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Después del cuatro de Julio por isabellesainz

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Notas del capitulo:

Hola les traigo un nuevo capítulo, cualquier comentario estoy a sus órdenes

Estaban en el edifico que parecía un edifico corporativo, era lo mejor en estructuras desde la destrucción de casi toda la ciudad. Hacía sentir un poco incómodo a David, tanta formalidad, había huido de eso siempre, otros también estaban incomodos pues no era la casa blanca pero a los más recientes les encantaba esta nueva mejora, además dos tercios del personal eran nuevos, muchos no sobrevivieron a la invasión, muchos jefes de estado murieron, colaboradores, cuando recién se quisieron levantar de todo el desastre, cuando el planeta tierra estaba en relativa paz fue un tanto difícil, pero ahí estaban, funcionando de nuevo, aunque también a los nuevos les hubiese gustado trabajar en la mítica casa blanca. Ese edifico era  lo que tenían, era enorme y lujoso, un hermoso rascacielos y David ahora se encontraba en él junto con Constance

Subieron hasta uno de los pisos más altos, el lugar era puro lujo, tenía salas de reuniones y salas para ruedas de prensa, comités, y oficinas y la corona de todo era la oficina presidencial la cual se encontraba en uno de los pisos más altos, y ese era el destino de Constance y David

Estaban subiendo en el elevador, se oía una música ambiental y la refrigeración del mismo, David se sentía fuera de lugar, y además aunque David y el presidente Whitmore habían terminado de buena manera, no habían empezado con muy buen pie

Estaban hablando él y Constance hasta que esta dijo — Te tiene estima, las cosas han cambiado desde que lo golpeaste

—Si bueno tuvo que venir una invasión extraterrestre que casi acaba con la tierra, tuve que ayudar a salvar al mundo, subirme a una nave extraterrestre y hacer estallar a la madre nave para que el presidente decidiese perdonarme — dijo David con su habitual voz baja

—Pero te perdonó— respondió constance

Salieron del elevador y siguieron por un pasillo no muy lejos hasta que entraron a la sala presidencial. bastante amplia y seguía teniendo cierto encanto; de enormes ventanales, sillones de terciopelo, y las banderas de estados unidos pero seguía siendo provisional. No se parecía mucho a la sala presidencial de la casa blanca con alfombras azules y los grabados correspondientes

Estaba el presidente Whitmore mirando a la ventana mientras hablaba con uno de sus consejeros. Solo estaban ellos dos, cosa rara por que habitualmente el presidente está rodeado de personas, y aquella sala siempre tenía a más de cinco personas por lo menos. El presidente no parecía descansar nunca.

David se quedó mirando la figura recortada del presidente Whitmore contra la luz del sol que entraba a raudales por la ventana, parecía el mismo desde la última vez que lo vio, igual de impecable, sin ningún cabello fuera de lugar, de hombros fuertes y recios, de complexión media y bien formada, parecía salido de una revista para mujeres, un auténtico héroe de guerra, bien parecido, formal, con un excelente léxico, seguro de sí mismo y educado, ahora se daba cuenta porque tenía tanta desconfianza cuando constance estaba cerca

Voltearon a verlos en cuanto se percataron de que había más personas en la habitación, en cuanto giro su cuerpo lo pudo reconocer, seguía siendo el mismo, estaba totalmente entero y seguía sin cambiar

—Constance, David, me da gusto verlos— dijo con una de sus diplomáticas sonrisas pero esta se diferenciaba de las demás porque  tenía una esencia verdadera, realmente se alegraba de verlos y no solo era el protocolo de sonreír y ser educado, el presidente los apreciaba. Se acercó a ellos rápidamente

—Me da gusto que nos veamos sin que la tierra y millones de personas estén en peligro— les dijo dándole un beso a Constance en la mejilla

—David— le dijo dándole la mano y apretándosela, fue un apretón amistoso. Sintió las manos de Thomas Whitmore frías contrarias a las de él que siempre estaban cálidas, sus manos eran más suaves de lo que recordaba, no debieron de ser así en la guerra, tal vez tanto trabajo en la oficina las había ablandado

—Señor presidente— le dijo David devolviéndole el saludo

Hubo un silencio entre los tres, hasta que Constance lo interrumpió

—Como ya le comenté señor presidente David aceptó el puesto y quiere iniciar cuanto antes, la señorita kanz podrá adiestrarlo en una semana, sé que es poco pero no tenemos más tiempo

