-¿Cómo harás para subsistir con un sólo tobillo? -preguntó Daniel una vez que lo llevó casi cargando y lo depositó en la cama.
-No sé!
-Estaba bromeando, pendejo, pero parece que es en serio. ¿Quieres que baje trayéndote comida?
Los dos vivían en un edificio de departamentos, Tadeo en el segundo piso y Daniel en el tercero.
-Iba a pedir que te quedes conmigo durante estas semanas, hasta que pueda caminar bien, pero si solo te postulas para traerme comida, acepto, mejor eso que nada.
-Tadeo Farjat, no seré tu esclavo solo porque no puedas apoyar un pie. Me voy, ha sido un día largo y necesito descansar.
-No me prepararás una chocolatada? necesito tomar los medicamentos!!!!!
Daniel lo miró y Tadeo dibujó una sonrisa rectangular mostrando todos los dientes. El pendejo era hijo único, igual que él, tres años menor y se habían criado prácticamente como hermanos.
Solía tener cierta tendencia poco sana a sobreprotegerlo, pero era imposible no hacerlo cuando uno tenía al lado a un crío irresponsable, mimado y aniñado que iba por la vida repartiendo golpes y recibiéndolos a diestra y siniestra.
-No puedes tomar chocolatada con los medicamentos, te hará mal al estómago, puedo prepararte un té.
-Uacatelas, no, deja. Ya tomaré mis pastillas con agua.
-Te la alcanzo? o será mucho esfuerzo para tu humanidad arrastrarte hasta la cocina por un vaso de agua?
-Creo que sobreviviré.
-Las muletas están al borde de tu cama, maricón de mierda.
-No me gustan.
-Me importa un choto, no andes saltando en una pata, te puedes lastimar.
-Con esas muletas parezco inválido. Y no encajan con mi onda varonil.
Daniel lo miró con el ceño fruncido y Tadeo arrugó la nariz e hizo un puchero.
-Te traeré agua.
-No! prefiero que me alcances mi celular!
Daniel se fue hasta el perchero y buscó en los bolsillos del abrigo. Había dos celulares, pero ya sabía cual pedía Tadeo. Vibró cuando lo tuvo en las manos y se activó la pantalla.
"Bad guy: Cómo te fue en tu examen?"
-Todavía chateas con ese tipo? -preguntó tirándole el aparato y Tadeo lo agarró en el aire.
-Sip!
-Te puedes meter en líos.
-Naaaaa. Al tipo ni lo conozco. Nadie se enterará de esto, a menos que tu salgas a contar a los cuatro vientos que me van las pijas.
-Tu contrato...
-YA SÉ!
Se miraron. El contrato vencía en un mes y debería firmar otro.
En el mundo del fútbol no había cabida para homosexuales, estaba escrito en la cláusula 14: "Se prohíben las relaciones interpersonales con personas del mismo género, dentro o fuera de la cancha y que puedan dañar la imagen del club."
Daniel puso las manos en las caderas cuando Tadeo le gritó y Tadeo se hizo un poco más chiquito dentro de su cama.
-Ni siquiera lo conozco, Daniel, estoy conversando. No sabe cómo me llamo, todo es muy anónimo.
-Eres un irresponsable Tadeo, si se descubre tu nombre saldrá en los periódicos y serás la comidilla de los chismosos.
-No soy irresponsable. Me estoy cuidando. Lo juro -y besó el dedo índice haciendo una cruz.
Daniel suspiró y se fue, sabía que no habría manera de convencerlo de otra cosa, cuando Tadeo quería algo, lo hacía y le importaba una mierda si luego el mundo ardía.
El rubio se levantó en una pata haciendo a un lado las muletas y se fue saltando hasta la cocina, sacó las pastillas que le había recetado el médico, se las puso en la boca, fue al refrigerador, sacó una caja de leche chocolatada y se las tomó con la bebida.
Se sentó sobre el mesón y escribió.
Good boy: "Tuve problemas en el examen. Me preguntaron cosas que no había estudiado. Fue un mal día, cuando salía resbalé con el piso mojado y me caí."
Bad guy: "Te lastimaste?"
Good boy: "me doblé el tobillo, lo tengo hinchado. A ti como te fue con esa visita a tus padres? Te encontraste con tu hermano?"
Bad guy: "Me fue mal, no encontré a mis padres, habían viajado. Debí decirles que iría a verlos así me evitaba encontrarme con mi hermano mayor... terminé peleando con él."
Good boy: "peleando??? por qué pelean si son hermanos?"
Bad guy: "eres hijo único, good boy, no lo entenderías. La cuestión es que casi me parte la nariz, la inflamación me llegó hasta los ojos"
Good boy: "pobre bb. Me gustaría estar ahí para consolarte."
