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52. Him Chan (05) por dayanstyle

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Dae Hyun miró alrededor del ático, preguntándose exactamente quién era Him Chan. El hombre era un misterio para él. La sexualidad y sensualidad se aferraban a él como una segunda piel, pero Dae Hyun sabía que había algo más en el hombre que sólo su buena apariencia y su encanto sexual.

 

Him Chan también era oscuro y misterioso, su aura peligrosa y silenciosa. El lenguaje corporal del hombre gritaba mandar a la mierda a todo el mundo, pero el hombre parecía tolerar a Dae Hyun y a Jong Up. Es cierto que ellos eran sus parejas, pero eso no les daba automáticamente vía libre a la vida del hombre.

No, el alto y letal hombre era un pensador, un melancólico, y despertó la curiosidad de Dae Hyun hasta el lugar que sentía una imperiosa necesidad de averiguar quién era Him Chan.

¿Qué lo motivaba? ¿Qué lo hacía tan reservado? Esas, y muchas preguntas más, llevaban a Dae Hyun a husmear.

Estaba acoplado con el hombre después de todo. Así que ¿estaba realmente fisgoneando?

Nah.

Dae Hyun tuvo que admitir que el tipo era guapo como el infierno, pero aparte de eso, Dae Hyun no tenía ni idea de quién era su pareja. Las facciones del hombre eran agudas, cinceladas, y tenía un alto y delgado cuerpo que estaba hecho para el sexo. Dae Hyun no era un fan de los hombres con pelo largo, pero Him Chan llevaba el suyo en una sexy cuerda de cuero que hacía que los dedos de Dae Hyun le picaran por pasarlos a través de los mechones de aspecto suave. Era de longitud hasta los hombros, pero suficiente para que Dae Hyun se agarrara cuando el hombre lo jodiera hasta la inconsciencia.

Pero fueron los ojos Him Chan los que habían atraído a Dae Hyun. Tenían la sabiduría de la edad en sus profundidades oscuras y turbias, y formaban una sombra letal lista para atacar. Su compañero no parecía más viejo que un hombre en sus treinta y pocos años, pero Dae Hyun sabía que esas miradas eran engañosas. El tipo era alguien que había luchado duro y visto mucho. Him Chan no era como parecía, y Dae Hyun estaba decidido a averiguar quién era su compañero.

—No creo que debamos estar en su dormitorio —dijo Jong Up con cautela mientras estaba junto a la puerta, mirando hacia la sala de estar—. Eso está invadiendo su privacidad, Dae Hyun.

—Es nuestra pareja, Jong Up. ¿No quieres saber quién es?

—Sí, pero quiero que nos lo diga él, no husmear.

Dae Hyun miró a su pareja. El hombre era tan condenadamente cauteloso que estaba sorprendido de que Jong Up no estuviera clavado en el sitio en el salón. Dae Hyun siempre había estado atento al hombre, y amaba a Jong Up más allá de las palabras, pero a veces el cambiaformas estaba un poco demasiado tenso. A pesar de que tenía una vena obstinada de una milla de largo, y una afilada lengua que combinaba.

—Estará bien. Tengo la sensación de que va a estar ausente por un tiempo. No es como si estuviera robando. Sólo estoy tratando de encontrar alguna pista que nos diga quién es.

Jong Up suspiró. —Eso todavía no lo hace correcto, Dae Hyun. ¿Te gustaría que alguien fisgoneara alrededor de tu habitación?

—He tenido eso sucediendo una y mil veces, Jong Up —dijo Dae Hyun amargamente con los recuerdos de crecer en hogares de acogida—. No tengo ninguna privacidad. Nos despojaron de eso a los dos. Es por eso que no tenemos pertenencias. Si no somos dueños de nada, entonces no pueden quitarnos nada.

—Esa no es forma de vivir, Dae Hyun.

Era un argumento que habían compartido muchas veces durante los años, y Dae Hyun no estaba más cerca de estar de acuerdo con Jong Up.

En los hogares de acogida, a Jong Up y Dae Hyun les habían robado sus pertenencias tantas veces que dejaron de recoger cosas. Pero no importa lo que hubiera pasado, Dae Hyun siempre había cuidado de Jong Up, lo mantuvo a salvo.

