"Que telarañas tan enredadas tejemos la primera vez que practicamos el engaño". Esas palabras de Sir Walter Scott, que Shuichi había estudiado en la escuela, resonaban en su cabeza constantemente mientras conducía hacia Belmont Hall.
-Eres un tonto débil y estúpido- . Se dijo así mismo en voz alta al hundir el acelerador con furia. -De todas las tonterías...-. Miró el velocímetro y se asustó al ver que no solo se había excedido, sino que le pedía a su pequeño auto mas de lo que podía. Hacia 5 días que se había escapado de su hogar familiar en busca de la paz y quietud de su departamento, pero desafortunadamente no había podido trabajar en su tesis, pues no podía concentrarse en nada, mucho menos en sus estudios académicos.
Todo el tiempo estaba nervioso y ni siquiera podía soportar la vista de la comida. Por las noches, el insomnio también lo hacia victima.
Después del interludio "pasional" en la caseta, su temblorosa y silenciosa figura había acompañado a Eiri de regreso, aunque sentía los pies tan pesados como si fuesen de plomo.
Cuando llegaron a la casa, encontraron a la madre y al padre de Shuichi tomando té en la sala de estar, y shu se había sentado en un lúgubre silencio mientras Eiri y sus padres discutían los detalles de la boda de Claire.
Con ojos nublados había observado la mirada de horror de su madre al anunciar el señor Talbot que había arreglado que el tío abuelo Henry oficiaría en la ceremonia de matrimonio y que esta se efectuaría en la capilla de la casa.
-Pero, papá-.Protestó Shuichi.- Aunque el tío Henry sea obispo anglicano, es tan distraído que nunca sabe lo que esta haciendo. Recuerda que el día de nuestra confirmación él creía que se trataba de un bautizo e insistía en que nos congregáramos alrededor de la pila baustimal. ¡Nunca me había sentido tan avergonzada!-. "Claro, omitiendo el incidente con el vestido"-. Pensó shu.
-Tal vez, hija, pero ahora ya es demasiado tarde, porque se lo he pedido y él ha aceptado-. Dijo el señor Talbot con terquedad.- Nuestra capilla tiene licencia para matrimonios. Eiri ha accedido a que la boda se realice dentro de 3 semanas.-
-Si insistes en que ese idiota oficie en la ceremonia, tendrá que haber un ensayo para asegurarnos que sabe lo que tiene que hacer.-Dijo exasperado Shuichi.
-Es una idea excelente-.Estas palabras dichas con suavidad desconcertaron tanto al padre como al hijo, que se quedaron mirando el uno al otro, aunque Shuichi se recobró primero y dirigió la vista hacia Eiri, quien sonreía irónico.
-Yo...no quise decir que....-Eiri lo interrumpió.
-Pero tienes razón, cara*. Nada debe salir mal en nuestra boda-. Shuichi se ruborizó ante su cínica diversión. -Tengo varios negocios pendientes, pero podré venir al ensayo la semana próxima-. “Pobre Claire”, había pensado Shuichi entonces, “pero no volveré a estar en sus zapatos por nada del mundo”.
Al conducir su auto hacia su hogar, Shuichi emitió una risa amarga. ¡Ese era el chiste del año! Porque ahí era exactamente donde estaba ahora...en los zapatos de Claire una vez mas, y sin que tuviera escapatoria alguna.
Su madre le había telefoneado desesperada la noche anterior. Claire aun no aparecía y Shuichi debía venir a suplirla en el ensayo. A pesar de sus protestas, shu tuvo que acceder, pero le hizo prometer a su madre que empezaría a telefonear a los hospitales y que notificaría a la policía la desaparición de Claire.
Lo único bueno era que había encontrado un viejo par de lentes de contacto; la graduación de los mismos era débil, pero eso era mejor que nada.
Al llegar frente a la casa y tratar de estacionarse, asombrado notó que había demasiados autos...
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-¡Cariño!-. Dijo su madre al verlo entrar a la casa.- Gracias a dios que has venido. A todos les he dicho que Claire había salido de compras y no tienes idea de lo que tu padre ha preparado. Ha invitado también a todas las damas de honor y a los pajecitos, quienes han venido acompañados por sus padres. Ahora tendré que preparar almuerzo para toda esta gente-. Bajó la voz. - Ya he telefoneado a los principales hospitales de New York y en ninguno tienen a alguien con la descripción de Claire. También me he puesto en contacto con la policía local y vendrán más tarde para que les demos todos los datos. Aunque no hay mucho que puedan hacer pues no ha habido ningún crimen-.