Bad guy sonrió mientras se sostenía una almohadilla con gel desinflamante sobre la nariz.
Bad guy: "pues no me ofendería si me mandas alguna imagen para que me olvide del dolor"
Tadeo sonrió mientras se masajeaba el pie y evitaba tocar la zona del tobillo inflamada.
Se bajó el pantalón deportivo y envió una fotografía de su mano sobre su pija semidormida debajo del boxer. Luego otra con la mano metida dentro de la ropa interior, agarrándose la polla.
Bad guy tragó saliva mientras se tocaba su propia pija.
La tercera fotografía demoró un poco más, era una imagen de su pie casi hinchado. Una venda gruesa de color naranja protegía el tobillo y sobre la venda, escrita con fibrón: "good boy te necesita"
Bad guy sonrió.
Tadeo se arrepintió de enviar esa fotografía, pero... ¿cómo podía un muchacho que se dedicaba al arte y que odiaba los deportes, relacionarlo con el futbolista herido? Ya estaba en todos los diarios on line la pelea que había tenido con el imbécil engreído de Joel Andrada.
No! No había manera de que lo relacionase, bad guy le había contado en cierta ocasión que no sabía de fútbol. Llevaba hablando con él 4 meses y sentía que lo conocía mejor que a cualquier otra persona. Creer que bad guy lo relacionaría con el futbolista era de paranoico. Salió del mesón y se fue saltando en un pie hasta su habitación, le habría gustado pedirle una foto de su herida, pero la de bad guy era en el rostro y al principio, cuando comenzaron a chatear (primero en una sala de chat gay y luego a sus celulares) habían quedado de acuerdo que no tenían intenciones de mostrar los rostros... pero con cada día que pasaba se sentía más cercano a él.
Bad guy inconscientemente acarició la foto del pie herido, le habría gustado estar ahí para darle un masaje en esos dedos largos.
Se tocó el rostro inflamado, él no podía enviarle una foto de su golpe porque involucraba el rostro.
Suspiró.
***
Bad guy no era quien decía ser (como todos, mentía en la sala de chat) tenía 19 años, estaba creciendo con paso seguro en el mundo del fútbol. Las carreras de los futbolistas eran relativamente cortas. Debía aprovechar ese momento para crecer y convertirse en un deportista estrella, terminaría la universidad y con lo ganado en el fútbol se aseguraría un futuro económicamente promisorio. Lo tenía todo planeado, a los 34 abandonaría el fútbol y podría mandar a la mierda toda la careteada que había en ese mundillo pajero. Se llevó el celular al pecho, ese aparato lo había comprado para chatear solo con good boy.
Good boy le contó casi toda su historia: era un muchacho de su edad, hijo único, vivía con su primo que tenía problemas mentales (pobre! ni siquiera se animó a preguntar que clase de problema psiquiátrico tenía). Trabajaba en una panadería en el turno nocturno amasando el pan y durante las mañanas estudiaba en la universidad. Conversando con él se sentía seguro. Good boy no pertenecía a ese mundo de mierda en el que estaba metido. Good boy no lo juzgaría nunca. En cierta ocasión hablaron de deportes y el chico le había contado que los odiaba.
Tocaron el timbre de su casa y supo que su hermano había visto la pelea por internet y venía a cuidarlo.
Bad guy: "me tengo que ir, cuida ese pie y estudia para el próximo examen"
Good boy: "tu también cuida tu nariz. Este viernes no podré chatear!"
Bad guy: "Por?"
Tadeo respiró agitado. No debería, no debería, no debería... pero necesitaba tanto tocar a ese hombre del que se estaba enamorando y al que conocía como si fuese su alma gemela!
Good boy: "En el rapsodia hay fiesta de disfraces. Mi primo quiere ir y lo llevaré un rato."
Bad guy se dirigía hacia la puerta cuando leyó el mensaje y quedó estático. "Fiesta de disfraces". Esa tal vez podía ser la manera de tocar a su good boy.
No contestó. Guardó el celular que solo él sabía que existía, en el bolsillo de su pantalón y fue a atender la puerta, su hermano ahora tocaba el timbre con ridícula insistencia y le estaba escribiendo al otro aparato que tenía para comunicarse con el resto del mundo.
***
Tadeo suspiró. En una de esas Bad guy entendía la indirecta. Guardó el celular que tenía para hablar solo con él debajo de su almohada y se durmió.
***
Joel Andrada abrió la puerta.
-Hola Fran!
-Wooowww parece que pega fuerte el jugador de los Negros, quien fue? Llegué a leer el titular y vine a verte.
-Fue el imbécil de Tadeo Farjat. -contestó Joel alias bad guy.