Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Maltratado y amado por Anafix

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les este gustando mi historia, trato de describir mas a los personajes, espero que les este gustando el cambio.

Me desperté de golpe, me había quedado dormido, vi en el microondas y decía que era las cinco de la tarde, y yo todavía nos les preparaba nada de comer. Pero entonces los busque con la mirada a ver si de casualidad se encontraban allí, pero no los veía y no escuchaba nada tampoco, por si estaban en el piso de abajo. Al no escuchar nada, tal vez todavía no habían llegado, pero eso no significaba que no iban a comer, entonces decidí pararme, para cocinar algo rápido. El primer intento fue un fracaso, mis pierna no se pudieron sostener por si solas, sin mencionar que una punzada de dolor atravesó mi parte baja, por suerte caí de centón en la cama, y aunque dolió, estoy seguro que en el suelo hubiera sido una tortura.El segundo intento fue un éxito, pero decidí que antes de cocinar iba comprobar si había llegado, pero primero fui por mis pans a mi cuarto y me lo volví a colocar. Baje con mucho cuidado, sosteniéndome del barandal y la pared. Al llegar abajo, no había nadie, vi la puerta y me entro la curiosidad de probar algo. Me acerque y vi la manija que abría la puerta, la jale, sonó como se desbloqueaba y se abría. No estaba con llave, lo que comprobó mi hipótesis, ellos no me encerraban por visitantes indeseados,me encerraban por que no querían que huyera. Simple por que después de lo que me hicieron no me podría parar (en teoría), decidieron no cerrar la puerta con llave. Iba a volver a cerrarla, para demostrarles que yo jamas huiría, pero entonces escuche como ocurría algo afuera.  

-Eres un inútil- grito un adulto muy enojado, -te di una semana y es lo único que pudiste hacer, eres un imbécil, bueno para nada-. Entonces lo vi un hombre muy musculoso, todo tatuado, ojos grises y peligroso como los de Marco, solo que el tenia el pelo negro, y una mirada mas desquiciada. -El trato se hará mañana en los muelles- dijo Marco tranquilo, y entonces logre divisar entre la abertura de la puerta que estaba incado ante ese hombre, al igual que el resto de mis chicos, ninguno lo miraba al rostro, solo Marco, los demás veían el suelo. -Eso ya debió a ver concluido hace días- entonces piso los dedos de Marco, pero el no se inmuto, me imagino que tan acostumbrado esta al dolor, que eso no le afecta. -Tienes para mañana, y no quiero ver tu asquerosa cara si no lo concluyes, cres que no se que has estado perdiendo el tiempo, de seguro estabas viendo porno, tu niño precoz- le dice mientras mas hacia presión a su pie, aplastando mas los dedos de mi Marco.

