Kyuri abrió sus ojos lentamente viendo todo borroso al principio, así que parpadeó un par de veces para poder aclarar su visión. Cuando sus oscuras orbes lograron enfocarse y ver con mayor claridad, pudo ver por la ventanilla de la máquina del tiempo que ya era de mañana, algunas nubes cubrían el cielo pero no daban indicios de que fuera a llover, un pequeño grupo de aves pasó volando cerca de la máquina del tiempo reflejando su sombra sobre la pequeña saiyajin. Se incorporó en su asiento con algo de dificultad, pues parte del techo de la máquina estaba abollado y había unas cuantas grietas aquí y allá en la ventanilla, aferró su brazos en los apoyabrazos de su asiento y haciendo uso de su fuerza sobrenatural se arrastró, literalmente, para atrás hasta que su espalda quedó apoyada en el respaldo, sintió una punzada invadir su cabeza y rápidamente se llevó una mano allí queriendo disipar el dolor.
Como pudo se levantó de su asiento y aferrándose a las paredes de la máquina del tiempo comenzó a caminar lentamente hacia la parte trasera llegando hasta la puerta, el panel de control estaba dañado así que no tenía otra opción más que abrir la puerta de forma manual para poder salir. Palpó las paredes de la máquina del tiempo encontrándose con el interruptor para abrir la puerta de forma manual, el cual tenía forma de un engrane, puso su mano sobre el interruptor y lo giró logrando abrir la puerta de la máquina. Ya abierta, bajó de un salto de la máquina del tiempo y caminó solo unos pasos para observar el ambiente a su alrededor, no había una ciudad en kilómetros, todo estaba cubierto de árboles, plantas y riscos.
-¿Qué estoy haciendo aquí? ¿qué es este lugar?-pensó Kyuri mientras observaba el área-me duele mucho la cabeza y tengo hambre, necesito buscar ayuda-desvió la mirada hacia la máquina del tiempo-la máquina está dañada y no sé como repararla, quizás mi abuela Bulma pueda ayudarme, tengo que encontrarla-
Kyuri entró otra vez a la máquina del tiempo y comenzó a revisar todo lo que había allí buscando algo que pudiera ayudarla a llegar a la Corporación Capsula pero no encontró nada, caminó hacia la nevera, la abrió y sacó un paquete de papas fritas con sabor a langosta roja. Salió otra vez de la nave espacial y comenzó a caminar mientras engullía el paquete de papas fritas, algo muy usual en los saiyajin era el hecho de verlos comer enormes cantidades de comida de forma salvaje y apresurada, Kyuri y su abuelo Gokū eran la excepción a esta costumbre.
Mientras tanto, en la casa de la familia Son localizada en la montaña Paoz, dos semi-saiyajin se encontraban entrenando afuera en el jardín, mejor dicho, uno de ellos entrenaba, el segundo no ponía nada de interés en la batalla. Luego de unos minutos peleando, el semi-saiyajin de cabellos lilas se detuvo un poco molesto de que su amigo no se estuviera esforzando en luchar contra él como cuando eran niños.
-Oh ¡por favor, Goten! ¿qué rayos sucede contigo?-preguntó Trunks molesto mirando a su amigo de la infancia conversando por teléfono, probablemente era una chica con la que iba a tener una cita ese día- Goten ¿Goten? ¡Goten!-
-Uh ¿qué? espérame un segundo-respondió Goten, escuchó una voz femenina gritarle del otro lado del teléfono-no, no te estaba hablando a ti, le hablaba a mi mejor amigo-
Ninguno de los dos semi-saiyajin se dio cuenta de que Kyuri estaba escondida entre unos arbustos escuchando la conversación de Goten por teléfono con aquella voz que no le resultaba conocida.
-¿Me… mejor amigo?-murmuró Kyuri en voz baja al escuchar lo que dijo su tío-pero… yo creí que mi mamá y mi papá eran mejores amigos ¿o acaso estuve equivocada todo este tiempo?-
-¿Hola? ¿sigues ahí? ¡hola!-dijo Goten sin obtener respuesta del otro lado de la línea, miró el teléfono con frustración y lo arrojó al suelo-¡maldición! me colgó la llamada, muchas gracias, Trunks-
-¿Y ahora qué hice?-preguntó Trunks molesto-¿acaso estás enfadado porque interrumpí tu conversación con tu novia?-
-Para que sepas, ella no era mi novia, era una chica con la que iba a tener una cita este fin de semana pero todo se arruinó gracias a ti y a tus tontos deseos de entrenar-respondió Goten enfadado.
