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Pesadillas por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola!!

Espero que les gusute el capítulo de esta noche.

Monstruo, monstruo ¿Dónde estás?

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Ah,  ¿ya están por aquí?  Estoy tan acostumbrado a solo observar, a escuchar desde las sombras, que me perdí unos momentos.  Pero no les sorprenda que eso sea lo que me guste, porque eso es, justamente, el centro de mí ser.

Soy una pesadilla.

No suelo hablar mucho de mí, porque se supone que yo no existo, nunca había ocupado hablar con nadie que no sea otro como yo. Para los humanos, una pesadilla es un sueño desagradable que produce angustia, ansiedad, miedo o terror. O bien, una persona, hecho o situación desagradable que es causa de graves y continúas preocupaciones o que provoca temor.  Pues bien,  yo soy justamente eso, no un sueño en sí, y no una persona, porque no existo tampoco. ¿Complicado? Ah….

Lo explicare como lo hacen esos cazadores. Soy un monstruo. Un ser que crea esos malos sueños que tienen ustedes los humanos. Andamos por ahí, esperando el momento justo para actuar, para convertir un sueño en una pesadilla. Angustia, ansiedad, miedo y terror, nosotros nos alimentamos de eso, es nuestra razón de ser. ¿Lo explique mejor? Eso espero, porque no me gusta la idea de que sepan sobre nosotros, pero supongo que hasta aquí ya saben quién soy. Sí, soy esa pesadilla que termino atrapada con un cazador de pesadillas. Que hilarante.

— Iridian ¿seguro de que estas bien?

— Si— este hombre es desesperante, en extremo desesperante. A lo mejor porque ha vivido muy poco a comparación de mí, pero no está viendo esta  situación como debería.

— Pasó una mala noche, todo por no avisarme a donde iría y no reportarse como es debido— ah, la mujer. Ella es especial… no, no es ella. Es eso que lleva en el vientre. Me gustan los niños, no miento cuando lo digo, los niños tienen tanta imaginación, que a veces son capaces de vernos. Bueno, vernos como ellos quieren, porque nosotros no tenemos una forma. ¿Les suena eso de amigos imaginarios? Si, somos nosotros. Por eso me gustan los niños, son una fuente inmensa de emociones, y sin necesidad de esforzarse mucho.

— ¿En serio?— nunca había estado rodeado de tantos cazadores. No estoy asustado, solo sorprendido. ¿Quién lo diría?  Son tan… insignificantes.  Creo que no saben mucho sobre ellos, ese rubio idiota evita pensar mucho en ellos ahora que estoy por aquí.

No tienen tanto tiempo, creo. Es difícil saber de tiempo en cuestión de humanos, pero sin duda, no son tan antiguos como dicen ser. Su historia es muy simple, a alguno de los nuestros se le ocurrió la brillante idea, y noten que es sarcasmo, de decirle a un humano sobre nosotros. Yo no sé quien fue, aun no venía a este mundo cuando paso. Pero el punto es que ese le conto casi todo sobre nosotros a un humano. Y allí es donde surgen ellos, los cazadores.

Siempre he pensado que eso fue una broma, que ese monstruo estaba tan aburrido que decidió divertirse un rato con un miserable humano, porque aunque le contó la forma en la que actuamos, lo que hacemos, y nuestra muy innecesaria debilidad al mercurio, no le conto las cosas principales sobre nosotros.  Un momento.

humano idiota, te están hablando a ti. ¿Puedes al menos inventar alguna buena escusa si no quieres que nos maten?— listo ¿en que estaba? Ah, ya.  Aunque no lo parezca, nosotros tenemos ciertas reglas.  Contarle sobre nosotros a un humano no está prohibido, pero contarle las formas en que pueden matarnos… bien, eso no estaba prohibido hasta entonces.

— ¿Qué estabas haciendo, Iridian?