Dae Hyun supo desde muy joven que Jong Up estaba destinado a ser suyo. No sabía nada acerca de una atracción, o de las parejas, no hasta que fue más mayor, pero había sabido desde el principio que Jong Up le pertenecía únicamente a él. Jong Up era la única cosa que nadie podía robarle.

Hasta ahora.

Dae Hyun sabía que Him Chan no intentaría robarle a Jong Up. Eso no era de lo que el acoplamiento se trataba. Sin embargo, una pequeña parte de él estaba preocupado de que fuera a perder una parte de Jong Up para Him Chan.

Era una idea ridícula e inmadura, por lo que Dae Hyun siguió buscando su respuesta sobre quién era Him Chan, apartando las inseguridades.

—Es un demonio —dijo Phoenyx detrás de ellos, sorprendiendo de sobremanera a Dae Hyun. El hombre estaba de pie en el pasillo, pareciendo enojado como el infierno de que Dae Hyun estuviera en la habitación de Him Chan. Y Phoenyx respondiendo a los pensamientos internos de Dae Hyun era espeluznante. ¿Qué era el hombre? ¿Un maldito psíquico?

—Nunca he oído hablar de un demonio —replicó Jong Up nerviosamente—. ¿Es un demonio malo?

—Es el líder de los demonios guerreros, y no le gustaría que nadie se entrometiera en su habitación. Como cuestión de hecho, probablemente los matará a ambos por ello.

Dae Hyun ignoró la amenaza, pero estuvo de acuerdo con Jong Up. Nunca había oído hablar de un demonio antes. Así que este chico diciéndole que Him Chan era el líder de los demonios no ayudó a aclarar su confusión. Pero lo impresionó que su nuevo compañero tuviera una posición de poder.

Sabía que el hombre era un guardián, pero maldita sea.

La verdad sea dicha, Dae Hyun odiaba estar siempre a cargo y tomar las decisiones por él y Jong Up. Pero no iba a entregar ese privilegio a su compañero guerrero hasta saber exactamente lo que Him Chan era y cuáles eran sus intenciones. Estaría condenado si él y Jong Up terminaran con una pareja abusiva. Había protegido a Jong Up juntos toda su vida, y no iba a fallar a su pareja ahora.

—¿Y qué es un líder demonio guerrero? —Dae Hyun preguntó mientras cerraba el cajón de la cómoda, sin encontrar nada, sino calcetines y bóxers de aspecto muy caros dentro. Al hombre le gustaban las comodidades por el aspecto de la habitación. Se preguntó si Him Chan era un hombre mimado. No le sorprendería por la forma elegante en que vestía el hombre cuando se conocieron. Aunque el aspecto GQ Magazine encajaba perfectamente con Him Chan.

—Estás en el reino de los demonios, cambiaformas. Es un reino de muchas criaturas paranormales, incluyendo los seres humanos y cambiaformas, pero demonios en su mayoría. Him Chan gobierna a los guerreros que nacieron para proteger este reino.

Si Him Chan era el líder de los demonios que han jurado proteger este reino, no podía ser un hombre malo. ¿Cierto? —Entonces, ¿a dónde fue?

Phoenyx se rió, y Dae Hyun no encontró ningún humor en el sonido. No creía que el hombre estuviera de humor tampoco. —No responde ante nadie.

Bien. Eso aclaró el paradero de Him Chan. —No me gustas —dijo Dae Hyun a Phoenyx.

—¡Dae Hyun! —Jong Up le frunció el ceño—. Eso no es muy agradable.

—Nunca dije que fuera agradable, Jong Up. No lo conozco, o a Chaniie. Por lo que sabemos, este tipo está suministrándonos una línea de mierda. Y no te ofendas, pero soy alérgico a la mierda.

—No te tengo que gustar —dijo Phoenyx con un gruñido leve—. Pero regresarás a la sala de estar y esperarás a Him Chan.

—He mirado por ahí de todos modos —Dae Hyun tomó la mano de Jong Up y tiró de su compañero detrás de él. No le gustaba mucho el reino de los demonios. Pero, de nuevo, no le había gustado tanto el reino humano tampoco. Nunca se sintió como si hubiera encajado en cualquier lugar, y este lugar no era una excepción.

