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MARCADO por LIAMSUZUKI

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Yokosawa entraba con nervios al lobby del jurídico esperando no ver a Kirishima Zen a estas horas de la tarde.

Varios empleados no repararon en su aspecto y concordaron que se veía algo demacrado y delgado. Incluso Takafumi al colocar su camisa después del baño le pareció que le quedaba floja.

Otros tantos hicieron comentarios en voz baja preguntándose del porqué  del nuevo aroma que emanaba de Yokosawa.

 

Decidido a ignorar al personal de SOL giró su cuerpo e ingresó a su oficina, Nao Kiyomiya se sorprendió mucho de verlo por fin después de casi dos meses de ausencia y sin dudarlo se acercó para abrazarle

 

—Takafumi que bueno que hayas regresado.

 

El delta correspondió al abrazo de su asistente y le dedicó una sonrisa.

 

—La vida sigue y tengo que trabajar por si quiero ver hundido a Sumi Keiichi. ¿Como va todo por aquí?

 

—Takano consiguió que el arresto domiciliario de Sumi sólo fuera por lo que resta de este mes. Acabando el periodo, de nuevo irán a juicio. Tsumori confesó que en efecto intentó privarte de tu libertad pero que parte del problema lo generaste tú al no usar tu supresor y liberaste tu aroma incitando a que te atacara.

 

—¿Que? ¿Entonces yo fui quien le..¡Es una tontería de ese tipo!

 

—El juez aceptó su fallo y solo será sentenciado a trabajo comunitario pesado por un año y pagará una multa. Después de atacarte quedó inconsciente y solo pudo llegar a la mansión de Sumi y peleó un poco con Tanaka san. El sirviente de los Usami lo dejó noqueado igual que a Shinnosuke Tōdō. 

Los demás están en proceso todavía, Kisa huyó del país pero él está prácticamente limpio. Jamás participo en algún crimen más que ese día cuando todos peleamos en la mansión de Nowaki y llegó un comunicado donde explica que te mantuvo encerrado para hacerte pruebas y descubrir tu verdadero género sin intenciones de dolo.

 

—Si Tsumori dijo que yo no use supresor entonces y Kisa.. entonces 

 

—Entonces ya todos en el estrado saben que eres Delta. Makoto san se sorprendió bastante pero dijo que un Delta es casi lo mismo que un alfa así que lo asimila bien, además tu eres un Delta muy especial Takafumi.

 

—¿Y mi castigo?

 

—Pagarás una multa por proporcionar información falsa y se modificará las estadísticas en los géneros de la población en Marukawa, nada grave.

 

Yokosawa miraba sorprendido a Nao y la puerta fue abierta, Ritsu entraba de prisa sin percatarse de su presencia.

 

—¡Nao! Debemos enviar estas fotos con criminalistica y...... Takafumi Yokosawa .. Hola, qué gusto que hayas vuelto al trabajo.

 

—Ritsu, hola.

 

—Lo siento por entrar así, me he estado encargando de tus labores para ayudar a Masamune y Makoto san.

 

—No te preocupes, agradezco su ayuda y creo que la seguiré necesitando, no estoy muy bien del todo.

 

—Te Ayudaremos, por cierto, ¿has visto lo que te mande estas semanas?—Preguntó Ritsu algo desanimado 

 

—No, lo que menos quiero es ver y recordar lo que sucedió ese día.

 

—Yokosawa, me dirás que estoy loco y que soy muy metiche pero, hay muchas cosas extrañas, y la principal es esta fotografía.

 

Ritsu sacaba de una gaveta unas imagenes, correspondía al cuerpo de Ijuuin Kyo. Takafumi vio con asombro el cuello y parte de la nuca.

 

—Eso ¿es la mordida? ¿Kyo estaba marcado? ¿Me estás diciendo que mi hermanastro era un omega? Un momento.... eso no lo tenia el día que vi los cuerpos. ¿Y de donde sacaste esas imágenes?

 

—Estar tanto tiempo con Misaki me hizo aprender sus trucos para ingresar a bases de datos y archivos. Tu hermanito era un genio—Ritsu se acercó más a ellos y hablaba en voz baja—Takafumi me gustaría que por favor vieras todo lo que te mandado,en especial las últimas fotografías. Ayúdame en esto ¿Si?

 

—Ritsu, no insistas.

