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MARCADO por LIAMSUZUKI

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Un aroma de fresas mezclado con miedo y adrenalina le aturdió de una manera que nunca creyó posible.

 

La puerta fue abierta e Ijuuin Kyo trastabilló haciendo tirar su bolso y un pequeño óleo salió volando junto  con muchos dibujos..

 

Fue detenido por el brazo de Zen Kirishima que de un empujón volvió a colocar al pelinegro en línea 

 

—Por Dios Kyo  ¿Qué haces recargado en la puerta?—Un picor le llegó a su nariz aspirando un aroma que le parecía familiar, solo fueron segundos y la esencia se dispersó.

 

—No estaba recargado en la puerta—Ijuuin miraba al piso parpadeando, la corriente le mostró un aroma y en dos segundos ya se había esfumado—Lo siento— se dió cuenta de que pellizcaba  a Zen de forma brusca y apartó las manos, acomodó sus lentes que colgaban y comenzó a recoger su material.

 

—Creí que llegarías más tarde Kyo

 

—Encontré un taxi rápido y aquí estoy.

 

—¿Te ocurre algo?—Preguntó Zen al pintor que seguía recogiendo su material.

 

—Debe  ser el Jet lag, hace años que no pisaba Japón y la diferencia horaria es abrumante— miró hacia la ventana, el aire era más intenso en otoño.

 

—No tardarás en acostumbrarte, ¿gustas cenar?

 

—Lo que sea que has preparado ¿Esta cocido?

 

—Por supuesto

 

Ijuuin dió un asentimiento y colocaba su bolso en el sofá, mirando a su amigo de hacia 9 años desplazarse de la mesa a la cocina. Imitó el movimiento del castaño y fue a lavar sus manos. 

Zen abrió el refrigerador, no pasó desapercibido para Kyo la unidad de sangre que el mayor guardaba como si fuera parte de la canasta básica de sus alimentos.

 

—¿Gustas una cerveza Kyo?

 

—Con lo aturdido del viaje es más que suficiente, no me apetece—contestó sintiendo una leve taquicardia en su pecho, esta era la primera vez que viajar tantas horas le provocaba extraños síntomas, o al menos eso era lo que creía Ijuuin

 

—Sentémonos Kyo, la cena será carne y verduras.—Kirishima sonrió y servía dos copas de agua.

 

 

 

 

 

 

Llevaba agachado por lo menos 20 minutos, sus músculos y articulaciones ya ardían y dolían en protesta a la enorme carrera que emprendió desde la mansión Sumi hasta afuera de la ciudad Marukawa. El ácido estomacal ya le pasaba factura por algunos días sin comer, regurgitando varias veces.

 

Misaki dió un suspiro enorme, seguiría esperando a su amigo Ritsu quien le traería lo necesario para poder realizar su viaje, sólo  salió con varias prendas para cubrir el aspecto desagradable de su cuerpo.

 

 

 

Un silbido lo alertó, era la señal de Ritsu que le indicaba ya estar bajo el puente. Misaki de un brinco descendió al menos 10 metros, un bello chico encapuchado lo recibía con un abrazo.

 

—Misaki.......Sigo creyendo que está es una locura. Cuando Sumi se dé cuenta de que has huido, no se lo que pasará. Peor cuando Yokosawa san se enteré.

 

—Cuando se dé cuenta ya estaré volando hacia Francia, me reuniré con Takahiro san.

 

—No lo conoces Misaki.

 

—No, pero mi oni-chan sí y él me dijo que Takahiro san es buena persona y podrá darme alojo. Cuando llegue con ellos me borrare esta odiosa marca.

 

Misaki mostraba la férrea huella de la boca de Sumi Keiichi, la evidencia de estar atado a un alfa, la prueba de estar marcado. Su cuello níveo era opacado con una desagradable cicatriz.

 

Ritsu quitó su capucha, acarició el rostro de Misaki quien miraba atento su cuello, el en cambio estaba marcado con una bella y bien definida  marca de su alfa Saga Masamune, tal pareciera que durante su acto sexual el mayor lo haya hecho con sumo cuidado clavando de forma gentil sus dientes y hacerlo parecer un tatuaje  de esos llamados batok 

 

Misaki sonreía y delineaba el cuello de su amigo, un gruñido de su estómago los hizo reír...

