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El Joven y el Fénix por TidsoptimistMF

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Notas del capitulo:

Hola!

Aqui vengo con el nuevo capitulo, espero que lo disfruten, se viene interesante 1313

 

Era tarde. La luna llena alumbraba los campos reflejándose en la blanca nieve dando ese característico color azulado. La aldea se encontraba en silencio, solo una persona se movía sigilosa por la oscuridad, sus pies apenas haciendo ruido al caminar.

Cubierto por un manto grueso de piel de oveja, se encaminó hasta la modesta casa que se encontraba a unos cuantos metros de la suya. Revisando que nadie lo veía, se adentró en la construcción silenciosamente.

Caminando entre medio de los cuerpos dormidos, se deslizó hasta llegar frente a uno en particular.

- Baekhyun- lo llamó en un susurró- Baekhyun despierta

Tratando de no despertar al bebé que tenía en brazos, movió suavemente el hombro de Baekhyun, hasta que lo vio levantar la cabeza, desorientado.

- ¿Qué sucede?

- Baekhyun, soy yo, Jongin. Te he traído la leche para tu sobrino

Desperezándose y entendiendo mejor la situación, Baekhyun se incorporó con cuidado, dejando primero a su sobrino en el suelo para que siguiera durmiendo y no se despertara.

- Muchas gracias

- No me lo agradezcas, esta vez me demoré más en traerla. ¿Tu sobrino pasó hambre?

Baekhyun negó con la cabeza.

- La mezclo con un poco de agua para que dure más- aceptó Baekhyun- Aunque ya mañana iba a estar en problemas, así que llegaste justo a tiempo

Jongin sonrió apenas.

Su piel morena apenas era iluminada por las brasas, su cabello negro largo y desordenado le daba un aspecto salvaje, libre. Jongin amaba correr por los campos, montar a caballo y salir a dar largos paseos, siempre acompañado de su mejor amigo Baekhyun. Ambos eran los menores de su familia, tenían edades similares y disfrutaban explorar el mundo como cualquier muchacho de su edad.

Ver a su amigo con vendas en los ojos, lo hacía enfurecer como llenarse de impotencia por partes iguales. Era injusto el castigo que había recibido, como también como el resto de los aldeanos lo trataban. Baekhyun había luchado por su familia y había obtenido ese castigo, eso no debería ser signo de vergüenza, sino de orgullo.

De respeto.

Lo peor es que Jongin también se sentía mal al tener que ocultarse en las sombras para llevar algo de leche. Se sentía como un traidor de sus propias creencias. Un traidor con su amigo.

- Jongin deja de estar enfurruñado- pronunció Baekhyun como si le hubiera leído la mente.

Podría estar ciego, pero conocía bastante bien a Jongin para saber cuándo algo le molestaba.

- Sabes que no puedo. Me gustaría poder ayudarte más y en cambio solo puedo verte de lejos. ¿Hay algo que necesites?

- Si, que me des la leche y dejes de molestarte por tonterías

Jongin bufó.

- Mejor quédate quieto, yo la guardo. No vaya a ser que por el sueño la termines derramando

Baekhyun asintió divertido por la actitud de su amigo y mientras Jongin guardaba la leche, él aprovechó de tomar una caja que estaba cerca suyo y sacar una pequeño empaque de tela amarrado con cáñamo al final.

- ¿Qué es eso?¿Acaso es…?

- Tu pago- soltó Baekhyun con una sonrisa en son de broma mientras le extendía la improvisada bolsa.

Pasando por alto la broma, Jongin tomó el paquete con ilusión mientras lo abría para ver su contenido.

- Son castañas asadas- soltó entusiasmado- Gracias

- Siento que en este último tiempo sea lo único que te he podido pasar, pero pronto iré en busca de piñones

- ¿Así que es esto a lo que te dedicas últimamente?- preguntó Jongin llevándose una castaña a la boca.

- ¿A qué te refieres?

- Todos los días sales temprano en dirección al bosque y no regresas hasta el atardecer. Y no me vengas con que solo recoges leña porque eso nadie te lo cree

 Baekhyun se encogió de hombros.

- Si es cierto, voy en busca de castañas

- ¿Y? ¿Hay algo más cierto?

- Y voy al templo- cedió Baekhyun ante la suspicacia de su amigo. Sabía que tarde o temprano le preguntaría y no valía la pena ocultarlo.

-¿Cuál templo? ¿El del fénix?- al ver que Baekhyun asentía, agregó- ¿Y vas todos los días a rezar?