 

—Yokosawa si hay algo que aprendido de estar trabajando aquí en el jurídico es que si quieres triunfar en un caso debes investigar hasta lo más ilógico e incoherente que se te pueda ocurrir.Ve lo que te he mandado, en especial lo que investigue de Kyo.

 

—¿Que? El que tiene que...

 

Yokosawa le miraba fijo a Ritsu y comenzó a hiperventilar, Un aroma a vainilla se hacía más intenso por toda su oficina y en segundos la perilla era girada.

 

El imponente alfa hacía acto de presencia, Ritsu y Nao se apartaron de Yokosawa al ver a Zen viéndolos de forma molesta; agarraron su material, salieron de prisa y cerraron con seguro.

El corazón de Takafumi latía desenfrenado, su vientre se sintió tan cálido y no pudo evitar jadear al oler tan de cerca a su alfa.

 

Zen parecía no inmutarse, pero dentro de él su cuerpo ardia, se acercó a los labios de Takafumi y después respiro por todo su cuello. Aflojó el nudo de su corbata y boca se dirigió a la marca y volvía a morderle..

 

—Ahh... Zen...

 

El alfa absorbió un poco de sangre y agarró a Takafumi por la cadera para pegarlo a su cuerpo. Yokosawa se dejó hacer y para qué negarlo, lo extrañaba y lo necesitaba tanto. Las manos del alfa  viajaron por su espalda y cadera, si había algo, era el hecho de que ambos no podían suprimir el deseo sexual. Ambos necesitaban desfogarse y entregarse una vez más a lo carnal, era el instinto, el deseo, el amor..

 

Zen comenzó a desabrochar el pantalón de Takafumi y proceder a bajarlo hasta los muslos 

 

—Zen.. estamos en la oficina.. no..no debemos.

El alfa ignoró al pelinegro y continuaba en su labor, palpando sus muslos y delineando de forma suave sus glúteos

—¡Zen!—Yokosawa pudo apartarlo sujetando sus hombros y al ver sus ojos se estremeció—De..detente no es buena idea y..

 

El alfa comenzó acariciar el miembro por encima de la tela de forma suave, sintiendo como ante la negativa de Takafumi su pene reaccionaba de forma magnífica engrosándose entre su mano. Sacó la punta de la ropa interior y con su pulgar delineaba todo el contorno de la cabeza.

 

—Dices que no quieres pero mira cómo te pones por solo sentir mis manos, comprende que no puedes resistirte Takafumi, me perteneces— Kirishima lamió parte del cuello de Yokosawa sin dejar de atender su miembro. El delta mordió su labio suprimiendo un gemido y no demostrarle a su alfa lo bien que hacía su trabajo de masturbarlo.

 

De un movimiento Zen volvía a colocarle el pantalón a Takafumi y abrocharlo. Yokosawa quedó estático y jadeante ante tal acto y vió como el alfa salió de prisa de su oficina sin decir una sola palabra. El delta se dejó caer por su silla recobrando la compostura.

 

Creyó que Kirishima se cansó del juego y solo lo hacía para mostrar su superioridad ante el. Respiro profundo y algo tembloroso encendió su portátil, su bandeja de correo estaba llena de mensajes, los más notorios eran de Onodera que eran alrededor de 100 mail, recorrió la bandeja viendo los títulos de sus archivos, estuvo a punto de cerrarlo cuando un título llamó su atención

 

"Fotografías mientras eran llevados a la mansión Usami"

 

Estuvo por dar click y la puerta de nuevo fue abierta de forma intempestiva. Zen estaba ingresando sin pedir permiso, a lo que Takafumi no hizo otra cosa más que cerrar de golpe la portátil. El alfa le tomó del brazo y le obligó a pararse 

 

—Iremos a un lugar más cómodo Takafumi 

 

—Zen.. espera..no, apenas regresé no puedo

 

—¿No puedes que? ¿Ausentarte otro día más? A estas alturas es irrelevante, y si te preocupa, ahí tienes a ese niño llamado Ritsu. El ha hecho tu trabajo.

