Él omega hizo el corte vertical en su muñeca izquierda y dió un paso al frente.
El impacto se oyó muy lejano...
Un fuerte dolor en su rostro, su cuerpo y Misaki Takahashi arrojó sangre por la boca
—¡¡NO!! ¡NO!
—¡ERES UN IMBECIL MISAKI!
Fueron las últimas palabras que oyó el omega antes de cerrar los ojos.....
Tanaka san quedó estático al oír los gritos a lo lejos, eso provocó que Shizuku le impactará el rostro y comenzara a reír
—Peleas bien anciano... pero es en balde tu esfuerzo, ya no puedo oler al inútil de Kyo...y Misaki... Misaki es un pendejo...
El sirviente Usami miraba al chico enloquecido, había logrado noquear a los demás hombres pero él simplemente no se rendía, volteó a mirar hacia la orilla con temor, si cayera del lado contrario podría amortiguar el golpe por alguno de los árboles pero la zona donde estaba, lo hacía imposible a simple vista.
—Levántate anciano—siseó Shizuku limpiando la sangre de su boca y apretando los puños. Quiso lanzarse al ataque pero sintió frío por su sien.
—¡Ya basta!—Ritsu le apuntaba con un arma todo tembloroso, Shizuku quedó estático oliendo el aroma fuerte del castaño, movió ligero su rostro para ver de reojo al omega que lloraba.
—Mira nada más. Pudiste escapar del idiota de Haitani y Yuu. Que patético, no puedes ni sosténer bien esa arma a causa de tu miedo, eres igual de idiota que Misaki.
—!Ca...Cállate o te disparo!—Ritsu cortó el cartucho y clavó más el arma por la sien—por.. por su culpa Misaki..
—Toda la culpa es de ese idiota—refunfuñó Shizuku.
—¡Onodera san! !¿Que hace aquí?!— Tanaka san se incorporó a toda velocidad para coger el arma sin dejar de apuntar a Shizuku—Aléjese por favor, no debió venir aquí en su estado.
Ritsu se apartó como pidió Tanaka, el mayordomo sujetó con una mano las muñecas de Ishi y en ese momento parte de los hombres del retén de Miyagi llegaban para poner orden provocando que Shizuku carcajeara por su suerte.
—No se esfuercen... todo es en vano..esos dos morirán.. si no es que ya lo están..
—Guarde silencio Shizukuishi Ryou—Un fiscal ya lo esposaba ante la mirada de todos
Ritsu se dejo caer por el suelo y comenzaba a hiperventilar, el celo había llegado al culmine y era doloroso.
—¡Onodera san! ¡No debió regresar en ese estado!— le reclamó el mayordomo viendo como lloraba y se acercó para auxiliarlo—Su pareja ¿Donde está?
—Tenia que verlo en la carretera a Emerald....pero....Misaki... Misaki está muriendo—Ritsu se hizo ovillo y cubrió sus oídos..
Tanaka san desvió la mirada muy afligido y cargó al omega para ponerlo a salvo
Sumi se había recargado contra la pared de su habitación y veía con claridad cómo la venda que Shizuku colocara antes de marcharse se tornaba de un rojo intenso, su respiración se entrecortaba a cada segundo y un intenso escalofrío le recorría la piel.
Tomó entre sus manos la bata de baño que Misaki usó hace algunas horas y aspiro profundo el aroma dulce del omega, un sonrisa tétrica se escapó de sus labios al tiempo que el dolor corpóreo y emocional le carcomía la razón.
—Eres un imbecil Misaki... te lo mereces....—Quiso carcajearse, más no pudo.
Apenas si terminó de pronunciar esas palabras y un dolor agudo se hizo presente haciendo que sujetara su pecho con fuerza.
—¡MISAKI! ¡MISAKI!
No comprendía del porque las lágrimas comenzaron a salir pero dolía, dolía bastante y se tumbó de nuevo sobre la pared con sollozos por la angustia que le embargaba en estos instantes.
