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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Les dejo cositas lindas para la semana :3

Me acostumbro muy rápido a la forma de vida que tienen en este lugar. A veces parece que la vida pasa muy lento por aquí y otras pasa tan rápido que apenas entiendo lo que paso. Mi nuevo puesto en la fortaleza represento que ahora podía entrar a las reuniones importantes que tenían Vahard y los demás líderes aunque nunca participe y más bien me aburría dentro de la carpa donde hablaban.


Comencé a trabajar en la cocina, lo que al inicio me acarreo algunas burlas que terminaron cuando le di un puñetazo en la cara a uno de los que se burlaba de mí,  no le golpee por que se burló sino porque tiro un plato lleno de semillas que acababa de limpiar.  Nadie volvió a decirme nada después de eso, e incluso comenzaron a tomar más en serio a las chicas que trabajan en la cocina.


— Pero no lo hizo con mala intención— Zachelle sigue riéndose mientras observa como cocinamos. La cocina está llena, y hay muchas personas hablando lo que genera un murmullo que al inicio era incómodo.


—  Tampoco estaba siendo bueno— Vilia le dirige una sonrisita a Zachelle. Ahora casi golpeo a otro chico por tirar la comida sin haberla probado porque según él no estaba muy cocido.


— le daré solo carne cruda de ahora en adelante. Y tendrá que comerla— como siempre, no bromeo pero Zachelle se retuerce de la risa.


— que tú seas un animal que puede comerla no quiere decir que los demás podamos Rahn— me logra decir, secándose las lágrimas de los ojos. De cualquier manera no creo que Vilia me deje poner carne cruda a propósito en un plato— escuche que vas a salir pronto.


— ¿Por qué siempre preguntas cosas que ya sabes?


— solo quiero hablar un poco contigo ¿es malo? Las únicas veces que hablas es para reprenderme por todo— refunfuña— ya, como sea, apresúrate y dame comida— ¿Qué hice para tener a alguien como él siguiéndome? He visto  que no hace lo mismo con los demás, al menos no con tanta insistencia como cuando estamos juntos ¿quizá porque nadie más conoce su secreto? Eso de lo que me entere sin querer y que no quería saber. 


— tú sí que sabes cómo fastidiar a la gente.


— Admite que en fondo te agrado— no sé cómo responder a eso. No me desagrada cuando no está fastidiando, lo cual son pocas veces, pero las veces que no está por aquí me aburro mucho.


— Es penoso  que seas el único amigo que tengo— Zachelle sonríe.


— Bueno, yo le agrado a todos— podría decirle que eso es una verdad a medias.  Creo que hay alguna clase de maldición con nosotros porque después de esa primera vez que vi que terminaban con Zachelle, me ha tocado ver más ocasiones que sucede o si no  lo veo él viene y me cuenta. Me he convertido en la persona que escucha sus penas de amor, aunque no quería, y por eso podría decirle que no es verdad que le agrada a todos o ya hubiera encontrado una pareja desde hace mucho tiempo. No se lo digo porque aunque no se ponga a llorar sé que le afecta más de lo que me dice.


— No te creas tan importante, Sahar y Vilia también son mis amigas.


—  eres tan cruel, Rahn… pero te lo dejare pasar si me traes un recuerdo del lugar a donde vas— no pierde el tiempo para aprovechar cualquier ventaja.


 


Viaje, claro que lo hice y mucho y por fin pude cumplir uno de mis sueños que jamás creí que podría realizar. Melauth resulto ser una ciudad común y sin ningún atractivo a comparación de las ciudades de la tierra de las ventiscas, lugares como Arnar, Saevi o Svartia con sus palacios de hielo y de un blanco que me dejo cegado cuando llegue y tan lejos de aquí que me tomo muchos días llegar  y eso que iba en un carruaje.  Me di unos buenos golpes en el hielo al intentar andar sobre él. La gente que vi en esos lugares eran todos parecidos, con el mismo cabello amarillo y los ojos de color azul o verde. Casi todas sus habilidades consisten en hacer fuego o luz  y  vi a muy pocos usar habilidades para congelar.  


