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Pose por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Holi cómo van, aquí cumpliendo mi palabra, cuarto capitulo de Pose Up!!!


Espero que les guste mucho y lo disfruten.


Como siempre gracias por su apoyo, por leer  y dejar comentarios que me dan vida. Hago esto para el entretenimiento de todas y todos.


De aquí para delante se viene lo bueno en el fic, así que preparasen para una montaña rusa ????????????????

 

 

Desde la revelación de Sasuke, las cosas habían comenzado a cambiar para todos de una vertiginosamente, tanto como para poner de cabeza a toda la familia Uchiha, los hijos de Fugaku y Mikoto Uchiha, habían levantado la bandera de la resistencia, haciendo enfurecerlos.

Sai tenía menos ataques de ansiedad y ya se encontraba buscando una galería de arte para hacer sus exposiciones. Terminó su taller en el pent-house de  Sasuke, que ya no era solo suyo, sino de los tres.

Itachi por su lado estaba trabajando primero que nada en recuperar la movilidad de todo su cuerpo, los ejercicios eran extenuantes y dolorosos, demasiados años en dejarse estar. Sasuke le había dicho que si quería fuese periodistas, pero era algo a lo que ya no le tenía interés, lo que si le gustaría era trabajar en diseño industrial o en marketing, creía tener buenas ideas. Era en algo en lo que podría trabajar mientras volvía a poner en funcionamiento su cuerpo.

Naruto era un tema, efectivamente como Sasuke predijo, el dormir poco le pasó la cuenta, fue tan fuertemente reprendido por los hermanos Uchiha, por apenas dormir para trabajar en sus diseños y de algún modo (a presión de Sasuke), ahora tenía a cuatro costureras muy buenas trabajando para él. Gracias a eso podía enfocarse más en su trabajo, su jefe siempre le permitía escaparse una o dos horas de su trabajo para verificar que todo estuviese bien, claro que el Uchiha le advirtió que no podía dejar de lado sus obligaciones y eso era justamente en lo que más se enfocaba en no meter la pata.

Sus mascotas ya no eran solamente suyas, Sai e Itachi se habían encariñado con las bestias peludas, sorprendentemente Sasuke y Maru-chan congeniaron de lo lindo, el maldito gato mal genio con Naruto que solo lo buscaba para que le diera comida y un poco de cariño, con Sasuke era todo un algodón de azúcar, así que desde que los había llevado al pent-house ya no habían vuelto a casa. Lo que más le enorgullecía era que sus perritos y gato eran limpios, cada uno hacia sus necesidades en sus lugares designados, algo que los Uchiha le alababan. Sus mascotas ahora estaban todas consentidas, incluso Iruka los sacaba a pasear; Sai raptaba sobre todo a Luna llevándola al departamento de recursos humanos, haciendo que todos en el departamento le dieran de comer y mucho cariño.

Naruto apenas pasaba tiempo en su casa, casi siempre terminaba quedándose a dormir en el hogar de los Uchiha, sí, era el hogar de los Uchiha, pero tanto Sai como Itachi se habían instalado en el hogar de Sasuke, éste se quejaba que era increíble que viviesen como ocupa en su pent-house, cuando ellos tenían su hogar y un horario rígido, no flexible como el de su asistente.

Los padres de los Uchiha no estaban muy contentos por esto, Fugaku Uchiha era el más molesto, habían tenido una fuerte discusión por haber comenzado a vivir los tres juntos, aún no sabían que Naruto y Minato prácticamente vivían ahí también.

Minato ya no cruzaba palabras con Kushina, y era bien sabido en toda la empresa que había una batalla campal por la demanda de divorcio impuesta por el Namikaze, se decía que sus hijos estaban muy enojados con él por hacer sufrir a su madre, pero él parecía darle igual haciendo de eso la comidilla de toda la empresa.

Sasuke y Naruto fueron testigos de cómo Fugaku, Mikoto y Kushina se lanzaron contra el Namikaze en un claro sabotaje para que no llevase adelante la demandada de divorcio a cabo, amenazándolo con hundirlo  y sacarlo de la empresa, entre otras cosas.

