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61. Kim Jun.K (07) por dayanstyle

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—¡Esto es justo lo que necesitas! —Jong Hoon dijo con un entusiasmo que Taecyeon no podía sentir. Tan pronto como salió de la habitación de Jun.K, Taecyeon fue directo a llamar a su mejor amigo. Jun.K lo confundía como el infierno, y no estaba seguro de qué hacer.

Taecyeon le había dicho a Jun.K que eran pareja. El hombre había actuado como si estuviera bien con él, pero luego dio marcha atrás cuando Taecyeon trató de acercarse. Cuando le preguntó a Jun.K si iban a enlazarse, el hombre se había visto como un ciervo encandilado por los faros. —Pero no estoy muy seguro de que quiera ser mi pareja.

—No seas ridículo, Taecyeon. ¿Qué hombre no sería afortunado de tenerte? Tú y yo sabemos lo realmente tímido que eres. Quizás lo está leyendo al revés.

No, Taecyeon estaba muy, muy seguro de haber leído a Jun.K correctamente. El hombre actuaba como si no le importara ser la pareja de Taecyeon. Había utilizado todas las técnicas que Zhang Zelo le había mostrado en los últimos dos meses de cómo tratar con su ira. Dos veces mientras estaba de pie delante de Jun.K, Taecyeon había sentido su ira subir a las nubes.

Él no lastimaría a su pareja. Taecyeon lo sabía. Pero Kim Jun.K era un hombre muy extraño y entenderlo era frustrante como el infierno. Taecyeon no estaba seguro de estar dentro o fuera una vez que salió de la habitación de su pareja.

 

—Estoy bastante seguro de que un ceño fruncido significa no.

—¿Te frunció el ceño?

—Eso es lo que he estado tratando de decirte, Jong. No lo he leído mal. Jun.K Kim no quiere ser mi pareja. —Y ese pensamiento lo lastimó. Taecyeon había sido condenado al ostracismo durante toda su vida y sólo buscaba paz cuando se unió con su pequeña manada con la que ahora vivía. Pero incluso esos hombres no siempre eran amables con él.

Jong Hoon era el único hombre aparte del difunto gemelo de Taecyeon, cuando estaba vivo, que lo entendía y no se burlaba de él.

Bueno, había un chico más. Aunque Taecyeon no pasaba tiempo con Aron, a menudo, eran muy cercanos. Aron era un shifter oso polar.

Cuando Taecyeon perdió a su gemelo, estuvo malditamente cerca de perder su humanidad. Aron lo había traído de regreso, arriesgando su propia vida para salvar la de Taecyeon.

Una deuda así nunca se olvidaba. Se habían unido y eran como hermanos. Pero su relación era muy diferente a la que tenía con Jong Hoon.

Odiaba el hecho de tener que quedarse en la casa de Jongin y enfrentar las consecuencias de lo que le había hecho a uno de los compañeros de trabajo de Jong Hoon.

Pero Timoteo merecía ser noqueado. El hombre había estado burlándose de Taecyeon, burlándose de que fuera daltónico. Taecyeon sólo veía negro, blanco y gris. Y en realidad no veía los colores más que como sombras de luz y oscuridad. Taecyeon había sufrido las burlas toda su vida debido a su daltonismo. Cuando Timoteo había comenzado con eso, Taecyeon se sintió lanzado a su pasado. No había tenido intención de romperle la mandíbula a Timoteo, pero el tipo necesitaba aprender cuándo dejar a la gente en paz.

 

—Oh —dijo Jong Hoon al teléfono—. Nunca supe que al encontrar a tu pareja, él podría ser resistente.

«Resistente, eso es un eufemismo». Jun.K había dejado en claro, sin lugar a dudas que no iba a enlazarse con Taecyeon. Él podría ser daltónico, pero aún tenía sus ojos, y lo que Taecyeon vio en Jun.K era que rechazaba la idea de convertirse en su pareja. — Entonces, ¿qué sugieres que haga?

—Esa es una pregunta difícil, Taecyeon. Supongo que todo depende de la personalidad de tu pareja. ¿Es tranquilo o uno de esos tipos alfa?