— Paseando— arg, que poca imaginación tiene este hombre. En fin… en lo que llegamos a su aun más aburrida casa, les contare algo sobre mí.  Me molesto con facilidad, aunque no lo parezca. No muchas cosas me ponen de mal humor, porque sé cómo darle la vuelta a casi todas las situaciones en las que estoy, y justo por eso mismo, soy uno de los guardias de Eerkah. ¿Que qué es eso? Eerkah es la tierra donde vivimos las pesadillas. Un mundo paralelo al suyo. Ahí es el único lugar donde estamos a salvo, donde podemos vivir mucho tiempo.   

Me gusta burlarme de los humanos, así que no te ofendas si llego a decir algo estúpido sobre ustedes, y si te ofendes… bueno, ese es tu problema, no mío. Me gusta burlarme mucho de los cazadores, porque…  umm… está bien, me estas agradando, puedo contarte un secreto. Me burlo de ellos porque tienen una guerra inútil, una guerra que perdieron desde que decidieron enfrentarnos. ¿Por qué? Porque ellos creen que están ganando, que pueden con nosotros. Ilusos. Somos más, muchísimos más de los que pueden siquiera contar.

— oye, Iridian ¿no vas a venir?

— no, hoy tengo otras cosas que hacer.

— ah, yo voy a quedarme con Iridian— los dos se miran, una mirada muy cómplice. ¿Y piensan que son discretos?   Ah, lo que hay que ver.  Me muevo primero, saliendo del auto en donde íbamos. Nadie repara en mi, incluso parece que ese cazador se ha olvidado un poco de mi presencia. Ser silencioso es algo en lo que soy muy bueno. Ah, según ellos no quieren que sepa dónde está su punto de reunión, su base de operaciones. Para lo que me importa.  Bien, mientras se despiden, les diré algo más sobre mí: no tengo forma.  Puedes incluso decir que soy nada y soy todo. Pero no es momento para explicar eso. Solo les diré eso, si no pueden verme, es porque nadie está pensando en mi, en que yo sea algo. 

—  Chiara, no tienes que estar por aquí.

— ¿Por qué no? ella me agrada mucho más que tu, cazador idiota— comento, haciéndome visible. Es fácil hacerlo cuando ella está por aquí, porque la imagen que me dio el cazador está muy fija en su mente. Debo admitir que es una de las mejores apariencias que he tenido.

— cállate.

— ¿Siempre es tan amargado?— ella no me responde. Les sigo hasta que entran. No puedo hacer otra cosa en realidad. Si tan solo pudiera alejarme un poco más…— ignorarme no va a solucionar el problema, Iridian.

— ¿encontraste algo?

— Encontramos algo interesante— intervengo. Los dos me miran— muéstrale, vamos.

— esto estaba en el borde de la casa, junto al a valla que divide a las casas. No vi a nadie por allí, pero esto está hecho de mercurio.

— ¿Mercurio?

— ah, veo que estas pensando lo único que puedes pensar en situación ¿no? él sigue sin creerme cuando le digo que es un humano el que hizo eso. Es imposible que alguien como yo lleve eso puesto.

— ¿Sabes algo más de esto?— dice ella señalando el brazalete.

— además de que yo no lo usaría nunca, no. ah, espera, claro. Ese humano debe estar realmente demente para llevar algo así. Pero bueno…— es una verdad a medias. Con eso me puedo imaginar algunas cosas de la persona que está haciendo esto, pero no confió en ellos tanto como confió en ti. Pienso que ese humano sabe muchísimo sobre nosotros, sabe cuál es la mejor manera de defenderse de nosotros. Sé, que tiene algo más que hace que no pueda sentirlo, porque no lo sentí ¿Por qué me dejaría atrapar por un humano?

— déjalo, Chiara, es inútil.

— ¿Inútil?— ah, este hombre esta colmando mi paciencia. Y eso que tengo mucha paciencia. Me está poniendo de mal humor estar por aquí. Tengo que contenerme para no soltarle todo lo que se. No es el momento. Necesito su ayuda más de lo que me gustaría admitir.

Yo nunca necesito ayuda, siempre puedo hacer las cosas por mi cuenta, y jamás me he rebajado a pedir ayuda, y no lo hare. No seré yo quien suplique.