Escuchó mucho ruido por los pasillos y no tardó para que frente a él estuviera Nao y Nowaki viendo su aspecto con desagrado.
Kusama al instante se agachó a revisar la herida del alfa y Keiichi gruñó por el dolor
—¡Aléjate de mi!—Gritó con rencor hacia el médico—¡Yo no necesito ayuda! ¡Misaki! ¡Regresa!—Hizo amague de querer tocar la ventana
—Por primera vez tengo intención de mantenerte con vida Keiichi, tienes que vivir para que el karma y la justicia se encargué de cada delito que cometiste—Nowaki hizo presión para detener el sangrado provocando otro chillido del alfa. Equipo médico ingresaron de inmediato para atender las órdenes del pelinegro mientras Nao Kiyomiya leía sus derechos.
—Keiichi Sumi, está en su derecho de ser informado que se encuentra detenido por el homicidio del ciudadano: Kai Takahashi, presunta privación de libertad, obstrucción de la ley y de fraudes en contra del sector farmacéutico en Marukawa. Tiene derecho a guardar silencio y tiene derecho a declarar asistido de su defensor ante la autoridad....
—¡Cállate! ¡Debo ir por ese omega!—Sumi se incorporó y Nowaki sacaba un sedante para insertarlo en su brazo—¡Misaki va a volver! ¡Suéltame!
Sumi pudo empujar a Kusama antes de que le inyectara el líquido y quiso golpear a Nao.
—¡Deja ya de causar más alboroto!—Nowaki lo sujetó del cuello y él beta con mucha dificultad pudo insertar la aguja en el cuello.
—!MISAKI!
Keiichi gritó de nuevo con una última imagen de Misaki por su cabeza, la imagen de su omega sufriendo....
—No tenían porque sedar a Takafumi— reclamó Takahiro al ver al delta tendido en una cama y con Hiroki viéndolo con desagrado.
—Lo hicieron por orden de Kirishima, no quiere que Takafumi se vea más involucrado en esto y si ese Delta salía a buscar a Misaki y muere, ¿De donde seguirías obteniendo más muestras para tus investigaciones? ¿Donde encontrarás otro espécimen como él, que pueda gestar?
Takahiro apretó un poco los puños, era cierto, gran parte de ayudar a Yokosawa en encubrir su crimen debió ser pagado con el cuerpo del delta para investigaciones y tratar de hallar la cura para la enfermedad de Misaki, así como ver el proceso de un embarazo y nacimiento de un delta puro, en el caso de que Yokosawa se animara a tener descendencia. Aquello serviría de enorme beneficio para su laboratorio y empresa a nombre de la familia Usami.
—Me haces ver como un científico loco que tuvo a un conejillo de Indias por 5 años Hiroki.
—Pues no lo creo, has mantenido a ese hombre protegido y a su hermano por muchos años. No pudiste intervenir en lo de Misaki con Sumi por lo de la marca, pero si has estado buscando cómo curarlo. Un científico loco jamás abrazaría a su conejo y le diría que lo quiere como tu lo has hecho con Takafumi y mejor deja de...
Ambos omegas guardaron silencio al dejar de percibir el olor de Ijuuin y Misaki...
—!Ijuuin no!— Exclamó Hiroki y salió apresurado del retén junto a Takahiro—con un par de lágrimas asomándose por sus ojos....
—¡No! ¡No! ¡Eres un imbecil Misaki!—gritaba al chico—¡Kyo! ¡Despierta estupido!—Kirishima alzaba el cuerpo del alfa y gritaba por su cara.
—¡Basta Zen! no tiene caso, puedes meterte en un problema por hacer eso —Miyagi intentaba que el pelirrojo entrara en razón, el cuerpo del omega yacía en la tierra y Kirishima estaba al borde del llanto—¡Date prisa en colocarlo!—Gritó Miyagi y en ese instante por fin se oía el helicóptero de rescate acercándose al área del acantilado. Las fuertes luces daban directo en los cuerpos de todos los presentes.