Lamentablemente el tiro salió por la culata, el Namikaze se negó  a aceptar las amenazas en su contra, diciendo que no había mucho que perder, porque Sharingan-Corp y Sasuke, para la furia de sus padres, lo habían apoyado en todo, así que no  tenían con qué evitar el inminente divorcio, para furia de Kushina.

Años de aguantar tantas cosas, al fin Minato tenía todo lo que necesitaba para obtener su ansiada libertad, estaba sumamente agradecido con los hermanos Uchiha y con Naruto que era quien más ayuda le prestaba en organizar los papeles de divorcio, incluso lo puso en contacto con un excelente abogado que se especializaba en separaciones.

Era joven pero lo que le faltaba de edad lo tenía en osadía, Shino Aburame, era uno de los más feroces abogados de la nueva generación de Japón. Shino estaba dispuesto a todo para que su cliente obtuviese la firma que tanto añoraba.

Kushina Uzumaki estaba furiosa, más que eso, iracunda, Minato era suyo, era su juguete, pero se había envalentonado tanto que le había mamando esa maldita demanda de divorcio. Lo peor era que sin ningún duro para ella, por indemnización Minato tenía exámenes de sangre en donde se mostraba el uso de sustancias nocivas, incluso constatación de lesiones, informes sicológicos, y declaraciones juradas de al menos diez testigos que decían que él estaba hace casi un año viviendo en las dependencias de la empresa. No comprendía cómo a Minato no le importaba exponerse como victima de violación por una mujer, cómo no le daba vergüenza. Lo peor no era eso, sino que el tema de Naruto había salido a colación, y eso era lo más delicado, porque se había inmiscuido la policía.

Deidara parecía alma en pena, ni siquiera tenía energías para discutir o gritarle a alguien, desde el proceso de divorcio en paralelo se reabrió la investigación de desaparición y presunta muerte de Namikaze Naruto. No entendía por qué su padre hacia tanto problema por un mocoso de mierda llorón, un bastardo.

En primer lugar ese adefesio jamás debió de nacer, con solo recordarlo le daba una cólera, su papá siempre pendiente del mocoso chico, dormía con él, le cantaba, jugaba solo con él, lo cuidaba como si fuese un tesoro, lo quería con locura, lo miraba con tanto amor y nunca comprendió por qué. Hasta que los escuchó pelear a sus padres por Naruto, ahí descubrió que era productos de una infelicidad de su padre, de ese momento le tomo saña a esa peste con pasta.

Usó a Yahiko su hermano mayor, para molestar y acosar a la basura pestilente, comenzaron a golpearlo, a molestarlo tanto que Naruto comenzó hacerse pipi por cualquier cosa, haciendo que más lo molestaran. Entre más reprimenda su padre les daba, más pesados con el mocoso eran.  Hasta que un día harto de su comportamiento para con Naruto, su padre amenazó con abandonarlos a todos en irse con Naruto lejos de ellos, sin impórtales un carajo algo. Él, Deidara, tenía diez años y Naruto cuatro, se negaba hacer el hijo de un matrimonio divorciado, todos sus amigos lo iban a molestar, sería una vergüenza y él se negaba a serlo, escuchaba a su madre que repetía que si Naruto no existiese, nada de eso pasaría.

Así que un día jugando en el parque Yahiko de trece años y él comenzaron a asustar a Naruto hasta un peligroso risco que había casi al final del parque y luego un corrientoso río. Aún recordaba como Naruto tapaba sus odios con sus manos para no escuchar las palabras hirientes de ellos, diciéndole que no eran hermanos, que era un bastardo recogido de la basura, se rieron de él hasta hacerlo llorar de desesperación. Él, Deidara, fue el que más se ensañó golpeándolo con furia, Yahiko trató de detenerlo, pero él fue más rápido y con todas sus fuerzas empujó a Naruto para que cayera por el risco, así desaparecer de su vida aquello que la estaba arruinando.

Yahiko gritó, su madre que veía de lejos lo que hacían les vociferó, Un chillido de miedo se escuchó de parte de Naruto y luego nada. Los tres, Yahiko, su madre y él inmediatamente se asomaron al filo del risco para ver a Naruto, estaba flotando el río tiñendo las aguas de carmín por la sangre.

