-¿Listo? –pregunto Ron al verlo salir de la habitación.
-Sí ¿ya salió?
-No.
-Bueno, apenas dieron las siete, de todos modos debo esperar un poco apenas salga para no parecer un acosador.
-Cierto.
Siendo las siete y diez, Koby salió del edificio saludando a Conall que ya se encontraba ahí para variar hablando por su teléfono móvil.
Harry miró que ahora vestía un pantalón de mezclilla blanco, con las mismas botas hasta la pantorrilla de la noche anterior, camiseta blanca y chaqueta de piel, de nuevo arremangada hasta los antebrazos, su cabello húmedo y un cigarrillo en los labios.
-Me ganaste de nuevo –dijo al ver a Bambi en la esquina.
-Sí, ayer no me fue muy bien ¿Cuántos clientes tuviste?
-Dieciséis.
-¿En serio? –pregunto sorprendida.
-Sí ¿Cuál es la sorpresa? He tenido más.
-Sí pero anoche no había tanta gente.
-Bueno hoy es sábado, esperemos que nos vaya mejor.
-Eso sí.
Harry esperó hasta dejar pasar un cliente que salió diez minutos después de haber entrado al edificio, luego vio a Draco salir y posicionarse de nuevo en la esquina.
-Creo que es hora Harry.
-Sí –respondio levantándose de la silla.
-Suerte.
-Gracias.
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Cuando Bambi vio al chico castaño acercarse, se puso una mano en la cintura y sonrió coqueta diciendo:
-Hola papi ¿quieres divertirte un poco?
Koby se dio la vuelta al oírla hablar, entonces vio al mismo chico de la noche anterior que lo miraba sonriendo.
-Hola Koby.
Bambi sonrió desencantada viendo que ese cliente no era para ella.
-Hola Archie ¿cómo estas hoy cariño?
-No tan bien como tú por lo que puedo ver.
Koby sonrió con autosuficiencia sabiéndose atractivo, luego se acercó y comenzó a acariciarle la nuca.
-¿Quieres subir?
-Sí, me gustaría.
-Vamos.
Resignada Bambi los vio alejarse para instantes después poner de nuevo su mejor sonrisa al ver a un auto detenerse junto a ella.
Ron miraba todo desde la ventana, vio a la chica negociar y subir con el tipo del auto al edificio.
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-Dime Archie ¿Qué servicio quieres, vas a probar el menú esta vez? –pregunto mientras abría su puerta dejándolo pasar.
-Quiero lo mismo de ayer, media hora.
-De acuerdo bombón, ponte cómodo –respondio mientras recibía el dinero.
-Oye ¿podrías regalarme un té?
-Claro, no tardo –dijo yendo a la cocina dispuesto a tardarse lo más posible.
Harry en tanto sacó el pequeño gato de cerámica y cuidándose de no ser visto lo colocó encima del armario.
-Gíralo más a la derecha, solo se ve la puerta –Dijo Ron en su oreja a través del diminuto audífono- bien, así.
Cuando regresó a su lugar notó el bastón en la cama y no pudo evitar sorprenderse al notar por primera vez que era un bastón idéntico al que usaba Lucius Malfoy, con el mango en forma de cabeza de serpiente con dos piedras verdes en los ojos.
Al cabo de unos minutos Koby regreso con una taza en la mano.
-Y dime Archie ¿Por qué te mudaste?
-Bueno, sentía que ya no había nada para mí en donde vivía, sentí que me hacía falta un cambio de aires, mis padres murieron hace unos años así que no había nada que me atara a ese lugar y bueno pues llegue a estos rumbos pero la verdad nunca había salido de mi provincia así que si me siento un poco solo y pues como tú fuiste el primero que conocí… quise venir de nuevo.
-Ya veo –respondio recargado en su tocador, cruzado de brazos y mirándolo con la cabeza ladeada, dejando que su flequillo le cubriera parte de los ojos y mejilla- eso es lindo, puedes venir a verme cuántas veces quieras.
-Siempre y cuando pague ¿verdad? –dijo riendo.
-Por supuesto bombón, lo bueno cuesta.
-Y dime Koby ¿tu visitas regularmente a tus padres?
-Sí, por cierto es una pena lo que le paso a tus padres.
-Sí… ¿tienes hermanos?
-Sí, uno menor, así que por suerte su atención no está centrada en mí.
-¿Te sientes sofocado por la atención de tus padres? –Pregunto sonriendo- ¿acaso no los extrañas, no te gusta visitarlos?
-Sí, si me gusta pero la familia a veces es como el sol, mientras más lejos mejor –dijo sacando un cigarrillo.
-Es verdad, pero yo en lo personal pienso regresar algunas veces al barrio donde nací, a la casa donde crecí… ahí guardo muchos recuerdos, pudieron pasar cosas malas como en todas las familias pero sin duda fue el lugar donde viví los mejores momentos al lado de mis padres.