Él y Jong Up habían ido a la deriva, sin establecerse nunca en cualquier lugar durante mucho tiempo. Tal vez era el resultado de haber sido arrastrado de casa en casa de acogida, pero Dae Hyun siempre se sintió inquieto. Cada vez que él y Jong Up habían sido separados, Dae Hyun se escapaba y buscaba a Jong Up, los dos viviendo en las calles hasta que la policía los encontrara. Y entonces comenzaba el ciclo de nuevo.

Él y Jong Up puede que pelearan a veces entre sí, pero Dae Hyun amaba a Jong Up más que a su propia vida. No eran sólo pareja, sino los mejores amigos. Y los mejores amigos peleaban ocasionalmente. Nunca haría daño a Jong Up, pero a veces el chico le irritaba. No eran la pareja perfecta, pero Dae Hyun sabía que no había tal cosa.

Ahora tenía un nuevo compañero con el que lidiar.

—Tengo hambre —dijo Jong Up mientras se sentaba en el sofá—. No hemos comido desde esta mañana.

—¿Tienes algo para comer en este lugar? —preguntó Dae Hyun a Phoenyx.

—Puedo ver lo que Him Chan tiene en su cocina.

Dae Hyun esperó hasta que Phoenyx se hubo ido antes de agarrar la mano de Jong Up y tirar de él desde el sofá.

 

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Jong Up.

—Largarnos de aquí —Dae Hyun casi tuvo que arrastrar a Jong Up a la puerta principal, y pronto estuvieron en el pasillo y corriendo escaleras abajo—. Si preguntamos a Phoenyx quién es Him Chan, sólo podría mentir, pero si es realmente un líder, entonces la gente de por aquí debe saber quién es. Podemos preguntar por ahí, conocer las opiniones de los demás sobre él. Eso debería revelarnos lo realmente importante de él. —Oyó ruidos procedentes de los otros apartamentos, pero Dae Hyun no se detuvo hasta que estuvieron fuera, y luego en mitad de la calle.

—Eso tiene una rara especie de sentido —dijo Jong Up.

Dae Hyun se quedó quieto por un momento, mirando a su alrededor. Estaba oscuro afuera.

El tipo de lugar le recordaba a la ciudad de Gotham en Batman. Era un poco espeluznante, y las sombras parecían estar al acecho en cada esquina. Vio unas pocas personas, pero estaban corriendo más que andar pausadamente. El lugar no parecía acogedor en lo más mínimo.

—Pero Him Chan dijo que teníamos que esperar por él —recordó Jong Up a Dae Hyun—. Ni siquiera sabemos dónde estamos.

—¿Eso nos detuvo alguna vez antes? —preguntó Dae Hyun mientras pasaban a una cafetería. No llevaba nada de dinero, pero podría usar algo para beber ahora mismo. Estaba sediento y hambriento como el infierno, también.

Jong Up tiró de la mano de Dae Hyun. —No, pero por lo general nos mete en problemas, sin embargo. Siempre tropiezas y sales disparado de las cosas, sin pensarlas en primer lugar, idiota.

Dae Hyun se detuvo y se dio la vuelta, ahuecando la cara de Jong Up mientras miraba a los increíbles ojos azules de su pareja. Dioses, amaba a este hombre. —¿Alguna vez he dejado que te pase algo, cariño?

—No —dijo Jong Up con una leve mueca—. Pero sabes tan bien como yo que Him Chan es nuestra pareja. No sé cómo sucedió, pero lo es. No deberíamos estar huyendo de él.

—Y no deberíamos estar en el reino de los demonios tampoco, Jong Up. Pero lo estamos. Hasta que no sepa por qué jodidos estamos acoplados a un demonio, no voy a correr ningún riesgo contigo.

Jong Up parecía como si quisiera discutir. Dae Hyun rezó para que el hombre no lo hiciera. Se sintió aliviado cuando Jong Up asintió. Por mucho que le gustara luchar ingeniosamente con Jong Up, este no era ni el momento ni el lugar. Tenían que mantenerse en movimiento.

—Después que averiguemos exactamente dónde estamos y quién es Him Chan.

