Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Joven y el Fénix por TidsoptimistMF

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!

Aqui vengo a dejar el tercer capitulo, espero lo disfruten!

 

A la mañana siguiente Baekhyun se levantó más temprano que de costumbre. El sol ni siquiera pensaba en asomarse, cuando dejó a su sobrino en brazos de su madre y se aventuró en la fría mañana con un canasto a cuestas.

Ese día no sólo recogería leña, sino también castañas.

Cuando era pequeño su abuela le había enseñado hacer hotteok, una especie de panqueque relleno de dulce de castañas; su dulce favorito. Claro que no tenía todos los ingredientes, pero al menos podía preparar el dulce de castañas y regalárselo a Chanyeol en forma de agradecimiento por la ayuda que le había dado el día anterior.

Estaba seguro que le iba a gustar.

Ya que los árboles de castañas se encontraban lejos de la aldea, decidió ir recogiendo leña a medida que iba hacia ellos, para así aprovechar el tiempo. Si se apuraba alcanzaría pasar al templo a su regreso y ver a Chanyeol antes de que anocheciera.

Con eso en mente y una sonrisa en su rostro, Baekhyun se internó en el bosque.

 

***

 

Chanyeol estaba nervioso.

Solo cuando había sido joven se había sentido así de ansioso y eso fue hace décadas. Literalmente.

Esa inquietud recorriéndole el cuerpo, sus ojos volviendo a rondar el templo sin ver el conocido cuerpo encorvado de Baekhyun, sus manos arrastrándose por la nieve cuando no estaba seguro por donde pisar, su gesto de alivio cuando tocaba el templo.

Ya era mediodía y su pelinegra cabellera no se hacía presente.

Cruzándose de brazos, se sentó en el suelo enfurruñado, la nieve derritiéndose a su alrededor, su cuerpo irradiando su frustración en olas de calor.

¿Lo habría asustado?

No, Baekhyun le había dicho ayer que no le tenía miedo. Aun sabiendo que era un dios, él no había mostrado signos de querer apartarse, es más, por voluntad propia Baekhyun había estirado sus brazos para conocerlo, para tocarlo.

Aunque ahora Chanyeol había adoptado una forma humana, bien podía recordar la sensación de los dedos de Baekhyun recorriendo su plumaje, conociendo su forma original. Sus dedos tan finos, tan fríos, ásperos por la inclemencia del clima, pero aun así tan amables. Reconfortantes.

Había cedido ante su toque, antes sus palabras y acciones, hasta que al final le había pedido que fuera su amigo, ¿Y cómo le correspondía?

Dejándolo abandonado. 

Debería estar furioso, indignado por su comportamiento hacia él, un ser alado, pero en vez de eso no podía evitar sentirse preocupado.

Negó con la cabeza.

- ¿Qué me sucede?- espetó de repente, el sonido silbante del viento siendo su única respuesta.

Tamborileó los dedos sobre su rodilla, su mentón apoyado en la otra mano.

Era sólo un humano, había conocido muchos en su vida, ninguno había merecido su completa atención. ¿Por qué ahora era diferente?

Baekhyun tenía algo especial, de eso no había duda. Tal vez su testarudez y tesón lo habían asombrado, su buen corazón por buscar una manta para su sobrino, o tal vez simplemente, porque era con la primera persona que tenía una conversación decente.

Sin deseos, sin codicia, sólo una conversación normal

Frunció el ceño. Levantándose de su lugar, decidió adoptar la forma de una ave para recorrer el bosque, tal vez de esa forma lo encontraba.

Dejando que sus poderes lo rodearan, llamas de fuego ardiendo a su alrededor lanzando chispas hasta que adoptó la forma de un pequeño ave fénix. Su forma original era más grande y majestuosa, pero al querer pasar desapercibido decidió tomar el tamaño de un águila.

Alzando el vuelo, comenzó a recorrer los alrededores del templo sin tener mayor éxito y cuando revisó que en la aldea tampoco había rastro de Baekhyun, decidió comenzar a alejarse, la ansiedad que tenía en su pecho aumentando cada vez un poquito más.

