Al despertarme era de mañana, o al menos escuche unos pájaros, todos estaban acostados en mi, lo cual no era de extrañar, pero lo que si se me hizo raro es que estaba tapado con una sabana. -Miren ya despertó la princesa- dijo Ric de un lado de mi pecho, mientras me veía por el reflejo de arriba, me sonreía pícaro. -Buenos días Ric- le dije a mi peli-morado, -buenos días- y me dio un beso corto, pero sin dejar de ser rico. -¿Que paso ayer?- pregunte mas que nada al estar tapado, -bueno que me desobedeciste y no nos esperaste despierto, para hacerte el amor- aclaro Marco en unas de mis piernas, un poco molesto, y yo me avergoncé, por que a pesar de a verme preparado, me quede dormido. -Lo siento- me disculpe, el solo sonrió, se levanto y fue hasta estar enfrente de mi cara, y me dio también un tierno beso. -Buenos días, pequeño- me miro con esos ojos grises penetrantes que me encantaban, -buenos días- le conteste sonrojado, pero ahora por su cariño. -Aun así, admito que fue difícil resistirse- confirma Al, -si casi te tomábamos dormido- le sigue Carlos. Eso me hizo avergonzarme mas, -si te hubieras visto, estabas irresistible con eso conjunto, tus piernas medio abiertas, al igual que tus labios, eras tan erotico- dice Emi mordiéndose el labio. -Si y por eso te tuvimos que tapar, o no sabíamos de que eramos capaces- tuvo que detenerlos Lucas, ya que se estaban excitando. -Bueno no me hubiera molestado, si lo hubieran hecho- dije arrepentido por no estar despierto para ellos, -no nos tientes, o no te podrás parar en todo el día- me advierte Marco y yo me sonrojo, ya que lo creí posible y una parte de mi aun así lo quería.
-Ya mejor llévate la sabana y vete a poner algo menos tentador, nos iremos a bañar- me emocione por que eso significaba desfile para mi, -puedo cocinarles- pregunte avergonzado, por si averiguarían mis intenciones y también por una compensación de no haberles hecho de cenar. -Claro pequeño, prepara lo que tu quieras- me sonríe Marco complacido y yo le termino devolviendo la sonrisa. -Bueno solo que no se te vaya a quemar, por estarnos viendo he, princesa- me jala la nariz, un juegueton Ric, pero eso solo me hace sonrojar mas, porque se dieron cuenta. Ellos entran al baño y yo a mi cuarto, me doy cuenta que hay un bolsas de compras en mi cama, las abro y son ropa de hombre, salto hasta de felicidad, encuentro un pans y me lo pongo encima de la ropa que traía, ya que quería apurarme hacerles algo delicioso, gracias a su gentileza que me han mostrado, me pongo mis pantuflas y salgo disparado a la cocina a prepararles algo.
Decido cocinar hot cakes, algunos le pongo arándanos y a otros moras, y de bebida prepare un smoothie de plátano. Al terminar empece a servir, ellos pasaron y mi baba se empezaba salir, -quieres que te mostremos el frente también- dice Ric, volteándose y enseñándome todo hasta su paquete, yo me puse todo rojo, pero admito excitado. Ric se acerco a mi, me hizo ver su ojos esmeralda, me beso, tocando mi glúteo, pero lo separe. -Mejor vete a poner ropa- le pedí a lo que el rió, y se metió al cuarto de lavado, lo cual me hizo sentir mal, pero tenerlo desnudo, me iba a poner duro. Salieron cambiados y empezamos a comer, -bueno Tom, hoy si quieres si puedes prepararnos de comer, creo que hoy llegaremos temprano- me dice Marco a lo que ha mi me puso feliz. -Oye por cierto, enserio te veías muy sexy ayer- me comenta y yo escupo un poco de la bebida, no esperaba ese comentario. -Bueno me hubieran despertado, no me hubiera molestado- le comente, -Enserio te veías cansado- ahora hablo mi ojos avellana. -La verdad mas que cansado, aburrido, no sabia que hacer- confesé un poco triste. -Se que es