Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Encrucijada por SEMASOLITIA

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Consejos que se vuelven amenazas y situaciones que unen más a dos personas.

Dylan sin duda era un hombre bastante atractivo y sabía que podía conseguir muchas cosas con ello, pero no solo era eso lo que le caracterizaba, sino también por ser bastante astuto.


En vida, respetó a su padre, al menos eso se decía en los medios y todos lo consideraban un hijo predilecto y se decía que siempre fue el favorito de los hijos del ya fallecido Roger Evanson. Lo que no sabían los medios, era que Dylan en realidad nunca fue el hijo que su padre quiso, sí era la mano derecha en todo lo que se refería a la empresa, pero luego de que su padre se enteró de lo que hizo, perdió todo el respeto por él, aún sabiendo que él debía haber pagado por sus errores.


No respetó el dinero de la compañía, ya que usaba el dinero de la compañía de manera descuidada ya que se consideraba así mismo como un adicto a la vida "mundana" y era algo que la mayoría ya sabía.


Noches de fiestas en grandes lugares de lujos: casinos, resorts, discotecas de alto prestigio, etc. Siempre causaba polémica en cada lugar de esos que visitaba y sin dejar de lado lo que cualquier magnate y sucesor de grandes cantidades de dinero y de una gran empresa, era el hecho de que era un mujeriego. Era la historia más vieja y a la que la prensa estaba acostumbrada a ver, pero igual lo seguían donde quiera que fuese para enterarse de nuevas noticias.


Toda la atención se posaba en él, no en las hijas del señor Evanson, aunque al final se centraron en Chloe una vez había salido a la luz el gran escándalo al cual fue sometida y para nada le había pesado el hecho de que su hermana se haya sacrificado por él, a pesar de que cada vez que hablaba a la prensa decía casi siempre lo mismo:


"Realmente es impactante la situación en la cual se vio involucrada mi hermana, jamás creí que pudiera llegar a pasar tal cosa, pensaba que la conocía más que la palma de mi mano, porque claro, el amor de hermanos implica conocernos bastante, pero me dejé llevar sin pensar en sus actos, no prestamos atención y ahora debe pagar por sus crímenes, esperando que haya reivindicación de parte de ella una vez salga"


Su padre siempre que Dylan hacía una declaración acerca de lo sucedido, bajaba la cabeza al escuchar tales mentiras que salían de su boca y la manera en cómo las decía. Luego de bajarse del pódium una vez dicho todo, en su interior sonreía sabiendo que todos se habían tragado sus mentiras y que la verdad estaba muy lejos de ser esa.


Nottingham, Inglaterra. Aeropuerto de East Midland


El ahora ya magnate inglés, se disponía a bajar del avión. Todo el aeropuerto estaba abarrotado de personas, principalmente de la prensa. Inmediatamente se enteraron que Dylan volvía al país, estos se dieron a la tarea de esperarlo para como era lo usual, hacerles preguntas. Lo que para ellos eran negocios, para él era una simple aventuras y una manera de ganar más fama.


En ningún momento le preguntaron algo con relación a su hermana y su pasado, se dio cuenta que a lo mejor no se habían enterado o que Chloe era todo un fantasma para ellos. Habían pasado cinco años y dudaba que pudieran reconocerla, tal vez porque creció demasiado y sus facciones le habían dado un cambio radical o simplemente su hermana era demasiado inteligente como para exponerse ante la prensa. Una vez respondidas todas las preguntas, tanto las personas encargadas de su seguridad como él salieron hacia el exterior del aeropuerto, evitando que la prensa siguiera hostigándolo. Buscó con la mirada y se encontró con Daniel quien lo esperaba en su auto.


Obvió el hecho de que otro transporte estaba esperando por él y se subió rápidamente a la parte de atrás del auto del abogado, arrancando al instante, dejando que sus hombres lo siguieran en otro auto.


— ¿Qué tal estuvo el viaje? — Preguntó Daniel sin quitar su vista de la autopista. Dylan estaba en silencio, buscando acomodarse en el asiento de atrás.


— No fue como lo esperé, no disfruté mi estancia. Tenía una cita y mira como son las cosas de la vida, tuve que cancelarla. Iba a ser una maravillosa velada con una hermosa y seductora modelo española — Daniel lanzó una carcajada en ese momento, aunque Dylan seguía con una expresión seria en su rostro


— Lo que menos debe preocuparte en esta vida es de cancelar una velada con alguna modelo, hay modelos esparcidas por este mundo y las cuales estarían dispuesta a pasar una buena noche contigo, ¿no crees?


— Esta modelo es especial, diferente a las demás — Daniel nuevamente volvió a reír de la nada. Si algo sabía de su amigo, era que nada de lo que decía era cierto, al menos el hecho de considerar a una mujer "especial" y/o diferente. Sabía bien que para él todas las mujeres eran iguales y que tenían una sola labor para con él, y eso era complacerlo en sus deseos más profundos.


