*Flashbak*
Sangre... el cuarto entero olía a sangre, podía sentirla resbalar por su cuerpo y humedecer las sabanas en las cuales estaba acostado, ¿Qué tanto podría sangrar? moriría si seguía así, no en balde había aprendido en la guerra que una vez el charco llegaba a cierto tamaño ya no había vuelta atrás.
El grito desgarrador que salió de su garganta le hizo estremecerse, había recibido heridas graves en guerra y las había soportado, pero ahora... ese era un dolor nuevo que jamás le desearía ni a su peor enemigo.
Habían pasado nueve meses desde que dejó SHIELD bajo la excusa de una misión que debía realizar, en realidad le había dicho a Fiury que necesitaba un descanso para lidiar con la depresión que tenía al perder a todos sus seres queridos y sentirse un extraño en esa nueva época. Fiury no se lo negó y que bueno pues no habría podido esconder su condición por más tiempo.
-¡Aghhh¡- gritó de nuevo sintiendo como su cuerpo se partía en dos antes de que algo dentro suyo resbalara desde su interior hacía el exterior y de pronto un llanto muy agudo inundó la habitación haciéndole llorar de alivio y algo de temor. Como pudo se enderezó y observo entre sus piernas, si había perdido bastante sangre pero al parecer no era tan grave, estiró sus manos y tomó con cuidado al pequeño niño que había nacido de él. Era muy pequeño, su piel estaba cubierta de sangre y otros fluidos que prefería ignorar por ahora.
-Hola pequeño...- le susurró, al oír su voz el pequeño pareció calmarse y poco a poco abrió sus ojos mirándole atentamente.
* * *
Despertó asustado y con el cuerpo cubierto de sudor, tardó unos minutos en calmarse y darse cuenta que estaba en su habitación del Helicarrier. Aún con la respiración agitada se enderezo tratando de calmar su agitado corazón, hacía mucho que no soñaba con el pequeño que había tenido y que había dejado atrás para seguir con su monótona vida.
-No fue una pesadilla- se dijo a sí mismo al recordar que esa misma tarde había llegado un nuevo miembro de los Avengers, Fiury le había presentado frente a todos y todo parecía ir bien hasta que se quitó la mascara mostrando una cara que no tardó en reconocer.
Peter Parker, ahora así se llamaba, bueno igual él no le había puesto un nombre, al menos no oficialmente, no podía quejarse...de hecho no tenía derecho de quejarse pues había sido un cobarde, había abandonado a su hijo recién nacido en un orfanato y jamás había hecho el intento de saber que había sido de su vida.
Y ahora estaba ahí a pocos metros de él, durmiendo en el ala de los soldados. Parecía que la vida le estaba jugando una mala pasada.
"No lo saben, aún no saben la verdad...Fiury parece no tener idea... nadie en el equipo le ha preguntado de sus padres y parece que hasta el mismo lo ignora"
-Debo de averiguar más...-se levantó con algo de prisa y se puso unos pantalones de mezclilla y un acamiseta blanca, debía de salir por aire fresco.
* * *
-¡Whoa¡ ¡Asombroso¡-un muy asombrado adolescente estaba en una de las rejillas de seguridad fuera del helicarrier, el aire le golpeaba con fuerza en la cara y le despeinaba sus castaños cabellos-¡Esto es enorme¨- gritó eufórico mirando las nubes que pasaban por ahí, ya era de noche y como no había podido dormir decidió dar un paseo y terminó ahí. Sabía que tal vez tuviera problemas que no le importo, miro curioso por todos lados buscando un lugar donde escalar, no se columpiaría, no era tan estúpido; hasta él sabía que a esa altura y a esa velocidad de vuelo terminaría siendo papilla.
Pronto vio unas salientes y decidió ver si sus poderes de araña servían en esa superficie de acero del helicarrier.
-Mala suerte- bastante decepcionado vio como aunque trataba de sostenerse sus manos resbalaban-punto para Fiury, parece que no quiere que un grupo de arácnidos suban a su nave- de nuevo vio al horizonte viendo la luna-Tio Ben...-sus ojos se humedecieron de inmediato al recordarle-lo logré...soy un súper héroe ...no te avergonzaras de mi, lo prometo...
-Ya es tarde, no deberías de estar aquí- una voz conocida le tomó por sorpresa, al voltearse vio al Capitán América.
-¡S...Señor¡...¡Digo¡ Capitán- a toda prisa y con algo de rigidez hizo un saludo militar.
-Deja de tratarme de usted, ahora somos compañeros de equipo,¿lo olvidas?
-Ah...si...bueno...es que...aún no me acostumbro...ya sabes, el tener un héroe de la infancia frente a ti.
Al oir eso el rubio desvió la vista hacía el inmenso cielo que se abría paso frente a ellos.
-Cuando yo tenía tu edad ... el mundo era muy diferente-con algo de melancolía en sus movimientos se recargo en la barandilla de seguridad-es demasiado peligroso Peter, ¿Porqué decidiste ser un héroe?