— eh, Iridian…

— vale, está bien. No soy yo quien pasara la vergüenza de estar con alguien a quien se supone debo matar—  en serio… permítame alejarme de este incompetente. Tiene demasiados prejuicios para poder hacer con él ahora mismo. Ah, ¿Aun puedo llamarle prejuicios?  A eso que es una actividad mental inconsciente que distorsiona la percepción. Nosotros somos buenos distorsionando la percepción. Y sé que es lo que le hace tan receloso conmigo.

Los asesinatos.

Ah, ¿también quieres saber sobre eso? no es un secreto, así que puedo contártelo cuando quiera, pero recuerda, la curiosidad mato al gato ¿Aun sabiendo eso quieres saber?

Bien, te lo diré.

 Empezare contando lo que ya les dijo ese imbécil. Comenzaron siendo solo casos aislados, de vez en cuando oíamos el rumor entre los humanos, como les dije, sabemos oír muy bien. En este asunto los cazadores si nos adelantaron, ellos descubrieron primero la relación que había entre las muertes y nosotros. ¿Esto no es lo que quieres saber?  Tenía que empezar por el inicio, te lo dije.  Nosotros somos distraídos, no andamos preocupándonos por lo que hacen los demás, mientras no nos afecte, no tenemos por qué intervenir en lo que hace otra pesadilla. Es por eso que no sabíamos lo que ocurría, y aun con todo eso, ellos están tan equivocados.

 — escucha, cosa…

— No volveré a dirigirte la palabra si no me llamas por mi nombre—  es hora de poner las cosas en su lugar. No me hago visible delante de él.

— solo deja en paz a Chiara. No tienes nada que ver con ella.

— yo hago lo que quiero, cuando quiero. No voy a recibir órdenes, y mucho menos de ti— me gusta dejarle callado, porque puedo escuchar sus pensamientos, nada alentadores, y sentir su rabia, lo que me hace reír— ¿y bien? ¿Ya tienes un plan increíble para deshacerte de mí?

— …

— no, no lo tienes.

— como si tu tuvieras algo.

— Claro que tengo un plan, no deberías subestimarme— siento su incredulidad. Ah, es tan  relajante hacer estas cosas— pensaba en estudiar ese cadáver más de cerca, cuando esté limpio.

— ¿ese es tu plan?

— no te burles,  rubio idiota. ¿Sabes que criatura es lo que hace esas heridas? ¿No crees que saberlo ayudara? Supongo que tus amiguitos han hecho toda una limpieza en el área, puedo saber, mucho mejor que tú, como luciría lo que le hizo eso— no es un plan tonto, como piensan.  Ni una trampa para poder matarles a todos. En serio, necesito saber eso, aunque le haga creer con más saña que nosotros andamos por ahí matando a los humanos.

— ¿eso en que ayudaría?

— sabrías que buscar. Y eso, cazador, es mucho más de lo que tienes ahora— lo está pensando. Yo quiero esa información, para mi es más fácil averiguar cosas. Y yo no tengo ni una sola duda de que quien está detrás de todo esto es un humano o una humana.  Que idea tan interesante.

— sabes mas ¿no? Chiara no para de repetírmelo.

— se muchas cosas. Por ejemplo, sé que esto será muy útil, y que tu estúpido orgullo va hacer que los dos terminemos en la ruina. Si no estuviera tan limitado…  si tan solo pudiéramos alejarnos más… ah…claro.

— ¿ahora qué?

— No lo ves, ¿cierto?— no les he comentado que yo supe de que estábamos unidos, porque desde que volví a tener conciencia, puedo ver ese maldito lazo blanco iridiscente que nos une. No pude romperlo, tampoco lo pude intentar muy a fondo porque no tenía muchas formas de donde escoger. ¿Te suena eso? no tengo forma, soy lo que tú quieres que sea. Y este cazador piensa poco.

—  habla claramente o quédate callado, me pone de mal humor tus intentos de acertijos.

—  estamos unidos por un lazo, puedo ver ese lazo. No puedo romperlo, y ni pienses en hacerlo tú, no lo ves y nos harás daño si lo haces. No podemos cortarlo, pero si podemos estirarlo más, y más. Quizá hacerlo tan largo que no importe donde estemos.

