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MARCADO por LIAMSUZUKI

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No tenía idea de lo que estaba pasando ¿De verdad más una semana de encierro había transcurrido? ¿De verdad Misaki se había creído eso de que estaría fuera por un contrato? Todo le parecía absurdo, todo parecía repulsivo, su olfato estaba más sensible que de costumbre y a pesar de estar corriendo, los hedores de los animales y gente que caminaba aunque fuera de muy lejos, le llegaba claro, hasta pudo detectar a un alfa y un omega siguiéndolo al salir de Marimo. Por fortuna el rastro desapareció conforme fue llegando a Emerald, no creía estar en condiciones como para pelear, Yokosawa ya sentía más calor, su piel  estaba más sensible, hasta la luz del sol le lastimaba en estos momentos. 

 

Eran tan abrumadores los síntomas, 25 años y contadas las veces sufrió los estragos  de su celo, la primera vez para su mala suerte ocurrió en la escuela  sintiendo un terrible calor

 ¿Acaso los bochornos no eran propios y exclusivos de los omegas? Se preguntó aquella vez cuando se encontraba en secundaria mojando su rostro como desesperado, la puerta del sanitario fue abierta con brusquedad y un tal Yasuda ingresaba respirando de forma violenta

—¡Eres un omega! ¡Y todo este tiempo haciéndote pasar por un alfa!

 

Yokosawa no sabía qué respuesta dar, no era lo uno ni lo otro, sabía de su condición como Delta, misma que su madre le había explicado desde pequeño y que había ocultado muy bien y él tampoco se explicaba del jodido calor que presentaba en estos momentos.

 

El alfa se lanzó contra el dispuesto a atacar y follarlo, Takafumi pudo ser marcado ese día por Yasuda creyendo que era un omega, de no ser por la intervención del chico más serio de la escuela: Saga Masamune.

 

Uno tras otro vio los golpes que Masamune propinó al alfa para evitar una copulación forzada y eso fue la chispa que encendió un amor no correspondido por 8 años y que según Takafumi, provocará el deceso de su madre. 

 

En un principio fue admiración a Masamune por su valentía, con el trato el amor floreció y después de los análisis que su madre le mandara hacer  y descubriera qué a pesar de ser hombre delta tenía la capacidad de gestar, esto solo lo llevó a imaginarse una vida con el azabache aún sabiendo del amor que le profesaba a un tal Ritsu desaparecido hace unos cuantos meses.

 

De ahí en adelante sólo fueron ilusiones, mismas que se destrozaron un 5 de abril, ese día Takafumi conoció el dolor de perder a su madre y a partir de ahí todo se derrumbó....

 

 

Yokosawa sacudió su cabeza borrando el  recuerdo de ese día, lo importante era llegar al puerto de Marukawa y ver a Misaki, no entendía porque Kisa san lo dejó libre sin más y no fuera entregado a Sumi Keiichi.  Tenía que seguir ocultando su identidad, los deltas siempre han sido menospreciados, por su fuerza, por su olor, los nacimientos como el  eran  escasos. Se preguntó si Kisa era delta por nacimiento o aceptó el cambio después de entregarse al alfa llamado Yukina.

 

Takafumi chasqueó  la lengua, no podía usar transporte y llegar lo más pronto posible, ya que con cada minuto, su aroma real  emanaba de poco en poco y atraería a cualquier alfa, está era la razón de que Zen y Tsumori se sintieran atraídos por el. Ambos alfas ya habían estado con otros alfas que al aceptar la sumisión se convirtieron en deltas por decisión propia.

 

Miró la carretera, un auto parecía abandonado y sonrió, con suerte podría encenderlo para poder viajar hasta su destino.

Descendió lo más rápido que pudo, agradecía tener tanta agilidad y fuerza, no por nada esto le valió para confundir a todos durante años. Miró a los alrededores antes de acercarse, 

—¿Quien deja su auto bien estacionado entre la carretera y el bosque?

