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La historia de lo prohibido por Samanta95

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Notas del capitulo:

¡Yey yey! aqui vamos con el cap 2

pues espero poder acabarlo en 6 capitulos! ese es mi meta... espero meter mas personajes en el siguiente, y gracias por seguir leyendo!

 

 

los personajes son de eichiro oda, yo solo los tomo prestado para crear el universo alterno que veo

-          E...es...eso...eso...eso...es....eso.... eso... ¡ESOOOO! – grito cuando volvio a mirarle el otro, por lo que barto tuvo que taparle la boca con su mano y sacarlo de ahi, termino suspirando de nuevo.

 

-          ¡Hmmm! ¿Hu? ¡ Mmmm! – se escucho mientras caminaba hacia adelante guiado por el bibliotecario, aun se estaba resistiendo a caminar el rubio porque pensaba lo peor  quizas iban a hacerle lo mismo y trataba de zafarse del agarre del otro

 

 

Cuando lo libero, lo dejo en el mismo lugar donde se encontraba durmiendo barto solo lo miro preocupado y le dijo claramente  - tienes clases, ve ahora –

Sin una explicación, y sin nada mas que agregar se fue con el libro. A paso rapido porque aun tenia en su bolsillo “la revista”. Su idea era terminar de verlo por completo y quemarlo, asi era como debian ser tratado esas cosas, porque asi habia sido educado.

 

>> ¿deberia ir a verte ahora, amigo? <<

<< no, creo que estare bien si te veo luego de clases killer >> escribio eso en su celular y se dirigia a la enfermeria, como hacia cada tarde. Se saltaba las ultimas horas porque eran aburridas para él, cuando estuvo en la puerta vio a un chico que lo veia desde adelante, este chico pelirrojo solo le hizo una mueca y le dedico mas una mirada asesina y fria, termino haciendole correr lejos por miedo. Se rio por ello y sin tocar la puerta entro como si nada.

 

“Donde una flor florece, su fragancia suelta”

 

Dentro de la enfermeria –

Se encontraba el doctor, de apellido trafalgar y de nombre law. Este mismo estaba aburrido mirando algunos papeles que tenia su escritorio hasta que de repente, la puerta detras suyo se abrio violentamente

-          Otra vez no... – dijo por lo bajo y luego de aquello se escucho unas risas de un chico bastante ruidoso

-          ¡ESTOY ENFERMO SENSEI! – dijo aquel pelirrojo alterado y finguiendo estar enfermo   fue a echarse a una de las camas que contenia el mismo lugar y se cerro la perciana de la misma, para que no lo vieran.

No sabia cuantas veces habia hecho esta misma acción, en lo que lleva del mes. La verdad es que no le importaba que hiciera eso, pero si algun profesor se daba cuenta de que eso era mentira, penso que podria de alguna forma caer la culpa a él mismo. Guardaria silencio como siempre y se dedicaria en lo suyo como siempre, ignorando a ese chico pelirrojo mentiroso. Pero no supo cuando o no supo del porque... esta vez queria hacer lo opuesto... ¿por  que resignarse a que un estudiante se salga con la suya? No es como si le tuviera miedo o algo, Por lo que en silencio, se paro de su asiento y se dirigio muy minusiosamente al lugar donde habia entrado ese chico. Cuando abrio la persiana que tenia una de las dos camas, pudo verle, estaba sentado sobre sus piernas en la cama, tenia una mano en su boca la cual mordia con ganas para no dejar escapar ningun ruido y la otra en sus partes intimas...

Sus ojos que siempre estaban relajados y no del todo abiertos, se abrieron por la sorpresa todo eso era demasiado Inesperado  para alguien como ese doctor, quien se hubiera imaginado que usaria este lugar para hacer algo como eso... solo por ver eso termino emocionandose un poco apesar de que estaba prohibido sentir algo como eso en esta unica situación, ¡era menor!

¡Calmate idiota! Se dijo mentalmente, mientras aun seguia observando esa piel palida en toda la cama...

Entre la sensación de placer que sentia por su mano izquierda y el dolor que se implicaba a si mismo, estaba atrapado en ese sentimiento, amaba hacerlo solo. Entre el movimiento sus ojos se cerraban y lograba imaginar a alguien más, de esa ilusión apenas veia su rostro y cuando sintio frio y no calidez de esos ojos que se imaginaba se dio cuenta, paro de hacerlo y quedo sorprendido en pleno acto.

su mirada se congelo... no creeria que fuera descubierto, porque no habia escuchado ninguna pisada en el lugar y sordo no estaba!

