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What no one tells you about love por Elisse

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Notas del capitulo:

saludos a tod@s espero que todos se encuentren bien, una disculpa por la demora, pero por fin les traigo un nuevo capitulo, es un poco mas largo de lo normal, creo jaja, espero que sea de su agrado y lo disfruten.

muchas gracias a todos los que leen y siguen la historia, de verdad muchas gracias.

un saludo y un gran abrazo para esa persona que se toma el tiempo de dejarme un comentario, me hace mucha ilusion en verdad.

no duden en dejarme sus comentarios y hacerme saber lo que opinan.

bueno, un abrazo para todos.

que disfruten!

CAPITULO 11

¿estaba escuchando bien? ¿se me estaba confesando? Sus ojos se clavaron en los míos en espera de una respuesta, una que yo no era capaz de darle…no podía ya que ni yo misma entendía mis propios sentimientos…podía entregarle mi cuerpo cuantas veces quisiera…pero mi corazón era algo que no podía darle…era una egoísta…prometí ayudarle pero no me pasó por la mente que ella podría llegar a tener esos sentimiento por mí, y menos en tan poco tiempo…me había dejado llevar y eso había causado que ella lo mal interpretara…si bien era cierto que quería protegerla…no podía verla de esta manera…no era capaz…mi corazón seguía atado a la mujer que más ame en este mundo…ella ya no estaba pero mi corazón se negaba a dejarla ir ¿Por qué? …

-Trague saliva- Ali yo no…

-ah…mmm…tranquila…-mordió suavemente su labio mientras se apartaba un poco de mí. -sé que…tu no sientes nada por mí, pero aun así quería decírtelo… -me dedicó una sonrisa un tanto triste. -ya es algo tarde…debería dormir ya, debo salir mañana temprano -dio una media vuelta.

-Ali espera…-la tome del brazo.

-¿Qué ocurre?

-Ali tu…eres una chica increíble, en serio…eres dulce y al mismo tiempo atrevida, eres del tipo de persona que no se deja pisotear por nadie…eres alguien fuerte y talentosa y…

-y no soy lo que tú necesitas, entiendo, en serio -acaricio mi mejilla.

-eres más de lo que merezco Allison Sellers, a diferencia tuya, yo no tengo nada para ofrecerte…solo mírame, soy una alcohólica en rehabilitación -tense mi mandíbula. -necesito medicarme para no volverme loca como lo hice la otra noche, tenía un trabajo que amaba y ahora no soy capaz de continuar…soy inestable emocionalmente…tengo ataques de pánico, soy un desastre…

-Alex…-me miró fijamente. -no puedo exigirte que aceptes mis sentimientos…pero al menos no me alejes por favor…ambas estamos rotas por dentro ¿y qué? Déjame sostener tu mano…así te será más fácil recorrer ese camino tan obscuro por el que aun debes cruzar…déjame ser tu apoyo -me abrazó fuertemente. -no tienes que darme una respuesta ahora, Incluso si no tienes una respuesta para cuando yo regrese…no importa, puedes tomarte todo el tiempo que necesites ¿bien?

Después de esa charla ella se fue a dormir, yo no había sido capaz de decirle algo más, simplemente me había quedado en silencio, era una cobarde, esa noche preferí dormir en la sala, el silencio era abrumador, las velas se fueron consumiendo lentamente mientras mi mente repetía una y otra vez las palabras de Ali, no era una mala persona…tal vez era un poco impulsiva…pero la gente que la rodea la había obligado a ser de esa forma a mantener oculta su verdadera personalidad…a pesar de todo eso, ella se había tomado la molestia de ser ella misma estando conmigo…

Dormí por un par de horas, aunque mis pensamientos se empeñaron en hacérmelo difícil, pronto dieron las 5 de la mañana, el cielo aún tenía un tono oscuro y Ali seguía en la cama, tomé una ducha rápida y me prepare para llevarla al aeropuerto como le había prometido, era cruel de mi parte actuar como si nada hubiera ocurrido…pero era lo único que podía hacer por ahora.

Después de tomar mis medicinas busque entre mis maletas algo para ponerme y estar presentable…o al menos lo intente, no había empacado ropa suficiente, termine usando unos jeans negros, una blusa holgada de color gris y mi chaqueta de piel favorita acompañada de unas botas negras con plataforma, conforme con mi atuendo, salí hacia el comedor para preparar algo rápido de desayunar.

-Valla ¿iras a dar una vuelta en tu Harley? -salió de su habitación con una maleta lista. Habían pasado apenas 40 min. Y ella ya estaba lista.

-bueno, lo haría si tuviera una -intente bromear mientras servía unas tostadas.

-conseguiremos una para ti tan pronto como regrese -sonrió y se sirvió algo de café que yo había preparado previamente. -no esperaba que estuvieras despierta tan temprano. ¿vas a escaparte con tu amante? -abrió el refrigerador para sacar un poco de mermelada.

-bueno, pensaba en acompañar a mi prometida al aeropuerto, pero escapar con una amante no suena nada mal -me serví un poco de café también.

-solo no escapes con mi BMW -untó un poco de mermelada en su tostada y la comió, se tomó unos minutos para terminar su café.

Después de desayunar algo bajamos al estacionamiento para ponernos en marcha.

-no tenías que hacerlo -se ajustó el cinturón de seguridad.

-quería hacerlo -reacomodé el espejo retrovisor y encendí el coche y conduje hacia el aeropuerto.

-¿estarás bien por tu cuenta? -jugó un poco con su cabello.