difícil, pero te acostumbraras- me comento, pero mas que un comentario lo sentí una obligación. -Es solo que los extraño, no es que me importe salir- confesé, había pasado toda mi vida sin salir, eso no me molestaba, pero la soledad es algo que si no soporto, porque me recuerda a todo mi vida, desde mi madre, ha sido así. -Enserio, bueno vamos a volver a la escuela una vez que concluyamos nuestro trabajos, ya que nos atrasamos por todo lo sucedido-, se refiere a mi y todos los problemas que les cause. -Pero, ya que vas a la misma escuela que nosotros, hablamos de que tal vez puedas ir con nosotros- ahora habla Carlos, posicionando su manos cruzadas en su mentón. Yo me siento tan feliz, que me levante y decidí ir hasta donde estaba Marco, del otro lado, salgo corriendo y lo abrazo. Termino sentando en sus piernas, -gracias, prometo no despegarme de su lado- les afirmo con entusiasmo, -esta bien, eso quería oír- me termino de acomodar mejor en sus piernas entonces lo siento. -Mmm, Marco...estas...duro- le pregunto avergonzado con la cara roja, -bueno es que solo pienso en como te veías ayer y así me pones- me dice al oído y yo me entremesco. Entonces me puse a pensar, -todos están iguales- les pregunte viendo a todos y ellos asintieron. -Que mal, que ya no tienes ese traje- dice Emi con descepcion, y yo me sentí mal porque ellos se aguantaron por mi. -¿Quien dijo que no lo tengo- lo cuestione, y me empece a quitar el pans que llevaba y la sudadera. Sus miradas fijas en mi y la transparencia de este conjunto, instintivamente me tape mi pecho con una mano y con la otra mi intimidad. -No déjanos ver- dice mi güero mientras retira mis manos y me hace enseñar todo. Ya se que ya lo han visto, pero no deja de ser vergonzoso.
-Eres hermoso- me dice Marco, mientras se para empieza a lamer mi cuello, y yo me entremesco, -Marco...tienes...trabajo- le comente, con voz cortada por la excitación. -Esta bien nos despertamos temprano, además todavía tenemos tiempo-, el se volvió a sentar en la silla y dio palmaditas en sus piernas, entendí que quería que me sentara y así lo hice. -Abre las piernas- me ordena y yo obedezco, colocando a los lados de afuera de sus piernas. -Si que hicimos bien en compararte esta ropa interior, ya que no necesitamos quitártela para meterla- comenta mientras siento su erección entre mis glúteos, y yo gimo bajo. -ahora necesito algo como lubricante- empieza a ver la mesa, -pasame la mantequilla- pide Marco y Carlos se la pasa. Agarra un poco con su dedos y se la empieza a flotar en ellos hasta derretirla en sus dedos con su calor corporal, entonces baja hasta mi entrada, y empieza a introducir un dedo. Instintivamente arqueo mi espalda, pegándome mas a su pecho, recargando mi cabeza en su hombro y gimiendo en su cuello. -Es...pe...ra- pero no escuchaba estaba muy excitado, al igual que los chicos, que solo observaban. Siguió su trabajo dilatando mi ano, hasta meter dos dedos en forma de tijera. -Que mal que no te lavaste abajo- comento, pero yo baje la mirada y vi sus dedos en mi interior, -bueno lo hice ayer, y no hecho desde entonces- confesé, a lo que Marco saco sus dedos y los chupo. -Que rico, sabor rosas- sonrió, a lo que yo me sonroje mas, pero me excite tanto que cuando iba a meter otra vez sus dedos, lo detuve y le suplique -mételo ya-, a lo que el sonrió. -Si sabes que la tengo grande-, me pregunto como si no lo supiera, después de tantas veces tenerlo adentro de mi y me ofendió pero estaba tan excitado que simplemente le pedí, -por favor...ya no...aguanto- con mis ojos llorosos y mirada de perrito. El suspiro derrotado -bien solo déjame...- agarro otro pedazo de mantequilla, saco su falo, y la unto en el.
