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¿Los errores de los padres son también los de los hijos? por AOI SALUJA

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Notas del capitulo: Ahorita que estaba escribiendo el nuevo cap, me di cuenta de que me equivoque de archivo :p este es el correcto, es casi lo mismo pero... no? :) bien de ahi me sirve que pongo los agradecimientos que no puse originalmente haha mil gracias a
*mayu-san
*megu-chan
*duraznito-chan
*a ti :)
# Capítulo 25: De una a otra. #


Luego de aquella plática, Adam no pudo quedarse en la cama con los niños y es que pensándolo más a fondo, sentía que si lo hacía era un cínico o un pervertido. Por lo que se bajó de la cama y tomó asiento a un lado, así consideraba que no estaba tan cerca como para acosarlos ni tan lejos por si se les ofrecía algo.
Daniel en un momento de la noche llegó a despertarse y vió como estaba aferrado al cuerpo de su amigo. Primero sintió mucha vergüenza, por lo que se apartó inmediatamente de él y luego muchos nervios y culpa. Estar con los dos le hacía ponerse muy ansioso y feliz, pero pensar en eso era incorrecto en este momento. Los dos chicos no estaban ahí por diversión, Jonathan había perdido a sus padres y Adam se quedó a su lado para cuidar de él. En definitiva, no podía abusar de la situación, así que tomó los cojínes que pudo para hacer una barrera entre su amigo y él, por si el cuerpo lo volvía a traicionar.
Y por su parte, Jonathan tomó todas las cobijas al despertarse y notar que estaba llorando, pero ¿por qué? Se preguntaba. ¿En verdad extrañaba a sus padres? Por supuesto.
¿Tenía miedo de ser una carga para sus tíos? Así es.
¿Sentía culpa de estar cómodo con la compañía de esta familia? Sin duda alguna, pese a todo jamás pudo sentirse así de tranquilo con sus propios padres.
¿Tenía miedo de que esta felicidad se fuera? Claro ¡por supuesto que sí! Ya la vida le había enseñado que las cosas no son para siempre. Pero al voltear su vista hacia Daniel pensó en lo mucho que quería seguir a su lado. Y al voltear hacia Adam pensó en todo lo que le faltaba  aprender de él. Sí, la vida era aterradora, pero también maravillosa. Y por supuesto Jonathan quería vivir todas esas experiencias a lado de esta familia que tanto ama y claro, también con el señor bigotes, José y Alejandra.
-Los amo -dijo en un pequeño susurro al tiempo en que se envolvía con todas las cobijas. El miedo y la angustia que había llegado a tener de inicio se esfumaron con la calma que le daba el saber que no estaba solo. Porque no había nada más aterrador que correr sin dirección, correr sin poder llegar a nadie. Pero con Adam no era así, con él se sentía protegido, era realmente un hermano mayor, al igual que José. Ambos confiables, ambos amables y por supuesto ambos parte de su vida. Son de esas personas que sin importar que, deseas tener siempre a tu lado-. Y así será -sonríe para sí, mientras queda profundamente dormido-.


                                           ☆


Finalmente había amanecido, un hermoso sábado les daba la bienvenida.  Enrique y Samantha, tal como si fuesen a ver a sus hijos por primera vez en el cunero, corrieron a la habitación de Jonathan para darles los buenos días. Y al abrir la puerta se encontraron con una escena de los más adorable para ambos. Adam estaba en el piso sentado a un lado de la cama; Daniel se encontraba desparramado abrazando los cojínes y Jonathan en dirección contraria a su amigo con todas las cobijas a medio arrastrar.
-Veo que Dani no es el único con mal dormir -bromeó su padre-.
-Ay Enrique, debimos haber ido por la cámara -comentó sin apartar la vista de sus hijos-.
-Si lo pensé... y mira lo que traje -sonríe orgulloso-.
-Amor -responde el gesto de modo picaro-, hoy te quiero más que ayer -ambos sueltan un risita y se acercan a tomar fotos. Primero una panorámica y luego individuales.
-Osita, mira. Nuestro campeón esta tirando su babita.
-Ay~ ¡Dios! ¡Que hermoso! -cubrió su boca para no soltar un grito-. ¿Crees que Santiago se moleste si le saco una? Después de todo no es nuestro hijo, además es menor de edad y lo haríamos sin su permiso.
-Tú sacala -respondió después de pensar un poco-, ya se la enseñamos al rato y si no le gusta se la damos para que haga con ella lo que quiera.
-Sí, me parece bien -se acerca cuidadosamente a él y nuevamente se siente nostálgica, como si lo conociera de hace mucho tiempo y más aún como si fuera parte de la familia. Pero eso eran puras tonterías, pensaba. Y una parte de ella se reprochaba por querer ver a su Adam en alguien más.
-Pinche Alejandra -soltó el chico aún dormido, lo que ocasionó que Samantha diera un pequeño brinco para atrás al creerse descubierta. Por fortuna no era el caso y finalmente pudo sacar la foto, bien, las fotos porque a todos les había sacado tres, quizá más, ¿qué importaba? De fin, que quería tomar diferentes ángulos, cada toma era única ¿no?
-¿Quién será Alejandra? -pregunta Enrique.
-Quizá sea la chica de la que hablé la vez pasada. La que estaba abrazando a Santiago.
-¿Será su novia?
-Eso sería bueno, parece una buena chica y ¡otra vez con eso! No puedo evitar sentirme emocionada de saber de él. Soy un caso.
-Yo igual, apesar de la situación... -sonríe melancólico- me sentí feliz de tenerlo a mi lado. Se siente como si fuera de la familia.
-¡¿Tú también?! Dios, no se que nos estará pasando, pero...
-Te gustaría convivir más con él, ¿cierto?
-Si... -sonríe tímidamente- así es.
-Somos tal para cual amor -se acerca a ella y acaricia su hombro mientras observan a sus hijos-.