-jajaja ¿tengo 10 años? Creo que puedo apañármelas para sobrevivir. -sonreí.

-mmm…

-hey, estaré bien, en serio, no te preocupes por mí, quiero que te concentres en tu trabajo, y les enseñes lo increíble que eres -sonreí y acaricie su cabello. -bueno, hemos llegado a su destino señorita. -me detuve frente a la gran entrada, Cristina ya la estaba esperando. Me dispuse a salir del coche para bajar su equipaje, pero Ali me tomo del brazo. - ¿Ali? ¿Qué ocurre? -me gire un poco para verla a los ojos.

-no importa la decisión que tomes…quiero que sepas que no necesitas obligarte a tratarme bien ¿entendido?

-¿de qué hablas? -la mire con curiosidad.

-defenderme…el baile…acompañarme a todos lados…no tienes que hacer nada de eso por tenerme lastima.

-hey, no hago esto por lastima ¿entendido? Si hay que sentir lastima por alguien, sería de mí; hago esto porque…tú me…

-shh…-sus finos dedos rozaron mis labios. -no te fuerces a darme una respuesta ahora, puedo esperar -sin apartar su mirada de mi se acercó lo suficiente y unió nuestros labios en un beso corto. -bueno, será mejor que no la haga esperar más -sonrió y bajo del coche. Aturdida baje también, tome el equipaje y la acompañe hasta donde estaba Cristina.

-buenos días -hizo una pequeña reverencia.

-que tal -saludé cortes mente. -espero que tengan un buen viaje -le dedique una sonrisa a Alisson, quien me correspondió como de costumbre. Después de cerciorarme que los empleados llevaran su equipaje y las escoltaran hasta su vuelo, regrese al coche. -bueno, será mejor que me ponga en marcha también -respire hondo, subí al coche y vincule mi celular para poder utilizar el manos libres.

Ya que iría a casa de mis padres me pareció buena idea llamar a Mad. Marque su número y espere.

[¿hola?]

-Mad, hey, ¿Cómo va todo?

[bueno, aquí todo está bien, ¿Qué tal tu? ¿ya eres parte de alguna mafia o algo así?]

-¿Qué dices jaja? Claro que no.

[bueno, es difícil saberlo, después de todo solo se de ti por medio de las noticias]

-jo…justo por eso quiero aprovechar esta oportunidad, que te parece si damos un paseo.

[¿paseo? ¿A dónde?]

-ya lo veras, tu solo empaca tus cosas, podría tomarnos un par de días.

[espera… ¿estas conduciendo justo ahora?]

-si así es, me tomara unas 4 hrs llegar a Boston, pero es tiempo suficiente para que estés listo ¿ok? Te dejo.

[mmm, vale, ten cuidado, nos vemos]

Puse la música en aleatorio, eso me ayudaría a distraerme un poco, comenzó a sonar Maps de Maroon 5

-ja…pero que buen comienzo -dije para mí misma.

“echo de menos el sabor de una vida más dulce,

Me gustaba pensar que lo teníamos todo,

Dibujamos un mapa a un lugar mejor,

Pero en aquella carretera

Pagué los platos rotos”

La música envolvente, el aire filtrándose por la ventana, la luz del sol golpeándome de frente, la música se fue yendo hacia el fondo de mi conciencia, dándole el paso a mis recuerdos.

-¡Alex! ¡mira, mira! -la alegre chica corría emocionada hacia la orilla del mar. -¡esto es increíble!

-jaja espera, no vayas tu sola -corrí detrás de ella, la abrace por la cintura y la eleve unos centímetros lejos del suelo, dando un par de vueltas antes de caer sobre la arena húmeda.

-¡esto es lo mejor! -unió nuestras frentes, el agua fría refrescando nuestros cuerpos; podía sentirlo todo…como si de verdad estuviera ahí.

Ya de vuelta a la realidad trate de espabilarme dándome unas palmadas suaves en las mejillas.

-no debería distraerme así mientras conduzco. -me reprimí en voz baja, pero simplemente mis recuerdos siguieron saltando uno a uno, como si se tratara de una cinta de video.

-cierra los ojos, no hagas trampa ¿vale? -sus manos descansaban sobre mis manos mientras me guiaban.

-Rouxi, ¿Qué es todo esto? Voy a caer…

-tranquila, solo un poco más…

El aroma a hierba recién cortada inundaba mi olfato, podía percibir la calma, había música suave de fondo acompañada de unas cuantas cigarras que nos acompañaban con su característico sonido.

-¿lista? -me preguntó al mismo tiempo que nos deteníamos. -ya puedes abrir los ojos.

-Rouxi… ¿Qué es todo esto? -mi vista se fue enfocando poco a poco, era como estar en una película, un pequeño jardín adornado con velas, una mesita al fondo con copas y vino, música suave de fondo…y por supuesto una chica hermosa frente a mí.

-Feliz cumpleaños…-se abrazó dulcemente a mi cuello depositando un beso suave en mis labios.

De vuelta a mi viaje en carretera, la música había cambiado, ahora sonaba Rush de Milky Chance.

“he estado corriendo en círculos a la luz de la luna

Me siento ansiosa, puedo sentirlo en la sangre

Todo lo que algún día imaginamos se desvanece…”

Las canciones pasaron una tras otra, cada una me traía recuerdos distintos, un pequeño nudo comenzaba a formarse en mi garganta, el tiempo paso tan rápido que sin darme cuenta estaba casi llegando a casa de Mad, apenas crucé la entrada de su casa lo vi sentando frente a su puerta con una maleta a su lado, apenas me vio entrar se levantó sorprendido.