 

—¡Es cierto! Traje tres porciones de tu postre favorito Misaki "Komashu"— Ritsu extendió las cajas con pastelillos y el castaño comenzó a deborar, prácticamente los engulló sin masticar..

 

—Lo.. shiento no he comido en 3 díash...

 

El castigo de Misaki por no participar en una copulación con Sumi eran golpes, a los que el castaño se resistía y defendía, además de que prefería no probar alimento por si este estuviera mezclado con algún aditamento extraño, debido a eso el castaño era muy delgado, además de que su enfermedad no ayudaba de mucho y lo disimulaba con varias ropas encima.

 

Pero la pregunta es ¿cómo es que Misaki lo soportaba?

 

Pues bien Misaki siendo omega, conservaba hasta cierto punto algunas características y habilidades de un alfa. Tenía bastante fuerza y agilidad, podía enfrentarse en un combate a mano peleando limpio, aquello servía para escapar algunas veces y "robar" por decirlo así alimentos  en su propia casa, todo gracias a Takafumi. El mayor siempre le recordaba que se mostrara fuerte y lo había entrenado 

 

"Se supone que fuimos hechos a imagen del creador, no creo que él supremo haya deseado que la primera mujer fuera débil, del mismo modo pienso que un omega no debe serlo, sigues siendo hombre con la característica de que puedes gestar Misaki, no lo olvides"

 “Me gustaría ser como tu hermano, para mi tú, eres algo fascinante no se porque te empeñas en lo contrario”

 

El castaño recordó las palabras de su hermano mayor mientras bebía de un enorme empaque de leche.

 

Ritsu lo miraba triste, deseaba que Misaki hubiera corrido con la misma suerte que él con Masamune.

 

—¿Takano está sintiendo tu tristeza?—Preguntó Misaki, sabía que entre ellos se transmitían todo.

 

—No lo creo, ha estado molesto conmigo por lo del tema de Nao y si se lo propone es capaz de  ignorar todo de mi, hasta mi celo.

 

—¿El celo? eso lo dudo, pero tú también cuando has hecho tus berrinches lo bloqueas por completo, te recuerdo que una vez creyó que lo habías abandonado, no podía olerte, escucharte, ni sentirte. Nunca olvidaré su cara de pánico de ese día. Me gustaría poder esconder mi aroma tan bien como lo haces tu. Hoy por ejemplo dejé una enorme pila de mi ropa después de probármela con un poco de mi sangre, para que Sumi crea que sigo en la habitación y Nowaki me dió una inyección de las más fuertes para ocultar mi  aroma, sólo lo poco que se libero durante el día es lo que anda vagando por aquí y por allá como siempre. Por suerte entre Sumi y yo no hay ese vínculo y puedo hablar libremente sin ser escuchado.

 

—Misaki.... sigo insistiendo que...

 

—!No lo digas, no estoy dispuesto a estar con él ni un día más! ¡No lo soportó! Y si hoy me atrevo es porque cumplo 18 años, ya soy adulto y ese idiota no podrá ir a reclamar a oni-chan  y preguntar por mi. Ya no soy responsabilidad de Takafumi. Muchas gracias por la comida, por todo Ritsu.

 

Misaki dió un vistazo al mayor y recogía sus cosas, escondió muy bien su pasaporte y se dispuso a marchar. Le tomaría varias horas llegar a Narita, no quería usar el transporte por miedo a ser reconocido por alguna gente de Sumi.

 

—Dale un abrazo a Takafumi de mi parte por su ascenso, se que será un excelente supervisor del transaccional y jurídico  con Takano san.

Y me agradaría que la próxima noticia tuya sea que estás esperando un lindo bebé Ritsu

 

El castaño abrazó con fervor a su amigo y dio un beso en su mejilla, de un brinco volvió a subir a la carretera y emprender su viaje ...

 

 

 

 

 

—¿Con qué gerente de SOL?- Preguntó Kyo a Kirishima que mostraba una sonrisa de satisfacción— Es el principal despacho de abogados del país, me sorprende que esté en Marukawa y no en la capital.

 

—Así es, por eso es que acepte la oferta y como supe que volvías a Japón, pensé que yo podría hacerte publicidad también. Tus pinturas son excelentes Kyo, no tardarán en saber de tu fama en Paris, tal vez mañana quieras ir a la fiesta que será organizada, habrá gente muy importante.