— sí lo sé, desearía que no desertaran tantos hombres de mi equipo— dijo Thomas Whitmore como una indirecta para Constance, pero esta indirecta era amistosa, comprendía por que Constance se iba y le deseaba lo mejor, el sabía que era amar a alguien, y Constance después de un tiempo lo volvió a encontrar, no fue con David si no con otro y sabía que lo mejor era que se entregará a ese amor, Thomas no volvería a tener a su esposa de nuevo, así que comprendía

Constance se rio— ya verá que David le hará compañía además Hay muchas cosas que sabe David que la señorita kanz no

—Si pero David jamás ha sido asistente, sin ofender David

— no se preocupe

—Disculpe señor presidente— dijo el hombre que aparentemente era un consejero— sé que no debería decirlo pero…

—Se lo que piensas Jackson pero David está completamente capacitado, por eso lo elegí, tiempos nuevos personal nuevo, ya se enterara como quiero el café, además estoy perdiendo uno de mis mejores hombres— dijo esto dirigiéndose a Constance — David hará un buen trabajo, es listo

David no pudo sentirse más incómodo, tanto por escuchar que el presidente lo adulase como la relación que tenían él y su ex esposa pero comprendió que ellos —Constance y el presidente— eran simplemente buenos amigos

—Señor..

—¿No lo reconoces Jackson? Yo te diré quién es, él es el un informático que con su cerebro y gracias al valor de muchos hombres pudo salvar a la tierra de la invasión, seguro habrás escuchado hablar de David Levinson

El señor se quedó serio, pudo disimular muy bien su expresión de sorpresa, ahora lo sabía, era ese David, ese tipo debía ser un genio, pues pudo infiltrarse en una tecnología superior y dar pauta para que los hombres de la armada pudiese derribar a los invasores

—En ese caso es un honor señor Levinson— dijo el Jackson rindiéndose por fin y dándole un saludo de mano

—El gusto es mío— dijo David con su tranquila calma que casi rayaba en la timidez pero con un gran temple

—Levinson este es Edward Jackson uno de mis consejeros políticos

—Pronto se nos unirán Halle Lidner que cubrirá a nuestra irremplazable Constance y la señorita Emily Kanz que llegará  pronto, te dará los detalles que debes hacer David para capacitarte— dijo Constance

— Emily también es una gran asistente

— si lo sé es eficaz a pesar de tener tan poco tiempo de trabajar aquí

— señor presidente perdón por interrumpirlo pero tenemos que irnos— le dijo Jackson

— dame un respiro Jackson, un gusto David, pronto tendremos que vernos todos los días,  Constance creo que tú y yo vamos al mismo lugar— Constance le dio un sonrisa  y El presidente whitmore se despidió con una señal y con una de sus políticas sonrisas y los tres dejaron la sala dejando solo a David.

David no tuvo que esperar mucho hasta que entro a la sala una mujer que parecía que no pasaba de los veinte, con un exquisito peinado, unos artes discretos y maquillaje discreto que la hacía parecer modelo, era sumamente bella físicamente, de un cuerpo escultural, cintura menuda y piernas bien torneadas, con una falda corta pero lo reglamentariamente acorde y medias de color piel

En cuanto la vio David se levantó  ella correspondió con una sonrisa

—Señor Levinson ¿verdad? me da gusto saludarlo

—El gusto es mío— dijo David con su habitual calma y timidez — tratando de ser lo más cordial posible, sabia de matemáticas e informática pero no sabía mucho de interacción social

El resto del día la señorita kanz orientó a David en todo, comidas con altos funcionarios, discursos que debían ser entregados, eventos, relaciones públicas, viáticos, cortesías a gente influyente, regalos obligatorios a mandatarios, teléfonos importantes y la coordinación de eventos, le mostro todo el edificio,  las salas de juntas, ruedas de prensa, recalcándole siempre tenía que estar con el presidente en todo momento, David absorbía todo de manera natural; tenía una memoria y una mentes muy despiertas, era un matemático así que se le facilitaba aprender y retener cosas nuevas

Cuando terminaron ese largo día estaban en la oficina de la señorita kanz, era atractiva pero por alguna razón no le llamaba la atención, tal vez sería por la desilusión que sufrió por constance pero trataba de enfocarse en lo que ella decía

—Ahora esto es lo importante, no solo será asistente si no que aconsejará al presidente en todos estos cambios que se están haciendo, la ecología prosperará por todos estos avances con la tecnología extraterrestre que se rescató ¿usted los comprende no es así?

—Viva la ecología

— ¿Conoce de ingeniería inversa? ¿Fusión fría? ¿Magnetismo? ¿Onda gravitatorias? ¿Señales digitales?