 -Ayer no prendimos el televisor- lo cuestiona, yo me sorprendo al darme cuenta, que yo fui el que prendió el televisor ayer y ahora ellos estaban pagando mi equivocación. -Me dices mentiroso. Si recuerdo cuando estaba cojiendome a una morra, cuando oí su televisor sonar, casi hacen que se baje del susto, por suerte era virgen y la tenia apretada, así pude volver a coger- le explica y yo me siento asqueado de cómo alguien, pude importarle tampoco algo tan íntimo que compartes con otro, que lo hablas como si hablaras del clima. -A menos que alguien mas viva allí- puede ver como por un momento se sorprendió, creo que entendió que hablaba de mi, pero luego volvió a su mirada seria. -Así ya me acorde, me folle a una chica, mientras miraba la tele, ya que no me excitaba ya que estaba muy floja, si sabes a lo que me refiero- le dijo Marco tratando de entablar una conversación que distraiga su enojo, y no me importo que mintiera con eso mientras dejará de lastimarlo. Y lo logro ya que movió su pie a un lado de su manos, -bien, por eso te digo que folles culos- lo dice más tranquilo, -esta bien entiendo tu calentura, pero no quiero que interfiera con el trabajo, okey- le advierte y el asiente. -Bueno y que hay del otro trato si llegaron a un 50-50- pregunta ya mas tranquilo. -Ellos solicitaron 40-60-, entonces lo escuche una horrible cachetada, que al parecer le había dado en el rostro de lleno a su bronceada piel, que ahora era roja. -Que coños dijiste, no puedes llegar a un puto acuerdo- dijo otra vez furioso, -la verdad solo pudimos hablar con su hijo y el no baja su postura, planteaba ir mañana y tratar de convencerlo...-, -mañana, mañana, todo quieres solucionar mañana- lo interrumpió bruscamente. -Ya me arte, te voy a dejar los de los muelles, pero sobre el el territorio yo iré con el jefe personalmente, y aclaremos todo, de jefe a jefe, por que es claro que tu eres un bueno para nada- le jala los cabellos y lo obliga a ver sus ojos. -Si no fueras mi sobrino, hubiera vendido tus órganos hace mucho, al menos así hubieras servido de algo- le escupe con ira, -hoy dejaría que Gonzales te de una lección- y vi su temor en esos orbes plata, -por que es tu culpa no es cierto- lo cuestiona y el asiente, -si es mi culpa-. -Bueno siempre es tu culpa, pero por suerte para ti, tengo una misión especial- haciendo énfasis en especial. Lo jalo de la blusa y lo obligó a pararse, -ustedes- señalo al resto de mis chicos, -ya no los quiero ver, retirence- le ordeno y ellos se dirigieron hacia mi. -Tu y yo, iremos hablar de esa misión, lo agarro de los hombros y yo me enfurecí como ese tipo tocaba su perfecto cuerpo, con esas manos que hace poco lo lastimaron, quería hacer algo, pero en mi mente me decida que si hacia algo, iba a empeorarlo. 

Carlos alzó la visa y creo que me diviso entre la abertura y apresuro el paso, yo me aleje por instinto un par de pasos. Entraron todos en silencio, tenían la vista perdida excepto Carlos que tenia la vista fija y como Marco sus ojos grises intimidaban. -¿Que escuchaste?- demando una respuesta, tratando de controlar su ira, -lo suficiente-, el alzo la mano y por instinto me cohibí esperando el impacto, el cual nunca llego. -Enserio crees que te pegaría- me pregunto triste, -no es solo que, estoy acostumbrado, si no era un buen niño me pegaban- agarre su mano con cariño entre mis dedos. -Yo se que no me lastimarías, es solo que mi cuerpo reacciono por instinto- le explique y el se calmo mas. -Bueno también lo viste supongo- y yo asentí, no lo veía a los ojos me sentía avergonzado, solo miraba su mano que la acariciaba con dos de las mías, era grande, no como la de mi padre, estoy seguro que si el me pegara, si me mandaría a volar. -Le va hacer algo a Marco- solté por fin y ellos se quedaron en silencio un rato hasta que por fin volvió hablar, el hombre del que sostenía su mano, -No, al menos no por hoy, solo tendremos que cumplir una misión especial como compensación-. Un frió calo mi espalda y me atreví a preguntar aunque no quería saber la respuesta, -¿que misi...-, -aun no Tom- me advirtió Carlos. -Mira lo que si te podemos decir es que mañana no iremos a la escuela- dice Ric tratando de aligerar el ambiente pesado, pero yo lo empeore, -es mi culpa- concluí. Todos me miraron a ver sorprendidos y por primera vez le regrese la mirada, -yo prendí el televisor...-, -no fue tu culpa- soltó Emi, yo reí con ironía, por que si lo era. -No solo fue la tele, yo les he insistido en hacerlo, cuando ustedes tenían cosas mas importantes que hacer- me sentí culpable, -nada es mas importante que tu- confirmo Carlos agarrando mis dos manos con las suyas. -Además nosotros también te hemos insistido- ríe Carlos y yo también recordando lo de la mañana, -si además no es como si nos pudieras someter- bromea Ric y yo me rió. -Las cosas salieron así, por que no es fácil llegar a un acuerdo, no es culpa de nadie- ahora me calma Lucas. -Mejor dinos que nos preparaste de comer- cambia el tema radical y yo me sonrojo por que en lugar de haberles hecho de comer me puse a espiarlos. -No la hecho, pero ahorita subo rápido y les preparo algo- les aseguro y ellos asiente. -Oye creo que esperamos aquí a Marco, tu si quieres sube y prepara la comida- me dice Carlos mientras me lleva de una mano hasta las escaleras. Yo empece a subir las escaleras, les di un ultimo vistazo antes de subir al segundo piso. Y sobre el dolor de mi trasero aun persistía, pero era soportable, aparte debía de cocinarles. Termine preparando una sopa de fideo con unas enchiladas y de postre una gelatina de cereza. Empece a servir y es cuando escuche la puerta abrirse. 