Taecyeon paseó por su dormitorio mientras pasaba una mano por su cabello, recordando la conversación que tuvo con Jun.K. El tipo era poco tolerante. Jun.K era confuso como el infierno, pero era alguien con el que era fácil de hablar. Taecyeon no estaba seguro de si era del tipo alfa, pero el hombre parecía que no aceptaba mierdas de nadie. —Supongo que un poco de ambas cosas.

Jong Hoon hizo un sonido gutural en el otro extremo del teléfono.

—Bueno, eso no ayuda. Sugeriría que llegaras a conocerlo. No trates de enlazarte con él de inmediato. Puesto que él es un humano, no entenderá el concepto. Tómalo con calma y despacio, Taecyeon.

Lo que Jong Hoon estaba diciendo era un buen consejo, pero Taecyeon tenía mal genio y una cantidad aún menor de paciencia. Estaba tratando de mejorar con sus clases de manejo de la ira con Zhang Zelo, pero Taecyeon había sido así toda su vida. No estaba seguro de si Jongin esperaba milagros. Taecyeon seguro que no los esperaba.

—Ve a hablar con él —dijo Jong Hoon—. Trata de ser primero su amigo.

 

Eso era fácil decir para Jong Hoon. Su mejor amigo era encantador, ingenioso, y hacía amigos rápidamente. Jong Hoon y Seung Hyun se habían acoplado no mucho después de conocerse. Taecyeon simplemente no tenía la chispeante personalidad que Jong Hoon tenía. Las palabras no le llegaban fácilmente, ni coquetear ni cualquier otra cosa que pudiera hacer con un hombre.

Pero Jun.K no era cualquier hombre. Jun.K Kim era su pareja. Lo que significaba que los riesgos eran aún mayores. Se pasó la mano por la frente, sintiendo la tensión aumentar dentro de él. —Lo intentaré... Voy a ir a hablar con él. Te llamo más tarde.

—Asegúrate de llamarme, Taecyeon. Sabes que te quiero, y me preocupo por ti. Si ese hombre no quiere ser tu pareja entonces voy a golpearlo.

Taecyeon se rio. A pesar de que su mejor amigo tenía buenas intenciones, Jong Hoon era un pequeño shifter impala, que tenía la fuerza de una mosca. —Recordaré eso. —Colgó y lanzó el teléfono sobre la cama, sintiendo todo su cuerpo romper en un sudor frío.

¿Iba a decirle sí Jun.K? La primera conversación con el chico le había causado un dolor de cabeza. Jun.K había hablado en círculos, haciendo que Taecyeon se sintiera mareado. Quizás una segunda conversación podría ir un poco más suave.

Con esa esperanza en mente, Taecyeon salió de su dormitorio. Él podría hacer esto. Taecyeon iba a hablar con su pareja humana sin ponerse nervioso o frustrado. Tenía que hacer que Jun.K viera que el destino los había emparejado. Jong Hoon dijo que tomara las cosas con calma y primero se convirtieran en amigos, pero la necesidad de enlazarse con Jun.K se estaba construyendo y se volvía incómoda dentro de Taecyeon.

 

Los shifter rinoceronte tenían muy mal genio, pero también eran muy dedicados a sus parejas. No había nada que Jun.K pudiera pedir que Taecyeon no hiciera por él. Su rinoceronte también tenía una profunda necesidad de enlazarse.

Por mucho que Taecyeon quería seguir el consejo de Jong Hoon, sabía que iba a ser imposible. Vaciló ante la puerta de la habitación de Jun.K, preguntándose qué iba a decirle al hombre. Antes de que pudiera tocar, Jun.K abrió la puerta. —Taecyeon, mi hombre. Justo el hombre que quería ver.

Taecyeon estaba sorprendido por la exuberancia del hombre.

 

—Vamos, entra. —Jun.K se hizo a un lado.