Después empece asentir como la punta iba entrando en mi, pero paro. -Tom relájate o no lo podre meter- me advirtió, pero no podía quería sentirlo lo mas posible. -Lo siento no puedo- me disculpe a lo que el empezó a penetrarme poco a poco, hasta que todo su pene llenaba mi interior, podía sentir sus bolas en mi trasero. -Ya entro, ahora me moveré- me advirtió y yo asentí. Yo gemía y el me movía, como si no pesara, me levantaba de las piernas, de arriba y abajo. -Me estas absorbiendo- decía en mi oído, y yo solo me estremecí por lo lascivo que estaba siendo y no me importaba. Entones empece a sentir, algo estaba escurriendo en mi pecho, entonces me percate, que Emi tenia la miel, y me la estaba derramando, bajo mi vestido para darle mejor acceso a mis tetillas, y poder untarlas con esa sustancia espesa. Se relamió los labios y le pregunto a Alfonso, -oye me ayudas, creo que me pase-, mi peli-negro también se ralamio los labios, -yo solo creo que se ve delicioso- aclaro y ellos empezaron absorber la miel de mis tetillas. Como siempre por sus expertas leguas y las penetraciones de Marco, mis gemidos empezaron aumentar. Pero me estremecí mas al sentir, como la miel empezaba a descender por mi panza, por mi vestido, todo estaba siendo manchado, y ya empezaba a llegar a mi calzón donde también se macho de la sustancia, incluso llego hasta donde el falo de Marco me hacia suyo. Sentía cosquillas, me sentía sucio, pero también se sentía tan bien. O eso creí hasta que sentí como algo que me llevo al cielo, una lengua empezó a lamer, primero mi calzón, pero luego dejo mi amiguito salir, de esa prisión de encaje, para empezar a lamerlo, excepto la de mi ano, claro. Me asome abajo de la mesa, y vi a mi amable castaño lamiendo, debo admitir que sabia lo que hacia, ya que sentía increíble. -Creo que no están limpiado bien la miel, ya que aquí se esta derramando, o esta es leche-, entonces pude notar, que mi pre-semen al igual que el de Marco empezaba a salir, pero Lucas siguió lamiendo a pesar de ello. Carlos y Ric se colocaron a mi lado, así que yo los empece a masturbar, mi moreno sus bolas, y mi esmeralda su punta.
-Ya viene- me advierte un Marco al borde del orgasmo y como yo me encontraba igual, le suplique. -Adentro...adentro...lo...quiero...adentro- entre gemidos, se termino corriendo muy profundo, y yo en la boca de Lucas, el cual se lo trago. -Creo que esta mejor que el smoothie- bromea y yo me sonrojo, -bueno, como que esto estorba- Ric hace un lado los platos de la mesa. Marco me alza, siento como su semen se desborda, y me acuesta en la mesa con delicadeza, yo aun respiraba con dificultad. Me doblan las piernas, subiéndolas en la orilla de la mesa, separadolas, -que bueno que la mesa también es negra, ya que también contrasta bien el semen que sale de ti- me dice, me siento avergonzado, pero también excitado ya que yo sentía como salia de mi, su esencia. -Bueno quien sigue- los invito, llevando una de mis manos a mi entrada y con mis dedos la abro, para excitarlos mientras veían mas semen descender de mi, lo cual funciono y Carlos metió su morena y grande virilidad. Mis gemidos volvieron con intensidad. Me encantaba como el tocaba todo mi interior. Al volvió a lamer mi pezón, mientras Emi jugaba con mi tetilla, con la cuchara con la que untaba la miel, su frió y pegajoso contacto me hacia estremecer. -Que tal si tu ahora pruebas la miel- me dice mi peli-morado mientras coge del frasco con sus dedos miel, y se lo unta en su falo, para proceder acercarlo a mi boca, la cual yo abro para darles acceso, y debo admitir que la boca se me hacia agua. El sabor de la miel combinado con el pre-semen de Ric, era delicioso, de por si siempre me encanto el sabor de ambos por separado, pero juntos le daban a mi paladar lo que pedía. Marco y Lucas se sentaban en las sillas, mi güero para descansar y Lucas se masturbaba viéndonos, a lo que yo me sentí mal, así que estire mi mano, para dar a entender que yo quería ayudarle, el cual entendio se acerco y yo sustituí su mano para brindarle placer. Después de un tiempo Carlos se corrió, pero afuera y encima de mi entrada, podía sentir somo esa sustancia era salpicada, hasta en mi vientre, el cual ya estaba de por si manchado del mio, y lo que mas me excito es que no podía distinguir de quien era cual. -Bueno me voy empezar a bañar, si me quieres acompañar Carlos- le hablo a mi moreno que descansaba en una silla, tratando de recuperar la respiración, pero asintió y se paro al igual que Marco y se dirigían al baño.