 

Kyo se sentía un poco indispuesto, después de la tragedia ocurrida en su familia no se sentía con confianza para reaparecer después de 10 años, su amigo lo notó y bebiendo de su mini copa con sangre, se atrevió a pronunciar:

 

—Nadie recuerda ese  incidente Kyo, ademas no fue el único que se presentó en esa época en Tokio, todo está olvidado, no tienes que ser aprensivo.

 

—No lo soy, pero a veces la misma pesadilla se presenta después de tantos años, ver a mi madre morir y yo intentando estrangular a ese infeliz que tuve por padre me irrita demasiado.

 

—Te recuerdo que tu progenitor fue hallado muerto días después, alguien más acabó con lo que tenías pensado, solo te defendiste y se lo merecía. Alguien tuvo la gentileza de mandarlo al otro mundo—Zen tragaba un poco más de sangre.

 

Kyo desvió la mirada hacia su copa, aquel líquido espeso y rojizo sin duda lo atraía, para ellos era satisfacer un instinto primitivo que yacía en su ADN, propio de los primeros alfas, sólo que ellos ya no cazaban ni se alimentaban de sus presas, mucho menos bebían directo de la sangre caliente que brotaba de alguna vena expuesta.

 

Aunque sorber sólo un poco de sangre de alguna parte corporal dispuesto para ellos, era sin duda mil veces mejor, era más satisfactorio, sin embargo clavar sus dientes en la piel significaba por su puesto: la marca, si es que se les ocurría hacerlo en el cuello.

 

—¿Hay alguien que haya caído en tus redes en este momento Zen?— Kyo cerró los ojos y bebió lento el líquido.

 

—He disfrutado varios cuerpos de todo tipo, mujeres,obvio. Incluso betas, creo que deberían adoptar algo de ellos. Los betas se relacionan y fornican cuando quieran, como quieran y con quien quieran, no están de fastidiosos deseando una marca o marcar a alguien. ¿Y tú Kyo?

 

—Tuve algo con mi manager, no funcionó y lo dejamos por la paz.  De hecho ando buscando uno nuevo.

 

—¿Lo ves? La fiesta puede ser el punto de encuentro entre ese ansiado manager que te haga resurgir en Tokio. Aunque con la ayuda de Isaka san será más que suficiente. Por cierto has oído los rumores de ciertos omegas que están en un tipo de "celo activo"

 

—¿Celo activo?

 

—Así es, ellos no tienen que esperar cada 3 o 4 meses para poder copular satisfactoriamente y lograr gestar. Son como algún día fueron las mujeres, ciclos hormonales de un mes, si no toman anticonceptivos pueden embarazarse a la primera, tienen vida sexual por placer, algo como los betas solo que mucho más llamativo e impactantes por su aroma.

 

—Para ser un afamado abogado pareces más inmerso en el sexo hasta podrías dar clases de "Orientación Sexual"en la escuela de Hiyori chan.—El pintor comenzó a reír—¿Cuando vuelve?

 

—Está con los abuelos, tal vez la próxima semana esté aquí.

 

Kyo terminó de beber, Kirishima lo miraba de reojo, sabía que ese aroma lo había dejado perplejo por segundos, él también se sintió muy extraño cuando abrió la ventana.

 

 

 

 

 

—¿Aún no se retira Yokosawa san?- Nao Kiyomiya  preguntaba al pelinegro que admiraba hacia Tokio.— le recuerdo que mañana es la fiesta de recepción al nuevo gerente, debe estar fresco y relajado.

 

—En un momento más iré a casa Nao, gracias por tu trabajo

—Yokosawa volteó a ver al chico— No eres bueno ocultando tus sentimientos. Por eso es que regresaste ¿cierto?

 

Nao desvió la mirada, sabía que tendría problemas por acercarse a Ritsu, Masamune podría enfurecer si él llegará a...

 

—Con su permiso, mañana lo esperamos—El chico salió precipitado de la oficina 

 

Yokosawa sabía de la extraña y dolorosa sensación de amar a alguien y no ser correspondido, el llegó a amar a Masamune con todas sus fuerzas y de esa misma forma fue rechazado, aquello lo orilló a tomar una decisión que le había funcionando a la perfección.

