mi corazón late a mil por hora, tengo miedo mas no me importa, el simple hecho de sentir el aire golpear mi rostro me tranquiliza, mas el sentir el calor de alguien que no fuese de mi familia, si no de este chico que en menos de unas horas me ha hecho sentir mejor que ningún otra persona en toda mi vida.
- llegamos.
dijo después de haber conducido un buen rato.
- ¿dónde estamos?
- en mi lugar secreto.
contestó mostrando alegría en su voz, al tiempo que me ayudaba a bajar de la moto.
- ¿que tan lejos estamos?
cuestione al sentir que mi celular no paraba de sonar.
- a más o menos 1 hora lejos de la ciudad y como a 30 minutos de donde antes solía vivir, pero no te preocupes por eso, es un lugar hermoso, se que te gustara.
me siento sorprendido, no sentí que hubiera estado manejando tanto tiempo, mi nerviosismo vuelve de golpe, no solo por no saber tan siquiera donde estoy, ni que hay a mi alrededor, si no por algo que no logro entender.
- ven sígueme.
toma mi mano, después de esas palabras, para así ayudarme a caminar entre lo que siento son arbustos, árboles y una que otra planta que no logró identificar,más eso no importa, el ambiente huele a hierba, un aroma agradable,más aún al escuchar el canto de algunas aves cerca de nosotros.
- siéntate aquí.
pidió y yo obedecí, sentándome sobre lo que creo es su chaqueta, sintiendo con mis manos el pasto y su fría y húmeda tierra.
- hace un momento dijiste que era tu lugar especial, ¿por que me has traido aquí si solo me conoces desde hace unas horas?
una pequeña risilla se escuchó de sus labios mientras se sentaba a mi lado, en una parte de su chamarra.
- mis hermanos dicen que hago muchas cosas estúpidas y a locadas que pueden llevarme a la ruina en algunas ocasiones, supongo que es por eso. - rió un poco más al terminar esas palabras, más presto seriedad y continuó- bueno por eso y ...
detuvo sus palabras recargando de nuevo su cabeza en mi hombro,suspirando con fuerza, más aquel suspiro denotaba un poco de tristeza, sonaba igual que saga cuando parecía no poder más.
- ¿y?
pregunte, y el guardo silencio por algunos segundos.
- no lo se, bueno, si lo se, pero es estúpido, la cosa es que, - sus palabras se escuchan cortadas, como si le costara decir el motivo- tal vez tu no puedas ver, más yo sí puedo verte, y tu rostro, bueno todo de ti, me recuerdan al como me veia yo años atras, pareces triste, solo, y lo que dijiste en la barra solo me lo confirma, y por eso yo quise traerte aqui,; este era el unico lugar que me hacia sentir bien, cuando me sentía así, cuando estaba triste, cerraba los ojos y guardaba silencio, dejando que todos los sonidos del ambiente me ayudaran a sobrellevar las cosas...
guardó silencio tras decir aquellas palabras, mientras que inconscientemente un pequeño suspiro se escapó de sus labios, sorprendiendome por completo, no se como reaccionar, todo esto es nuevo y extraño para mi.
- gracias.
fue la única palabra que pude pronunciar, sintiendo como en mis labios comenzaba formarse una sonrisa, estaba feliz, genuinamente feliz, sin saber el motivo pero feliz, aquel chico, todo lo que expresaba, su comportamiento, todo, lograba hacerme feliz, como nunca antes, al grado que ni siquiera parecía importarme que solo le conocía hace pocas horas, pues en ese poco tiempo, me hizo sentir como nunca nadie.
el silencio reino un poco, fue cuando por fin pude escuchar todo a mi alrededor, el viento soplando y chocando con las hojas de los árboles, los pajarillos cantando tenuemente, incluso la suave respiración de radamanthys, quien con total confianza se recostaba en el pasto, usando mis piernas como almohada.
- ahora por fin tendré un bonito recuerdo en este lugar.
sonreí al escucharlo.
- eres muy extraño y un poco loco.
le dije sintiendo una gran tranquilidad causada por todo el ambiente que nos rodeaba.