Kushina los tomó y salieron corriendo de ahí gritando por ayuda, dijeron todos que había sido un accidente, pero en el fondo se alegraban de que estuviese muerto.

Recordaba como tuvieron que inventar que había sido un accidente, Yahiko no estaba de acuerdo con mentir, tenía que reconocer que la hermandad de ambos se resquebrajó para siempre. 

Deidara no se había arrepentido de lo que hizo, esa mierda de ser humano le daba igual, mejor que estuviese muerto. Lo que le preocupaba es que supiesen que fue su culpa, su papá lo sabía, seguramente le diría a los detectives que sabía que uno de sus hijos era el responsable de la desaparición y posible homicidio de Namikaze Naruto, eso le aterraba.

 

Minato veía como los tres hermanos Uchiha cuchicheaban en el desayuno, esa mañana Naruto no estaba tenía hasta las once de la mañana libre, porque Sasuke lo mando al médico parecía constipado el doncel.

- Bien qué os pasa – No aguantó su curiosidad ante el cuchicheo de los hermanos. Vio como los chicos se miraban entre ellos, tratando de ver qué le decían – En qué cosa misteriosa están metidos –

- En nada Minato-San – Sai contestó primero – Estamos hablando de Navidad –

- Pero eso queda un poco más de un mes – Enarcó una ceja, en verdad era cosa de ellos si le contaran pero esa excusa, era molesta.

- Así es, pero madre está con los preparativos para navidad, sabe que ama celebrarla, pero nosotros no queremos asistir a su fiesta, queremos hacer algo por nuestra cuenta – Explicó Itachi.

- Eso será un problema – Minato lo pensó – Mikoto invita a toda la crema y nata de sociedad japonesa en esas fiestas, Fugaku por su parte invita a todos esos empresario, obviamente los querrá ahí –

- No iremos – Sasuke dijo bajando su taza de café – Eso estamos hablando, cómo se van a tomar la noticia –

- Chicos qué pasa – Minato los miró serio – Sé que las relaciones con los padres son complicadas. Yo no hablo con mis padres, y sé que mi padre está con cáncer terminal, pero no lo puedo perdonar. Yo como padre he sido un fracaso, Deidara es caprichoso, mal educado y muchas veces maligno – Aceptó ante la sorpresa de los Uchiha – Lo sé, y Yahiko no sé en qué está pensando la mayoría del tiempo, y nunca fui capaz verdaderamente de cuidar mi tesoro – Quemaba laceraba hablar de Naruto de hecho no sabía si los hermanos Uchiha se acordaban de su pequeño hijo – Así qué sé que no tengo derecho, pero qué pasa con sus padres, por qué de pronto le están haciendo la guerra –

- Papá quiere que me case, está empecinado en casarme con un tal Shin Shimura – Sai le dijo al mayor – Por negocios, ni que fuese una moneda de cambio. Usted sabe lo mal que puede salir eso. Tampoco me dejan hacer lo que amo ser pintor, así que estoy cansando, tengo vientres años, estudié ingeniería en recursos humanos obligado por ellos, no he vivido como he querido – Se sinceró el doncel – Estoy cansando Minato-San de hacer cosas que odio para la satisfacción de ellos –

- No va a pasar Sai, no te casaras con nadie que no quieras – Minato le tomó la mano – Te ayudaré en todo, tú no te casaras, a menos que tú quieras hacerlo –

- Gracias –

- Desde quedé en silla de ruedas, deje de ser un adulto, parezco un bebé, mamá piensa que puede manejar mi vida a su antojo, vendieron mi departamento sin mi consentimiento, mientras estaba en coma, y de ahí ya soy una persona con opinión –

- Te dije que comenzaras tu rehabilitación hace un año atrás – Minato lo miró feo – Sé que no estabas bien, pero Itachi, tú no eres culpable de nada de lo que sucedió, fue Deidara, ni siquiera sé, cómo no está en la cárcel por ese maldito accidente –

- Porque Kushina le lloró a nuestros padres, por apariencias y evitar quedar mal, era mejor mentir  y dejar pasar que por estar drogado chocó el vehículo a casi ciento veinte kilómetros por hora contra una barrera de contención, dar vuelta el maldito auto, salir de ahí casi sin rasguños y dejar a mi hermano inconsciente hundiéndose en el río – Siseó Sasuke – lo dejó lisiado y en coma por semanas, si no fuera porque habían más autos transitando, que se prestaron ayudar a Itachi, estaríamos contando una historia diferente en estos momentos –

- Buenos días – Naruto llegó cortando la conversación.