-Apresuren a correrse, si quieren llegar a comer la comida de Tom- le advierte a los demás, -lo dice el que se tardo diez minutos para correrse- se burla Ric, cuando abandona mi boca, se dirige a mi trasero y lo penetra. Yo gimo obviamente, pero no tardo en ser callado por Lucas que introduzco su falo en mi boca, lo cual no me molesto por que lo hizo despacio. Al, termino por ir a mi cuello, para empezar a lamer y empezar hacer chupetones, Emi se fue a mi ombligo, ya que mi vestido estaba abierto de allí, el cual vació miel y empezó a lamer, y yo al tener mis manos libres los masturbe. Después de un tiempo Ric empezó aumentar sus embestidas, los dos estábamos en el orgasmo, cuando Ric empezó a masturbar mi pene, -no...espera...así...me voy...a...- me termine viniendo antes en su mano, y el en mi interior. Saco su pene, ante ese hueco la esencia aprovecho para escurrirse, pero no logro salir mucha porque, mi hércules Moreno me lleno con su miembro. Solté un gemido sonoro, ya que Lucas ya había retirado su falo de mi boca, pero no duro mucho mi garganta vacía, ya que Al ahora introducía el suyo y Ric se metió al baño. Emi era tan pasional, que aun así mis gemidos, aunque reprimidos se escuchaba, en el pene de Alfonso. Lucas termino sentándose en mi estomago, mostrando su trasero, aunque no tenia mucho estaba bien esculpido, y lo bronceado lo hacia ver mas sexy. Entonces lo sentí cuando junto nuestros penes, nuestro pre-semen, y nos empezó a masturbar en conjunto, se sentía tan bien, como si fuéramos uno. Sentí a Emi correrse en mi interior, y yo me corrí hacia arriba por el agarre de Lucas, en cual termino cayendo en nuestros penes en conjunto. El siguiente fue Lucas, que lo empezó a introducir, poco a poco, me encantaba su gentileza con mi interior, tanto que sentía como mi entrañas se estremecían ante su toque. -Hay Tommy, tu interior esta vibrando-, se ve que le gusta y se empieza a mover, y en la primer estocada da en mi punto dulce. Gimo tan alto, que salen del baño, los que estaban adentro, -pero que fue eso- pregunta un sorprendido Marco que se esta secando el cabello, desnudo, al igual que Carlos y Ric. -Creo que lo encontré, su punto G- sonríe un complacido Lucas, y me vuelve a penetrar en el mismo lugar, yo vuelvo a gemir con intensidad, a lo que yo me pongo rojo de la excitación que causaba ese lugar, y no entendía que pasaba, -no mas- pedí, -se...siente...extraño- lagrimas empezaron a descender por mis mejillas. -Claro Tommy se siente bien- y me empieza a penetrar en ese lugar, mi vista se nubla por las lagrimas, siento mi cuerpo arder, pero tiene razón se siente increíble. Mis gemidos salen fuertes y sonoros, mientras soy penetrado, no con fuerza, sino con presicion y también con pasión, aun con el toque gentil que Lucas siempre tiene. Gemí y ya cuando me había corrido dos veces, por fin el se vino, expulsándolo en el punto, lo cual me hizo correrme otra vez.
