Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

STUCK IN A MOMENT por LIAMSUZUKI

[Reviews - 59]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

He aquí con un nuevo fic, la idea surgió después de estar escuchando la canción de U2 que lleva el mismo nombre y también por escuchar Ain’t my bitch de Metallica

Un poco cliché la trama pero a ver qué resulta 

Dicen que una imagen vale más que mil palabras......y que las palabras dañan más que un golpe  pero... ¿qué sucede cuando estás oyendo cada una de esas palabras?  Y sin haber una imagen presente, sientes como el corazón se te está quebrando en un sin fin  de pedazos y aunque intentes agarrar tu pecho tan fuerte como puedes, tú aseguras ver caer cada trozo de ese  órgano que por fin se habría a los sentimientos, al romance, al placer carnal y espiritual que solo y por aquel hombre entregaste, sí, a ese ser que le diste cada momento de tu aún corta vida... eso a lo que llamamos amor.... el amar a una persona.

 

 

Misaki se encontraba tratando de ahogar un grito de frustración, de enojo, rabia contenida por meses si no es que años.

Quiso entrar y golpear a Usagi san junto con su acompañante, no importando que fuera remitido con las autoridades, si es que alguien se atrevía a llamarlos por alterar el orden de tan prestigiosa Universidad como lo es la de Tokio.

 

Recargado en la puerta de una de tantas aulas del inmenso Campus y espiando como el villano de una ridícula comedia o telenovela de horario nocturno. Su cuerpo resbaló por la pared después de haber escuchado eso...

 

Aquellas "simples" palabras que terminaron por destrozar su corazón:

—Nunca lo ame, solo fue algo que creí sentir en ese momento, era la necesidad de sentir algo diferente, alguien que me sacara del abismo en que me había dejado Takahiro... alguien que me consolara ...solo por un momento. Quise mucho a Misaki, más nunca lo amé

—¿Cuando le dirás la verdad? yo te necesito conmigo. Te he esperado al menos 6 meses.

—Cuando pase lo de su nombramiento en la editorial , no quiero arruinar ese momento tan importante. Yo también necesito estar contigo... 

 

Aquello fue suficiente.. ya no quiso oír nada más..se oyó un estruendoso golpe que soltó a uno de los muebles situados afuera del salón y huyó corriendo de ahí.

 

—¿Qué fue ese ruido?— preguntó el menor

 

—Saldré  a ver— dijo Akihiko separándose  de su amante no sin antes darle un corto beso en los labios.

 

Se asomó por el pasillo, pero al parecer no había rastro de alguien o algo. El escritor creyó que solo pudo ser un estudiante que había pasado por ahí haciendo alboroto y sin ningún tipo de preocupación regresó a lado de su bello amante.

 

 

Misaki por su parte corría iracundo Incluso tropezó e impactó con varios estudiantes que andaban por los pasillos y quienes miraban al castaño con sorpresa, pues el chico además de histérico dejaba de ver un rostro lloroso y muy lamentable.

 

 

 

Subió a su auto y aceleró lo más que pudo, claro el ahora sabía manejar, seria ilógico no aprender después de 6 años de relación con un aficionado  de los autos como lo es el gran Usami Akihiko y que amablemente le instruyó en la conducción.

 

Sus lagrimas se acumulaban en raudales por sus bellos ojos esmeralda, tuvo que hacer una parada muy abrupta aún con el semáforo en verde ganándose insultos con pitidos del auto de atrás. Dió una gran bocanada para coger todo el aire posible, pues sentía como su garganta se cerraba con dolor por él pesado nudo que lo atacaba.

 

Quedó recargado en el volante por al menos 20 minutos, en su mente se repetía una y otra vez esas 3 palabras: 

 

Nunca lo amé 

 

Nunca lo amé 

 

Nunca lo amé 

 

Maldijo por sentirse así de vulnerable, traicionado y con el alma hecha pedazos.

¿Cuándo fue que todo cambió?

¿Donde está esa promesa de siempre amarlo por parte del escritor?

¿Por qué mintió al decir que no era un sustituto?

 

Todas esas preguntas se arremolinaban en su corazón mientras golpeaba el volante de su auto con frustración y llorando como crío desesperado.

 

—¡¡ERES UN IDIOTA AKIHIKO!!

 

Puso en marcha de nuevo el auto, el corazón le latía desenfrenado al oír la potencia del motor rugir, hubiera deseado estar en algún circuito de carrera y desbordar toda esa adrenalina que su cuerpo pedía a gritos dejar escapar.

 

Solo se "limitó" a viajar a una velocidad por demás  excedida, para su buena suerte las calles de Tokio extrañamente estaban vacías evitando algún accidente y con lo que pudo manejar a su gusto y llegar cuanto antes a su DULCE HOGAR que compartía con el novelista.