- Si, y tú también deberías hacerlo

Jongin frunció el ceño. Él también había crecido escuchando las historias sobre el santuario y lo importante que era honrarle honores, pero simplemente, el tiempo lo había hecho enfocarse más en el trabajo que ir a orar.

- Probablemente tengas razón- accedió- Es nuestra falta él haber abandonado el santuario, tal como los dioses abandonaron nuestra tierra. ¿Baekhyun crees que logren traerlas de vuelta?

Baekhyun apretó los labios ante la inesperada pregunta. Sin embargo sabía a lo que se refería. Los hombres que habían partido a cazar con la idea de ir luego donde el oficial del gobierno para que les regresaran las mujeres que había tomado bajo custodia por los impuestos no pagados.

- Eso espero, no se cuanto más él pueda resistir

Jongin posó sus ojos en el pequeño bebé.

- Ya está por cumplir dos meses, creo que ha superado lo más difícil. Además ha tenido una excelente madre sustituta- bromeó al final, al tiempo que se levantaba y se alejaba de Baekhyun por si este le lanzaba algún puñetazo.- Ya es hora de que me vaya, nos vemos en la siguiente entrega. Gracias de nuevo por las castañas, estaban deliciosas

Y con ese último adiós, Jongin desapareció, dejando a Baekhyun sólo con el suave crepito de las brasas.

Recostándose en el piso, acercó a su sobrino hacia él, acomodándolo entre sus brazos.

Su pequeño sobrino, su querido Taeyong.

Aún recordaba la primera vez que lo tomó en brazos y vio su pequeña y redondeta cara. Se había jurado así mismo que no dejaría que nada le sucediera, y siendo fiel a esa promesa, lo arropó mejor entre las mantas y deseó, con todas sus fuerzas, que el padre de su sobrino y el resto tuvieran pronto éxito con su hazaña.

 

***

 

Chanyeol estaba nervioso. Ansioso.

Esa horrible sensación cuando estas con la incertidumbre de no saber que esperar, de cómo va a reaccionar.

Tenía una sorpresa para Baekhyun, y no estaba seguro si le iba a gustar. Ni siquiera estaba seguro si lo iba aceptar. Sabía que el hombre tenía su genio y era bastante categórico en ciertas cosas, que lo hacían dudar en si iba a ceder ante su pequeño regalo.

O mejor dicho, sorpresa.

Tratando de quitarse de encima sus preocupaciones, decidió volver a su trabajo. Hace unos días atrás había decidido comenzar a construir su propia casa. Aunque le gustaba la cueva, era húmeda y algo incómoda para recibir visitas. Quería tener un espacio donde Baekhyun se sintiera a gusto, que no tuviera el peligro de golpearse o tropezar con alguna roca, y que además fuera más luminoso. Poder ver a Baekhyun cocinando con claridad y no sólo su silueta iluminada por el fuego.

Sonrió entusiasmado.

Usando como materia prima árboles que se habían caído por tormentas pasadas, comenzó el diseño de su nuevo refugio. Con su fuerza sobrenatural, había llevado los troncos a un claro cerca de su cueva, tampoco es que quisiera alejarse mucho de su antiguo hogar. Con un hacha que había conseguido, cortó los troncos a la longitud deseada, teniendo siempre presente que el espacio debía ser holgado, lo suficiente para que él pudiera estar en cualquiera de sus formas, ya sea humana como fénix, en su tamaño completo. Hasta ahora sólo tenía hecha la base de la casa y varios troncos cortados, listos para ser apilados y dispuestos para formar los muros y las columnas, junto con el suelo.

Si, un piso de madera sonaba mucho más agradable, sobre todo para dormir, así ya no tendría la desagradable sensación de las piedritas clavándose en su espalda.

Estaba tan entusiasmado construyendo su nuevo hogar, cortando madera y dándole forma, que no se dio cuenta que Baekhyun ya había llegado y lo esperaba sentado en una roca. Baekhyun sabía sobre su nuevo refugio y reconocía el sonido del hacha al chocar contra la madera, por lo que sabía que Chanyeol se encontraba trabajando.

A veces se preguntaba cómo era Chanyeol y como se vería trabajando bajo el sol de invierno.

Nunca había tenido una visión muy clara y solo a veces deseaba el poder tener su vista sólo unos segundos para poder verlo. Un solo vistazo a su amigo

- ¡Baekhyun!

