Celos
Llevaban tres meses de esposos cuando las primeras discusiones empezaron a aparecer, Charles sabia que era normal, todas las parejas pasan por cosas así, pero son esas dificultades las que ayudan a que crezcan como parejas y aprendan a adecuarse mejor el uno con el otro. Llevaba un mes como esposo y diez en la relación, era normal que en ocasiones algunas cosas los enojaran.
Aunque esto la mayoría de las veces pasaba con Sebastián.
Al parecer Charles hacía cosas que lo enojaban muy seguido últimamente, como el hecho de que sonriera a los demás en los lugares públicos.
—Podrías no hacer eso —la voz de Sebastián estaba llena de enojo. Charles frunció las cejas confundido.
—¿Qué cosa amor? —pregunto con una sonrisa, para aligerar el ambiente.
—Sonreírle a todo el mundo, pareciera que estuvieras buscando algo que no necesitas.
La forma en que Sebastián se expresó lo hizo sentir contrariado. —Es solo un gesto —explico—.
—No me importa deja de hacerlo. Para ti puede ser un gesto, pero lo demás lo tomaran de otra forma, vas a mi lado y le sonríes a otros como si buscaras algo en ellos.
—Lo siento, no sabía que te molestara tanto —Charles se disculpó—, prometo que no lo hare nuevamente —agrego e intento tomar la mano de su esposo. Este se apartó de forma brusca.
Charles se sintió estúpido por haber ocasionado una pelea entre ellos.
***
Con el pasar de los días la lista de cosas “Que no puedes hacer” aumento, pero Charles no dijo no, pensó que Sebastián lo estaba protegiendo, que era una forma de demostrarle su amor. Después de todo la confianza es uno de los componentes principales en una relación.
Disputa
Durante las semanas siguientes, las cosas se pusieron un poco elevadas de tonos, las discusiones eran más seguidas y siempre era culpa de Charles o su trabajo, esto llevo a que Sebastián lo agrediera de forma sutil e indirecta. Hacía cosas como empujarlo cuando estaba molesto, decirle que estaba equivocado, aunque tuviera la razón o acusarlo de histérico cuando se enojaba.
La primera vez que Sebastián lo abofeteo Charles lloro por horas, fue cuando tenían un año tres meses de relación. Había sido algo realmente decepcionante y triste. Lo peor de todo era que lo golpeo porque un hombre paso a su lado guiñándole el ojo y diciéndole “Precioso”.
“Eso pasa porque los provocas” acusó Sebastián y después de eso se subió al auto dejándolo triste y desorientado.
Después de eso, Sebastián le pidió una disculpa “No volverá a pasar” prometió.
Charles decidió confiar en él.
***
Las cosas iban empeorando de forma progresiva, el trabajo de Charles seguía siendo un problema, a pesar de que él tenía acceso a toda la información de Charles lo acusaba de ser infiel o de estar interesado en otras personas. Esa noche las cosas se habían subido de tonos después de que Sebastián encontrara en sus cosas de trabajo una carta de una de sus alumnas.
Charles estaba cansado y ese día no tenía ganas de escuchar lo mismo de siempre, así que se enojo y le respondió a Sebastián, si hubiese sabido lo que pasaría después claramente no lo hubiese hecho.
“No quiero hacer esto, pero tú lo provocas”
Sebastián estaba parado al borde de la cama. Charles se encogió en la cama y cerro sus ojos, tenía el cuerpo entumecido y el alma rota. Se sentía confundido y asustado.
“A mí me duele más que a ti, espero que pienses en todo lo que provocas, me estas arruinando Charles”.
Charles soltó un gemido de dolor.
Sebastián se marchó.