-¿pero qué diablos? ¡Alex! ¿a quién carajos le robaste eso? -caminó hasta el coche.

-ah sí, hola Mad, también me alegra verte -baje del auto para abrazarlo.

-ven aquí jaja -correspondió a mi abrazo. -¿Cómo estás?

-¿Cómo me veo jaja? -me aparte un poco de él.

-bueno, te has visto mejor jajaja, ¿me llamaste porque robaste este coche y quieres que seamos prófugos?

-no lo robe tonto, es de Alisson.

-¿Qué? Vaya, ¿ya se llevan así de bien? -enarco una ceja.

-es una larga historia…trae tu equipaje, te contare todo en el camino -abrí la cajuela.

-diablos, suena a que necesitaremos comida para el camino. -entro a su casa nuevamente y tras unos minutos volvió con un montón de golosinas y bolsas de papas, y como no, bebidas a montones. -listo, ahora si podemos irnos. -subió todo al coche. -vamos vamos, que esperas.

Hicimos una parada rápida en mi casa, debía recoger ropa limpia, un poco más de mis medicamentos por si las dudas y cerrar bien mi casa. Y ahora sí, estábamos listos para partir.

-vaya esto me trae muchos recuerdos -me dijo Mad mientras bajaba el vidrio de la ventana para sentir la brisa en su rostro.

-si, tienes razón -sonreí.

-pero bueno, que tal si comienzas a contarme lo que ha ocurrido -dijo mientras abría una bolsa de papas y las comía.

-a ti no se te escapa nada ¿verdad? -sonreí de lado. -bueno veamos…-hice una pequeña pausa- todo comenzó cuando salí a dar un pequeño paseo y me topé con Alisson.

-¿Qué? ¿Saliste sola y no me lo dijiste? -me reclamó.

-oye no te distraigas, la cosa es…que me arrastro hasta su casa, y después de hablar un poco comencé a sentirme incomoda asique…decidí salir de ahí, pero puso algo en mi bebida y bueno…tuvimos sexo…

-¿pero qué demonios? Me va a escuchar….

-hey, para, solo escucha ¿bien? La cosa es…que yo de verdad estaba molesta con ella, pero…algo dentro mi había despertado…unos días después, recibí su invitación para una cena lujosa que tendría su empresa, y bueno, termine yendo, algo en mi interior necesitaba volver a sentir…ese deseo, o como se le pueda llamar…y allí fue cuando todo se fue al demonio, pasó todo en un abrir y cerrar de ojos, un instante atrás yo estaba entre la multitud y al siguiente estaba plantada sobre el escenario recibiendo las felicitaciones de todos por haber contraído matrimonio con la dueña de una famosa revista de moda, sin mencionar que también es millonaria.

-y sensual -añadió Mad.

-En fin… -lo ignore un poco. -después de ese pequeño espectáculo, le exigí una explicación…y te juro que…me partió el alma ver esa expresión en su rostro, estaba asustada…desesperada…sola…

-oh amiga…caíste directa en la zona de guerra…

-y que lo digas…incluso fuimos amenazadas por su padre, que te juro tiene toda la pinta de ser el padrino de la mafia -intente bromear un poco. -ver que todos querían…pisotearla y hacerla menos…en verdad me hizo enfurecer, todo este tiempo ella había estado lidiando ella sola con toda esta gente y ahora…ella me pedía ayuda desesperadamente ¿Qué se supone que tenía que hacer? ¿darle la espalda?

-no, claro que no, así no eres tú. Aunque si me hubiera gustado que pensaras todo esto con la cabeza fría.

-si…tienes razón, aunque no me dejaron tiempo para eso, la cosa es…que ahora estamos en todas las noticias y revistas de chismes…me busca un mafioso y ahm, puede que en su momento yo haya amenazado a la dueña de una televisora sedienta de chismes que me quiere llevar a la cama. -suspire.

-mierda…tu sí que estás metida en un lio.

-eso no es todo…puede que me haya dejado llevar un poco y me acosté con Alisson un par de veces…

-bueno…no creo que eso tenga algo de malo ¿o sí?

-se me confesó anoche…

-¿pero qué mierda? -se atraganto un poco.

-hoy la acompañé al aeropuerto y quise aprovechar estos días para…ordenar mis pensamientos y poder darle una respuesta adecuada…

-entiendo y… ¿A dónde se supone que iremos a buscar las respuestas?

-bueno, iremos a casa, ver algo familiar me hará sentir tranquila, no sé tú, pero ansió un poco de comida casera.

-¡Alex! ¡Pudiste decirme que iríamos a casa de nuestros padres! -agitó sus brazos en el aire.

-hey, cuidado con eso, presiento que este auto es su amor de Alisson -bromee. -además, creí que sería una sorpresa agradable. -me defendí.

-en serio que hay ocasiones en las que quisiera ahorcarte. -bufó molesto.

-pero después recuerdas que me amas jajaja -lo molesté un poco.

-a veces estoy en duda jaja…bueno, en compensación yo elegiré la música lo que queda de camino.

-¿Qué? ¡Son como 3 horas más de camino!

-será mejor que comience ahora jaja -vinculó su celular con el coche de Alisson y la primer canción que selecciono fue Mecánica de DLD, tomó su celular simulando que era un micrófono y comenzó a cantar.

-amantes improvisados, hay en todos lados, lo que siempre supiste hoy no tiene chiste ¿ya para qué? Por lo que más quieras trata de entender….

-tarareó una parte para después acercarme el micrófono, me dejé llevar y le seguí el juego, esta vez era yo quien cantaba.