También visite lugares más cercanos, donde los rebeldes eran tan pocos y tenían problemas con los Sentinellas. Fue sumamente fácil hacer que se unieran a la Fortaleza, aunque yo solo me limito a llevar las cartas de Vahard y de vez en cuando respondo lo que me preguntan.


En el campamento sigo sin hablar con muchas personas y nunca cuento una larga historia cuando Zachelle o alguien pregunta cómo me fue en el viaje, me basta con decirles “Bien” “Aburrido” “me gusto la ciudad”.  Parece que las cosas no cambian mucho en el campamento, pero sí que cambian: Han llegado más personas, ocupamos más comida y en los entrenamientos puedo notar que la mayoría ha mejorado mucho aunque no para poder darle una paliza a Zachelle o a mí.  He visto pelear también a Vahard, y es casi como ver a un Sentinella ¿habrá sido uno antes de convertirse en el líder de la Fortaleza?


 


Hoy he estado durmiendo, incluso amenace a Zachelle para que no viniera ya que apenas regrese de otro viaje y quiero dormirme, el invierno casi ha llegado y estar envuelto en las mantas frente a una fogata es lo único que quiero. Me despierto mucho después del mediodía, y solo por los gritos y silbidos de alegría que vienen del campamento. Nadie me pone atención y me concentro en buscar a alguien que me diga que está pasando porque nunca he visto esto.


— ¡Rahn!— ah, termino mi búsqueda— creí que seguías dormido.


— imposible con tanto ruido ¿Qué están haciendo?


— celebrando ¿no es obvio? 


— ¿y que celebran?


— recuperaron  Firah— según lo que recuerdo, Firah es la ciudad que hace algunos años fue casi saqueada por los Sentinellas debido a que todos en la ciudad se opusieron a ellos— nadie te lo dirá, pero fue gracias a ti. 


— tampoco lo quiero saber.


—  Vahard está planeando entrar a la ciudad,  pero quiere comprobar su seguridad primero— tampoco me interesa mucho eso— trajeron Yitan también, me gusta cuando lo traen porque puedes culparlo por cualquier cosa que hagas, como coquetear o besar a alguien.


— tú lo harás sin nada de Yitan.


— nadie lo sabe todavía, que iremos allá, pero me dijo que en unos días  se lo diremos a los demás porque no le importa que lo saben ¿no es de lo mejor? Por primera vez…— no termina la frase. Creo que nunca le vi tan  feliz y eso que Zachelle es la persona más feliz que conozco. 


— como digas.


— que aburrido… ¿no estás interesado en ir a Firah?


— no ¿Por qué tendría que ir?


— Nunca he ido, pero quiero ver si lo que dice la leyenda es cierto— no tengo idea de que está hablando y debe verlo en mi cara porque sonríe y sigue hablando— Dicen que Firah es el lugar donde caen todas las estrellas.  Cuando los pobladores vieron lo que pasaba y al ver todas esas estrellas caídas les dio tanta tristeza que intentaron regresarlas al cielo. Las estrellas no pudieron volver al cielo porque ni ellas ni los humanos tenían tanta fuerza para hacerlas recorrer todo el espacio, en cambio las estrellas quedaron suspendidas y puedes tocarlas.


— esos son solo cuentos para niños.


— me gustaría ver eso. O mejor aún, ser una estrella.


— ¿Por qué querrías ser una estrella?


—  porque se escucha genial. Poder ver todo y no preocuparse por nada, andar de un lado a otro por siempre con las mismas personas.


— solo son estrellas— alguien me da un empujón sin querer, pues la celebración se está haciendo en grande.  Los que no están bailando están bebiendo Yitan,  yo ya no me quedo apartado de los demás, pero no me gusta bailar y nunca bebo más de tres vasos de Yitan. No creo que sea un momento para celebrar, los Sentinellas no celebran mucho y siempre están alertas, si alguien nos encontrara ahora sería el final de la Fortaleza, pues muy pocos están en condiciones de mantenerse si quiera de pie.  Al menos yo podría huir y dejar todo el caos atrás. Me levanto solo para ir por comida y dejar los vasos que los demás dejan a mi alrededor y que hacen que me pique la nariz.


— ah, ¿quieres más?


— no.


