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61. Kim Jun.K (07) por dayanstyle

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Había pasado un mes desde el incidente con Wrangler y Jun.K se sentía como si su vida finalmente cayera en su lugar. Hubo momentos en los que incluso llegaba a ser aburrido, pero no había manera en el infierno que Jun.K fuera a quejarse.

Había salido primero del trabajo, con ganas de hacer una buena cena para Taecyeon. Su pareja debería de llegar del trabajo pronto. Mientras Jun.K se movía alrededor de la cocina, Aron se acercó a la puerta lateral.

—Huele bien —comentó Aron mientras se acercaba al refrigerador—. ¿Noche romántica?

Jun.K se rio. —Lo siento, Aron. Puedes mantener tu culo voyeur en tu habitación esta noche. —Lavó la cacerola que  había estado utilizando, colocándola en el estante.

—Si así es como te sientes —respondió Aron—. Sin embargo, es una pena. Tú y Taecyeon queman las sábanas. He visto a unas cuantas personas tener sexo, y tengo que decir, que tú y tu pareja son los más caliente que he visto en mi vida.

Jun.K metió la mano en el armario y sacó dos platos. —Ese es el cumplido más extraño que he recibido. Gracias... pero aun así no puedes ver.

El gran hombre se veía extraño como el infierno cuando hizo un puchero. —¿Me estás pateando permanentemente?

—De verdad necesitas tener una vida —Jun.K dijo mientras se giraba hacia el hombre—. Eres un poco demasiado atrevido para mi sangre.

 

Aron se rio. —Fue divertido mientras duró. Estamos bien, hombre. Aprecio que compartieras algo tan privado, pero sé cuándo no me quieren.

Jun.K continuó preparando la cena para Taecyeon y él, pero observó a Aron. Su tono era triste cuando dijo que no era querido. Lo único que Taecyeon le había dicho de su pasado trágico era que él había perdido a su gemelo. Jong Hoon había perdido a su hermano. Los chita habían perdido su manada. Jun.K no estaba seguro de lo que el resto de los hombres de la casa habían perdido y no iba a presionar para saberlo.

Sintió lástima por Aron, pero eso no quería decir que iba a dejar que el hombre los viera a Taecyeon y él teniendo sexo. A pesar de que había sido emocionante, a Jun.K le gustaba cuando eran  sólo él y su pareja.

—¿Está tratando de convencerte para que lo dejes verte con Taecyeon? —Hui preguntó mientras entraba en la cocina—. Es un bastardo pervertido. Asegúrate de cubrir con cinta el ojo de la cerradura.

Jun.K miró a Aron, sorprendió de que el hombre no le hubiera dicho a nadie lo que había sucedido. Aron le guiñó un ojo antes de tomar un trago de su jugo. El hombre no besaba y contaba y a Jun.K le gustaba.

Pero aun así no iba a dejar que Aron viera.

 

—Jun.K me rechazó —dijo Aron de buen humor. Jun.K supo en ese momento que él y Aron iban a ser buenos amigos. El tipo era relajado y tranquilo, pero había algo en él que le decía a Jun.K que el hombre tenía un pasado realmente jodido.

—No dejes que Taecyeon descubra que se lo pediste —dijo Hui—. Ya sabes qué tan corto es su temperamento.

Jun.K le sonrió a Aron. —Sí, no me gustaría que Taecyeon le pateara el culo.

—Hablando del rinoceronte daltónico, ¿dónde está? — preguntó Hui.

Antes de que Jun.K supiera lo que estaba haciendo, había golpeado a Hui en la mandíbula y el hombre cayó tendido sobre su culo. —¡No te atrevas a llamar a mi pareja de esa forma!

Justo entonces Dong Woo entró en la habitación, inmediatamente a la defensa de su hermano. Hui se levantó y comenzó a perseguir a Jun.K, pero Aron se puso delante de él.

—Confía en mí cuando digo que cuido tu vida en este momento

—dijo Aron a Hui—. Tocas a la pareja de Taecyeon y él te destrozará con sus propias manos.

—Pero él me golpeó —Hui sostuvo mientras se agarraba la mandíbula y la movía de un lado a otro.

