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Dos mundos, un amor por Midori Yaoi Grey

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Notas del capitulo:

¡Feliz Día de Reyes!


Aquí cayó el último regalo. Esperando les salga el niño en la rosca así como a mí. Mis mejores deseos ¿verdad? 


Un saludo y dedicatoria a la abuelita de la mansión, la autora Streacxxie y a Nikolaus por seguir la historia y dejarme saber lo que sienten, el cual coincido contigo, la amistad entre Claude y Ronald es muy divertida haha. 

Mientras nos dirigíamos en el auto de Claude al café, venía teniendo un debate en la cabeza de desear ver a Astrid, pero por otra parte rogaba que no estuviera, al menos no teniendo compañía. Todo el camino fue así hasta que llegamos.

-          Que pintoresco. No sabía que tenían gustos por lugares así – exclamaba Ronald

-          Fue por curiosidad y terminó siendo algo bueno – con una seriedad increíble comenta Claude.

-          Y no lo dice solo por la comida – lo burlo otorgándome una mirada asesina y solo sonrío como victoria.

-          ¿Qué sucede? – pregunta curioso el peli rubio

-          Nada – entre dientes le responde al que me he burlado – entremos.

Curiosamente siento en mi interior un hormigueo de nerviosismo, tratando de mantener mi ser sereno. Ya dentro, la chica que “recepciona” nos atiende con la educación que caracteriza a la cultura japonesa, llevándonos a una mesa pegada a la pared en las butacas.

Fue poco el tiempo que esperamos a que alguien nos atendiera, sintiendo el corazón palpitar de alivio.

-          Bienvenidos a la cafetería “Ojos de gato”, ¿ya saben qué ordenar? – en esta ocasión nos está atendiendo una chica diferente.

Y antes de que alguno de los tres pudiera decir palabra alguna, un escándalo rubio se avecina a nuestro lugar.

-          Pero si son ustedes ¡Qué sorpresa! – todos, incluso la chica que nos iba atender, nos exaltamos por la inesperada sorpresa.

-          Alois, baja la voz. No seas irrespetuoso. Disculpen a mi amigo – la que habló para defenderlo fue la chica que tiempo atrás conocí. Si mal no recuerdo su nombre…

-          No pasa nada Sullivan – exacto, así – es una coincidencia.

-          Sí, y una muy extraña – contesta Ronald - ¿no quieren sentarse con nosotros? – cuando él lanza la propuesta, debajo de la mesa percibo una patada que le fue dada por Claude que se encuentra alado mío mientras que el agredido está frente, disimulando el dolor que le han provocado.

-          Por supuesto – contesta sin preguntarle a su amiga, ahora que lo pienso falta uno… - Ciel no debe tardar en venir ¡Ah! Aquí viene – todos dirigimos la mirada a la persona nombrada quien ligeramente se sorprendió de vernos a todos mientras llega donde estamos – Ciel, comeremos con ellos. Ha sido una coincidencia – alegremente avisa.

-          Claro… - con extrañeza acepta.

-          Ustedes pueden sentarse aquí juntos – Ronald se levanta de donde estaba para ceder a los tres el espacio para ponerse al filo donde Faustus y yo estamos, arrimándonos, hasta que he quedado pegado a la pared.

El chico de nombre Alois indica al joven de cabellos azulados que pase primero, quedando frente a mí, cuando le indica a su amiga que siga, esta le dice que prefiere ser la última para poder salir si lo requiere, lo que significa que él queda justo frente a su tutor.

Ya todos listos, pedimos lo que cada quien comería, mencionándole a la maid que tuvo una paciencia en ver todo este show. Una vez que nos ha escuchado, se dispone a retirarse con la promesa de regresar con lo encargado.

-          ¿Y qué les parece este lugar? – nuevamente el rubio de primer año se encarga de iniciar la plática.

-          Pues es la primera vez que vengo – contesta el otro rubio que de nuestro lado – ellos sugirieron venir aquí por la buena comida, ¿ustedes ya han venido? – cuando él lanza la pregunta, no sé si fue mi imaginación pero eso sorprendió a los dos varones.

-          También es la primera vez que vengo – esto lo contesto la única mujer aquí – igual me lo recomendaron.

-          Nosotros un par de veces – el de ojos zafiro habla refiriéndose a él y su amigo – y… ¿ustedes? ¿vienen seguido? – da a entender a Claude y a mí.

-          Esta es la segunda vez que venimos – contesta mi amigo por nosotros, aunque realmente esa respuesta solo aplica con él… más es algo que no desmentiré delante de todos…

-          A que es bonito ¿verdad? – con la energía que lo caracteriza, Alois elogia el lugar – y las maid, todas aquí son lindas, sobre toda una chica de cabello largo rubio de ojos azules claros – sutilmente, debajo de la mesa, vuelvo a sentir ese movimiento de patada, solo que el encargado de realizarlo es el chico que tengo frente a mí hacia el que se encuentra hablando, del mismo modo, coloca una mueca ligera de dolor bien disimulado sin borrar su sonrisa -  y también hay otra chica que es muy popular a pesar de ser bajita, muy bajita. Tiene el cabello largo, y de un color particular: negro azulado. Combinan con sus ojos azules. Se llama As… - detiene abruptamente su narración sorprendiéndonos a todos por su cambio de actitud de alegría a uno de auténtico dolor.