Por su parte, Baekhyun se encontraba entre medio de los castaños, ajeno a la preocupación que había causado en el joven Fénix.

Secándose el sudor de la frente, continuó buscando castañas con sus manos ya rojas y congeladas por el hielo. Ya había recolectado una buena cantidad de leña, así que se podía dedicar completamente al labor de recolectar castañas. Quería juntar muchas, así también podía hacer algunas asadas para su familia y para su amigo Jongin. Gracias a él es que su sobrino aún vivía, la leche que les proporcionaba siendo vital, de otra forma no sabía cómo lo habrían alimentado.

Aun sabiendo los riesgos, su amigo lo había ayudado.

Baekhyun era un paria en su aldea, nadie se le acercaba por temor a recibir el mismo castigo que él había tenido que soportar. Su desobediencia era visto con ojos temerosos por los aldeanos y Baekhyun no los culpaba por no querer acercarse a él. Lo había aceptado desde el momento en que alzó su voz, junto a las consecuencias de sus actos.

Había seguido sus impulsos sabiendo lo que vendría.

Aun así y pese a todo, Jongin le había extendido una mano amable, eso sí, siempre bajo las sombras de la noche para no ser descubierto y no terminar como un paria más de la aldea.

Y Baekhyun se lo agradecía enormemente.

No soportaría que su amigo sufriera las mismas consecuencias que él solo por ayudarlo, así que el que se mantuviera oculto era un alivio para él. Ya pensaría después como le iba a entregar las castañas para así no ser descubierto.

- Tal vez lo mejor sea asarlas lejos de la aldea- pensó, formando su plan desde ya.

Sin percatarse del tiempo, Baekhyun siguió dedicándose completamente a su tarea. Para su desilusión no habían tantas castañas como a él le hubiera gustado y después de un buen rato de moverse de aquí para allá sólo había logrado cubrir el fondo de su canasto y un poco más. Con suerte podría hacer el dulce que tenía planeado para Chanyeol y tal vez podrían sobrar un par para Jongin. Era muy poco.

Arremangándose las mangas se impulsó a seguir adentrándose entre los árboles en busca de más castañas.

- Unas pocas más y me marcho- Se dijo siguiendo su búsqueda.

Estaba en eso, cuando de repente un viento poderoso lo impactó de lleno haciéndolo perder el equilibrio, botando parte de su cargamento, él cayendo también.

-¡Con que aquí estas!

Fuerte y furiosa, la voz de Chanyeol retumbó en los alrededores, unas aves alzaron el vuelo a lo lejos espantadas por su enojo. El aire chispeaba alrededor del dios, su forma humana en todo su esplendor, el hanbok flotando a su alrededor.

Se veía imponente y peligroso a la vez. 

De espaldas a él, Baekhyun parecía confundido y sorprendido.

- ¿Mi señor? ¿Qué hace aquí?

Chanyeol bufó, sus ojos ardiendo en llamas.

- Yo debería preguntar eso, ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no has aparecido en el templo?

Aunque no lo podía ver, Baekhyun notaba el enojo que envolvía cada palabra que pronunciaba Chanyeol. Guiado por su voz, se giró hasta quedar frente a él, notando el haz rojo que se formaba frente a sus ojos.

- Lamento no haber pasado al templo, mi señor, pensaba ir al regresar de mi incursión…

- ¡Mentira!- rugió Chanyeol, poseído por la frustración y la rabia. Había estado tan preocupado, había pensado que estaba lastimado, hasta creyó que algún ladrón lo había secuestrado. Había hablado con cada árbol que vio, cada ave, conejo y animal que se le pasó en frente para saber su paradero, para sólo encontrarlo ahí, recogiendo castañas.

Estaba tan molesto y lo peor es que no sabía si su enojo era consigo mismo por haberse preocupado demás por un humano, o con Baekhyun. Ante su egoísmo prefirió culpar a Baekhyun.

- No es mentira, mi señor. Sólo vine a recoger castañas…

-¿Por qué?

- Quería hacerle un regalo- respondió con sinceridad- Quería agradecerle por la ayuda que me brindó ayer

Chanyeol sintió por un momento su ira flaquear.

