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Bajo el perdón de Dios por Anndiee

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¡Tú tomas la decisión niño! ¿Disparo en orden o en desorden?

-No es eso… desde los 10 años mi vida ha estado organizada y calculada hasta hoy… y es que a los 10 años vi cómo eran asesinados mis padres y como estuve a punto de morir también.

-¿Que?

Asami quedó estupefacto al escuchar esas palabras.

Akihito se sienta cruzado de piernas en la camilla. –Yo…

El joven médico trataba de respirar con normalidad. –Mi niñez, toda mi niñez la viví en una cómoda casa en Inglaterra, al lado de mis padres, vivíamos bien, teníamos un lindo perro, era un pastor alemán… no, no recuerdo su nombre. Akihito tenía la mirada perdida, tratando de recordar.

-No pasábamos necesidades, sé que era feliz… pero también en esa época, empezaron aparecer animales cruelmente asesinados en la localidad donde vivíamos… la noche del 25 de octubre de 1970, un par de hombres entraron a mi casa, empezaron a desordenar y a romper todo a su paso, nosotros escuchamos los estruendos, papá bajo a la sala a investigar que era todo ese bullicio, mamá me dijo que me quedara en mi habitación y se fue detrás de él… todo se calmó en un instante, no se escuchaba nada, me dio curiosidad y baje a la sala… vi la cabeza de mi perro en la puerta principal y a mis padres amarrados a unas sillas y como uno de esos hombres golpeaba con bate todo el cuerpo de mamá, uno de ellos noto mi presencia y corrió hacia mí, me sentó al frente de mi asustado padre y cadáver de mi madre, sostenía mi cabeza para que yo no desviara mi mirada, el otro susurro en mi oído “¡Tú tomas la decisión niño! ¿Disparo en orden o en desorden?”, yo no pude articular palabra alguna y ese hombre empezó a dispararle al cuerpo de mi padre, lo que yo no sabía es que había guardado una bala para mí. El otro hombre reía como si se tratara de un gran chiste… en esos instantes Akihito cierra sus ojos muy fuertemente.

-No sé, no sé en qué momento, el hombre que me sujetaba me soltó, tampoco sé cuál fue la extraña fuerza que hizo levantarme y agarrar la silla y empezar a golpear al hombre que me sostenía, solo sé que quería destrozarlo y lo logre… lo mate y lo disfrute tanto, el otro solo reía viendo como yo golpeaba de manera desordenada con la silla a su compañero, cuando termine con él, sabía que debía seguir con el otro, pero él se adelantó y me disparo… después de eso recuerdo que desperté en una habitación muy blanca.

Asami solo veía el frágil perfil de Akihito, quien tenía su rostro húmedo de tantas lágrimas, con su respiración entrecortada.

Akihito agarra fuertemente su cabello y empieza a jalárselo. –Soy un maldito psicópata que disfruto de golpear a alguien de manera desordenada hasta matarlo. Sus gritos reflejaban dolor y angustia.

-Tranquilízate. Asami abraza el cuerpo de Akihito, recostando la cabeza de este en su pecho.

-Soy un asco de persona, soy peor que ese par de hombres, no me atormenta la muerte de mis padres sino lo que hice. Susurro el rubio algo más tranquilo.

-No eres una mala persona, solo estás asustado, eso es todo. Asami abrazo aún más fuerte el cuerpo de Akihito.

****-****-****-****

Akihito se encontraba acostado en la camilla, ya tranquilo, mientras que Asami, quien estaba sentado al lado de la camilla, peinaba suavemente el cabello del rubio.

 -Debería irme a mi habitación, tú puedes quedarte y dormir aquí, creo que esta camilla es mucho más cómoda que el lugar donde duermes, además aun debes de recuperarte. Susurro Akihito mientras apretaba aún más fuerte la mano de Asami.

-No te preocupes, después de lo que ocurrió entre nosotros me siento mejor… gracias por cuidarme.

Akihito solo sonrió ante el comentario mientras se levantaba de la camilla. –Quien debe de agradecerte soy yo… siento que me quite un peso de encima.

-¿Lo que te ocurrió tiene que ver con el hecho de que hayas venido aquí? Pregunto Asami mientras se recostaba en la camilla.

-Demasiados secretos revelados en el día de hoy… nos vemos. Exclamo el rubio antes de salir del consultorio.

-Por lo visto, no soy el único que la ha pasado mal. Susurro Asami antes de quedarse dormido.