 

Él estaba seguro que no había ninguna marca, ninguna mordida, ningún acto sexual, ningún lazo tan fuerte y poderoso como el amor, el amor lo podía todo...

 

 

Las horas transcurrieron, Misaki miró el pequeño móvil que Ritsu muy amable le había proporcionado,eran las 6 de la mañana y al parecer todo iba de maravilla.

Sus rodillas ya temblaban un poco por la distancia recorrida y él hambre se hacía presente de nuevo, aunque no era algo que no haya sentido antes y podría controlarlo como siempre.

 

Estaba más concentrado en escuchar el sonido de algún transporte indicándole que ya estaba cerca de Narita. La buena suerte había estado de su lado estas horas permitiendo que lograra escapar de la mansión Sumi, los guardias restantes ni se dieron cuenta que él había llegado hasta él área de arbustos que delimitaban la mansión de la ciudad.

 

Una ola de adrenalina le invadió su cuerpo tan solo días antes y fue como había decidido huir de su alfa. La idea de iniciar una nueva vida le impulsó como nunca para cometer esta locura y tal como se lo dijo a Ritsu iría con Takahiro Usami, un prestigioso omega que un tiempo vivió en Tokio y que fue quien ayudaría a su hermano Yokosawa hace 10  años.

 

Alcanzó a divisar unas luces, una enorme plaza que cruza desde el extremo de la ciudad de Narita lo  hizo que sonriera. Estaba cerca, de seguro pronto escucharía el motor de algún avión.

 

Mientras más se acercaba podía ver a gente deambulando por el lugar, decidió colocarse la capucha y seguir caminando. No se le hizo extraño encontrar a omegas y betas prostituyéndose. Un hombre atractivo y desnudo del pecho le guiñó el ojo y otras tantos le sonrieron y lanzaron besos, otro más le agarró la mano para besarla, se miraron por algunos segundos y Misaki siguió caminando sin sonrojarse, para el castaño estas acciones de los sexo servidores solo eran parte de su trabajo y no porque realmente pensaran que fuera atractivo, eso siempre se lo hizo saber Keiichi.

 

Ver aquellos hombres ofrecerle placer le trajo la imagen de una de tantas sesiones de copulacion forzada con su agresor...

 

<Tsumori san dice que durante tu viaje al centro comercial intentaste socializar con un beta y tus feromonas apestaban por todo el lugar ¿Es cierto eso Misaki?>

 

~Me ofreció pasar primero a la caja, yo sólo traía 2 cosas por pagar

 

<Piensas que soltando un poco de tu aroma alguien vendrá a hacerse el valiente y querrá marcarte>

 

~Yo no intento nada, y con su permiso, iré a leer un poco, Sumi sama.

 

No tuvo tiempo de dar dos pasos cuando Keiichi ya lo sujetaba del cabello y lo estampó contra el escritorio de su oficina. 

De un jalón rompió el pantalón del chico y con sus dientes rasgaba la ropa interior. Sumi sacó su miembro endurecido al tiempo que Misaki intentaba soltarse y golpearlo con sus piernas. El mayor fue más hábil y colocaba su pie sofocando a Misaki del cuello, el castaño cubría con sus dos manos la extremidad intentando alejarlo,  pero fue inútil. Solo sintió como la exagerada virilidad del alfa le abría el esfínter con toscos movimientos y su garganta era privada de aire.....

 

 

El frío aire matutino le golpeó con fuerza el rostro a Misaki, logrando despertar de la imagen tan clara que se le presentó, una de las pocas que recordaba.Con movimientos bruscos de su cabeza borró ese pensamiento y salió del trance

 

Estar afuera, para él era algo fantástico y quería quedarse a admirar las grandes construcciones de la ciudad, la plaza, las flores hasta oír las voces de la gente le resultaba fascinante, rara vez tenía permitido salir de la mansión y las pocas veces que lo hizo fue en compañía de su "alfa" quien lo exhibía como premio y otras pocas con él chismoso de Tsumori.

 

Misaki sonrió al oír lejanas las turbinas y corrió feliz por su suerte.

 

 

 

 

 

 

Despertó agitado, el sueño de su madre volvió a presentarse fastidiando su descanso, se tocó la frente y sintió el sudor que su cuerpo arrojaba.

