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El Renacer por LYKOS

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Los chicos se fueron a comer a un burguer cerca del gimnasio de Lee y al acabar se despidieron de Kiba, que no tenía la mínima intención de ir a clases de Karate.

 

Ya en los vestuarios del gimnasio de Judo “La Octava Puerta” Naruto se quitaba su ropa para ponerse el chándal que Lee le dio instantes atrás, la verdad que el rubio no tenía mal cuerpo, con su 1,70 de altura se le podía distinguir unos pectorales no muy grandes, acompañado de unos abdominales poco visibles pero lo suficientemente marcados como para notarlos. Sus brazos no eran nada del otro mundo pero se llegaban a notar sus bíceps poco trabajados, en fin, que no tenía mal cuerpo, pero sabía que era necesario ponerse en forma si quería empezar a perder el miedo a esos bastardos.

 

Ya enfundado en el chándal, se dispuso a entrar a la gran sala donde se encontraban Lee y su profesor.

 

—Bueno tu debes ser esa joven alma que quiere empezar en el mundo del Karate, pero te tengo que advertir un par de cosas, esto no es un juego, vas a necesitar esforzarte para entrenar tu cuerpo a la vez que tu mente. —dijo el maestro con voz firme pero con una felicidad extrema poniendo sus dedos en señal de victoria.

 

—Lo intentaré. — dijo Naruto con voz casi inaudible.

 

—Veo que no has entendido nada de lo que te he dicho. —Gai Sensei bajó la cabeza decepcionado.

 

Naruto no sabía que hacer. No entendía la esa forma de ser que tenía su ahora profesor. Pero recordó la frase que le dijo Lee a la mañana cuando le tuvo que defender.

 

“Uno no es nadie si no cree en si mismo”

 

Así que, dejando su timidez a un lado y mirando fijamente a los ojos de su nuevo maestro le dijo:

 

—Lo voy a hacer, cueste lo que me cueste. — esta vez con voz mas clara y un tono firme.

 

—Así me gusta, un joven con carácter, Lee ponte con Naruto. Y lánzale unos golpes solo marcando,quiero ver sus reflejos. —ordenó el maestro.

 

—De acuerdo sensei. — dijo Lee con su cara de felicidad común.

 

Naruto estaba acojonado por dentro pero no quería dar muestras de debilidad ,así que se puso delante de Lee y hicieron el saludo típico haciendo una pequeña reverencia.

 

Cuando Lee empezó a lanzar golpes, Naruto no sabía donde meterse, cada vez retrocedía más y más hasta que la pared que se encontraba detrás de él le dejó sin escapatoria. El puño de Lee se quedó a pocos milímetros de su cara, el rubio atinó a cerrar los ojos y poner sus manos delante de su cara.

 

—Naruto, no vas a conseguir nada así, probaremos otra cosa. —dijo el Sensei, que no perdía ojo de la situación. —Poneos estos guantes, y Naruto, no pongas las manos delante de la cara, quiero que te lleves unos golpes, confía, cuando salgas de aquí vas a ser otra persona.

 

Naruto asintió sin pizca de convencimiento,a nadie le hace gracia recibir unas ostias de gratis. Pero sabía que tenía razón.

 

Esta vez fue un poco diferente, Naruto ya no retrocedía tanto, hasta se atrevió a meter el brazo para apartar algunos golpes que le lanzaba Lee, la verdad no eran rápidos, pero si alguno le llegase a dar, tenían pinta de hacer pupa.

 

— NARUTO! —gritó el maestro, cosa que hizo que el rubio girase la cabeza y mirase hacia él con cara de sorpresa, pero ay amigos, por el otro lado el guante de boxeo que Lee portaba, se acercó como una bala de cañón impactando en su mejilla.

 

Naruto cayó al suelo poniendo sus manos en la cara, aguantando el dolor, bueno la verdad no era para tanto, hasta se atrevió a pensar que esperaba mas de Lee, así que se levantó y puso sus brazos en posición de guardia tal y como los tenía Lee en esos momentos.