-Pues entonces no te hubieras ido, si tanto lo añoras regresa.
-Sí, pero también es importante seguir adelante ¿no lo crees?
-Por supuesto, tan adelante que el tiempo ya se terminó.
-Oh mierda… -masculló viendo su reloj.
Koby comenzó a reír al ver su contrariedad.
-Tranquilo amor, aquí estoy todas las noches.
-Sí, gracias… bueno pues me voy.
-Adelante, salgamos juntos.
Cuando salieron a Harry no le quedó más remedio que pasar de largo frente a la sex shop pues no podía ponerse en evidencia.
-Así que se conocían –dijo Bambi cuando él llego a su lado.
-Apenas ayer, pidió un servicio de media hora.
-¿Y hoy estuvo aquí de nuevo?... ¡vaya! Si que le gusto como movías las nalgas.
-Eso es lo curioso, es de esos que solo quieren hablar.
-¿Cuarenta libras solo por hablar? –Exclamó alzando las cejas- vaya ¿Por qué no me llegan clientes así? Además esta lindo.
-No te quejes querida, que el panadero que viene a verte cada mes esta como para mamársela de a gratis.
-¡Ah ese tipo! –Respondio sonriendo- si, es muy guapo… ¿te conté que se casa el mes que viene?
-¿Y va a invitarte a la boda?
-Sería genial ser dama de honor de la novia ¿no?
Ron los miraba reír por lo que fuera que estuviesen platicando sabiendo que Harry tendría que esperar para poder regresar a un nuevo servicio.
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Harry abrió la puerta del departamento justo en el momento en que Draco conectaba con otro cliente y se dirigía al edificio.
-La cámara quedo muy bien posicionada –dijo Ron al verlo entrar.
-Qué bien.
Ambos cerraron la cortina y se sentaron frente al monitor que enfocaba la habitación de Draco Malfoy y aunque estaban trabajando, ambos estaban algo incómodos por lo que fuera que pudieran ver.
-Adelante cariño, ponte cómodo –dijo Koby dejando pasar a un hombre como de unos cuarenta años.
El hombre sin decir nada sacó unos billetes de su bolsillo y se los dio.
-Bien amor ¿cómo quieres que me ponga? –exclamó guardándoselos en la chaqueta mientras se sentaba en la cama y bajaba el cierre de sus botas para quitárselas en tanto el hombre lo miraba.
-Acostado, de misionero.
-Claro.
-¿Cuánto más me cobras por hacerlo sin preservativo?
-No hay servicio sin preservativo cariño –respondió bajando el cierre de su pantalón.
-Puedo darte hasta diez libras más.
-Tu salud vale más de diez libras ¿no crees?
-Pero yo estoy bien.
-¿Y te consta que yo sí?
-Pues…
-Estoy sano obviamente y puedes verlo –dijo bajándose el pantalón y mostrándole los genitales al tiempo que se acariciaba y se jalaba el pene para “mostrarle”- pero ¿para qué arriesgarse?
El hombre solo asintió y ya no insistió, por lo que Koby se quitó el pantalón por completo y dándole un preservativo se acostó de espaldas en su cama; Ron carraspeó y se levantó diciendo que tenía que ir a tomar agua por lo que Harry se quedó solo; vio al hombre jalarse el pene varias veces, romper el sobre y colocarse el condón, untarse lubricante para luego acariciar un poco las piernas de Koby, quien las mantenía flexionadas y algo separadas en espera de que su cliente estuviera listo.
Harry se preguntaba en qué momento Draco sacaría su varita y hechizaría a su cliente haciéndole creer que estaba teniendo sexo con un chico sexy pero al ver al hombre con tremenda erección colocarse entre las largas piernas y tantear con su pene la entrada del chico, se quedó de una pieza al verlo empujar la cadera y evidentemente penetrarlo.
-Oh si… -masculló el hombre mientras Koby fruncía el ceño y luego le ponía las manos en los hombros.
-Oh cariño, que rico, estas enorme.
El tipo comenzó a embestirlo de inmediato y Koby a gemir como si estuviera teniendo el mejor sexo de su vida.
-Pero… -exclamó Harry sin poder creerlo, Draco era un mago, un mago con posibilidades de engañar a unos simples muggles que solo deseaban tener sexo con un chico atractivo y sensual ¿Por qué no usaba su magia para engañarlos?
El hombre se corrió al cabo de unos minutos y quedó desmadejado encima de Koby, quien le acaricio el cabello diciendo:
-Anda amor, aun te queda una posición más.
-No… -dijo haciéndolo sonreír pues ya sabía que la mayoría ya no pedía la segunda posición después de haberse corrido; el hombre se levanto y se quitó el preservativo- quiero lavarme las manos.
