Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

57.Besando a Sung Kyu (03) por dayanstyle

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sung Kyu bajó la velocidad al entrar en la Villa Kim en su motocicleta. Había pasado casi una hora montando la motocicleta por los caminos, haciendo todo lo posible para limpiar su mente de imágenes que lo abrumaban, casi haciéndole ir a la panadería y tomar a su pareja allí, delante de todos.

Parecía que durante el tiempo que continuara la danza, más difícil sería mantenerse alejado de Woo Hyun y de esos dulces labios besables que poseía. No sólo era el coyote regocijándose con la persecución, sino que Sung Kyu estaba tratando de darle tiempo al hombre para acostumbrarse a él, a su presencia, y a las exigencias de ser su pareja.

No eran malas demandas. Eran principalmente sexuales.

Su pene pulsó cuando esos pensamientos entraron en su mente. Maldición. Tenía que conseguir un apretón. Llevando su motocicleta frente a Dulce Deleite, apagó el motor y se bajó. Sung Kyu colocó el casco bajo el brazo, y se dirigió a la panadería viendo al policía que lo había acosado ayer.

Él estaba junto a su carro patrulla mientras le daba a Sung Kyu una sonrisa y un guiño. No estaba seguro de qué se trataba. Woo Hyun habría llamado a la policía sobre él ¿de nuevo? Solo había una forma de averiguarlo. El pensamiento disparó su ira mientras entraba, el aroma del pan una vez más lo rodeó.

—Acósalo cuando salga del trabajo a las cinco —dijo Cory detrás del mostrador, con los ojos azules fijos en Sung Kyu—. Nosotros tenemos mucho trabajo aquí.

Ese no era problema de Sung Kyu. —Él toma un descanso para almorzar, ¿verdad?

Cory dio un profundo suspiro mientras asentía. — Tiene cuarenta y cinco minutos. Pero realmente necesito que regrese aquí.

Sung Kyu podía escuchar la sinceridad en el tono del búfalo. —Lo traeré de regreso.

—Woo Hyun —Cory gritó.

 

Sung Kyu vio a su compañero salir de la trastienda, el delantal y la cara llena de lo que parecía ser harina. Sofocó una sonrisa por el estado de su pareja. El hombre era adorable.

—Sung Kyu está aquí para llevarte a almorzar. Regresa. Woo Hyun se veía inseguro en el momento en el que miró a Sung Kyu. Era casi como si el hombre no le hubiera creído a Sung Kyu esta mañana cuando dijo que estaría aquí para el almuerzo. Rápidamente empujó la imagen de la preocupación de su pareja fuera de su mente. No le importaba si estaba allí con una erección. Infiernos, no le importaría si estuviera desnudo.

Pero estaba muy, muy seguro de que Woo Hyun huiría si veía una erección en sus pantalones. Si Woo Hyun fuera un coyote, una erección no sólo era aceptada, sino esperada. Pero su pareja era humano. A Sung Kyu no le importaba de qué especie fuera el hombre. Una pareja sólo llegaba una vez en la vida, y Sung Kyu no iba a darle la espalda porque Woo Hyun no era de su especie.

 

—Dame un minuto —dijo Woo Hyun, aún con asombro en sus oscuros ojos azules mientras se dirigía a la cocina. Sung Kyu cambió su peso a su otro pie, esperando que Woo Hyun regresara. Una cosa que Sung Kyu observó mientras estaba allí era el hecho de que la gran luz del sol del mediodía no le hacía sudar mientras permanecía de pie bajo sus rayos. El brillo lo cubrió donde estaba, pero era como si los rayos ultRavioleta no pudieran penetrar el vidrio.

Antes de que pudiera analizar más el vidrio, Woo Hyun salió de la cocina. El delantal se había ido y ya no había harina en ninguna parte de su rostro. Se había lavado la cara. Ese pequeño acto satisfizo a Sung Kyu. —¿Preparado?

Woo Hyun miró a Cory, y sólo eso lo irritó. Su pareja no necesitaba permiso de nadie para estar con él. Quería golpear al búfalo en su rostro.

—¿A dónde vamos? —preguntó Woo Hyun.

 

Sung Kyu apretó los dientes y dijo: —El Pit, ¿por qué?

 

Una chispa de obstinación entró en los ojos de Woo Hyun. — Sólo quería avisarle a mi jefe a dónde me llevaría mi acosador. De esta manera, si desaparezco, la policía sabe dónde buscar.