 

—Ves, no era para tanto. — reía el profesor mientras Lee soltaba alguna carcajada. — Pero ya sabes, que nada te distraiga, cuando peleas solo tienes que estar a eso, venga continuad. Y Lee... Esta vez no te cortes.

 

Esa última frase hizo tragar saliva al rubio. Pero ya había entrado en calor y quería ver de lo que era capaz.

 

—Eso Lee, no pegues como una nenaza. — se atrevió a decir Naruto mientras las cejas de Lee empezaron a dar pequeños tics, haciéndose notar que se le iba a hacer pagar por ese comentario.

 

Sin mediar más palabras Lee empezó a soltar golpes y también patadas esta vez. Muchos golpes impactaron en Naruto pero según los recibía iba aprendiendo la forma de pararlos, hasta que ya casi acabó de parar la mayoría de ellos, hasta que Lee dio una vuelta sobre si mismo y le pego una patada en el estomago que hizo que se agachase, sufriendo más dolor que cuando el Uchiha le golpeo en el baño del instituto.

 

Se quedó como 10 segundos agachado sobre sus rodillas pero intentó levantarse despacio, temblando y casi sin poder respirar. Ya erguido volvió a poner sus manos en posición de pelea.

 

— Ya basta chicos, suficiente por hoy. —dijo Gai mientras se acercaba a ellos. —Y Naruto, muy bien hecho. — el maestro le puso una mano y le removió el pelo. —Ahora descansad.

 

Y así fue el primer día de entrenamiento de nuestro pequeño rubio. Cuando se quitó la ropa de deporte se le podían ver en la piel las rojeces de los golpes recibidos, pero no se sentía muy dolorido, la verdad se sentía bien, hacia tiempo que no se sentía tan vivo.

 

Los chicos se despidieron y cada uno se fue a su casa, Naruto cenó como un perro hambriento, dejando a sus padres con cara de asombro, y nada más acabar, se despidió de ellos dándole un beso a su madre en la mejilla y un abrazo a su padre.

 

Cuando el chico se fue a la cama…

 

— Oye Kushina, ¿Qué le pasa a Naruto? Se le ve diferente. — dijo Minato mirando a su esposa a los ojos.

 

— La verdad que no recordaba un beso con tanta ternura desde hace años… — contestó Kushina con una sonrisa que rápido contagió a Minato.

 

 

 

La verdad que los dos primeros meses de instituto pasaron bastante rápido, Naruto se pasaba las horas libres entrenando con Lee, hasta el punto de poder plantarle cara, se turnaban los días de clases de Karate con los días de Gimnasio y los fines de semana se los pasaban en la piscina cubierta del polideportivo de la ciudad.

 

Los abusos que sufría por parte de Gaara y Seigetsu fueron disminuyendo cuando el rubio empezó a plantarles cara, y sobretodo, cuando un día en clases Gaara le tiró el borrador a la cara desde la pizarra y este lo paró con una mano con buenos reflejos y se lo devolvió al instante dándole en mitad de la entrepierna.

 

Por otro lado, no era la primera vez que se quedaba un rato con Hinata esperando a Itachi a la salida del instituto, llegaron a hacer amistad gracias a los gustos de lectura que tenían pero no pasó a más de eso. Parecía que se conociesen de toda la vida.

 

Y hoy, sábado, los chicos decidieron ir a la piscina como de costumbre y entraron al vestuario a cambiarse, Naruto cuando se quitó la camiseta, quedó mirándose al espejo del fondo de la estancia, y la verdad es que notaba el cambio a pesar de los apenas dos meses que llevaba entrenando, su pecho se volvió mas fuerte y duro, sus brazos estaban bastante mas marcados que a finales del verano, y sobretodo su orgullo máximo, esa tableta de chocolate que se le marcaba de manera considerable y su culo duro como una piedra, era la joya de la corona. Sentía ese orgullo por que también se lo había ganado entrenando como un cabrón.