****-****-****-****

-¿Qué es eso? Pregunta Ranmaru algo sorprendido al ver que Akihito le entregaba una pequeña pastilla

-Es algo que les ayudara en sus próximos encuentros sexuales.

-Mire, yo sé que no le agrado, pero créame que intente alejarme, pero no pude, en los días que estuve en la celda de castigo y él fue a visitarme, comprobé que me gusta mucho estar a su lado.

-No soy quien para juzgar la clase de relación que ustedes dos tienen… solo evite que el vuelva a lastimarse. Responde Akihito alejándose de Ranmaru, quien iba de camino hacia el patio principal.

-¿A qué se refiere con eso? Ranmaru quedo extrañado ante las palabras del médico.

-Entenderá cuando vea su espalda… suerte en la pelea.

Akihito caminaba hacia su consultorio, en el camino se encontró con Asami; ninguno de los dos miro a la otra persona, parecían ignorarse, solo una sonrisa ladina estaba en el rostro de ambos cuando pudieron rosar sus manos en el momento en que se cruzaron en el camino, solo eso podían hacer en ese momento, ya que Yuri caminaba detrás del recluso.

-¿No piensa ver la lucha? Pregunta Yuri deteniendo a Akihito.

-Sabe muy bien que no me gusta esa clase de espectáculos. El tono de voz del rubio era suave y calmado algo que sorprendió al ruso.

-Si lo… lo olvidaba, nos vemos después.

Akihito no responde nada, solo camina hacia Alberto  que quería observar de cerca la pelea. – ¿Vas a ir a apoyarlo?

-Es mi amante en turno… Sonrió Valentino caminando hacia donde estaba Asami.

-Le entregue una pastilla… después me lo agradeces. Akihito sacudió su mano, despidiéndose del sacerdote, quien quedo extrañado.

-¿Cómo has estado Ryuichi? Alberto se coloca al lado de Asami evitándose ser visto por Yuri.

-Bien, gracias.

Asami solo observaba como Ranmaru le realizaba una llave al brazo de su oponente, utilizo tal fuerzo que le rompió el brazo.

-Ranmaru está muy animado. Susurra Asami observando como aquel hombre se revolcaba de dolor.

-Que espectáculo más aburrido. El ruso miraba fijamente a Ranmaru, quien sostenía también aquella brusca mirada. -¡Acabalo!

-¿Que?

-¡Mátalo! Y el premio será  todo tuyo.

-Esto tiene que ser una broma. Asami descruzaba ambos brazos, estaba demasiado sorprendido.

-¿Y si me niego? El tono de voz de Ranmaru era de furia.

-¡Fácil! … no hay agua ni pan, así que mátalo.

Alberto iba ingresar al patio principal pero fue detenido por Asami. –Cálmate, Ranmaru no se dejara manipular tan fácilmente.

-Si tanto quiere ver a ese hombre muerto, mátelo usted mismo, no pienso hacerle ese favor. El menor giro su cuerpo hacia la salida del patio.

-Qué curioso… si eso es lo mejor que sabes hacer ¿o me equivoco?

Ranmaru apretó los puños, pero prefirió seguir su camino sin mirar atrás, solo escucho el disparo.

-Esto no es bueno. Alberto miraba con ira el cadáver del hombre.

-¿Por qué lo dice?

-Esto es una clara señal de provocación hacia Akihito, Yuri sabe que el hizo un juramento de salvar vidas, por eso lo provoca y lo acosa… es evidente que lo desea.

-¿Qué demonios está diciendo?

Alberto mira fijamente a Asami. –Akihito está en peligro.

En esos instantes llega Ranmaru, quien solo busca refugio en los brazos de Alberto. –Sácame de aquí por favor.

-¡Vamos!

Asami se queda pensativo ante las palabras del sacerdote… ¿juramento? ¡No! Tal vez ya había descubierto la verdadera naturaleza de Akihito.

****-****-****-****

El joven médico le colocaba una pequeña pastilla en la boca de Asami.

-¿Qué es esto? Asami sentía el agrio sabor en su boca.

-¡Shhh! Es mejor que no lo sepas. El rubio tenía el dedo índice en los labios del mayor. –Te traje un poco de comida y agua, estoy seguro que en cualquier momento Yuri te ordenara luchar y aun no has recuperado tus fuerzas, la fiebre te deshidrato y te dejo algo débil.

-Yo creo que fue otra cosa lo que me dejo débil. La expresión del mayor era lasciva.