Por mucho que le enfureció que su pareja pudiera pensar que él era un monstruo, una sonrisa asomó a sus labios ante la fingida resignación de su pareja de que iba a salir y nunca regresar. Su pareja estaba jugando con él.

Su coyote sonrió.

 

Sung Kyu miró a Cory, y vio al hombre sonreír.

 

—Voy a traerlo de regreso, casi-sin ser molestado —dijo al búfalo, jugando con Woo Hyun.

 

Los ojos de su pareja se abrieron, pero salieron de la tienda. Al detenerse en su motocicleta, Sung Kyu sacó el casco extra que había guardado allí antes. No estaba seguro de que Woo Hyun aceptara salir a almorzar, pero esperaba que el chico no protestara, así que guardó el pequeño casco.

Ahora se lo daba a su pareja.

 

—¿Por qué, no podemos caminar? —Woo Hyun preguntó mientras observaba el casco que Sung Kyu sostenía para él—. No es tan lejos.

—Porque me siento con ganas de montar. —Y quería sentir a su pareja presionando su espalda. Mantuvo ese deseo para sí mismo. Sung Kyu trató de parecer tan inocente como pudo, pero sabía que no funcionó cuando vio que Woo Hyun frunció el ceño. El hombre era demasiado malditamente perceptivo. Esa era una buena cualidad que tenía, pero no cuando Sung Kyu estaba tratando de jugar al inocente.

—Estás tratando de que suba a tu motocicleta así puedes llevarme a algún lugar desconocido. —Sung Kyu hubiera pensado que el hombre bromeaba si no fuera por el profundo surco de sus cejas color marrón oscuro.

—¿Y si lo hiciera? —preguntó Sung Kyu, cansado de las sospechas de su pareja. Sabía que era un desconocido para Woo Hyun y, bajo cualquier otra circunstancia, su cautela sería digna de elogio. Pero Sung Kyu odiaba la inseguridad que le dirigía. Está bien, lo estaba acosando. Quizás debería darle a Woo Hyun un descanso, pero maldición ¡eran pareja!

Sung Kyu tuvo que recordarse a sí mismo que Woo Hyun era humano. A pesar de que estaba bastante seguro de que el  hombre sentía el jalón de la atracción, al no ser un shifter no entendía la sensación en su estómago para estar con Sung Kyu.

—Estaré enojado si vas a cualquier otro lugar que no sea el Pit. —Woo Hyun tomó el casco y se lo colocó. Le quedaba perfecto. Sung Kyu se ató el suyo y luego subió a su motocicleta, enderezándola para que Woo Hyun pudiera subir.

Cuando las manos del humano tocaron sus hombros, Sung Kyu se estremeció de placer. Quería que esas manos lo tocaran en la parte baja, en lugares más íntimos. Y también quería que esos hermosos labios lo chuparan, tenía que dejar de pensar así o no llegarían al Pit. No sólo era duro mantener las manos en sí mismo, estaba cada vez más duro, y punto. Este iba a ser un atormentado viaje para él.

Woo Hyun le palmeó el hombro. —¿Eres un experto conductor o debería estar diciendo una oración?

—Engreído —Sung Kyu gruñó encendiendo la motocicleta y salió del estacionamiento—. Sabrás la respuesta si tu cerebro está por todo el suelo.

—Que gráfico —dijo Woo Hyun con un fingido estremecimiento—. Estás bromeando, ¿verdad?

Sung Kyu sonrió interiormente mientras se alejaba. Las manos de Woo Hyun iban desde los hombros hasta la cintura, abrazándolo con fuerza mientras conducía por la calle principal. Podía sentir el calor de Woo Hyun empapar su espalda y era una sensación que aunque bienvenida, no estaba ayudando a su erección en absoluto.

Sung Kyu generalmente era un solitario, alguien que se complacía con su soledad. Pero eso era algo del pasado, desde que encontró a Woo Hyun. Pensó que iba a resistirse a la idea de renunciar a su vida privada, pero en cambio, no le molesta en absoluto. Sung Kyu estaba disfrutando con tener a Woo Hyun en la parte posterior de su moto.

También estaba disfrutando de los brazos envueltos alrededor de él en una tan ajustada forma. Esta era la primera vez que había montado en la motocicleta con él. Girando en la esquina, Sung Kyu aceleró un poco. Podía sentir los brazos de Woo Hyun apretarse más fuerte a su alrededor, y sus rodillas también se apretaron.

