¿Realmente estaba lista para esto? Claro que no...uno nunca ésta listo para dejar atrás toda una vida. De alguna manera agradecía que Mad no me hubiera dejado sola, pero su insistencia por rehacer mi vida era agotadora para mi. Todo el duelo que viví fue bastante duro. Pasé de la negación a la tristeza...de la tristeza al enojo... Si yo no hubiera estado ahí cuando su corazón cedió...probablemente yo estaría buscándola hasta por debajo de las rocas. Pero este no era el caso. Muy en el fondo de mí, estaba la verdad, sabía que ella no iba a volver, pero entonces ¿Por qué? ¿Por qué seguía aferrándome así? Desde aquella platica con Mad pasaron al menos unos 6 meses más, poco a poco logró hacerme salir de casa, aunque fuese solo para re-abastecer la nevera, aún no había dejado de beber, ya no lo hacia como antes...pero aún lo sacaba de quicio cuando llegaba a mi casa y me encontraba bebiendo, ya que me negué a salir de casa si no era necesario me llevó algunas maquinas para ejercitarme, al principio me negué, pero admito que era una buena manera de distraer mi mente, había empezado a dormir en la habitación de invitados, cerré con llave mi antigua habitación, guarde allí las cosas de Rouxi, ropa, fotos...todas sus pertenencias. No podía entrar ahí, decidí que lo mejor sería...mantener todo esto bajo llave hasta que estuviera lista.
- ¿y bien? ¿Qué quieres cenar hoy? -me preguntó mi amigo mientras aparcaba el auto en el estacionamiento.
-cualquier cosa esta bien -dije sin darle mucha importancia. -¿Por qué tenía que venir también yo? -suspiré y rodé los ojos.
-tomar aire fresco no te hará mal ¿sabes? -bajó del coche y esperó a que yo bajará también. -si la pequeña Alex se porta bien, le comprare un helado, suena bien ¿verdad? -me abrazó del cuello y revolvió mi cabello.
-no me jodas... -deshice el abrazo y me aleje cruzando mis brazos. -que sea de chocolate -dije mientras caminaba hacia el supermercado.
-jaja si si, tus deseos son ordenes -corrió detrás de mí para alcanzarme.
Y así comencé a crearme una pequeña rutina, no tuve que decírselo, pero Mad comprendió que lo mejor era no tocar el tema. Tenia claro que no podría correr de mi pasado por siempre, pero por ahora era lo mejor, de cierto modo agradecía que el no me hubiera dejado sola en ningún momento. A veces me sentía un poco culpable ya que gastaba todo su tiempo libre en mí, en vez de usarlo para conocer a alguien...o hacer algo que le gustara.
-oye Mad -traté de llamar su atención.
- ¿sí? -me respondió sin voltear a verme, estaba ocupado decidiendo que cereal llevar.
-has pensado en...no sé, ¿conseguirte una novia? -desvié un poco la mirada.
- jaja ¿Qué dices? ¿Porque tan de repente? -volteó a verme algo confundido.
-bueno... Estaba pensado que sería bueno para ti pasar el tiempo con alguien...eres un buen tipo y esas cosas...
-jaja en serio ¿Qué pasa contigo? Estoy bien así ¿ok? Además, no queremos que la pequeña Alex se sienta sola -despeinó mi cabello nuevamente. Como odiaba que hiciera eso.
-olvídalo...si quieres morir virgen es problema tuyo -negué con la cabeza, algo fastidiada.
- ¡¿Qué dijiste?! ¡pequeña mocosa! -exclamó sonrojado y molesto mientras me apuntaba con la caja de cereal que sostenía su mano.
-lo que oíste -tome la caja con la que me apuntaba y la coloque dentro del carrito. Me aleje con este dejándolo parado en aquel pasillo.
- ¡vuelve aquí! -exigió y corrió detrás de mí.
Aunque fingiera estar molesta, por dentro apreciaba estos pequeños momentos, el tonto sabia como divertirme de vez en cuando.