                                           ☆


Alejandra no había dormido muy bien. Y al despertar fue peor, quisiera o no, debía de admitir que estaba triste. Jamás había pasado una noche sola. Extrañaba a su padre cantando por las mañanas en la regadera; el hablar de Adam todas las noches o los ruiditos raros que hacía  mientras intentaba quitarse las sábanas; y el clásico de el señor bigotes saltando hacia su estómago sacándole todo el aire o lamiéndo su nariz. Si, ama estar con ellos. Y amanecer sola era tan deprimente como para llorar amargamente. Pero sabía que no debía ser egoísta. Su padre estaba trabajando y de paso llevó al felino con un excelente veterinario para ver que era lo que tenía, ya que había estado mal de salud. Y Adam... bueno, él se encontraba con sus padres y sus queridos hermanitos. Solo esperaba que no se sintiera incómodo.
-¡Ay~ ni te atrevas a deprimirte! -frunce el ceño mientras suspira- Johnny está pasándola peor. Yo no conocí a mi mamá, pero... mi papá esta conmigo y me siento muy afortunada de tenerlo -unas lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas- Adam, por favor cuida muy bien de Jonathan. Él debe estarla pasando peor de lo que aparenta.


                                           ☆


Luego de de un rato, Adam se despertó y bajo a la sala para ver si podía ayudar en algo. Pero al llegar, se dio cuenta de que el desayuno ya estaba listo. Al parecer lo habían preparado sus padres.
-Hola Santi, buen día -se acerca Samantha al chico-, ¿dormiste bien?
-¿Eh? -le mira un rato dudoso, no sabia que responder, era tan cariñosa y la verdad no era bueno lidiando con las mujeres, Alejandra era una excepción-. Bien... gracias.
-¡Buen día! -se une Enrique a saludar y  darle un abrazo. Adam se quedó paralizado, sus padres eran realmente amorosos, tanto que por momentos se sentía tentado a decirles "soy su hijo." Pero ahora no era el momento, él no podía hacerle eso a Jonathan. Definitivamente no era el momento para confesarse.
-Tíos, buen día -sonríe Jonathan quien los vio en una hermosa escena familiar-.
-Eres todo un madrugador -sonríe Enrique quien se acerca a cargarlo en un abrazo. Y Jonathan no paraba de reír-. Así mejor, dejaremos atrás a todos con el desayuno.
-La verdad... yo no... -él en realidad no tenía ganas de nada, nisiquiera tenía hambre. Pero no podía ser grosero. Ellos a pesar de no saber cocinar se estaban esforzando por hacer el desayuno. Y entendía que no se podía dejar caer por la depresión. Menos cuando todos lo cuidan con tanto cariño-.
-Buen... día -finalmente saluda Daniel quien bajo al darse cuenta que estaba solo en la habitación. Ya que en realidad no era del tipo madrugador-.
-Vaya, parece que todos se levantaron temprano -menciona sonriente Samantha-, ¿gustan desayunar?
-¡Si, si!- se emociona Daniel quien es todo un pozo sin fondo y más si se trataba del desayuno, ya que se tomaba muy en serio eso de "desayuna como rey."
-¡Esa es la actitud campeón! Vengan todos o los dejaré atrás -bromea Enrique mientras les hace cosquillas a los niños-.