—Ese es el espíritu —dijo Dae Hyun mientras le daba un beso rápido a Jong Up y luego comenzó a caminar de nuevo—. Me pregunto si podemos encontrar un mapa de esta zona. Para un reino de otro mundo, seguro que es grande. —Y espeluznante, pensó, pero no dijo esa parte en voz alta. No quería preocupar a Jong Up.

Dae Hyun acercó más a Jong Up cuando se dio cuenta de un hombre caminando en el lado opuesto de la calle, prestándoles un poco de demasiada atención. Phoenyx había dicho que los cambiaformas vivían aquí también. Así que su presencia no debería ser un gran problema. Pero el tipo seguía mirándoles cuando Dae Hyun se apresuraba con Jong Up.

—Alguien nos está mirando —susurró Jong Up.

—Ya le vi —Dae Hyun caminó rápidamente a la primera puerta que encontró, encontrándose con un jodido restaurante de lujo. Eso habría estado bien, pero para su estómago gruñendo. No llevando dinero, esto era sólo una forma efectiva para torturarlo. Los olores solamente llevaban a Dae Hyun a la locura. Su boca estaba babeando, y su estómago comenzó a exigir en voz alta alimentos.

—¿Puedo ayudarles, caballeros? —Un caballero de aspecto distinguido que era extremadamente alto y delgado preguntó tan pronto como entraron en el lugar. El hombre tenía el pelo marrón claro, corto en el cuello, los ojos oscuros y un rostro amable. Dae Hyun no confiaba en él—. Soy Kim Joon Kook, el propietario de este establecimiento.

La mano de Jong Up agarró la de Dae Hyun más fuerte, enviando una pequeña cantidad de dolor a través de sus dedos. —Estábamos de paso —dijo Jong Up rápidamente.

Dae Hyun sacudió su mano hasta que Jong Up relajó su agarre mortal. El hombre tenía un feroz y fuerte apretón. Dae Hyun temía que Jong Up fuera a romperse los dedos del miedo. — Estamos buscando a Chaniie. ¿Lo has visto?

—¿Chaniie? —Una mirada perpleja cruzó por la cara de Jong Kook, y luego una sonrisa inclinó las esquinas de sus labios—. ¿Te refieres a Him Chan?

—Sí, a él —dijo Dae Hyun—. Es nuestra pareja y no podemos encontrarlo.

—¿Lo es él ahora? —dijo el hombre con un acento curioso y un brillo interesado en sus ojos—. Vengan, tomen asiento. La cena va por la casa.

¡Condenadamente caliente! Dae Hyun no iba a rechazar al hombre. Él y Jong Up se morían de hambre. Llevó a su compañero hasta que se sentaron en un reservado del fondo. Dae Hyun no iba a quejarse de que los asientos estuvieran tan cerca de la cocina. Era una comida gratis después de todo. Tal vez debería lanzar el nombre de Him Chan por ahí un poco más. Puede que fueran capaces de permanecer en un hotel de lujo y comer como reyes.

Jong Up dio un resoplido poco digno cuando se deslizó en la cabina frente a Dae Hyun, dando uno de sus infames ceños fruncidos de desaprobación. —Oh, ahora quieres decir algo sobre que Him Chan sea nuestra pareja.

—Nunca he negado que lo fuera. Sólo que no puedo quedarme hasta que sepa más de él. Nunca he conocido a un demonio, y por lo que las casas de acogida nos han enseñado acerca del cielo y el infierno, los demonios son malos. ¿Te gustaría estar atrapado en la misma habitación que él si estuviera todo demoníaco sobre nuestros culos?

Jong Up parecía como si estuviera considerando las palabras de Dae Hyun y luego negó con la cabeza. —Supongo que no. Pero él dijo que esperáramos. Tenía que haber una razón para ello.

Dae Hyun alejó la preocupación de Jong Up. —Es el líder de algunos guerreros. ¿Por qué no iba a querer que socializáramos con la comunidad y dejar que todos sepan que es nuestra pareja?

Jong Up entrecerró sus bonitos ojos azules a Dae Hyun. —Sólo estás usando su nombre para obtener ganancias, Dae Hyun. Eso no es correcto.

—Nada monetario, Jong Up. Pero nos dieron de comer.

