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El Joven y el Fénix por TidsoptimistMF

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Notas del capitulo:

Hola!

Con esto llegamos al final de esta heroma historia, por favor disfruten el epilogo <3

 

Igual que la primera noche que lo vio, Baekhyun recorrió con sus dedos el rostro de Chanyeol, la barba incipiente en su mentón haciéndole cosquillas.

Durmiendo plácidamente a su lado, totalmente expuesto y a su disposición, Baekhyun se permitió darse un banquete con los ojos. Chanyeol era guapo y los músculos que se veían en su pecho y abdomen, músculos que se habían reforzado gracias a las largas horas de trabajo que dedicó para construir la casa en que ahora vivían, lo hacían ver aún más apetecible.

Varios inviernos habían pasado desde que había recuperado su vista, su cuerpo cediendo bajo el toque de Chanyeol, sus ojos recorriéndolo por entero, pero sin cansarse nunca de verlo, de recorrerlo una vez más. Sentir junto con sus manos lo que podía apreciar con la vista.

Bajando, su mano se instaló en su pecho, donde su corazón golpeteaba fuerte contra esta. Ese sonido rítmico que lo había enamorado.

El corazón del fénix, sus gestos, sus palabras y sus acciones lo habían capturado por completo, su cuerpo sólo era un agregado más a todo el conjunto que lo hacían irresistible.

Mordiéndose el labio y sintiéndose aventurero, Baekhyun siguió bajando por el musculoso abdomen hasta que su mano se perdió bajo las mantas hasta capturar su objetivo. Con confianza creada por el tiempo, Baekhyun comenzó a mover su mano masturbando a su compañero, su esposo.

Había sido una pequeña ceremonia significativa, los dos solos en un claro sin nadie más a su alrededor, enlazando definitivamente sus vidas frente al brillante cielo estrellado. Uniendo sus cuerpos una vez más bajo el oscuro manto de la noche, se entregaron, se besaron y abrazaron bajo gemidos de amor y promesas silenciosas, el símbolo del fénix apareciendo en su muñeca al final de todo el acto como prueba permanente de su unión.

Baekhyun bajó su cabeza, sonriendo ante el recuerdo de aquella noche y besó los labios semi-abiertos de Chanyeol. Al principio el fénix no pareció reaccionar a los suaves y cortos besos que Baekhyun le entregaba, hasta que poco a poco comenzó a responder.

Medio dormido, medio despierto, Chanyeol fue respondiendo a la caricia hasta que finalmente se fundió en un beso largo de reconocimiento, su lengua captando el sabor de Baekhyun, su mano aferrando su cabeza para profundizar más el beso.

Gruñó contra su boca cuando se dio cuenta de las atenciones que Baekhyun le entregaba a su hombría y sin esperar más lo atrajo hacia su cuerpo y lo colocó encima suyo mientras dejaba sus manos recorrer su suave espalda, marcada solo con alguna cicatrices, lugares donde sus lágrimas y poderes no habían alcanzado a curar del todo.

Baekhyun tampoco quiso que él terminara de borrarlas.

“Son signos de mi pasado, de mis batallas, quiero conservar al menos algunas”- había sido su respuesta cuando se lo había ofrecido.

Chanyeol aceptó, a regañadientes, pero aceptó. Bien sabía que su voluntad de deidad se iba al demonio cuando se trataba de Baekhyun.

Él podía ser el Dios, el Ave Fénix, aquél que bendice la tierra, sana enfermedades y heridas, controla el fuego y doblega a los tiranos, pero ante Baekhyun, todo eso quedaba en nada.

Él era su todo. Su punto débil y fuerte a la vez. Aquél con el que había enlazado su vida por cuatrocientos años más. 

Y disfrutaría cada día con él.

Tal como ahora.

Separándose del beso, Chanyeol se inclinó y se hundió en el cuello de Baekhyun dejando un reguero de besos hasta su pecho donde se dedicó atormentarlo, a jugar con sus pequeños y erectos pezones, a mordisquearlos y escuchar con deleite los sonidos que salían de la boca de su amante.