-¿Ya ha llegado Eiri? ¿O a tenido un hermoso accidente fatal en el camino?-.
-¡Shuichi!-.
-Bueno… ¿Ha llegado o no?-
-Si, se encuentra en la biblioteca con tío Henry. Parece que congenian bien.-
-Pero...sigamos con esta farsa-.Gruñó shu al ver a su padre saliendo en compañía de Eiri y del obispo.
-Buenos días, cara*-.Eiri cruzó el vestíbulo y se acercó a él, tomándolo de la cintura.- ¿Te encuentras lista para nuestra boda? -Preguntó y le dió un ligero beso en la boca.
El corazón de Shuichi comenzó a latir de forma tan alocada que temió que él lo escuchase.
-No seas tímida, querida. Se trata de nuestra boda, ¿no es cierto?-.
-No, no es así-. Replicó shu, provocado, por la cínica burla evidente en aquellos ojos dorados que lo miraban relucientes.- Es tan solo un ensayo y eso no debes olvidarlo.- Shuichi lo miró sin importarle mas si se salía o no del personajes de Claire.
Eiri parpadeo divertido e indolente y sus labios se curvaron en una sonrisa implacable.
-Veo que el buen obispo esta listo, cara*.-Dijo con suavidad.- Tu padre me indica que debo ir y tomar mi lugar. Ciao, mia sposa*-. Se inclinó y depositó un rápido beso sobre los labios de Shuichi antes de alejarse.
-¡Gracias a dios, ni soy ni seré nunca tu esposa!-. Refunfuño shu al irse el rubio.
-Creo que todo esta saliendo bien-. Dijo su padre al acercarse.- Aquel músico amigo tuyo ha accedido a tocar en la ceremonia y va a venir al ensayo de hoy.-
-¡Papá, estas exagerando! Se supone que solo deberíamos ensayar para que tío Henry no se equivoque de ritual-.
-Es mejor afinar todos los detalles-. Su padre lo miró sorprendido.- ¿Has visto a tu madre? Hace mas de 5 minutos la mande por un mantel, no sé que puede estar haciendo-.
Shuichi se puso una mano en la sien para calmar el dolor de cabeza que empezaba a atormentarlo.
-¿Un mantel? ¿Para que?-.
-Pues para asegurarnos de que los pajecitos sepan como van a llevar la cola de tu vestido de novia. ¡¡Parece que nadie mas que yo sabe que hacer!! Ah, Setsuna, aquí estas, ya era tiempo-. Exclamó al ver entrar a su esposa.
-Lo siento, Ralph-. Dijo la señora Talbot.-Hay muchas cosas que organizar.-
-Ahora ata esa tela a la cintura de la muchacha-.
-Me siento como un tonto-. Se quejó Shuichi ante su madre.
-¡¡Vamos, niños!!-. Ordenó su padre.- Tomen esta tela por la orilla, ¡¡¡ASI NO, MONSTRUO CON CUIDADO!!!-. En ese momento se oyeron los primeros acordes de la marcha nupcial en la capilla.- Entonces, aquí vamos-.Y la procesión nupcial se encaminó hacia la capilla.
Como le había explicado a Eiri el día anterior al visitar la casa, la capilla era el único sitio que había escapado a las reformas estilo Tudor realizadas por uno de sus antepasados.
Era un lugar muy hermoso. Los rayos de sol se filtraban a través de los vitrales de las ventanas góticas tras el altar mayor.
-¿Para que se vistió así mi tío?-. Dijo shu hacia su padre, sorprendido al ver que su tío Henry entraba a la pequeña capilla ataviado con una estola blanca sobre su larga vestidura color púrpura y usaba una mitra episcopal sobre la cabeza.
-Se vé que se lo toma en serio-. Dijo su padre y miro a su alrededor para cerciorarse de que todo mundo estaba en su lugar.
Shuichi, quien de pronto se vio caminando al lado de Eiri, observó que el rubio lo miraba de un modo muy diferente a su acostumbrada expresión de irónica diversión, lo que lo hizo ruborizarse.
-Nos hemos reunido todos en el nombre del señor...-. Resonó la voz del obispo por todo el ámbito de la capilla.
"Claire, ¿¡dónde estarás!?"-. Gimió Shuichi en silencio. “No puedo...de verdad no puedo seguir esta burla. A Eiri no debe engañarse así. Debo decírselo...tengo que decírselo ahora mismo. Quizá comprenda que en realidad mi padre no quiso cometer fraude...”-. Pensó shu.