-           . . . – estaba por gritarle por estar espiandolo en pleno marcha de su “manual” pero las palabras no salian de su boca, el pelirrojo sentia como los ojos del otro se le clavaban encima. Esta sensación de miedo, no sabia porque lo sentia ahora mismo... ¿que iba a hacer si el otro queria participar? ¿Podria ganarle a un adulto a mano? Tambien se preguntaba eso mismo, de porque ahora estaba dudando se su fuerza ahora, todo se sentia extraño.

El corazon le latia a mil por hora, empezaba por verlo en esa actitud al otro, verlo con la intension de “deseo”, no faltaba mucho para excitarse por la situacion que se le presentaba entonces siguio acercandose al joven pero su corazon grito! En ese momento ¿Podria el corazon de alguien frio, gritar? Eh si, gritaba horriblemente peligro porque atras suyo la puerta empezaba a ser abierta y una voz alegre se oia detras, escuchando eso lo pudo reconocer bastante bien.

 Camino en reversa y antes de poder decirle algo a ese chico pelirrojo recibio un almuedazo en la cara, fue arrojado por lo enojado y sonrojado que se encontraba ahi aquel estudiante pelirrojo, al fin podia reaccionar. Despues de eso cerro con fuerza esa cortina que antes habia abierto, aun enojado trafalgar

-          ¡Buen diaaaaa! – grito alegremente el chico que habia entrado con cuidado a la enfermeria, lo miro y se sorprendio por lo rojo que se veia el color de la nariz del otro, termino preguntando por su motivo, el otro desvio su mirada y se toco la misma.

Volvio a sentarse en la silla comodo que tenia y respondio claramente – estoy resfriado mugiwara-ya... –

-          ¡Ohhh! Entonces... – hizo una pausa y volvio a mirarlo contento al otro, el cual dirigia su vista a uno de las camas, en donde estaba escondido el otro chico. – ¿hay alguien aqui? – su corazon dio otro golpe, se estaba comportando extraño y eso era porque estaba nervioso, la respuesta “era si” pero verlo asi solo causaria problemas.

-          Para nada –

-          Entonces...¡ tengamos una cita! –

-          Mmm... ¿cita de juego? – respondio con esa pregunta ya que al pequeño luffy jamas iba a tomarle en serio, ademas por parecer mas ingenuo de lo que ya era.

-          ¡No,no hablo de una cita normal! ¡Tu me gustas torao! – lo habia dicho con tanta energia que en su corazon rebalsaba emoción.

Lo habia dicho. En serio lo habia dicho, pero... ¿cuantas veces ya iban con esta declaración? La vez pasada dijo lo mismo y law se nego, la anterior a esa tambien y la del mes pasado, cierto que no fue seguido ya que luffy no tendria tanto tiempo para estar libre, tenia poco espacio para él por las tareas que se le estaban asignando.

-          ¿No te cansas? Luffy-ya  esto no es algo que puedas decirselo a cualquiera que es amable contigo... me estoy cansando de ti. ¡Mejor dicho estoy cansado! –

 

Detras de la cortina –

 

El chico pelirrojo habia terminado, se limpio con los paños que tenia a un lado de la cama y se sento en la misma para luego llevarse las manos en la cara, “¿¡como habia podido ser descubierto?! Encima por ese idiota!” Se grito mentalmente mientras seguia sonrojado, ahora no paraba de ver esa cara en su cabeza mejor dicho estaba clavado su reacción en su mente pero se dio un golpe a la misma para dejar eso y pudo calmarse de a poco.

cuando iba a salir de esa cama no pudo evitar no escuchar todo lo que pasaba mas allas de estas cortinas que tenia la cama para los enfermos. No translucia mucho desde afuera, por lo que este chico no se podia ver desde ahi, pero desde adentro si, veia lo triste que se estaba poniendo el chico pelinegro. Aunque no supiera nada de él algo dentro si mismo le decia “que salga”.

¿Que era este sentimiento? Lastima? Oh no... es horrible sentirlo pensó, y trato de no salir de ese lugar pero trataba de detener sus pasos para no hacerlo, estaba entre ir y salir ahora o hacerlo luego, pero algo si sabia, queria salir. Todo aquello se detuvo cuando lo escucho hablar de nuevo al compañero

-          “Esto es algo que ¡YO SIENTO! Y estoy bastante seguro que no siento este dolor por nadie mas! – al decirlo habia formado un puño y se habia golpeado su pecho justo del lado izquierdo hacia donde estaba su corazón – y estoy seguro que estas dando puras excusas, para que me detenga. ¡Asi que voy a seguir haciendo esto hasta que me digas la verdad! ¡No estas diciendola! – “

¿Determinacion? ¿Insistencia? O se estaba convertiendo en un acosador potencial? La verdad no sabia que respuesta darle a esos gritos de un chico enamorado, dicen que el amor te vuelve estupido pero eres fuerte cuando peleas.