 

Sin saberlo, el auto frente a él era el de Kyo, jaló la puerta y para su sorpresa estaba abierta, un aroma muy tenue a vino y arándano le llegó a su nariz 

 

—¡Kyo! —Gritó al recordar el aroma del Alfa metiche que Misaki tanto defendía. Una extraña sensación se apoderó en su pecho, el olor le gustó, alguna vez creyó olerlo mientras fuera niño y adolescente.

Dudó unos minutos antes de subir al auto, apenas si colocó un pie dentro y fue sujetado por la espalda haciendo presión en su cuello.

 

—Agghh

 

—Hola Hermoso—La voz de Tsumori le causó pavor por tenerlo  tan cerca de él —¿Me extrañaste?....Yo si, y mucho, la vez pasada me dejaste con intensas ganas cuando lamí tu cuello.

 

Yokosawa tosió un poco y en efecto recordó el día de la pelea en la mansión de Nowaki, la noche cuando Zen lo defendió.

 

—¡Su.. suéltame!

 

—Ay..mi querido Takafumi siempre sospeche de ti, pero mira que a mi no me molesta, la mayoría de los deltas apestan y son difíciles de coger, son muy rebeldes, pero quieres saber  ¿cuando me gustaron? 

 

—No..me interesa..tu plática..estupido 

 

—De todos modos lo platicaré— apretó el estómago de Yokosawa y junto más su boca al oído— Me llamaron la atención cuando llegó Kisa san a la mansión, ese día me lo quise joder creyendo que era un omega y resultó una fiera, me atacó y yo quedé sorprendido ¿Como era posible que ese enano fuera tan fuerte y oliera tan bien? La respuesta me la dio Rei Sama diciendo que Kisa pertenecía a los deltas puros y me advirtió alejarme de él. No tuve más remedio que aceptar o de lo contrario mi cabeza podría ser cortada. Y mira, después de varios años llegaste tu, dime algo ¿tu hermano el marica es igual a ti?

Tsumori mordió el cuello de Yokosawa y este dió un codazo con el cual logró empujarlo.

 

—¿Que..pretendes? ¿Por..que estás aquí  en vez de ir con Sumi?

 

—El amo esta muy entretenido con tu familiar y sí, tengo que llevarte, pero cobraré mi recompensa antes de que todo pueda irse al carajo.

 

—¡Sumi no puede estar con Misaki! ¡Lo tiene prohibido!

 

—No me refería a Misaki, es otro pariente tuyo.. que sorpresa nos llevamos 

 

—Estas demente Tsumori ..aléjate de mi...,y...—Yokosawa sintió unas gotas salir de su nariz... limpió con el dorso de la mano llevándose la sorpresa que era sangre.

—¿Que carajo ...esta sucediendo?—El pelinegro nunca había pasado por esto.El alfa aspiro profundo, Yokosawa miraba sus manos aterrado y en dos segundos ya tenía encima a Tsumori impactándole contra el auto.

 

Su aroma ya estaba al 70% cuando llegara al 100 no habría vuelta atrás y de ser así, Tsumori el alfa, sería el primero en poseerlo.

 

 

 

 

 

 

En estos momentos la cordura y racionalidad carecían de sentido, un oscuro sentimiento y mirada de criminal, era lo que Zen mostraba.

Corría  con determinación tras lo que deseaba, el aroma percibido hace un par de horas, provocó que Kirishima imaginara  como se vería esa deliciosa criatura gimiendo debajo de el mientras emanaba esa mezcla entre hierbas y vino.

 

El rastro se hacía mas intenso conforme avanzaba, podía sentirlo, esto era lo que su amigo Kyo experimentaba cada que olía al tonto de Misaki. El aroma del castaño le provocaba náuseas por lo dulce, en cambio esa extraña mezcla era fascinante, una ligera añoranza de su antes esposa llegó a su mente, recordó a Sakura su olor a lavanda y el día que ella se rindió ante él pidiendo hacerle el amor.