-Si cualquiera de ustedes conoce algún impedimento para que esta pareja no sea unida en matrimonio...-. Shuichi se decidió, inhaló con fuerza y abrió la boca para explicar por qué el servicio no debería continuar. Mas las palabras no tuvieron oportunidad de surgir porque Eiri lo tomó por la muñeca con mano de acero cuyas uñas se le hundían en la carne.
Jadeando de dolor, Shuichi se volvió a mirarlo con incredulidad, mientras él le levantaba la mano.
-Por favor, suéltame, me estas lastimando-. Susurró shu al tocarle los dedos con sus labios, antes de soltarlo. “¿¡Quien diablos se creerá que es!?”. Pensó Shuichi enojado mientras se frotaba la muñeca tratando de reanudar la circulación sanguínea. ¡Besarle así la mano en público! Era algo ridículo y embarazoso.
Eiri estaba prometiendo amar, apoyar y honrar a su hermana, cuando el mantel que tenía anudado alrededor de la cintura lo jaló tan fuerte que casi lo hizo caer. Se volvió a mirar y se dio cuenta de que 2 pajecitos se estaban peleando.
-¡Estense quietos!-. Les dijo en un murmullo y tomó a uno de los niños por los hombros.
-Acepto-. Dijo desmañadamente al preguntarle su tío Henry si aceptaba a Eiri y si prometía amarlo, honrarlo y obedecerlo. "¡¡¡Ya quisiera!!!".Pensó malévolo.
-¡QUIETO, MALDITO NIÑO!-.gritó cuando el niño al que aun sostenía por el hombro le mordió la mano.
Eiri levanto al pequeño con rapidez y le dio una palmada en el trasero, antes de volverlo a depositar sobre el suelo.
-Puede continuar, su excelencia-.Le indicó Eiri al obispo.
Shuichi observo atónito cuando Eiri prometió tomar como esposa a Darcy Talbot.
-Yo, Darcy Talbot acepto como esposo a Eiri...-.Las palabras salieron de su boca como si fuesen de otra persona."Compórtate", se dijo así mismo. El Darcy al que se refieren no eres tú. Recuerda que tu hermana lleva el mismo segundo nombre. La farsa terminaría pronto y ya encontraría la oportunidad de decirle la verdad a Eiri, sinceramente no era justo para él, claro que no.
El anillo... ¿¡De donde habrá salido ese anillo!? ...Su mente giraba en un remolino de confusión al ponerle Eiri el anillo de oro. Su dolor de cabeza aumentó al oír lo que decía el obispo.
-Os declaro compañeros para toda la vida...-.Esas palabras parecían provenir desde muy lejos.
-Oh, no-.Musito el pelirosa al empezar el obispo otra oración.
-Ten paciencia, cara*, todo terminará pronto-. Susurro Eiri con suavidad y paso uno de sus brazos alrededor de los hombros de shu.
Shuichi estaba demasiado cansado como tratar de alejarlo. Durante unos momentos se relajó y cerró los ojos, deleitándose con la sensación de la suavidad del traje de Eiri contra su mejilla y en el cálido aroma de la colonia que él usaba.
De súbito, el órgano cobró vida y él tuvo que enderezarse, ruborizándose al mirar hacia el altar.
-Gracias a dios que hemos terminado. Ya...podemos irnos-. Murmuro al tomarlo Eiri del brazo y conducirlo, no a lo largo del pasillo, sino siguiendo a tío Henry hacia la sacristía.
-¿Qué...hacemos aquí?-. Lo miró sorprendido y se volvió al oír que su madre lo llamaba.
La señora Talbot sonrió al hacer a Shuichi a un lado.
-¡Cariño, esto es maravilloso!-. Dijo emocionada al ayudarlo a quitarse el mantel.- ¡Claire ha vuelto!-
-¿¡De verdad!?-. Dijo shu, incapaz de creer que su pesadilla había terminado.- ¿Donde esta?-.
-La hice subir a tu habitación y le dije que esperara ahí-. Ambos sonreían al darse cuenta de que no había necesidad de más mentiras.
-Debo ir a verla de inmediato. Que se ponga su vestido-. Dijo feliz Shuichi.-Oh, madre, gracias a dios. Estoy tan...tan...-.Movió la cabeza, casi sin poder expresar su alivio al ser relevado de la tensión que había sufrido durante la última semana.
-¡Un attimo, cara*! Espera un minuto-. La profunda voz de Eiri lo hizo detenerse.
Eiri lo tomó de la mano y lo hizo acercarse a una pequeña mesa.
-Tu tío quiere que firmes aquí-. Dijo, y le entregó una pluma.
