Ese dos de mayo la batalla estaba en lo más alto. Sus padres y él habían regresado a Hogwarts para unirse a la batalla por instrucciones de Dumbledore, después de haber estado en una isla en medio del mar en alguna parte de Irlanda, donde lo habían obligado a beber el agua de una fuente con tal de obtener un relicario en el cual Voldemort había guardado un pedazo de su alma
-Ríndanse. Han peleado valientemente, pero no tiene por qué seguir derramándose sangre mágica – dijo la voz del mago tenebroso que resonó en todo el colegio – Entréguenme a Harry y todo habrá acabado.
-Es hora Harry – dijo Dumbledore flanqueado por Sirius y Lily – entrégate. Eso servirá de distracción…
-¡Me matara! – grito Harry desesperado
-Salvaras a millones – dijo el anciano
-¡No! – grito James desesperado mientras Moody lo detenía con la ayuda de Ron
-¡Señor Potter, tranquilizase! – ordeno Hermione – siempre supo cuál era el papel de Harry en esta guerra
-¡Es mi hijo al que quieren matar! – grito James
-¿Harry, dejaras que mueran millones por tu cobardía? – pregunto la voz de Voldemort como si hablase por un alto parlante – sal y pelea
-Estaré bien – prometió Harry con una leve sonrisa abrazando a su papi – no te preocupes por nada – y un grito desgarrador salió de su cuello mientras se llevaba las manos a su garganta
-¿Dónde estás cariño? – dijo Voldemort desde su lugar –. Tu Alfa te está llamando
-¿Qué cosa? – dijo Dumbledore y todos giraron para mirar a Harry
-¡Duele! – lloraba Harry – ¡Duele!
-¡Ven aquí! – dijo el anciano director tomándolo de los cabellos y examinando el cabello del adolescente – ¿Cómo paso esto? ¿Cuándo…?
-¡Alfa! – lloriqueaba Harry – ¡Duele, Alfa!
-¡Maldito idiota! – grito Lily furiosa – ¡Te marco!
-Espera Lily – dijo Dumbledore – tal vez esto no sea tan mala idea
-¿De qué habla, señor? – dijo Hermione intrigada
-Cilus Finite – dijo Dumbledore apuntando la varita hacia Harry que al momento recobro su lucidez
-Escúchame Harry – dijo el anciano –, él no espera que levantes tu varita en su contra. Así que preséntate sumiso y cuando lo tengas lo suficientemente cerca le lanza un avada, y todo habrá terminado. Te prometo que no volverás a pasar por esto nunca más.
-¿Nunca más? – sollozo el muchacho – ¿no más peleas? ¿no más batallas?
-El mejor Alfa se hará cargo de ti y tú solo deberás encargarte de la casa y los niños – dijo el director sonriendo benevolentemente
-Si – sonrió Harry ilusionado
Todos los mortífagos estaban distribuidos estratégicamente alrededor del patio de la escuela, cuando Harry salió del interior del colegio y se paró frente al mago más tenebroso de todos los tiempos con la varita en alto
-¿Me extrañaste cariño? – dijo Tom con una sonrisa torcida
-Tom Ryddle – dijo Harry con voz cansina – ¿o prefieres que te llame amo?
-Creo que prefiero lo segundo – dijo el mago tenebroso
-Entonces gánate ese título – dijo Harry
-Soy tu Alfa – dijo Tom de forma burlesca – ¿lo olvidaste?
-Luego hablamos de nuestras intimidades, cariño – dijo Harry – ahora hay demasiada gente.
-¿Y de que le gustara hablar a mi precioso Omega? – dijo el Lord
-¡Mátalo, Harry! – gritó Ron
-¡Mátalo! – exigió Hermione
-¡Cumple con tu obligación! – dijo Teddy
-Veras Tom – dijo Harry sin bajar la varita – el “bando de la luz” me ha ofrecido al mejor Alfa que exista en el mundo mágico a cambio de matarte”
-¿Harry, que haces? – dijo la profesora McGonagall
-Lanza el avada – exigió Lily
-¿Qué me ofreces tú a cambio del mundo mágico?
-¡Mátalo! – ordeno Dumbledore
-Libertad – dijo el señor tenebroso de considerarlo unos minutos
-Libertad… – repitió el muchacho arrastrando las palabras un poco – explícate
-¡Harry, mátalo! – exigió Hermione
-Serás mi igual – dijo el lord – mi compañero, no un juguete por las noches. Podrás decidir
-¿y si decido que quiero decidir sobre mi vida? – dijo Harry – cuando, donde y como tener a mis hijos
-Esa, mi precioso Omega – dijo Tom sonriendo –, es una decisión de dos
-Creo que aceptare ser tu Omega – dijo Harry – pero nunca bajare mi cabeza ni me callare ante ti ni ante nadie
-Avada Kedabra – gritaron al mismo tiempo mientras ambos apuntaban hacia el otro, pero ningún se golpeó ya que el hechizo de Harry fue directo hacia Alastor Moody, que estaba listo para atacar al Lord por la espalda, y el de Tom golpeó contra Lily que buscaba hacer lo mismo con Harry. Un mutismo absoluto invadió el lugar mientras los cuerpos ya sin vida caían hacia atrás
-Niño – dijo el mago oscuro – tenemos un trato
-También te quiero Alfa – dijo Harry con un tono burlesco
-¡Harry! – dijo Hermione sorprendida – ¿Qué hiciste?