Kirishima miró de soslayo a Miyagi antes de volver a colocar a su amigo por el suelo viendo la mordida entre el cuello y nuca, no hacía falta preguntarse la razón, Misaki en su desesperación había marcado a Kyo.
El equipo médico junto a Isaka san y Akihiko Usami descendieron del helicóptero encontrándose con la desagradable escena: Misaki todo ensangrentado boca abajo y a un lado Kyo en un estado igual de lamentable.
Isaka san llevó una mano a su boca y Akihiko lo único que hizo fue desviar la mirada mientras el personal médico hacía sus labores.
—¡El..el....omega aún tiene signos vitales...pero no creo que lo logre Usami sama!—Un paramédico revisaba a Misaki muy sorprendido de que el chico pudiera seguir con vida—¡Tal vez si...—calló de forma repentina al sentir el escrutinio severo de parte de Akihiko.
—Has lo que tengas que hacer—Pronunció Akihiko y le dedicó una mirada de desagrado a Zen, el pelirrojo no se inmutó y se colocó fuera del área que comenzó a ser revisada por el personal de Usami. Miyagi también se debatía entre miradas con los dos hombres.
—Ijuuin Kyo....— Isaka san no pudo evitar derramar lágrimas al ver al pintor en ese estado queriendo tocar el rostro del alfa—¡llévenlos a la mansión Isaka! ¡Podremos hacer algo por Misaki!—pidió muy alterado y fue alejado por otro hombre para revisar el cuerpo del alfa. Otro helicóptero llegaba a escena para llevar los cuerpos de Misaki y Kyo.
—Los llevarán a la mansión de mi padre aquí en Japón— Akihiko pisoteó su cigarro y exhaló la última bocanada por el rostro de Zen— Mi esposo y Takafumi querrán despedirse de Misaki, Hiroki querrá ver a Ijuuin así que es lo mejor
—¡Estas loco Usami! ¡La casa de mi padre está más cerca!—Rebatió Isaka al ver como ya subían los cuerpos de Misaki y Kyo—¡Zen Kirishima di algo!—Gritó al alfa que seguía de frente a Akihiko sin pronunciar palabra.
—Yo también me despediré de Kyo cuando sea necesario Ryuchiro Isaka.
—¡Pero! ¡Todos ustedes son unos estupidos! ¡Llegar a la mansión de Fuyuhiko tomará dos horas! !Misaki aún puede...! ¡¿Por qué se comportan como imbeciles?!
Isaka gritaba desconsolado por la tragedia, él aroma de Misaki se perdía a cada segundo y los olores de todos los presentes se mezclaban, habiendo uno en especial más dulce...
—Acabas de oír al paramédico, no hay mucho que hacer
—¡Eres despreciable Zen!—Volvió a gritar muy consternado Isaka y agarró su estómago por el dolor que sentía.
Kirishima miró hacia el cielo
—Perdóname Takafumi...perdóname amor mío...
Siento como si me estuviera ahogando, intento coger el aire, no sé lo que está pasando, no hay sensación del tiempo.
Profundo, debajo de mi piel siento el dolor, escucha mi llanto...
Me siento tan atraído hacia ti, no puedo resistirlo y no sé porque, pero mi vida está cambiando, no puedo recordarlo
¿Donde estuve antes?
El abismo de tus ojos,
¿significa algo más?
Me estoy volviendo loco...*
Hiroki leía una nota que había en el saco de Ijuuin después de que le entregaran los despojos de ropa del alfa , no pudo evitar derramar unas lágrimas y volteó la hoja, vaya sorpresa se llevó al ver a Misaki dibujado en un costado con una rosa en la mano.
Se encontraba en la mansión Usami como se acordó y esperaba la respuesta en privado de Takahiro, Se sintió muy mal en ver a su amigo en ese estado deplorable...
—Kyo...Ijuuin—kamijō arrugó la hoja—todo es tu culpa Misaki Takahashi..
—¡Misaki!—Takafumi de un impulso quedó sentado sobre la cama y vomitó en la frazada que cubría su cuerpo.