—Y tú deberías de saber mejor cómo hablar de la pareja de alguien —Aron argumentó—. Jun.K y yo somos amigos. Si pones una mano en él te voy a destripar donde te encuentre.

—Ahora, espera un maldito minuto —dijo Dong Woo acaloradamente—. ¿Crees que me voy a quedar aquí y permitir que amenaces a mi hermano?

Jun.K odiaba estar detrás de Aron, pero estaba en una habitación llena de shifters y sabía que los chita limpiarían el suelo con su culo.

 

—Tu hermano tiene una gran jodida boca     —argumentó Jun.K.

—Pero yo siempre bromeo con Taecyeon —replicó   Hui—. No quiero decir nada con eso.

 

Jun.K apartó a Aron fuera del camino. —Me opongo a que cualquier persona hable mal de mi pareja. No me importa lo que hiciste antes de que yo llegara aquí, pero las bromas se detienen aquí, ahora mismo. Podrás ser un shifter, pero yo soy un campeón de boxeo a puño limpio. Jode conmigo en esto y te mostraré de lo que estoy hecho.

Dong Woo se echó a reír. —El humano tiene enormes bolas. Estás por tu cuenta, Hui.

 

—¿Qué?

 

Dong Woo se pasó la mano por el pecho. —Te equivocaste y lo sabes. Si se tratara de cualquier persona, fuera de esta casa, yo te defendería, bien o mal, hasta las últimas consecuencias. Dime que no puedes manejar a un humano.

Hui fulminó a Jun.K. —Golpeas como una perra.

 —Y tú actúas como una —respondió Jun.K—. Ve a buscar a algún pequeño del jardín de niños para molestar, abusador.

—No soy un abusador —argumentó Hui.

 —Dime que no sabes que Taecyeon es sensible acerca de su daltonismo —Jun.K desafió—. Dime que no sabes que le molesta.

Hui miró hacia el suelo.

 

—Eso es lo que pensé —dijo Jun.K—. Si hablas mierda sobre mi pareja de nuevo te golpearé cuando estés dormido. —Debido a que Jun.K sabía que en ese momento podría atrapar al chita con la guardia baja. No sería capaz de tomar al hombre tan fácilmente.

Dong Woo y Aron se reían tan fuertes que Jun.K no pudo evitar sonreír. Hui golpeó el hombro de Jun.K, diciéndole que eran cool.

—Has demostrado tu punto —reconoció Hui.

 

El cuarto se quedó en silencio, todos los ojos detrás de Jun.K. Se giró y vio a su pareja de pie en la puerta. Esperaba que Taecyeon se viera molesto, sin saber cuánto tiempo había estado allí o lo que había visto y oído. Sin embargo, una amplia sonrisa se formó en su hermoso rostro.

—Fuera. —Aron empujó a Dong Woo y Hui—. No tienen que estar viendo esto.

—¿Ver qué? —preguntó Hui.

 —A veces eres tan lento —dijo Aron—. Jun.K sólo defendió a su hombre. Taecyeon va a joderlo. Lleva tu culo voyeur a otro lugar.

Jun.K se rio. Aron tenía razón para hablar. Los tres dejaron la cocina, dejando a Jun.K y a Taecyeon solos.

Su pareja no dijo una palabra mientras agarraba a Jun.K y corría escaleras arriba.

Jun.K reía todo el camino. Taecyeon lo dejó caer en la cama y empezó a desnudarse, mostrando su impresionante cuerpo.

Jun.K también se desvistió rápidamente. Por la forma en que Taecyeon lo miraba, su pareja le arrancaría la ropa de su cuerpo si no lo hacía. En cuestión de minutos, Jun.K estaba estirado, lubricado, y tenía el pene de Taecyeon enterrado profundamente en su culo.

—¿Sabes lo sexy que eres cuando me defiendes? —Taecyeon preguntó mientras comenzaba a empujarse dentro del culo de Jun.K—. ¿Sabes lo mucho que me excita?

Jun.K mordió el pezón de Taecyeon, provocando la pequeña punta entre los dientes. Taecyeon lanzó los tobillos de Jun.K a su hombro mientras agarraba el culo de Jun.K. —¿En serio?