 

Se puso su bañador y acompaño a Lee hasta la piscina mas grande que tenía el recinto, pero cuál fue su sorpresa cuando avanzando por las calles, pudo distinguir a los dos Uchiha compitiendo al final de estas.

 

Se quedó observando a los chicos durante unos momentos. El azabache mayor le sacaba varios metros a su hermano pequeño, la verdad que la técnica de los dos chicos era increíble, pero el mayor acabó llegando antes al borde de la piscina.

 

El mayor, al sacar la cabeza del agua y mirar al frente ,pudo ver a Naruto que le miraba también, salió del agua y fue a saludar al rubio, pero cuando Itachi se plantó delante con su 1,84 de estatura y con ese cuerpo que era como el de un mismísimo modelo de los que aparecían en las revistas de Calvin Klein, no pudo evitar sentirse intimidado, no quería dar ninguna pista de que era gay y apartó la mirada después de saludarle.

 

Mala idea Naruto.

 

Lo que vio al girarse, fue al Uchiha pequeño salir del agua dejando ver su cuerpo de adonis, mas pequeño que el de su hermano pero no por eso menos sexy que este, no sabía cual estaba mas bueno, era como elegir entre el ramen de carne o de pollo, no sabría por cual decantarse.

 

Se estaba empezando a notar algo subido de todo.

 

—Tengo monos en la cara teme. —dijo Sasuke al ver que Naruto no le quitaba ojo.

 

“Que bueno esta el condenado” pensó Naruto para si mismo.

 

—No me llames teme, maldito Baka — contestó Naruto haciéndose el duro.

 

Sasuke le dedicó una mirada de odio a Naruto y se abalanzó sobre él para encararlo, cuando su hermano con un brazo lo empujó y salió volando hasta el agua provocando que salpicase a todos los que estaban en el borde de la piscina.

 

A los pocos segundos aún con la cara de odio que tenía Sasuke mirando a su hermano, el socorrista se acercó a Sasuke y le dijo enfadado. —Chaval, que sea la última vez que te tiras en bomba o te tendré que echar de aquí.

 

Sasuke se puso completamente rojo y los chicos que estaban en el borde se empezaron a reír tapándose la boca.

 

Itachi entre risas le dijo al socorrista. — Kisame no seas tan duro con el chaval. — mientras no paraba de reir.

 

—Aunque sea tu hermano, lo saco a patadas de aquí si es necesario. — la cara de Kisame no transmitía ninguna broma.

 

Tal cual dijo eso, se dio la vuelta y volvió a su silla sin quitar ojo al Uchiha pequeño, que maldecía la hora de estar ahí con su hermano, con Lee y con ese maldito Teme. Pero según le estaba mirando se estaba dando cuenta que tenía un cuerpo muy bien formado la verdad, y la mirada que lanzó a los ojos del rubio empezó siendo de odio pero se quedó obnubilado al darse cuenta que eran del mismo color que el agua de la piscina.

 

Quizás mas claros aún.

 

“!QUE COJONES ESTAS PENSANDO SASUKE!” Se dijo para sus adentros. Lo que se le acababa de pasar por la cabeza mirando a ese chico no era ni medio normal, el tenía novia, y por supuesto no era maricón.

 

—¿Qué le pasa a este? — le pregunto Lee a Itachi, señalando a Sasuke que parecía estar en otro mundo.

 

Itachi miró a su hermano y volvió a mirar a los chicos. —Las dos neuronas que le quedan deben haber chocado entre ellas, esperad. — Itachi se metió en el agua y se puso detrás de Sasuke que seguía empanado, agarró al chico del bañador y tiró de él hacia arriba levantándolo en el aire.