El nombrado brincó por el sorpresivo llamado. Tratando de aparentar su vergüenza, levantó su mano y saludó a Chanyeol. El joven fénix dejó sus cosas de lado, y pasándose una mano para quitar el sudor de su frente, se dirigió hasta Baekhyun.

- No quería interrumpir tu trabajo- pronunció al escuchar el movimiento de la tela y los pasos de Chanyeol hacia él.

- No interrumpes nada, sólo estaba avanzando mientras te esperaba- habló Chanyeol, sintiendo de repente que los nervios volvían apoderarse de su persona. Carraspeó tratando de ahuyentar sus miedos y regresar su atención hacia Baekhyun- Hay algo que quería mostrarte

- ¿Qué cosa?

Chanyeol negó con la cabeza por inercia.

- Lo que te que quiero mostrar no está aquí, tienes que seguirme

Baekhyun ladeó su cabeza curioso. No era la primera vez que Chanyeol lo llevaba a conocer algún lugar del bosque y le describía como era al tiempo que tomaba su mano y lo hacía apreciar la diferencia de texturas para que se hiciera una idea del lugar. Sin embargo, era la primera vez que lo notaba algo…apurado.

Inquieto.

De todas formas aceptó. Sintiendo la conocida y cálida sensación de la mano de Chanyeol rodeando la suya, se dejó guiar a través del bosque hacia el nuevo lugar.

Era agradable, le gustaba pasear de esa forma con Chanyeol. Sabía que no lo dejaría caer y tampoco chocar con un árbol, por lo que era en esos momentos que Baekhyun se podía dar el lujo de escuchar con mayor atención el canto de los pájaros a lo lejos, las ramas meciéndose por el viento o el sonido lejano del río. Y por supuesto, sentir la cálida sensación de estar envuelto por la energía de Chanyeol.

Era extraño de explicar, pero innatamente sentía la presencia de Chanyeol, el calor irradiando desde su cuerpo, al punto que no sentía frío, ni siquiera en sus pies. Pero también se sentía conectado a él en formas en que las palabras no podían expresar.

- Ya estamos cerca- avisó Chanyeol después de avanzar un buen trecho en subida.

Baekhyun percibió que entre más se acercaban más calor hacía.

- ¿Chanyeol en dónde estamos?, hace más calor aquí

- Te lo mostraré

Tomando la otra mano de Baekhyun, Chanyeol guio al joven por entre los árboles hasta llegar al lugar deseado. Sonriendo terminó de guiarlo hasta el punto exacto que él quería.

- Bien, ahora necesito que te agaches

Obedeciendo las ordenes de Chanyeol, y sintiendo como el hombre le rodeaba la cintura para protegerlo de cualquier caída, Baekhyun se agachó hasta apoyar sus manos en la nieve. Chanyeol tomó su mano, moviéndola hasta que sus dedos hicieron contacto con algo líquido y tibio.

- Son aguas termales- le susurró Chanyeol contra el oído, su cuerpo reaccionando al acto ante su voz profunda – Las encontré el otro día y pensé que te gustaría probarlas… conmigo

Baekhyun no estaba seguro en ese momento si era por la proximidad del cuerpo de Chanyeol, el calor que irradiaban las aguas termales o sus palabras, que habían hecho que su cuerpo se sintiera más caliente que nunca. Casi sentía que tenía fiebre.

Su cara la sentía roja y un pequeño nerviosismo se empezó a irradiar por todas partes.

- ¿E-estas seguro? No prefieres bañarte tu primero y luego…

- Estoy seguro, la pregunta es si tú quieres-  le consultó mientras lo ayudaba a incorporarse, sus manos nunca dejando las suyas.- Pero antes de que respondas, quiero que sepas también que estas aguas son medicinales. Ayudan a sanar heridas…

- Chanyeol…- comenzó Baekhyun con tono de reproche pero Chanyeol posó sus dedos en sus labios, callándolo.

- No he dicho que las quiten, estas aguas no sanarán tus ojos, pero si van aliviar las molestias y el dolor y las heridas que estén cicatrizando aún sanaran más rápido. Sé que no quieres mi ayuda ni mis poderes, pero al menos…déjame ayudarte de esta forma

Baekhyun apretó los labios al igual como sentía que su pecho se apretaba. La voz de Chanyeol había sonado tan triste… podía notar su frustración y el anhelo de poder hacer algo por él, que finalmente accedió.

- Esta bien- aceptó.

