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60. Las Lecciones de Mark (06) por dayanstyle

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Key estaba sentado en las escaleras del Centro de recreación, con los codos apoyados en sus piernas, mirando fijo hacia el estacionamiento. Había necesitado tiempo para sí mismo, para resolver las cosas en su mente. Pasar tiempo con Heechul antes era bueno para él, pero ahora mismo Key necesitaba estar solo.

Él había pensado que después de todos estos años había dejado su pasado atrás, enterrado en lo más profundo y olvidado. Pensamientos de hace mucho años casi nunca venían a su mente.

Sin embargo, lo que Heechul le había dicho lo había sacudido hasta sus cimientos. No era el hecho de que su padre fuera un monstruo. Key sabía eso. Él lo había vivido, había conocido toda su vida qué clase de hombre era el tipo. Tenía más de una prueba de las noches en que su padre borracho entraba a su  habitación después de haber echado a Heechul, y había violado a Key.

Sus manos se cerraron en puños. Su estómago en un nudo.

Su corazón herido.

Se limpió los ojos, apartando las lágrimas que caían.

No, lo que le sorprendió fue el hecho de que su padre le había apuntado a alguien con una pistola y lo había violado.

¿No había visto su madre la clase de hombre que era antes de que ella se casara con él? ¿No lo había sabido? ¿Su padre lo habría  escondido tan bien que había engañado a su madre?

 

Key nunca lo sabría porque ella se había escapado con su jefe, dejándolos vivir una pesadilla hasta que el destino finalmente intervino.

Key sabía que Jonghyun estaba justo dentro del bosque, observándolo. En lugar de estar irritado por la intrusión, Key estaba agradecido. Jonghyun siempre había estado ahí para él, le había ayudado a través de sus pesadillas cuando llegó por primera vez a la Villa Kim.

Cuando Jonghyun dejara de verlo, sería cuando Key se preocuparía. Él se puso de pie, caminó al estacionamiento. Podía sentir a Jonghyun seguirlo, por lo que Key se detuvo, lo que permitió a su pareja caminar junto a él.

—No soy el hijo de mi padre.

—No —estuvo de acuerdo Jonghyun—. No lo eres. Eres muy inteligente, un hombre fuerte con pocos miedos, pero los enfrentas, y es doloroso, pero es necesario, y te voy a ayudar a atravesarlos y deshacerte de todo tu dolor.

Key quería tanto a Jonghyun. Le dolió que Siwon hubiera mantenido en secreto lo que había sucedido, y le iba a tomar algún tiempo perdonarlo, pero Jonghyun tenía razón. Él superaría esto. Jonghyun era como un pedacito de cielo. Key sabía que el hombre le ayudaría a deshacerse de su dolor, poco a poco, día a día.

Se sentía obligado a pedirle disculpas a Jackson. El hombre había sufrido tanto por el monstruo que era su padre. El leopardo de las nieves había perdido una buena parte de su vida, y Key nunca olvidaría la deuda que tenía con el hombre.

Lo que sentía ahora no era tristeza de que su padre estuviera muerto. Él estaba de luto por la pérdida de lo que el hombre debía de haber sido para él y Heechul, por lo que su relación debió de haber sido.

 

Deslizando su brazo alrededor de Jonghyun, Key se inclinó, tomando el confort que era su roca firme a través de todos estos años. Jonghyun era tranquilo, paciente, y nunca lo lastimaba, ni siquiera cuando los sueños de su pasado lo perseguían.

Jonghyun siempre estaba ahí.

 

Se quedaba de pie, aunque en un principio, hubo días en los que se sentía como si estuviera gateando. Con todos los nuevos problemas y todas las dolorosas novedades, se alegraba de no tener que caminar solo.

Porque en su corazón, su mente y alma, sabía que nunca estaría solo. No cuando tenía a Jonghyun.

Su pareja se inclinó, tocándolo, y dándole una sonrisa y un beso en la mejilla. Sí, Key iba a estar bien.