—¿No crees que es raro que alguien estuviera observándonos con interés y ahora estamos siendo tratados como la realeza? Piensa. Hay algo malo en todo esto.

Dae Hyun abrió la boca para protestar, pero la cerró cuando un camarero se acercó a su mesa con una botella de vino. —Esta ha sido enviada a su mesa —dijo el hombre mientras sacaba el corcho y servía dos vasos de vino espumoso rosado pálido. El olor era afrutado, haciéndosele la boca agua a Dae Hyun, pero cuando tomó un largo trago, un sabor amargo inundó su boca. Dae Hyun había pensado que sabría como olía. No era un conocedor de vinos, pero si olía afrutado, entonces debería haber sabido afrutado. Tenía perfecto sentido para él.

—Estaré con ustedes en breve para tomar sus pedidos.

Dae Hyun asintió. —Gracias. —Tomó otro sorbo de vino, esperando que la segunda vez haría que el vino supiera mejor. No lo hacía, pero estaba sintiendo los efectos casi inmediatamente. Quizás beber con el estómago vacío no fuera tan buena idea. El efecto aturdidor estaba golpeando con demasiada rapidez.

—¿Estás bien? —preguntó Jong Up. La voz sonaba hueca, como si Jong Up estuviera en el otro extremo de un largo túnel. Dae Hyun parpadeó un par de veces, dando a su compañero una ligera inclinación de cabeza.

—Estoy bien —preocuparse por su pareja era lo último que quería hacer. No estaba más que un poco achispado por el alcohol. Hacía siglos que Dae Hyun tenía algo de alcohol para beber. Ser ligero a la hora de beber no era algo de lo que le gustara hablar. Jodía su ego masculino.

Sólo había dado a Him Chan un mal rato acerca de la bebida porque Dae Hyun había estado nervioso. Dae Hyun admitiría para sí mismo que parecía una extraña mierda del culo cuando estaba nervioso. No sabía por qué, pero era una costumbre tan lejana en el tiempo como podía recordar. Una vez se había desnudado en el centro comercial cuando tenía siete años, a causa de que la gran multitud le había asustado.

Y esa fue la última vez que sus padres adoptivos le habían llevado al centro comercial.

No me hables de quisquillosos.

Dae Hyun miró hacia arriba para ver a otro camarero acercarse a su mesa. Le gustaba el servicio rápido, pero si iba a ser así durante toda la cena, iba a estar molesto.

—Yo soy Huh Gak, esta noche su camarero.

—¿Dónde está el otro chico? —preguntó Jong Up.

Huh Gak miró a Dae Hyun y a Jong Up. —Lo siento, pero esta es mi sección. No hay otro camarero.

Dae Hyun lanzó un grito cuando Jong Up se inclinó sobre la mesa y golpeó la copa de vino de la mano de Dae Hyun. El cristal golpeó la mesa, el vino rosado pálido derramándose por todo el mantel y por Dae Hyun.

—¿Por qué hidiste eso? —Dae Hyun parpadeó al ver dos Jong Ups y sentirse muy extraño. Había estado borracho antes, pero no había sentido nada igual. Dae Hyun estaba normalmente mareado cuando bebía. En este momento lo único que quería hacer era acostarse en alguna parte. Su cabeza palpitaba malamente, y tenía la boca tan seca que le parecía haber bebido arena en lugar de húmedo vino.

—Porque, cerebrito, Huh Gak dijo que él es nuestro camarero, pero ese otro hombre nos sirvió el vino.

—¿Otro hombre? —preguntó Huh Gak—. ¿Qué otro hombre?

—¡Exactamente! —dijo Jong Up cuando su voz comenzó a subir—. Sabía que no deberíamos haber dejado el ático. Te lo juro, Dae Hyun, uno de estos días voy a aprender a no seguirte detrás tan condenadamente a ciegas. Una vez más estamos en problemas porque no pensaste, idiota.

—¿Pasa algo malo? —preguntó Huh Gak cuando ladeó la cabeza y vio cómo Dae Hyun se balanceaba ligeramente en su cabina. No se sentía tan caliente.

—Necesitamos a Him Chan —dijo Jong Up frenéticamente mientras empujaba desde su cabina y se deslizó junto a Dae Hyun, ahuecando la cara—. Aguanta, cariño. Yo me ocuparé de ti.