Después de pagar, nos dirigíamos a casa finalmente cuando se le ocurrió que desviarnos era una buena idea
-mmm... ¿podría esperarte en el auto? -dije sin ánimos.
- ¿de qué hablas? Vamos, te comprare helado, será rápido -sonrió mientras bajaba del auto.
-mmm...-asentí de mala gana y bajé para acompañarlo. Entró a una pequeña plaza. ¿Cuánto tiempo había pasado en casa? Esa plaza no estaba allí...había tantas cosas nuevas...tantas cosas que me había perdido.
-Alex, ¿quisieras esperarme aquí? Puedes ver las tiendas mientras esperas, te traeré tu helado después, solo debo recoger unas cosas.
-esta bien...no tardes tanto -dije mientras buscaba un lugar tranquilo.
-vale, volveré pronto, pórtate bien -me guiñó un ojo con su sonrisa tonta de siempre y se alejó poco a poco hasta que lo perdí de vista.
Busqué un sitio donde relajarme. Llegué a un café con una pequeña terraza, no parecía haber mucha gente. Sin pensarlo dos veces me acerqué a aquel lugar.
-buenos días -me saludó una chica de cabello castaño con una gran sonrisa mientras yo tomaba asiento. -¿puedo tomar su orden? -sacó una pequeña libreta y una pluma. La miré por un momento, no era muy alta, su piel tenia una ligera tonalidad morena y un cabello rizado.
-ah...seguro, solo quiero ordenar un café negro -dije saliendo de mis pensamientos.
-en un momento le traigo su orden -sonrió y se alejó hacia la barra. Su expresión era bastante tranquila. Tarareaba mientras preparaba mi café.
El lugar tenia una vista agradable. Tal vez se debía a la hora, porque no había tanta gente, había algunas tiendas de ropa, otras de maquillaje y algunas más de comida...me preguntaba cuántas cosas más habrían colocado durante el tiempo que había pasado encerrada en casa, ni siquiera veía las noticias...o leía los periódicos, eso ahora me hacia sentir como una completa ignorante, debería pedirle a Mad que me mantuviera al tanto de vez en cuando.
-aquí tiene su orden -se acercó a mí la misma chica, colocó una taza de café frente a mi y un plato con una rebanada de... ¿pastel?
-am disculpa...yo no ordene esto -le dije señalando el pastel. -solo pedí el...
-es cortesía de la casa -me interrumpió mientras me sonreía- que lo disfrute -finalizó y se alejó de mi.
- ¿cortesía? -voltee para mirar a mi alrededor, pero solo había un par de chicos sentados a unas mesas lejos de mí, los cuales me sonrieron al notar mi mirada- ni de chiste...-volví a acomodarme sobre mi lugar observando aquel trozo de pastel frente a mi, no era muy fan de las cosas dulces...pero al diablo...-tomé mi cuchara y di el primer bocado...- ¿Qué diablos? -mis ojos se abrieron de par en par. Di otro bocado...y otro más...¿Por qué estaba tan bueno? Tenia un ligero sabor a café, pero no era amargo, mas bien era algo dulce, su consistencia era cremosa y suave a la vez. No terminaba de descifrar todos los ingredientes, solo lo comí hasta terminarlo. Por supuesto dejé mi café para el final. El café siempre me ayudaba a relajarme. Lo bebí en silencio, unos momentos mas tardes recibí un mensaje de Mad. Había terminado y me estaba buscando para ir a casa. Llamé a la mesera para pedir mi cuenta, la cual coloco en una pequeña charola frente a mí. Levanté el pequeño papel y debajo había uno más pequeño doblado por la mitad, lo tomé y al abrirlo había un pequeño mensaje "te veías algo desanimada, espero que el pastel ayudara a animarte un poco" voltee nuevamente pero no había nadie. Saque dinero de mi chaqueta y lo coloque en la charola. Tomé la nota y la guarde en mi bolsillo. Después de dar las gracias salí de aquel lugar para encontrarme con Mad.