 

 

 

Mark se quedó mirando las calles oscuras, aterrorizado al ver a un vampiro moverse hacía un humano. Quería gritarle al humano que corriera, pero Jackson le había dicho que los vampiros estaban aquí para borrar la memoria de los humanos sobre lo que había sucedido el día de hoy.

Aun así era una aterradora mierda. Mark se quedó clavado en el suelo mientras un vampiro caminaba casualmente por la calle, levantaba la mano cuando pasaba junto a un humano, deslizaba su mano en la cabeza del humano, sin romper el paso. El hombre se veía aturdido, sonreía y comenzaba a caminar de nuevo.

«Súper espeluznante».

 

—¿Podemos irnos a casa ahora? —preguntó Mark, con ganas de estar lo más lejos posible de los muertos vivientes. Todavía no se había olvidado de la noche en que fue atacado. Jackson le había dicho que el vampiro había sido un rebelde. Eso no le importaba a Mark. Colmillos eran colmillos.

Habían ido con Jongin antes y se aclaró el asunto de la pelea con la policía. No se presentaron cargos por lo que los dejaron ir. Mark estaba extremadamente agradecido de que no los hubieran encerrado.

—Quédate a mi lado —dijo Jackson mientras colocaba su brazo alrededor del hombro de Mark—. Ellos solo los tocan y los dejan.

Aun así era un espectáculo surrealista. Sabía lo que eran esos hombres.

—Sang Min —dijo Mark con un jadeo—. ¿Qué pasa con Sang Min?

—¿El chico del festival del arte? —preguntó Jackson, alzando las cejas inquisitivamente—. ¿Qué pasa con él?

Mark tragó saliva, pero su boca se había quedado completamente seca. El pánico y la alarma se apoderaron de él.

—No podemos dejar que los vampiros lo toquen. Tiene un don, Jackson. Él puede ver a la gente como lo que realmente es. Vio a tu leopardo hoy en el festival. —Una advertencia sonaba extrañamente primitiva de su cerebro, diciéndole que los vampiros no podían, no debían ser autorizados a tocar el joven talento.

Jackson se quedó pensativo. —¿Lo hace?

—Tenemos que detenerlos.

Su pareja asintió. —Llamaré a…

 

Mark echó hacia atrás la cabeza y miró a Jackson a los ojos. —No hay tiempo. Tenemos que ayudarlo.

—Pero, Mark, ni siquiera sabemos dónde vive.

 

Jackson tenía razón. Mark no estaba pensando claramente ahora. Si iban a evitar que se metieran con la mente de Sang Min, entonces ellos necesitaban ayuda. Tomando una respiración profunda e inestable, dio un paso atrás.

—Haz la llamada. Haz lo que tengas que hacer para salvar a Sang Min de que se metan con su mente.

Los dedos de Jackson tomaron el elegante teléfono celular negro y pidió ayuda. Mientras tanto, Mark trabajaba en sacar su exceso de energía a ritmo maníaco y con una profunda reflexión. Cuando Jackson bajó del teléfono, sus ojos estaban fijos en Mark con una triste comprensión. —Jongin dijo que va a hacer su mejor esfuerzo para llegar a Sang Min antes que los vampiros. Pero me dijo dónde vive el joven.

—Entonces vamos. —Mark se dio la vuelta y empezó a correr hacia atrás del edificio del nuevo negocio de Jackson, en donde había dejado su carro esta mañana. La idea de los vampiros yendo tras él ya no estaba en su mente. Mark tenía que llegar con Sang Min.

—Déjame conducir —Jackson dijo cuando llegaron al carro de Mark—. Puedo llegar allí más rápido.

Mark desaceleró cuando preguntó: —¿Has conducido desde que saliste?

—Es como andar en bicicleta —respondió Jackson.

—¿Alguna vez has manejado una bicicleta antes? Jackson inclinó su hermosa cabeza. —Una vez.

 

Se mordió el labio para reprimir una sonrisa por la forma en que Jackson había declarado ese hecho con orgullo. Estaba allí de pie mirando a Mark como si la pregunta fuera totalmente inútil.

