EXTRA 4. FINAL
Pao-Lin no es muy adepta a sumergirse en las páginas de Internet por una razón muy sencilla. No consigue entender ni la mitad de lo que ocurre en línea. Ha aprendido una y otra cosa gracias a sus mejores amigas. Conoce términos como "Ship" y "Photoshop" porque son parte de vocabulario diario de Karina y Nathan, pero más allá de eso no es capaz de descifrar qué pasa realmente en las páginas dedicadas a ellos. Se siente agradecida por tener fans que se interesen en tomar tiempo para hacer aquello, pero se siente también confudida cuando ediciones varias inundan las noticias.
Por unas buenas horas, una foto falsa circuló por todos foros.
Pao-Lin continúa preguntándose de dónde salió la errónea idea de que ella e Ivan tienen una relación más allá del compañerismo —porque aunque son apegados de un modo u otro, ella no le conoce tanto como quisiera—. Sin embargo entiende vagamente qué mueve ese tipo de creencias.
Hay personas que, juntas, simplemente son tiernas.
Como Tiger-san y Barnaby-san.
Ella los shippea.
Y lo hace con cierta fuerza.
Tanto así que se ha suscrito —con ayuda de Nathan— a un blog donde publican datos curiosos de ellos.
Dragon Kid está convencida de que el creador de esa página es el propio Fire Emblem, pero nunca ha sido capaz de confirmarlo realmente así que no le mueve más al tema. Simplemente disfruta del contenido, y sonríe muchas veces sola pensando en que uno que otro dato es demasiado exagerado. Una que otra edición es sencillamente alucinante, y otras más evidentes sobre-posiciones.
Es porque está convencida de la falsedad de la foto que finalmente deja escapar una risa quizá demasiado llamativa.
Delante de ella, Nathan le observa con un brillo particular en los ojos mientras que Karina e Ivan le miran con verdadera curiosidad.
Reunidos en la casa Kaburagi, a la espera del dorado par, la menor de los héroes explica con cierta simpleza:
—Han publicado fotos falsas de Kotetsu-san de nuevo...
Más interesada de lo que admitirá nunca, Blue Rose se acerca hasta mirar la pantalla de su teléfono. Bison también se acerca, moviéndose más bien por curiosidad.
Conviviendo casi las 24 horas del día con el administrador de "Tiger&Bunny-the-golden-ship-of-Sternbild", está habituado a ver ese tipo de cosas ya.
—Es una edición muy buena...—observa
—Debieron tomar la original de otro sitio...—acepta Kid
Karina frunce el ceño ligeramente.
—Luce demasiado real....
Sky High recibe el teléfono que le es entregado y, junto a éste, Origami también mira la fotografía.
—Eso no es photoshop....—murmura bajo Ivan, siendo escuchado únicamente por su pareja
—Es una buena foto... Y, es una buena foto...
—No luce como photoshop para mí—confiesa Nathan, cuando mira "por primera vez" la imagen que publicó rato atrás.
En ella, Kotetsu se encontraba oculto tras su gorra, pero era evidente qué hacia en realidad.
El beso dado al promocional del príncipe de Sternbild es evidente.
Los héroes continúan debatiendo reunidos fuera de la cocina de la casa cuando Kaede entra a la habitación. Al observar la foto, ella está por comentar que le parece demasiado realista hasta que escuchan la puerta abrirse. Distinguen la voz de la mayor de la casa regañando a su vástago mientras que éste explica cómo es todo culpa de Bunny.
—Siempre podemos preguntar directamente...—opina Fire Emblem, cuando la menor se pone de pie.
El hermano mayor del héroe de la segunda liga entra también, y observa el teléfono en la mesa con una expresión sorprendida que dura apenas segundos.
—Oh... Así que por eso se atrasó tanto...—comenta para nadie en particular, atrayendo la atención de Kid.
Cuando los demás voltean a mirarlo, Bunny y Kotetsu entran acompañados por la madre de éste último, justo a la par que el mayor de los Kaburagi explica.
—Es la misma ropa que Barnaby está usando hoy, ¿no?
El grito de Blue Rose no se contiene entonces, y lo que llama la atención del par es verse a sí mismos en la pantalla del móvil que continuaba brillando en la mesa. Kotetsu se ríe de buena gana cuando Bunny suspira.
—¿Esa era tu idea de ser discretos?—cuestiona el rubio al mayor
—Bueno, es más fácil así, ¿no?
Nathan sonríe entonces para sus adentros, decidiendo que la otra foto que se encontró en los portales en línea no necesita ser mostrada ahora que ellos han decidido hablar de frente con todos.
Y en su galería queda para la posteridad la foto secuenciada donde, tras darse las manos de camino a casa, se han besado a pocos metros del tren que los llevará a su destino.
No intentaban ocultar lo que pasaba ahora mismo, en realidad.
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