Sasuke miró al muchacho, parece que la muerte estaba detrás de él, llevaba una mascarilla, el maquillaje estaba mal, hasta la peluca que siempre estaba tan prolijamente peinada, ese día no.  Hasta la ropa, no iba como el espantapájaros como en archivos, pero si una ropa muy holgada y cómoda, incluso iba con zapatillas.

- Dobe, qué demonios – Sasuke fue a su lado preocupado por su estado.

El Uchiha fue a su lado en todos esos meses juntos, ya era más que suficiente para Sasuke, para saber que la relación que tenía con Naruto, iba más allá de jefe y subordinado. Eran amigos, muy buenos amigos, en toda su vida nunca había podido conectar tan bien con alguien, Naruto solo tenía que verlo para saber qué pasaba por su cabeza; los días que se quedaban trabajando horas extras se disipaban de ello, hablando de la vida, se podían largar horas hablando de cosas, su asistente era un muy buen amigo, como nunca soñó tener.

- Cambié la hora para el doctor, pedí la primera, les lloré diciendo que mi jefe es malo conmigo – Puso ojitos de víctima, parecía un cachorro abandonado bajo la lluvia, así todo gripe – El médico dijo que tenía bronquitis obstructiva aguda…Oye Teme bájame Dattebayo – Su jefe lo alzo en el aire para acomodarlo en sus brazos, como si fuesen recién casados.

- Te vas a la cama – Sasuke fue tajante – Iruka prepara aguas de hierba con limón y miel para Naruto, por favor, también enciende el purificador de aire, y prepara comida ligera para este Dobe enfermo – Terminó de decir desapareciendo en las escaleras.

- Iré por Shikamaru – Sai dijo mientras iba a buscar al segundo asistente de Sasuke, que era también otra joyita como Naruto, de hecho también había pasado desapercibido en el departamento de mensajería.

Shikamaru Nara era muy inteligente, pero le gustaban las cosas fáciles, en donde pudiese sacar la vuelta, por eso era tan bueno en mensajería, terminaba de hacer las cosas con rapidez y prolijidad, para quedar libre. Su único fallo fue Naruto, que se dio cuenta de lo inteligente que era y lo bueno en su trabajo, lo cazó con un buen sueldo.

Minato se incorporó para ir a ver a Naruto, no sabía por qué, quizás porque compartía el nombre con su hijo y además porque estaba cercano a la edad de su hijo, solo que era un año mayor que su bebé.

Escuchó como esos dos peleaban de lo lindo, Sasuke le estaba diciendo que se cambiara pijama y se sacara la peluca. El Namikaze tenía mucha curiosidad por saber la razón detrás de usar peluca y tanto maquillaje, no es que le quedara mal, porque el chico tenía un excelente manejo del arte del maquillaje, pero era demasiado lo que usaba en el rostro, pero el hecho de usar lentillas de color, peluca y maquillaje de tanta cobertura, por alguna razón lo hacía, además de de gusto, pero eso le gustaría saber.

- Mierda Naruto – Sasuke se quejó del menor furioso – Deja la estupidez, estás asquerosamente enfermo, mira tus ojos están irritados, sácate esas lentillas y la maldita peluca que más fiebre te va a dar –

- Te dije que no Dattebayo – Se cruzó de brazos para colocar énfasis en sus palabras – Déjame ir a casa –

- Quién te va a cuidar, al menos aquí está Iruka, ni de  coña Dobe te vas de aquí, y sácate toda esa mierda ¡Ya! O te la sacaré yo –

- Eso es violencia y si lo haces me voy de aquí para siempre –

- A qué mierda le tienes miedo, tu madre no está aquí, y definitivamente estoy seguro que feo no eres – Sasuke también se cruzó de brazos furiosos.