- me lo dicen a diario, eso y muchas cosas más que no valen la pena repetir.
usó un tono alegre al decir esas palabras, más todo este tiempo en la oscuridad me han enseñado tantas cosas, una de ellas es, que detras de cada palabra pueden esconderse muchas cosas.
- ¿porqué estabas triste cuando venías aquí?
cuestione casi por impulso sintiendo como radamanthys se levantaba de mis piernas, quedándose en silencio, haciéndome sentir que me miraba.
- no era un niño muy querido en mi familia, desde pequeño solía pasar todo el dia en el parque que estaba frente de mi casa y eso a mis padres no les importaba en lo más mínimo, hasta que un dia por una estupidez a mi pensar, me alejaron del parque y me encerraron en un lugar horrible - suspiro con fuerza- uno que me dejo loquito de por vida, pero bueno este lugar fue el mejor tratamiento cuando ya no quería seguir, me trae mucha paz, y espero que ati tambien te lo traiga.
sus palabras siguen escondiendo muchas cosas, más no quise seguir preguntando más, se notaba que no quería hablar de tema.
- perdon por preguntar.
me sinceré sintiéndome un poco culpable, escuchandolo sonreir, colocándose frente mio, sorprendiéndome un poco, aquel chico parecía estar lleno de energía, moviéndose demasiado.
- no importa, tu me contaste parte de tu vida y yo hice lo mismo, así que da igual, es el pasado, y ya no importa. que se jodan todos.
se levantó con rapidez al decir esas palabras, siguiendo frente mio.
- hay un lago frente a muy pocos minutos de aquí. ¿quieres ir ? , la verdad es que yo tengo muchas ganas de nadar.
asentí con la cabeza, levantándome solo,buscando el hombro de radamanthys imaginandolo más alto de lo que era, tocando sin querer su mejilla, era suave, en ella no habia rastros de vello facial,moví un poco mi mano,tocando ahora sus labios, los que silenciosamente formaban una sonrisa,haciéndome sonreír a mi tambien, continúe tocando con las yemas de mis dedos, llegando a su barbilla, su cuello, hasta llegar a su pecho,parecía ser un chico fuerte,continúe un poco mas hasta sentir uno de sus pezones, haciéndome quitar mi mano al instante.
- invitame un cafe primero ¿no? por que no soy de esos chicos fáciles sabrás.
inmediatamente me disculpe, mientras el se reia de mi, alejándose un poco, caminando un poco por la hierba, escuchándolo romper lo que se escuchaba era el trozo de un árbol.
- ten, esto te servirá como basto, supongo que te ha de ser molesto, depender de los demás para ir a cualquier lugar, con esto supongo tendrás más autonomía.
coloco una rama de árbol en mis manos, era larga, olía a madera fresca y era perfecta para que pudiera caminar por mi solo.
agradeció aquel gesto, mientras el comenzaba a caminar, describiendome tras cada paso, todo aquello que nos rodeaba, incluso lo que habia en el piso, para así supiera que habia frente mio y no tropezar.
- llegamos.
me dijo mientras me explicaba que el se quitaria los zapatos y la camisa, y que yo hiciera lo mismo, más negué con la cabeza, usando el bastón improvisado para llegar al hasta el piso, sentándome sobre el pasto.
- no se nadar, pero tu diviertete.
conteste con un poco de vergüenza y desgano, escuchandolo acercarse a mi para tomar mi mano y levantarme.
- dijiste que querías venir, así que nada conmigo, por favor, yo te enseño, ademas no es muy profundo, te llegara un poco más abajo de la barbilla el agua.
por un momento pensé que obligaría a ir con él al agua, más no lo hizo, tomó mi mano y no la soltó, más espero mi contestación, aquello me parecía extraño, estaba acostumbrado que a regañadientes me obligaran ha hacer las cosas, más radamanthys no lo hizo, solo tomo mi mano, mientras sentía su mirada en mí, esperando una respuesta.
- si entro contigo, ¿vas a cuidarme?
el río ante el comentario, tomando ahora mi otra mano.