-Vine a entrenar contigo porque eres la única persona que conozco que aceptaría entrenar además de mi padre-respondió Trunks-pero ahora veo que no has mostrado nada de interés desde que comenzamos el entrenamiento-
-¡Porque yo ya no quiero seguir entrenando!-exclamó Goten cruzando los brazos y girando la cabeza hacia otro lado. Trunks retrocedió con temor y un poco de tristeza, Goten se dio cuenta de que había herido a su mejor amigo, desvió la mirada hacia él y avanzó lentamente dejando solo unos metros de distancia separándolos-lo siento, Trunks. Sé que le prometí a mi papá que entrenaría contigo para ser más fuertes y derrotar a un futuro enemigo pero… ya no le veo lo divertido, quiero decir, han pasado diez años desde que nuestros padres fueron al torneo del poder y ganamos ¿no crees que sería mejor descansar un poco?-
-¿Torneo del poder? nunca antes había escuchado a mis padres hablar de algo así ¡espera un momento! ¿diez años atrás? ¿eso quiere decir que viaje al pasado?-dijo Kyuri sin poder creer lo que estaba escuchando, una de las ramas del arbusto se movió e hizo que la pequeña saiyajin cayera estrepitosamente al suelo llamando la atención de su tío y de su "madre" de aquella línea de tiempo.
-¿Uh? ¿qué fue eso?-dijo Trunks desviando la mirada hacia los arbustos y luego miró a su amigo-¿escuchaste eso, Goten?-
-Sí, yo también lo escuche-respondió Goten-vino de aquellos arbustos… vamos a ver que hay ahí, Trunks. quizás sea algún animal salvaje-
-¡Oh, dioses! me descubrieron, tengo que irme de aquí-pensó Kyuri, salió del arbusto con algo de torpeza, giró a la derecha y comenzó a correr alejándose de la casa de sus abuelos paternos y su tío, no se dio cuenta de que había dejado la bolsa de papas fritas con sabor a camarón dentro del arbusto. Para su mala suerte, su tío Goten y su "madre" la habían visto.
-¡Ahí está! vamos a atraparlo-exclamó Goten, quien se acercó corriendo junto a Trunks.
La pequeña saiyajin siguió corriendo lo más rápido que podía sin mirar atrás, intentó tomar impulso para irse volando pero no podía hacerlo, estaba débil por el choque de la máquina del tiempo y además no había comido nada más que las papas fritas que sacó del mini refrigerador que tenía en la máquina, así que siguió corriendo esquivando las ramas y raíces de los árboles pero sin darse cuenta tropezó con una piedra y se cayó por una pequeña rampa raspándose la rodilla izquierda, intentó incorporarse pero vio que la falda de su vestido violeta se había enganchado en una rama con espinas, desesperada, llevó ambas manos hacia la falda de su vestido y comenzó a jalar de ella en un intento por desenganchar la tela de allí, más al hacerlo solo logró rasgar la tela de su vestido. Se levantó, saltó el pequeño hoyo en el que se había caído el cual, por suerte, no era muy profundo y siguió corriendo tratando de perder de vista a su tío y a su "madre" pero no se dio cuenta de que por ir concentrada en el camino se chocó con un tronco que había allí, haciendo que cayera al suelo y quedara inconsciente, lo único que pudo ver antes de cerrar los ojos fue una sombra que caminaba hacía ella y la observaba con la cabeza ligeramente inclinada.
Kyuri abrió lentamente los ojos viendo que un techo de madera estaba encima de ella, podía escuchar una bandada de aves pasar volando cerca de ella, cerró los ojos y llevó sus manos hacia ellos refregándolos con pereza. Se incorporó con dificultad de la manta en la que estaba acostada y vio que se encontraba en una casa del árbol bien construida con unos árboles de nogal, en su interior contaba con diversos accesorios que eran útiles para un apartamento lujoso.
-Uhh ¿q-qué? ¿qué me pasó?-preguntó Kyuri-y ¿cuánto tiempo estuve inconsciente?-
-Has estado inconsciente por un largo tiempo, me preocupaba que no despertaras.