-El baño está ahí –respondio señalando la puerta que Harry había visto.
El hombre entro y después de hacer lo suyo salió de ahí, cuando quedó solo se levantó y comenzó a limpiarse usando unas toallitas húmedas para recibir al cabo de un minuto una llamada telefónica.
-¿Todo bien?
-Sí Conall, gracias.
-Bien.
Koby se alistó y al cabo de cinco minutos se encontraba de nuevo en la calle.
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-Lo siento Harry, no quise parecer mojigato pero…
-No te preocupes Ron.
-Claro que no debió pasar gran cosa, solo que es mejor no arriesgar –dijo riendo.
-Pero Ron, el asunto es que si paso.
-¿Cómo? –dijo tomando asiento frente a Harry, a un lado de la ventana.
-Sí hubo contacto sexual.
-¿En serio?... ¿no uso algún hechizo ni nada?
-Nada, incluso cuando terminó fue a revisar el baño y vi como que limpio algo pero usando las manos, no uso su varita.
-Eso es raro.
-Sí.
El siguiente cliente fue quince minutos después, lo vieron coquetearle y hablarle con sonrisas hasta que el hombre asintió y siguió a Draco al hotel; la transacción se llevó a cabo con la diferencia que este hombre si usó las dos posiciones a las que tenía derecho y después de hacérselo de espaldas en la cama, lo hizo levantarse y recargar las manos en ella para tenerlo inclinado y seguir penetrándolo mientras Koby gemía y decía cosas obscenas que parecían encantar al hombre.
Ron simplemente miraba a otro lado mientras Harry miraba, pero contrario a lo que cualquiera pudiese pensar no le excitaba ver a un chico atractivo teniendo sexo, no al menos con ese hombre algo obeso que se movía sin cesar sobre el respingón trasero de Malfoy, lo veía fruncir el ceño cuando el hombre no lo veía aunque su voz expresara otra cosa.
Cuando terminó y el hombre se fue, él se limpio con toallitas húmedas y de nuevo estuvo listo para el siguiente; al llegar el cuarto tipo Ron se levantó.
-Creo que por hoy es suficiente, iré a dormir, me temo que te dejaré esto a ti.
-Está bien –respondio viendo que a través de la pantalla al hombre que había entrado a la habitación de Draco.
-Sin besos cariño –dijo Koby cuando el hombre se le acercó con la clara intención de besarlo.
-¿Por qué no?
-Porqué no, anda pasemos a lo que sigue.
-¿Qué tiene de malo un beso? ¿Acaso te cotizas demasiado?
Ron detuvo su camino al oír el tono de voz del hombre, así que se regreso y miró la pantalla junto a Harry.
-¿Y qué si lo hago? –respondio sonriendo al tiempo que se recargaba en el tocador recargando una mano a cada lado.
-Solo eres un puto de mierda ¿Por qué niegas un simple beso?
-Pues porque a este puto de mierda no se le da la gana besar a basuras como tú, por lo que creo que será mejor que te largues –añadió lanzándole su dinero de vuelta.
El tipo lo alcanzó a atrapar pero en cuanto lo tuvo en su puño, de una zancada se acercó a él para sujetarlo con violencia de un brazo, pero Koby alcanzó a oprimir un botón que estaba junto al apagador de la entrada.
-Maldito marica, ahora me cumples hijo de puta –exclamó el hombre sujetándolo de los brazos haciéndolo gemir de dolor.
-¡Ah!
Ambos aurores los vieron comenzar a forcejear, con el tipo intentando arrancarle la ropa y Draco defendiéndose, hasta que entonces se abrió la puerta y vieron a Conall entrar como bólido y sujetar al hombre del cuello.
-¡Agh! –jadeo al hombre al verse sometido por otro haciéndolo soltar a Koby.
-Vamos maldita basura, tú y yo vamos a platicar afuera.
-¡Suel-suéltame!
En cuanto desapareció por la puerta, los vieron aparecer un par de minutos después en la puerta que daba a la calle, vieron a Conall lanzarlo haciéndolo caer en el pavimento, oyeron los gritos hasta su habitación y vieron que el cuidador se abría la chaqueta y le mostraba algo al hombre haciéndolo cambiar de actitud de inmediato.
-Seguro le mostró un arma –dijo Ron.
-Ya lo creo.
Vieron al tipo levantarse e irse, entonces fueron a la pantalla para ver que sucedía en la habitación, vieron que Koby ya no estaba así que se asomaron de nuevo y lo vieron en la entrada del edificio hablando con Conall, a quien le dio una palmada en el brazo y después caminó de nuevo a la esquina.
-¿¿Por qué no uso un maldito Desmaius o algo así? –exclamó Ron viendo a Harry.
-Tal vez no tenía su varita a la mano.