- kanon, por favor , pensé que por seguirme hasta un lugar por mucho muy lejos de tu casa, a mi, a alguien que conociste hace apenas unas horas, al cual no podrás identificar físicamente o algo por el estilo por el estilo, ya me tenías confianza, decídete hombre me confundes.
una ligera carcajada se escuchó de mis labios, pues lo que decía era cierto, más meterme a agua profundas no era algo que me trajera agrado o buenos recuerdos, pues en múltiples ocasiones estuve apunto de ahogarme por no no poder ver.
- tu ganas, pero promete que pase lo que pase, nunca vas soltarme.
- lo juro.
respondió en un susurro que me hizo estremecer, pues después de aquellas palabras, lo sentí quitando mis zapatos y mis calcetines, dejando que mis pies tocaron el pasto, sensación que me pareció agradable al momento, más no solo eso comenzó a quitar mi camisa, tocando mi cuerpo con las yemas de sus dedos, aumentando mi estremecer.
no hubo más palabras, pues después de aquello y sin soltar mis manos, comenzamos a sentir el agua fría mojando nuestros cuerpos.
el sol bañaba mi cuerpo, se que no puedo ver, pero esa sensación de calor en mi piel seca, como de frio en mi piel mojada, el aire fresco, el sonido de los árboles y el cantar de los pájaros , me hacia pensar que estaba en un lugar utópico.
- que hermoso es este lugar.
dije en un susurro sin pensar que el me escucharía, más lo hiso, tomando más fuerte mi mano.
- lo se, parece sacado de un cuento de hadas, uno de que me gustaría no salir nunca.
nuevamente esa melancolía en sus palabras, más no hable del tema, menos al sentir que soltaba mi mano un instante, cuando el agua llegaba a mi cintura, para así, comenzar a nadar o eso era lo que supuse, pues al cabo de algunos segundos, cuando intente volverlo a tocarlo para sostenerme, estaba totalmente mojado.
- ven sera divertido, dicen que el agua puede lavar todo, y que siempre logrará hacerte sentir mejor, así que ven.
tenía miedo, desconfianza, entre otras muchas emociones, más bastaron esas palabras para olvidar todo, y así, seguir cada cosa que radamanthys me pedía hacer, notando así, que nadar no era algo de que temer, más bien y me di cuenta cuando me enseñó a flotar en el agua, tomando mi mano como si fuéramos un par de nutrias, fue que noté aquella sensación de libertad, de olvido, como si nada existiera, como si solo fueramos el y yo flotando lejos del mundo y sus prejuicios, era feliz, gracias a ese chico era tan feliz, como nunca lo habia sido.
- tengo hambre, ¿quieres ir a comer algo?
me dijo mientra estábamos acostados en el pasto, esperando que nuestra ropa se secara, con los últimos rayos del sol.
- me encantaría, sinceramente no he comido más que una bolsa de frituras en la mañana, pero creo que lo mejor sería volver, saga debe de estar preocupado por mi, pero igual me gustaria que volvieramos a salir algun dia, si me permites esta vez a mi ser quien te invite.
conteste relajado, sintiendo como radamanthys se levantaba, llegando con mi ropa, aun húmeda.
- me parece perfecto, tengo días libres de responsabilidades, así que por mi, mañana igual podria pasar todo el dia a tu lado.
asentí con la cabeza, alegre por su respuesta, hoy habia sido el día que más feliz fui en toda mi vida, como el que más me habia reído en mi vida y me encantaría que eso volviera a suceder.
nuevamente estábamos de regreso a mi hogar, el sol se habia ocultado ya, así que estaba temblando un poco de frio por mi ropa mojada, aferrandome un poco más de lo normal a radamanthys, quien no se incomodo en lo más minimo de aquel contacto.
- ok estamos por llegar a tu casa.
dijo deteniendo la moto de golpe, respirando profundo.
- ¿estas bien?
cuestione al volver a sentir aquel tono triste oculto en sus palabras.
- si, solo que, quería retrasar un poco más el momento, no quiero volver a casa.
suspiro con pesadez al decir esas palabras, para volver a arrancar la moto, llegando en pocos minutos a mi hogar.
- ¿quieres entrar? podrías quedarte a dormir si quieres.
le dije esperando en mi corazón y sin entender la razón que su respuesta fuera afirmativa, más al escuchar mi nombre salir de los labios de mi hermano desde la puerta de mi casa, supe que eso no pasaría.