- ¿Entonces no huías?

- ¿Por qué huiría?

La confusión en el rostro de Baekhyun era tan evidente, que Chanyeol se dio cuenta que el joven no mentía y que todos sus miedos y preocupaciones habían sido mera creación de su perversa mente.

- Estaba preocupado…- sentenció finalmente- No vuelvas a irte así sin avisarme

- Si, mi señor

- Y también deja de decirme señor

- ¿Cómo quiere que lo llame entonces?

- Por mi nombre. Eres mi amigo ahora, eso te da derecho a pronunciarlo

Baekhyun dudó por un segundo, pero finalmente asintió.

- Esta bien, Chanyeol

Suave como una caricia, escuchar su nombre pronunciado por los labios de Baekhyun causó un revuelo en el pecho del joven fénix. Sintió su cara arder y como miles de fuegos artificiales explotaban en su pecho inundándolo de sensaciones que nunca antes había sentido.

Turbado como estaba, no se percató de que Baekhyun se acercaba, hasta que sus fríos dedos rozaron su piel, alertándolo.

- Tus manos… están congeladas- pronunció, viendo lo rojas que estaban llegando a ser un poco violeta en las puntas.

- Es parte del proceso de buscar castañas en medio de la nieve

- No me gusta…no me gusta que te dañes así. No necesitas hacerme ningún regalo Baekhyun, si quieres agradecerme solo ven a verme al templo todos los días y conversa conmigo- dijo con sinceridad Chanyeol mientras con sus grandes manos rodeaba las pequeñas manos de Baekhyun y hacía uso de su poder, el calor irradiando de ellas descongelando las contrarias.

 Baekhyun sintió que su cuerpo se calentaba, tanto por los poderes de Chanyeol como por sus palabras.

- Esta bien, solo si me dejas prepararte el dulce de castañas. Sólo debo recoger las que cayeron de mi canasto, así que no me haré más daño- le aseguró, sonriendo.

Chanyeol se vio tentado de soltar una carcajada. De verdad la testarudez de Baekhyun no tenía precedentes, pero le gustaba. Le gustaba también que quisiera cocinar algo para él.

- Sólo por esta vez- accedió y la brillante sonrisa de Baekhyun fue suficiente para desarmarlo.

Baekhyun se separó para ir en busca de las castañas, pero tan pronto lo hizo Chanyeol lo agarró de una de sus manos, deteniéndolo.

- Yo te guiaré- fue todo lo que dijo.

Rodeando la pequeña mano de Baekhyun con la suya, lo llevó al lugar donde las castañas habían caído y hasta se agachó para ayudarlo a recogerlas. No había mentido cuando dijo que no le gustaba que se lastimara y ayudarlo era la mejor forma para terminar ese trabajo pronto.

 

 

 

Desde ese día, Baekhyun comenzó a visitar el templo después de recolectar la leña y se quedaba el resto de la tarde conversando con Chanyeol. Cada vez que llegaba, el dios abrigaba sus manos con las suyas y las hacía entrar en calor mientras conversaban de trivialidades.

Baekhyun le había contado sobre su niñez, sobre las historias que su abuela le había relatado y Chanyeol quedó bastante intrigado cuando supo la historia del fénix que lo había precedido.

- Eso fue más o menos cuando yo nací- comentó después de que Baekhyun terminara la historia.

- Pero eso fue hace más de 90 años atrás- expresó Baekhyun asombrado.

- Noventa y dos, para ser más exactos- respondió Chanyeol orgulloso-¿Por qué te asombras tanto?

- No suenas como alguien de esa edad…

Chanyeol rio de buena gana ante su comentario.

- Eso es porque no envejezco tan rápido. Como fénix puedo vivir hasta 500 años

- Eso es mucho tiempo

- Demasiado- aceptó Chanyeol

- Debe ser muy solitario vivir quinientos años sin nadie a tu lado

Chanyeol se encogió de hombros.

- Trato no pensar en ello, además, ahora no estoy solo- contestó, una pequeña llama brillando en sus ojos mientras sonreía con calidez hacia Baekhyun.