 

Yo baje corriendo, el dolor no iba ser un impedimento para ver el estado de mi Marco, al bajar el aire era tenso, podía ver la oscuridad en la mirada de Marco. Todos se encontraban parados enfrente de los sillones, de seguro donde estaban sentados. Pero no me importo, mi mente me decía que me alejara, pero mi corazón decía que me necesitaba, me abalance a su cuello y le di un cálido abrazo. -Tom- fue lo único que pudo pronunciar, y yo me solté a llorar, ya que todo esto era mi culpa, baje mis brazos hasta su pecho y aferre a su camisa. -Lo siento, esto es mi culpa- me disculpe sinceramente, -yo prendí el televisor, yo les hice perder el tiempo, y ahora...estas lastimado-. Subí una de mis manos y toque gentilmente, donde se encontraba la marca de la cachetada, -con que tu fuiste...ahora como me lo vas a recompensar- y no se si era broma o enserio quería que hiciera algo para pagarlo. Entonces sentí sus manos llegar a mi trasero y lo apretujo. Ante esto me aferre a sus pecho y solté un quejido, ya que todavía estaba adolorido, pero retuve los demás, ya que si haci podía recompensar lo que había hecho. Entonces empece a sentir como su mano se metía dentro de mi pans, al no traer ropa interior le fue mas fácil llegar a mi ano lastimado, metió un dedo, y se me volvió ha salir un quejido. Mis lagrimas también resbalan por mis mejillas, y me aferraba con mas fuerza a su playera, apretaba tanto mis puños que se veían los nudillos blancos, esperando que eso desviara el dolor que emergía de mi interior. Empece a morder mi labio, ardía pero tenia que aguantarme es lo mínimo que podía hacer. Aunque ha este paso si lo metía, no sabia si aguantaría mis quejidos, ya que no quería hacer enojar mas a Marco de lo que ya estaba. Continuó hasta meter dos dedos y un grito de dolor se escapo de mis labios cuando empezó abrirlos. Pero de repente se detuvo, voltee atrás y mi moreno también de ojos grises, sostenía a mi güero de la muñeca, -ya basta Marco  no ves que lo estas lastimando- lo miro con ferocidad, a lo que Marco termino sacando sus dedos de mi interior. -Esta bien, si eso necesito para pagar mi error dejare que me lo hagan, puedo aguantarlo- les dije pero una parte de mi temía, la mayoría solo quería su perdón a cualquier precio. -No digas eso Tom, lo hicimos en la mañana no creo que puedas soportar a los seis otra vez- me aclara mi moreno, Marco me aleja de su cuerpo, -aguantare solo no me desprecien- agarre el brazo de mi sol, para evitar que se alejara. -No te estoy despreciando, solo trato de contenerme- me explica, -recuerda de lo que te hablamos, de que nos pongas en nuestro lugar, pues este es el momento-, entonces entiendo, suelto su brazo, y me alejo un paso. 

-Bueno que tal si mejor vamos a comer- rompe Al el ambiente, -si creo que ya quiero la deliciosa comida de Tom- le continua Emi, -si mis tripas rugen- comenta Ric, así que decido seguir mejor ese ambiente. -Si ya esta servida la comida, solo me falta preparar la bebida- dije señalando la parte de arriba, yo subí primero, hice agua de sandia, luego me senté. Y por primera vez comimos en silencio. Se que dijeron que no me iban a despreciar, pero yo sentía su rechazo, y mas de Marco, una frustración me acongojaba, no sabia que hacer. Terminamos de comer, pronto nos pararíamos y perdería mi oportunidad de arreglarlo, así que me arme de valor. -Tal vez no pueda pagarlo con mi cuerpo, pero si con mi boca- digo con un poco de desesperación. -Enserio Tom- me mira suspicaz Marco y por fin pude deslumbrar una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios, eso es lo que quería lograr. Así que me deslice en mi silla, gatee por debajo de la mesa y me hinque delante de su entrepierna, iba abajar el cierre pero primero quería su permiso. -Claro, si tu quieres- pregunte y el sonrió, -cualquier cosa que hagas, es suficiente para mi- acaricia gentilmente si cabeza, y por fin siento su cercanía otra vez. 