- dime ¿se ve muy molesto.?
le pregunto mientras me ayuda a bajar de la moto, comenzando a describirme con detalle el como se veia mi hermano.
- pues, tiene un rodillo para masa en la mano, y unos tubos para hacer rizos en la cabeza con un camisón rosa con florecitas, y viene caminando hasta acá mirándome con mucho odio, creo que me golpeara con ese rodillo. rayos no dejes que me golpe.
una fuerte carcajada sale de mi mientras me dice aquello al tiempo que se coloca en mi espalda como si se estuviera cubriendo conmigo.
- ¿quien es el?
escucho a mi hermano sumamente molesto, notando que se encuentra a no muchos centímetros de nosotros, radamanthys deja aquella fase cómica y se coloca al lado mio.
- me llamo radamanthys - le dice con un tono serio- soy amigo de tu hermano.
un incómodo silencio invade el momento, molestandome un poco, pues puedo jurar que en la actitud de saga hay suma hostilidad hacia radamanthys.
- nos vemos, creo que lo mejor es que entre a casa.
- claro, nos vemos... bueno yo te veo a ti.
rio ante el chiste y noto que el también, más escucho un suspiro molesto de parte de saga, el cual no le ha dado nada de gracia aquellas palabras, más no dijo nada, solo se quedo ahi, mientras el sonido de la moto se escuchaba cada vez más lejos.
entre ala casa en silencio, dirigiéndome directamente a mi habitación, esperando una total reprimenda de parte de saga, más este no dijo nada, solo me dejo marchar, haciéndome sentir esa actitud sumamente extraña.
más fue cuando recordé la llamada de la mañana, aquella que me habia hecho salir de la casa, pues no solo habia hecho que mi hermano se hubiera preocupado por mi en todo el dia, si no que habia olvidado que su pareja le habia dejado por mi culpa, mi hermano la habia pasado muy mal ese dia, y yo egoístamente no podía dejar de pensar en mi.
me recoste en mi cama, dudando si regresar en busca de saga o no, más antes de hacerlo, el entro a mi cuarto, comenzando con lo que esperaba, regañandome como solo una madre debería hacerlo, mientras yo asentía sin parar.
el regaño habia terminado ya, se notaba que saga no queria hacerlo, más lo sentía necesario, como todas las veces en las que me habia escapado.
despues de aquello solo hubo silencio.
- saga entendi todo lo que me dijiste y no volverá a pasar pero ¿radamanthys puede volver a venir a jugar conmigo? me diverti mucho hoy, digo te pregunto esto, por que te encanta montarte en el papel de mamá mala y pues quiero saber si me dejaras seguir jugando con mi amiguito.
imito aquel tono infantil y comico de radamanthys, esperando surta efecto en saga, lo cual así parece, incluso puedo escuchar muy tenuemente reír a saga, quien se recuesta a mi lado en la cama.
- eres un imbécil, ¿lo sabías?
suspira con fuerza, intentando relajarse olvidando por fin su enfado.
- ya sabes, mamá nos abandonó, no tengo a quien más pedirle permiso para que me deje salir a jugar en el parque con los otros niños, más que ati.. ¿puedoo?
sigo con mi voz infantil , logrando mi cometido, sintiendo como mi hermano mayor parece estar aun más relajado.
- haz lo que quieras, solo por favor - su voz cambió por una extremadamente seria y preocupada- no vuelvas a hacerme esto, juramelo, no te vayas así, no se que haria sin ti, tu eres mi hermano, mi única familia, eres la unica que persona que tengo ya.
sus palabras crean en mi un nudo en la garganta, me abraza como cuando éramos niños y nos escondiamos bajo la cama de los golpes de papá, o fingiendo que sus peleas con mi madre no extian.
se que hago sufrir a mi hermano con mis acciones, pero eso cambiara, yo se que así será, lo intentare solo por el y con eso la vida de mi hermano dejara de ser una mierda.
- te lo juro.
respondo sintiendo que poco a poco el sueño comienza a vencerme.