-          ¿Te encuentras bien? – le pregunta preocupada su amiga

-          S-sí… - con una mano se toca la parte derecha de las costillas – n-no es nada, me ha dado un muy CRUEL calambre – esto lo dijo con cierto énfasis.

-          Ese tipo de calambres, curiosamente, te da cuando hablas MUCHO – Ciel le hace la observación… una muy rara extrañándonos a los que estamos como observadores de la fila de mi lado.

¡ESPEREN! Estoy cayendo en cuenta lo que el chico iba a decir. Esas descripciones… y el nombre… ¿Cómo preguntar sin que suene sospechoso?

-          Y esas chicas que mencionas, no están ahora ¿no? – Ronald da una inspección completa del lugar con la mirada.

-          Parece ser que no – se alza de hombros

-          Que mal, quería conocerlas ¿las han visto en un horario en particular? – gracias Ronald

-          Hum… realmente han variado. Es decir, si piensas que un día que están, estarán la próxima semana… no. Es incierto, pueden estar a que no puedan – esto lo hace más complicado…

-          Es una pena, ¿creen que si le preguntamos a la señorita que nos atiende, sobre ellas, nos diga?

Y antes de que cualquiera pudiera contestar, llega la comida donde la chica lo maneja en un carrito al ser mucho para ser llevado en las manos.

Cuando termina de servir, antes de que pase a retirarse, el curioso de Knox no se queda con la duda.

-          Disculpa, me gustaría hacerte una pregunta – coloca en su rostro su sonrisa de “conquista” de convencimiento.

-          Cl- claro – ha puesto nerviosa a la maid haciendo que en sus mejillas se coloraran – de re ojo visualizo que los varones que tengo frente, han puesto una cara de preocupados, llamándome la atención…

-          Hay unas chicas que trabajan aquí, una es rubia de ojos azules y la otra es bajita de cabello largo azulado al igual que sus ojos. Y nos hemos preguntado que el día de hoy no están – para convencerla sin fallar, ahora cambia a un aire inocente.

-          Ah sí. Ellas trabajan aquí – contesta con una sonrisa que cambió a una nerviosa cuando fijo su mirada a este lado del lugar… - pero… no suelo coincidir con ellas. Por lo tanto no sabría decirle con exactitud. Disculpe.

-          Ya veo. No te preocupes. Te agradezco mucho… hum ¿cuál es tu nombre? – esta escena me resulta pequeñamente familiar…

-          Doll.

-          Qué bonito nombre. Gracias Doll.

Ella se despide brevemente, mientras nosotros nos centramos en iniciar en comer. Después de lo sucedido no se mencionó al respecto al no obtener mayor información por ninguna parte, lo cual me deja en las mismas donde inicié desde la última vez que la vi. Lo único que sé es que sigue trabajando, el reto es ¿cuándo?

Realmente el ambiente con nuestros tutorados fue ameno, las ocurrencias que tenían Alois y Ronald nos causaba gracia a todos los presentes. Intercambiamos una que otra broma los mayores a los menores y viceversa, incluso hubo cierta cercanía hacia mi tutorado, el cual, desde que lo encontré en la biblioteca, la manera en que establecimos el primer encuentro oficial, percibí que podríamos tener una relación, posiblemente, de amistad. Y más que mientras los otros cuatro platicaban, nos dimos cuenta que compartimos gustos en común como lo es la lectura; intercambiándonos uno que otro título de libro interesante que desconocíamos.

A comparación de mis compañeros, creo que ellos quedaron al revés… será sumamente divertido ser testigo de cómo Claude lidia con la personalidad algo explosiva de su tutorado.

Terminando el almuerzo, los grupos se dividieron así como llegaron. Claude se encargó de dejarme primeramente en mi apartamento.

Ya dentro, lo primero en hacer es tirarme a la cama. Concluyendo que fue un día muy extraño para mí gusto. No acostumbrado, rompiendo un tanto mi rutina. Supongo que esto no estará mal. El único detalle amargo es la inquietud latente del deseo de volver a ver a Astrid.

Por ello, he decidido regresar mañana, sosteniendo en las manos el posible milagro a mis pensamientos. Solo que esto lo haré por mi cuenta. Buscaré la manera de escabullirme de esos dos y más al escuchar el entusiasmo de Ronald.

No, ella es un secreto guardado celosamente, donde estoy decidido a que si la encuentro, haré mis esfuerzos por conocerla mejor. Por no dejar que vuelva a perderse de mí.

Ya estoy deseando que llegue el nuevo día.

Notas finales:

Publico cuando he actualizado en las siguientes vias:

Twitter: MidoriGrey

Facebook: únanse el grupo de La dulce mansión de la abuelita 

Espero verles pronto aquí o en Terminos Pasionales.

=Midori Grey=


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