                                           ☆


El señor Julian había estado delicado de salud desde hace años, pero a últimas fechas había empeorado. Y lo que más le aterraba era el asunto de la taquería. Estaba seguro de que sus familiares harían hasta lo ilegal por quedarsela aún con el hecho de que ellos desconocían todo lo relacionado a esta, y nisiquiera les interesaba hacerlo bien. De fin, ellos siempre dicen que llevar un negocio es  pan comido. Y eso solo lo hacía pensar y lamentar que todos sus empleados sufrirían al estar al mando de alguien déspota e ignorante, todos unos cuervos. Porque eran horribles personas, egoístas e ignorantes que no valoran y humillan a cuanto se les cruce en el camino. Y ya con todo ello, para él sólo había una solución.


                                           ☆


-¿Aquí van los cubiertos? -le pregunta Adam a Jonathan-.
-Si, en el cajón de arriba. Gracias.
Luego del desayuno, todos ayudaron a limpiar. Jonathan se divirtió mucho haciendo las labores del hogar junto a la familia. Y aunque había dicho infinidad de veces que podía hacerlo sólo, todos insistieron en ayudar. Unos por aquí, otros por allá y finalmente terminaron de limpiar todo.
-Gracias por ayudarme.
-Nada de eso -se acerca Enrique a abrazarlo-. Gracias a ti por dejarnos estar aquí Jonathan -sonríe paternal-. Y ya que terminamos con las labores, ¿hay algo que te gustaría hacer?
-¿Yo...? -pregunta asombrado- no... no sé. ¿Qué les gustaría a ustedes?
-Estar contigo -responden Samantha con genuino interés. Jamás habían tenido un día así. Incluso aprovechando que ninguno de los dos tenía casos abiertos aprovecharon el momento para tomarse unas cortas vacaciones, al menos hasta que los necesiten de urgencia. Ya que estaban preocupados por Jonathan después de todo era como su tercer hijo, bueno en realidad técnicamente sería el segundo ya que Jonathan es mayor que Daniel. Bueno, el punto es que si alguno de sus hijos los necesitaban allí estarían. Ya no deseaban ser los padres de antes, aquellos rígidos y poco cariñosos que creyeron estar en lo correcto. La vida les había dado una segunda oportunidad y no pensaba desaprovecharla.
-¿ía... tía? -llamaba Jonathan a Samantha quien se había perdido en sus pensamientos-.
-¡Perdón amor! ¿Qué decías? -responde colorada hasta los oídos y más por las sonoras carcajadas de Enrique quien se convencía cada vez más de que su falta de atención era contagiosa, tanta como para pegarsela a su esposa.
-Que... me gustaría jugar turista -pide tímidamente-.
-Entonces vamos.


                                           ☆


La jornada laboral de Alejandra ya había terminado por lo cual decidió ir a casa para preparar la comida. Todo estaba listo, o eso creyó. Faltaba la leche, ya no quedaba más que para tres tragos.
-Vaya, que cliché -suelta a reír-. Mejor voy de una vez -toma las llaves y sale a la calle. Buscando leche por aquí, leche por allá y... ¡nadie tenía! Segundo cliché. No podía entender como es que le pasaba tan seguido eso. Así que tuvo que ir otra vez a la que esta cerca de donde vive Vicente-.
-¿Ale?
-¡Leo! ¿Qué haces por aquí?
-Es que tenía antojos de patitas y  esquites. Así que vine porque los de aquí, son muy ricos. Ademas ya que mi hermana no va a estar en casa no le vi caso  cocinar. Se va a quedar con su amiga para hacer un trabajo y va a regresar hasta mañana en la tarde. ¿Y tú?
-Voy a comprar leche, no había en ninguna parte. Así que llegué aquí. Y ya que me hablaste de lo que vas a cenar creo que también voy a comprar ahí.
Ambos ríen al notar lo rápido que hablaron al dar su explicación.
-Te acompaño.
-¿Seguro?
-Si, nadie me espera. Además ya es tarde.
-Vaya, muchas gracias.
Leonardo y Alejandra caminaban tranquilamente mientras hablaban de un programa de radio, hasta que escucharon unos gritos. Y como para el chico una de esas voces le era familiar y para Alejandra dos de ellas, decidieron acercase al lugar.
-¡¿Qué demonios hacen?! -aquel chico de cabello castaño oscuro y ojos marrón era Gustavo. Quien les reclamaba a un grupo de delincuentes por golpear a un anciano. Y ese era Vicente, quien se encontraba gravemente herido en el piso y su casa destruida por las llamas que aunque débiles, seguían prendidas.
-¡Señor Vicente! -se acerca corriendo Alejandra.
-¿Eres tú niña? -comienza a buscar con las manos -. No te veo muy bien. ¿Estas ahí?
-Si, aquí estoy -le toma de la mano-. 
Mientras tanto, Leonardo aprovechó para llamar a una patrulla que estaba de ronda. Y Gustavo aún sabiendo que no había nada que salvar apagó las últimas llamas. Después de todo era el hogar de alguien.
-¿Será buena idea avisarle a Adam? -se preguntaba Alejandra pues no quería asustarlo, después de todo estaba con Jonathan y la situación aún era delicada. Pero si no le decía y se complicaba...- ¡No se que hacer!
-¿Qué sucede Ale? -pregunta Leonardo al verla angustiada.
-¡Tengo que decirle!
-Una señora que estaba por aquí me dijo que ya pidió una ambulancia. No te preocupes, seguro llega en poco.
-Bien, entonces mejor le llamo desde el hospital.