— ¿De qué te ríes? Espero puedas entender lo grave de este asunto y que lo que hayas dicho por teléfono haya sido cierto — Daniel frunció el ceño al escucharlo y miró a Dylan a través del retrovisor para que se diera cuenta que su comentario le había enojado un poco.


— ¿Por qué no lo compruebas tú mismo? ­— Sacando lo que parecía un folder con una serie de documentos dentro, pasándoselo a Dylan sin dejar de atender su asunto. Dylan inmediatamente abrió el folder que contenía una serie de documentos y fotografías, parecían más bien capturas de una cámara de seguridad y rápidamente se dio cuenta que pertenecían a imágenes provenientes de su ahora empresa. Las observó detenidamente, tratando de reconocer a las personas que allí se mostraban. Supo que una de esas personas era su hermana Claire y la otra persona no logró reconocerla bien en ese instante, pero debió suponer que era su hermana Chloe, ya que en alguna de las tomas se pudo observar su rostro, un rostro inolvidable para él. No pudo evitar esbozar una sonrisa momento al verla, pero luego su sonrisa se desvaneció. — ¿Y bien? — Preguntó Daniel ante el silencio prolongado que mantuvo.


— Pues según estas fotos, es verdad que salió ya de prisión y que está aquí, quien diría que los años pasarían tan rápido


— Sí, ya ves cómo son las cosas, ¿no?


Dylan siguió observando los documentos que se encontraban ahí dentro, se trataban de órdenes y permisos de libertad, algunas actas de nacimiento y certificados de Chloe.


— ¿Cómo conseguiste todo esto, ¿eh? — Algo curioso


— Soy un tipo con influencias, lo sabes ¿verdad? Puedo conseguir cosas más rápido de lo que te puedas imaginar, cuando me propongo algo, lo hago rápidamente y más para satisfacerte a ti ¿no?


— Veo que no me odias tanto como creí — Dijo aquello con algo de burla. Sin esperarlo, el auto se detuvo de la nada, haciendo que Dylan, al frenar el auto tan de repente fuera casi en dirección al parabrisas, cosa que hizo que se sorprendiera y estuviera algo atemorizado. — ¿Qué diablos fue eso? — Aún algo asustado, mirando a Daniel esperando una explicación, quien se quitó el cinturón de seguridad y se volteó para verlo a los ojos, se notaba bastante enojado


— Escúchame muy bien Dylan, tú y yo nos conocemos desde hace años, pero déjame decirte una cosa, no volverás a hacerle daño a Chloe, ¿entiendes? — En modo amenazante y usando su dedo para señalarlo para que nunca olvidara sus palabras — Chloe ya sufrió demasiado por ti y no quiero que vuelva a pasar lo mismo otra vez. Ella se ofreció por ti a corregir todos tus errores y si volvió, no fue para que la siguieras atormentando y más ahora que eres todo un hombre de negocios bastante respetado. Te aseguro que a la primera que ella se sienta nuevamente juzgada y mal por algo que tú mismo hagas, te juro por Dios que yo mismo me encargaré de hundirte y sabes que tengo los medios necesarios para eso.


Dylan simplemente escuchaba en silencio todo lo que le decía aquel abogado que en ese momento estaba bastante enojado y no era muy conveniente interrumpirlo, mejor prefirió ser paciente, sabiendo que se atrevía a amenazarlo, porque eso sin duda era una amenaza y odiaba que lo amenazaran, pero sabía que debía callar y esperar


— Chloe ya salió de prisión y quiero hacer todo lo posible para recuperarla. No fue fácil para mi estar alejado de ella sin saber absolutamente nada por cinco malditos años. Sé que hice mal en no decir nada cuando tuve la oportunidad, pero fue su decisión el hacerlo y lo respeté y yo haciendo eso te di la oportunidad de reivindicarte con tu padre, hasta ahora estás haciendo las cosas bien pero no creas que no he dejado de observarte por todos estos años. Te aseguro que a la primera queja de ella contigo, porque volveré a recuperar su confianza y lo voy a lograr y a la primera queja de ella, sabes que tendrás que pasar sobre mi primero antes de meterte con ella nuevamente. Vas a respetarla y la vas a tratar como lo que es, una mujer y una dama que se ofreció por ti a arreglar tus malditos problemas para que de esa manera tu carrera, tu prestigio y reputación se fueran a la mierda. La prensa se va a enterar de que salió de prisión y querrán hostigarla, yo solo espero que estés ahí para controlar a la prensa y hacer que se metan en su vida privada lo menos posible. Vas a dejar de hablar con la prensa sobre ese tema, porque es un borrón y cuenta nueva, no esas mierdas que sueles decirles a cada momento para darte grandeza y verte como alguien que nunca ha roto un plato...