—No te atrevas a tratar de lucirte —advirtió Woo Hyun a través del Bluetooth integrado en los cascos. Sung Kyu podía oír la tensión en la voz del hombre.

—No sueñes con ello. —Sí que lo haría, pero Sung Kyu no estaba seguro de que si lo hiciera, su pareja no saltara. Era bueno, pero tratar de conducir una moto y al mismo tiempo evitar que el humano saltara era demasiado incluso para él.

Llegaron al lugar de la barbacoa en una sola pieza, tal como Sung Kyu había esperado. Cuando se detuvo, Woo Hyun desmontó. Era como si el chico no pudiera alejarse de él lo suficientemente rápido. El calor al instante dejó su espalda cuando Woo Hyun tuvo los pies sobre suelo firme. Quitándose el casco, Woo Hyun se lo entregó.

Sung Kyu aceptó y guardó el casco junto con él suyo en las cajas laterales. Sintió la tentación de colocar un brazo sobre el hombro de Woo Hyun para que todos supieran que el humano era suyo. Con largos pasos su pareja dejó muy claro que no quería que lo tocaran.

Esto iba a ser más difícil de lo que había previsto. Sung Kyu nunca había tenido a alguien que casi corriera para alejarse de él. Era desconcertante. Estaba casi ofendido.

Entrando en el restaurante, Sung Kyu miró alrededor del cuarto y encontró a su pareja sentado ante una mesa del fondo. Sin dudarlo, Sung Kyu se unió a él.

—¿Eres un pequeño conejo asustado?

 

Él sabía que la pregunta tomó a su pareja con la guardia baja por el descenso de las cejas marrón oscuro. —

No —respondió lentamente—. Ni siquiera estoy seguro de lo que eso significa.

—Entonces, deja de huir de mí. —Sung Kyu se deslizó en la banca.

Woo Hyun le dio una juguetona mirada. —¿No eras tú el que dijo que se trataba del juego del gato y el ratón?

—Cuando te estoy cazando. En este momento estamos pasando tiempo juntos. No tienes que dejar que el viento pase detrás de ti mientras te das prisa para alejarte de mí.

—Eres un hombre realmente confuso. La próxima vez dame un manual.

Sung Kyu sonrió. Le gustaba el ingenio de su pareja. Sin embargo, estaba muerto de miedo, se negaba a que Sung Kyu lo mirara. Admiraba eso. Infiernos, lo encendía. Pero no iba a suceder una próxima vez. La danza de apareamiento sólo ocurría una vez. Deslizando el pie hacia adelante, Sung Kyu golpeó suavemente la rodilla de Woo Hyun debajo de la mesa. — Relájate, amargado.

—Realmente estás loco, mi amigo. —Woo Hyun se paró y tomó el menú que estaba en el extremo de la mesa junto a la pared.

—¿Cómo es eso?

 

Woo Hyun extendió el menú. —Entras en la panadería, por donas y luego llamas al trabajo para decirle a mi jefe que la caza ha comenzado. Mi tonto culo cae con eso. Y termino sentado en una cafetería durante una hora. Voy a casa, miro por la ventana cada cinco segundos para encontrarte sentado en los escalones de la entrada. A veces apareces de la nada, me besas como si fuera el aire que respiras en el vestíbulo del edificio de mi apartamento, y luego apareces para invitarme a almorzar. La lista puede estar fuera de orden,   pero  esta  es  realmente   una  forma retorcida  de conocer a un hombre.

—No te olvides al policía.

 

Woo Hyun tuvo la decencia de sonrojarse cuando desvió la mirada y una sonrisa tensa se formó en sus labios. —Tenía que venir.

Sung Kyu no estaba seguro de por qué estaba tan fascinado con la boca de su pareja. Recordó el beso que había. Se suponía que era una herramienta para atraer a su pareja. No se suponía que debía volverse contra él.

Pero lo hacía.

 

Su mirada se deslizó de nuevo hacia esos labios carnosos y deliciosos de su pareja mientras Woo Hyun hablaba, un ardor en su ingle envió fuego por sus venas al pensar en el beso de nuevo. Nunca antes un beso había estado en su cabeza tan fuertemente.

—Hablando de eso —Woo Hyun continuó mientras que Sung Kyu prácticamente se obligó a separar los ojos de la boca del hombre—, me di cuenta de que el policía estaba en la panadería esta mañana. ¿Le dijiste quién había hecho la llamada?