-¿Quién está ahí?-Kyuri rápidamente se puso en posición de ataque-sal ya de tu escondite a menos que quieras pelear conmigo-
-Oye, primero que nada, cálmate, no quiero pelear contigo ¿así es como me agradeces por haberte salvado la vida en primer lugar?
Una niña de cabellos negros con un corte apenas rozándole los hombros salió de la habitación, usaba una blusa roja con bordes amarillos y bermudas de jeans grises con una cadena en el lado derecho de su cintura, además utiliza botas y guantes de color lila, su cabello es largo creciéndole hasta el cuello y tiene una pañoleta naranja atada en su cabeza.
-¿Quién eres tú?-preguntó Kyuri confundida viendo la vestimenta que usaba aquella niña-te pareces mucho a esas chicas que recorren las calles en motocicleta ¿acaso eres una de ellas?-
-¿Qué? ¡no! por supuesto que no, creo que me confundes por alguien más. Oh, lamento si no me presente antes, me llamo Pan-respondió la niña de cabellos oscuros-¿y tú cómo te llamas?-
-Um… yo… yo soy…-dijo Kyuri vacilando un poco, no sabía si debía decirle a Pan quien era y de dónde venía, pensó que lo mejor que podía hacer era mentirle a la niña hasta que llegara el momento adecuado para decirle toda la verdad-me llamo… So... Soichi Kyuri ¡Sí! pero puedes decirme Kyuri-
-Está bien, un gusto conocerte, Kyuri-dijo Pan estrechando la mano de quien sería su nueva amiga a partir de ahora-¿qué hacías sola e inconsciente en el bosque?-
-Bueno, yo… es que me perdí en el bosque y... y comencé a sentir que alguien me observaba y me seguía, así que comencé a correr, me caí, mi vestido se enganchó en una rama espinosa y al sacarlo me rasgue el vestido, mira-le explicó Kyuri, sin perder tiempo, llevó sus manos a la falda de su vestido y le mostró la parte rasgada-seguí corriendo hasta que me choque con un tronco de un árbol y después no recuerdo nada más, solo que desperté aquí. A propósito ¿cómo llegue hasta aquí?-
-Yo te traje hasta aquí, me tomó trabajo cargarte, eres muy pesada-dijo Pan comenzando a revisar los muebles de aquella casa del árbol, buscando su clásica mochila azul.
-Oye, Pan. Y ¿tu vives aquí sola?-preguntó Kyuri con curiosidad.
-No, esta es mi casa del árbol secreta, bueno, no tan secreta, mi mejor amiga viene a jugar aquí conmigo de vez en cuando. Mi papá no sabe sobre esta casa del árbol, él cree que aún sigo en la escuela-de pronto su reloj de pulsera comenzó a sonar, observó la hora y vio que ya era la hora de salir de clases-¡dioses!-tomó su mochila azul, la cual se encontraba al costado de una silla junto a la ventana, la colocó en su espalda y caminó hacia la puerta de la casa del árbol-lo siento, pero ya tengo que irme, debo volver a casa pronto o mi papá me matará-
-¡Espera! ¿y yo qué hago? ¡no me dejes sola! no tengo donde quedarme-dijo Kyuri temiendo que su nueva amiga la dejara sola en aquella casa del árbol.
-Hmm… suponiendo que no tienes otro sitio a donde ir entonces ¿quieres quedarte en mi casa?-le preguntó la niña de cabellos oscuros.
-¡¿En serio?! pero… ¿qué dirán tus padres?
-No te preocupes por eso, estoy segura de que ellos estarán de acuerdo en que te quedes. Ahora vámonos antes de que oscurezca.
Ambas niñas saiyajin volvieron caminando a Satan City, cuando llegaron ya casi era de noche, Kyuri observaba con asombro las resplandecientes luces de la ciudad, los autos pasar por las calles y las personas caminando despreocupadamente mientras hablaban de cosas triviales. A lo lejos pudo ver un enorme edificio de color blanco con el logo de la Corporación Capsula pintado de color azul ¿acaso esa era la casa de su abuela Bulma? no lucía exactamente como la recordaba, quizás era alguna de las cedes que la empresa tenía distribuidas en diversas ciudades, incluyendo Satan City. Sintió una mano tomando su muñeca y vio como Pan la tomaba del brazo y la llevaba, literalmente, arrastrando detrás de ella hacia una calle poco transitada.