—Aggg...mm.. aggg— jadeo varias veces antes de enfocar su entorno y limpio su boca por el sabor amargo.
Una habitación muy lujosa con una luz muy tenue iluminando su rostro le dió la bienvenida, tardó un par de minutos en procesar lo ocurrido en estas horas y trastabillando se acercó a la puerta para salir de aquel lugar.
Se encontró con un pasillo enorme con muchas habitaciones y corrió como desesperado para llegar a las escaleras
—¡Zen! ¿Donde estás? ¿Donde estas Misaki?—Miró a todos lados muy asustado, una figura pequeña aparecía de la sala y Takafumi quedó más confundido.
—Buenas noches Yokosawa san.
—Kaoroku..Usami ¡¿Que...que haces aquí?! ¡¿Estoy en Paris?!
—No Yokosawa san, estamos en Japón. En la mansión ya no tan secreta de Usami Sama. Me pidieron cuidarte.
—¡Yo no necesito cuidado! ¡¿Donde está mi hermano?! !¿Donde esta Zen Kirishima?!—Se acercó a la pelinegra mirándola hacia abajo, Kaoroku enrojeció y se apartó de Takafumi.
—Estamos en una situación delicada, no puedo...
—No empieces con juegos tontos, ¡¿Donde está mi hermano?! ¡Akihiko dijo que esperara a que llegara el equipo de rescate por Misaki! Y después... ¡¿Quien me sedó?!
La chica permanecía callada
—¡Con un demonio contesta Kaoroku!
—El equipo de rescate llegó pero tu hermano idiota..
—¡¿Que hizo Misaki?! ¡Vamos dilo!
—Misaki está muy grave... lo están atendiendo..trajeron a Ijuuin san aquí también. Están en..
Yokosawa ya no oyó nada más y salía de la mansión corriendo y descalzo, se encontró con un enorme jardín como en la casa de Francia. Sabia del hospital de lujo que los Usami tenían a su disposición dentro de la residencia, así que no dudaba que aquí también hubiera uno..
Su corazón dolía bastante.... no percibía el aroma de Kyo ni de Misaki y su rostro ya estaba empañado de lágrimas que le rodaban hasta su cuello, el gran domo del hospital se dejaba ver a través de los árboles y corrió lo más intenso que pudo.
Conforme se acercaba veía a muchas personas de espaldas, el primero que reconoció fue sin duda a su hermoso alfa con Miyagi san a lado. Le sorprendió ver a Isaka san junto a Dana Sama y Takano con su padre también. Hasta el patriarca Usami estaba presente junto al personal médico y de la guardia oficial de la familia.
Nadie se percató de la presencia del Delta porque en ese momento salía de la sala de terapia intensiva, Haruhiko Usami otro honorable médico de la familia junto con Takahiro..
Yokosawa cubrió su boca y se acercó lo más sigiloso, nadie prestaba atención a su aroma y quedó tras la mayoría de sus amigos..
—Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance pero ya no era necesario...—Pronunció nervioso Haruhiko y Takahiro lo miró de forma severa—Ambos murieron. Lo siento mucho—Haruhiko de forma rara hizo una reverencia y se retiró.
—¡No! ¡¡No!!—Los lamentos ahogados de Yokosawa inundaron la recepción y se dejó caer por el suelo respirando con dificultad.
Zen de inmediato se acercó a su delta e intentó abrazarlo.
—¡No me toques! ¡Tu trajiste a ese estupido y Misaki se volvió loco por estar con Kyo! ¡Lárgate Zen!
—Takafumi amor yo...
—¡Cállate!—Yokosawa agarró a Zen por el cuello y lo estampó contra la pared, hasta logro levantarlo del suelo sin mucha dificultad. Los ojos gris de Takafumi se tornaron más oscuros provocando miedo puro en el alfa—¡No debieron regresar a Marukawa! ¡Ustedes son....—el delta lloraba muy profuso, con el nudo en su garganta tan doloroso sintiendo que no podía respirar; seguido a eso, un horrible pinchazo por su estómago, su vista se volvió de color negro y se desvaneció frente a todos
—¡Takafumi! ¡Takafumi!