Sung Kyu rápidamente levantó la mirada. —No. —Había visto al policía afuera de la panadería cuando fue a recoger a Woo Hyun para el almuerzo. ¿Qué infiernos estaba pasando? Algo hormigueaba en la parte posterior de su cabeza, advirtiéndole que mantuviera un ojo en el oficial Johnson.

Recargándose en su asiento, Sung Kyu negó con la cabeza. —Sólo les dije que había tomado asiento para descansar. No les dije una palabra acerca de ti.

 

Woo Hyun se mordió el labio inferior y Sung Kyu deseó que el hombre estuviera jugando con otra cosa, como su pene. Sung Kyu no podía resistir más.

Había sido muy paciente y ahora quería su recompensa. Con un movimiento pausado, se deslizó al lado de Woo Hyun.

—¿Qué estas…? —Sung Kyu inclinó la cabeza hacia abajo, cubriendo los labios de Woo Hyun con los suyos. Se dio cuenta de que había tomado por sorpresa a su pareja porque su beso fue nada más que una suave presión, tan ligera que se sentía como una pluma bailando en sus labios, enviando un escalofrío por su columna.

La necesidad de tomar a su pareja, reclamarlo, una vez más estaba en la superficie y Sung Kyu tuvo que luchar con uñas y dientes para no levantar a Woo Hyun y colocarlo sobre la mesa para hacer precisamente eso. Los labios suaves y tiernos de Woo Hyun se abrieron para Sung Kyu y se empujó hacia adelante, con su lengua y su cuerpo, atrapando a su pareja contra la pared mientras cerraba los ojos y tomaba el cálido y viril aroma de su pareja, su lengua recorriendo suavemente la boca de Woo Hyun.

Su lengua bailaba con la de Woo Hyun antes de que sus dientes mordieran tiernamente el labio inferior de su pareja. Estaba saboreando el suculento terciopelo de su boca e inhalando el aroma más puro de su pareja. Nunca en su vida había probado algo tan maRavilloso, tan adictivo.

Su pareja era cálido y acogedor. Sung Kyu dejó los labios de Woo Hyun y recorrió su camino con su boca por el cuello de su pareja. Acarició a Woo Hyun, sabiendo que sus bigotes rasparían la sensible piel, añadiendo más placer a lo que ya estaba dándole al hombre.

 

Lo que no daría por apartar la mesa y dejar que Woo Hyun se montara a horcajadas en su regazo. Sung Kyu quería enterrar su pene profundamente dentro del cuerpo de su pareja mientras Woo Hyun montaba el eje de Sung Kyu hasta el final.

Estaba duro y necesitado y su pene dolía jodidamente tanto que, por primera vez desde que salió de la adolescencia, pensó que iba a estallar en sus pantalones. Sung Kyu dejó caer la mano al regazo de Woo Hyun y sintió que su pareja estaba tan duro como él.

El saber eso le excitó más e hizo que la necesidad de reclamarlo casi lo tuviera al borde de la cordura a una vasta tierra de puro, dulce, y sin trabas sexo.

Con la palma de su mano, le dio a Woo Hyun, la presión que necesitaba mientras su pareja movía sus caderas, empujando su erección a la palma de la mano de Sung Kyu. El  gemido que escapó de los labios de Woo Hyun fue rápidamente tragado por Sung Kyu. No quería que nadie oyera los sensuales sonidos que su pareja estaba haciendo. Se sintió codicioso y posesivo. Tener sexo en lugares públicos no le había molestado antes, pero la idea de que alguien supiera lo mucho que Woo Hyun ardía por lo que él le hacía, no le gustaba, así que Sung Kyu se movió más cerca, bloqueándolo para que nadie pudiera ver el rubor en las mejillas de su pareja ni oyera el jadeo que salía de sus labios.

—¿Van a pedir o cambiarán el giro de mi restaurante de familiar a burdel?

Sung Kyu gruñó, sintiendo sus garras deslizarse libres hacía el hombre que estaba detrás de él, invadiendo su privacidad e interrumpiendo un momento muy erótico con Woo Hyun.

Los ojos de su pareja se abrieron cuando Woo Hyun empezó a empujar el pecho de Sung Kyu. El hechizo se había roto. La vida se había derrumbado a su alrededor cuando Woo Hyun lo empujó aún más duro.

Con un suspiro de disgusto, Sung  Kyu se alejó.

 

 

continuará.....

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).