Daniel iba a continuar su discurso o más bien, su regaño hacia el castaño, pero se vio interrumpido por varios golpes en el cristal que provenían de fuera. Dylan supuso que se trataba de sus hombres, así que se dispuso a bajar el vidrio


— No se preocupen, solo nos detuvimos a revisar unos documentos, en un momento nos vamos. — Se apresuró a decir. El hombre se retiró rápidamente haciendo que volviera a subir el vidrio, mientras Daniel había caído en razón del hecho de que había dicho todo lo que nunca le dijo a Dylan después de aquel suceso, sabiendo él que podía ser un hombre bastante peligroso, pero por otro lado sabía que él podría serlo también y no dejaría intimidarse por él.


Nunca le había dicho nada al respecto y en ese momento se sintió desahogado por haberle dicho todo y sabía que le había molestado, aunque tratase de ocultarlo o disimularlo con su sonrisa del "hombre que nada le importaba". Prosiguió conduciendo y el silencio se hizo presente en todo el camino. Dylan se limitó a seguir observando cuidadosamente los documentos que tenía en mano.


En menos de veinte minutos ya se encontraban frente a Quantum ExImport. Ya eran las siete de la noche y era seguro que todos los empleados de dicha empresa estaban preparándose para regresar a sus casas. Dylan prefirió ir directamente hacia allá en vez de ir a su hogar y cambiarse, tenía mucho afán de encontrarse con Claire y aclarar ciertas cosas. Antes de bajar del auto, miró a Daniel quien no había pronunciado palabra alguna luego de todo aquel discurso. Colocó su mano sobre su hombro antes de salir.


—No todos tienen el valor de decirme todo lo que me dijiste y me conoces más que nadie, Dani —Dijo calmado Dylan mientras esbozaba una sonrisa —Te agradezco que me hayas dicho todo lo que tenías muy dentro de ti, realmente lo aprecio. Es bueno que aún sigas sintiendo algo por mi hermana y que tengas intención de volver con ella, trataré de complacerte al menos en eso, no hay muchos amigos como tú en esta vida, así que quiero que estemos bien, pero te diré una cosa —Apretando un poco el hombro de este quien se comenzó a sentir un poco tenso, Dylan se acercó un poco a él y casi cerca de su oído le dijo: —Pero que no se te haga costumbre el hablarme así, te lo dejé pasar hoy porque creo que todos tenemos derecho a decir todo lo que tenemos dentro de vez en cuando...pero ya no quiero que vuelvas a "regañarme" otra vez, porque ni siquiera se lo permití a mi padre en vida, menos se lo voy a permitir a otra persona y más cuando yo prácticamente soy tu maldito jefe, ¿entendiste bien?


Apretando un poco más fuerte su hombro. Daniel no dijo nada, simplemente se limitó a quitar la mano de Dylan de su hombro y encender el auto con intención de irse


—Por cierto Daniel, quiero que recuerdes este proverbio que mi papá solía decirme: "Extinctus amabitur idem" que significa: "El hombre que es odiado será amado tras su muerte"


— ¿Cómo se supone que quieres que interprete eso?


— No lo sé, puedes interpretarlo como quieras, pero nunca lo olvides. —Los hombres de Dylan nuevamente volvieron a tocar el vidrio porque sintieron que estaban tardando bastante. El castaño observó por última vez a su amigo antes de tocar por dentro, el vidrio. Tras aquello, sus hombres abrieron la puerta para que este saliera. Se arregló un poco su vestimenta antes de salir. —Estaremos en contacto —Dijo saliendo del auto y cerrando la puerta. Una vez hubo salido, Daniel respiró profundamente y recordó lo que Chloe le había dicho durante su visita:


"Yo vine con la intención de descubrir al asesino de mi padre. Yo sé quién fue y espero que me ayudes, al menos espero tu cooperación por los años que estuvimos juntos y el respeto que nos tenemos uno al otro"


Daniel se quedó pensativo con aquello que le había dicho Chloe y aunque lo llevó presente todo el tiempo, prefirió no comentarle nada a Dylan porque sabía perfectamente que ella pensaba que él tuvo que ver con eso. Debía admitir que nunca confió al cien por ciento en su amigo y cualquier cosa era posible y la verdad, lo que le había dicho Chloe no estaba muy lejos de ser un hecho real. Dejó de lado todo aquello y decidió retirarse.


La idea de quedarse en el apartamento de Leonard no estaba entre los planes de Chloe esa noche. Antes de ir a prisión, no era una chica que gustaba de salir todos los días y vivir su vida al límite como muchos jóvenes menores de treinta años, pero como le había dicho a Katja aquella tarde, iba a recompensarla por haberle tratado tan mal.


Tilt Bar, Nottingham. Inglaterra.