—  No seas amargado, disfruta la fiesta— Sahar me da un golpe suave en el brazo— deberías ser más como Zachelle— los dos miramos a donde están bailando una melodía acelerada y burda. Zachelle está bailando con un grupo de chicas que se turnan  para seguir la música con él. Será el Yitan, pero la escena me hace reír ¿Qué pasaría si supieran sobre los verdaderos gustos de Zachelle? Y lo que es más increíble es como Zachelle les convence de que tienen una oportunidad para salir con él— eso es, ¿ves que no es tan difícil?


— Umm— sigue siendo muy ruidoso para mí, no creo que pueda aguantar mucho rato más por más comida que me ofrezcan. Zachelle se deja caer a mi lado, sonriendo y con las mejillas algo sonrojadas por estar bailando.


— ¿Qué?— me dice cuando me descubre mirándole.


— nada.


— deberías bailar alguna vez, es diferente.


— yo no bailo. Y menos si con eso voy a engañar a un montón de…— un alboroto mayor hace que deje de hablar.  Hay tanto ruido que de no ser porque los gritos vienen del grupo de chicas que está más cerca de nosotros no lo hubiéramos escuchado.  En el centro, de pie esta una de las chicas de la cocina y a su lado un chico que no distingo.


— ¿Por qué tanto escándalo?— Sahar se inclina a preguntar a gritos a nadie en particular. Allá todas siguen riendo y algunas se han levantado a abrazar a la chica, G                izan creo que se llama. Entre el movimiento de personas ahora si veo que quien está con ella es el chico con el que Zachelle ha estado saliendo.


— Gizan y Demel tendrán un bebé— maldición.  Sahar se levanta y le da un abrazo a Gizan.


— eh ¿en verdad?  Bien por ti, Gizan— pronto todo es un alboroto con ellos, y nos quedamos solo Zachelle y yo.


— Te dije que no sonrieras si no quieres hacerlo— murmuro.


— pero si quiero hacerlo, Gizan debe estar muy feliz.


— No creo que lo sea por mucho tiempo si el padre del niño le oculta cosas— Zachelle suspira, y se termina su vaso de Yitan de un trago.


— no tiene por qué saberlo. No le arruinare el momento— Yo solo sigo mirando al frente, a la fogata donde ahora siguen bailando, ajenos a lo que acaba de pasar.


— Como quieras— Yo me siento un poco molesto por lo que acaba de pasar, no imagino cómo debe sentirse Zachelle en estos momentos— me largo— arrojo el vaso sin mirar donde cae antes de levantarme. Ya es suficiente de ruido, olores incómodos y sigo pensando que no hay nada que celebrar.  No doy ni un paso, cuando siento que tiran de mi ropa.


— Espera, no puedes irte— Zachelle me mira con cara de pánico.


—  Me duelen los oídos— estiro mi brazo y me alejo. Los sonidos de la fiesta se alejan mientras camino, y no pasa mucho antes de escuchar las pisadas de Zachelle— no voy a regresar, ya fue suficiente.


— no quería hacerte volver.


— no me sigas entonces.


— no puedo dormir en mi lugar. Yo… sé que él ira a hablar conmigo y no quiero hablar con él, ni con nadie en realidad. Hare una estupidez si duermo en donde siempre— no soy idiota para no notar el ruego en su voz y lo que no se atreve a pedirme— eres el único que sabe,  ¿podría dormir contigo?


— …


— ¿Rahn?


— Solo esta noche— sigo caminando, y le escucho seguirme. Por primera vez en mucho tiempo no le escucho hablar. El espacio que tengo para dormir es pequeño, y no sé cómo podremos estar dos personas aquí. Me siento afuera, escuchando aun la música y los gritos de la celebración. Zachelle no trae nada consigo— ¿estás seguro de que te quieres quedar aquí?


— sí— bueno, valía la pena intentarlo. Nos volvemos a quedar callados. El cielo es lo único que está tranquilo, mientras lo observo, me recuesto para no estar inclinando la cabeza. 


— Cuando estabas allá…— no sé bien como seguir— estabas bailando con las chicas. Muchas piensan que estas por elegir a alguna ¿nunca has pensando en…?—  no le miro, pero espero a que me responda. Escucho el pasto crujir cuando se recuesta también.