 

~¡Huye de aquí Kyo!~

 

Siempre con la misma frase terminaba su sueño y lo último que veía era a su madre tirada en el piso cubierta de sangre, no podía olvidar los verdes ojos de su progenitora llenos de terror.

 

 

-6:00 am-

 

Ijuuin miró el reloj, y se dejó caer sobre la cama para regular su respiración, desde anoche de su arribo a Japón se sentía extraño.

Logró tranquilidad después de recordar aquel dulce aroma que invadió sus fosas nasales antes de entrar a la casa de su amigo.

 

Prendió la luz y encontró una nota de Zen sobre la mesa.

 

"Despiértame antes de que te vallas"

 

Conocía lo flojo que Zen podría ser, ni porque hoy fuera un día importante para él, haría el mínimo esfuerzo por levantarse temprano y lucir impecable frente a todos los trabajadores que estarían a su cargo, aunque no era que lo necesitara. Su amigo era un deslumbrante alfa de 28 años capaz de provocar suspiros y otras cosas sin el más mínimo esfuerzo.

 

Kyo se levantó de la cama y fue al sanitario directo a ducharse, hoy a las 9 tendría una cita con Isaka san,  famoso representante artístico y que le ayudaría abrirse paso por Japón, había vivido en Francia estos últimos años 10 años, los tres primeros acogido por un omega en lo que él se hacía mayor de edad y decidía su camino. 

Ahora con 25 años de edad y una carrera hecha, disfrutaba de su dinero sin problemas, el único inconveniente es que a veces se le antojaba poder compartir su fortuna con alguna persona y como solía ser el caso: no había nadie con quien hacerlo.

 

Admiró su cuerpo desnudo en el espejo, su piel blanca contrastaba a la perfección con su cabello negro y los ojos entre azul y violáceo, en Paris varias veces le ofrecieron sesiones de fotografías para modelar y en todas las había rechazado.

 

—Tal vez debería salir con Zen a divertirme, hace mucho que no tengo a alguien debajo mío, puede que funcione para mi estrés.

 

Sonrió por la propuesta que él mismo sé hizo y se masajeó el cuello, todavía estaba tenso por el viaje.

 

—Pero un par de manos presionando mi cuello no estarían mal por ahora.

 

Terminó de hacer unas cuantas flexiones y se dispuso a abrir la regadera. El agua caliente recorrió su cuerpo fibroso y se dejó disfrutar del vapor que invadía cada poro de su piel.

 

 

 

Pasada una hora salía vestido de saco  color negro muy casual y relucientes zapatos, acomodo su cabello todavía húmedo, fue al refrigerador para buscar ingredientes para su desayuno, encontrándose con solo unas cuántas verduras y dos unidades de sangre que el pelirrojo de seguro dispuso para el.

No fue de su agrado lo que vió y decidió salir a comprar algunos víveres para el hogar.

 

 

 

 

 

Era la cuarta vez que intentaba contactar con su hermano, el día de ayer Yokosawa quiso felicitar a Misaki por su cumpleaños número 18 pero el " asistente" de Sumi le había informado que el castaño se hallaba indispuesto y prefirió no molestarlo más, la extraña sensación en su pecho no lo abandonó desde la noche y por eso hoy intentaba de nuevo.

 

—Tsumori san ¿Podría revisar si Misaki ya despertó?

 

—Te he dicho que sigue indispuesto, ya fui a tocar a su habitación y no me contesta.

 

—Pero ¿está seguro? ¿Se encuentra ahí? 

 

—¿Sabes Yokosawa? Me encanta el tono dulzón que usas cuando quieres saber algo de tu mocoso y sí, estoy seguro que está indispuesto y que él es quien suelta ese apestoso olor.

 

—¿Apestoso? Una ocasión te oí decir que si Sumi sama no estuviera...

 

—Abstente de tus comentarios Yokosawa, en todo caso me gustaría saber que se siente joder el cuerpo de un alfa, tal vez quieras ser mi conejillo de Indias.

 

—Tal vez quieras ser tú el experimento de Nowaki san, te muestras como perro con la cola entre las patas cuando lo ves 

 

—Acabó de hablar con Misaki y dice que no quiere ser molestado, hasta luego Yokosawa san.

 

Takafumi  gruñó un poco al oír como el guardia terminó la llamada.