-milagros inesperados, pedimos a diario, pedimos a diario…el deseo es eterno y hasta el infierno se puede desear.

Entre risas finalizamos la canción.

-vaya Alex jajaja…esto de verdad me trae tantos recuerdos -dijo animado. -¿recuerdas aquel concierto al que fuimos?

-¿hablas de ese concierto al que fuimos y nos arrestaron?

-corrección jajaja, te arrestaron a ti por haber golpeado a un oficial…

-si pero tú lo tacleaste jajajaja -reí al recordar aquel momento.

-bueno, ¿Qué esperabas? El sujeto no te soltaba y no paraba de gritarte -se hizo el ofendido.

-si…es cierto jaja, aunque no recuerdo porque fue que lo golpee…

-creo que era el padre de tu cita esa noche.

-¿Qué? Oh mierda…. ¡es cierto! ¿Cómo era que se llamaba? Mmm…

-Madison jaja -añadió. -no me creo que sea yo quien deba llevarte el recuento de las chicas con las que has estado.

-bueno, eso podría evitarme problemas futuros jaja -bromee. -debería disculparme con su padre si lo veo, no quiero que piense que soy una chica conflictiva.

-bueno, si lo eres. Será mejor que pongas tu mejor cara de ángel jajaja

-¡hey! ¿De qué lado estas? -fingí molestia.

-oh oh, amo esta canción! -subió el volumen. -ay corazón…corazón, tus ojos me están llenando solo con verlos…no necesito si no abrazarte para sentirlo, y ya no tengo que esperar para saberlo…

Estaba por llegar al coro cuando la canción fue interrumpida por una llamada entrante, era Alisson.

-oh, mierda, guarda silencio quieres -le advertí a Mad antes de contestar. -¿hola?

[hey, hola hermosa]

-hola Ali…¿Qué pasa? ¿Cómo va tu vuelo?

[demasiado aburrido, Cristina es taaaaan aburrida, ni siquiera me aceptó un trago]

-Ali, no la molestes, un momento… ¿estas bebiendo antes del trabajo?

[oh mi…vamos, solo es un poco de Wiski en las rocas -se defendió.]

-jajaja vale, no bebas demasiado ¿de acuerdo?

[si cariño, lo que tu digas, por cierto ¿A dónde vas?]

-¿mm? Que…¿A dónde voy? -intente evadirla.

[bueno, el GPS del coche está activo, creí que lo de escaparte con tu amante era broma]

-¿Qué? ¿también tienes una amante? -Exclamó Mad.

-oye…te pedí una sola cosa viejo…-golpeé suavemente mi frente contra el volante.

[¿eh? ¿Quién es? -preguntó curiosa.]

-¿no me digas que ya te has olvidado de mí? -digo Mad en un tono un poco burlón.

[esa voz…dios, ¿Mad? ¿de verdad eres tú?]

-¡claro! El único e inigualable -alardeo.

[vaya…cuanto tiempo sin saber de ti, no supe más de ti después de aquella fiesta]

-oh si si, si no mal recuerdo fue aquella vez en la que Alex…

-oye oye, ¿quieres poner un diario sobre eso? -le di un golpe suave en la cabeza.

[bueno, no creo que sea ningún secreto que me dejaste apenas amaneció y no volviste a llamarme jajaja]

-hey, ya me había disculpado por eso ¿no? -me defendí. -por cierto…lamento haber tomado tu coche sin permiso. -dije un poco apenada.

[que dices, no te disculpes por nada, ya te había dicho que podías disponer de mis cosas, bueno, corrección, ahora también son tus cosas, aunque pudiste pedirle a James que te llevara]

-¿Qué? ¿También tienen un chofer? -dijo Mad asombrado.

-¿quieres guardar silencio por un minuto? -lo mire un poco mal.

-ush…que genio -se cruzó de brazos.

-como decía -aclare un poco mi voz antes de continuar. -solo visitare a mis padres por un par de días y de regreso hay algo que quiero hacer en mi casa, llámame cuando vengas de regreso, iré por ti al aeropuerto.

[que dulce eres, en serio, en ese caso, te llamare cuando termine mi trabajo, hay una tarjeta en el maletero del coche, no dudes en usarla ¿ok?]

-oh no no, no será necesario, solo visitare a mis padres…

-oh, yo me hago cargo Alisson -fui interrumpida por Mad. -no te preocupes vale, fue agradable charlar contigo, ten un buen viaje, ¡bye! -presionó el botón de finalizar llamada.

-¡oye! ¿Porque hiciste eso?

-lo siento, no quería escucharlas mientras se decían cosas cursis -alzó los hombros y comenzó a buscar en el maletero. -oh por dios…¿es una tarjeta negra? ¡Mierda! ¿es solo su tarjeta de emergencias? No me lo creo joder…-tomó el plástico entre sus manos. Se le veía demasiado emocionado. -¡podríamos pagar un jet con esta cosa!

-hey, ni siquiera lo pienses -intenté arrebatarle la tarjeta. El auto zigzagueo por unos segundos.

-¡hey hey! ¡tu vista en el camino! Joder…casi nos matas

-bueno, podríamos haberlo evitado ¿sabes?

-bueno, ¿Qué esperabas? Tu novia acaba de darte permiso de usar una de sus tarjetas. -agitó sus manos en el aire como si fuera bastante obvio lo que debía hacer al respecto.

-no es…ella no es mi novia ¿de acuerdo? -bufe.

-aun…-añadió.