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eran alrededor de las once de la noche, radamanthys se encontraba sentando en la banqueta frente a su casa, un lugar que por fuera lucía lindo, con algunas cruces visibles de adorno; miraba aquel lugar como si quisiera dar la media vuelta y no volver, más sabia que era dormir en la calle y aunque le molestaba admitirlo, aquel lugar era mejor que eso, almenos ahi tenia un cuarto propio.
en su mano sostenía la botella que kanon habia pagado, estaba indeciso si tomarla aun o no, pues aquello era lo unico que le ayudaria a dormir.
- maldito vago homosexual, no piensas entrar a la casa, es muy noche y esto es un barrio decente, asustaras a los vecinos si te ven aquí.
estaba tan concentrado en la botella que no vio el momento en que aquella mujer se le acercaba, con su bata rosa con flores.
sin embargo la ignoro levantándose del lugar, sintiendo como la mujer le tomaba con fuerza del brazo, haciéndole volver a verla a la cara.
- esto no es un hotel mocoso, hay una hora de llegada y tienes que respetarla, tienes que recordar que aquí solo eres un arrimado, que te he aceptado para que tu pobre madre pudiera sobrellevar el martirio de tener a un hijo enfermo como tu, por que solo eres eso un enfermo, que no se ha encomendado a dios.
no dijo nada ante aquellas palabras, solo se mofo de aquellas palabras soltandose de aquel agarre con fuerza, el cual parecía a comenzaba a lastimarle.
- tía deje de joderme, no lo hace por eso y usted sabe la verdadera razón.
sentensensio caminado en dirección a aquella casa, dejando a aquella mujer sola en la calle.
- he rarito, atrapala.
escucho al tiempo que por mero reflejo lograba esquivar un balón que iba directamente a su cara y que terminó golpeando con fuerza la pared.
- que aburrido.
dijo quien le aventó el balón un chico de su edad, quien decepcionado, le ignoro regresando la vista al televisor que tenía frente suyo.
comenzó a subir las escaleras, en silencio, sujetando con más fuerza aquella botella evitando explotar como muchas veces lo habia hecho.
- ¿que demonios hacen?
les dijo con furia, a dos chicos más uno menor que el y el otro mucho mayor, al verlos intentando romper la cerradura a su habitación.
- esta es mi casa y puedo hacer lo que yo quiera, enfermo.
le dijo el mayor de ellos, siguiendo intentando romper la cerradura de aquella habitación,
hasta sentir como radamanthys quien lo tomaba del hombro, lo aventaba al piso, dejando su botella de lado, para subirsele encima, comenzando a golpearlo, recibiendo también algunos golpes.
aquella pelea no duró mucho, pues los otros integrantes de la casa lograron separarlos, culpando de todo a radamanthys, mandandolo a su habitación de inmediato, accion que realizo con gusto.
dejando la botella en su cama, prendiendo una pequeña lámpara frente a un espejo, viendo así solamente su reflejo y aquellas heridas que habia recibido.
su labio estaba partido, el labio que kanon habia tocado horas atrás, más no solo eso, la mejilla que kanon habia tocado, aún estaba morada, más aquel moretón era de muchos días atrás, donde una escena similar a lo ocurrida se habia repetido, como muchas veces más.
la ansiedad y la ira se había apoderado de él, aun la adrenalina de la pelea de hace pocos minutos, sentía esa desesperación, era como tener frío, más el ambiente estaba fresco, incluso hacía un poco de calor, más su cuerpo temblaba, odiaba sentir esa asquerosa sensación, odia todo lo que le rodeaba más bien, el lugar donde estaba, sus primo y tía, odia estar lejos de sus hermanos, o que sus padres de abandonaran a su suerte por su orientación sexual, odiaba al mundo, los odiaba sin excepción.
aun así intento controlarse, sintinedo com lagrimas de coraje querían escapar de sus ojos, más las limpio con rapidez, odia llorar, le hacía sentir más débil de lo normal.
así que solamente dejó todo de lado tomando la botella, recargándose en la pared de su habitación, dejándose caer hasta el piso, abriendo la botella y tomándola con rapidez, deseando quedar inconsciente lo más rápido posible y así poder dormir, para al menos poderse parar temprano, e ir con kanon.