                                           ☆


En casa de Jonathan seguían con los juegos de mesa. Todo eran risas, incluso la incomodidad que sintió Adam en un principio bajó un poco conforme transcurría el día. Aunque claro, no era magia y pese a que si había disminuido, seguía incómodo.
-¿Suena el teléfono? -pregunta Daniel quien alcanzó a escuchar algo fuera de ese escándalo que tenían.
-¡Es verdad! Yo voy -Enrique se levanta rápidamente de su asiento y corre a contestar-. ¿Bueno?
-Buenas noches, emnh... -Alejandra respiro hondo para tranquilizarse y seguir hablando-, disculpe ¿puedo hablar con...? -y en el peor momento olvidó el nombre que utilizan para referirse a Adam frente a sus padres-.
-¿Con quién? -pregunta amablemente el señor.
-Ah...
-¿Quién es tío?
Enrique hace un movimiento con los hombros y luego cubre la bocina del teléfono para responder -: Es una chica, pero no entiendo con quiere hablar.
-¡Creo que ya se quién es! ¿Puedo?
-Claro -le entrega el teléfono.
-¿Bueno?
-¡Ah, Johnny! Que gusto -suspira aliviada- disculpa las molestias, ¿crees que pueda hablar con Adam?
-Si, ya voy -y como si adivinara la mente, le dio a Alejandra lo que necesitaba-, Ahorita te paso a Santiago.
-¡Mil gracias! Me haz salvado.
Jonathan le sonríe al señor y le dice que es una amiga para después echarse a correr hacia el chico.
-Te habla Ale -le susurra al oído-.
-Gracias.
Adam va rápidamente al teléfono pues sabía que ella lo le hablaría no más porque sí.
-¿Alejandra?
-¡Adam! Ah... estoy con Leo y Tavo. Así que tómalo con la mayor calma que puedas. Eh... El señor Vicente se enfermó y ahorita esta en el hospital. Solo te digo por si quieres venir, pero si no, yo puedo...
-¡Yo voy! Dime la dirección por favor.
-Si.
Él no tenía ganas de verlo, pero tampoco iba a dejar a Alejandra con un problema que ni era suyo.
-De acuerdo, gracias. Ya los alcanzo.
Cuelga el teléfono y entendiendo un poco la situación Enrique se ofrece a acompañarlo.
-Estoy bien así. Muchas gracias.
-Deja que te acompañe el tío.
-¿Jonathan? No, estoy bien.
-No soy bueno enojandome, pero si no dejas que te acompañe el tío lo voy a hacer- finge hacer cara de gruñón.
-Esta bien -sonríe-, así pus sí. Muchas gracias -se inclina para abrazar al niño- en cuanto termine con esto regreso.
-No hay prisa, además yo tengo a la tía y a Dani. Ale es una  niña, no la dejes sola, ¿sí?
-Vaya, eres un buen chico -acaricia su cabeza y tanto padre como hijo se despiden de Jonathan.
Notas finales: y sigo llorando por HAWAII 5-0 pero no sé, igual y si... ESPERO QUE SI!!! saquen un spinoff no quiero acción, bueno no esa clase de acción haha quiero más de mcdanno!!! amo la parejita de Alex O'Loughlin y Scott Caan!!! si luego deberia escribir un fic de ellos ya que se acerca el cumpleaños de ambos :) hasta eso es romántico!!! haha
gracias por leer por cierto no creo actualizar en lo que queda del mes T.T

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