Dándole a la carne una dura chupada, Jun.K soltó el pezón. —Estoy empezando a descubrirte —bromeó—. Y la cena por la que he trabajado tan duro para prepararte se va a echar a perder.

 

Taecyeon gruñó mientras su pene se hundía más profundamente en el culo de Jun.K.

—Pediremos comida.

 

Jun.K golpeó el pecho de Taecyeon. —Baja la velocidad y colócate sobre tu espalda. Quiero montarte.

Taecyeon sacó su pene y luego se acostó sobre su espalda. — Soy todo tuyo.

A horcajadas entre las caderas de su pareja, Jun.K tomó el pene de Taecyeon. —Bueno, esto es un poco raro. Ayúdame con esto.

Jun.K se inclinó y capturó los labios de su pareja, vertiendo todo lo que sentía por el hombre en el beso mientras lentamente se hundió en el pene de Taecyeon. Jun.K nunca se había engañado. Sabía que había sido un podrido bastardo y no se merecía a alguien tan bueno como Taecyeon. El hombre era un verdadero regalo del cielo y Jun.K casi lo había arruinado.

Él siempre estaría agradecido de que Taecyeon tuviera un corazón tan grande y misericordioso. Podía verse a sí mismo amando a Taecyeon por toda la eternidad. El hombre no lo juzgaba, no guardaba rencor, y era todo lo que Jun.K podría desear en una pareja.

Mientras sus manos se deslizaron sobre el pecho esculpido de Taecyeon, Jun.K estuvo sorprendido por la capacidad de su corazón para amar tanto a otra persona. Él giró sus caderas, empalándose a sí mismo varias veces en el grueso eje, las manos de Taecyeon libres a sus lados.

—Te amo —susurró Jun.K en la boca de su pareja—. Te amo malditamente mucho.

Taecyeon dio un gruñido mientras mordía el labio inferior de Jun.K. —También te amo, bebé.

 

Taecyeon envolvió a Jun.K con sus brazos acercándolo más, besándolo con pasión y deseo. Jun.K gimió cuando Taecyeon se empujó en su interior. Circuló con sus dedos su pene, apretando firmemente mientras Taecyeon se empujaba con fuerza.

Su pareja comenzó a moverse más rápido, enviando a ambos, a Jun.K y a él, sobre el borde. Jun.K gritó cuando pintó sus dos cuerpos con su semilla. Taecyeon se aferró a Jun.K cuando se corrió.

Jun.K besó la nariz de Taecyeon. —Me muero de hambre.

 

Taecyeon sonrió mientras se salía. —Entonces tengo que alimentar a mi bebé.

Jun.K no estaba seguro de cómo llegó a ser el bebé de Taecyeon, pero le encantaba. Había empezado a ser el macho dominante entre ellos, pero ahora que había sentido a Taecyeon, a Jun.K no le importaba compartir la dominación.

Se lavaron, vistieron, y bajaron. Jun.K se detuvo en seco cuando vio a Jong Hyun de pie en la cocina. Era muy raro que Jun.K viera al shifter tigre siberiano. Él y su primo Yong Hwa eran criaturas muy distantes. La única otra persona que rara vez Jun.K veía era Sung Yeol. El shifter coyote pasaba mucho tiempo en el trabajo.

Era muy extraño para él que Sung Yeol, al que no les gustaban los lobos, trabajara para tres de ellos. Pero ese no era asunto de su incumbencia.

—Te estás comiendo mi cena —dijo Taecyeon a Jong Hyun.

 

El hombre no dijo una palabra mientras dejaba el plato. Sus ojos color chocolate recorrieron a Jun.K antes de dirigirse hacia la puerta. Jun.K tenía la sensación de que todo el que se metiera con ese tigre saldría perdiendo. —Tan intenso.

 

—Siempre ha sido así —comentó Taecyeon—. Su primo Yong Hwa no es tan aislado como Jong Hyun. Yong Hwa trabaja largas horas en el rancho Moon.