—Todo el mundo sabe que todo lo que tienes que hacer es llamar a uno de los nombres de los demonios y guerreros y…

—¡Him Chan! —Jong Up gritó con voz llena de desesperación cuando los ojos de Dae Hyun comenzaron a rodar. Dae Hyun se desmayó, casi cayendo sobre Jong Up. Tal vez deberían haberse quedado en casa de Him Chan.

 

¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! Jong Up siempre terminaba en situaciones difíciles como esta cuando escuchaba a Dae Hyun. Iba a aprender uno de estos días a no escuchar al idiota. Por supuesto, amaba a Dae Hyun con todos los huesos de su cuerpo, pero quería estrangular a su compañero más de lo que quería abrazarlo la mayoría de los días.

Dae Hyun siempre parecía tener un don para meterse en problemas, y sabía exactamente cómo arrastrar a Jong Up en el viaje. La mayoría de los problemas de su pareja eran evitables, si Dae Hyun dejara de ser tan condenadamente terco y testarudo.

Ahora mírales. Jong Up no tenía la menor idea de qué hacer. —¿Y ahora qué? — preguntó a Huh Gak.

Huh Gak se encogió de hombros. —Him Chan debería estar aquí ahora.

Esto no era bueno. Un pensamiento se le ocurrió, y Jong Up fue con él. —¡Phoenyx!

—Si Him Chan no podía ayudarlos, entonces el hombre encargado de velar por ellos seguramente lo haría. Jong Up pestañeó cuando Phoenyx comenzó a caminar hacia la mesa desde un rincón oscuro, pareciendo tan malditamente loco que a Jong Up le sorprendió que el hombre no estuviera respirando fuego por sus fosas nasales.

—¿Estás tratando de conseguir que me limpien la cabeza? —Phoenyx gritó—. Si Him Chan hubiera vuelto y se hubiera encontrado con los dos fuera, mi cara hubiera terminado en un cartón de leche.

—Algo va mal con Dae Hyun —Jong Up explicó rápidamente, esperando que el problema en cuestión distrajera al demonio de gritar más. Jong Up odiaba que le gritaran. Sólo Dae Hyun podía conducirle a gritar como un idiota, y su compañero estaba actualmente lamiendo el lado de la cara de Jong Up.

—Mierda —dijo Phoenyx mientras agarraba a Dae Hyun desde la cabina—. ¡Ven aquí!—Ladró la orden a Jong Up. No se lo tuvo que decir dos veces. Diablos, Jong Up no había querido marcharse en primer lugar.

Justo cuando Phoenyx extendió la mano para agarrarlo, dos hombres muy grandes vinieron disparados de la cocina, dirigiéndose directamente hacia ellos. Jong Up prácticamente saltó sobre Phoenyx mientras retrocedían. ¿A qué estaban esperando? ¿Por qué Phoenyx no lanzaba uno de esos remolinos con agujero o desaparecía como Him Chan lo había hecho en el apartamento? Los dos hombres no parecía que quisieran discutir sobre el clima. Más como eliminar la cabeza de sus hombros.

—Ahora sería un buen momento para sacarnos de aquí —dijo Jong Up mientras agarraba el brazo de Phoenyx.

—Necesito una sombra —dijo Phoenyx—. Yo no soy el líder. No puedo crear portales o simplemente salir, y la sombra que solía llegar hasta aquí está ahora iluminada con una luz encima.

Este era un infierno de momento para descubrir que esos atractivos pequeños trucos pertenecían exclusivamente a su pareja. Jong Up estaba preocupado. Estaba más que preocupado. Pero necesitaba mantener la cabeza despejada. Dae Hyun estaba actualmente desmayado y babeando sobre el brazo de Phoenyx. No era de ninguna utilidad en estos momentos. Jong Up necesitaba mantener a Dae Hyun a salvo de los hombres que venían hacia ellos.

—Entonces, encuentra una —dijo Jong Up mientras seguía retrocediendo con Phoenyx—, porque no creo que estos hombres se sienten cruzados de brazos mientras nosotros cortésmente nos alejamos.

—No, no lo harán —Phoenyx sólo tuvo que estar de acuerdo. ¿Por qué no podría el hombre mentirle y decirle a Jong Up que eran un par de amigos? Se pararía el corazón de Jong Up por alojarse en su garganta.