- Si, pero no creo poder vivir cuatrocientos años más

- ¿Estás seguro? Nunca subestimes los poderes de un fénix- tarareó, sin embargo después de eso cambió de tema, dejando a Baekhyun intrigado.

Nunca supo si las palabras de Chanyeol eran ciertas y si realmente era capaz de alargar la vida de un ser humano, pero tampoco es que tuviera mayor interés en ello. Era demasiado ajeno y extraño para él pensar que podía vivir más, por lo que prefería aprovechar su presente en vez de preocuparse por el futuro.

Quería conocer más a Chanyeol, disfrutar de sus conversaciones y caminatas por el bosque, y hasta escucharlo alabar su comida.

Si, ahora también le cocinaba.

Después de que le había llevado el dulce de castañas, Chanyeol le había gustado tanto que le había pedido que le hiciera más. El mismo fénix había partido en busca de castañas y lo había llevado a su cueva para que preparara ahí mismo el dulce.

 Baekhyun no podía evitar sonreír cada vez que recordaba la intensa mirada de Chanyeol sobre sus manos (si, era tan intensa que no era necesaria la vista para saberlo), a la vez de sus preguntas queriendo saber todo, igual que un niño de cinco años. Hasta hoy en día cada vez que Baekhyun cocinaba, Chanyeol le preguntaba algo.

Baekhyun aún no estaba muy seguro de donde Chanyeol sacaba los ingredientes. Siempre traía alguna verdura distinta, a veces le había llevado carne, otras pollo y conejo, lo único que no cambiaba era el arroz. Y bueno, castañas.

Ese era su postre favorito.

- ¿Nunca te cansas de comer castañas?

Ese día, aprovechando el buen clima y que las temperaturas eran más agradables, habían ido a un riachuelo montaña arriba, a pescar. Sentado en una roca, Baekhyun mantenía en sus manos una prosaica caña de pescar hecha de una vara larga e hilo, esperando que algún pez captara el señuelo. Sentado en una roca cercana, Chanyeol lo imitaba.

- No, me gustan las castañas

- Se hacer dulces rellenos de poroto rojo, por si quieres cambiar

Chanyeol frunció la nariz.

- No gracias, prefiero castañas

- ¿Y piñones?

- Tampoco

Baekhyun sonrió, divertido. Chanyeol podía tener noventa y dos años, pero era realmente un crío para algunas cosas.

- Deberías probar cosas nuevas Chanyeol, te podrían sorprender

- ¿Para qué quiero sorpresas si ya estoy bien con lo que tengo?

Baekhyun negó con la cabeza, no había caso.

- Si te hago galletas con piñones, ¿te las comerías?

- Sólo si también hay dulce de castañas

Baekhyun rio, su risa sonando refrescante al lado del arroyo. Chanyeol lo miró embobado. Le gustaba la risa de Baekhyun, tan clara y alegre que hacían eco en su pecho trayendo esa sensación de mariposas revoloteando en su interior. Por él grabaría esa imagen a fuego en su memoria, Baekhyun riendo al lado del río mientras el reflejo del agua lanzaba destellos sobre su blanquecina piel.

Lo único que lo atormentaba y no le gustaba, eran las vendas que Baekhyun usaba sobre sus ojos.

Se preguntaba cómo serían, como sería ver los ojos de Baekhyun transmitir esa felicidad que solo su boca podía mostrar.

- Baekhyun, ¿algún día me dejarás ver tus ojos?

La pregunta tomó por sorpresa al joven y su sonrisa se cerró hasta quedar en un suave gesto nostálgico.

- ¿Por qué quieres verlos? No es nada del otro mundo y de todas formas no los puedo usar…

- Quiero saber cómo es tu rostro sin las vendas

Baekhyun torció el gesto. De algo que estaba seguro es que su rostro no se vería mejor si se sacaba las vendas, de hecho era todo lo contrario.

- No es agradable de ver, Chanyeol

- ¿Por qué?

Baekhyun inspiró con fuerza y suspiró rendido.

- Yo…no nací ciego Chanyeol. Mi vista la perdí por otras…circunstancias.