Jun.K se acercó y raspó el contenido de los platos hacia el triturador de basura. La pasta ahora se había pasado. Una vez que tuvo los platos lavados y en el estante, tomó el menú del refrigerador, revisando las opciones del Pit. —¿Dónde trabaja Jong Hyun?

—Él es parte del equipo de construcción de Doo Joon Moon.

Jun.K había visto el equipo de constructores en el pueblo. Era extraño que Jongin no contratara más personas para ayudar a construir el pueblo. Doo Joon Moon y su equipo eran hombres muy ocupados.

—¡ Hui y Dong Woo ahora tienen trabajo! —Hui dijo alegremente mientras entraba en la cocina. La sonrisa del hombre era tan amplia que Jun.K juraría que la cara del chita iba a dividirse.

—¿Quién en su sano juicio podría contratarlos? —Jun.K preguntó, saltando sobre el mostrador.

—Estoy de tan buen humor que voy a pasar por alto el sarcasmo. Si quieres saberlo, mi hermano y yo somos ahora empleados de tiempo completo en el cine.

—Felicitaciones —dijo Taecyeon mientras revisaba el menú con Jun.K—. Recuérdame rentar mis películas.

—Ja, ja, qué divertido —dijo Hui—. Estás celoso porque mi trabajo es más interesante que el tuyo.

Jun.K tomó el teléfono y pidió la cena, Taecyeon y Hui seguían bromeando. Dando sus órdenes, Jun.K sonrió para    sí mismo. Aunque Hui era un... bueno, un dolor en el culo, Jun.K no podía pedir más.

Taecyeon le había enseñado cómo ser un mejor hombre y cómo querer más de la vida que una rápida estafa. Era dueño de su propio negocio, tenía una pareja fabulosa, buenos amigos y una familia loca.

El señor Jun.K Kim finalmente se sentía completo.

 

 

 

Him Chan se movía lentamente a través del reino de los demonios, buscando una sombra y caminando a través de ella. Emergió en el reino humano, en un callejón oscuro y silencioso. Había sentido un dolor tan crudo, tan angustioso, que no podía ignorarlo.

Él sabía que estaba caminando una línea fina y tenía que tener cuidado con esta interacción, pero no había manera de que fuera a desestimar el sufrimiento de su hijo. Poco sabía Young Min que desde que se había despertado de su descanso, Him Chan había estado manteniendo un ojo en el vampiro.

Young Min estaba allí de pie, con la cabeza inclinada hacia abajo, un vampiro muerto a sus pies.

—Sé que estás allí.

 

Him Chan salió de la sombra, pero se mantuvo a distancia. Tenía miedo de que si se movía más cerca la abrumadora necesidad de consolar a su hijo lo reclamara. Him Chan no se permitía revelar quién era a su amada raza. Causaba que algo dentro de él muriera por mantener su oscuro secreto a su propio hijo. Pero si revelaba quién era, entonces la fuente primordial acabaría con toda la raza de los vampiros.

 

Era una carga con la que había vivido durante más de dos mil años. Veía a su hijo mayor, su primogénito, cada vez que tenían una reunión con el Ultionem, deseando poder decirle quién era a Jae Hyo. —¿Qué estás haciendo, Young Min?

Young Min giró lentamente la cabeza, sus ojos entrecerrados mientras miraba a Him Chan. Su hijo lo vio durante un largo momento antes de mirar de nuevo el suelo. —¿Por qué te importa?

Him Chan tuvo que contener la respuesta instintiva de que siempre lo había querido y siempre le importaba. —Porque soy un miembro del Ultionem. Sé que le prometiste a Jae Hyo que ya no comerías carne.

Him Chan sabía que era la concepción violenta de su hijo lo que lo hizo quién era. Kwang Min, el gemelo de  YoungMin, había encontrado a su pareja y ya no era el hombre destructivo que había sido antes de ser atrapado en su sueño profundo.

Pero Kwang Min siempre había sido diferente, no tan violento como Young Min. Le dolía saber cuánto sufría Young Min. El hombre estaba perdido y solo. Him Chan sabía que su hijo era muy consciente de quién era su pareja.

Pero también sabía que Young Min temía reclamar al vampiro. Him Chan podía sentir las dudas del hombre, la preocupación y la desolación. —¿Dónde está Min Woo?