 

 

 

El Delta era llevado hacia afuera del brazo sin importarle a Zen las miradas de los curiosos. Takafumi enrojeció, no pasó mucho para que Kirishima entrelazara sus manos. Ya no le importaba que los vieran, lo único que quería, era tener a su destinado con él 

 

 

 

 

 

 

 

 

Misaki recortaba unas flores ante la mirada de Kyo que estaba recargado en el marco de la puerta. Le encantaba ver a su omega realizar actividades que antes no le fueran permitidas. Él omega aún se veía muy delgado, tomaría algo de tiempo para que recuperara su salud por completo. Kyo jamás pensó que podría tener en su sangre, ese agente que ayudará a Misaki en su enfermedad. Recordó ese día cuando lo conoció y para ocultar el rastro de Misaki, hizo una herida por su brazo y vertió la sangre. El alfa tenía la condición de recuperarse de sus heridas muy rápido y ahí estaba el resultado, la unión de ambos por la marca, le dio a Misaki la oportunidad de sanar más pronto de cualquier herida o golpe, tomaría tiempo y Kyo deseaba de todo corazón que los niveles de sangre de su omega fueran normales y que él pudiera llevar una vida saludable. No podía imaginar una vida ya sin él. Lo amaba, lo amaba con todo su ser.

Misaki ya conocía toda la historia detrás del pasado de ambos, de Sumi y su hermano Takafumi.No había resentimientos hacia Yokosawa por lo de su madre y no estar presente el día que fue atacada  por el padre de Sumi. Al fin y al cabo no era su culpa de querer pasar un día con Takano a quien amaba en ese entonces.

La culpa era de ese par de locos: los Sumi y Misaki había comprobado que por amor u obsesión se hacían las peores locuras.

 

Kyo miró por otros 20 minutos más a su omega hasta que creyó que ya fue suficiente.

 

—Misaki ven por favor 

 

—Dame un momento más, quiero llevarle estas flores a Usami san

 

—¿Flores a Usami san?—Kyo dió un respingo al ver a Misaki tan emocionado.

 

—Si, son para que se las dé como regalo a Takahiro, hoy es su cumpleaños.

 

—Ah ya veo, pero aún así ya llevas mucho tiempo haciendo eso, ven quiero abrazarte, te necesito— El alfa en realidad quería decir: Ven Misaki quiero hacerte el Amor.

 

—Solo 5 minutos más, esta rosa es especial..

 

—¿A sí? Entonces dile a todas esas florecitas que después te follen, porque yo no querré hacerlo porque estaré muy, muy dormido.

 

Misaki soltó su pequeño ramo de flores y vio a su alfa ingresar a la habitación con los brazos cruzados. Él omega recogió sus rosas y echó a correr con su bolsa donde había guardado ya varios ramos.

 

Al llegar a su habitación vio a Kyo dándole la espalda

 

—Kyo Ijuuin 

 

—¿Si?

Misaki se colocó frente a él y le acarició el rostro

—Esto es para ti—Takahashi extendía una rosa muy bonita, demasiado roja que hasta los pétalos parecía teñidos de sangre.

—Te amo, gracias por todo.

 

Kyo se sorprendió y  lo levantó por los aires, dió muchos besos por su mejilla, no podía hacer nada contra los gestos y atenciones de Misaki...

 

 

 

 

 

Yokosawa  y Kirishima llegaban a la casa del alfa, el pelirrojo apenas si abrió la puerta y de inmediato arrojó un poco  brusco al delta por el sillón.

Cerró bien la puerta y en dos segundos ya estaba sobre el pelinegro oliendo su esencia a hierba, flores podía notar también en su aroma.

 

—Dime si de verdad quieres alejarte de mi Takafumi. Que tengas mi marca no significa que debas estar atado a una persona. Por mucho que doliera intentaría asimilarlo, aunque no sé si lo lograría.—Los ojos de Zen denotaban tristeza y deseo, mucho deseo.

—¿Me amas? ¿Sientes amor por mi Takafumi? Si dices que no, me alejaré de ti para siempre.

 

—Yo....no sé 

 

—¡¿Que es lo que no sabes?! ¡Ya no tienes 15 años como para preguntarte si es amor o no!

 

—Aún me culpo por todo—Takafumi comenzó a llorar.

 

—¡Ya olvida eso! Es el pasado, concéntrate en lo que tenemos ahora. Tu y yo tendremos una familia, y no lo digo porque ya tenga a Hiyori quien te acepta y te quiere.¡¿Tan difícil es entenderlo?!

 

—Lo de Misaki...

 

—¡Misaki nada! ¡Misaki y Kyo son un par de locos! Tu hermano estaba tan seguro de su amor que no dudó ni un momento de arriesgarlo todo. ¿Por que? ¿Por que no puedo hacer que me demuestres todo tu amor? ¿acaso es porque todavía tienes sentimientos por Takano?

 

—¡No! Eso no es cierto 

 

—¿Entonces que es Takafumi?