- No sé – Aceptó el doncel – Es solo que nunca he dejado que nadie me vea como soy, mi madre me ha metido tanto terror que no lo sé…¡¡Sasuke No!! – El Uchiha trató de sacarle la peluca.

- Sasuke, para – Minato entró en la habitación, escuchar gritar a Naruto lo agitó a tal punto que tuvo que intervenir.

- Pero está enfermo y necesita quitarse esa mierda –

- Lo sé, pero no lo obligues, si no quiere mostrar su apariencia real, por algo será, déjale, ve por una gorra y unos lentes de sol, así estará más cómodo –

- Minato-San ¿está de coña? – Sasuke no lo podía creer, era su maldita oportunidad de ver al fin a Naruto y no podía.

En todos esos meses, el menor era lo suficientemente inteligente para evadir que lo viera real, como cuando iban de viaje siempre gorra y lentes de sol antes de bajar del avión para pasar por  adunas y policía internacional, para luego correr y colocarse las lentillas y maquillarse. Lo único que pudo divisar eran unas cicatrices en el rostro, tenía intenciones de decirle que ya lo sabía, seguramente   eso era lo que no quería que viesen.

- Haz lo que te digo – Insistió el mayor, caminado hacia Naruto para tocar su frente – Naruto estás ardiendo en fiebre, ve al baño a quitarte todo eso y colocarte pijama, te pasaremos una mascarilla nueva, una gorra y lentes, para que estés tranquilo, nadie te espiara – Lo ayudo a levantarse de la cama en donde estaba sentado – No te enfríes – Le pasó el pijama con su mano desocupada, pijama que segundos antes Sasuke había lanzado a la cama.

El Uchiha salió del lugar con un bufido en busca de esas cosas, dejándolos solos, Naruto no iba todavía al baño a vestirse. El mayor se rió al ver la peluca del chico toda desarreglada, se veía tan mono.

- Vamos ve a cambiarte pequeño – Apuró para que no tomará tanto frío.

Sasuke regresó con lo pedido minutos después, el rubio aún estaba en el baño, Minato aún lo esperaba, estiró la mano para tomar las cosas para el Doncel.

- Se los puedo pasar –

- Sasuke, el chico no quiere mostrarte algo por alguna razón, sé que tu  paciencia está llegando a su límite pero, déjale en paz, está enfermo por el amor de Dios –

- Voy con Shikamaru, vendré más tarde a chequearlo – El Uchiha no estaba tan convencido de irse pero la mirada de Minato, lo hizo girarse.

Sasuke saludó a Rock Lee, el fisioterapeuta de Itachi, ya estaban haciendo los ejercicios matutinos, el chico estaba todo el día con su hermano, lo contrató para tener a Itachi como paciente exclusivo, así estaba con él todo el día. Lee era muy peculiar, demasiado energético, gritón, de carácter muy alegre, era el sobrino de un amigo de Kakashi, él lo había recomendado de hecho.

En su oficina ya estaba Shikamaru, cabello negro y ojos marrón, con cara de pereza extrema, era un varón alto y delgado, el chico  observaba las notas de Naruto. En qué momento lo había hecho, a pesar de todo su trabajo y enfermo, era algo de elogio en el doncel, tenía una resistencia monstruosa, además de terco como mula, por llevar a cabo todas sus responsabilidades.

- No hay muchas reuniones el día de hoy, si quiere puedo quitar algunas y moverlas –

- No, después tendré muchas más –

- Bueno, voy a reconfirmar las reuniones – Shikamaru observó a su jefe, aunque no le dijera nada, estaba preocupado por Naruto.

- Vamos a trabajar…

Yahiko Namikaze, había preguntado a casi todos por su padre, pero nadie sabía en dónde estaba, miró con detención la puerta de la oficina del presidente, odiaba molestar a Sasuke, pero seguramente él sabría dónde estaba su padre, ya que ni siquiera le contestaba el teléfono.

Tocó la puerta, ya que el segundo asistente no estaba en su puesto, de inmediato escucho un pase.