—Salgan por el frente —gritó Jong Gook—. Mis camareros y yo los mantendremos a raya.

Jong Up estaba girando sobre sus talones y dirigiéndose a la puerta antes de que el dueño del restaurante pudiera terminar lo que estaba diciendo. Phoenyx llevaba el cuerpo de Dae Hyun en sus brazos, corriendo detrás de Jong Up mientras volaba hacia la puerta.

—Por este camino —dijo Phoenyx mientras corrían por el lado de restaurant a un callejón. Jong Up odiaba el hecho de que esta ciudad fuera tan condenadamente oscura. Sólo sacaba sus miedos—. Agarra mi brazo.

Jong Up se agarró al bien definido brazo de Phoenyx y antes de que pudiera parpadear, estaban de regreso al apartamento de Him Chan. Habría dejado escapar un suspiro de alivio, pero necesitaba asegurarse que Dae Hyun estuviera bien.

—¿Cómo está? —preguntó Jong Up.

—Yo diría que borracho, pero hay un olor amargo que viene de su boca. He olido esto antes. Ha sido drogado —Phoenyx tumbó a Dae Hyun en el sofá—. ¿En qué diablos estaban pensando los dos? No estoy seguro de por qué Him Chan me tiene vigilando, pero si actuán así otra vez, los mataré yo mismo.

—Somos parejas de Him Chan —contestó Jong Up en un susurro, sus ojos fijos en Dae Hyun—. ¿Puedes arreglarle?

Phoenyx inclinó la cabeza hacia un lado, con la mandíbula colgando ligeramente abierta mientras sus ojos se abrieron más redondos por segunda vez. —¿Acabas de decir que son parejas de Him Chan?

Jong Up asintió.

—Joder —Phoenyx cayó hasta las rodillas junto al sofá, pasando una mano sobre su boca—. Me va a matar. Eso es todo lo que hay. Dejo que sus parejas se vayan, sean drogados, y perseguidos por sus enemigos. Si tengo suerte, sólo me meterá en una celda en el inframundo.

Jong Up miró la tez de Phoenyx volverse más pálida por un segundo. No estaba seguro de si debía acariciar al hombre en la espalda o darle un vaso de agua. Qué hacía una persona para alguien que estaba... ¿qué? ¿Tenía Phoenyx una crísis nerviosa? Jong Up no estaba seguro.

—¿Puedes poner bien a Dae Hyun? —preguntó una vez más, recordando al demonio que tenían un problema mayor al que hacer frente que la ira de Him Chan.

Phoenyx parpadeó ante Jong Up y luego miró a Dae Hyun. Parecía salir de la especie de estupor en el que estaba mientras asentía. —Puedo.

—Entonces, por favor.

Phoenyx se puso de rodillas y se inclinó hacia Dae Hyun. Abrió la boca de Dae Hyun, y Jong Up vio cómo una lágrima solitaria se deslizó de los ojos del hombre, colgada en la barbilla, y luego la dejó caer en la boca abierta de Dae Hyun.

Al principio nada pasó. Jong Up se asustó porque Phoenyx no tuviera ni idea de qué diablos estaba haciendo. No estaba seguro de cómo una maldita lágrima podría ayudar a Dae Hyun. Pero entonces Dae Hyun rodó a su lado y vomitó violentamente por todo el sofá y el suelo.

Asqueroso.

—¿Está arreglado? —Jong Up preguntó mientras se apresuraba hacia su pareja, haciendo todo lo posible para contener la respiración ante el fétido olor que ahora permanecía en la sala de estar.

—Va a necesitar un descanso, pero la droga que ingirió está ahora por todo el sofá y el suelo, no en su sistema.

—¿Podemos moverle? —Jong Up preguntó mientras se pellizcaba la nariz y se cubría la boca. Si no se alejaba de ese olor, y rápidamente, iba a estar vomitando también. No había nada peor que el olor del contenido del estómago de una persona. Amaba entrañablemente a Dae Hyun, pero no iba a ninguna parte cerca de ese desastre.

—Lo voy a llevar a la habitación de invitados y puedes limpiarle desde allí.