 

En estos momentos la imagen de Hiyori también vagaba por su mente y en las palabras que mencionó por teléfono 

" Estoy bien papi, tus amigos me acompañaron hasta llegar a casa, Haitani san me dijo que después iríamos a cazar conejos y acepté"

 

Por lo menos tenía que agradecer que Kisa san no fuera un desalmado y permitió que su hija fuera excluida de todo este embrollo.

 

Pudo ver la carretera que conectaba a Marukawa con Emerald, el aroma del Delta  le llegó de golpe a través de una corriente de aire.

Tuvo que detenerse cuando sintió el sofoco y de nuevo una tremenda excitación, de dos saltos ya estaba en el bosque y miraba con impaciencia a todos lados, sus ojos se abrieron enorme al ver el auto de Kyo varado 

 

—¡¿Que carajo?!—Corrió para acercarse, el aroma que le enloquecía estaba algo intenso y el de Kyo todavía se percibía en aire, fue algo extraño recordar cuando quiso besar a Ijuuin

—Estos aromas.. se....se parecen—Reviso el interior del auto, cerca de los frenos encontró un frasco, era una unidad de feromona sintética

—¿Para que querías esto Kyo idiota?Apretó el envase y Zen rodeo el coche en busca de algo más, en el cofre había una gota de sangre seca  y la recogió con su dedo.

—¡ES LA SANGRE DE YOKOSAWA!

 

 

 

 

 

 

Tsumori llevaba a rastras a Yokosawa, el delta respiraba profuso e intentaba soltarse, ya le había propinado varios golpes al alfa pero con cada minuto su cuerpo se sentía más caliente y débil

 

—¡Maldita sea! ¡Suéltame!—Takafumi gritaba con las pocas fuerzas que le sobraban, no entendía porque Tsumori no hacía lo que tenía pensado de una buena vez.

 

—No hermosura, tenemos que llegar a un lugar seguro donde te jodere como nunca, no quiero que otros te huelan y quieran follarte después de mi, golpeé como a dos antes de alcanzarte. 

 

—¿Q..que?

 

—Lo que oíste, te perseguían y me encargué de ellos.

 

 

Una casa en apariencia abandonada se vislumbró por una de las colinas de Marukawa. Takafumi sintió pánico y más asco de sentirse tocado por Tsumori, un par de lágrimas se asomaban al recordar lo ultimo que le dijo Zen en la cita 

"Quiero cuidar de ti, déjame hacerlo"

Ese estupido vínculo se había formado al oír la voz del alfa interno de Kirishima y ahora Takafumi quería poder usarlo y con eso atraer a Zen. 

 

Lo que no sabía es que a partir de  que Kirishima probó de forma leve su sangre estando en el bosque y siendo besado, ya lo tenía registrado. No había mejor rastro para un alfa que la sangre de su presa.

 

 

 

 

 

 

Takafumi fue arrojado al interior de la casa toda hecha de madera, la vivienda estaba muy pulcra contrarió a lo que veía por fuera.

 

—Bienvenido a mi casa de "citas" Takafumi Yokosawa, tal vez considere que tu seas el ultimo en poner un pie aquí. ¿Que dices? Podría dejar de ser un pelafustan si te rindes ante mi ahora mismo.

 

Yokosawa como pudo se hizo  un ovillo en la esquina de la habitación sin contestarle al alfa, maldijo su aroma, su aspecto.¿Por que demonios la parte agresiva de su Delta interno no salía a la luz en lugar de la pasiva?

—Maldita sea— murmuró 

Misaki tenía razón al decir que preferiría ser un beta y no padecer todas estas incomodidades, aunque siendo sinceros, el mismo fue el que le metió todas esas ideas en la cabeza.