Baekhyun se aferró con ambas manos a su cabello, cuando sintió la gran mano de Chanyeol tomar su miembro y comenzar a masturbarlo con una vaivén suave y lento.

- Chanyeol…hazlo- lo apremió moviéndose contra su mano.

Chanyeol rio bajo ante las suplicas del moreno, su mano libre pasando a dibujar su redondo trasero hasta introducirse en las profundidades, su dedo comenzando a prepararlo.

- Esta mañana estas más impaciente Baekhyun…- murmuró contra su cuello, sintiendo como su dedo era prácticamente succionado por la urgencia de su amante, casi montándolo, incitándolo- ¡Dios! ¡Baek…!

- Chanyeol rápido, te necesito

El susurro de Baekhyun más sus movimiento tiraron por la borda el raciocinio de Chanyeol. Haciendo uso de sus poderes y tomando con ambas manos la cadera de Baekhyun, lo guio hasta su erecto y preparado miembro, bajándolo hasta la base, el gemido de satisfacción de Baekhyun resonando en sus oídos.

Sus miradas se cruzaron y el tiempo se detuvo un momento de la vorágine que eran parte.

Con dulzura Chanyeol movió sus manos hasta el rostro de Baekhyun y con sus pulgares acarició el borde de sus ojos, una pequeña cicatriz en su parpado derecho la única señal de lo que había vivido.

Besó cada uno de sus parpados con cariño y luego besó sus labios. Ese adictivo sabor lo llevó a la gloria mientras se dejaba abrazar y querer por los brazos de Baekhyun que rodearon su cuello con ternura, acercándolo.

- Te amo- susurró Baekhyun al separarse, sus labios sonrientes, sus ojos igual de brillantes que su expresión.

- Yo también- respondió inclinado la cabeza justo para besar su muñeca donde el símbolo del fénix se presentaba orgulloso.

Sonriente, Baekhyun volvió a atrapar sus labios y comenzó a moverse, cabalgando de arriba abajo el eje de Chanyeol. Con un vaivén suave fue tomando velocidad hasta tornarse cada vez más intenso, más salvaje.

Extasiado por el movimiento, dejándose llevar, Chanyeol lo abrazó con fuerza y lo recostó en el piso para introducirse con mayor profundidad e intensidad en el cuerpo del moreno. Baekhyun rodeó con sus piernas la cintura de Chanyeol y gimió alto cuando el fénix tocó su punto dulce, ese que le hacía delirar.

Aferrándose a su espalda, el cabello negro de Chanyeol cayendo como una cortina alrededor de su rostro aislándolos del mundo, Baekhyun se dejó amar, besar y llevar hasta el más profundo clímax, liberando hilos de semen entre sus cuerpos, la esencia de Chanyeol corriendo por entre sus glúteos.

Revitalizado y satisfecho, Baekhyun dejó que el cuerpo de Chanyeol descansara sobre el suyo, su mano recorriendo su larga cabellera, su pecho sintiéndose lleno y tibio al resguardar a su amante.

La complicidad del ambiente los rodeaba, Chanyeol se alzó para darle un tierno beso a su esposo, cuando en eso la puerta corredera se deslizó de golpe, un niño pequeño de vivaces ojos y cabello negro entrando a toda velocidad.

- ¡Appa! ¡Omma! ¡Regresé!

Alzándose como un rayo y superándose a sí mismo, Chanyeol tapó sus cuerpos desnudos con una manta, mientras con sus poderes hacía desaparecer cualquier evidencia incriminatoria.

Con habilidad logró atrapar al niño y llevarlo a sus brazos, dándole tiempo a Baekhyun de acomodarse.

- ¿Chanyun que te he dicho sobre entrar sin avisar?- lo regaño dulcemente mientras los pequeños brazos de su hijo lo rodeaban.

Como Dios, Chanyeol podía tener hijos sin importar el género o la especie de su pareja. Para él no era ninguna imposibilidad tener un hijo con Baekhyun, sus poderes se lo permitían y por eso es que ahora entre sus brazos tenía a su pequeño. Un pedacito de él y de Baekhyun.