-ahí estas -me dijo sonriendo. -¿podrías ayudarme? -traía unas cuantas cajas.
-¿Qué es todo esto? -le pregunte mientras le ayudaba a cargarlas.
-oh, son solo algunas cosas que compre, videojuegos y figuras...ya sabes.
- ¿algunas cosas? ¿No son muchas cajas? -alce mi ceja.
-hey...no me juzgues -hizo un pequeño puchero.
-bien bien, no es de mi incumbencia en que gastes tu dinero.
- ¿quieres comer algo antes de irnos?
-Estoy bien comí algo hace un rato.
- ¿sí? -me miró extrañado. -mm, vale, vayamos por tu helado y volvamos a casa, quiero acomodar esto en mi estante -sonrió emocionado.
- no hace falta... ¿necesitas ayuda...?
-... ¡claro! -sonrió emocionado. -¡pidamos pizza! Y podemos ver algunas películas o podemos probar los juegos que compre.
-jaja...tranquilo tigre, tenemos todo el día.
Repentinamente me encontraba de buen humor ¿Por qué? Bueno no importa, no quería agobiarme tratando de buscarle sentido a todo.
Pase la tarde en casa de Mad, armando estantes y pegando repisas para poner sus figuras, bromeando, escuchando música, jugando y comiendo pizza hasta no poder más, como...en los viejos tiempos, rayos...había olvidado lo divertido que era todo esto. El tiempo se pasó volando, cuando nos dimos cuenta ya pasaban de las 6, quería terminar el día con una ducha y una taza de café.
-bueno Mad, ya es hora de ir a casa -me levante del suelo y coloqué el mando de la consola sobre la mesita de centro- ah...fue tan divertido-me estire un poco- podríamos repetirlo... ¿no?
-claro que si...cuando quieras, sabes que no necesitas invitación para venir a mi cueva -esto ultimo lo dijo mientras hacia una pose graciosa.
-bien jaja...me lo pensare -busqué mi chaqueta y mi celular- por ahora solo quiero relajarme un poco -sonreí levemente.
-te llevare a casa -dijo mientras buscaba sus llaves.
-ah...está bien, quería caminar un poco...y ya sabes no esta tan lejos jaja.
- ¿segura? Sabes que no es problema...
-tranquilo, caminar no me hará daño ¿sabes? -bromee un poco.
-lo sé, pero...
-tranquilo papá, te llamare cuando llegue -lo abrace para despedirme.
-ve con cuidado...-se despidió un poco inseguro.
Después de salir de su casa caminé despacio hacia la mía. Puse un poco de atención al camino, había algunas cosas que habían cambiado...era de imaginarse, tiendas nuevas, algunos puestos callejeros...había una nueva fuente en el parque, habían pintado las bancas. Contemplé hasta los detalles mas pequeños...me hicieron sentir algo de nostalgia, pero eran cosas que no podía evitar, la vida debía seguir...finalmente llegué a casa. Encendí el estéreo de la sala y puse un poco de música. Le mande un mensaje a Mad para avisarle que estaba en casa y boté mi celular en el sofá.+ Subí el volumen de la música y me dirigí al baño. Llené la tina mientras tarareaba un poco, una vez lista, quite mi ropa y me dispuse a entrar en la tina. Solté un pequeño suspiro al sentir el calor del agua en mi cuerpo, cerré lentamente mis ojos, disfrutando de la música. -¿hace cuando no me relajaba así? -Dije para mi misma.
Estuve cerca de unos 20 minutos dentro de la tina, sequé mi cuerpo y me puse ropa mas cómoda, caminé hasta la cocina para prepararme un café. Una vez listo lleve mi taza hasta la sala, tomé mi teléfono mientras le daba un sorbo a mi café, solo tenía un mensaje de Mad que decidí ignorar por el momento.