-Que estupidez. ¿Para que?-.Dijo Shuichi, haciendo lo que él le pedía, con la mente ocupada en todo lo que le diría a Claire antes de que su hermana volviera a reunirse con Eiri. Por ejemplo, que se suponía que Shuichi estaba en el continente y no podría asistir a la boda.
-Listo-. Dijo shu, dejando la pluma sobre la mesa y saliendo a toda prisa para dirigirse hacia su habitación.
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-¿Claire? En realidad eres tú... ¡Gracias a dios!-. Shuichi se apoyó sobre la puerta cerrada.
Su hermana, quien había estado mirando por la ventana, se volvió hacia él y sonrió.
-¡Cielos, nunca creí que pudieras parecerte tanto a mi! ¡Debió haber sido muy divertido!-.
-¿¡Divertido!?-. Shu la miró asombrado.- ¡NO TIENES IDEA DEL INFIERNO QUE HE TENIDO QUE PASAR! ¿¡DONDE DIABLOS TE HABIAS METIDO!?-.
-Oh, shu-chan. Lo siento, de verdad lo siento-. Su hermana parecía arrepentida.-Yo...bueno, no me hubiera ido si no hubiese sido tan importante para mi. ¡Soy feliz!...no te imaginas cuanto, me voy a casar y... ¡TODO ES MARAVILLOSO!-.
Claire rió feliz y danzando se acercó hacia la cama y se dejo caer sobre ella.
-¡Dios nos salve!-. Murmuro shu, y cruzó la habitación con piernas que de súbito se le habían vuelto tan débiles como el agua. Dejándose caer sobre una silla, fue incapaz de detener el temblor de sus rodillas como reacción nerviosa por la tensión y el tormento sufridos durante la última semana.
-¡Tonta, ya sé que te vas a casar con Eiri!-. Dijo Shuichi rechinando los dientes.- ¿¡Para que crees que me puse esta peluca!? Ahora dime que es lo que has hecho-.
--¡Baka, shu-chan, yo no me voy a casar con Eiri!-.
-¿¡Que dices!?-.
-Que no me voy a casar con Eiri, sino con mi amado Roddy… ¿Que te pasa? ¿Te sientes bien?-. Miro preocupada a su hermano, quien la veía muy pálido.
-N-no te…comprendo-. Dijo shu horrorizado ante las palabras de su hermana.- Por supuesto que...te vas a c-casar con Eiri. Hasta acabamos de efectuar un ensayo de tu boda. ¡NO PUEDES DECIR QUE NO TE VAS A CASAR CON Él!-. Se puso de pie histérico.
-¿Crees que yo tengo la intención de llevar a cabo ese loco plan de papá?, no seas estúpido-. Rió Claire-. Para lo único que sirvió fue para animar a mi amado Roddy a pedirme que me casara con él y....-.
-¿¡QUIEN DEMONIOS ES TU "AMADO RODDY!?-. Exigió Shuichi.
-Roderick Lovell III, es maravilloso, shu, de verdad, y lo amo con toda mi alma-. Dijo con una par de corazones por ojos.- Nos conocimos en New York, pero entonces tuvo que volver a Londres y a mi se me rompió el corazón. El llamó por teléfono para proponerme matrimonio y, por supuesto, que yo acepté. Ahora acabo de volver de América...fui a conocer a los padres de Roddy y ellos fueron muy amables y dulces conmigo. Además se sintieron muy impresionados con la antigüedad de nuestra familia y con todo eso. Lo único que me preocupa es lo que dirán papá y mamá cuando lo sepan-.
-Claire-. Dijo por fin Shuichi, inhalando profundamente para tranquilizarse.- ¿No te das cuenta de que no se trata simplemente de un "adiós, Eiri" y "hola, Roddy"?... ¡OJALA FUERA ASI!...Tienes que comprender lo que ha pasado aquí durante tu ausencia. Eiri aceptó el trato que papá le ofreció y ya pagó el dinero que convinieron por la casa...bueno, por lo menos la mitad. Papá no puede regresarle el dinero y...y...-. Alzó los hombros sintiéndose infeliz.- Por favor, Claire, hasta tú puedes darte cuenta de que quedaremos en una posición terrible si ahora decides no casarte con Eiri. Creo...creo que papá ha sido culpable de fraude, aunque no estoy seguro por completo, no quiero estarlo-.
-No sigas, shu-chan. No tiene caso. Estoy locamente enamorada de Roddy y nada puedo hacer si papá ha hecho otra de sus tonterías. Pero, de todas formas ¿cuál es el problema?, Eiri recibirá la casa a cambio-.
-¿¡Como puedes hablar así!? En especial después de haber mantenido con él esa...esa clase de "relaciones". No es que te culpe-. Dijo enojado. -El hombre es un maniaco sexual, de eso no cabe duda-.