—Dame las llaves.

 

Entregándole las llaves a su pareja, Mark se metió en el lado del pasajero y se abrochó el cinturón de seguridad y luego lo apretó por si acaso.

—¿Vas a parar? —dijo Jackson, enfatizando cada  palabra—. Actúas como si nunca hubiera conducido un carro en mi vida.

 

—¿Y cómo se supone que voy a saber lo que hiciste antes de conocerte? —Mark preguntó, Jackson entró en el lado del  conductor. Mark esperaba que Jackson hubiera aprendido a conducir antes de conocerse. ¿Sabría cómo conducir?

Antes de que pudiera preguntar, Jackson puso en marcha el carro y tomó el camino que conducía a la parte trasera de la tienda. Sus dedos se cerraron alrededor de su cinturón de seguridad y Mark envío una oración cuando Jackson tomó la curva demasiado bruscamente, y el neumático subió a la acera.

—Lo siento —Jackson dijo mientras se acomodaba en su asiento—. Estoy un poco oxidado. Pero ahora lo tengo.

Mark seguro como la mierda esperaba eso. Él estaba más preocupado por lesiones corporales que por Jackson abollando el carro. Ya tenía suficiente abolladuras. Unas pocas más no importaban. —¿Conoces el camino?

Jackson le dirigió una mirada traviesa. —Crecí en este pueblo.

Puedo recorrer estos caminos hasta dormido.

 

—Vamos, apresúrate, tenemos que llegar con Sang Min antes de que sea demasiado tarde. —La ansiedad agitaba el estómago de Mark. Realmente le agradaba Sang Min y Mark sabía que el joven ya estaba confundido acerca de su don. Había visto cosas por la ciudad, y no le habían explicado nada. A Mark no le sorprendería que el joven pensara que estaba perdiendo la cabeza.

Pero después de lo que había visto hoy, ver a Jongin cambiar, Sang Min sabía que no estaba loco. Mark temía que si el vampiro borraba la mente del joven, Sang Min pensara de nuevo que estaba loco.

Además, el toque del vampiro podría arruinar su don y Mark lo veía como un don. No estaba seguro de cuál era, pero nadie debería interferir con eso.

—Mierda.

 

Eso no se oía bien. —¿Por qué estás maldiciendo? — preguntó Mark.

Jackson lo vio y Mark lo supo de inmediato. —Estamos perdidos, ¿verdad?

—No —Jackson dijo mientras agarraba con más fuerza el volante—. Sólo estamos momentáneamente fuera de lugar.

—Momentáneamente —Mark ahogo la risa de incredulidad—. Pensé que habías dicho que conocías estos caminos.

—Ha pasado mucho tiempo —se defendió Jackson—. Dame un minuto y todo volverá a mí.

—Puede que no tengamos un minuto. Los vampiros están barriendo esta ciudad a un ritmo rápido. Minutos pueden ser la diferencia entre ayudar a Sang Min o dejar que su don se pierda.

Jackson se acercó y puso sus manos alrededor de Mark. — Nosotros ni siquiera sabemos muy bien cuál es su don. Lo único que sabemos con seguridad es que si puede ver a la gente como realmente es, el toque de un vampiro no puede quitarle eso.

 

Eso era cierto, pero Mark no quería correr ese riesgo. Se estaba sintiendo cada vez más frustrado hasta que Jackson hizo un pequeño ruido que indicaba que recordaba dónde estaba. — Sabía que iba a recordar.

—Genial, ahora ¿podemos llegar?

—No tienes que ser tan desconfiado. Sólo estoy tratando de ayudar.

Ahora Mark se sentía como una mierda. Él no tenía la intención de ser sarcástico.

—Lo siento, Jackson. Estoy preocupado. Sé que acabo de conocer al chico hoy, pero no sé, es como que nosotros hicimos clic.

 

Jackson le apretó la mano con fuerza. —Vamos a llegar  con él.