— no entiendo.

—  ¿nunca lees? Es como esa leyenda del hilo rojo del destino. Solo que… bueno, este no es rojo y mucho menos significa algo más. Lo que no puedo decirte, es como haremos para darnos más espacio. Esto te gusta ¿no? a mí también. ¿Podemos cooperar?

— yo no coopero con pesadillas.

—…

— quizá puedas investigar algo más, o pedir ayuda a tus amigos— la verdad, los cazadores me dan curiosidad también.  Y cualquier cosa es material para una buena pesadilla. Si yo quisiera, podría seguir a alguno de ellos hasta los dichosos puntos de reunión de ellos y averiguarlo todo.

— ¿Qué es lo que estas tramando? ¿Por qué no puedo escucharte?

— Solo quiero volver a lo que hacía antes, sin tener que soportar los insultos de un cazador rubio idiota— se da la vuelta. No me importa que me deje aquí, con esta maldita situación, no tengo a donde más irme. Esta situación está para llorar.

Bueno, ya que estamos a solas otra vez, te seguiré contando algo sobre nosotros. No solemos estar en el mundo físico de ustedes cuando hay sol. Es muy raro que estemos deambulando de día, aunque si estamos lo suficientemente aburridos o necesitados, ahí estaremos. Podemos movernos rápido, siguiendo la oscuridad, así que trabajo no nos falta. ¿Alguien cree que si?  Nosotros también lo pensamos, con la forma en que cambio la vida de los humanos, creíamos que sería más difícil asustarlos. No lo fue, siguió siendo igual. Los humanos tienen ese instintito primitivo que les hace temer a lo desconocido, temer por su vida o los suyos… por eso es fácil hacer que al final despierten en medio de la noche, agitados por un mal sueño.     

Ah, que divertido. Quizá un día les muestre como actuó.

Y supongo, viendo que sigues conmigo hasta aquí, que quieres saber si estamos o no detrás de esas muertes que tanto inquietan al cazador.

Te diré que no.  

 No está en nuestra naturaleza matar a los humanos de la forma en que se está haciendo. ¿Por qué íbamos a matar a nuestra fuente de vida?  Podemos matar de un susto si tienes corazón débil, podemos fijarnos a un humano y hacerlo miserable, quitarle la felicidad para alimentarnos de su desesperación, de sus pensamientos negativos.  Supongo que alguna vez has visto esta imagen de parodia en la que se ve a un humano y a una nube negra siguiéndolo encima. Nosotros vendríamos siendo la nube negra.

Pero no te preocupes, yo no suelo hacer eso, esas solo son medidas desesperadas. Umm, hable de más. Espero que no lo notaras. Si te está pasando eso ahora mismo, te sugiero que no le sigas la corriente, o las cosas no van a terminar bien para ti.

Como sea, esta es la información que de seguro ese cazador quiere y que yo sé muy bien.  Él piensa que quien hace eso lo hace por gusto. Yo sé que no es así, de ser así, hace muchísimo tiempo me habría enterado, habría más muertes. No, esto es un caso especial, porque…  porque no solo han tenido problemas del lado de los humanos.

Veo que no esperabas eso.  

— hey, ¿En serio crees que te dejare salir a hacer eso?— comento, apareciendo, sentando en el sofá. Ese cazador cree que lo voy a dejar salir a cazarnos. Que iluso es.

— no estoy pidiendo permiso.

— ah, eres tan divertido. No vas a salir de aquí si lo que quieres es usar esas cosas— escucho su insulto mental. Es tan testarudo que intenta salir. Yo me quedo en el sofá, mirando como intenta luchar contra eso que nos une.  No puede moverse sin que yo  me mueva. Solo para molestarlo doy un salto hacia adelante. Se cae de boca al suelo.

— tú…—  es rápido. Se da la vuelta y lanza un cuchillo. Que imprudente. Dejo que se clave en el que ahora es mi hombro. Si preguntas si me duele, si, duele. Ahora duele más porque siento como un humano. Cuando no estoy unido a ningún humano, solo debería ser una molestia menor— tsk…

— No deberías hacer eso— le digo, fingiendo estar calmado. Saco el cuchillo, haciendo un sonido que tal vez para ti sea desagradable, pero no para mí.  No hay sangre.   Hay ciertas cosas que no puedo imitar, como te habrá dicho ya ese cazador.

