—¡Te odio Hatori Hanzo'ttebayo!—gritó con frustración cierto chico rubio de ojos azules—¡¿Por qué eres tan terco?!—siguió reclamándole al personaje de videojuego que aparecía en la pantalla de televisión.
A la sala llegó Sasuke Uchiha, desde su habitación escuchó a su escándoloso novio, Naruto Uzumaki. Éste era de ese tipo de persona que armaba quilombos por cualquier cosa y gritaba mucho si se emocionaba demasiado, así que salió para investigar que diablos lo puso en tal estado de ánimo.
Sé posicionó detrás del Uzumaki, quien se hallaba sentado en el sillón, todavía vociferando contra ese tal "Hatori Hanzo".
—¡Bastardo, Sasuke te ama, inútil! ¡Y ahí vas de nuevo a largarte con el villano, como te odio'tteba!—proclamó sumamente enfadado.
—¿Qué es todo este escándalo, dobe?—cuestionó Sasuke con voz autoritaria, si algo no toleraba era que se gritara sin ninguna razón en su casa.
—Estoy Jugando Ninja Storm History—comunicó bajándole dos rayitas a su entusiasmo—Sólo que ya me harte que el co protagonista se comporte como un idiota'tteba—expresó frunciendo el ceño y apretando el puño de la indignación que lo embargaba.
—Ahh ese estúpido juego de fantasía de nuevo—lamentó suspirando profundamente, desde que la tecnológica avanzó en Konoha, se mejoró mucho en el área de comunicaciones de entretenimiento. Salieron muchos videojuegos y para su desgracia el rubio se volvió fan aferrimo de estos, se le despertaba una pasión de aquella cada vez que ponía las manos encima a una nueva aventura virtual—Si tanto te molesta el co protagonista, no lo juegues, te estresas de a gratis.
—Ya lo empecé y quiero llegar hasta el final, quiero presenciar si Hatori Hanzo reconoce a Sasuke Sarutobi como la persona más importante para él.—dictaminó con firmeza.
—Usuratonkachi, eso jamás va a suceder al final del año juego, ellos son sólo mejores amigos.—recalcó con decisión, mejor que el Uzumaki no se hiciera ilusiones con algo que no estaba planeado en la historia.
—¡No, Sasuke, nadie hace tanto por un amigo!—protestó al instante ante la ofensa de que tales sentimientos sólo fueran catalogados como: Amistad.
—Sí, Naruto, existen amistades así intensas.—expuso sin dar a conocer la brazo a torcer, ¿porqué todo para Naruto era amistad o amor solamente? Cuando el mismo rubio compartía con Gaara ese tipo de relación y hasta donde sabía al mapache pelirrojo no lo deseaba.
Estuvo a punto de marcar este detalle pero el Uzumaki volvió a tomar la palabra.
—¡Sí, amistades intensas que se convierten en amor y eso sucede con Hatori y tu tocayo!—repuso manteniendo su postura, conocía suficiente del amor como para afirmar que tenía razón.
—Como eres un tonto enamorado por eso no reconoces que es solo una simple amistad y ves señales donde nos las hay.—evaluó que el juicio de su novio se nublaba debido a que estaba viviendo en pareja con él—Ni Hatori ni mi homónimo han expresado atracción física.
—¡Y eso que! ¡Ni tú ni yo lo hacíamos tampoco y miranos ahora!—le recordó, contraatacando el argumento, presentía que su adorado Uchiha creía que confundía las cosas—El Amor no sólo se expresa con palabras bonitas y deseo sexual, también con acciones, y a veces con los puños.
—Dobe, eso no...—no pudo terminar su frase.
—Sasuke ama Hatori, por eso va tan lejos por él. Lo ha estado persiguiendo desde que dejó el escuadrón y hasta promesa de morir juntos le ha hecho para detenerlo. ¡Si eso no es amor, no se que es dattebayo! . Precisamente hace lo mismo que yo hice, cuando dejaste la aldea. Y al final fue amor ¿que no?—desarrolló con mucha intensidad.
—Lo fue, un amor un poco obsesivo, si me lo preguntas, de hecho da miedo ahora que lo planteas así.—admitió reflexionando el tema de su propia relación.
—El amor es así, teme, tú también tardaste en admitirlo, tuvimos que luchar otra vez y perder un brazo para que por fin entendieramos lo que había en el corazón del otro—le recordó todo lo que habían vivido y como el Uchiha puso por fin en orden sus sentimientos.—Nuestro amor no es perfecto, pero es hermoso.
—Dobe, te pide que guardes la partida—anunció Sasuke señalando la pantalla, para que el rubio pudiera su atención en ello.
—¡Es verdad dattebayo! No quiero volver a jugar ese tramo de nuevo.—exclamó al armado de perder todo el progreso acumulado durante las últimas tres horas.
Con ese despiste Sasuke salió por la tangente del tema, caminando hacía la habitación más cercana.
Desde esa vez, el Uchiha supo dos cosas:
Primero: Naruto era un apasionado tanto en el amor como en los videojuegos, así que convenía no tocar estos temas, pues terminaba impresionado con las revelaciones que podrían saltar a la vista.
Segundo: De verdad que nunca se había detenido a analizar su relación con el rubio. Realmente era compleja, intensa y algo maniática.
Superaron muchos obstáculos, batallas, y sus propios demonios internos, además de que tantos él como el Jinchuriki de Kyubi cargaban en sus hombros grandes poderes de destrucción así como sentimientos tan potentes como mil soles juntos pero frágiles como el que vidrio y eso era una receta peligrosa.
Agradeció infinitamente a todos los dioses inclusive a Ridokuo Sennin que su situación sentimental se resolviera de la mejor manera, por qué pudo haber sido un desastre.