué todo esto lo haces por Chloe? —Aquello la hizo parar en seco. Fijó su mirada en la rubia, haciendo que la antes castaña, esbozara una sonrisa —Vamos a ver Amelia, no soy estúpida y sé perfectamente el lazo tan estrecho que tú y mi hermana tienen, y claro, el odio que tienes hacia mi hermano. Sé que lo odias y sabes por qué, siempre lo has sabido y lo único por lo que haces esto es para darte el privilegio de verlo tras las rejas, pero ¿te digo algo? Chloe ya pagó por sus errores y mi hermano sigue aquí, dueño de esta gran empresa, cumpliendo el sueño de nuestro padre. No entiendo por qué tienes que venir a causarnos problemas a todos


—Te voy a preguntar algo, ¿de verdad quieres que me trague el cuento de que tu hermana se robó más de un millón de libras esterlinas? Yo más bien podría pensar que la única razón por la cual Chloe Evanson dijo en el estrado que era "culpable", fue porque estaba siendo sometida a cierta presión.


—Y nosotros la presionamos, ¿no?


—Dylan cumple con el perfil. Su relación con ciertos implicados en el caso, condenados por corruptos, otra razón más para sospechar de él. Créeme que, si no estuviera segura de lo que digo, el caso estuviera cerrado, pero ¿qué crees? Sigue abierto y hay personas que harían lo que fuera para reducir su condena o mejor para ellos, salir libres


Claire no logró comprender de lo que estaba hablando Amelia. Prefirió guardar silencio. Sabía que decir cualquier cosa indebida, podría hundir todo. Lo que menos quería en ese momento, era que Dylan estuviera sobre ella. Odiaba el hecho de que Amelia se apareciera de la nada. y comenzara a atacarla.


Por su parte, Amelia sonreía por dentro. Algo le decía que había atinado en algo, ya que la boca de la rubia se negaba a decir alguna palabra. 


—Creo que ya hemos hablado demasiado por hoy, nos veremos en otra ocasión Claire y te aseguro que la próxima vez que venga, será con algo nuevo, te lo prometo.


Sin decir más nada, la pelinegro salió de la oficina; dejando a Claire completamente confundida. "Hay personas que harían lo que fuera para reducir su condena o mejor para ellos, salir libres"


Aquellas palabras no dejaron de resonar en su cabeza. Estaba cansada de todo eso y tenía miedo. Amelia no era estúpida y podría llegar al fondo de todo sin ningún problema, pero confiaba en que su hermano lograría que se rindiera para así dejar todo atrás. Por otro lado, tenía miedo por las ideas que se le habían metido en la cabeza a su hermana mayor. Todavía no lograba entender las razones por las cuales podría llegar a pensar que su hermano era un asesino, peor ser el asesino de su padre. Por más que trataba de creer en esa posibilidad, más difícil se le hacía. Dylan podría ser el más codicioso y ambicioso del mundo. Podría haber cometido muchas locuras en su vida, pero ¿ser un asesino? Nunca se le había ocurrido.


Tenía dos opciones. La primera opción era contarle todo a Dylan sobre los planes de su hermana mayor, con respecto a buscar pruebas que probaran su culpabilidad por la muerte de su padre. La segunda opción era ayudar a su hermana con su loca idea. Tenía la esperanza de que al no encontrar nada que lo involucrara en la muerte de su padre, ella misma se daría cuenta de su error de desconfiar en su hermano y  de culparlo injustamente. Sabía que su lugar en aquella empresa y la confianza de su hermano estaba en juego. Estaba jugando dos bandos y no sabía cual elegir. 


Claire se mantuvo al lado de su hermano mientras su hermana estuvo en prisión. Nunca se consideraron muy cercanos. Aun así, había algo que le hacía sentirte indefensa ante él, que le hacía sentir pánico a diferencia de cómo se sentía con Chloe. Él podría ser bastante intimidante, y lo demostraba más con ella. Odiaba no ser tan fuerte como Chloe, que a diferencia de ella, era alguien que no se dejaba intimidar por nadie. Tanto Chloe como Dylan tenían personalidades parecidas, solo que Chloe no se dejaba llevar por la ambición como lo hacía Dylan.


Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de toques en la puerta de su oficina. Se acercó y al abrir la puerta, se encontró con Dylan. Tenía un aspecto bastante sombrío, lo que hizo que Claire tragara en seco. Sabía por qué estaba ahí. Comenzó a caminar hacia adentro, lo que hizo que Claire retrocediera para darle paso, cerrando la puerta al pasar. 


—¿Ya terminó tu reunión? 


Dylan parecía bastante molesto y Claire odiaba esa sensación. 


—¿De qué estúpida reunión estás hablando? Es obvio que no estaba en ninguna maldita reunión 


—No tienes por qué hablarme así, ya se fue 


Dylan aún enojado, se acercó a Claire y la tomó de los hombros; apretó fuertemente sus hombros, provocando que un sonido de dolor salieran de los labios de la rubia. 


—¿Qué demonios te dijo esa perra?


—Dylan, ¿por qué no te calmas un poco? Sabes muy bien de sus visitas sorpresas. Espera siempre el momento menos esperado para aparecerse y así tomarte desprevenido


—¿De qué hablaron? te pregunté —Apretando cada vez más fuerte


—Me estás lastimando. Cuando me sueltes y te calmes un poco, te diré. 


Dylan soltó su agarre y fue hacia el escritorio de Chloe, tomando asiento en su sillón.


—Quiero que me cuentes todo lo que hablaron, absolutamente todo. No omitas absolutamente nada 


Claire acarició sus hombros y suspiró rendida. Estaba dispuesta a decirle absolutamente todo con respecto a su conversación con Amelia. No estaba de humor para aguantar a su hermano, pero sabía lo que debía de hacer.


Complejos de apartamentos Roosevelt en Sinclair


Chloe esperó paciente por Katja. Estaba tardando más de lo normal en salir. Esperaría el tiempo necesario para aclarar todo. Al escuchar que la puerta del cuarto de baño se abrió, se levantó rápidamente para encontrarla. Fue hasta su habitación y observó que el cuerpo de la rubia estaba cubierto solamente por una toalla. Tapaba sus pechos, su abdomen y zona intima. Su cabello estaba mojado y partes de su cuerpo también. Katja buscaba qué ponerse. 


A pesar que sintió la presencia de Chloe dentro de la habitación, en ningún momento la miró o dijo algo. La castaña solo la contemplaba en silencio. No sabía que decir en ese momento. Katja sin ningún pudor, colocó su ropa interior, pero sin retirar en ningún momento la toalla. Sintió la mirada fija de Chloe encima suyo y de alguna forma no le hacía sentir para nada cómoda. 


—¿Me permites? —Haciendo que Chloe volviera en sí. Se sintió apenada y era más por lo ocurrido anteriormente. 


—Lo siento —Dándose la vuelta, esperando a que Katja terminara de cambiarse. 


—Ya puedes voltear si quieres 


Tardó apenas un minuto en ponerse ropa. Chloe volvió su mirada hacia ella, sin saber como empezar. 


—Kitty...


—¿Qué pasa? —Secando su cabello con la toalla mientras la miraba 


—Hay que cosas que debo contarte


—¿En serio? —Sin darle mucha importancia a lo que decía la castaña


—Sé que hay muchas cosas que no te he dicho de mi vida y que sabiéndolas ahora, puede parecerte un poco confuso, por eso quiero contarte 


Katja se detuvo y miró directamente a Chloe. 


—No necesitas contarme nada, Chloe. Tenías una vida antes de ir a la cárcel, seguro una muy buena vida antes de que pasara todo eso y es comprensible que hay personas de tu pasado que quieran volver a tu presente. Es entendible 


Katja intentó salir, pero Chloe no se lo permitió. 