Kirishima sostuvo a su amado con tanta fuerza y se permitió llorar junto a él...
Los funerales se realizarían de forma muy hermética, nadie en la ciudad se enteró de lo ocurrido más que los que presenciaron los eventos tan desastrosos. El padre de Takano e Isaka trataron de obtener toda la información posible para poder llevar a juicio a Sumi quien se hallaba algo delicado después del ataque de Misaki. Sin embargo no pudieron hacerlo, porque muy por encima de ellos se encontraba Fuyuhiko Usami y su amistad de antaño con el emperador de Japón. Y una orden de él, era indiscutible. La guardia personal de Sumi se encontraba recluida, Tsumori yacía en el hospital junto a su amo y enfrentaría los mismos cargos qué Keiichi por atacar a Yokosawa.
El único que había logrado su propósito fue Kisa Shouta a quien se le vio abordando un avión rumbo a la India con un flamante modelo de pasarela.
Era la tercera vez que llamaban a su puerta y Yokosawa no respondía, Nowaki no dudó en ingresar a la habitación encontrándose a Takafumi sentado viendo por la ventana, no se había cambiado de ropa y ni siquiera volteó a mirarlo.
—Takafumi...—susurró Nowaki
—No iré
—¿Que dijiste?
—No iré a despedirme de Misaki
—Pero... todos te estamos esperando para ir con la comitiva y darle sepult...
—¡Cállate! ¡Ya te dije que no iré!
—Takafumi será la última vez que puedas estar con el—Nowaki le mostraba un "Juzu" al Delta
—¡He dicho que no iré y lárgate de mi habitación!—Yokosawa le arrebató el tipo rosario y lo arrojó por la ventana.
Nowaki quedó estático y en ese momento llegaba Zen, el alfa le hizo seña a Kusama para que saliera y el pelinegro dió la vuelta.
—Es hora de que se vayan, Takafumi y yo los alcanzaremos después.
El médico asintió a lo dicho por Kirishima y de forma triste abandonó el lugar.
Zen se colocó a espalda de Takafumi
—Vete de aquí Zen Kirishima
—Nunca Takafumi.
—¡Eres necio! Ya te he dicho que no iré. !No despediré a Misaki! ¡nunca lo haré! ¡Lárgate
—¡No! ¡No me iré de tu lado! !Yo estaré contigo para siempre! No importa cuanto tu boca me rechace. Yo te seguiría hasta el mismo infierno.... Te seguiría hasta la muerte Takafumi..
Yokosawa sintió su corazón latir con tanta fuerza y permitió que el alfa lo abrazara con mucho fervor, mientras veía el cielo nublado, era el tercer día y el sol no había hecho presencia..
—Pareces muy feliz Kisa san
—Lo estoy mi querido Yukina— contestó colocándose un velo por su rostro y mostrando sólo sus enormes ojos—Está zona se me hace muy tranquila.
—Querrás decir muy autóctona—el alfa veía una gallina pasar a lado de ellos provocando la risa en el Delta.
—Ya nos acostumbraremos a este pequeño pueblo y ven vamos a buscar nuestro almuerzo, me han dicho que por aquí hay unas liebres enormes. Le mandaré una a Hiyori chan.
—Kisa san...
—¿Que? La niña me cayó bien el tiempo que la tuvimos de "huésped" en lo que la llevamos con sus abuelos y mira, ya salió el sol—Kisa dio una vuelta y aspiro profundo..
El sol ya no brilla pero tus ojos iluminan mi camino, por fin encontré lo que estaba buscando, mi amor no ira por mal camino.
Muchos años mi desviado corazón estuvo vagando alrededor, no me rechaces quédate a mi lado
Por fin te encontré ...*
El pelinegro leía la otra parte de la nota mientras acomodaba la unidad de sangre. Sonrió para acariciar su cabello y tocó su marca......