 

Después de cinco minutos más de conducción, Jackson tomó un largo camino. Estacionó el carro al lado de un viejo camión destartalado. Los dos salieron corriendo del carro y se dirigieron hacia la puerta principal. Mark golpeó tan fuerte como pudo, con la esperanza de que llegaran a tiempo.

Jackson miró por una de las ventanas del frente y luego se giró hacia Mark, sacudiendo la cabeza. —No veo a nadie.

—Pues bien. — Mark señalo frenéticamente el frente de la puerta—. Rómpela.

—¿Quieres que destruya su casa? —Jackson preguntó con una tensa voz—. ¿Estás tratando de enviarme de regreso a la cárcel?

—Bueno, no —Mark dijo mientras miraba la puerta—. Entonces regresa al carro y vete porque estoy a punto de romper la puerta y si estás a mi lado sólo te van a incriminar. —Mark abrió la puerta mosquitera y giró el pomo, no le sorprendió en absoluto que no estuviera cerrada con llave.

Las personas que vivían en áreas rurales tienden a no mantener las cosas cerradas. Él abrió la puerta y asomó la cabeza. —¿Hola? —susurró en voz alta. Al no escuchar una respuesta, Mark entró.

Jackson estaba afuera maldiciendo antes de apresurarse a entrar y cerrar la puerta detrás de ellos. —Estoy bajo protesta en esto. —Jackson agarró la mano de Mark y lo llevó hasta unas escaleras—. Probablemente esté dormido en su cama. Ahí es donde tenemos que revisar.

Mientras subían las escaleras, la nariz de Mark comenzó a temblar. —¿Qué en la tierra es ese olor? —Todavía se estaba acostumbrando a su forma de shifter.

Infiernos, sólo habían pasado un par de horas desde que había cambiado. Todo era tan nuevo para él, las imágenes eran más nítidas, los olores más fuertes, y se sentía como si pudiera conquistar el mundo.

A Mark le encantaba sentirse fuerte, pero ahora estaba más preocupado con ese hedor insoportable. Estaba empezando a quemar la nariz.

Jackson se tensó a su lado y luego jaló a Mark detrás de él. Sus ojos se estrecharon mientras miraba a una de las puertas de los dormitorios.

—Huele a la sangre de vampiro.

 

Mark estaba confundido. Si el vampiro sólo venía aquí para limpiar la mente, ¿por qué iban a estar oliendo su sangre? Una sensación de aprensión empezó a oprimir el pecho de Mark. Algo no estaba bien.

 

Jackson jaló su mano y empujó a Mark hasta que su espalda estaba contra la pared. —Quédate aquí —Jackson exigió en voz baja. Él no dijo una palabra mientras su pareja se dirigía a la puerta del dormitorio. Él quería seguirlo. Dios, cómo quería seguirlo, pero Mark estaba aterrorizado de lo que podría ver.

Quería gritarle a Jackson que se diera prisa y revisara, pero también quería gritarle a Jackson que se alejara de la puerta. Ninguno de los dos tenía idea de lo que estaba más allá. ¿Y si era algo tan atroz que le causaría pesadillas a Mark en los años venideros? Pero ¿y si- Sang Min estaba herido?

 

Tomó  todo lo  que  tenía  Mark quedarse clavado  en el suelo.

 

Jackson escuchó en la puerta, presionando su oreja contra la madera. Mark se forzaba también a escuchar, pero no oía nada. Se mordió el labio inferior cuando Jackson tomó el pomo de la puerta.

Mientras su pareja giraba el picaporte, la ansiedad de Mark comenzó a construirse más alto. Observaba, su aliento congelado en sus pulmones cuando Jackson lentamente abrió la puerta del dormitorio. La puerta crujió al moverse lentamente hacia el interior. De repente Mark se sintió como si estuviera en medio de una película de horror.

Miró por encima del hombro, pero lo único que vio fue un pasillo vacío. El no ver nada no le quitó la preocupación. Sus ojos recorrieron a Jackson y vio que su pareja había entrado en el cuarto.

Ahora Mark se encontraba solo en el oscuro pasillo. No estaba seguro de que era más atemorizante, quedarse ahí cuando no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo, o lo que estaba en la habitación con su pareja.

