POV Taehyung.
Había corrido lo suficiente para no tener que volver a ver a esas dos personas.
Sin darme cuenta, entre al área de los Canes. Cerré mis ojos, escogiendo andar a ciegas en el lugar. Si tenía de todas formas que morir, no quería saber cómo sería.
Mi cuerpo choco con algo que me prohibió caer. - ¿Qué hace un felino aquí? –Abrí mis ojos, encontrando aquel can pelirrojo de grandes ojos.
Taehyung: A-ayúdame, te lo suplico.- Mis ojos picaban, mis manos temblaban. No. Todo mi cuerpo temblaba.- A-ayúdame.
Jungkook: Lo siento, pero este lugar no te puede ayudar. Debes ir al área de los felinos a pedir ayuda. Son las reglas.
-Aprieto su ropa entre mis puños, obligándome a pegarme más a él. Al olerlo, puedo percibir que es un alfa. Su aroma pudo reconfortarme un poco, calmándome.- Namjoon me envió aquí. Por favor, ayúdame.
Escucho a alguien acercarse. Por instinto lo abrazo, pidiéndole a su cuerpo un poco de protección.
-Al cerrar nuevamente mis ojos puedo escuchar su corazón, latiendo desenfrenadamente.- Esta bien. Ven conmigo. –Cuando pasó su brazo sobre mis hombros; cuando mis ojos viajaron a su figura... mi mente vago.- Te llevare a mi casa y mañana hablaremos con el líder Namjoon.- Asiento mientras lo seguía observando.
Llegamos a su casa. Era una cabaña con un jardín enorme; era un lugar acogedor, incluso por dentro.
Jungkook: ¿Tienes hambre? –Negué. Él camino hacia mí. Lo vi pasar su mano por su cuello, soltando un suspiro.- ¿Quieres tomar un baño, o descansar?
Taehyung: D-descansar.- Evadía mirarme. Lo hizo desde que entramos aquí, hasta cuando me dejo en su habitación, dejándome usar la cama y un cambio de ropa.
Jungkook: Estaré abajo. Descansa.- Cerró la puerta, dejándome solo... de nuevo... solo.-
Me acosté con la intención de dormir, pero solo apreté las almohadas. En esa habitación me sentía calmado. No había rastros del aroma de Yoongi, ¿Cómo algo tan simple me podría resultar tan reconfortante?
A pesar de estar más tranquilo no pude dormir.
A altas horas de la noche, baje de la habitación, yendo por algo de beber. No pude terminar mi recorrido al encontrarme al Can pelirrojo durmiendo en el sillón. Se ve joven, fuerte y... apuesto. Golpeo mis mejillas ante el rubor que emprendía en ellas.
Taehyung: Debes estar loco, Tae. Sé que acabas de salir de tu celo... y él es un Can.- Me dirijo a la cocina, tomando un vaso de agua. Cuando estoy a punto de subir las escaleras, veo al can moverse. Me acerco a él para cubrirlo con la sabana que había caído. A pesar de haberse tapado lo veo temblar.
Taehyung: Oye, ¿estás bien? –No recibí respuesta.
Sabía que estaba mal lo que iba hacer, pero por alguna extraña razón lo necesitaba. Me metí entre sus sabanas, ¿Por qué temblaba si su cuerpo era cálido? Mis instintos me llevaron a acercarme más a él. Lo abrace. Cuando estaba en sus brazos algo dentro de mí quería permanecer así para siempre. Sin darme cuenta, me dormí. Por primeras vez en tanto tiempo dormí protegido.
A la mañana siguiente, cuando abrí mis ojos, el me observaba. Lo tenía tan cerca que pude ver su sonrojo y nervios. También era la primera vez que alguien reaccionaba así a mí omega. Me emocionó.
Taehyung: Buenos días.- Le dije, sorprendiéndolo posiblemente con mi coqueteo. No podía creer que yo también podía coquetear con alguien.
-Se levantó de golpe, alejándose de mí que no podía dejar de observarlo, poniéndolo más nervioso.- Llamare a Namjoon.
Y con la visita de Namjoon supe que podía quedarme aquí con él, a pesar que de Jungkook, así lo llamo el líder Can, se negó rotundamente a protegerme. Me dolió el pecho cuando lo hizo, ¿Por qué dolía?