Y de alguna manera, el resto de las horas pasó bastante rápido, las conversaciones fluidas, las anécdotas…todo era como antes.

Finalmente llegamos a casa de nuestros padres, no era un lugar lujoso ni mucho menos, solo era un barrio de lo más común, pero eso era parte de su encanto, sus edificios apenas rebasaban de los 6 pisos, tiendas pequeñas, un solo centro comercial, una plaza grande donde se reunían pequeños grupos de amigos, artistas callejeros, simplemente todo era mucho más tranquilo en comparación con Nueva York, e inclusive con Boston.

-sip, todo es tal y como lo recordaba -dijo Mad estirándose un poco sobre su asiento.

-si, tienes razón…nada ha cambiado -sonreí nostálgica.

-oye oye, ¿crees que Valentina aun viva aquí? -preguntó emocionado.

-mmm…seguramente si, para entonces su mamá ya debió dejar la florería a su cargo. ¿iras a por ella? -sonreí de lado mientras daba vuelta en la calle donde vivían nuestros padres.

-¿Qué? ¡no! Yo no…-sonrió nervioso.

-jaja ¿Qué? ¿Tienes miedo? Oh vamos, desde que estábamos en la preparatoria se notaba a leguas que le gustabas. Siempre iba por allí detrás de nosotros para estar cerca de ti.

-claro que no…ella iba detrás de ti, yo solo era el mejor amigo de su Crush

-ouch, oye, eso no es verdad. Val es la chica más hetero que haya visto, ve tras ella tigre -golpee su hombro y aparque frente a la calle de nuestros padres. -bueno…-suspire hondo. -estamos aquí.

-¿todo bien? Estas… ¿nerviosa? -me miró mientras se quitaba el cinturón de seguridad.

-¿nerviosa? ¿yo? Claro que no…-me mire en el espejo retrovisor intentando peinar un poco mi cabello.

-jaja vamos, estas perfecta, estoy segura de que tus padres se alegraran mucho de verte, anda -bajo del coche y lo seguí.

-no lo sé Mad…-puse la alarma del coche y guardé la llave en mi bolsillo.

-bueno sea como sea, ya estamos aquí -corrió se plantó frente a la puerta de la casa de mis padres, acto seguido toco la puerta.

Lo alcance justo a tiempo para ver a mi madre abriendo la puerta, lucia tan hermosa como siempre, su cabello largo peinado en una coleta que descansaba sobre su hombro, como siempre vestía un vestido largo con algunos detalles florales y encajes, sus bellos ojos verdes, que me hacían sentir paz…se llevó la mano a la boca al vernos parados frente a su puerta.

-hola, mamá…-salude tímidamente.

-Alex…cariño…de verdad eres tú…-se lanzó sobre mi para abrazarme con fuerza.

-hey, jaja, mamá…también me alegro de verte -correspondí su abrazo, de verdad necesitaba esto, me hacía sentir en calma.

-dios…mira lo mucho que has crecido -se apartó un poco para mirarme mejor. -tu cabello…los has dejado crecer -sonrió. -y…estas tan delgada, ¿no has estado comiendo? Dios, seguramente es por tanto trabajo ¿no? Mírate…estas tan linda como siempre -volvió a abrazarme.

-gracias, mamá…tú también estas hermosa como siempre. -correspondí a su abrazo, unos segundos después me aparté.

-pero mira madamas, si es Mad también -pellizco su mejilla. -¡por poco y no te reconozco! Estas mucho más alto, y…¿has estado haciendo ejercicio? Vaya…

-hola, señora -sonrió amablemente. -me alegra mucho verla también.

-pero no se queden ahí, entren, tu padre se alegrará tanto…

-¿Dónde está? Por cierto -dije mientras entrabamos.

-¿Dónde más? -dijo como si fuera bastante obvio. -ya sabes que el pasa más tiempo en su taller que con su familia -dijo mientras entraba a la cocina y nos servía algo de beber.

-jaja cierto…tienes toda la razón. -acepte la bebida. -iré a saludarlo, seguro se sorprende. -deje mi baso sobre la barra y saque un par de sodas del refrigerador. -genial, soda de uva, ¿aun las compran?

-bueno, siempre han sido tus favoritas, tu padre insiste en comprarlas -dijo mientras rebuscaba en el librero. Diablos, seguramente estaba buscando el famoso álbum de fotografías con el que le gustaba humillarnos. Hora de escapar.

-bueno Mad, iré a saludar a papá, tu disfruta de…nuestros humillantes recuerdos jaja

-oh, claro que lo hare jaja…-sonrió algo nervioso.

Tome las latas de sodas y salí por la puerta de atrás, todo estaba igual, la cerca descolorida que papa juraba que pintaría algún día, las flores de mi madre que cubrían casi todo el jardín, el gran árbol de manzana al centro en el que descansaba mientras leía tranquilamente…era como si…mi tiempo aquí hubiera permanecido en pausa para cuando yo regresara. El taller que había construido para papá lucia mucho más equipado, pero sin duda podías sentir la misma esencia familiar, la música estaba un poco alta, la voz de Freddie Mercury retumbaba en las paredes mientras cantaba Another One Bites The Dust, la batería me hacía alucinar, el bajo…la guitarra, mi cuerpo pronto se dejó llevar por el ritmo, él se encontraba debajo de un viejo Maverick, ajustando algunas tuercas o quisa revisando las mangueras de los frenos, estaba tan concentrado cantando al ritmo de la música que ni siquiera me escucho entrar.