-Muy gracioso, ¡toma! El rubio le entrega un sándwich y una botella con agua, cómelo todo, nos vemos en la tarde.

Akihito salió del consultorio dejando muy confundido a Asami.

En el camino se encontró con el ruso, quien le dedica una sonrisa maliciosa.

-Te agradecería que no enviaras al consultorio a un hombre con un hoyo de bala en la cabeza.

-¡No sé!, tal vez pensé que te sería interesante ver ese tipo de imágenes. El rostro de Yuri se fue acercando hacia el rostro de Akihito, quien se alejó por instinto.

-Cuando quiera ver un cadáver, se lo hare saber, por el momento ahórrese las molestias.  El rubio sigue su camino, ignorando por completo al ruso.

****-****-****-****

El confesionario era un lugar pequeño y estrecho, lo cual no dejaba disfrutar plenamente de los encuentros sexuales que Alberto y Ranmaru tenían allí. Además se le sumaba el hecho de que el menor no podía tener una erección  debido a las condiciones de vida en la prisión y los tranquilizantes que les daban de manera ocasional, eso era algo que frustraba al italiano, ya que quería hacer sentir placer al japonés pero no sabía cómo.

Alberto chupaba y mordía suavemente los pezones de Ranmaru, a la vez que lo preparaba dilatando su entrada.

-Al… para, me estoy sintiendo raro. Jadea Ranmaru mientras aleja la cabeza del italiano de su pecho.

-No sé si tal vez no lo has notado… pero estas duro, puedo sentir tu pene en mi estómago. Alberto miraba hacia la entrepierna de Ranmaru. -¿Akihito te dio algo?

-¡Si! una pastilla.

-Disfrutemos de sus efectos entonces. Alberto beso apasionadamente al menor mientras le quitaba sus pantalones.

-¿Vamos a tener sexo de una manera correcta?

-¡Si! responde Valentino mientras empezaba a embestir de manera salvaje al menor, a la vez que empezaba a masturbarlo.

****-****-****-****

-Ya veo que el medicamento empezó hacer efecto. Exclama Akihito bastante complacido notando como Asami jadeaba.

-¿Qué demonios me diste?

-Metilfenidato*

-Estás loco  

El rubio fue acercándose hacia el mayor. – ¡Lo sé! En esos instantes, se arrodilla y empieza a bajarle los pantalones.

-Pero que hac… Ngh…

Akihito empieza por lamer desde la base hasta la uretra. -¡Vaya! Sí que esta duro. Luego se mete por completo el pene de Asami en su boca.

Asami sentía demasiado placer, hacía mucho tiempo que no sentía ese tipo de sensaciones y goce. -¡Para! En esos instantes, el mayor agarra la cabeza del rubio y lo aleja de su cuerpo. –Quiero meterlo todo completo en tu culo.

-Vaya, eso suena interesante. El medico se retiró restos de líquido pre seminal con su pulgar de una manera muy erótica. – Que sea así entonces.

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-Te ves bastante complacido Alberto. Exclama Akihito observando al italiano con una gran sonrisa en su cara.

-Lo mismo puedo decir de ti, te ves radiante. Valentino cierra la puerta con seguro y camina hacia Akihito quien estaba sentado en su cama. –Gracias.

-De nada… tome la misma decisión que tu tomate, así que disfrutare al máximo de la compañía de Ryuichi mientras este aquí.

-¿A qué te refieres?

-Que debemos de disfrutar el tener sexo con ellos mientras estemos aquí, no vamos a quedarnos toda la vida en este lugar, algún día debemos de irnos. Akihito caminaba tranquilamente hacia la puerta.

-¿Y si salimos los cuatro juntos de aquí?

-¿Como? En esos instantes, Akihito gira su rostro hacia Valentino, estaba realmente sorprendido.

Continuara…

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

El metilfenidato o Ritalina, es un farmaco utilizado para el trastorno por deficet por hiperactividad, uno de sus riesgos adversos es la ereccion, ya que dentro de sus efectos esta el auemnto de la presion sanguinea. 

Cuando tenga tiempo respondo comentarios (los pocos que tengo T-T)

Estoy bien, aun no tengo coronavirus y mi familia tampoco, Gloria a Dios..  espero que no me de y ustedes hermosos lectores, por favor cuidensen, usen tapabocas (se que es muy incomodo), lávense las manos  ese virus es letal y muy MOLESTO.

Besos!


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