- Entonces, si me permites…- Chanyeol fijó sus grandes ojos en el rostro de Baekhyun mientras posaba sus manos en el borde de su Jeogori, esperando su aprobación.

Baekhyun sintió su cara arder al comprender las palabras de Chanyeol, el nerviosismo ahora corriendo en todo su cuerpo por la anticipación. Asintiendo, accedió a la petición del fénix.

- Hazlo, Chanyeol- pronunció, siendo ahora él quien rodeaba las grande manos del fénix y lo instaba a deslizar la ropa fuera de su cuerpo.

Chanyeol tragó con fuerza, por dentro sintiendo los mismos nervios que Baekhyun, mientras se dejaba guiar y la piel de Baekhyun se iba exponiendo ante sus ojos. Ya había visto una vez su torso desnudo, cuando se vieron por primera vez en el templo. Había visto su espalda dañada, la misma que ahora mostraba marcas rozadas que aún indicaban que buscaban cicatrizar.

Marcas que mostraban la fortaleza del hombre frente suyo.

Sus ojos se deslizaron desde las cicatrices que se vislumbraban en el hombro de Baekhyun hacia el resto de su blanquecino pecho, sus costillas haciéndose presentes. Con cierta satisfacción notó que sus costillas ya no eran tan evidentes como la primera vez que lo vio, su cuerpo luciendo más saludable. Estaba seguro que eso se debía a que Baekhyun ahora comía con él.

Terminó de retirarle la ropa y antes de que Baekhyun pudiera moverse, lo tomó entre sus brazos y lo cargó hasta las termas.

- ¡Chanyeol que haces!¡Tú ropa se va a mojar!- saltó Baekhyun avergonzado y asombrado a la vez.

Chanyeol rio con fuerza, escuchando el rico sonido que venía desde su pecho chocando contra su oído.

- Tranquilo, no quiero que te resfríes esperando a que yo me quite la ropa. Ahora solo disfruta

Baekhyun quiso reprocharle, pero se abstuvo. Él no era el único testarudo. Chanyeol también lo era.

Además tampoco es que tuviera mucho sentido quejarse ahora, cuando el agua ya estaba tocando la punta de sus pies y lentamente seguían cubriendo el resto de su cuerpo.

- Podría haberlo hecho yo mismo- fue lo único que se le ocurrió decir al final, mientras sus pies tocaban ya el fondo y los brazos de Chanyeol lo soltaban.

- Si, pero de este modo me gusta más- rebatió Chanyeol, divertido por poder vencer a Baekhyun- Ahora, ¿Me permites retirar el vendaje de tus ojos?

Su tono se volvió más serio al hacer esa última pregunta y Baekhyun dudó por unos segundos.

- No creo que sea agradable de ver…- pronunció al final. Pero ya había aceptado entrar a esas aguas y si estas lograban apagar aunque fuera, un poco, la sensación quemante que aún se mantenía en estos, sería un gran alivio. – Yo lo haré

Asintiendo, Chanyeol vio como Baekhyun llevó sus manos detrás de su cabeza y desató el nudo que mantenía fijas las vendas. Con suavidad, empezó a desenvolverlas hasta que su piel quedó libre de ellas.

Chanyeol apretó los puños, contuvo un gruñido y agradeció que Baekhyun no lo pudiera ver en ese momento, porque sus ojos eran llamas.

No importaba lo que pensara Baekhyun, no había excusa, NINGUNA, que pudiera justificar tal daño.

Marcado a fuego se veía la forma de una vara sobre sus ojos. Le habían quemado los parpados.

Chanyeol realmente quiso gritar por venganza.

- Chanyeol…

La suave voz de Baekhyun quebró su dolor e hizo que Chanyeol se enfocara solo en él. Su testarudo, preciado y lindo Baekhyun.

Tomando con delicadeza su rostro entre sus manos, Chanyeol se agachó hasta posar sus labios suavemente en cada parpado.

- Eres hermoso…cada parte de ti, lo es- pronunció suave, despacio- Por favor déjame amarte Baekhyun

Las palabras entraron cálidas, suaves como una brisa de verano que acariciaron cada fibra de su alma.

- Sólo si tú me dejas amarte también- pronunció Baekhyun, sus manos subiendo hasta posarse sobre las contrarias, una sonrisa adornando su rostro.

Tomando sus palabras como una afirmación, Chanyeol bajó hasta capturar sus labios sellando de esa forma su pacto. Suave, dejó sorprenderse por la delicadeza de los labios ajenos, por su forma y por las múltiples sensaciones que despertaban en su interior. Se sintió en el paraíso.

