Capítulo 2:
Se quedaron observando profundamente a los ojos, ambos hombres sentían que estaban en confianza, los dos sentían una innegable atracción por el otro.
Cuando terminaron de mirarse ambos parecían avergonzados.
Antoine siempre había sido homosexual, y no tenía ningún problema con ello, siempre se llevó a quien quiso a la cama, pero con este hombre era diferente, algo en él lo intimidaba
En cambio, Alejandro, le era nuevo un sentimiento como este, además Antoine no le desagrada, pero le parecía que el castaño, era muy engreído, lo que le molestaba un poco
El ojos de mar, no estaba contento con estar esa isla en ese momento, le agradaba la compañía, pero él debía volver y desenmascarar a Brian
- Debo volver, no puedo quedarme
- No puedes irte, estas muy herido
- Debo irme – Dice Antoine, intentando pararse, pero se tropieza, debido al dolor que le provocan las heridas
- Vez, te lo dije, no intentes esforzarte, estas muy herido aún
- ¡Rayos!, yo necesito irme, discúlpame no es nada personal, me caes bien, es solo que necesito, vengarme de un hijo de puta.
- ¿Qué fue lo que te hizo para que hables así de el?
- Él fue el que me dejo en este estado
- ¿Pero Cómo?
- Lo siento no puedo decirte, es clasificado, es protocolo de mi trabajo
- Lo siento, pero si no me dices todo no te puedo ayudar
- Yo no te pedí que me ayudaras, aun que te lo agradezco
- Pero yo quiero hacerlo
- Pero no puedes, mi trabajo es muy peligroso
- Que podría hacer un niño bonito como tú,
- Créeme las apariencias engañan, soy más peligroso de lo que parezco
- Eso me lo tendrás que demostrar
El moreno le pasa un palo, para posteriormente, agarrar el propio y comenzar una pelea
- No es justo, estoy herido
- Si eres tan peligroso, lo podrás manejar
- Sí que chistoso
Siguen con la rencilla por unos minutos hasta que ambos se cansan, o más bien Alejandro deja descansar a Antoine producto de la gravedad de sus heridas.
- Al parecer no eres tan malo, como pensé
- Te lo dije, las apariencias engañan
- Que presumido
- Tú no te quedas atrás
Las semanas pasaban y las heridas del castaño comenzaban a sanar, y este cada día parecía más encantado con los rasgos felinos de su moreno cuidador, se daba cuenta de lo que pasaba, ¿Pero qué tan loco podría estar?, para enamorarse de un desconocido.
El parecía amable y buena persona, además peleaba muy bien, y sin mencionar lo atractivo que le resultaba el mestizo
Pero debía recordar que él era un espía, no podia enamorarse de nadie, menos ahora que figuraba como muerto en el caribe, Antoine planeo quedarse un tiempo mientras preparaba su venganza contra su ex compañero de misión, por mientras se permitiría disfrutar de aquel paisaje tropical y de su amable y hermoso anfitrión.
Y no permitiría confundirse con el, el no se podía enamorar, no estaba en sus planes.
Aunque a veces las cosas no salen como planeamos.