El sol comenzaba a salir y un leve rayo de luz le daba directo a la cara  se masajeo la sien perturbado, entonces  lo razonó, si Tsumori dice que Misaki está en su habitación entonces lo está, el no permitiría que el castaño abandonara la mansión tan fácil. 

Con ese pensamiento se dirigió a preparar su desayuno.

 

Tenía que estar a las 10 en punto en el despacho para recibir al flamante nuevo gerente del jurídico.

Ni la molestia se había tomado en leer el sorprendente currículum del susodicho, sólo los rumores qué vagaban de aquí para allá en las oficinas fue la fuente de su información.

 

El timbre sonó por su departamento y fue directo a abrir, encontrándose con Masamune frente a él.

 

—¿Onodera te echo de la casa?

 

—Dígamos que tú tonto asistente Nao fue a dejarle unos regalos de su madre y preferí largarme de ahí.

 

—Me desagrada ese aroma que sueltas Masamune. Eres patético al sentirte de ese modo por mi amable y eficiente beta.

 

—Pues tendrás que soportarlo hasta que lleguemos al despacho Takafumi.

 

Yokosawa  suspiró y se hacía un lado para dejar entrar al atractivo hombre de ojos miel....

 

 

 

 

Ijuuin miraba desperezarse a su amigo cual gato 

—Para que pides que te despierte si me ignoras por completo Kirishima Zen.

 

—Te escribí: cuando te fueras Kyo.

 

—Estoy por salir, en lo que se resuelve el asunto de mi automóvil usaré transporte y tengo que anticiparme, intento ser puntual, todo lo contrario de ciertas personas, como tú comprenderas.Te veo en la tarde Zen.

 

Kyo salió de la habitación, Zen dió la vuelta para ver cómo desaparecía el pintor de sus ojos y los tonos naranjas del sol le dieron la bienvenida por su ventana.

  

Con pereza se levantó de la cama y fue a la cocina, para encontrarse con algo de arroz y pescado, dudo entre elegir la comida o lo que yacía  en el refrigerador.

Al final, su boca fue complacida con el pescado y un poco de té que él mismo preparó.

 

Miraba de reojo los documentos donde se plasmaba la información corporativa de SOL (Saga/Onodera/Lawyer)

Su vista quedó fija en la fotografía de un azabache: Masamune Takano y su pareja Onodera Ritsu.

Se sorprendió que el primero no fuera el gerente, pero si eso le dió la oportunidad para que él tuviera un empleo bien pagado, lo demás no era de su incumbencia.

 

Zen termino  de desayunar y arreglarse, un elegante traje en color negro lo enfundaba como perfecto modelo de revista.

Lavó sus dientes y aplicó un poco de bálsamo en sus labios que dejó Kyo en el sanitario. Dió un último vistazo y salió de su mansión.

 

 

 

La recepción frente a sus ojos era de buen gusto a su parecer, las mesas y manteles en tonos blancos y azul reflejaban la luz de la mañana haciendo armonioso el entorno.

Apenas si entró y las miradas se posaron en el, su aroma inundó las fauces de todos los presentes, de inmediato el Director general, Saga Makoto fue a recibirlo.

 

—Es un gusto tenerlo por fin aquí Kirishima san.

 

—El gusto es mío, creo que llegué muy temprano aun está vacío el lugar, lo digo por los 300 empleados que maneja.

 

—Es cierto y  aún no llegan mis principales trabajadores.

 

—¿Yokosawa Takafumi y Masamune?

 

—Así es y espero que no tarden.

 

 

 

 

 

Misaki por fin veía la luz del día, los rayos del sol le acariciaban la piel y el seguía sonriendo.

La terminal de Narita estaba a unos cuantos metros de distancia y su alegría aumentó. Sin pensarlo emprendió la carrera para buscar el  mostrador y recoger el boleto que Nao Kiyomiya le había comprado con anticipación.

Miró con emoción la pared de vidrio  frente a él, se recargó un poco para coger aire, lo había logrado, había llegado hasta el aeropuerto, su respiración se normalizaba y decidió alzar la vista.

 

Su aliento se detuvo de golpe al ver a dos guardias de Sumi frente a la puerta.

 

Sintió que su sangre y su boca se secaban por la impresión....

 


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