Bajo el cierre, luego su calzón y reboto su falo, estaba duro y eso me ruborizo porque yo lo ponía así. Meto su miembro en mi boca, primero empiezo lamiendo su cabeza, la succiono, y luego la meto toda a mi boca, sentía la arcada pero no me importo, me encantaba tener esa carne caliente. El presemen combinándose con mi saliva, sus vellitos haciéndome cosquillas a mi nariz, mi lengua examinando su extensión, empece a sacarlo y meterlo. Mi garganta era invadida por el, impulsada por mi misma fuerza, tocaba sus bolas con mis manos, y el gemía varonilmente, ante mis actos pasionales que le brindaba por mi perdón. Después de un tiempo empezó agarrar mi cabeza y aumentar las invasiones a mi boca, pero me sentía bien, ante todo esto hasta me olvide el dolor de mi trasero, por este acto de complacencia. Se termino viniendo en mi boca y parte de mi cara, -hay pequeño, si sabes que nos es tu culpa, solo quería sentir tu calor por eso hice esto- me explico, mientras limpiaba el semen de mi cara con sus dedos gentilmente. -Si querías eso, solo debiste de haberlo dicho, y no decirle lo que te dice tu tío. "Ahora como me los vas a recompensar", enserio tu...-. Entonces sucedió demasiado rápido, apenas había metido su falo a su calzón, ni siquiera le había subido la cremallera, se paro de golpe, agarro el plato con el que había comido y lo aventó, estrellandose del otro lado en la pared, haciéndose añicos. -Callate Carlos- le ordeno con fiereza, Carlos también se paro aventado su silla que callo en el suelo, ambos con su ojos grises que demostraban ira, estaban dispuestos a golpearse estoy seguro. Nunca había visto así a Carlos, ya que era el mas calmado, tenia miedo pero aun así debía hacer algo para detenerlos. Me puse en medio de ellos dos, deteniéndolos con mis manos en sus pechos, -basta- lo dije con voz alta, ya que no quería que pelaran por mi. -Estoy bien Carlos, no necesitas defenderme, yo fui el que lo sugirió- le aclare, -solo fueron unas palabras y no me hirieron- proseguí, -y tu no debes enojarte así, yo te lo pedí- ahora le decía a Marco, mas que un regaño era una aclaración. -Pero el te dijo que debías pagarlo, por eso lo hiciste- señalaba a Marco con enojo. -Ya te dije que no fue nada, de todos modos lo iba hacer con todos, pero...- entonces me bajo, me inco en el suelo otra vez, pero ahora enfrente de mi se encontraba la intimidad de Carlos. Baje su cierre, luego baje una poco su calzón y saque su pene, lo introduci en mi boca y empece las embestidas de inmediato. Lamia su glande y succionaba su cabeza, no tardo en salir el presemen y aumente mi movimiento, el solo acariciaba suavemente mi cabello y me encantaba. Se termino corriendo en mi boca por igual y yo lo trague, -esta bien, ves me gusta hacerlo y mas si a ustedes les gusta, si quieren sentir mi calor, a mi no me molesta, porque...-agarre una mano de cada uno y las coloque en mis mejillas, -porque a mi también me gusta sentir su calor y me acaricie contra sus manos rasposas pero cálidas. Pero sentí como ellos con gentileza retiraban su mano, -gracias Tom- dijo Marco pero aun se veía triste, -solo necesitamos espacio- ahora hablo Carlos también con tono amargo. Se acercaron a las puertas negras, cada uno saco una lleve de sus cuellos, las pusieron en el cerrojo y cada uno ingreso a una de las puertas. A la derecha entro Carlos, la cual ya había estado allí cuando trajeron a mi padrastro. Y la otra en la que entro Marco, pero no pude ver nada de lo que había en su interior, ya que estaba en penumbras.