- Buenos días Sasuke –

- Buenos días Yahiko – El Uchiha miró al hijo mayor de Minato y Kushina, cabello cobrizo desordenado, ojos marrones, de un metro con ochenta y dos, un varón. – En qué puedo ayudarte –

No veía a Yahiko en meses, estaba radicado en Corea del Sur, el no trabajaba en la compañía, había fundado una de marketing y  publicidad, no era ni por si acaso tan grande como el conglomerado, pero con  el suficiente dividendo para tener una buena vida. Era el único Uzumaki a parte de Nagato a quien soportaba Sasuke.

- Padre no atiende el teléfono, y nadie sabe dónde está, pensé que podrías saber –

- Sí, está en mi pent-house – El Uchiha dejo de lados los papeles – Espero que no vengas a tratar de convencerlo de divorciarse – Sabía que el único que tenía el poder de hacer cambiar de opinión a Minato era Yahiko.

- No, es hora de que al fin sea libre –

- Sube – Apuntó hacia la puerta blanca, Sasuke le dijo eso luego de meditar un poco, Yahiko parecía sincero.

- Gracias –

Minato estaba con Naruto, el rubio no era bueno para quedarse acostado padeciendo su enfermedad, tenía una laptop sobre sus piernas, y movía sus manitos con rapidez.

- Naruto por el amor del señor, descansa, te dolerá aún más la cabeza –

- Minato-San usted estuvo enfermo hace unas semanas y si no fuera por Itachi no se hubiese cuidado – dijo con voz acusadora haciendo reír al mayor.

- Culpable – Rió y sacó la lengua – Por lo mismo cuídate –

- Tengo que ir al baño – Anunció el menor levantándose – Woo – Se mareo por lo que tuvo que sentarse abruptamente sobre la cama.

- Papá – Yahiko fue recibido por Iruka quien le dijo que Minato estaba en la tercera habitación subiendo las escaleras. Vio a Itachi con un peculiar chico haciendo ejercicios en la terraza, eso le alegro mucho, e Iruka estaba tan ocupado cocinando que le dijo que fuese tranquilo en busca de su padre.

-Yahiko – Dijo sorprendido el Namikaze de ver a su hijo ahí – Cuando llegaste de Seúl –

- Hace unos días, madre no me dejaba en paz, ya me entere, y no pongas esa cara no tengo intención en hacerte de cambiar de opinión, más bien estoy dispuesto a darte mi apoyo, he estado pensando varios días antes de venir quiero hablar sobre Naruto – Dijo de sopetón y directo al hueso, era la forma más fácil de hablar de aquello.

- ¿Sobre mí? – Naruto dijo inocentemente al escuchar su nombre.

- No, Naru, no es sobre ti quien habla mi hijo, mira te he hablado de él es Yahiko mi hijo mayor – Minato se sintió incomodo, Yahiko solo lo había largado sin percatarse de que no estaban solo – Hijo te presento a Naruto Rumikawa es el asistente de Sasuke, está enfermo por eso está aquí –

- Hola – Yahiko extendió su mano para tomar la derecha del chico tan peculiar que llevaba una mascarilla, anteojos de sol y un gorro escondiendo por completo su apariencia, pero ese chico  casi lo hace desmayarse cuando había preguntado si hablaba de él. El joven la tomó con su propia mano derecha en donde el hueco que dejaba el dedo pulgar e índice tenía una cicatriz redonda, como si fuese una cicatriz por quemadura de cigarrillo.

- Hola, Minato-San me ha hablado de usted, un gusto – La soltó de inmediato sintiéndose incomodo, no sabía la razón siempre le pasaba con el psicópata de Deidara, con la esposa de Minato y ahora con ese chico. Se sentía ansioso cerca de ellos y no comprendía muy bien la razón.

- Padre necesito hablar contigo – Insistió al tiempo que Naruto comenazaba con una compulsiva tos.

- Dónde vas – Minato se levantó con rapidez para ayudar a Naruto que se levantó y comenzó a moverse, se dio cuenta que iría al baño – Yahiko porque no lo vigilas, está muy resfriado, iré por más agua –

- Sí claro – Aceptó un tanto contrariado  por la preocupación de su padre por el chico – Oye no cierres la puerta con pestillo – Le dijo a Naruto en caso de que necesitara ayuda.