Taehyung: Jungkook... ¿Tú me odias? –El negó sin siquiera voltear a verme.- ¿Acaso odias el hecho de proteger a un felino?- Sus ojos me miraron vagamente.
Jungkook: M-me pone nervioso la forma en que me miras y me persigues.
-Me acerque a él, haciéndolo retroceder.- ¿cómo te miro, Jungkook? – Seguí caminando hacia él.- ¿Cómo actuó cuando estoy contigo, Jungkook? –Mi voz había salido melosa por instinto, y con ello, podía hacer tensar el cuerpo de Jungkook.
Jungkook: C-cómo si quisieras que fuera...- Sus palabras quedaron atoradas en sus adentros.- Estaré afuera. No salgas de aquí. –Asentí dejándolo ir.
El tiempo pasaba rápido cuando estaba con Jungkook, y a pesar de todo el tiempo que estuve con él, nuestra relación seguía siendo igual de distante. Además de que empeoraba cuando llegaba mi celo.
Hasta que un día, Jungkook dejo de prestarme atención. Volví hacer un adorno de casa, vacío y frío. Ya no encontraba diferencia a como me trataba Yoongi... ¿Debería volver con él? Tal vez debería hacerlo aunque no quiera.
Esa noche baje a la sala, encontrando a Jungkook dormido. Mis manos temblaron cuando abrí la puerta. Quería tanto que me detuviera. Salí de ahí cuando reaccione y empecé a correr.
-Mis lágrimas no paraban de brotar y mi cuerpo de temblar.- Tan vacío... otra vez.- Alguien jalo mi brazo. Era Jungkook. Su respiración se encontraba alterada. Volví a tener su atención. Mordí mi labio inferior que había empezado a temblar.- Jungkook...
Jungkook: No puedes irte de aquí hasta que el líder Namjoon lo permita. -¿El líder Namjoon? ¿Es por eso que corrió a mí, por una orden? ¿Por qué esperaba otra cosa? Mi pecho dolía. No, era mi corazón.-
Taehyung: ¡Quiero irme!
Jungkook: No puedo permitirlo. Tengo la orden...
Taehyung: ¿Qué hay que ti? ¿Qué es lo que quieres tú, Jungkook? ¿Quieres que me quedo, o quieres que me vaya? – Empecé a llorar cuando soltó mi mano y agacho la cabeza.
Me empecé alejar. No quería estar ahí... Pero él nuevamente tomo mi mano y me acerco a él, besándome.
Era un beso necesitado, dulce y amargo; frío y cálido. Me gustaba tanto ser besado y tocado por Jungkook.
Volvimos a la cabaña subiendo a su habitación. Sus manos eran frías y delicadas cuando rosaba mi cuerpo. Mi respiración se volvió exigente. Cuando me quito la ropa y sus ojos observaron mi cuerpo se sintió bien. Había tanto deseo en ello.
Él se quitó la ropa dejándome ver su fornido cuerpo. Me sentí tan excitado al saber que sería mío, solo mío.
Sus labios atraparon los míos nuevamente. Nos recostamos en la cama, aferrándonos al cuerpo del otro.
Jungkook: T-Taehyung.- Lo mire cuando me nombro.- No quiero que te vayas.- Besó mi frente dulcemente.- Quédate conmigo.- Asentí sin saber que estaba sonriendo.
Abrió mis piernas adentrándose en mí... Se sintió tan bien. Pero no era por placer, sino porque esta vez la entrega fue mutua.
Taehyung: Te quiero, Jungkook.- Él estaba jadeando, moviéndose dentro de mí, besando con parsimonia mi cuerpo. Lo abrace dejando que llenara sus deseos más profundos.- Te quiero tanto.- Fue entonces que pude sentir su nudo dentro de mí. Esa sensación horriblemente dolorosa y placentera. Esta vez era un omega por completo.-
Jungkook: Me gustas tanto... Taehyung.- Sus palabras, quería guardarlas eternamente en un lugar donde nadie pudiera encontrarlas, solo yo. Pero para hacerlo, tenía que olvidar a todos aquellos que las querían robar... empezando por Yoongi.
Fin