-¡Oye! ¿por qué hiciste eso?-preguntó Kyuri deshaciendo el agarre que la niña de cabellos oscuros había aplicado en su muñeca con brusquedad.
-¡Vámonos ya! tenemos que ir a mi casa antes de que mi papá se entere que me escape de la escuela-le dijo Pan un poco molesta-podrás apreciar el paisaje nocturno en otra ocasión-
-Está bien.
Pan y Kyuri comenzaron a correr, apoyándose levemente contra los autos hasta que llegaron al final de la calle, doblaron una esquina y ambas vieron una enorme y lujosa casa con muchas ventanas, paredes de color rosa y techo de tejas color rojo vino. Atrás tenía un enorme jardín con diversas plantas, arbustos y árboles frutales.
-Bueno, aquí estamos. Esta es mi casa-dijo Pan-no es la gran cosa, será mejor que entremos pronto, probablemente mi papá aún no está en casa-
Al entrar, Pan se quitó la mochila y la arrojó en el suelo, deslizándose por la madera recién lustrada hasta chocar contra una maceta que había allí, Kyuri se molestó un poco por la descuidada actitud de la niña. Sin perder más tiempo, ambas niñas caminaron hacia la cocina donde encontraron a una mujer con su largo cabello negro recogido en una trenza, una chaqueta azul a botones y mangas largas; por debajo usa una camiseta rosa, unos pantalones de jean largos azules, y por encima una falda larga del mismo color que la chaqueta junto con unas botas de un color marrón oscuro. Aquella mujer estaba ocupada cocinando pero dejó sus tareas de lado cuando notó la presencia de su hija en la casa.
-Pan, no te oí entrar ¿cómo te fue en la escuela?-preguntó la mujer nada más ver a su hija.
-Me fue bien, mamá. Lamento haber llegado tarde ¿papá aún no está en casa?-respondió Pan rogando que su padre no notara que llegó unos minutos tarde a casa. La mujer desvió la mirada hacia Kyuri quien la observaba con una ligera expresión de shock en el rostro, por otro lado, Kyuri observó detenidamente cada detalle del rostro de aquella mujer: varios mechones de cabello negro sobresalían de su cabeza cubriendo parte de su rostro, sus ojos eran de color celeste y a pesar de su aspecto maduro, en sus ojos se reflejaba un pequeño destello de juventud.
-¿T-Tía Videl?-pensó Kyuri sin poder creer que aquella mujer a quien consideraba su tía, era en realidad la madre de Pan.
-¿Puedes decirme cuál es tu nombre?-preguntó Videl haciendo reaccionar a la pequeña saiyajin.
-Um… yo… yo…me llamo Soichi Kyuri-respondió Kyuri, no podía decirle a su tía su verdadero apellido o habría serías consecuencias en la línea temporal en la que se encontraba, de todas formas, se había prometido decir la verdad cuando el momento apropiado llegara-acabo de mudarme a Satan City, conocí a Pan cuando ella salía de la escuela, me disculpo si hice que Pan llegara un poco tarde a casa pero quería hablar con ella para conocernos mejor y poder llegar a ser buenas amigas-
-Mamá ¿puede Kyuri quedarse a cenar y a dormir? por favor-preguntó Pan viendo a su madre con ojos de cachorrito triste.
-No lo sé, Pan ¿qué dirán sus padres? no creo que ellos quieran que se quede en nuestra casa-respondió Videl preocupada.
-No se preocupe, tía Vi… quiero decir, señora, a mis padres no les molestará que me quede a cenar con ustedes-dijo Kyuri, de pronto, las tres desviaron la mirada al escuchar algo hervir a borbotones en la hornalla de la cocina.
-¡Oh, dioses! se está quemando el curry-exclamó Videl, se levantó del suelo y fue corriendo a la cocina a resolver el problema que estaba teniendo con el curry. Justo cuando la mujer de largos cabellos oscuros fue a apagar la hornalla para que no se quemara el curry que tenía planeado servir en la cena de esa noche, Pan y Kyuri escucharon una llave siendo introducida en la cerradura de la puerta principal, sintieron un ki familiar apoyando su mano sobre el pomo de la puerta y presionó lentamente haciendo un pequeño "click", ambas niñas se miraron entre ellas con temor y preocupación, eso solo podía significar una cosa: el padre de Pan ya había vuelto del trabajo y estaba a punto de entrar a la casa.