Poco a poco los fue moviendo, queriendo captar más de su textura, de su sabor. Siguió profundizando el beso, sintiendo como las manos de Baekhyun se aferraban a las suyas, con fuerza e intensidad, igual que el beso que compartían hasta que el aire fue necesario.

Separándose, con las respiraciones agitadas, los corazones igual de agitados, Chanyeol apoyo su frente en la de Baekhyun compartiendo el íntimo momento.

Quería más.

Acariciando con los pulgares las mejillas sonrosadas de Baekhyun, posó sus labios en su frente y fue bajando con pequeños besos al igual que sus manos que comenzaron a bajar por su delgado cuello hasta sus hombros, captando su lisa piel interrumpida por pequeñas cicatrices.

Quería recorrer su piel tanto con las manos como sus labios. Quería probar, grabar su sabor, su aroma y textura en su memoria para toda la eternidad.

Besó su cuello, recorriéndolo, escuchando pequeños suspiros por parte de Baekhyun que lo hacían continuar, que le reafirmaban que el joven disfrutaba y aprobaba sus caricias.

- Chanyeol… déjame tocarte también- pidió de repente y el fénix estuvo más que dispuesto ante su petición.

Solo lamentó un poco tener que dejar de besar a Baekhyun, sin embargo la idea de tener las manos del joven recorriéndolo era suficiente para recompensarlo. Baekhyun ya lo había recorrido de pies a cabezas cuando estaba en su forma de ave, no podía esperar a saber cómo sería ahora que era un humano.

Separándose, tomó las manos de Baekhyun y lo guio hasta su hanbok. Notó como Baekhyun captaba con sus dedos la suavidad de la tela, los bordados con hilos de oro que formaban el intrincado diseño de un ave fénix sobre la tela de color rojo.

Recorriéndola de abajo hacia arriba, Baekhyun se hizo una idea de su diseño y forma, hasta que finalmente la deslizó por los hombros contrarios. Capa por capa fue retirando el hanbok que caía con delicadeza sobre el agua, hasta que sus manos solo pudieron tocar piel. Suave y caliente.

Bajo las yemas de los dedos podía sentir el latir fuerte del corazón de Chanyeol, galopando igual que un caballo por las verdes praderas. Sentía su potencia, su ímpetu, pero también la bondad que Chanyeol desprendía cada vez que lo tocaba.

Por un momento se sintió un poco avergonzado al notar lo perfecta que era la piel de Chanyeol, sin marcas ni cicatrices como el suyo, sin haber sido azotado por castigos. Pero también se sintió aliviado, Chanyeol no había sufrido ese dolor.

No sabía lo que era una vara azotando la piel, ni un látigo cortando la carne.

Y esperaba que nunca tuviera que conocerlo.

Posando sus labios sobre su pecho, Baekhyun esperó, rezó, para que ese cuerpo no conociera las inclemencias de la crueldad humana. Él gustoso se pondría al frente si con eso lo evitaba.

Su cuerpo ya estaba magullado, lo podría soportar.

Chanyeol capturó su boca una vez más, besándolo con ansias borrando cualquier pensamiento dentro de su cabeza.  Sus manos se apoyaron en su pecho mientras Chanyeol lo tomaba de la cintura y lo guiaba hasta terminar sentados, Baekhyun sobre Chanyeol, el agua cubriéndolos cerca de los hombros.

Baekhyun gimió al sentir la dureza de Chanyeol entre sus muslos, palpitante y lista.

Estaba excitado, de eso no había duda, sin embargo Chanyeol no intentó ni un movimiento más y se contuvo. En vez de eso, llevo la mano de Baekhyun hasta su rostro, quería que lo tocara, que lo conociera, que grabara de alguna forma su rostro. Quería que la experiencia fuera tan íntima para Baekhyun como lo era para él.

Baekhyun se dejó guiar, era la primera vez que experimentaba todo, desde tocar a Chanyeol hasta ser inundado por ese flujo de emociones que viajaban de arriba abajo a través de su cuerpo, concentrándose en la parte baja. El calor y el deseo embotando sus sentidos.

Partió por su frente amplia, pasando por sus cejas hasta bajar por su nariz. Toco sus pómulos, la longitud de su rostro, sus labios esponjosos y suaves, bueno eso último ya lo sabía. Lo había descubierto cuando lo había besado.

Fue ahí que todo comenzó a tomar forma en su mente.