Claire río.
-Baka, si ni siquiera lo he besado una vez aunque él me dió un ligero beso en la mejilla cuando nos comprometimos. Es agradable, pero no es mi tipo-. Terminó con una sonrisa.
Shuichi tuvo que tomar asiento y miro a Claire asombrado. Era innegable que su hermana era sincera pero... ¿Qué pasaría ahora? La cabeza volvió a dolerle al negarle a su mente a enfrentar aun mayores impresiones.
-La casa esta llena de familiares, debes bajar y decirles que no habrá boda. Sin embargo...-. Añadió shu.- Antes tendrás que hablar con Eiri. Ni siquiera él se merece el trato y duplicidad que ha recibido por parte de nuestra familia. Así que es mejor que bajes. Mientras, yo buscaré una aspirina. La cabeza me está matando.-
Se dirigió al baño, pero cuando regresó al cuarto, su hermana aun se encontraba ahí, soñando despierta, ¡sin NINGUNA preocupación por el problema que había creado!
-¡Pensé que ya habías bajado!-. Dijo shu.
-Oh, no-. Claire se puso de pie y bostezo.- Fue un vuelo muy largo y estoy muy cansada. Así que me acostaré a dormir un rato. Además...-. Añadió riendo al abrir la puerta.- No es a mí a quien Eiri desea ver...-
-¡PUES TAMPOCO ES A MI!-. Gritó Shuichi enojado al retirarse Claire.- ¡Eres una cobarde!-
Salió de la habitación y empezó a bajar las escaleras con lentitud, tratando de pensar en lo que le diría a Eiri, Pero... ¡NO SE LE OCURRIA NADA! ...¿¡Por que Eiri le había hecho creer que Claire y él mantenían esa clase de relaciones!?¿¿¡¡COMO SE HABIA ATREVIDO!!??
Shuichi apretó los dientes con furia y se ruborizó avergonzado al recordar la manera en que él había correspondido a los "requerimientos" amorosos de Eiri.
Se sorprendió mucho al ver por la ventana del descansillo que varios autos se retiraban, asombrándose aun mas al oír la furiosa voz de su padre proveniente de la sala de estar, y MUCHO MAS cuando su madre abrió la puerta del mismo y salió corriendo de prisa hacia la cocina con lagrimas en los ojos.
Shuichi entró de prisa en la habitación y se dio cuenta de que su padre se encontraba en un sillón, con el rostro entre las manos, y de que su tío Henry estaba de pie junto a la ventana y parecía muy indignado.
-¿Qué es lo que pasa?- dijo shu al fin.
-¡Ah, por fin! ¿Por qué no te quitas esa ridícula peluca, Shuichi?-. Gruño una voz suave tras Shuichi.
Sin pensarlo, en forma inconsciente, hizo lo que le decían y el largo cabello rosa le cayó como una cascada sobre los hombros. Se volvió y notó que Eiri lo observaba divertido, lo que casi lo hizo sentirse enfermo a causa del terror que le causó.
-L-lo sabes...-. Tartamudeo shu, confuso.
-¡Mi querido Shuichi!-. Dijo Eiri con una aguda risa irónica.- Siempre he sabido que no eras quien pretendías ser. Que no eras...Claire.-
-Pero, ¿como?, no comprendo. Quiero decir que...-
-¡QUE IMPORTA!-. Gritó enfadado su padre.- Ese es el menor de nuestros problemas. ¡Y TODO ES CULPA DE ESTE MALDITO ESTUPIDO!-. Miro furioso hacia el obispo.
-Ralph, haré caso omiso de tu blasfemia y pondré la otra mejilla-. Recitó el obispo en tono dogmático.
-¡DENTRO DE UN MOMENTO NO TE QUEDARA NINGUNA MEJILLA SANA!-. Rugió su padre al ponerse furioso de pie.
-¡Padre, dime de una maldita vez que sucede!-. Gritó Shuichi mientras los 2 mayores se miraban el uno al otro.
Eiri emitió una risa grave y, acercándose a Shuichi, lo abrazó, aumentando la angustia del pelirosa.
-Lo que sucede, angelo*, es que tu tío abuelo Henry no solo efectuó un ensayo-. Ronroneo con suavidad. -Sino que el buen viejo nos acaba de informar que tú y yo estamos casados de verdad… ¡Tanto ante dios como los hombres!-.
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Traductor:
*Cara: querida.
*Ciao, mia sposa:chao,mi esposa.
*un attimo, cara: un momento, querida.
*angelo: angel.