-¿necesitas una llave compañero? -dije mientras arrastraba el carrito que usaba para permanecer debajo de los choches hacia mí. Lo jale hasta que mi papa salió completamente de debajo del coche. Su cara era un poema, expresaba emoción, confusión y felicidad al mismo tiempo.

-¡por dios! -botó la llave de tuercas que tenía en la mano y se levantó rápidamente para abrazarme.

-hey jajaja -reí animadamente mientras le correspondía el abrazo. -cuidado, me harás derramar la soda.

-¡al diablo la soda! -exclamó emocionado. -¡de verdad estas aquí!

-te extrañe tanto papa…

-y yo a ti pequeña malcriada. -se apartó de mí. -¡mírate, haz crecido tanto! -revolvió mi cabello.

-hey jaja, tú también has crecido bastante ehh…

-pero que dices, esto solo es obra de los pastelillos que hace tu madre -sonrió mientras contraía su estómago.

-jaja dios, muero por uno de esos. -exclame hambrienta.

-bueno, conociendo a tu madre, seguramente ya los está preparando. -hizo a un lado su caja de herramientas y se recargo sobre una mesa llena de piezas de coches.

-espero que sí, de verdad extraño esos pastelillos -le ofrecí una de las sodas. Las destapamos al mismo tiempo y después de chocar las latas entre ellas mismas bebimos.

-¿Por qué no llamaste para decir que vendrías? De haber sabido habría preparado esas hamburguesas que tanto te gustan

-bueno…creí que sería una sorpresa agradable, además…¿Por qué no hacerlo? ¡Iré a comprar las cosas y comeremos todos juntos! -salte emocionada. -Mad está aquí también, estoy segura de que Judie se alegrara tanto.

-¿de verdad? Vaya, que habremos hecho bien durante este tiempo para merecer que vengan a visitarnos -bromeo.

-oye jaja…no se desharán tan fácil de nosotros. -le guiñe un ojo. -bueno, será mejor que prepares el asador, volveremos en seguida -termine mi soda y camine fuera del taller.

-hey…Alex. -llamo mi atención.

-¿si? ¿Qué pasa? -me di media vuelta.

-me alegro tanto de que estés aquí…-sonrió. -te extrañamos mucho en verdad.

-y yo a ustedes papá -sonreí de vuelta. -anda ya, prepara las cosas, volveremos en un santiamén.

-sí, es cierto, para celebrar preparare mi famosa salsa secreta. -sonrió ampliamente.

-oh valla. Me pregunto que hice bien todo está tiempo para merecer tus famosas hamburguesas acompañadas de tu salsa secreta -bromeé de vuelta. Volví dentro de la casa.

-hey Mad, andando, vamos a conseguir algunas cosas, con suerte nos toparemos con Val -pique sus costillas.

- ¿cosas? ¿A dónde irán chicos? -dijo mi madre mientras metía una charola al horno.

-oh mi… ¿son pastelillos? -me acerque.

-sí, pero aún no están listos -me amenazó con su cucharon.

-oh vamos…por favor…-suplique.

- ¿no dijiste que irías a conseguir algunas cosas? -dijo ignorando mis suplicas.

-oh…es cierto, papá preparara hamburguesas -di un saltito sobre mi lugar. -ya volvemos. Anda Mad ¡muévete!

Después de arrastrarlo fuera de la casa, subimos al coche.

-hey…no es por allí -exclamo Mad.

-¿Qué? ¿Qué dices? El supermercado esta por aquí.

-no no, claro que no, está a dos calles más de aquí. -me corrigió.

-oh…mierda, cierto -suspire. -qué bueno que tienes buena memoria.

-si bueno, de lo contrario hubieras hecho que nos perdiéramos.

-oye, no estamos en nueva York, no es como si nos fuéramos a perder aquí -me defendí.

Entre bromas y risas conseguimos las cosas que necesitábamos, nos encontramos con algunas caras familiares, y algunas nuevas caras, algunos de nuestros conocidos habían formado sus propias familias. Eso era increíble…

De vuelta a casa de mis padres nos topamos con que papa había invitado a casi todo el barrio a comer. Menos mal habíamos traído cosas suficientes para todos.

-¿papa? ¿Qué es todo esto? -pregunte mientras dejaba las compras en la mesa del jardín.

-bueno, mi pequeña volvió a casa, creo que es motivo suficiente para celebrar ¿no? -tomo la carne para hamburguesas y la coloco en el asador. -¿Por qué no saludas? Estoy seguro de que todos se alegraran de verte.

Y efectivamente, casi todo el barrio estaba allí, antiguos vecinos, amigos de mi padre, amigas de mi madre, y algunos compañeros de escuela. Ese ambiente tan familiar que había estado anhelando desde hace tiempo.

-hey…Alex, de verdad volviste. -una chica de ojos color avellana se acercó a mí, su cabello era rizado y de color negro, de estatura más baja que la mía, sus rasgos eran muy finos, casi como los de una muñeca.

-Val…hola -sonreí amistosamente.

-¿Cómo has estado? -me sonrió de vuelta. -no le creí a mi madre cuando me dijo que habías vuelto.

-ah jajaja…bueno, mi idea solo era sorprender a mis padres -rasque mi mejilla.

-bueno, no todos los días somos visitados por una super estrella.

-no soy una super estrella…-corregí. -además, no solo yo volví, Mad vino conmigo

-¿Mad? ¿en verdad? -volteo hacia todas las direcciones posibles. -¿el está aquí?

-así es ¿Por qué no vas y lo saludas? Debe estar con su madre ahora mismo. Pero no creo que le molesté charlar contigo -le sonreí para alentarla.