Young Min siseó al oír el nombre de su pareja. Enseñó los colmillos a Him Chan amenazadoramente.

—Me gustaría que no lastimaras a tu pareja —Him Chan dijo mientras veía a su hijo comenzar a cambiar. El tono de la piel de Young Min había adquirido el tono de sus orígenes, volviéndose en un majestuoso tono morado. Sus largas uñas negras crecieron mientras sus colmillos seguían creciendo hasta que las   puntas tocaban la barbilla. Creció medio metro más alto mientras giraba hacia Him Chan.

El hombre era la criatura más hermosa que Him Chan hubiera visto en su vida. Una imperiosa necesidad de proteger a su hijo lo invadió. —Retírate —dijo lentamente, de manera uniforme.

Se marcharía antes de luchar contra su propio hijo, pero Him Chan no podía dejar a Young Min en su forma actual. Se encontraban en un callejón humano y alguien podría tropezar con él. Era un riesgo que no correría.

Him Chan tomó una postura amenazante, mostrando al vampiro que no se jugaba con él.

—¿Por qué estás aquí? — Young Min escupió las palabras a Him Chan.

—Debido a que tu dolor me ha llamado aquí —Him Chan respondió con sinceridad. Fácilmente podía llevarlo con él al castillo donde residía Young Min, eliminando cualquier posibilidad de ser descubiertos.

Pero de alguna manera sabía que Young Min había ido demasiado lejos en su mente para aceptar cualquier tipo de ayuda. Him Chan no iba a forzar su ayuda en el vampiro.

Young Min sonrió y un escalofrío recorrió la espalda de Him Chan. Era una sonrisa demente que no le pertenecía al rostro de su hijo.

—¿Crees que soy estúpido?

 

El corazón de Him Chan comenzó a correr cuando se dio cuenta de que Young Min sabía exactamente quién era. No el líder de los guerreros del demonio, sino su padre. —No pronuncies esas palabras, Young Min. No hagas el reclamo en voz alta.

El rostro de Young Min se contorsionó de ira. —No tienes nada de qué preocuparte, Him Chan. —El hombre dijo su nombre como si se tratara de una enfermedad en su lengua—. Nunca te reclamaría. Me abandonaste y a mi gemelo. — Young Min escupió en el  suelo—. No eres nada para mí.

El corazón de Him Chan se rasgó por la mitad. Quería desesperadamente decirle al hombre por qué había mantenido el secreto detrás de sus labios.

Pero sabía que no podía.

 

Vio con dolor agonizante cómo young Min  desaparecía. Him Chan se quedó de pie allí por un largo momento, viendo el lugar en donde su hijo había estado. Agitó la mano y el cadáver desapareció. Caminando en las sombras, Him Chan regresó al reino de los demonios.

 

 

 

Jongin salió de las sombras, ahora sabía el secreto de Him Chan. No había tenido intención de espiar. Era lo último que pensaba hacer. Pero tuvo un sueño que le decía que tenía que estar en este lugar en particular, en esta misma noche.

Él no lo había entendido, pero sabía que no debía ignorar el sueño. Jongin todavía no entendía por qué el destino quería que él supiera que el líder demonio era el padre de la raza de los vampiros. No tenía nada que ver con él.

El sueño le reveló más a Jongin de lo que había querido saber. Las palabras fuente primordial habían sido susurradas en su mente y se preguntó si el destino estaba tratando de encontrar una forma de evitar el dolor que el líder demonio tenía que vivir.

—¿Por qué jodidos lanzas esto a mis pies? —Jongin preguntó en voz alta mientras caminaba hacia su moto—. No estoy involucrado en esa mierda.


Ya tenía demasiadas cargas que descansaban sobre sus hombros. Dejaría que los demonios y vampiros resolvieran sus propios asuntos. Pero sin importar ninguna decisión de Jongin sobre ese asunto, de alguna manera, sabía que iba a verse involucrado en la tormenta de mierda que se estaba gestando.

 

 

FIn

 

 

Notas finales:

a continuación...

 

62. Forjado en Dong Woo (08) Villa Kim


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