El chico lo meditó por un momento antes de mirarle directo a los ojos y decir:
-Porque un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Eso me enseñó mi tío...
-Un poder...-suspiró-puedo...¿Preguntarte algo más?
-Claro
-¿Cómo fue que obtuviste tus poderes?
-Amm...pues...- se rascó la nuca-fui a un paseo por parte de la escuela a industrias OSCORP y me mordió una araña- se rió- parece ridículo pero al día siguiente podía trepar paredes.
-Ya veo... tus padres debieron de preocuparse mucho- dijo como quién no quiere la cosa.
-Oh no, para nada, ellos no se enteraron- bajo la vista- ellos murieron cuando tenía ocho años, mi tío y mi tía me criaron.
-Lo lamento.
-No importa, fue hace mucho y sé que donde sea que esten ellos están bien.
Steve miró de reojo al muchacho, era de complexión delgada, no tenía unos grandes músculos como lo sdemás héroes pero se veía que su cuerpo era resistente e incluso por un momento pudo ver un leve parecido con su padre biológico.
-Eres demasiado joven- le dijo causando sorpresa al menor- no creo que sea buena idea que te unas a los Avengers.
-¿Eh? ...pero...yo sé que me lata fuerza y mucha experiencia pero todo este tiempo he sabido mantener a los malos a raya y no he muerto.
-No es solo eso...
-¡Yo puedo hacerlo¡-levantó un poco la voz-sime enseñan lo haré, sólo denme una opoerunidad- le miró casi suplicado que le permitieran quedarse ahí.
-Peter- el solo decir su nombre le hacía que le doliera el corazón-tienes familia y mucho futuro por delante, no dejes que SHIELD o Fiury te lo arrebate, vete a casa.
-No-le dijo firme- Fiury me mandó llamar, mandó a Tony Stark a que me buscara y me trajera, si hizo eso es porque vio algo en mi y si salgo corriendo cual cobarde querrá decir que no valgo nada, me quedaré aquí y aprenderé- el joven apretó sus puños-seré más fuerte y salvaré más gente que nadie, ni siquiera el héroe que he admirado desde mi infancia me lo va a impedir.
Se fue de ahí dejando al soldado sumamente sorprendido y contrariado.
-Maldita sea...tiene tu estúpido carácter- negó masajeandose el puente de la nariz- Stark.
* * *
Orfanato Le Reve
Hace 15 años, 7 meses y cinco días.
Amanda Waller se paseaba por los pasillos mirando que los niños no hicieran travesuras, era su recorrido diario que iniciaba con la planta alta en donde dormían los niños mayores y luego iba bajando hasta llegar a los cuneros.
Esa vez varios de los bebés ya habían sido adoptados, todos excepto uno. El que había llegado hacía cuatro meses y 25 días, ¿Cómo es que se acordaba a la perfección de ese niño? Bueno, es que era especial.
Desde el primer día que estuvo ahí generó polémica, era un niño que no lloraba, nunca, bajo ninguna circunstancia y eso era extraño, además de que para ser tan pequeño fijaba la vista en todos lados, tenía una gran curiosidad y también tenía carisma.
No había logrado averiguar nada de él, le había registrado bajo el nombre de Peter que aparecía en el muñeco de acción que le dejaron.Cabe decir que dicho muñeco no lo saltaba para nada. Dormía, comía y se bañaba con el.
Amanda supuso que al ser el único objeto dejado por su familia er anormal que se aferrara así a el. Sin embargo Peter crecía y aunque le presentaban familias ninguna quiso adoptarlo, cosa extraña pues los bebés siempre eran los más solicitados para adopciones.
Llegó el punto en que Amanda creyó que se quedaría ahí, asíq ue decidió guardar el dinero que dejaron en la canasta para la Universidad de Peter, oh si, amanda planeaba llevarle a la Universidad así le costará la vida. Pero eso no fue necesario, cuando Peter cumplió los cinco meses una adorable familia vino a verle y tras pasar unos minutos con el decidieron adoptarle. Sus nombres eran Richard y Mary Parker, eran muy amables y jóvenes, sin duda alguna no pudo haber mejor familia para él y Amanda lo supo, ¿Cómo? Por la simple acción, el día en que se llevarían a Peter a su nuevo hogar Mary llegó con ropa nueva para cambiarle, al encontrarse con la directora esta no dudo en hacerla pasar a su despacho y sin palabras de por medio le entregó el fajo de billetes.
-¿Qué es esto?- preguntó azorada por semejante cantidad de dinero.
-Es todo lo que la madre de Peter le dejó, estaba en la canasta donde le encontré, ahora como su madre este dinero es para usted.
La mujer miró el dinero y con un gesto de asco lo regreso a las manos de la directora.
-No lo acepto, no quiero nada de los antiguos padres de Peter, ahora es mi hijo y como tal mi esposo y yo le daremos todo, nuestra vida si es necesario, así que ese dinero puede tirarlo o quemarlo, no me importa.
Asombrada por eso no le quedo duda alguna, Peter crecería bien y sería feliz.