Zen dejó de presionar el cuerpo de Yokosawa y quiso levantarse. El delta lo detuvo del brazo y acarició su rostro 

 

—Yo te amo Zen, aún me cuesta.. demostrarlo.. no quiero que te alejes de mi, nunca, yo de verdad quiero olvidar y ser feliz. Las circunstancias han sido muy malas y exageradas, y lo sabes. No pretendo verme como mártir por eso, ayúdame, ayúdame a olvidar...aún no sé cómo hacerlo..—Yokosawa cubrió su rostro por las lágrimas y Zen se acercó de nuevo a él.

 

—Ya no llores... debes ser fuerte, otra persona dependerá de ti y es a quien amarás más que a tu vida misma Takafumi....

 

El alfa repartía besos por el rostro de Takafumi y fue descendiendo para desabrochar uno a uno los botones de la camisa, no pudo contenerse más y con premura mordía todo el torso del pelinegro de forma hambrienta.

 

—Zen... mmgh.. ahh

 

—Lo siento Takafumi pero me has hecho esperar tanto que..

 

El alfa prácticamente arrancó el pantalón y ropa interior de Yokosawa, lo despojó de cualquier prenda estorbosa y sin dudarlo sacó su erección doliente del pantalón. Takafumi apreció la dureza de Zen, apenas estaba por pronunciar algo cuando el alfa le tomó de las caderas, alzó sus piernas y se insertó de una forma tan grotesca haciendo que se encorvara por el dolor  y placer 

 

—AHHHHHH.....

 

—Takafumi....no sabes cuanto extrañaba estar dentro ti.. ahhh....

 

Kirishima cerró los ojos y empujó  su hombría hasta la base, el calor de su delta era maravilloso y estrecho. Takafumi lloroso por la estocada buscó los labios del alfa para consolarlo

 

—Ahhhh...Zen...te amo 

 

Kirishima comenzó con las embestidas, toda su erección entraba sin dificultades, la protuberancia causaba un rose delicioso para ambos y no tardó mucho para que Yokosawa soltara su lubricación.

 

—Ahhhh...Se siente bien..ahhh

 

—Me..extrañabas igual que yo..— Zen llevó dos de sus dedos a la boca de Takafumi para que los lamiera. Era demasiado excitante verlo sonrojado y como su cuerpo le recibía tan bien.

El pelirrojo comenzó a quitar las prendas de arriba de su traje sin dejar de embestir a Yokosawa, el delta no quiso ser el único desnudo y ayudo a deshacerse del cinturón.

 

Kirishima tuvo que hacer una pausa para desvestirse por completo, su miembro duro rosó las piernas de Takafumi esparciendo la humedad tan copiosa que ya había empapado el sillón. Presuroso cargó a su delta y volvía a penetrarlo arrancando otro gemido 

 

—Ahhh.....—Takafumi dejó caer su rostro por el cuello del alfa 

 

—Iremos a nuestra habitación—Le afianzó por la cintura y espalda, y así comenzó a subir las escaleras, Yokosawa sentía un movimiento suave pero placentero mientras Kirishima caminaba.

 

Lo colocó sobre el colchón y retomó las embestidas, las manos de Zen acariciaban con suavidad el vientre bajo de Takafumi. Su delta era realmente hermoso, ese cuerpo algo fornido le encantaba, los cuerpos frágiles no eran lo suyo y prefería un millón de veces esa contextura firme que Yokosawa le ofrecía.

 

Cambiaron de posición y ahora Zen quedó abajo, ofreció su mano para que Yokosawa se colocara sobre la punta de su miembro y lo cabalgara.

De forma lenta Takafumi devoró el glande y después todo el tronco, Zen quedó fascinado al ver el miembro de Yokosawa golpearle el estómago y gotear líquido de él..

 

—Ahhhhh.. Zen... 

 

—Muévete—Ordenó el alfa y Takafumi comenzó a penetrarse con fuerza, subiendo y bajando, una y otra vez 

 

Zen cada vez estaba más hinchado y podía sentirlo cada vez que Yokosawa llegaba hasta la base e intentaba volver a subir.

—Amor... cada vez estas mas estrecho..

 

—Zen... me quiero venir..ahhhh

 

El alfa complació sus deseos y lo cogió de la cintura para subir y bajarlo a su antojo, Yokosawa no podía contenerse y gemía más fuerte

—Ahhhh. Zen.. más... dame más....