— eres insoportable.

— ¿De verdad? Y yo que pensaba que me estaba portando bien. Pero en serio ¿creíste que iba a ir contigo a ver como matas a los míos?

— ¿¡Que es lo que quieres!?

— miserable…— me aparezco sobre él. Quizá perdiendo un poco el control, dejo que mis manos parezcan garras, y mis dientes se alarguen un poco— ¡Sigues sin entenderlo! Deberías meterte en esa cabeza hueca que tienes que ahora tenemos que hacer esto juntos. Te guste o no, entre más te quejes, mas vamos a durar así. Ni tú no yo podemos seguir con lo que hacíamos si no resolvemos primero esto— si hacemos esto, también vamos a resolver lo de las muertes, se que este camino nos va  conducir hasta allá. Él se queda quieto, la expresión de su rostro cambio.

— ¿eso crees?

— ¿Qué?— ah, que estúpido soy. Por eso no me gusta perder el control. Me ha escuchado. No era un secreto, pero no quería decírselo todavía.

— crees que la persona que nos hizo esto es la misma que está causando las muertes.

— no solo lo creo. Estoy seguro— me empuja.

— estoy quebrándome la cabeza pensando sobre eso. Todo el tiempo— no ocupa decírmelo, por eso opte por ignorar la mayoría de lo que piensa— no sé qué es lo que pretendes, cada vez estoy más convencido de que no es obra tuya.         

— yo no me rebajaría a hacer esto con un humano.

— ¿estás seguro de lo que dices?

— no puedo estar seguro, pero es mejor que nada. ¿O acaso no quieres vengarte del que nos hizo esto?— me gruñe como si fuera un animal— ¿Qué dices? Ya sé que me odias, y que quieres matarme cuando puedas, pero no es el momento ¿puedes ver la situación mejor ahora?

— se que si no hago nada no podre deshacerme de ti.

— hurra, eso es un gran progreso, Iridian. Ahora repite después de mí: Tchess.

— no te pases de listo.

— entonces ¿Qué es lo que quieres hacer primero? Di dos ideas, ¿o tienes la tuya?

— decirle a los demás de ti. No tiene sentido ocultarlo porque me da dolores de cabeza— es mentira, no le duele nada o yo también lo sentiría. Yo sonrió. Decirles a sus amiguitos será de lo más divertido, espero.  

¿Qué se le va hacer de cualquier modo? Este hombre no es muy imaginativo.  Me vuelve a dejar a solas. Ah, desearía poder ir por ahí a convertir un lindo sueño en una pesadilla. Asechar debajo de la cama o un armario, esperar a que se cierren los ojos de mi víctima, escuchar su respiración calmarse, su corazón latir más y más despacio. Acercarme y esperar, observando su sueño,  comenzar a manipular el sueño, dirigirlo con cuidado y volverlo una pesadilla… ah, casi puedo saborear el miedo… el latido acelerado y la respiración agitada son música para mí. Y si se despierta con un grito, o llorando mucho mejor. Si es muy bueno lo que hago, a veces puedo mantenerlo en ese mundo de sueños, soñando pesadillas por un tiempo que para ti será muy largo, pero en realidad no serán más que unos minutos.

Al contrario que este hombre, mi imaginación no tiene límites.

Creo que ha sido mucho por hoy para ti, espero seguir hablando contigo en otro momento. Y como me agradaste, voy a permitir que me preguntes algo si lo que te he dicho te ha dejado con dudas. Vamos adelante, pregunta. Quizá te responda algún día. Quizá te visite pronto ahora que sabes sobre  mí, o quizá no.

Espero  tengas discreción.

Y con todo esto, espero que esta noche tengas dulces sueños.

Notas finales:

Gracias por leer!! Nos leemos la próxima semana. Cualquier duda con gusto intentare responderla si dejan algun comentario (Siempre que no haga spoiler de la historia)

 


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