—Lo sé, pero quiero que sepas que mis relaciones han sido algo complicadas y algo difíciles de explicar. De todas formas, ya terminaron


—Se nota que terminaron —Con sarcasmo. 


—Seguro te preguntarás sobre mi orientación sexual


—No te negaré que me sorprendió el hecho de que en algún punto de tu vida hayas mantenido una relación con una mujer. Siempre te imaginé una mujer heterosexual o más bien...no sé, no parecías haber estado enamorada nunca en tu vida, pero por otra parte no es tan sorprendente ¿sabes? Suele pasar e incluso, me diste una pista con lo normal que te tomaste el contacto íntimo que tuvimos anoche, aunque al final estabas dudosa y con miedo. 


—Lo sé, Amelia y yo mantuvimos una relación un tanto complicada hace años


—Déjame adivinar...¿una relación secreta? —Chloe asintió —Me imagino que alguien como tú, con tu estatus y con una familia de gran reputación, no podía darse el lujo de mantener una relación con una mujer y hacerlo público, ¿no así?


—Algo así. Aquí la homosexualidad es legal, pero conocí a mi padre. Sabía cómo era y la razón fue más por él. Amelia y yo empezamos nuestra relación desde jóvenes. Yo era muy joven y ella entendía perfectamente la situación, porque sus padres tampoco estaban de acuerdo con la homosexualidad, por eso lo mantuvimos en secreto.


—¿Qué pasó? ¿Terminaron o simplemente se separaron al irte a la cárcel? ¿Ella sabe todo lo que planearon tu familia? 


Katja mostró rápidamente interés por la vida amorosa pasada de Chloe. No quería lucir demasiado curiosa o entrometida, pero sentía la necesidad de descubrir un poco más sobre ella.


—No, ella jamás supo que me entregué para proteger a mi hermano y para salvar la imagen de la empresa. Ella y yo habíamos terminado años atrás. Igual si le hubiera dicho mis intenciones, no lo hubiera permitido


—¿Por qué? 


—El padre de Amelia fue jefe del departamento de policía. Ella siempre soñó con seguir sus pasos, pero no quería limitarse con solo ser una simple policía; quería ir mucho más lejos, ya sabes, convertirse en jefa del departamento de investigación criminal y judicial, pero de eso me enteré hace poco. Siempre quiso hacer lo correcto, acabar con los malos. Al entrar a la academia a los dieciochos años, tuvimos menos tiempo para estar juntas, pero aún así, seguimos viéndonos de vez en cuando.


—¿A qué edad comenzaron su relación?


—Amelia me lleva tres años, las dos empezamos cuando éramos adolescentes. Es obvio que ella tenía más experiencia y todavía me pregunto que vio en mí. Solo era una mocosa de catorce años que tenía aires de saberlo todo y ella tenía diecisiete. Creo que lo que más le preocupó fue el hecho de cumplir la mayoría de edad y yo siguiera siendo una menor de edad, sumando a eso lo que podrían pensar nuestros padres si se hubieran llegado a enterar. Nuestros padres pensaban de la misma forma, a pesar de ser un país libre de aceptar ese tipo de relación. La verdad es que Amelia se preocupaba mucho por su entrenamiento, por convertirse en policía, con ser una futura gran investigadora. Muchas veces me pregunté si quería estar con ella, de alguna manera sentía la necesidad de saber si la amaba lo suficiente...lo suficiente como para quedar destrozada si algún día llegaba a dejarme. 


Katja escuchaba atenta y en silencio. No quiso interrumpirla. Solo se limitaba  a mirar a la castaña. Notó varias veces como la expresión de Chloe cambiaba. Intentaba ocultar la expresión de tristeza mientras contaba todo aquello. Se sentía culpable de hacerla hablar de algo que a lo mejor no quería hablar. 