- está bien –Dattebayo – Contesto cerrando la puerta tras de sí, dejando aún más nervioso a Yahiko.

Naruto seguía tosiendo, se había sacado todo lo que llevaba sobre su rostro, odiaba tener que llevarlos, pero de verdad no quería que Sasuke, ni nadie viese sus asquerosas cicatrices, las odiaba. Había ido al dermatólogo para ver la posibilidad de removerlas, pero le dijeron que era casi imposible y sumamente doloroso.

Yahiko, estaba perturbado, era la mejor manera de describirlo, un chico que se llamaba Naruto y tenía una cicatriz en el mano con forma de redonda, la misma que años atrás Deidara le hizo a su hermano menor con un cigarrillo que él, Yahiko, estaba fumando.

- Qué pasa hijo, que es lo que tienes que hablar ahora casi veinte años después sobre Naruto – Minato dijo al entrar  a la habitación con una jarra de agua de hierbas para el menor.

- Por qué ese chico esconde su rostro –

Minato lo escuchó, parecía ansioso por la respuesta – No lo sé, nadie lo sabe, creo que es un tema con alguna parte de él y su madre, por lo que le entendí a Sasuke, pero usa peluca, mucho maquillaje y lentillas – Sonrió al recordar al Uchiha – Sasuke intenta por todos los medios que le muestre su rostro, te negaría si te dijera que también estoy curioso –

- Claro, entiendo –

- No es tu hermano, Yahiko – Dijo de pronto Minato con dolor – tiene un año más que nuestro Naru-chan, además nació un cuatro de enero, y es de Kioto –

- No estaba pensando en eso – Obviamente era una mentira, porque si lo pensaba pero no se lo iba a decir.

La voz de Iruka desde abajo llamando a Minato cortó al conversación, el mayor salió de ahí casi de inmediato, otra vez.

Naruto tiró la cadena del wáter, para luego lavar sus manos a consciencia. Mojo su rostro con deliciosa agua helada, odiaba enfermarse, porque de hecho rara vez le pasaba, ese mes no tuvo suerte se terminó resfriando, quizás sus defensas habían caído un poco, por su continuo descuido al dormir y comer, tendría que comenzar a cuidarse.

Miró con cansancio todo eso que tenía que ponerse para su rostro, no le apetecía, pero tampoco que lo viesen, fue a tomar el gorro, cuando nuevamente se mareo, su vista de pronto se nublo,  y su consciencia se fue a negro.

Yahiko escuchó el golpe del choque del cuerpo de Naruto con el suelo de porcelanato del baño, inmediatamente abrió la puerta para ir con el chico que su padre lo estaba cuidado, lo vio tendido en el piso con un brazo sobre su rostro.

- Naruto estás  bien – Se agachó para ayudarlo, casi se orinó en los pantalones cuando vio al chico.

Naruto abrió sus ojos moviendo su brazo, dolía parte de su cuerpo y su cabeza punzaba como si estuvieran enterrando clavos en ella, se quejó levemente, al tiempo que se movía ido, unas manos lo detuvieron de moverse.

- Espera un poco Naru – Yahiko apenas le habló – Si te levantas te puedes volver a desvanecer –

El doncel llevó a su mano al rostro aflijido, alguien había visto su rostro, quiso llorar, quizás por eso a Yahiko le costaba hablar. Por otro lado no quería que él le dijese alguien lo que había visto.

- Tranquilo, no le diré a nadie que te vi – Yahiko le sonrió, ayudando a Naruto a levantarse levemente para dejar su cabeza sobre sus propias piernas – Esperemos a que te sientas mejor vale –

- Gracias- Dattebayo – Dijo – Son muy horribles –

- No, no lo son – Nunca lo han sido pensó Yahiko,  viendo las cicatrices tres cicatrices en cada mejilla de forma horizontal como si fuesen bigotes – Cómo te las hiciste –

- No lo sé, no recuerdo – Contestó – Sabes no lo sé, no recuerdo mucho de mi niñez, como de los seis y siete años recién tengo vestigios de mi niñez – Susurro contando algo que a nadie le había dicho, quizás por su enfermedad lo dijo – No me gusta mi aspecto –

- Eres un tontito – Tocó la nariz del chico con cariño – Eres hermoso, tus cicatrices no son nada, te ves lindo así como eres, con tus hermosos ojos azules y cabello rubio desordenado –

- Igual no me siento preparado, mi madre odia mi aspecto –

- Bueno ella debe estar loca, cómo se llama –

- Yurika Rumikawa – Contestó.