 

Incapaz de soportar más, Mark cruzó el pasillo, arrastrándose cerca del cuarto. Sabía que Jackson le había dicho que se quedara donde estaba, pero Mark estaba empezando a enloquecer. Su vida nunca había sido tan emocionante antes, ni había tenido tanto miedo.

Sus malditos nervios estaban agotados.

 

Tomando una respiración profunda para calmarse, Mark asomó la cabeza al interior del dormitorio. Vio a Jackson de pie allí, con la cabeza baja. Mark no podía entender por qué su pareja no se movía.

Dando un paso más, Mark entró al dormitorio.

 

—¿No te dije que esperar afuera? —preguntó Jackson, su tono era suave. No parecía enfadado. Su tono sonaba más como si estuviera cansado.

No entendía lo que estaba pasando, Mark miró alrededor de la habitación. Su aliento abandonó sus pulmones en un silbido. Su corazón empezó a martillear a un ritmo más rápido mientras su mente trataba de entender lo que sus ojos estaban viendo.

—¿Sang Min? —Mark dijo el nombre del joven en un tono suave—. ¿Qué sucede?

Jackson giró la cabeza y miró a Mark, con los ojos llenos de algo parecido al miedo. A Mark no le gustaba esto. Él quería salir de aquí. Mark no tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero su mente le decía que era malo.

«Realmente  malo».

 

Un vampiro yacía a los pies de Sang Min y oh-Dios, Mark iba a vomitar. No tenía cabeza. El cuerpo del vampiro estaba allí, sin cabeza. Mark se tambaleó hacia atrás, de  espaldas golpeando la pared mientras veía del cuerpo sin vida a Sang Min.

 

—Él era un hombre malo —susurró Sang Min—. Él quería hacerle daño a mi padre.

Mark miró a su alrededor, pero no vio al padre de Sang Min en ningún lugar.

Su mano derecha apretada contra su pecho mientras se inclinaba hacia adelante. —Sang Min, ¿dónde está tu padre?

—Trató de lastimar a mi papá —Sang Min repitió con voz tensa, con los ojos fuera de foco—. No podía dejar que le hiciera daño a mi padre.

Contra su mejor juicio, Mark se adelantó. Jackson agarró su brazo, pero Mark se apartó. Caminó a un lado del cuerpo tirado y se detuvo delante de Sang Min. —Nadie te culpa. Sólo necesito que me digas dónde está tu padre.

—A salvo —dijo Sang Min—. Está durmiendo en su cama. Lo puse a dormir para que no lo lastimara. Trató de luchar contra el vampiro, pero mi padre no es lo suficientemente fuerte como para derrotar algo tan malo como eso.

—Mark —Jackson dijo su nombre suavemente—. Por favor, ven aquí.

No entendía el miedo de su pareja. Sí, había un cadáver en el suelo, pero Sang Min aún no era ni siquiera un adulto. ¿Por qué Jackson le tenía miedo al pequeño humano? Sin estar seguro de qué hacer, Mark se acercó a Jackson. —¿Quieres decirme qué   está pasando?

Jackson miró el cadáver. —Tengo un infierno de esperanza de que él no fuera uno de los favoritos de Jaehyo. —Su pareja señalo con la cabeza al vampiro. Mark podría ver el problema con eso. Pero Sang Min había dicho que el vampiro estaba tratando de herir a su padre. No había manera de que pudiera tener problemas por defenderlo. Mark pensó que Jackson había ido a la cárcel por defender a su amigo. Esto estaba muy jodido. Pero eso no explicaba por qué Jackson quería que Mark se alejara de Sang Min.

—¿Qué es lo que no me estás diciendo?

 

Jackson le dedicó una sonrisa irónica cuando sus ojos recorrieron de Mark a Sang Min. —Parece que Sang Min está lleno de sorpresas. Tiene un segundo don. —Los ojos de Jackson se endurecidos, Mark se impactó—. Sang Min es un joven Styre mente.

 

continuara....

 

 

 


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