Sonreí para mi misma y me estiré un poco. Termine mi café y apagué la música. Apenas pasaban de las 9, pero estaba tan relajada que no tendría problema para dormir ahora mismo. Fui hacia mi habitación y me recosté en mi cama.
-¿realmente puedo tener una vida normal ahora...? -mordí un poco mi labio y me dispuse a dormir.
A la mañana siguiente me desperté temprano, con la energía suficiente para salir a correr, di un par de vueltas por el parque y al regresar me di una ducha fría y me arregle un poco, algo sencillo...solo unos jeans azules y una sudadera, mi cabello había crecido lo suficiente para amarrarlo, pero preferí solo usar una gorra, después lo arreglaría.
Tomé mi celular, mis audífonos y las llaves de casa, me dirigía a aquella plaza que había visitado junto a Mad el día de ayer. Conecte mis audífonos y abrí mi lista de reproducción, la puse en aleatorio y comenzó a sonar "Flashed Junk Mind de Milky Chance" caminé alrededor de unos 25mts. me detenía de vez en cuando frente a alguna tienda nueva que me parecía interesante, hasta que finalmente llegue a aquella plaza, no tarde en encontrar la cafetería. La verdad es que a simple vista se veía muy sencilla. Tenía al menos tres mesas pequeñas afuera adornadas con un florero al centro. Dentro del lugar había otro par de mesas y una barra al centro donde se exhibían algunos postres como panecillos y galletas. Acomodadas en pequeñas repisas se encontraban las tazas y demás cosas que se ocupaban. El lugar lucia acogedor, tomé asiento en una de las mesas de afuera nuevamente, desconecte mis audífonos y unos minutos mas tarde se acercó la chica castaña que me había atendido anteriormente.
-bienvenida nuevamente -me dedicó una sonrisa- ¿puedo tomar su orden? -dijo tomando su libreta.
-hola...podrías traerme una taza de café negro ¿por favor?
-claro, en un momento traeré tu orden -se dio la vuelta y entró para dejar mi orden.
El clima era agradable los rayos del sol calentaban lentamente mi piel, mientras el aroma a café y galletas recién orneadas me ayudaban a relajarme, unos momentos mas tarde me hicieron llegar mi café acompañado nuevamente de una porción de aquel pastel. Alcé una ceja en muestra de mi confusión, pero aquella chica solo me sonrió y puso su dedo índice sobre sus labios al mismo tiempo que me guiñaba un ojo y se retiraba para atender al resto de clientes, admito que eso me dejo un poco confundida, pero lo dejaría para mas tarde, mi estomago me exigía comenzar a degustar aquel pastel, me tome mi tiempo, revisaba mi celular de vez en cuando, bebía mi café y me perdía algunos instantes al ver a la gente pasar frente a mí.
- ¿todo bien señorita? -se acercó la mesera sacándome de mis pensamientos- ¿necesita algo más?
-ah...esta todo bien, gracias em...
-me alegra oír eso, por favor tome su tiempo, no dude en llamarme si necesita algo -me sonrió dulcemente-
-ah...bueno en realidad -como un impulso la tome de la muñeca- me gustaría ordenar un poco de este pastel...para llevar por favor -solté su mano- y la cuenta -añadí-
- claro que sí, pediré que lo pongan en una charola, un momento por favor- la seguí con la mirada, pero la perdí cuando cruzó la puerta que seguramente llevaba hasta la cocina. Después de unos minutos salió con una sonrisa y una pequeña charola en la mano. Caminó de regreso a mi- aquí tiene señorita -la coloco frente a mi junto con mi cuenta-
-muchas gracias mmm....-busqué en su uniforme algún gafete pero no había ninguno-
-mi nombre es June...-sonrió mientras recogía mi taza vacía-
-ah, muchas gracias señorita June -sonreí- dígame, ¿este pastel lo compran en algún lado?