-Wooow, tienes que decirnos donde esta- dice un sorprendido Ric, al ver mi estado, -mejor muéstrame ahorita- le dice un intrigado Al, -claro, ven- dice Lucas y saca su falo de mi interior. -Mira es aquí- guía la cadera de Al, por donde antes se encontraba su falo, que ahora esta ocupando el de el. -Creo que es aquí- entonces empuja a Al hasta el fondo y yo solté un gemido sonoro encorvando mi espalda, -si creo que si Lucas- empezó a penetrarme allí pero ahora era Al, no podía evitarlo mi cuerpo reaccionaba por si solo, mis pies se aferraba a la orilla de la mesa, mi espalda se contorsionaba, mis gemidos eran sonoros, mis ojos lagrimeaban, y mi ano absorbía pidiendo mas atención. El siguió penetrando y yo gemía, claro que también me corría ya llevaba tres veces y el por fin lleno mi interior, mi vientre, estaba lleno de mi esencia que se escurría y mechaba el vestido de encaje, mi calzón por igual estaba empapado. De mi entrada no dejaba escurrir la esencia de los seis, y yo simplemente no me podía correr mas.
-Bueno ya báñense ustedes, nosotros lavaremos a Tom, al fin que Ric ya le preparo la tina- les ordena Marco, se acerca a mi. -Tenemos que sacarte la ropa- me dice y procede a bajar mi vestido por abajo, luego va mi calzón que saca por mis pies, ya todo desnudo, me sostiene en sus brazos con delicadeza. Me lleva hasta el baño, y me introduce en la tina. Abre mis piernas, y yo estoy flojito y cooperando, la verdad estaba muy cansado, mi cuerpo se sentía como gelatina y llego a pensar, si todos tocan ese lugar, podre resistir a los seis. -Woow me sorprende tu tranquilidad princesa- dice mi peli-morado, yo le lanzo una mirada y sonrisa cansada, -estoy cansado- contesto sin mas. -Creo que no lo debimos hacer ahorita, ahora quien nos va cocinar-dice un decepcionado Marco, -yo lo haré, solo necesito descansar un poco-. El agua tibia, me empieza a relajar, mis músculos se relajan y me pongo mas aguado si es posible,y empiezo a pestañear por el cansancio. -No creo que puedas Tom, a penas y te mantienes consciente- me reclama, y puedo sentir como empieza a introducir sus dedos en mi interior, y yo me quejo un poco. -Lo siento Tom, voy a tratar de hacerlo rápido-, pero suspiro, ya que me empezaba a sentir bien otra vez, ya que al agua tibia inundaba mi interior rojo e hinchado, y se sentía rico. Ric y Carlos empezaban a pasar el jabón por mi cuerpo, y yo deje que sus caricias, recorrieran mi cuerpo para darle la relajación que tanto anhelaba.
-Creo que ya terminamos- dijo Marco y yo no me di cuenta cuanto paso, ya que me había perdido en sus suaves toques, pero lo que si podía sentir era la frescura de estar limpio. Me volvió a cargar Marco, salimos del baño, y pude notar que todos también habían acabado de bañarse, nos siguieron y el me deposito en la cama como si fuera una muñeca de porcelana. -Tom, no te esfuerces, si no nos puedes cocinar entendemos, después de todo nosotros te dejamos en este estado- me advierte y consuela a la vez. Va por la sabana con la que me toparon la otra vez a mi cuarto y me acurruca. Podía sentir como el sueño estaba poseyendo mi cuerpo, -antes de que se vayan- tome su mano, -pueden darme un beso de despedida- les pedí, y ellos sonrieron. -Claro, lo que sea por nuestro Tom- y me beso, fue delicado pero placentero. Todos hicieron lo mismo, fue corto, rozamos nuestros labios, reconocimos nuestra textura y sobre todo sentimos al otro. Se iban ir a poner ropa, pero yo simplemente ya no pude mas y me perdí en la oscuridad, solo que esta vez solo, ya que ellos se iban a ir a trabajar.