Todo quedo en silencio y yo me preguntaba que es lo que hice mal, -no hiciste nada malo Tommy- dice Lucas como si leyera mi mente, -no es tu culpa, se estira Ric como si fuera lo mas normal del mundo esta situacion. -Si, siempre se ponen así, cuando les encargan misiones especiales- ahora explica Al, -si, de hecho me sorprendió que no se golpearan esta vez- comenta Emi y veo asombro en sus esmeraldas. -Yo creo que es la influencia, que Tom causa en nosotros- deduce Lucas y yo me sonrojo, porque no pensé enserio causara algo como eso, y menos una actitud positiva. -Mas bien lo que ocasiona en mis pantalones, quisiera que me la chuparas a mi- ante su broma, decido tomarla y hacerlo, ya que ya no podía hacer nada mas por mis dos orbes platas, lo menos que podía hacer es complacer a mis demás chicos. Fui hasta donde estaba Ric por debajo de la mesa, baje su pantalón hasta tener su intimidad expuesta y comencé lamiendo entre sus huevos, para empezar a introducir todo su escroto en mi boca. Lo lamia y el gemía, sus vellitos también me hacían cosquillas, pero me encantaba, lo saque. Empece a introducir su falo, pero me di cuenta que el gemía mas varonil, cuando lamia su punta entonces me concentre allí. Succionaba, lamia su hoyito y de vez en cuando metía todo su falo, pero ya cuando se iba venir lo metió por completo y termino sacando su esencia en mi garganta, la cual trague. -Hay Tom enserio eres genial- me acaricia mi mejilla con el dorso de su mano, yo todo sonrojado. Miro mi siguiente entrepierna que le pertenece a Lucas, ya que Emi y Al se encuentran a mis espaldas. Me acerco a ella, no sin antes pedir el permiso de su dueño para complacerlo, el asiente y procedo a encontrarme con un pedazo de carne, caliente y mojado. Accede a mi boca hasta mi garganta, succiono y el gime, procedo a masajear su testículos, el toma mi mejilla y la caricia con su pulgar y me hace ver sus ojos avellana. Yo aun con su miembro dentro de mi boca, sonríe y me dice, -eres hermosos- eso hace que se eleve mi corazón, así que me empiezo a mover con mas intensidad para complacerlo, lo cual hago al escuchar sus gemidos. Continuo hasta que siento como sus bolas se contraen al estar en mis manos, como en liquido que una vez tenían dentro, es vaciado en mi interior, y yo permito su acceso a mi estomago. 

Después sigue mi hércules bronceado Al, ya que se encontraba enfrente de Lucas, saco su erección empiezo con pequeñas lamiditas, luego lo introduzco a mi boca, lamo y succiono los lados y veo que le gusta. Así que comienzo a dar pequeñas succionadas por todo su falo, el gime, introduzco sus bolas y también la succiono. Al empezar a salir el presemen, lo vuelvo a introducir su miembro, sigo succionando hasta que se viene en todo mi cara, -te ves tan sexy-. Lo dice tan galante que me sonrojo, luego baja hasta mi cara y la empieza a lamer, hasta retirar todo su semen, a lo que a mi me molesta un poco. -Yo quería probarte- le reclamo, a lo que el sonríe divertido, retrocede la silla y se inca hasta estar cara a cara con el. Entonces responde -estoces pruebame- y me besa, aun había esencia de el en su boca, así que yo succione hasta ganar los restos, lo saboree un poco con nuestras lenguas en una danza y luego yo me lo trague, a lo que le respondí, -rico-. Y decidí irme con Emi, que ya lo tenia duro como una piedra, primero lamí su humedad que lo envolvía, lo metí, empece a dar las embestidas, mientras mi legua acariciaba ese pedazo de carne, dándole el mayor placer que me permitía su tamaño, succione, y lamí su escroto hasta su glande, luego su hoyito, y lo volví a ingresar a mi cavidad. El agarro mi cabeza y empezó a meter profundidad a su falo en mi garganta, las arcadas ya no me importaban, solo quería el calor que dejaba cada vez que tocaba mas profundo en mi garganta. En un tiempo, aun a ritmo lento, pero compasado al placer, se vino y yo lo trague todo. 