Jong Up miró cuando Phoenyx levantó a Dae Hyun del sofá y le llevó por el pasillo largo y oscuro. El demonio se detuvo en una puerta a la derecha antes de la de Him Chan y la abrió, metiendo a Dae Hyun dentro y tumbándole en la cama. —Voy a limpiar el desorden en la sala de estar.

Jong Up asintió mientras corría al baño por un paño húmedo, llevándolo de nuevo a la habitación. Limpió a Dae Hyun hasta abajo, quitando la camisa y limpiando el estropicio alrededor de su cara. Una vez que aclaró el paño, Jong Up regresó a la habitación, se subió a la cama y se acurrucó en los brazos de Dae Hyun.

—¿Qué pasó? —Dae Hyun graznó la pregunta cuando sus brazos se envolvieron alrededor de su estómago, su rostro contraído por el dolor.

—Te drogaron. ¿Cómo te sientes?

—Como si estuviera drogado.

—Listillo —dijo Jong Up suavemente mientras cepillaba el pelo de Dae Hyun desde sus ojos. Sabía que Dae Hyun no sabía cómo era sentirse drogado, pero el hombre estaba siendo el mismo habitual sarcástico—. Por suerte Phoenyx sacó la droga de ti —Jong Up podía sentir la ira aumentando sobre él. Él y Dae Hyun no habían hecho daño a nadie, pero ya alguien se había pulido inmediatamente en ellos como presa débil. Si alguna vez se enteraba de quién envió la botella de vino a la mesa, Jong Up tomaría la botella y la lanzaría profundamente en el culo de esa persona.

Dae Hyun era espinoso en el mejor de los casos, sarcástico como el infierno en el peor, pero no tenía intenciones de hacer ningún daño. Lo único que Dae Hyun alguna vez trató de hacer, era proteger a Jong Up. No debería tener que pagar un precio por ello. Ya tuvieron una crianza áspera, luchando contra los acosadores y haciendo todo lo posible para proteger las pocas pertenencias que habían poseído antes de que se las robaran. ¿Por qué no podía todo el mundo sólo dejarles jodidamente en paz?

Puede que no fuera tan espinoso como Dae Hyun, pero eso no significaba que Jong Up fuera una presa fácil. La mayoría asumían que era por su actitud tranquila y su apariencia como de duende. Era pequeño y delgado, y enjuto, pero Jong Up les hacía darse cuenta de su error rápidamente. El ser un cambiaformas creciendo en un mundo humano había ayudado. Él y Dae Hyun eran más fuertes que los humanos, pero hacían todo lo posible para no herir a nadie, ni siquiera cuando alguien estaba tratando de hacerles daño.

Lástima que los demás no extendieran esa cortesía.

—Sí —dijo Dae Hyun mientras envolvía un brazo alrededor de la cintura de Jong Up—. Recuérdame dar las gracias al pelirrojo más tarde.

—Me has asustado, Dae Hyun.

Dae Hyun se acercó y pasó los nudillos por el lado de la cara de Jong Up, un acto que Dae Hyun sabía que a Jong Up le encantaba. —Lo siento, cariño.

—Pensé que te iba a perder. Estabas tan pálido, tan fuera de todo. Yo no sabía lo que había en ese vino, y estos hombres vinieron detrás de nosotros.

—Shhh —dijo Dae Hyun mientras acercaba más a Jong Up. Metió su cara en el hueco del cuello de Dae Hyun, inhalando su aroma y agradeciendo a quien quiera que lo estuviera escuchando que su compañero estaba bien—. Estoy aquí.

Toda la vida de Jong Up, Dae Hyun siempre había estado ahí para él. El hombre estaba tan arraigado en el alma de Jong Up que no estaba seguro de qué haría si alguna vez perdía a Dae Hyun. Peleaban como locos, hacían el amor con cálida pasión y se conocían entre sí tan íntimamente que podrían pasar por pulmón derecho e izquierdo el uno del otro. Moriría si algo le pasara a Dae Hyun.

—Deja de temblar, cariño.

Jong Up se acurrucó más profundamente en los brazos de Dae Hyun, agradecido por el hombre que sostenía su misma alma y preguntándose dónde diablos estaba el culo de Him Chan.

 

 

continuara...


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