-Cuidado Tom, tu mascota se va envenenar – dijo Harry viendo como Nagini se acercaba peligrosamente al cuerpo del director
-Tú y yo debemos hablar seriamente sobre la manera en la que te diriges a mí – dijo el Lord
-¿Te llamas Tom Ryddle o no? – dijo Harry –. Yo no tengo la culpa si aún no has ido a un registro muggle y te lo has cambiado. Ahora presten atención, a partir de ahora no hay más bando de la luz o de la oscuridad – dijo Harry – solo hay magos que deberán ser responsables con la magia que poseen ¿está claro?
-¿Y si no nos gusta tu idea, ni la queremos acatar? – dijo Kingsley Shacklebolt
-Avada Kedabra – dijo Harry con la varita en alto en su dirección y el moreno cayó hacia atrás ya sin vida – ¿a alguien más no le gusta la idea o no la quiere acatar? – y un silencio sepulcral reino en el lugar
-Mi señor… – dijo Bella
-¿Si? – respondieron al unísono Voldemort y Harry
-Dijeron “Señor” – dijo Voldemort
-Seré Omega, pero sigo siendo hombre – dijo Harry – que no se te olvide
-¿Qué hacemos con prisioneros? – dijo la mortífaga
-Pongan protecciones al castillo y marquen a los de la orden con la marca del fénix – dijo Harry – ellos estarán vinculados a mi
-Hablaba con… – dijo Bella y lo siguiente que se escuchó fue un contenté Crucius mientras la mortífaga se retorcía en el suelo
-Dije que los marcaras – orden Harry
-Lucius, encárguense del resto – dijo Tom agarrando a Harry del brazo
-Y lleva a mi papi a… a donde sea que yo vaya a estar – ordeno Harry antes de desaparecer
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James estaba en estado de shock cuando Severus los apareció en una habitación lujosa
-Siéntate aquí – le dijo ayudándole a llegar a la cama
-¡Los mató! – susurraba James – ¡mi bebé los mato sin ningún tipo de remordimientos! – ¡los mató!
-¿Y sabes por qué los mato? – dijo Severus lo más suave que pudo por lo que James negó lentamente – Porque se atrevieron a lastimarte. Tu hijo vendió su alma al diablo por ti
-Yo no se lo pedí – susurro mirando al mortífago pero sin ver
-Eso es lo cruel y maravilloso del amor – con un pase se varita hizo aparecer una taza de té frente al Omega –, no necesita que le pidan nada, para entregarlo todo. Bebe esto
-¿Qué es? – dijo James temeroso
-Algo para tus nervios – dijo Severus
-¿Me vas a matar? – dijo James más asustado aun
-Parece que ya no queda nada del arrogante y altanero Omega que conocí en el colegio – dijo Severus
-Ya sé cuál es mi lugar – dijo el sangre pura
-Me atrevería a decir que hoy menos que nunca sabes cuál es tu lugar – dijo Severus
-Nunca me disculpe por… – dijo James
-Éramos niños – dijo Severus – ya no importa
-Lo siento – dijo James y sus lágrimas volvieron a caer a raudales
-¿Interrumpo? – dijo Harry entrando
-Hijo… – susurro James
-Mi señor – dijo Severus haciendo una pequeña reverencia
-¿Cómo está? – dijo el muchacho
-Le di un té para que descanse – dijo Severus – en un rato le hará efecto
-Gracias – dijo Harry
-Permiso – dijo Severus y después de hacer otra venia se retiro
-¿estas mejor? – dijo el chico sentándose a su lado y tomándole las manos
-Tenemos que salir de aquí – dijo James – esto…
-Desde hoy esta es mi casa – dijo Harry –, y mi lugar junto a él
-Harry, él mato a… – dijo James desesperado
-¿Te gustaría ser respetado? – interrumpió Harry
-¿Qué? – dijo su padre sorprendido
-Tener poder de decisión y ayudar a que otros Omegas no pasen por lo que tú pasaste a manos de mi padre – dijo el menor
-Un Omega no tiene ese poder – dijo James zafándose suavemente
-¿Pero y si tú lo tuvieras? ¿Qué harías? – dijo Harry
-Yo… – susurro James
-Quédate aquí. Conmigo. Se mi mano derecha y entra al círculo interno de Tom
-¿Qué harás? – pregunto James sorprendido
-Ser el Omega que Lord Voldemort necesita a su lado – dijo Harry – y gobernar con él el Mundo Mágico
-¡Es un asesino! – dijo James
-¿Tú lo habías visto asesinar antes de hoy? – dijo Harry
-Dumbledore dijo… – protesto James
-Dumbledore – interrumpió Harry – te menos preciaba y manipulaba a Lily para que te hiciera todo aquello y lo sabes. ¿Vas a creer ciegamente en su palabra? Te estoy ofreciendo libertad
-¿Cómo estas tan seguro que él te la dará a ti? – dijo nervioso
-Ahora no pienses en mí – dijo Harry acariciándole el cabello
-¡Eres mi hijo! – dijo James – ¿Cómo no quieres que me preocupe?
-Mira, eres libre de hacer lo que mejor te parezca, nadie te impondrá nada – dijo Harry – si quieres irte, adelante. Me dolerá. Pero es tu decisión y te la respetare
-¿Y si me quedo? – pregunto James
-Serás mi mano derecha – dijo Harry sonriendo – haremos de Gran Bretaña un lugar más seguro para los Omegas
-Pero… ¿y… – pregunto James – el lord? Él no…
-De Tom me encargo yo – dijo Harry sonriendo
-Tengo… sueño – dijo el Omega mayor
-Descansa – dijo Harry –, desde hoy todo estará bien
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