-oh eh…-peino un poco su cabello. -me alegra mucho que estén de vuelta -hizo un ademan con su mano para despedirse y se alejó.

Camine por ahí entre la multitud, sonriendo y saludando a los que me reconocían…es decir casi todos, era un poco abrumador, pero era este ambiente familiar el que necesitaba.

-vaya, la hija prodiga de verdad volvió. -esta vez una voz masculina se dirigía a mí.

-…que hay, Lucas -solté.

-¿Qué? ¿Pasas un par de años en la gran ciudad y ya no soy digno para ti? -soltó en tono de burla.

-¿Qué haces aquí?

-bueno, no podría negarme a una de las famosas hamburguesas de tu padre

-claro, que las disfrutes -di media vuelta dispuesta a marcharme, de verdad no soportaba verle la cara a este tipo, él había sido el causante de mi accidente, y aun así se atrevía a hablarme como si nada, su padre era policía, asiqué prácticamente hacia lo que quería, claro que su papá no sabía sobre las carreras clandestinas que el lideraba.

-hey, Pierce -me tomó del brazo. -¿A dónde vas? ¿no vez que todos estamos aquí por ti? -sonrió de lado.

-no me toques -forcejee un poco para librarme de su agarre.

-oh, claro, como diga la super estrella. -se burló. -bueno, cuéntame ya, ¿con quién te tuviste que acostar para lograr ser así de famosa? -colocó su brazo izquierdo alrededor de mi cuello. -anda, puedo guardar el secreto.

-escucha…a mí de verdad no me importa que tu padre sea policía, y si antes no me importó ponerte en tu lugar, te aseguro que ahora nada me detiene, además, a diferencia tuya, lo que yo he logrado ha sido por mi propio esfuerzo. Yo no me quede estancada esperando a que mis padres me solucionaran la vida. Pero, en fin, te entiendo, debió ser difícil vivir bajo mi sombra todo este tiempo, debió ser tan frustrante para ti -hice a un lado su brazo y tomé mi distancia. -bueno, me alegra ver que no has cambiado en nada -sonreí y me marché lejos.

Omitiendo ese estúpido reencuentro, el resto de la tarde fue bastante tranquila, comida y bebidas a montones, charlas con viejos amigos, juegos tontos para probarnos quien era mejor, todo iba bastante bien, sin darnos cuenta cayó la noche, pero eso no fue impedimento alguno, los amigos de mi padre trajeron algunas cervezas y botana, Mad tenía un equipo de audio en su casa asique lo instalamos en mi jardín y listo, una fiesta bastante improvisada, alcohol, música, amigos, si, lo que receto el doctor…

-hey Alex -Mad se acerca. -me alegra tanto que hayas decidido traerme aquí. -me abrazo.

-jaja no habría podido comerme todas las hamburguesas yo misma, hey, ¿Dónde está Val?

-oh eh…-me miro nervioso. -ella…ella volvió con su madre -rasco su mejilla.

-¿a si? Mmm…¿y bien?

-¿Qué? ¿de qué hablas?

-¿la invitaste a salir o no? Jaja -jale su oreja.

-ey…ouch…ok ok…si, la invite a salir…

-¿y bien? -rodee su cuello con mi brazo.

-me dijo que si -dijo casi en un susurro.

-¡woah! ¡pero qué bien! -dije emocionada.

-hey…baja la voz -cubrió su rostro.

-¿Qué tiene? De verdad estoy tan orgullosa -fingí secarme las lágrimas. -crecen tan rápido…

-jaja ¿quieres parar ya? Dios…-me hizo a un lado.

-uy…lo siento ehh, ¿y bien? ¿A dónde la llevaras?

-¿recuerdas el auto cinema? -dijo emocionado.

-ohhh…¡pícaro! Resultaste todo un don juan ehh…-pique su mejilla.

-para…hey…jajaja, lo triste de esto es…que tendré que llevarla en el auto de mamá

-puedes llevarte el auto de Alisson…-busque las llaves en mi bolsillo.

-oh, no no, nada de eso, eso ya sería demasiado, el coche de mamá estará bien

-mmm…tienes razón, no creo que a Alisson le emocione la idea de tener los fluidos de un par de tortolos en su coche

-ey…! ¡Eso es bajo hasta para ti! -me abrazo del cuello y comenzó a desordenar mi cabello.

-¡ah! ¡para ya! -intenté alejarlo sin éxito.

-vaya vaya, me alegra ver que se divierten como antes -esa molesta voz otra vez.

-¿en serio? -rodé los ojos. -¿ahora qué quieres Lucas? -bufé

-ey, calma, lo siento ¿bien? lamento tanto lo de hace rato, no sé qué paso conmigo -alzó los hombros.

-largo de aquí Lucas -Mad intervino poniéndose entre nosotros.

-tranquilo viejo, no quiero ningún problema -sonrió. -los muchachos y yo queríamos invitarlos a una carrera, ya saben, para revivir los viejos tiempos.

-no, Alex no está interesada en esos juegos de niños, ahora largo.

-Qué pena, en serio, salir de su hogar, los convirtió en unos verdaderos idiotas. -se dio media vuelta dispuesto a marcharse. -por cierto, Alex, esa chica que te conseguiste, es verdaderamente sensual, uno de mis chicos tiene algunos tratos con su padre, tal vez me pueda arreglar una cita con ella. Creo que…lo que le hace falta es estar con un verdadero hombre.

No sé a qué se debió, quisa era el alcohol, o simplemente me deje llevar por el momento, tal vez esto era lo que necesitaba, poner en su lugar a todos los idiotas que se me cruzaran al frente.