 

El olor a cítricos de Tsumori hizo presencia, Takafumi tragó saliva, aunque el se negara rotundamente a copular, su instinto lo llevaría a hacerlo y abriría las piernas para el alfa, tenía que satisfacer una necesidad biológica que no había sido cubierta. Respiró profundo, igual y con un poco de suerte él podría atacar a Tsumori y joderlo antes de que él pusiera un dedo encima por sus genitales.

 

Tsumori sonrió y liberó con más intensidad su aroma.

—No quiero hacerlo a la fuerza Takafumi, veo que estás receptivo  

y ese aroma es cada vez más intenso. ¡Joder! hueles tan bien.

 

Yokosawa cubrió su nariz intentando no reaccionar al olor de Tsumori, esta vez no habría quien lo rescatase, tal vez este era el destino que le esperaba y tanto que criticó  y gritó a Misaki por ser tan estupido al dejarse marcar por Sumi.

 

Tsumori se lanzó para apresar a Yokosawa, lo agarró por el cuello, Takafumi jadeó y un rubor apareció en sus mejillas, el calor se intensificaba aún más.

El pelinegro le golpeó los muslos al alfa y pudo liberarse por segundos, quiso golpear la cabeza del contrario pero fue detenido por  su brazo llevado a la espalda hasta casi torcerlo.

 

—Que agresividad... entonces será a la mala Takafumi— dicho esto,Tsumori golpeó el estómago sacando el aire de sus pulmones y de un jalón arrancó la camisa de Yokosawa dejando expuesto su blanco torso y comenzó a lamer los pezones del delta...

 

—Zen.... te necesito 

Takafumi cerró los ojos por el dolor al sentir los colmillos de Tsumori.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El corazón comenzó a dolerle ¿A caso eso era posible?  El aroma de Yokosawa se encontraba en todas las partes del bosque, Kirishima desesperado volteaba a todos lados para hallar el punto exacto de donde provenía las feromonas. 

 

La arboleda frente a sus ojos era inmensa ¡¿Como lo encontraría?! Tanta vegetación lo confundía  y sus sentidos ya se sofocaban por el aroma de Yokosawa y en  lo único que pensaba en estos momentos es que para calmarse debía sacar su miembro y masturbarse para encontrar un poco de sosiego.

 

Pensó dar vuelta y seguir por la carretera, Yokosawa  en lo que primero pensaba era en el inútil de Misaki, la lógica apuntaba en que iría con el.

Con un salto ya estaba en dirección a Marukawa y entonces sucedió 

"Zen... te necesito"

 

Oyó fuerte y claro el llamado de su pareja, su destinado.....

Kirishima mostró los colmillos y de un gran salto volvía a internarse por el bosque...

 

 

 

 

 

 

 

Tsumori quería tomar su tiempo en disfrutar la piel de Yokosawa, 5 años deseando joderse al alfa que resultó delta, lo llevaron a desnudarlo por completo  y esperar a que su extraño celo se presentará por completo, no quería desgarrar a Yokosawa al penetrarlo. 

Total, que le costaba esperar otra media hora quizá en lo que él Delta se lubricará o lo que fuera que sucediera en su cuerpo.

Yokosawa sollozó un poco al sentir la lengua del alfa lamer de nuevo un pezón y un par de lágrimas descendieron de su ojos 

 

—A..lejate..— de una bofetada volteó el rostro de Tsumori..

 

—¡Serás idiota! 

Tsumori encabronado sacó su miembro y alzaba las piernas de Yokosawa para insertarse en su cuerpo 

 

—¡No! —El pelinegro apretó las piernas rodeando el cuello e intentando sofocar a Tsumori.

 

Un estruendo se oyó de la ventana al hacerse añicos, un poco de sangre se veía correr por uno de los trozos de vidrio y con ello una figura alzándose.

 

Yokosawa no podía creer lo que sus ojos veían: Zen Kirishima estaba en posición de ataque... listo para ir sobre Tsumori.

Listo para defender a su destinado

 

 

 

 

 


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