 

—Itachi paraaaaa. — grito Sasuke mientras braceaba para intentar bajarse de esa vergonzosa posición.

 

Naruto estaba flipando y Lee no paraba de reírse, aunque dentro de Naruto una cosa llamó la atención.Y era, que esas bromas se las solían hacer a él en el instituto, no es capaz de contar las veces que acabó colgado del perchero o que le tiraban de los calzoncillos, sobretodo ese maldito azabache.

 

Con la cantidad de libros de psicología que ha devorado Naruto no se le hace extraño que lo que le hacia a él en el instituto sea un reflejo de lo que le pasaba a él en su casa.

 

—Itachi no te pases tampoco. — dijo Naruto haciendo pucheros y ladeando la cara.

 

“¿Perdón?¿Acabas de defender a quién te ha hecho la vida imposible durante 6 años?

Tu eres tonto” — se decía a si mismo.

 

—Te suelto porque me lo pide Naruto, que sino te tengo aquí hasta que cierren las piscinas. —dijo Itachi mirando al rubio dedicándole una sonrisa.

 

La cara de Sasuke al mirar al rubio era como si de dos planetas se estuviesen chocando entre ellos.

 

“Por que me esta defendiendo este si siempre le he tratado como una mierda” — Pensó para si mismo.

 

Bajó la cabeza mirando abajo, viendo su cara en el agua.

 

“Igual porque la mierda eres tu” — le contestó el reflejo que tenía enfrente.

 

 

El rato siguiente que estuvieron pasando los chicos en el agua fue bastante menos tenso, Itachi y Naruto hablando en el centro, con Sasuke al lado de Itachi y Lee al lado de Naruto.

 

Itachi le estuvo enseñando a Naruto y Lee como nadar de la forma que él lo hacía, enseñandole en particular al rubio, en el que ponía sus manos para enseñarle como hacer los movimientos. Sasuke miraba la situación sin perder detalle, aunque intentaba que no se viese como observaba al rubio evitando siempre el cruce de miradas.

 

Al acabar sus clases particulares de natación Itachi dio la idea de ir a una de las piscinas jacuzzi que había en la planta alta del complejo deportivo.

 

Y allí estaban los chicos, uno en cada esquina, Naruto frente a Sasuke y al lado Itachi frente a Lee.

 

Naruto estaba bastante feliz, notaba como Sasuke le empezaba a tratar de otra manera, hasta estuvieron hablando los dos sobre la dificultad del último curso de Bachiller.

 

Llegó un momento, que hablando entre ellos, sus miradas solo se dirigían hacia los labios del contrario analizando cada parte de ellos. Y un momento que decidieron estirar sus piernas al mismo tiempo estas coincidieron en el centro y se rozaron.

 

Ninguno de los dos hizo nada por apartar sus pies.

 

Itachi que notó lo que estaba pasando no se le ocurrió otra cosa que decir. —Bueno y ¿Qué tal de novias chavales? No estaréis como este con Sakura que aun no se la ha follado.

 

La frase dejo helado a los chicos, Itachi sabía clavar los cuchillos milimétricamente, la cara de Naruto bajo hacia el agua sacándole de sus sueños al recordar que Sasuke tenía novia y la cara del azabache era de vergüenza, no llevaba años aparentando ser un follador para que vaya su hermano y lo joda todo en un momento.

 

— La verdad que estoy aburrido de ella, nunca quiere hacer nada. —mintió Sasuke, y joder si mintió, se le pasaron todas las veces por la cabeza que la pelirosa le pedía ir a su casa a solas y él le daba largas. —Igual es hora de buscar otra cosa.

 

La cara de Naruto se volvió a levantar, mirando con sorpresa a los ojos negros del chico que tenía enfrente.

 

—Podías probar con algún chico, igual te quita esa cara de avinagrado que tienes. —dijo Itachi sin mirar a nadie apoyando su cabeza en el borde y mirando al cielo.