Había pasado un buen tiempo desde que Chloe había visitado aquel lugar y le alegraba bastante que siguiera en pie aún después de cinco años. Se caracterizaba por ser un bar no muy conocido ya que se encontraba prácticamente oculto, pero asistía una cantidad de personas que era más que suficiente para que se disfrutara del ambiente que allí había; ambiente agradable y un personal bastante amigable; ¿Qué más se podía pedir? Aparte de unas ricas bebidas y comida de primera. No sabía si todo había cambiado, pero en su mente se decía que todo seguía igual ya que al entrar pudo observar rostros conocidos. Por un momento prefirió retirarse y así evitar ser juzgada, pero se dijo así mismo que no era momento de huir, debía enfrentar la realidad, de que todo había pasado y que las cosas iban a cambiar para bien de ella.


Por un instante creyó que todas las miradas se posaban sobre ella, mirándola como si la conocieran de hace mucho o como si sus frías expresiones la juzgaban por lo que ellos creían ella había hecho en el pasado, pero después de caer en la realidad, solo era algo que provenía de su propia cabeza.


Katja iba detrás de ella, no se sentía para nada extrañada ya que en Alemania solía frecuentar ese tipo de lugares con los que en ese entonces eran sus amigos a pesar de todos los años alejada de ese tipo de lugares. Algunas miradas, tanto de hombres como mujeres se posaban en ellas, pero era más que la realidad ya que ambas aparte de tener un rostro hermoso, tenían un cuerpo que podría ser envidiado por cualquier, tomando en cuenta igual la vestimenta que tenían en ese momento.


En Chloe aún quedaba una pizca de conocimiento sobre moda y se las ingenió para que ambas estuvieran adecuadamente vestidas para la ocasión. Chloe vestía una camiseta blanca más una chaqueta de piel color negro, unos pantalones drill color rojo y unos zapatos cerrados de taco del mismo color. Katja por su parte llevaba consigo una blusa bien escotada que dejaba ver sus hombros y sus marcadas clavículas, combinados con unos jeans negros algo gastados y unos zapatos cerrados.


Ambas se sentaron cerca de la barra pidiendo primero algo de comer. Katja prefirió que Chloe eligiera lo que se le antojara y en ese momento se le ocurrió dos hamburguesas con papas y dos jarras de cerveza. Katja la observaba detenidamente. Fueron pocas las veces que pudo mirarla con detenimiento, porque realmente sentía mucha curiosidad sobre ella. Sentía que quería conocerla aún más.


Pensaba en parte que Chloe no era más que una chica de clase alta que tendía a ir a lugares elegantes y caros, aunque debió pensar que estaban en ese tipo de bar porque a lo mejor era la idea que tenía de ella de frecuentar lugares así, pero no pensaba tanto en ello, sino que todavía estaba confusa con todo lo que le había contado y no parecía de la clase de persona que buscaba venganza porque, aunque ella dijera lo contrario, se trataba de eso, venganza.


La música blue en ese momento inundó todo el bar, haciendo que el ambiente fuera realmente exquisito. Un ambiente simplemente relajado donde algunos disfrutaban escuchando cada canción que pasaba; otros conversaban mientras bebían y otros más como Chloe y Katja que terminaban su comida en silencio donde algunas miradas simplemente no podían evitarse.


—¿Qué tal estuvo? —Preguntó la castaña una vez había terminado su hamburguesa, dándole luego un gran sorbo a su jarra de cerveza.


—Estaba delicioso, realmente este ambiente es genial y me la estoy pasando fenomenal. Gracias por traerme —Chloe se limitó a sonreír, sin dejar de mirarla. Luego su mirada se posó en cada una de las personas que estaban allí, incluso en el dueño del bar que parecía no se había percatado de su presencia o a lo mejor no se acordaba de ella y era mejor así. Seguramente la persona que supiera de quien se trataba, solo haría peguntas incomodas que realmente quería evitar. —Estás bien? —Preguntó Katja al ver que estaba sumida en sus pensamientos


—Sí claro, estoy más que bien. Es solo que el estar aquí me trae muchos recuerdos del pasado. Ni siquiera pensé que este lugar seguiría en pie después de cinco años


—Así que conoces este lugar como la palma de tu mano, ¿no? —Preguntó Katja mostrando mucho interés en nuevas anécdotas que pudiera contarle la castaña. Simplemente escucharla hablar era lo que más disfrutaba, menos cuando se enojaba.


—Sí, frecuentaba este lugar bastante y no te equivoques, no es que era una andariega o algo por el estilo, simplemente a veces me daba por salir y pasar unas cuantas horas aquí. Seguro crees que soy de esas típicas "ricachonas" que van a lugares sumamente extravagantes y se gastan el dinero así por así, ¿no? —Aquello hizo que la rubia riera, ya que por su cabeza si pasó ese pensamiento, pero debió pensar que, con la personalidad de la castaña, estaba muy lejos de ser ese tipo de persona. Chloe la observó por unos instantes y pensó que, si tuviera que elegir a una persona para verla sonreír toda la vida, esa sería Katja. En ese momento no pensó en que sentía una especie de atracción por ella, más bien era curiosidad.