Al principio al recorrerlo con sus dedos se había sentido tan humano, pero tan distante, pero ahora…ahora se daba cuenta que lo había visto erradamente.

Tomando su rostro con las manos y alzándose un poco, fue ahora Baekhyun quien apoyó su frente con la de Chanyeol, sintiendo el vapor rodeándolos, una suave brisa invernal acariciando su espalda.

Todo tomaba forma ahora para él. Los labios de Chanyeol, aquellos que lo habían besado, capturado, su labio inferior siendo más grueso y tierno. Su nariz, aquella que se perfiló y le hizo cosquillas cuando Chanyeol pasó cerca de su cuello, besándolo. Sus brazos, los fuertes músculos que lo sostenían con delicadeza cuando tropezaba, los mismos que los sujetaban ahora.

Y su boca. Aquella que emitía la más increíble carcajada y que lo hacía sonreír con su testarudez, con sus palabras dulces y refunfuños.

Sonrió.

- Te veo Chanyeol- pronunció- Veo todo de ti

Y dichas esas palabras, esta vez fue él quien lo besó, fundiéndose en el momento, su respiraciones entrecortadas, sus corazones unidos en una sola melodía.

Las manos siguieron sendos recorridos por el cuerpo contrario, explorando más allá. Sus mentes buscaban saborearse, impregnarse del aroma ajeno, aprender de memoria las formas hasta ser uno. Dejándose guiar por lo que sentían, inexpertos en el amor y en la forma, Baekhyun cedió ante el impulso y bajó por la larga dureza de Chanyeol.

Su cuerpo se tensó al principio, el solo dejar que la punta se abriera paso en su entrada fue doloroso. Apretó las manos en los fuertes hombros, sin embargo no se quejó.

- Despacio Baekhyun…-susurró Chanyeol tomándolo de la cintura, notando su dolor.

Esta vez no preguntó. Haciendo uso de su poder, Chanyeol abrazó a Baekhyun mientras hacía que el dolor desapareciera. Baekhyun fue cediendo, bajando lentamente hasta llegar a la base. Era extraño, se sentía lleno, completo, un poco incómodo pero sin llegar a ser doloroso.

- ¿Cómo te sientes? ¿Te duele aún?

Baekhyun negó con la cabeza.

- Sólo al principio dolió, pero ahora, simplemente se siente distinto…¿Chanyeol hiciste algo?

Chanyeol sonrió ante la astucia de su amante.

- Debe ser el poder de las aguas medicinales…

- Mentiroso

Chanyeol besó el ceño fruncido que se estaba formando en la frente de Baekhyun.

- Bueno, tómalo como una de las ventajas de estar conmigo- cedió finalmente y antes de que Baekhyun pudiera replicar algo, Chanyeol atrapó sus labios en un nuevo y profundo beso.

Baekhyun se entregó por completo al juego que sus labios le proponían, mientras lo sentía moverse lentamente en su interior. Primero fue una embestida, luego otra y para cuando se dio cuenta el agua chapoteaba furiosa a su alrededor, el aroma a pino y a flores inundando sus fosas nasales mientras sus brazos rodeaban el cuello de Chanyeol y sus bocas se buscaban deseosas.

Su respiración era un caos, al igual que su cuerpo era llevado tanto por la desesperación como por el placer. Quería tener más profundo a Chanyeol, sentir mayor roce, mayor velocidad, mayor potencia, todo en una abrumante locura de sentidos, de colores, cuando en eso lo sintió.

La explosión dentro suyo, la increíble sensación de sentir su alma salirse de su cuerpo y conectarse con algo más, el grito de satisfacción bañándolo por completo mientras era sostenido, abrazado por los brazos de Chanyeol que ya había grabado a fuego en su mente.

Poco a poco comenzó a recuperar la conciencia de su cuerpo totalmente relajado, recostado sobre Chanyeol como si fuera una gran y reconfortante cama. Paseó sus dedos por el largo cabello que le hacía cosquilla en la nariz y busco a tientas su mano, hasta que Chanyeol la tomó y la besó.

Las palabras no eran necesarias.

Sólo el silencio de la complicidad rodeándolos, relajándolos.

Ellos dos y nadie más.

 

Notas finales:

Que les parecio? A mi me gustó la parte final. Busque que fuera mas tierna, suave y romantica...y el resultado final me agradó :)

Debo admitir que estaba un poco cansada cuando lo revisé, asi que espero no haber cometido ningún error u-.-

Gracias por leer y nos vemos en el siguiente capitulo!!


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