 

 

 

Miró la enorme casa frente a sus ojos, el hogar construido a base de mentiras y falsas promesas.

Una sonrisa tétrica se dibujó por su rostro, esta era la última vez que Akihiko se burlaría de él.

 

 

 

 

Mientras en la Universidad de Tokio, un par de amantes compartían besos y caricias, queriendo hacer el amor encima del escritorio, pero fueron interrumpidos por el sonido del móvil 

 

—Detente... Akihiko.. debo contestar—pidió jadeante el chico siendo besado por el cuello.

 

—No contestes. Vas muy bien con lo que estamos haciendo—Akihiko volvía atacar al chico.

 

—Tengo...que...hacerlo— contestó con la voz entrecortada y como pudo saco el teléfono del bolsillo de su pantalón pulsando el botón verde,  se oyó una varonil voz por la línea 

 

<<¿Hola qué tal? ¿ya terminaron tus clases?>>

 

<Aún no, iré en cuanto pueda a casa>

 

<<Esta bien, estoy impaciente porqué llegues cariño>>

 

<Yo también estoy ansioso por verte, nos vemos más tarde>

 

Terminó la llamada y le sonrió de forma coqueta al escritor.

 

—Puedes explicarme que eso de ESTOY ANSIOSO POR VERTE— preguntó con un mohín de disgusto el novelista.

 

—No te pongas celoso, sólo es para que no se le ocurra venir por mi.

 

—Ya veo, por lo pronto sigamos en lo que estábamos—Akihiko de nuevo comenzó a besar por el cuello a su bello amante.

 

 

 

 

Misaki subió a su recámara matrimonial, observando todo a su paso, las lágrimas volvieron a juntarse en sus ojos, en un impulso cogió la lámpara que se encontraba a lado de la mesa intentando lanzarla como proyectil hacia la pared por el coraje y la frustración.

 

Más no pudo, de todos modos cuál era el fin de destruir objetos inanimados que no tenían la culpa de la situación en la que estaba y entonces comprendió que era inútil lanzar destellos contra la pared.

 

De todas formas de hacerlo, el después tendría que limpiar la basura si se le ocurría perpetrar sus desmanes. Así que volvió a dejar la lámpara en su lugar.

 

Después su vista fue a dar al armario, con dificultad veía toda aquella elegante ropa, también miró en los cajones y sin pensarlo comenzó a coger cada prenda, como si cada vez que sacara una, alguna parte de su corazón se fuera con ella.

 

Terminó de sacar todo y con mucha satisfacción veía la enorme pila de prendas y calzado que había juntado, se sintió bien, de forma microscópica  pero bien y limpio los restos de lágrimas de sus ojos así como su nariz que había estado moqueando todo este tiempo.

Decidido fue a preparar su cena, aún con la punzada que le dió en la boca del estómago por el coraje y desilusión, sus intestinos ya hacían ruido pidiendo procesar algún tipo de alimento. Ciertamente el trabajo de editor era muy demandante y agotador, pero él siempre se daba tiempo de tener una comida decente y un hogar limpio en lo que podía.

 

Evocó noches similares como esta de su  niñez, estando solo y en espera de la persona que fue como su padre y que llegaba a altas horas de la noche y que en ocasiones no llegaba.

Entonces se dirigía a su habitación para dormir abrazando a un pequeño oso de peluche que fue su compañero y confidente durante muchas noches de soledad.

En este momento se sentía así, como niño, como un pequeño abandonado.

 

 

 

 

El atractivo hombre de cabello negro, apagaba el cigarro número 11, como si con ello también desaparecieran todas sus frustraciones, agarró un libro e intentó perderse en la lectura.

Una vieja foto salía haciendo un vuelo lento, mostrando el rostro de dos jóvenes mirando hacia el mar.

Sus ojos se abrieron con sorpresa y dolor, levantó la imagen y sintió un pinchazo en el estómago 

 

—Lo siento Sensei, nunca debí fallarte.

Una lágrima amenazaba con salir y enfurecido fue a su alcoba matrimonial 

 

 

 

 

Misaki se sentía destrozado. Preguntando porque la historia se repetía, sólo usado por Akihiko para calmar los deseos que Takahiro nunca realizó y que al parecer alguien ya  logró hacerlo.

 

En que momento llegó a creer que esto sería para siempre, en que momento se dejó llevar por él amor.

 

Cuando fue que Misaki quedó....

ATRAPADO EN ESTE MOMENTO 

 

 

Notas finales:

También en Wattpad por si gustan leerla allá 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).