Por unos instantes apartó la vista de ella y se posó en un grupo de hombres que estaban frente a la puerta del bar, parecían unos chicos normales disfrutando del ambiente, pero algo no le cuadraba. Era el hecho de que se quedaban mirándola por unos instantes y luego comenzaban a hablar unos con otros como si de un chisme de haber quien se la consigue primero se tratara, pero ella sabía que no se trataba de eso, eso la hizo ponerse algo incomoda. 


Vio como uno de esos hombres tomaba su teléfono y lo ponía en su dirección apuntándole con la cámara, de manera que ella no se diera cuenta, aunque si se dio cuenta lo que parecía le estaba tomando una especie de foto. Apartó el rostro hacia el otro lado para que no pudiera tomar una buena captura y bajó la mirada. Katja se dio cuenta de ello, se volteó y notó una extraña actitud de parte de ellos


—¿Sucede algo? —Le preguntó preocupada a la castaña, quien temía que ellos supieran quien era.


—Creo que esos sujetos de ahí andan queriendo tomarme una foto, creo que saben quién soy. —Katja volvió a mirarlos y estos seguían hablándose unos con otros mientras las observaban ahora a ambas. Aquello le molestó bastante a la rubia que decidió levantarse y acercarse, aunque Chloe notó sus intenciones y le agarró del brazo antes de que pudiera hacer algo


—¿Qué crees que estás haciendo?


—Creo que ellos están violando nuestra privacidad, no pueden simplemente estar tomándote fotos cuando se les de la gana


—No seas tonta, Kitty. A lo mejor saben ya quién soy y estén en modo paparazzi queriendo tomarme unas fotos para esparcirlo por las redes o simplemente idiotas que nos encuentran atractivas y quieren tomarnos una foto de recuerdo.


—No me importa, no pueden hacer eso. —Hizo otro intento de acercarse, pero la mano de Chloe no la dejó


—Ya deja de hacer eso, ¿de acuerdo? No vayas a hacer algo de lo que te puedas arrepentir después —Ambas se miraron y Katja notó que Chloe hablaba muy en serio con respecto a que no quería que se metiera con ellos


—Está bien —Se dijo resignada y volviendo a su asiento


—Olvidemos todo esto y vamos a divertirnos, ¿de acuerdo? —La rubia asintió y ambas pidieron otra jarra de cerveza.


Quantum ExImport


Ya la mayoría de los empleados de aquella empresa se habían retirado. Solo quedaban dos guardias de seguridad, la secretaria que ya estaba por irse y Claire. Claire por su parte estaba terminando de unos últimos trabajos que le quedaban para retirarse a su casa que estaba en el centro de la ciudad. Estaba tan concentrada que al acabar se dispuso a recoger todo para irse, sin darse cuenta que alguien la observaba sigilosamente desde la puerta de su oficina. No se había dado cuenta de que alguien estaba allí parada y la miraba como si de alguna especie de acechador u acosador se tratase.


Una vez recogido todas sus pertenencias, se dispuso a tomar su bolsa y dirigirse hacia la puerta de su oficina con algunos folders de unos trabajos inconclusos los cuales cayeron al suelo una vez levantó la mirada y pudo ver que alguien se encontraba parado mirándola, haciendo que le diera un susto de muerte, lanzando un pequeño grito que seguramente se pudo escuchar en toda la empresa.


Lo único que pudo hacer en esos momentos fue respirar profundamente y de cierta manera, aliviada y poner su mano en su pecho para saber si aún seguía latiendo su corazón o a qué velocidad estaba en esos momentos al enterarse que se trataba de su hermano, Dylan.  


Este solo se limitó a reír a carcajadas, lo que para ella no fue algo gracioso. Sin decir nada se bajó para recoger todo lo que había caído en el suelo, estaba visiblemente molesta. Dylan la observaba mientras no paraba de reír.


—Eres un imbécil, ¿sabías? —Terminando de recoger todo del suelo y poniendo una expresión de enojo, pero esto no lo intimidó para nada y siguió riendo —Ya basta Dylan, pudiste haberme matado de un susto —Dispuesta a salir, pero Dylan se interpuso para que no pudiera irse


—Vamos hermanita, ¿no puedes tolerar una simple bromita? —Esta le dio un pequeño empujón con la mano que tenía libre sin mucha fuerza


—No es broma cuando quieres matar a alguien de un susto —Dijo cerrando los ojos y suspirando profundamente. Dylan dejó de reír y se quedó mirándola detenidamente.


—Bueno, mis disculpas ¿ya te vas?