 

—Con gusto hermosura... ahhh

 

Las estocadas eran tan profundas que en pocos segundos el alfa sintió la entrada de Yokosawa contraerse y liberar toda su esencia 

 

—¡Ahhhhh! ¡ahhhh!

 

Kirishima mordió los labios de Takafumi callando sus gemidos y le dio vuelta sintiendo el nudo formarse de forma inevitable

—Takafumi.. quiero que me pertenezcas por siempre 

 

—Zen.. ahh... ¿que.. que es esto?

Takafumi estaba confuso por la nueva sensación, era dolor, placer indescriptible y lo más notorio era la forma que su orificio era llenado. Su respiración era tan agitada por tremendo orgasmo, Zen no le permitió recuperarse y continuó con las estocadas.

—Ahhhh ... ahhh

 

—Takafumi te amo.— Kirishima propinaba embestidas cada vez más lentas, su miembro era succionado de tal forma que era inevitable salir, Yokosawa sintió un jalón placentero y doloroso, la forma que Zen empujaba era grandiosa, no hubo tiempo para explicaciones y en segundos el semen de su alfa salía en su interior ....

 

—Ahhh... Takafumi—Un gruñido excitante salió de Kirishima, su cuerpo se contraía al compás de la salida de su esperma y se dejó caer por el pecho del pelinegro 

 

Yokosawa lloraba del placer y por tan 

magnifica sensación, su alfa había anudado y era maravilloso. Sentir toda esa carne de Zen llenándole era el culmine de cualquier sesión de sexo...

 

Abrazó a su alfa y daba besos por toda su frente, sus cuerpos estaban sudorosos y sucios por el semen de Yokosawa.

Kirishima se movió un poco y ambos sintieron el jalón, sabían que no podrían separarse hasta que pasara la hinchazón.

 

 

 

—Takafumi... esto lo deseaba desde la primera vez que lo hicimos... no puedo describirte como se siente anudar en tu interior.... estoy loco de deseo y amor por ti..

 

—Zen.... quisiera haber sido el primero en hacer esto contigo..—Takafumi recordó a la ex de su alfa.

 

—Lo eres Takafumi, todas las personas con las que estuve ya tenían sus relaciones pasadas. Tu me has entregado tu primera vez en todo. Eso es fascinante, poder guiarte y saber que yo soy el primero en tu vida, para mí es invaluable. Tu me has hecho el amor por primera vez en todo. Yo soy el que agradece que tu cuerpo y corazón sean míos, solo míos—El alfa mordió su cuello con tanto deseo y amor, Takafumi lagrimeaba por  la dicha de estar con su amado otra vez.

—Te amo Zen

—Y yo a ti Takafumi. Esta noche por fin dormiré tranquilo porque sé que estás a mi lado..

Yokosawa dio un beso en la boca a Kirishima y se colocaron de lado para dejar que el nudo cediera.....

 

 

 

  

 

Y en efecto Zen dormía tan tranquilo y profundo que ni cuenta  que Yokosawa se había parado a beber un poco de agua y buscar algún refrigerio porque ya tenía hambre.

 

De regreso a la habitación pudo ver  que otra estaba entreabierta, movido por la curiosidad se asomó al interior y pudo ver mucha pinturas y trabajos artísticos, su vista se desvió a un cuadro pequeño, un ojos verdes le hicieron su corazón estremecer, los de su hermano Misaki

 

—Esta..era la habitación de.. de Kyo

Yokosawa soltó un par de lágrimas al ver varios dibujos de Misaki y Kyo juntos, volteó el retrato y un sobre salió  volando, lo recogió y  leyó la nota:

”El me aceptó Zen, nos casaremos pronto”

Ijuuin Kyo

—¿Que?.. ¿Con quien se iba a casar este tipo? ¿Con Misaki? ¡¿engañaba a mi hermano?! !¿De cuando mierdas es esto?!

 

Yokosawa se alteró tanto que salió de la habitación y colocó su ropa, solo una persona podría saberlo y ese era el mejor amigo y alcahuete de Misaki: Ritsu Onodera....

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muchas gracias por leer, ya estamos en la recta final del fic y creo que ya se imaginarán cómo es que se salvo Kyo y Misaki. En los capítulos 3 y 4 se narra que Kyo se muerde el brazo para sacarse sangre y ocultar el rastro de Misaki y después este le cura y menciona que los golpes que Sumi le dio ya no eran tan notorios, así como la herida del brazo dejaría de sangrar.


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