- Te sientes mejor –

- Sí –

- Bien – Lo ayudo con cuidado a levantarse y sentarlo en el inodoro, tomó los artículos sobre el mesón del lava manos, lo primero que puso fue el gorro sobre la cabeza del rubio – Escondamos ese hermoso cabello rubio – colocó después con cuidado las gafas de sol – Esos hermosos ojos azules, es una crueldad esconderlo también y por ultimo ten – Le pasó la mascarilla, abrió la puerta cuando Naruto estuvo listo y lo tomó en brazos para sacarlo de ahí.

- Qué pasó – Minato había vuelto recién.

- Ve por el enfermero o médico que tenga el edificio, Naru se desmayó – Dijo – Pero antes ayúdame a recostarlo –

- No estoy inválido – Naruto se quejó.

- Nadie dijo eso, solo estás muy resfriado y estas siendo porfiado, pequeño – Retó Yahiko con ayuda de su padre deposito al chico en la cama para taparlo después.

Minato volvió a desparecer, ambos se quedaron en silencio, sin saber qué decir, Yahiko estaba desesperado, quería salir de ahí pero tampoco quería salir de ahí, era extraño, diez años de su vida gastados en buscar respuestas, y la respuesta estaba ahí.

- Estás bien Dobe – Sasuke entró al lugar visiblemente preocupado, observo como Yahiko tenía la mano derecha de Naruto entre sus manos, y no por alguna razón no le gusto verlo.

- Sí, solo me desmayé Dattebayo – Naruto quitó la mano que tenía Yahiko sostenida, un poco incomodo de la mirada de Sasuke.

- ¿Solo te desmayaste? – El Uchiha estaba molesto, sacó su teléfono – Shikamaru, aplaza reuniones que teníamos para la tarde y cambia todas las reuniones para acá, el almuerzo en el Santoria cámbialo, vamos almorzar acá pide delivery del Santoria dile que es para nosotros, y que serán veinte servicio completo y pide un garzón, todo para las dos de la tarde –

- Sasuke, por qué estás cambiado todo, quizás los inversionistas sudafricanos no van a querer venir –

- No seas idiotas, ellos quieren más esto que nosotros, además A Raikage es una persona muy especial y más su hermano Killer B – Sonrió a recordar al último – Seguramente se llevaran bien, Yahiko porque no te quedas a comer, y acompañas a Itachi –

- Gracias, te dejo en las mejores manos Naru, Cuídate – Le dio una caricia a la cabeza del menor.

Yahiko bajó las escaleras queriendo desamorarse, pero no podía, así que caminó queriendo salir de ahí con rapidez de ahí. Quería esconderse y llorar como un loco.

- Yahiko estás bien – Itachi se acercó en silla de ruedas preocupado por la cara de su amigo – Cuándo volviste –

- Hoy, vine hablar con mi papá –

- Peleaste con él –

- No, nada que ver –

- Yahiko, te conozco desde hace siglo, qué mierda te pasa para tener ganas de llorar – Itachi lo conocía bastante bien, y sabia que solo había una cosa que lo descolocaba así y eso era Naruto.

- Tu sabes cuánto he sufrido por Naruto – Le dijo, porque tenía que decirle a alguien.

- Te afecto conocer a Naruto – Solo pensó que eso podría afectarlo, aunque ambos no tenían nada en común.

- Sí, demasiado, porque él es mi hermano…

 

Notas finales:

Veremos como avanza la cosa, qué hará Yahiko ????


Hagan sus apuestas, leo sus teorías, porque amo cuando tratan de deducir la historia jajaja.


Nos vemo en Shisa Mañana, si no lo han leído se los recomiendo harto porque es una de mis obras maravillosas (inserte meme de antonio banderas) 


Nos leemos mañana 


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