-oh no, es hecho en casa, me alegra que sea de su agrado -respondió emocionada-
-vaya...en ese caso debo felicitarles por este delicioso pastel -dije al mismo tiempo que me levantaba y colocaba el dinero sobre la mesa- muchas gracias -tomé mis cosas dispuesta a salir.
-que tenga un buen día, vuelva pronto -hizo una pequeña reverencia-
Ahora bien... ¿qué debería hacer? Ya me había ejercitado un poco, había desayunado...tenía este delicioso pastel...
-¿Alex? ¡Hey! ¡Alex! -una voz femenina llamaba mi atención-
-me giré despacio para quedar frente a frente con una chica delgada, de piel ligeramente bronceada, cabello negro que le llegaba un poco más abajo de los hombros, que me saludaba emocionada- ¿Ali...?
-Alex, de verdad eras tu -me plantó un beso en la mejilla, aunque demasiado cerca de los labios.
-Ali...cuanto tiempo -trague saliva.
-¿Qué pasa con esa expresión? ¿no estas feliz de verme? -hizo un pequeño puchero.
-lo siento, es solo que estaba algo sorprendida, no esperaba encontrarte en un lugar como este -admití-
-te perdí el rastro después de aquella noche -me sujeto posesivamente del brazo- dijiste que me llamarías -me miró algo molesta.
-lo siento yo...creo que perdí tu numero -mentí-
-si claro -rodó los ojos- tu y ese chico...desaparecieron totalmente, pudiste almenos dejarme una nota ¿no?... pero ¿sabes? hoy no voy a dejarte ir tan fácil -se aferró más a mi.
-¿ah...? oye.. ¿Qué haces? -estaba siendo arrastrada fuera de la plaza- hey...Ali...espera un momento -trataba de resistirme inútilmente.
-nada de eso, no voy a escuchar tus pretextos -fingió ignorarme hasta que llegamos a su camioneta- ahora bien...-me acorraló contra el coche- tendré que castigarte por haber desaparecido...-se relamió los labios-
-ah...Ali escucha, lo siento ¿bien? No era mi intención...-dije nerviosa, pero ella simplemente me ignoraba, quitó la charola de mis manos y la coloco sobre el capo del auto para eliminar la distancia entre nosotras. Abrí sorprendida los ojos al sentir una sensación suave y cálida sobre mis labios estaba... ¿besándome? Trató de profundizar el beso, pero yo no se lo permití, trate de empujarla inútilmente, ella solo se aferró mas a mi cuerpo, mordió con un poco de fuerza mi labio inferior, aprovechando la brecha e introduciendo su lengua en mi boca, esa sanción húmeda y caliente...exploraba mi boca sin ningún pudor, trató de introducir su mano debajo de mi sudadera, pero en un ultimo intento de empujarla, pude alejarla de mi finalmente-
-¡dije que te detuvieras...! -exclamé algo molesta- ¿Cuál es tu problema...? -limpie el pequeño rastro de saliva que había dejado en mis labios-
-¿Qué? ¿Qué ocurre contigo? -me miró confundida-
-¿conmigo? ¡Fuiste tu quien se me lanzo encima!
-sabía que estarías sorprendida... ¿pero porque te molestas? Te extrañe tanto y aun así tu...-sus ojos se volvieron un poco vidriosos-
-Ali...yo...-respire hondo- lo siento, en serio...no debí reaccionar de esa manera, pero tu...no tendrías que haber hecho esto desde un principio -la mire fijamente-
-¿Por qué? ¿acaso no me extrañaste? -se acercó para tomar mi mano, aunque yo la retiré- no tienes porque estar a la defensiva, no voy a hacerte daño...-nuevamente estaba sobre mi- lo ultimo que quiero es lastimarte, aunque...si me gustaría degustar un poco mas tus labios -me susurro- estoy de paso por la ciudad, mi hotel no esta tan lejos, porque no me acompañas... ¿y bebemos algo? -me arrastró lentamente hasta estar cerca del auto nuevamente- ¿por favor?
Continuara....