—Si

Bien entonces no creo que haya ningún problema, usted ayudará al presidente junto con otros profesionales y le dirá que decir en ciertas ocasiones, usted lo guiará en ciertos asuntos y lo aconsejará, la era de la tecnología, gravedad artificial y todo eso ya está aquí, el presidente debe tener una mano derecha y estar siempre bien informado

—Yo solo soy un informático..

—Un informático que pudo desplazarse en los campos de una inteligencia superior, crear un virus en menos de 24 horas y dejarlos inestables, le irá bien

—Bueno no estoy seguro yo nunca…

—Tiene que estarlo en menos de una semana, yo ya no colaboraré más con el gobierno y el presidente de los estados unidos contará con usted

Todo sonaba muy decisivo, aceptó el trabajo por el dinero pero ahora sentía que esto era demasiado grande, demasiado importante para él, por un momento quiso echarse para atrás pero ya estaba ahí, era tarde para renunciar, pero eso era algo que él nunca haría, renunciar. Por eso después de tres años seguía presentándose a todos como el esposo de Constance antes de la invasión, además su padre lo necesitaba e incluso tal vez también el presidente, pero no lo creía, había muchos genios, y David se consideraba tan solo uno entre un mar

—Señorita kanz mmm— no sabía cómo preguntar, tal vez lo mejor sería que no lo hiciera— ¿por qué abandona el puesto?

—ya no creo estar lo suficientemente capacitada para llevarlo a cabo— dijo pero David no le creía del todo, puede ser que las cosas hubiesen cambiado pero Thomas whitmore jamás despediría a alguien solo porque las cosas hubiesen cambiado, el no era así, él era leal, sería más propio de él crear otro puesto para verse respaldado que despedir a alguien que ha sido un trabajador comprometido, pero no dijo nada, se quedaría con la duda, duda que sería despejada inmediatamente

—Además me voy a casar— dijo kanz relajando un poco más su expresión y su postura, tenía que ser, figuraba el tipo de impresión que tiene las mujeres cuando dan la buena nueva, cuando creen que todo es un cuento de hadas y se ven emocionadas por ese evento que creen que durará para siempre, al menos así David lo creyó cuando se casó con constance. Creyó que duraría para siempre.

—Pues felicidades

—Si es un gran paso

Se quedaron en silencio por un momento

—Bueno señor Levinson ha sido todo por hoy, mi prometido me espera, ¿viene conmigo?

—Quiero quedarme un poco más para acostumbrarme, me gustaría revisar el papeleo de tu escritorio

— ¡No!, ¡tú escritorio! Yo dejaré mi puesto pronto señor Levinson, le aconsejo que empiece a pensar que todo esto es su responsabilidad, me voy yendo señor Levinson, ¿puedo llamarle David?

— si claro

 —hasta mañana recuerde que debemos de estar aquí antes que el presidente, a las 5:30 para corroborar que todo esto esté listo

¡Cinco y media! No le daría tiempo ni siquiera de salir a correr

—Otra cosa debe de vestirse un poco más formal ¿no tiene un blazer? Una chaqueta para trabajo, ¿un saco?— David había ido lo más formas posible, no con su camiseta a cuadros entre abierta o ese collar raro y una camisa de resaque que le daban el aspecto de un eterno estudiante  que emprende carreras bohemias. Fue ese día con una camisa blanca de manga larga y pantalón de vestir, era lo más formal que poseía y lo tenía por qué su padre se lo había comprado “tienes que tener al menos algo formal David” le dijo su padre cuando lo puso en su guardarropa, tenía otros dos conjuntos más que jamás creyó que ocuparía

David se tardó en contestar pero al final dijo que no

—De acuerdo, ya veremos eso, que pase buena noche

—Igualmente— dijo la señorita kanz regalándole una sonrisa, se veía más relajada pero seguía siendo profesional y dejó a David solo, por lo cual este se puso a revisar los documentos que tenía en el escritorio la señorita kanz

Ahora todo se enfocaba en reconstrucción y las éticas de copiar la tecnología extraterrestre y crear una nueva era, era difícil sí, las naciones unidas estaba metidas en eso, además de gobiernos de otros países y se tenía un debate moral sobre lo que se debe o no se debe hacer, David ya lo había visto en las noticias, se pensaba en crear una paz mundial, ahora era el mundo contra los invasores de otros mundos, había oído que se pensaba en una nueva era, todo eso era muy serio. Una nueva era sin agresión, sin crímenes y sin reyertas nacionales con una tecnología que había caído del cielo prácticamente, esperaba que todo diese un giro positivo y que todo no se generara en un caos en vez de un beneficio

 Cuando terminó de revisar los documentos David puso todo de nuevo como había estado. Ya era tarde así que salió de la habitación, su padre estaba todavía en el hospital, había contratado a alguien para que se quedase con él, estaba mejorando rápidamente, seguía siendo igual de dulce y sarcástico, se sorprendió cuando supo que había aceptado ser el asistente del presidente de los estados unidos, David no era tan ambicioso, no solía serlo, incluso dejó a constance por que no compartía sus ideales de querer grandeza, pero de alguna forma el que su hijo quisiese hacer más cosas lo reconfortaba. En cuanto a David ya tenía un trabajo, así que podía conseguir un préstamo, en poco tiempo podría pagarlo y podrían operar a su padre, ahora que trabajaba con el presidente de los estados unidos, podía hacerlo.