-hey Lucas -termine mi cerveza. - ¿conduces igual de bien como alardeas?

-¿Qué dijiste? -volteo para encararme.

-hey…Alex…-Mad me tomó del brazo.

-ya me escuchaste, querías conducir ¿no? No entiendo tus ansias por ser humillado, pero, me encuentro de mejor humor, que tal si te complazco un poco.

-ja…bien, hagámoslo, espero que no se te atraviese algún muro esta vez -soltó. -te veo donde siempre, a menos claro que te acobardes. -se marchó después de haberse burlado un poco.

-ese maldito idiota…-aprete los puños.

-Alex, espera ¿en serio harás esto?

-alguien debe poner en su lugar a ese idiota, y nada de lo que digas va a hacerme cambiar de opinión. -sentencié y salí a la calle para encender el auto. Mad, como de costumbre, no pudo dejarme sola, resignado fue detrás de mí.

Ansiaba sentir la adrenalina en mi sangre, el rugir del motor…el viento golpeando mi rostro, conduje hasta el sitio acordado, había bastantes autos aparcados, y más gente de la que esperaba, bajamos del auto para encontrarnos con Lucas.

-vaya, comenzaba a creer que no vendrías.

-¿y perder la oportunidad de humillarte frente a toda esta gente? Ni loca. Veo que aun conduces el mismo auto. -señale un Camaro 67 de color negro.

-bueno, le he hecho algunos arreglos -alardeo mientras una joven de cabellos negros lo abrazaba con la mirada agachada.

-hola Camile, -la salude amablemente. -veo que sigues con este idiota.

-a-ah…Hola Alex…-respondió tímidamente.

-bueno, sabrás que no sirve de nada un coche del año si su chofer es una mierda ¿verdad? -hizo a un lado a la chica.

-jaja…si, es una pena que un Camaro de tan buen calibre tenga un piloto de mierda que no es capaz de hacer bien los cambios de velocidades.

-maldita Zorra…¿Qué esperas para subir a tu auto? Esperare a tu señal…es lo menos que puedo hacer antes de humillarte -subió a su auto molesto.

-jaja si…como los viejos tiempos -salude a un par de viejos amigos antes de subir al auto. Mad por supuesto me espero entre la multitud. Ya dentro del auto, respire hondo, me abroche el cinturón de seguridad, y antes de que pudiera ponerlo en marcha la pantalla táctil me aviso que había una llamada entrante, si, se trataba de Alisson, ups.

-hola nena -conteste sin pensarlo mientras ajustaba los espejos.

[¿hola nena? Vaya, creo que alguien se encuentra de muy buen humor esta noche]

-algo así, estoy a punto de poner a un idiota en su lugar. ¿todo bien? ¿Qué tal el trabajo?

[vaya, sin duda lo tuyo suena mucho mejor que lo que hice todo el día, realmente estoy agotada, quería escuchar tu voz…]

Recién comenzaba a notar hacia donde giraba la conversación, guarde silencio por unos segundos…

-imagino que si…debe ser agotador, ¿sabes? Me encantaría escuchar todo…pero ahora mismo, estoy algo ocupada resguardando mi honor y poniendo a salvo tu castidad. -esto ultimo lo dije en un tono burlón.

[¿Qué? ¿Qué has dicho?]

-¿recuerdas a Lucas?

[¿el idiota que te hizo chocar? ¿el idiota al que voy a romperle la nariz?]

-jaja si…ese mismo, bueno, estoy por dejarlo en su lugar una vez por todas. Asique deséame suerte.

[cariño, tu no la necesitas -dijo segura. -pero ten cuidado ¿ok?]

-claro…por cierto…lamento usar tu coche para estas cosas…-me disculpe algo apenada.

[bueno, si de verdad lo sientes, espero que tengas una respuesta adecuada para cuando nos volvamos a ver. Asique hasta entonces, demuéstrale a ese idiota quien manda]

-jaja tus deseos son mis órdenes. -finalice la llamada y baje el vidrio de mi lado para darle la señal a Lucas. Los autos ya estaban posicionados. Los motores rugiendo. Y yo estaba ansiosa. Mi mano derecha sujetó con firmeza el volante mientras que mi mano izquierda hizo lo mismo con la palanca de cambios. Camile, se posiciono delante de nuestros autos. Su cabellera se revolvía con la brisa nocturna. Alzó su brazo en el aire. Conto hasta tres y unos segundos después de que su mano bajo para darnos la señal de partida, nuestros autos ya estaban en marcha, el escape de los autos se hacían escuchar al hacer cada cambio, la aguja en mi tablero iba en ascenso, hacia los cambios tan rápido como podía, el auto rugía, mi sangre hervía por la adrenalina, deje a lucas mucho antes de tomar la primer curva, pude haberme detenido ya que lo había dejado por mucho, pero quería terminar, ¿quería probarle algo a alguien? No claro que no…más bien quería probarme algo a mí misma, que seguía siendo la misma de antes…era momento de levantarme y seguir…llegue hasta la meta, donde el resto de gente esperaba frenética por un ganador. Aturdida por la adrenalina del momento, alarde un poco haciendo un poco de drifting frente a todas esas personas, las llantas haciendo ese irreconocible chirrido al desgastarse contra el pavimento, el humo que estas generaban, estaba en verdad extasiada. Apenas baje del coche el tumulto de gente corrió hacia mi para celebrar, me levantaban y abrazaban. Algo comenzaba a despertar dentro de mí, finalmente…

Continuara…….




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