— claro que lo he pensado ¿Qué si pienso que todo sería más fácil si estuviera con una mujer?  Sin duda lo seria, pero no puedo. Lo he intentado muchas veces; debo parecerte patético, siempre esperando ser elegido en una relación en la que claramente no me van a elegir.


 — solo escoges a los peores que puedes encontrar, eso es todo.


— ojala fuera tan fácil como lo dices— veo su mano alzada, sus dedos intentando alcanzar el cielo lleno de estrellas— me gustaría ser una estrella y estar lejos de aquí— no sé cómo tratar con las personas, mucho menos si esta persona esta triste porque se acaba de enterar que la persona a la que quiere tendrá un hijo con otra persona.


— Zachelle ¿y que si él no quiere estar con ella? si fue un… malentendido— no tengo idea de cómo eso podría ser un malentendido, Zachelle se ríe y me siento mejor al ver que aún puede reír— si dice que te prefiere sobre ella.


— chico lobo, por eso no quería quedarme en mi carpa. No quiero estar con alguien que tendrá un hijo aun cuando estaba solo conmigo.  Además ¿imaginas que extraño seria eso?  No, yo valgo más que eso. Me gusta cuando hablas mucho, siempre dices las cosas que se tienen que decir— al menos se conoce para saber que estando como esta, dolido y con varios vasos de Yitan, aceptaría cualquier disculpa— no quiero estar más así.


Los sonidos de la celebración se escuchan cada vez más lejos,  y solo quedamos Zachelle y yo, mirando las estrellas sin decirnos nada. En la casi oscuridad me parece escuchar algunos sollozos y respiraciones bruscas del lugar donde esta Zachelle. Nunca le he visto llorar, aunque hoy tampoco puedo verlo, es lo más cerca que he estado de verlo.


  


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 Los pájaros apenas comienzan a cantar, la tela de la casita donde vivo apenas cubre el frio y las mantas que tengo no son suficientes, por si fuera poco  me empujan y luego algo muy frio me toca las piernas.


— ¡Maldición, Zachelle!  Tus pies están fríos— en serio me arrepiento del día en que le dije que podía quedarse conmigo, hace ya varios meses.


— umm


— muévete.


— Me estoy congelando— apenas le entiendo lo que balbucea. Cuando intento moverme, sus piernas se enredan en mi cadera— no te muevas.


— Zachelle, ah, en serio tengo que moverme.


— tengo frio.


— Y yo necesito moverme— él no se mueve— necesito orinar, maldición— gruño. Zachelle sigue aferrado a mí— es urgente— finalmente suelta un quejido y sus piernas me sueltan.


— no tardes, me congelo.


— Si tienes tanto frio consigue más mantas— consigo decir antes de salir. Afuera está casi helando, debería encender una fogata frente al lugar, o movernos a un lugar más protegido del viento. Dicen que las mejores personas aceptan sus errores, y cuando entro de regreso  y Zachelle se vuelve a abrazar a mi pienso que no esta tan mal que se esté quedando después de todo si con eso evito congelarme.


— no sé cómo Vahard quiere que viajemos hoy. Nos convertiremos en hielo antes de dar diez pasos.


— cállate y déjame dormir.


— tú fuiste el que me despertó primero. Ahora no puedo dormir y si yo no duermo entonces tampoco tu— suelto un resoplido. Sigue hablando un rato más sobre cosas que no me interesan mucho, y al final me levanto un poco más temprano para ir a la cocina y le dejo hablando solo.


 


Sudo mientras camino, y eso que hay un viento casi congelante. Estoy cansándome de andar por terrenos desiguales, sería más fácil si fuera un lobo pero prefiero soportar un poco más de caminar que desnudarme aunque sea solo por unos momentos. Hoy se supone que yo llevo una carta de Vahard a alguien infiltrado en… lo olvide, los otros vienen por alimentos y ropa.


— ¿Cómo puedes sentir frio si has estado en las tierras de las ventiscas?— Sahar se frota los brazos, no lleva nada más que una camisa sin mangas.