David salió de la oficina que estaba conexa a la sala presidencial, casi no había visto a Thomas whitmore en todo el día, si acaso fugazmente unas cuantas veces porque sus caminos se cruzaban, y se sorprendió verlo tan tarde en su oficina. Thomas estaba absorto viendo hacia los ventanales que daban a la gran ciudad, muchas cosas había cambiado, los grandes edificios estaban en construcción, y el cielo se miraba más despejado, ya no era el mismo panorama de estrellas artificiales infinitas que era la ciudad, todo había dado un giro, pero Thomas whitmore seguía igual. David lo miró, ahora su figura seguía siendo fuerte pero esta vez se miraba más relajada, es más se veía cansado, pero su vestimenta y su peinado seguían siendo impecables, ¿tomaría siempre el papel de ser el presidente de los estados unidos?

En ese momento Thomas se percató de su presencia. El cuarto estaba en la semipenumbra y se miraron a los ojos por un momento, se observaron pero no supieron que decir, hasta que el presidente cortó el silencio

—David, creí que ya te habías ido

—Quería revisar algo antes— dijo serio

—Y cómo te fue en tu primer día de trabajo? ¿El gobierno te está tratando bien?

— no trataron de golpearme, así que bien

Thomas sonrió — si tu no intentas golpear a nadie, nadie te golpeará, ¿Qué tal te fue con la señorita kanz?

—Pues fue muy paciente, esta sobre calificada aun no entiendo por qué se va

— ¿Te dijo que se va a casar?

—Si lo dijo… bien por ella

—Si… bien por ella, sabes espero que tú no dejes el puesto por que te vayas a casar

Entonces David empezó a reír —claro, claro

— ¿Cómo está tu papá?

—Bien se está recuperando, pero estará durmiendo en este momento y no quiero importunarlo, contraté a alguien para que lo cuidase, iré a verlo mañana

—Mándale mis saludos.. De hecho voy a salir un momento ¿me acompañas a la puerta del edifico?

—mmm Claro— dijo David en voz baja, con esa expresión típica suya entre indiferente e interesado

En eso la puerta se abrió y entro una niña pequeña corriendo con todas la energía del mundo

—¡Papá!— dijo con una sonrisa alegre y salto hacia sus brazos, el presidente la tomo y la alzo para después cargarla y darle un beso en la frente

— ¿Cómo está mi niña preciosa que debería estar dormida?

—No tengo sueño

— ¡Ah! ¿No tienes sueño? Incluso el presiente tiene sueño ¿tú por qué no?

—Un capitán siempre debe estar atento, ¡papa cuéntame un cuento!

—Ahora no puedo amor

—Anda— le dijo con la intención de persuadirlo

—Mañana te lo cuento, ¿dónde está la señora Evans? Se supone que ella te cuida

—Se encerró en el baño con un hombre y no ha salido

David no pudo evitar sonreír, sonrisa que repercutió en Thomas

—de acuerdo irás conmigo ¿ya te presente a David? Fue el que nos ayudó a derrotar a los extraterrestres

—No, ¿enserio?

Entonces la niña se acercó a David

—¿Es cierto?

—Bueno tu padre también ayudó, ¿es piloto de guerra verdad?— le dijo David

—¡Sí! yo cuando sea grande también seré un piloto de guerra y ayudaré a la humanidad en la lucha con los extraterrestres y seré la líder de un escuadrón como papa

—¿No quieres ser presidente?— preguntó David curioso

—Si también, pero después

David se empezó a reír de las ocurrencias de la niña,  no tenía mucho contacto con niños, él y Constance jamás tuvieron uno, a pesar de que David quería una familia grande, pero fue lo mejor, los hogares divorciados con niños no son los mejores, estos se confunden y se llegan a poner mal. La palabra hijos ahora estaba vedada para él

—Tendré que hablar con la señora Evans y decirle que esto no es un hotel

—Pues parece hotel

Thomas lo miró con suspicacia  

—Bueno solo decía

—Ven Paty vámonos, ven conmigo, David acompáñame a la salida

Salieron de la sala presidencial y se encaminaron al elevador, No dijeron nada el uno al otro, si no que todo el camino solo sonrieron, pues escuchaban las ocurrencias de patricia, lo que había hecho en la escuela, sus amigas y sus problemas con las divisiones matemáticas, patricia era una niña lista, David pensaba que si quería ser piloto de combate lo lograría, su mente estaba sumamente despierta, no espera menos de whitmore y David le empezó a preguntar sobre sus juego favoritos  a lo que ella respondió que le gustaba jugar con aviones de combate y con cochecitos

— ¿No te gustan las Barbíes?