El doctor, entrecerro sus ojos y no dijo nada más, solo vio como se fue luffy a paso firme de ahi. Esto no seria un final ni nada... mas bien otro dolor de cabeza.

 

-          Eres popular trafalgar, jeh ¡ni deberias serlo en esta escuela! – dijo al hacer eso escupio hacia el suelo por la molestia que le causaba

-          ¿De que hablas estupido niño? Mas te vale que hayas limpiado lo que hacias, porque no pienso  ni voy a dejar que se vuelva a repetir esto! –

 

-          ¡Callate! Yo tengo un problema... eso es todo, ¡ni te hagas ilusiones que lo hago por puro gusto! No soy tan pervertido como tú – lo dijo sonrojado y enojado

 

Al escuchar eso, agradecio a luffy por entrar en la escena... porque si no lo hacia, no querria saber que pasaria despues de verlo asi.

Simplemente estaba excitado por verle de esa forma, por lo que ahora eso solo hacia que se ponga mas nervioso, eso no estaba bien. No habia estudiante en todo este instituto que le haya provocado “algo” en todo lo que llevaba trabajando ahi, por lo que decidio parar de pensar sobre aquello.

Era como una flor, algo que esta lleno de pureza y es tan delicada desde que se la ve, hasta donde se toca. Podrir algo puro en este lugar estaba prohibido, no solo por ser menores sino porque cargarian con esto toda su vida, justamente por eso y otras cosas mas no podia salir ni responder a algun chico sobre una relación. Aquella flor rojiza ante él se encontraba abierta y por la tentacion que le cego iba a seguir sus instintos, pero por suerte pudo ser detenido...

-          Pervertido... ¿yo? – dijo y se pregunto asi mismo, mientras veia como esa cortina era abierta de nuevo, de ahi salia esa flor roja con todos sus petalos cerrados como debia ser.

-          Sí, pervertido. Como sea yo me largo de aqui – dijo sin mirarlo ya que se encontraba aun sonrojado por lo que paso. Y por ello no pudo verle que ese hombre estaba nervioso por su presencia.

Se fue corriendo, no dejo de avanzar y fue directamente a los baños solo para mojarse un poco la cara, se miro al espejo y seguia viendo que aun seguia sonrojado hasta las orejas...encima que se notaba mas por su tono de piel clara, parecia un tomate con pelo de tulipan.

Al seguir lavandose la cara con el agua, escucho varios pasos que salian de los inodoros de ese lugar, todos acercandose hasta su posición

-          Jeee, miren quien volvio chicos – se escucho decir eso detras de su espalda del pelirrojo, el cual paro de refrescarse con el grifo. Eran varios alumnos que lo odiaban hasta mas no poder, termino sonriendo altaneramente y preparandose para lo que vendria luego.

-          ¡saben... cuanta mala suerte, ¡¿TIENEN EN ESTE MOMENTO? ! – un momento perfecto para descargarse con los idiotas que siempre le molestaban pero no siempre iban juntos, haria de ellos un puroe de idiotas en el suelo, tal y como siempre hacia, sonrio hasta mas no poder justo en ese momento era lo que más necesitaba, descargar esta furia contra otros y desahogarse por un momento.

La vida de un chico adolecente no es nada facil... más cuando realmente te odian y no puedes hacer nada relajado por ser atacado en cualquier momento.

El timbre habia sonado y en todas partes de la escuela se escucho claramente,  eso dio el pie para que cada chico saliera al recreo de 7 minutos. Para cuando habia abierto la puerta, todo una horda de chicos impacientes casi pasa por encima de él, solo que por suerte pudo evitar eso cuando se movio  hacia un costado. Solo quedo la profesora de antes ahi, leyendo un libro y cerrandolo cuando se habia parado para irse

-          Bueno, hasta mañana sustituto-sensei – dijo y camino hacia adelante sin mirarle, ya no tenia que hacerse cargo de nada.

-          Hasta mañana... – dije y la puerta se cerro detras de mi con fuerza. Mire alrededor y solo habian pupitres vacios, no solo era hora del recreo sino del cambio de horario

Agarre mi cartera con mis cosas, estaba en un rincon para cuando me guarde el libro de actividades, fue entonces donde la puerta se volvio a abrir.