Con cuatro primaveras en el cuerpo, su hijo era fuerte y sonriente.

Y también terriblemente testarudo.

Ayer había insistido en que quería ir a dormir donde sus abuelos para jugar más rato con Taeyong, y en vista que él no iba a ceder y tampoco causaba mayor molestia, accedieron a que pasara la noche en el pueblo.

Baekhyun había estado algo aprensivo, pero estaba claro que no era necesario preocuparse.

Su hijo estaba ahí, bien, sonriente y con la suficiente actitud para omitir con descaro el responder su pregunta y saltar mimoso a los protectores brazos de Baekhyun.

- ¿Cómo dormiste? ¿Dejaste dormir a tus abuelos?- consultó Baekhyun recibiéndolo con los brazos abiertos.

- Si, Chanhyun se portó bien. La abuela mandó pastelillos

- ¿En serio? ¿Y dónde están?

- Tía Taeyeon los trae…creo que todavía viene subiendo la escalera

Baekhyun cruzó una mirada con Chanyeol. Por supuesto que Chanhyun no iba a regresar solo con sus cuatro años de edad, el problema es que ellos no estaban en condiciones para recibir visitas.

- Chanhyun, ¿Por qué no vas a ver si tu tía ya llegó?

Asintiendo, el pequeño se fue y tan pronto cerró la puerta, ambos se apresuraron en arreglar las cosas.

Chanyeol hizo aparecer su vestimenta habitual tanto en sí mismo como en el cuerpo de Baekhyun. El hanbok rojo con el emblema del fénix dibujado con hilos dorados.

Ya listos y dispuestos, salieron justo en el momento que Taeyeon subía el último peldaño de la escalera que conectaba el santuario con su hogar. Lo habían construido con la finalidad de que fuera más simple ir y venir desde el santuario y encargarse de él.

Después que el ave fénix había vuelto, bendiciendo los campos y trayendo de regreso a las mujeres, los aldeanos comenzaron a orar otra vez y a pedir favores al templo.

De ser un santuario abandonado, pasó a ser uno muy activo y hasta los viajeros pasaban por ahí pidiendo su resguardo.

Era curioso como él, que había decidido décadas atrás que no volvería a ayudar a la humanidad debido a la crueldad que había visto en ellos por encarcelarlo y obligarlo a cumplir sus deseos, ahora hacía justamente eso. Ayudarlos, guiarlos, pero por su propia voluntad.

Las heridas y el maltrato seguían en su mente, aún creía que habían personas aborrecibles en el mundo que debían ser borradas, pero, después de conocer a Baekhyun su percepción había cambiado.

Ver de primera mano el perdón, la amabilidad con que Baekhyun recibía aquellos que le habían dado la espalda cuando él había estado ciego; ver el amor que le profesaba y las lágrimas que derramó cuando supo su pasado al ser encarcelado cuando era pequeño, hicieron que Chanyeol volviera a creer en la humanidad.

En que había esperanza y luz detrás de toda esa densa neblina.

Con una sonrisa vio como Baekhyun recibía a su hermana y su sobrino ya de cinco años con un abrazo bien apretado, su hijo saltando a su alrededor.

Tenía una familia. Tenía un hogar.

Pero sobre todo tenía un futuro con alguien que lo amaba.

“Renació de las cenizas para conocerlo,

Entre las llamas él pudo encontrarlo,

Sin la vista

Con las manos

Sus destinos se cruzaron

Y por la eternidad juntos se quedaron”

 

Notas finales:

Con el fin del año, llegamos al final de este corto Fic que ame escribir desde principio a fin.

Ya lo he dicho antes, pero realmente me gustó mucho como se desarrolló esta historia, como fue fluyendo con simpleza hasta finalizar con este pequeño, pero significativo, epilogo.

Espero hayan disfrutado tanto como yo esta historia, muchas gracias por leer!!

Que tengan un Feliz Año Nuevo lleno de aventuras, de exitos y nuevas experiencias <3<3

Besos <3


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