— Y también tenía frio allá—  lo bueno de ir en una salida secreta es que no hablamos mucho, ni siquiera Zachelle. Yo me separo de ellos cuando llegamos,  ni siquiera entro en la ciudad. No se supone que tenga que esperarles, pero no tengo nada mejor que hacer que volver en medio del frio.  Sé que este camino es el que usaran para volver, además puedo escucharles andar cerca de aquí. Oscurece, hace más frio pero no enciendo una fogata ¿no deberían estar volviendo ya?  Comienzo a dormirme pero el sonido de un arma de fuego hace que me levante de un brinco y comience a correr hacia la ciudad. Está claro que algo ha salido mal pero ya no escucho más ruidos ¿fue solo una falsa alarma? No me detengo hasta escuchar los pasos pesados y las respiraciones jadeantes.


Me topo con Sahar y otros cuatro chicos, todos cargados de cosas. Me ven y no me dicen nada, ella solo me hace una seña con el dedo sobre su espalda para señalar el camino por el que vienen. No me detengo  y sigo corriendo. Me detengo y resbalo en la tierra cuando escucho pasos en otra dirección. Ahora si me convierto, escucho mejor e incluso llego más pronto hacia los pasos. Solo son tres Sentinellas los que van tras Zachelle y los otros dos chicos. Salto sobre el primer Sentinella, derribándolo al suelo y deteniendo a los otros dos. Derribo al otro y solo logro empujar al tercero antes de salir corriendo. Espero que sea suficiente ventaja para Zachelle y el  otro.


— ¿Qué tal, chico lobo?— Zachelle me sonríe, sin detenerse cuando les alcanzo.  Me pongo a correr delante de ellos y cuando no escucho más que nuestros pasos, me detengo.   Mis compañeros me alcanzan unos momentos después y también se detienen, jadeando. Le doy un empujón a Zachelle que pretende ser suave pero le hago perder el equilibrio— ¿Qué?


— creo que quiere saber qué paso— le dice el otro chico cuando insisto con los empujones.


— oh… nos descubrieron, creo que alguien les alerto porque fue difícil hacernos pasar por habitantes de allí. Nos separamos y logramos perder a varios pero al salir nos topamos con esos tres, es una suerte que no tuvieran habilidades— Zachelle tiene un arma,  y con cualquier habilidad que pueda tomar es fácil  escapar para él pero no dejara a sus amigos atrás además de que Vahard tiene las instrucciones de no matar a nadie que no sea necesario. Si podemos salir huyendo entonces eso haremos, es lo que dice.


— gracias por la ayuda.


— ahora tenemos que seguir. Los otros deben esperarnos en donde acordamos— no sé dónde es eso, ni siquiera sabía que había un plan de emergencia. Les sigo, intentando escuchar cualquier cosa antes de que nos tome desprevenidos pero la noche es tranquila y no escucho más que los animales pequeños huyendo de nosotros. Cuando encontramos a los demás, noto que ninguno se me acerca mucho. Zachelle decide que pasemos la noche aquí porque no va a arriesgarse a que nos estén buscando y toparnos una sorpresa desagradable en la noche, además de que todos parecen cansados podría añadir yo.


Hace frio y no podemos encender una fogata. Yo no tengo problemas, pero los demás parecen estar pasando un mal rato.  Yo no tengo sueño, nadie habla de vigilar pero creo que confían en que yo haga algo ahora que estoy convertido en lobo.


— estás loco si crees que vamos a vivir hasta mañana— Zachelle suspira y finalmente accede a hacer una fogata.


— Chico lobo, ¿hoy no tienes frio? porque tu pelaje se ve calientito— le gruño— oh, vamos.


— Va a morderte— cuando se acerca no lo hago. Zachelle confía en que no le hare nada, quiero pensar que es eso y no solo  es idiota.  No me acaricia como pensé que haría, en cambio solo se sienta y se reclina en mí.


— Oleré a perro por la mañana, pero valdrá la pena— dice, suspirando.  Le gruño, y le escucho reírse— era una broma, Rahn— escucho algunas burlas más, sin muchas ganas en realidad. Zachelle se acomoda mejor y no pasa mucho para que se quede dormido al igual que todos los demás.  Yo solo me recuesto, escuchando.


 Supongo que dormite varias veces durante la noche, pues la luz del amanecer me tomo por sorpresa. Como no tengo forma sutil de despertar a Zachelle, me levanto y él termina por caer al suelo.  El pequeño alboroto que hacemos despierta a los demás y como no usaron muchas cosas en la noche no tardan en recoger y limpiar el lugar para  seguir el camino.