De ahi salia un chico que apenas podia caminar, murmuro algo y cayo al suelo. Estaba tan sorprendido desde el sonido que dejo cuando cayo de cara al suelo, ¡fue un ruido sordo!. Era pelirrojo y sus ojos estaban cerrados, ¡debia ir urgentemente a la enfermeria! Eso pense, pero luego me pregunte...

“¿Eh?...¿Donde esta la enfermeria?”

Era lo peor que podia seguir pasandome ahora! Tengo ahora tu vida a mi cargo pero no tengo idea de donde encontrar el lugar ni siquiera lo habia preguntado! Si pudieras al menos hablar estarias insultandome hasta que perdieras las ultimas fuerzas...¡oh cielos! Eso es terrible de pensar, pero ya sin nada mas que hacer. Agarre mi cartera, me la puse al hombro y luego levante a ese chico mal herido, lo puse en mi hombro y empece a caminar...

Como eso no funciono, tuve que cargarlo como si fuera una princesa de algun cuento de hadas, me parecia que esta forma era mas comoda ademas que por suerte este jovencito no pesaba mucho. Lo unico que me llamo la atencion de este fue su cabello rojizo como el fuego, era la primera vez que veia un color con una forma flamigera.

En cuanto Sali de ese lugar, me esperaba el bibliotecario el cual seguia molesto porque no le habia devolvido su revista, por lo que tuve que hacer un intercambio.

“ te lo dare si me dices donde esta la enfermeria, estoy bastante seguro que sino haria esto y solo te lo pediria amablemente, te sudaria una polla y terminarias caminarias de largo, porque asi veo como eres”

Solo gruño y rendido me hizo caso, mientras caminaba delante mio yo empece a seguir sus pasos, termine por hablar... me aburria si no decia algo, ya tenia bastante con pensarme cosas para mi.

-          ¿De donde eres? –

-          De mi culo, ¿algo más? –

Pensaba que se callaria de una vez, conozco bastantes señoritos por donde yo vivia y ya con las malas palabras se callaban espantados por la “falta de clase”, algo que nunca fallaba. Tratar de hablar con ellos era absurdo para mi. Pero fue raro, no se detuvo, mas bien se rio por parecerle gracioso la respuesta.

-          Hahahaha, que bromista  ¿eh? lo siento pero mi boca no sera callada con algo tan tonto... ademas odio el silencio ¿lo sabias? – al decirlo parecia contento y de alguna forma su nariz se volvio larga... o eso me parecio por un segundo.

-          Tu nariz...¿ah? –

-          ¿Que pasa con eso? – pregunto el rubio y el otro lo volvio a mirar y siguio caminando como si no hubiera visto nada extraño

-          ¿haaaah? No me dejes con la intriga... ¿como era tu nombre? –

-          . . .   –

-          No seas timido, estare un buen rato aqui – dijo y se adelanto para quedar al mismo paso, lo miro y el otro solo siguio callado, fue solo un segundo en que miro a su costado para verle esa cara que tenia  – o... quizas te guste que te llamen bibliotecario-san – dijo y volvio a retroceder para quedarse a la velocidad que iba.

Cuando llegaron a ese lugar, cavendish entro con el herido a la enfermeria. En cuando el doctor con gorra de reno lo reviso salto hacia atras por reconocer que chico era “uno de los mas peligrosos de esta escuela” por lo que no se nego a atenderlo sino que solo seria cuidadoso de no hacer las cosas mal, porque por lo que sabia de él le daba miedo tener que hacerlo solo...

-          Esta habitacion esta muy bien decorada, doctor – lo dijo mirando y admirando las pinturas que tenian en la pared, algo tranquilo para observar. Mientras lo ponia en una camilla, el doctor se ocupo de curarlo.

-          Por cierto... ¿ese doctor moreno? – pregunto mirando la laptop que ahi tenian en un escritorio al frente suyo

-          Es trafalgar law, ¿tuviste algún problema? –

-          ¡Es muy atletico! Pero horrible de persona, no es por ofender. Lo siento –

-          Él suele ser asi, es frio y calculador todo lo que una persona debe ser en su profesion –

-          Como digas... ¿pero que no los medicos son amigables de vez en cuando? – al decir aquello el chico reno salio de esa cortina y con cara contenta dijo y se señalo asi mismo con un dedo  - ¡para eso estoy yo! –

Al ver que ese chico pelirrojo estaba en buenas manos sonrei  tambien y me despedi porque tenia otras cosas que hacer, tranquilamente abri la puerta y camine para salir, ni siquiera me habia fijado que un pie estaba delante de mi pie  y cuando pase casi me termino cayendo, simplemente me dio miedo de que me cayera de cara y .... ¡¡¡y!!!.  Pude detenerme y volver al equilibrio con un pie, no queria volver a caer a suelo otra vez!