Algo en el interior de Chanyeol se empezó a inquietar. El tono, la postura, la forma en que Baekhyun pensaba antes de hablar le indicaban que fuera lo que había sucedido, no era nada bueno. Ni un poco.

- ¿Qué circunstancias?- siseó sin poder contener la inminente ira que estaba aflorando en su pecho.

- No es necesario recordarlo…

-¡¿Qué fue Baekhyun?! ¡¿O debería preguntar quién?!- bramó Chanyeol perdiendo la calma, con sólo si quiera imaginar que alguien había osado lastimar de esa forma a Baekhyun, a SU Baekhyun.

El joven se estremeció ante sus palabras y agachó la mirada apenado.

- No quiero hablar de ello- dijo finalmente- Chanyeol, por favor olvídalo

En ese instante Chanyeol realmente quería destruir algo, tomar la roca en la que estaba sentado y lanzarla lejos para liberar aunque fuera un poco el malestar y la impotencia que lo embargaba. Sin embargo se contuvo, no quería asustar a Baekhyun.

Bufando y mordiendo su rabia, se cruzó de brazos y piernas sobre la roca.

- ¿Estas molesto?

- Molesto es poco para definir lo que siento

- Chanyeol eso ya es pasado y no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo. Enojarse no mejorará las cosas, además yo estoy…

- ¡No te atrevas a decirme que estas bien con eso!- lo interrumpió Chanyeol, parándose de una, el agua salpicando a su alrededor - No te atrevas a mentirme cuando he visto tus manos llenas de heridas, partidas por el frío porque no tienes otra forma de guiarte y buscar leña, he visto cómo te caes y tropiezas con raíces, hasta chocas con árboles dejándote la nariz roja y marcas en la frente. Te he visto Baekhyun como te cercioras y una y otra vez las cosas que tienes en las manos tratando de descubrir lo que son…así que no me mientas, ni me digas que estas bien cuando he visto cómo has luchado para intentar sobrevivir con algo que te fue arrebatado.

Chanyeol estaba colérico con la situación, y ahora aún más disgustado, pero consigo mismo. Recién ahora, después de todo su discurso, se dio cuenta de cuan consciente había sido todo ese tiempo de las limitaciones de Baekhyun, pero nunca había imaginado que su ceguera había sido causada…hasta ahora.

¡Qué tonto había sido!

¡Qué ciego!

Baekhyun apretó los labios en una fina línea sin saber que decir. No tenía forma de contra argumentar eso, pero tampoco encontraba alguna palabra que decir o cómo actuar después de que las palabras de Chanyeol habían sido tan dolorosamente reales.

- Baekhyun, déjame ayudarte- dijo finalmente Chanyeol, sintiendo que un poco de su rabia se controlaba después de liberar su frustración- Yo puedo curar tus ojos, ahora que sé que están heridos yo puedo…

- No

Chanyeol lo miró desconcertado.

- ¿Por qué?

- Porque sería egoísta. Tus poderes debes utilizarlos en gente que realmente lo necesita, yo obtuve esto por mis actos, es mi castigo. No es algo que se deba borrar.

Chanyeol apretó sus puños con furia. Quería gritar de impotencia, pero se contuvo.

Quería zamarrear a Baekhyun y hacerlo entrar en razón, pero sabía que no sacaría nada. Conocía la testarudez del hombre y sabía que nada de lo que él dijera, podría hacerlo cambiar de opinión.

- No estoy de acuerdo- soltó al final- Pero respetaré tu decisión

- Gracias

Si Baekhyun hubiera tenido su vista, tal vez, sólo tal vez, habría reconsiderado su opinión.

Porque al ver los ojos de Chanyeol habría visto el dolor con que el fénix aceptaba su decisión.

 

 

Notas finales:

Debo decirlo, cada vez me gusta mas y mas esta historia. El ambiente y el como se va formando la amistad entre Baekhyun y Chanyeol, hacen que quiera seguir escribiendo aún más sobre ellos.

El proximo capitulo se viene de lo bueno 1313

Que? No esperan que sean solo conversaciones y castañas, o si?

Nos vemos en la proxima actualizacion!!

Gracias por leer!! <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).