—Sí, son buenos solados

David se hecho a reír junto con Thomas, entonces supo de que whitmore esperaba grandes cosas de ella, mostraba decisión a pesar de su edad, los niños suelen cambiar de profesión para el futuro como cambian de zapatos, pero teniendo un papa ex militar era probable que ella también siguiese sus pasos

La niña entonces empezó a hablar de lo que hicieron en la escuela

Hasta que llegó a la parte diciendo que no era buena en las matemáticas

—¿No te gustan?

—Si me gustan pero no son buenas

—Son buenas, necesitaras matemáticas para poder entrar en la fuerza aérea

— ¿Enserio?

—Eso creo

—Bien

— yo uso mucho las matemáticas

—¿Enserio David? ¿Y no te equivocas?

—Siempre me equivoco, pero eso es lo interesante, hacer las cosas hasta que estén bien, mira Edison se equivocó mil veces antes de crear la primer bombilla, le preguntaron cuántas veces se equivocó y ¿que había sentido entonces? él les respondió que no se había equivocado y que no se sentía mal, porque había inventado también mil veces la forma de no hacer un foco

— ¡Oh! entonces yo he inventado 5 veces como no hacer las restas de la maestra Katrina

David empezó a reír al igual que Thomas

Por fin llegaron fuera del edificio, David se despidió del presidente whitmore y de patricia. Se dirigió  su bicicleta cuando escuchó la risa de Thomas

—Enserio David ¿te viniste en tu bicicleta?

—Siempre ando en mi bicicleta

Thomas soltó una risa característica de él

—están construyendo autos tesla ecológicos, tal vez me consiga uno

— ¿Al menos sabes conducir?

—No…

—Ven te llevaré

—Presidente whitmore no será necesario me gusta nadar en…

—Hazme el honor David, no te hagas del rogar, ven, la ciudad no es tan grande, no al menos todavía

Thomas insistió hasta que David aceptó, dejó de resistirse pues sabía que Thomas no lo dejaría hasta que diera que sí, era un hombre persuasivo y le pareció además una grosería decir que no, y se subió al auto presidencial; un auto negro blindado con vidrios polarizados, llevaba guardia pero era discreta y no estaba con las luces encendidas. Cuando entró notó que era un carro de lujo, con asientos cómodos e incluso tenía teléfono inalámbrico y una pequeña televisión de pantalla plana, la tecnología este último tiempo estaba cambiando, lo digital estaba entrando y desplazando lo viejo, las cosas análogas pronto desaparecerían de la historia y todo se abriría campo a lo digital

En cuanto subieron Thomas le dijo al chofer “Richard cambio de planes” y le dio la dirección de la casa de Thomas

David se sorprendió

— ¿Cómo es que sabes mi dirección?

—conozco donde viven los que colaboran conmigo y tú lo empezaste a hacer desde hoy

David estaba sinceramente sorprendido, ese hombre debía tener su memoria privilegiada, no era una mente matemática como la de él, pero su memoria era sorprendente y su capacidad de entendimiento, bueno por algo era el presidente de los estados unidos, siempre se las arregla para demostrar que tenía una gran capacidad, y sobre todo capacidad social que era en donde David fallaba, la diplomacia y la interacción no eran lo suyo.

Patricia siguió hablando con su papa, y David solo sonreía pero no se sentía desplazado, pues, Thomas volteaba a verle y terminaron platicando ellos dos de patricia y ella los interrumpía de tanto en tanto con cosas de infantes

Hasta que por fin llegaron a la casa de Thomas y se despidieron

—Cuídate David te espero mañana temprano, descansa

—Igualmente señor presidente— dijo David, para después regalarle una media sonrisa y entró a su casa, después escuchó el auto irse e inmediatamente llamó a la asistente que contrató para cuidar a su padre. Quería saber cómo estaba todo y aparentemente todo había marchado bien, mañana tendría que ir a ver lo de su operación pero mientras tanto lo darían de alta.


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