-          ¿¡Quieres matarme de un susto, idiota!? Grito el rubio mientras agitaba su puño hacia el contrario

-          Damelo  - al decir aquello, me dejo muy confundido que no supe que responder, por lo que me mire y solo tenia mis cosas... “¿que se supone que debia darle?”.  Entonces me dio un escalofrio por la espalda y al saber lo que queria le grite con asco

-          ¡Cochinoooo! –

-          ¿¡De que estas hablando!? ¡SOLO ENTREGAMELO! – grito enfadado, estaba de ese modo porque supuso que el otro se haria el tonto para no reconocer que aun no le habia devuelto su revista y ahoramismo estaba haciendose que no sabia de que “hablaba”.

Sonrojado quedo el rubio cuando volvio a mirarlo a los ojos a aquel sujeto, despues reconocio que habia olvidado que debia devolverselo, dudo un poco en hacerlo porque si queria preguntarse asi mismo sobre esto “No queria hacerlo” “definitivamente no queria devolverlo” la razon nunca la entendio este momento.  Por lo que muy lentamente saco la revista de su saco, la habia doblado para que entrara.

Cuando la entrego, sintio un dolor en el brazo. Se quiso fijar que lo habia lastimado en ese momento pero no vio a nada ni nadie en ese lugar, vacio. Para cuando su mirada volvio a mirar al frente, tenia la frente del otro en la cara casi tan de cerca que habia quedado impactado por ello.

“ ¿qué? ¿Qué? ¿Qué paso? ¿Por qué? ¿Qué? ¿Queeeeeeeeeeeeeeee?”  ese acercamiento sin previo aviso volvio a ponerle nervioso y en vez de querer decir algo empezo a enojarse por no querer verse debil. Una mirada asi, parecia que quisiera meterte miedo... acaso lo estaba haciendo?, aunque eso lo fuera y puede que si, lo unico que le provocaba al rubio era sudara mas porque no sabia que hacer ante eso, nadie! Absolutamente nadie le habia puesto su cara de esa manera, parecia como si iba a enfrentarlo en una pelea a muerte!  Su corazon estaba que queria salir del cuerpo, por lo que para callar todo eso termino diciendo algo estupido

-          ¿Acaso quieres pelea?¡... ¿¡bibliotecario!? – al preguntar eso, fruncio sus ceño para responderle que estaba dispuesto a hacerlo, pero por muy al fondo que lo haya dicho la verdad no queria pelear y menos en un lugar como ese.

Suspiro y parpadeo al mismo tiempo solo para responder  - es bartolomeo. – al decir eso, se guardo la revista y se fue caminando con direccion al sector donde trabajaba. Hizo un puchero que nadie vio y se sintio enojado consigo mismo, habia dicho cosas tan tontas que no podia creerselo, se sonrojo por ello y aun asi siguio sintiendo incomodidad por solo recordar aquello. Camino mientras tenia aun el corazon por la boca, aun sin esfuerzo podria vomitarlo por sentir una sensacion extraña recién... sin mirar hacia adelante termino chocando con alguien que venia.

Al ser minima, no se cayo ni nada solo lo tomo por sorpresa. Estaba tan distraido que termino pasando algo como eso  - lo si – iba a disculparse pero fue interrumpido por el otro tipo – ¿acaso eres una estudiante enamorada para chocar asi? Das pena, miseria de profesor – se dio media vuelta ese doctor para reirse de la cara enojada que penso que tendria ese rubio, pero todo lo contrario, el mismo termino sonrojadose más de lo que ya estaba y se fue corriendo hacia otra direccion.

 Literalmente se veia como una maldita colegiala, corriendo  y negando de que eso no era verdad! ¡Solo estaba nervioso! Se defendio mentalmente de esa acusación, gritando por el patio

-          ¡Es de tontos enamorarse! -

 

 

Notas finales:

este fic deberia tener la advertencia de ser liviano y lento jaja hay una definicion concreta para eso?

 

bueno ya no seria liviano por lo que paso en este cap oh... ¡lamento eso! los vere en el siguiente capitulo


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