—¿No es evidente que me voy? —Algo enojada por la pregunta tan obvia


—Oh, ya veo. Y veo que no te alegras de verme...has hecho un trabajo magistral aquí —Dijo mientras caminaba hacia el interior de su oficina observando todo alrededor.


—No te esperaba, ¿qué haces aquí? Llegaste más pronto de lo que creí —Dijo algo desconfiada por su llegada tan repentina


—Digamos que me surgieron asuntos importantes aquí y tuve que regresar cuanto antes. —Siguiendo caminando lentamente por todo el lugar hasta llegar al escritorio de Claire. Esta solo observaba cada paso que daba. Dylan tomó asiento en su sillón y adquirió una posición muy usual en él: Se acomodó lo más que pudo en el asiento, cruzando sus piernas y uno de sus dedos colocados en sus labios mientras lo movía lentamente hacia delante y hacia atrás, sin quitarle la mirada a su hermana. Estaba pensativo


—Dylan...estoy cansada y ya es hora de cerrar, ¿piensas quedarte aquí toda la noche? Además, creo que llegaste hace poco, debes estar cansado, ¿por qué no te vas a casa? Todo está bajo control, terminaré algunas cosas en casa y mañana te voy a enseñar el informe de todo.


El castaño no dijo absolutamente nada, su mirada era de alguien que estaba a punto de soltar una bomba y esto ponía más nerviosa de la cuenta a Claire.


—Claire... ¿hay algo que quieras decirme que no me hayas comentado? —Preguntó después de un rato estando callado. Claire se puso un poco nerviosa y debió imaginarse desde el principio el por qué de la llegada repentina de su hermano. Era más que obvio que alguien le había dicho sobre la llegada de Chloe, aunque le había dicho a su secretaria que no dijera absolutamente nada, tampoco pensó que se iba a enterar tan rápido.


—¿A qué te refieres? —Dijo, sabiendo que estaba jugando con fuego, pero prefirió pensar que se refería a otra cosa. Se acercó al escritorio dejando lo que tenía en mano allí y enfrentando con la mirada a su hermano


—Sabes muy bien a qué me estoy refiriendo y sinceramente que te hagas la idiota ahora no es lo más conveniente —Dijo un poco más amenazante. A Claire solo le quedó tragar en seco


—Sí ya sabes, ¿por qué vienes aquí a preguntarme?


—Porque se supone que eres mi hermana ¿no? Y no entiendo por qué he de enterarme de ciertas cosas por otras personas y no por la persona en la cual supuestamente confío y estás para contarme cualquier novedad que suceda ¿no crees?


Claire no dijo nada, se quedó esperando a que siguiera hablando. Este se levantó del asiento y se acercó a ella, por un momento se asustó, pero al sentir como su hermano la abrazaba le hizo sentirte más bien confundida. No solía ser muy cariñoso con ella.


—Claire, Claire, Claire —Tomando su rostro entre sus grandes y varoniles manos, mirándola fijamente a los ojos. Sintió como esa miraba la penetraba totalmente y la dejaba sumamente indefensa. Su hermano podía ser bastante intimidante. —No quiero que me ocultes cosas, ¿de acuerdo? Quiero que me digas absolutamente todo, ¿comprendes? —Solo le quedó asentir. —Es decir, todo sobre lo que suceda en esta empresa y todo lo referente a nuestra familia, ¿entiendes? —Nuevamente asintió. —Porque si me entero de que me ocultas algo, me voy a decepcionar mucho de ti y realmente no quiero eso porque eres mi hermanita consentida y a la que más aprecio, ¿sí?


Claire no tenía palabra alguna para decir.


—Yo...yo...yo pensaba decírtelo. Es que pensé que debías estar ocupado y no quería hacerte llamadas molestas, además también estaba ocupada y no tenía el tiempo, todo es un ajetreo aquí y tampoco le vi la prisa por hacerlo, ella no se irá a ningún lado —Se defendió como pudo, tratando de compensar su nerviosismo de inicio. Dylan mantuvo su fría y penetrante mirada por unos segundos más, pero después se apaciguó, esbozando una cálida sonrisa a su hermana para luego darle un beso en su mejilla derecha.


—Entiendo perfectamente, pero se trata de Chloe y hay que recibirla como se merece, ¿no crees?


—Sí —Se limitó a decir


—Quiero darle una sorpresa y ya que ustedes dos hablaron mucho, entonces te vas a encargar de todo, ¿no? Ya que ustedes se entienden muy bien —Claire no sabía a qué exactamente se estaba refiriendo Dylan, pero prefirió pensar en algo mucho más simple


—Está bien, mañana me encargaré de todo. Será una gran sorpresa —Tratando de mostrar entusiasmo.


—Yo sé qué harás un buen trabajo y ambos nos encargaremos de que Chloe se sienta nuevamente como en casa y en familia, porque eso somos ¿no? Una gran, feliz y maravillosa familia —Dijo con una sonrisa bastante desdeñosa desde el punto de vista de Claire. —Nos vemos mañana, hermanita.