Camino siguiendo a los demás, no vamos muy rápido por las cosas extras que llevan cargando. Escuche que no vamos al campamento, sino a Firah para dejar las cosas. Ahora que de nuevo es parte de la Fortaleza, Vahard quiere que las provisiones salgan de esa ciudad a los diferentes campamentos y refugios que no pueden mantenerse por sí solos. Firah es una ciudad grande, me sorprende verla pues yo esperaba que fuera pequeña.  Todos los edificios son de un color rojo o naranja, y para llegar tenemos que subir una pendiente que hizo jadear a todos. Ya casi atardece cuando llegamos. Me quedo con Sahar y las cosas mientras los demás entran a hablar con el líder de la ciudad.


—  ¿Puedes entendernos cuando eres un animal?— la miro fijamente. Nunca he podido hacer más que gruñir, aullar o ladrar cuando soy un lobo— como sea, aun da un poco de miedo verte así. admiro a Zachelle por acercarse a ti de esa forma, aunque no me extraña— alzo la cabeza para mirarla, haciendo una pregunta muda—  creo que le gustas… quizá mucho— resoplo, no creo que sepa lo que dice— no te burles, conozco su pequeño secreto.


— Conseguí ropa para ti, también un lugar donde puedes volver a ser humano— Zachelle regresa con un bulto en sus manos— nos darán comida y nos quedaremos unos días para descansar,  ya le han enviado un mensaje a Vahard. Sahar, los demás deben estar por venir a recoger esas cosas, llevare a Rahn a que deje de ser un lobo— le sigo, sin muchas ganas. Me siento bien estando como estoy. Él finalmente deja la ropa en lo que parece una bodega de provisiones y sale, cerrando las  puertas tras él.


— ¿Cuánto tiempo vamos a quedarnos?— se siente bien usar la voz después de casi un día de no hablar.


— dos o tres días. Creo que nos merecemos un descanso después de tanto trabajo ¿no lo crees? Vahard nos tiene trabajando sin consideración y poniéndonos en peligro casa que salimos. Todos aquí queremos quedarnos unos días. Al menos no pasaremos frio.


— yo no tenía frio.


— ¡Lo sabía!— empujo la puerta y salgo—  me hubiera gustado volver a ser un lobo, pero tenía que cargar con las cosas. Vamos, te mostrare donde nos quedaremos, hay también algunas tiendas de comida pero no compraremos nada hasta mañana porque hoy nos van a dar la cena.


No estoy acostumbrado a que me atiendan de la forma en que nos están recibiendo.  Tampoco tengo sueño, así que cuando todos se han dormido me salgo a  respirar un poco. Hay un camino que se parece un poco al que solía haber entre Melauth y el bosque.  Me quedo sentado, oliendo el pasto fresco.


— ya te he escuchado, Zachelle.


— rayos ¿Cómo sabes que era yo?


— hueles a perro— le escucho reír y luego se sienta a mi lado.


— ¿no puedes dormir? Yo dormí un rato hace unas horas, quiero ver si es verdad lo que dicen de las estrellas— volteo al cielo, lleno de estrellas lejanas— me doy por satisfecho solo por ver esas— dice, señalando también al cielo. Debería decirle sobre Sahar y lo que vio, para que ande con cuidado.  Ella sin duda no sabe toda la historia y que yo soy a quien Zachelle le cuenta sus penas y no un pretendiente. Mientras pienso en decirle, el campo donde estamos se comienza a iluminar, decenas de luces blancas han aparecido, bajando y subiendo frente a nosotros, como luciérnagas de luces blancas en lugar de verdes. Alzo la mano para tocar una, mis dedos atraviesan el esa cosa de luz, no tiene textura y solo queda una sensación cálida en mis dedos.


— esto es… vaya…


—  te dije que era real, chico lobo— no se burla de mí, nos miramos unos momentos antes de seguir mirando a las decenas de estrellas que no pueden llegar al cielo

Notas finales:

Espero que disfrutaran el capítulo, si hay algun error o incongruencia disculparme, que ando con una gripe  que no me deja pensar bien. Nos leemos la próxima semana.


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