— Bueno yo creo que ya es hora de ir saliendo de aquí. —dijo Lee mientras rápidamente se levantó y se fue al vestuario como una bala.

 

No era homófobo pero no le gustaban los tíos y se sentía súper incomodo en esa situación.

Sin embargo Naruto y Sasuke cruzaron una mirada mientras sus mejillas se tornaban de un color rosado.

 

Cuando se dieron cuenta Itachi no estaba.

 

“En que momento se fue Itachi y me dejó con este a solas” — pensó Sasuke.

 

Y es verdad que pasaron un par de minutos en los que el tiempo pareció ser absorbido por los orbes que tenían enfrente.

 

Los dos se levantaron y se dirigieron al vestuario sin mediar ninguna palabra.

 

Ya en la puerta del lugar los chicos se despidieron de Lee, que vivía justo enfrente del local.

 

—Y tú Naruto ¿Dónde vives? — dijo Itachi.

 

—Pues en el otro extremo de la ciudad, pillare un bus por aquí. —dijo Naruto mirando a ver si alcanzaba a ver una parada de bus.

 

—De eso nada te llevo yo. —dijo Itachi removiendo el pelo del rubio.

 

Sasuke miró muy extrañado a su hermano mayor.

 

Y la razón se supo al llegar al coche y ver la cara de Naruto, al ver que era de dos plazas.

 

—Pero si este es biplaza. — dijo Naruto esperando la respuesta del mayor.

 

—Pues vas encima de Sasuke y si ves a la policía te tapas con esto. —le pasó un abrigo grande que tenía en el maletero del coche.

 

La cara de los dos menores era un puto poema.

 

—Ni de coña. —dijo Sasuke.

 

—Pues te quedas en tierra. — contestó Itachi sin miramientos.

 

Sasuke bufó y montó en el coche echando el asiento para atrás, Naruto dudó si meterse o que ostias hacer, pero una mueca de Sasuke diciéndole que entrase le dio permiso para ello.

 

Itachi arrancó el motor de su Porsche y allí iba Naruto sentado encima de Sasuke, el rubio estaba super tenso, al igual que el moreno. Como para no estarlo, sentado encima de la entrepierna de la persona por la que mas ha suspirado en su vida.

 

La suspensión del coche era dura, de las mas duras del mercado, y no era para menos en un coche que era de los mas rápidos del mundo. Cada bache que tomaban el culo de Naruto se clavaba más y más en Sasuke, hasta que el moreno decidió poner sus manos en la cintura del rubio para evitar que siguiesen esos movimientos y provocar que su polla se despertase por completo, y ya hacia unos minutos que Naruto sentía la entrepierna del moreno en su culo pero no iba a decir nada, los cojones, iba a disfrutar todo el puto viaje de ello.

 

Ya llegando a casa de Naruto, este le dio señas de que parase.

 

—Aquí es, muchas gracias Itachi. — le dijo con su típica cara de ternura.

 

—Nos vemos Naruto, pasa buena noche. —dijo el moreno mayor chocándole los puños al rubio.

 

—Adiós Sasuke. — dijo levantándose del regazo del moreno y saliendo del coche. —Y perdón por las molestias.

 

—No pasa nada. — Sasuke estaba con las mejillas rojas. —Nos vemos.

 

Y así se despidieron y se fueron para sus respectivas casas.

 

 

Hubo dos cosas en las que los chicos coincidieron cuando llegaron a casa.

 

La primera fue que se fueron sin cenar a la cama.

 

Y la segunda fue que casualidades del destino a las 00:13 de reloj ambos chicos se corrieron a la vez pronunciando el nombre del otro antes de quedarse dormidos y esperemos que soñar, con el día que seguramente cambie el torno de sus vidas en un futuro no muy lejano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Me encanta que comenteis enserio y todos lo que lo leeis muchas gracias a todos. 

 

Y dejad lo que opinais a si veo distintos puntos de vista (^_^)


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