Salí debajo de la mesa, iba dirigirme a mi habitación, ya que mi erección me comenzaba a molestar y no quería que ellos me vieran así. -¿A donde crees que vas?- me agarra Emi del brazo, -si ya nos complaciste, pero aun faltas tu- me señala Ric con una sonrisa burlona. En cuestión de segundos ya me encontraba en su hombro marcado y moreno de mi otro hércules, Al hizo aun lado los platos de la mesa y me acostaron en ella. -No es necesario, ya se me bajara- trato de persuadiros, -no lo creo Tommy es tu turno y no te resistas- dijo Lucas. Bajo mi pans y metió mis bolas en su boca, yo gemía, mientras trataba de liberar mis piernas para pararlo, pero el pans me lo impedía en mis tobillos. -Si, si te vieras, lo erótico que eres- me expresa Emi, mientras ataca uno de mis pezones, y mi bronceado el otro, podía ver sus dos cabellos oscuros en donde antes se veía mis tetillas, las devoraban sin piedad, yo simplemente no podía reprimir mis sonidos obscenos que salían de mi boca. -Solo disfruta princesa- es lo único que dijo mi peli- morado antes de introducir, mi amiguito en su boca. No podía creerlo los cuatro me daban placer al mismo tiempo. -No basta...me volveré...loco- suplicaba, pero solo Ric alejo su boca de mi pene, pero siguió masturbándome mientras me decía, -entonces vuelevete, porque no te vamos a dejar, hasta que te corras, como lo hiciste con nosotros- y volvió a darme placer con su lengua hábil, que recorría cada centímetro de mi amiguito, se sentía tan bien y mas cuando succionaba. -Oh, están pequeño, que cabe sin problemas en mi boca- comento Ric a lo que yo me sonroje, pero no evito que siguiera sintiéndose increíble. Lucas, metía y sacaba mi pelotitas, y las lamia, hasta que me llevo al cielo, inserto su lengua en mi entrada, mis gemidos se hicieron sonoros, ahora si sentía que me volvía loco. -No la...metas...esta...sucio- logre concluir a lo que el dijo, -a mi me sabe a rosas- y siguió con su tarea de hacerme llorar de pasión, y mas cuando mis hercules comenzaron a morder mi tetillas, ellos tocaban todas mis partes sensibles a las ves, en poco tiempo me vine, arqueando mi espalda. -Si que eres delicioso princesa- como siempre su sonrisa burlona y sus ojos esmeralda que me perdía en ellos. -De los dos lados al parecer- por fin mi avellana retiraba su lengua de mi intimidad, y me di cuenta que eso es lo que necesitaba el dolor era casi nulo, tal vez mañana desaparecería. 

-Bueno, creo que lo mejor es llevarte a la cama- propone Al, me sube mi pans, me carga como princesa y me deposita gentilmente en la cama, ellos se empiezan acomodar a mi alrededor, pero los interrumpo. -Faltan Marco y Carlos- ellos me vieron un poco disgustados, pero continué -por favor llamenlos- le solicito, a lo que Ric suspira y me dice -los llamare, solo si duermes desnudo- yo asentí y con dificultan me quite mi pans y lo hice aun lado. -Esta bien, pensé que no la harías- disgustado se acerca alas puertas, toca ambas y les dice -Oigan tarados, Tom quiere que duerman con el- dice sin respeto alguno, yo no lo hubiera hecho así. Pero ya no me podía parar, porque Lucas y Emi ya estaban en mis muslos, Al en mi estomago, y Ric se cercaba para colocarse también en mi estomago. Me iba a quejar, de no haber cumplido su parte del trato, cuando escucho las dos puertas abrirse, -Tom quieres que durmamos contigo- me cuestionaron los dos al mismo tiempo, se voltearon ver entre ellos disgustados. A lo que yo desviee su atención, extendiendo mis brazos y los llame dulcemente, -vengan, déjenme mimarlos-. Ellos me miraron con ternura, se acercaron cada uno por un lado, se acostaron en mi pecho, y empece acariciar sus cabellos. Tarare la canción de cuna hasta que todos se quedaron dormidos, hasta yo, con un deseo en mente, que mañana no sea peor, pero siempre que deseas eso, las cosas se pone peor.  

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).