—Cuando Amelia tenía veinte y un año y yo dieciocho, lo que temía pasó. Ella dijo que había conocido a alguien en uno de sus viajes para completar sus entrenamientos. La verdad es que ya prácticamente no teníamos nada, ambas apenas nos veíamos. Yo estudiaba, ella estudiaba y tenía sus entrenamientos. Realmente fue algo doloroso, habíamos tenido una gran historia y entiendo que éramos muy jóvenes y ella se preocupaba mucho por su posición, su trabajo, su familia. Hasta puedo decir que todo eso estaba por encima de mí. Su padre aún vivía y se preguntaba por qué su hija aún no había conseguido novio. Era joven, no sé por qué le preocupaba tanto eso, pero al parecer a ella le afectó tanto que al final terminó consiguiéndolo. 


Se casaron un año después de conocerse...rápido, pero así ella lo decidió. No le reclamé nada, sabía su posición y ambas pensábamos lo mismo, así que las dos al final decidimos terminar. Yo por otra parte comencé una relación con Daniel, ya sabes, un hombre de familia adinerada, amigo de muchos años de la infancia de mi hermano y a quien siempre desde que nos conocimos le interesé, pero por mi relación con Amelia jamás le presté atención, hasta que supe que debía crear mi propio futuro, aunque eso significara ser infeliz casándome con alguien que ni siquiera amé, digo, él siempre me trató muy bien, siempre ha sido muy bueno conmigo, pero nunca dejé de verlo como un amigo. 


—Y aun así decidiste comprometerte


—Cómo te dije, mis relaciones han sido muy difíciles. Un desastre


—No lo veas así. Aprendiste una gran lección supongo yo. 


Katja permanecía sentada en la cama. Sus brazos extendidos hacia atrás para mantenerse incorporada. Chloe se acercó lentamente a ella, quedando de rodillas frente a ella; colocando sus manos en las piernas desnudas de la rubia quien no se inmutó. 


—¿Crees que vuelva a tener algo serio con alguien? ¿Alguna relación que de verdad sea verdadera? 


Chloe pasó sus dedos lentamente por las piernas de Katja. El contacto de sus dedos con su delicada piel fue sumamente suave. Era imposible para la rubia despegar su mirada de la castaña. Seguía cada movimiento de sus dedos. Sentía la calidez con cada roce en sus muslos, provocando que su piel se erizara.


Sus manos se dedicaron a acariciar todo su muslo, subiendo lentamente. Sus manos hicieron contacto con sus shorts. Chloe en un rápido movimiento, se levantó lo suficiente para quedar cerca del rostro de la rubia, colocando sus manos a ambos lados de Katja sobre el colchón para tener equilibrio.  


La rubia seguía sin hacer nada. Dejó que Chloe hiciera todo el trabajo, quien rápidamente buscó sus labios. Sus deseos de besarla fueron inevitables. Sentía la necesidad de hacerlo y no sabía por qué exactamente. Quería sentir sus suaves labios sobre los de ella. No quería perder el tiempo en tonterías. Aquel beso fue apasionado desde el primer momento. No hubo ningún rincón de su boca que no explorara. Desde el primer beso, sabía que conectaban y encajaban a la perfección. 


Un beso frenético, donde la lengua de la castaña no dejaba de jugar en ningún momento con el de la rubia. Estaba tan concentrada, que en un descuido, los dientes de Katja hicieron contacto con su lengua, provocando que lo sacara rápido de su boca, mientras los dientes de la rubia por segunda vez, lograron alcanzar esta vez su labio inferior. 


Chloe sintió un fuerte dolor al sentir como los dientes de Katja presionaban con fuerza su labio inferior, lo suficiente como para que las ojos grises lanzara un pequeño grito de dolor, haciendo que aquel beso se rompiera de inmediato. 


Chloe quiso asegurarse que su lengua siguiera pegada y dentro de su boca, esperando no haber sufrido ninguna lesión al igual que su labio inferior. Juró sentir como si su lengua y labio inferior hubieran sido arrancados por un caníbal.  Chloe se sintió confundida y adolorida, no estaba para nada feliz. Katja se levantó de la cama, provocando que la castaña perdiera el poco equilibrio que le quedaba, cayendo al suelo, lanzando otro pequeño grito de dolor.