-¿Qué mago no la trae a la mano?... es como parte de nosotros y más en el trabajo.
-Pues sí, es muy extraño, además usa un bastón igual al de Lucius Malfoy ¿lo recuerdas?
-Claro que si, ahí guardaba su varita, tal vez guarde ahí la de él.
-Con mayor razón ¿Por qué no la usó?
Después del ese cliente, Ron se retiró a dormir dejándole a Harry la vigilancia de esa noche y Harry pudo ver por primera mano lo intensas que eran las jornadas de trabajo sino de todos los sexo servidores, al menos de ese de cabello negro y ojos grises.
-Diecinueve clientes Malfoy… -pensó mientras lo veía contestar con rostro agotado el teléfono en donde le confirmaba a Conall que estaba bien- son las seis y media de la mañana, llevas diecinueve clientes y con ninguno has usado magia… ¿Qué rayos está pasando?
Después de ese último cliente Draco ya no salió, entonces Harry vio de nueva cuenta que la magia brillaba por su ausencia al verlo quitar la colcha que cubría su cama y meterla al baño, al parecer al cesto de la ropa sucia, lo vio sacar la bolsa de papel que estaba junto al excusado y limpiar el lavabo y el inodoro con el liquido de un par de botellas que identifico como desinfectantes, salió con la basura de la habitación y regreso un par de minutos después, se desvistió haciendo que Harry mirara a otro lado sabiendo que aun con una misión tan importante en sus manos estaba invadiendo la privacidad de una persona, pero aun así notó algo que le hizo volver la vista de nuevo, Koby le daba la espalda a la cámara mostrando un enorme tatuaje que la cubría llegando hasta parte de las nalgas; Harry entornó los ojos para distinguir mejor a un dragón de color negro con sombras blancas que lo hizo alzar las cejas impresionado.
Koby entró al baño y salió rato después ya duchado, puso música y mientras se cambiaba alguien tocó a la puerta.
-Adelante.
-Hoy me toca el desayuno ¿estás listo? –dijo Bambi asomándose.
-Sí.
-Bien, voy por la comida.
Harry vio a Draco quedar vestido con un holgado pantalón de pijama y una camiseta, vio como metía los dedos entre su cabello y lo sacudía.
-Listo –dijo Bambi llegando con una cacerola.
-Pondré agua para el café.
Los vio desayunar y después a Bambi retirarse, vio como Draco sacaba el dinero de la cómoda y contaba las ganancias de la noche, apartaba un poco y lo demás lo guardaba en una cartera dentro de su armario, luego se lavó los dientes y por fin se metió a la cama y en menos de cinco minutos ya dormía profundamente.
Sabiendo que también debía descansar, se apresuro a tomar una ducha para relajarse en tanto Ron despertaba, luego preparó el desayuno y despertó a su compañero.
-Pásame el azúcar… ¡Harry!
-¿Eh? ¡Ah perdón Ron, no te escuche!
-Eso veo, piensas en lo de Malfoy ¿verdad?
-Sí… oye Ron, no puedo, esto no está funcionando, este plan va a irse al carajo.
-¿Tan pronto ya te rendiste?
-No, no es eso ¿pero no se te hace que gastar cuarenta libras diarias con él es muy sospechoso?... o sea ¿Qué plomero gana tanto a la semana? ¿Acaso no pago renta, acaso no como, acaso no visto?... esto va a levantar sospechas Ron.
-Sí, tienes toda la razón ¿Cuál sería el plan?
Harry exhaló un suspiro antes de decir:
-Es muy duro, no suelta prenda y bueno, es obvio, es más que obvio que no iba sincerarse con un maldito desconocido ¿cierto? Y que tenía que inventarse una historia y que no iba a entrar en confianza con cualquiera…. Pero tengo que estar cerca, tengo que estar todo el tiempo ahí, ganarme su confianza de alguna manera.
-Y la solución es… -dijo Ron antes de darle una mordida a un trozo de pan con huevo y jamón.
-Trabajar ahí… mantenimiento Ron, mantenimiento; pedirle al dueño que me contrate con un puesto fijo para mantenimiento del edificio.
-Hay hechizos que implantan sugestiones sin necesidad de usar un Imperius, podemos hacer que quiera contratarte.
-Y vivir ahí.
-Sí, ya no tendrías que ocultarte… pues ese plan me parece perfecto aunque por un momento creí que querías trabajar de puto también -Harry sonrió al escuchar a su amigo- te lo juro Harry.
-No creo que él acepte de buena manera a alguien que represente competencia.
-Los otros dos hombres que trabajan ahí se van a otra zona, pero tienes razón, el plan de plomero es mejor aunque de mantenimiento no sepas ni una mierda.
-No pero por eso soy mago –respondio sonriendo al tiempo que le guiñaba un ojo.