Inmediatamente se retiró, Claire sintió que pudo respirar de nuevo. En ese momento se preguntó si lo correcto era estar en contra de su hermano y si era así, tenía que tener mucho cuidado porque en ese momento no sabía de lo que era capaz.


Por otro lado, Chloe y Katja seguían disfrutando de la noche en el bar. Chloe ya iba por su tercera jarra. Tomaba con bastante rapidez, sabiendo que había pasado mucho tiempo que no consumía alcohol y el efecto podría ser desastroso para ella que ya se sentía ya mareada. Por otra parte, Katja apenas iba por su segunda ronda; apenas había consumido ya que con la primera había sido más que suficiente, aparte que una de las dos debía estar cuerda por si pasaba algún inconveniente.


Seguía alerta para ver si aquellos sujetos seguían molestando, pero lo dejaron de hacer hace un rato. 


—Deberías dejar de tomar ya, estás mareada.


—Jeje, ando bien no te preocupes —Respondía la castaña dándole otro sorbo a su cerveza, aunque hablaba entendible, se notaba a leguas que ya no estaba en sus cabales y que en cualquier momento podría decir cualquier estupidez producto de la cantidad de alcohol en su sangre. ¿Sabes que es lo gracioso? Esto tiene el mismo color que lo que tomábamos en prisión, solo que esto no sabe a orina y no te deja así toda estúpida —Se reía de sus propios ocurrencias y chistes malos, pero Katja disfrutaba observando esa faceta suya.


¿Chloe borracha? ¿Quién lo diría? Se reía nada más pensarlo. Sabía que en esa situación podría aprovecharse de ella, pero en su mente el hecho de aprovecharse de ella implicaba hacerle preguntas que seguramente no hubiera estado dispuesta a responder sobria, y si lo hubiera hecho, sabía que lo haría siendo lo más reservada posible.


—Oye Chloe, ¿tuviste a alguien especial en tu vida antes de ir a la cárcel? —Chloe dio otro sorbo más a aquel liquido destructor de neuronas y sonrió ante aquella pregunta. Katja ansiaba escuchar su respuesta


—Mmmmm...mmmmm...mmmmm—Las ideas no parecían salir en ese momento —Ah las relaciones son algo complicadas


—¿Por qué lo dices? ¿Tuviste una relación complicada? —Prosiguió Katja con las preguntas


—Los anillos no son tan bonitos cuando no confías en nadie —La rubia no logró entender muy bien lo que quiso decirle, ¿acaso alguien le había dado un anillo? ¿Iba a casarse? ¿Alguien le fue infiel y por eso ya no confiaba en nadie? Tantas preguntas surgieron en ese momento que sentía la necesidad de seguir preguntando, pero en ese instante fueron interrumpidas por el dueño del bar.


—Buenas noches jóvenes, ¿la están pasando bien? —Aquel hombre de unos cuarenta años se veía amigable, con una sonrisa de oreja a oreja al dirigirse a ambas.


—Sí, la estamos pasando muy bien, gracias —Katja le devolvió la sonrisa y aquel señor se quedó observando a Chloe por unos minutos, parecía haberla reconocido, Katja se dio cuenta de aquello. —¿Sucede algo, señor?


—No, lo que pasa es que esta chica se me parece a alguien que frecuentaba este lugar hace un tiempo —Cambiando su expresión a una más seria. Chloe seguía tomando sin pensar en lo que aquel hombre le decía, pero al fijar su vista en él, esta le sonrío y levantó su trago


—¡A tu salud, Jason! —Una vez dicho esto, se tomó de un solo trago lo que quedaba en su jarra. —El hombre se quedó mirándola fijamente


—No has cambiado en nada, Chloe —Katja al ver que la reconoció, no dijo nada, se quedó observando el siguiente paso. —Aquellos hombres de allá también la reconocieron hace un rato —Señalando con la mirada hacia el grupo de hombres que antes las estaban acosando con la mirada y tratando de tomar fotos—Los conozco y trabajan para el periódico local y sinceramente no quisiera que tuvieran que pasar un mal momento por ellos, se ponen pesados cuando quieren sacar alguna noticia al aire y aún no se olvida lo que hiciste hace años a pesar del tiempo. Lo único por la que creo que no se acercan es porque tienen dudas.


Chloe a pesar de su estado al escuchar aquello también fijó su mirada en ellos, que nuevamente volvieron a sentir interés por ella.