—¿Qué rayos fue eso? —Aún adolorida y sin poder hablar con claridad


—No te pedí que me besaras


—¿En serio? —Incorporándose, esperando una mejor explicación ante sus acciones.  


—No te voy a mentir, Chloe. Desde hace mucho me has gustado y me gustas 


Para Chloe no fue un misterio aquella confesión, pero al escuchar aquellas palabras, dentro de ella sintió una gran felicidad que no supo explicar. Sabía que se encontraba en una encrucijada de sentimientos y no tenía ni la más mínima idea de qué hacer. Lo que sí sabía era que en aquella ola de sentimientos y confesiones, alguien saldría perdiendo.    


—Sinceramente no sé si debí decírtelo, pero no lo podía mantener en secreto por mucho más tiempo.  Me es mucho más difícil ahora que me he enterado de que aquella inspectora es tu ex novia y que a lo mejor sigue teniendo sentimientos por ti y a lo mejor tú por ella...


—No es así 


—¿No es así? Me dirás que cuando te besó no le correspondiste, ¿no?


—Katja, lo nuestro terminó hace años


—Eso no responde mi pregunta ¿Y si te vuelve a pedir salir con ella? 


Katja parecía preocupada y celosa. Le daba un toque de ternura y Chloe estaba disfrutando del momento. Realmente le hacía feliz. Se acercó a la rubia, pero esta retrocedió de inmediato. 


—Vamos Kitty, ya te dije, fue hace mucho


—Se besaron, debiste sentir algo


—No sentí nada


—Mentirosa 


—¿Por qué no puedes creerme?


—Porque siempre después de una relación de tantos años siempre termina quedando el más mínimo sentimiento, y ves que ella los tiene por ti


—Decir "siempre" es algo extremo, ¿no crees? Ni siquiera viste el beso, solo te dejaste llevar por el resto de labial que viste en mis labios


—Igual lo confirmaste, y ni que lo pudieras negar con excusas baratas


—¿Estás celosa? —Esbozando una sonrisa


—No —Cruzó los brazos 


—Creo que sí lo estás, me siento halagada 


Chloe intentó acercarse nuevamente. Esta vez no hubo oposición por parte de Katja. Consiguió desprender a la rubia de aquel cruce de brazos, permitiendo que el contacto entre ambas fuera mejor. La castaña la tomó fuerte de la cintura y la acercó más a ella. Las ojos verdes miró fijamente el labio inferior de la castaña; notó que estaba un poco inflamado.


—Tu labio está rojo e inflamado, creo que te mordí muy fuerte —Pasando uno de sus dedos sobre estos, mientras lo acariciaba lentamente provocando una queja por parte de la lesionada.


—No pasa nada, estoy bien 


Katja besó suavemente su labio inferior, provocando una queja más


—No lo estás, así que mejor te pongo algo de hielo


Una vez que la rubia salió en busca de hielo para aquel labio herido, Chloe quedó pensativa con respecto a toda la situación. Amelia había reaparecido en su vida, y la forma en como apareció, le dejaba muchas dudas. 


Haberla besado nuevamente, hicieron que recuerdos del pasado aparecieran y era algo que no podía evitar por más que lo intentara. Odiaba aquella sensación, porque había decidido hacer su vida, y ahora que estaba tratando de rehacer la suya, aparecía como si nada. Como si nada hubiera pasado.


Por otro lado estaba Katja, aquella chica que había conocido en prisión y que en ese momento era su suporte. Tenerla cerca le provocada calma, y al confirmar sobre sus sentimientos, no podía evitar sentir felicidad, pero eso no impidió que la angustia se apoderara de ella también. Solo esperaba poder vencer todas esas dudas e inquietudes, y que al final, el tiempo fuera el juez de las decisiones que tomaría más adelante.  


 

Notas finales:

Que tengan un buen inicio de semana. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).