—Espero que sea por eso y no porque no quieres que una ladrona ande en tu bar, Jason —Este sonrió


—Sabes que siempre serás bienvenida aquí. No quiero que te metas en problemas acabando de salir


—¿Cómo sabes que acaba de salir? —Preguntó Katja, un tanto curiosa


—Hay cosas que se saben por más escondidas que se estén. Siempre hay personas vigilando, no importa que tanto te escondas, pero es mejor que lo sepan uno o dos a que lo sepan todos ¿no? Esta es una ciudad pequeña, así que todo se sabe y más si se trata de una de las familias más ricas de Nottingham


—¡DE ACUERDO! —Gritó un poco Chloe tratando se levantarse del asiento, Katja trató de ayudarla para que no se fuera a caer


—Pueden salir por la parte de atrás, siempre hay taxis esperando, así no tienen que esperar tanto tiempo esperando, además que es temprano.


—Aparte sabes que no andamos en vehículo —Siguió Katja desconfiada


—Como dije, siempre hay alguien vigilando —Guiñándole un ojo. Esta vez sonrió, pagó y llevó a Chloe en dirección al baño, cuando en realidad iban a irse por la parte trasera para evitar a esos hombres.


Fue exactamente como dijo aquel hombre, estaban varios taxis esperando y le dio la dirección exacta a uno de ellos donde se encontraba los apartamentos. Lo mejor fue que la había pasado bien, aunque apenas eran las nueve de la noche. Pudo ver la personalidad de Chloe estando ebria, aunque no tanto, lo que le hizo pensar que nunca volvería a verla de esa forma, ya que pensaba que aquella mujer no tendía a tomar mucho y si lo hacía, no era para llegar al punto al que había llegado ese día. "Fue divertido haberlo visto así", pensó la rubia.


En el camino a casa todo estaba tranquilo. Chloe había decidido mantener su cabeza recostada del asiento mientras mantenía los ojos cerrados. Katja por su parte mantenía su vista hacia el exterior; Observando las grandes edificaciones que se encontraban en aquella ciudad. De un momento a otro se quedó mirando fijamente a Chloe. Sabía que no estaba durmiendo profundamente, que solo mantenía los ojos cerrados en lo que llegaban a su destino, pero tenía demasiada curiosidad e interés por ella que realmente no le importaba nada en ese instante.


Katja sabía que Chloe no había tomado tanto como para no tener idea de lo que hizo o dijo en toda la noche, sino que estaba mareada y podría decir alguna que otra tontería, igual sabía que la rubia no había tomado mucho porque aparte se lo había dicho desde un principio. Chloe no estaba tan ebria como para no acordarse de cosas que sucedieran esa noche, pero quería arriesgarse. Sentía esa necesidad de arriesgarse solo un poquito, ya luego pensaría en las consecuencias.


Se fue acercando lentamente hacia ella. No le importaba nada, ni siquiera la presencia del taxista que podría en cualquier momento fijar su mirada en ellas y mirar sus acciones como todo entrometido a través del retrovisor, pero no le importaba en lo absoluto, solo le interesaba una cosa y era probar esos labios que la tentaban a sobrepasarse en la confianza.


Desde que la vio por primera vez sintió la necesidad de conocerla más, de sentirla y de tocarla, tal vez no de una manera sexual, pero sí poder entablar y tener una mejor conexión, porque con ella pudo compartir todos esos años en prisión. Con ella sentía que todo era más fácil y quería comprobar si lo que sentía en ese momento era algo más que curiosidad, si era posible que fuera otra cosa más que eso.


Ya estaba a escasos centímetros de conseguir su objetivo, muchos menos centímetros de los que se vieron envueltas ambas esa tarde donde pensó que Chloe iba a hacer lo que nunca se atrevió, pero que ahora era más que obvio lo que iba a pasar, igual era su culpa por haberla incitado de esa manera, de haberla provocado y que su curiosidad creciera cada vez más con las horas.


Katja tomó valor y recortó los escasos centímetros que faltaban y sus labios hicieron contacto con los de Chloe. Eran suaves. No sabía que pasaría después de aquello, pero simplemente quiso que aquel momento no terminara. No sabía qué hacer después, si dejar sus labios quietos ahí un rato más o si empezar a moverlos lentamente, aunque sabía que en cualquier momento podría abrir los ojos, pero no le importó, aunque en el fondo sintiera algo de miedo.


Al final tomó el camino más fácil para ella y fue el de separar sus labios después de varios segundos. Ni siquiera intentó moverlos para sentir un poco más. Se dejó ganar por la "cobardía" y por el hecho de que estaba allí gracias a Chloe y no era justo aprovecharse de ella de esa manera, no después de todo lo que había hecho por ella.


La observó por varios minutos y se dio cuenta que seguía con los ojos cerrados. Suspiró profundamente y se alejó rápidamente para no volver a dejarse llevar por la tentación. Siguió observando hacia afuera, esperando llegar a los apartamentos.


Mientras la rubia se entretenía observando la ciudad, unos ojos grises la observaban en silencio de reojo, sin hacer ningún tipo de ruido o movimiento que la delataran. Solo le quedó sonreír levemente.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).