 

Se preguntaba por qué su pareja estaba tan feliz de verlo, Taecyeon entró en el dormitorio. Jun.K cerró la puerta y luego se dio la vuelta, una amplia sonrisa en su diabólicamente hermoso rostro. Aunque el hombre no era tan musculoso como Taecyeon, su pareja tenía un cuerpo extraordinario. Taecyeon deseaba saber de qué color eran los ojos del hombre y su cabello. Todo lo que podía decir era que ambos eran oscuros y hermosos. A Taecyeon le gustaba especialmente la incipiente barba que decoraba la mandíbula del hombre.

Su cuerpo se tensó al pensar en Jun.K tocándolo, acariciándolo, y reclamando a Taecyeon. Maldijo cuando sintió el rubor calentar su cara. Ese era un rasgo que deseaba haber perdido cuando pasó de niño a hombre. Desafortunadamente, Jong Hoon tenía razón. Taecyeon era tímido como el infierno. —¿De qué tienes que hablar conmigo?

—Tengo una propuesta de negocios para ti —Jun.K respondió mientras se sentaba en el borde de la cama. Taecyeon se preguntó si su pareja protestaría si se sentaba a su lado. Pero no tuvo que pensar mucho tiempo. Jun.K palmeó el colchón a su lado. Quitándole esa carga de encima.

 

Taecyeon no lo pensó dos veces. De inmediato se sentó al lado de Jun.K, sintiendo cada vez más fuerte la necesidad de enlazarse con el humano. —¿Cuál es tu propuesta?

Taecyeon se estremeció cuando la mirada de Jun.K recorrió su cuerpo. Su corazón empezó a latir más fuerte al pensar en Jun.K reclamándolo. Él era todo para él y no se resistiría. Taecyeon había querido pertenecer a alguien durante toda su vida y ahora que había encontrado a su pareja, iba a aferrarse a él con ambas manos.

—¿Has pensado en el boxeo?

 

La pregunta tomó a Taecyeon con la guardia baja. De todas las cosas que pensaba que su pareja le diría, el boxeo ni siquiera estaba en la lista. —No.

Jun.K se levantó de la cama, girándose hacia Taecyeon con los brazos extendidos. —Mira, Taecyeon. Tienes el cuerpo perfecto de un boxeador. ¿Sabes cuántas peleas podrías ganar y cuánto dinero podrías hacer?

Le gustaba la sonrisa en la cara de su pareja y la forma en que apreciaba el cuerpo de Taecyeon. Sus manos ya estaban sudando, pero la forma en que Jun.K lo miraba hizo que su cuerpo zumbara de necesidad. —Yo no puedo boxear —dijo Taecyeon, odiando el ver la sonrisa caer de la cara de Jun.K—. Eso iría en contra de las clases de manejo de la ira que estoy tomando.

Jun.K se acercó y la respiración de Taecyeon se quedó atrapada. —¿Por qué estás tomando clases de manejo de la ira?

A Taecyeon le daba vergüenza admitir lo que había hecho. Aunque Timoteo pudo habérselo merecido, él no tenía la intención de mandar al hombre al hospital.

—Le rompí la mandíbula a un hombre que se reía de mí.

 

Jun.K se sentó a su lado. —¿Por qué se estaba riendo de ti?

 

Taecyeon no quería decirle. No quería que Jun.K supiera su defecto. Ya era bastante malo que durante toda su vida se hubieran burlado de su daltonismo, pero si Jun.K también se burlaba de él, Taecyeon no estaba seguro de lo que podría  hacer.

—Por cosas —Taecyeon respondió evasivamente.

 

—¡Vamos! Puedes decirme. —Jun.K respaldó sus palabras colocando su brazo sobre el hombro de Taecyeon. Esa era la segunda vez que su pareja había hecho eso. Y al igual que la primera vez, su pene se endureció al sentir el contacto con la piel.

Su pareja parecía bastante sincero y Taecyeon esperaba más allá de toda esperanza que Jun.K no estuviera jugando con él. — Soy daltónico. Me diagnosticaron monocromía a una edad muy temprana.

—Maldición, eso suena doloroso. —El brazo de Jun.K apretó el hombro de Taecyeon.

Taecyeon se rio. —Eso significa que sólo puedo ver negro, blanco y gris. Y sólo puedo distinguir el brillo de la oscuridad.

—¿Eso quiere decir que no sabes el color de la camisa que estoy usando?

Taecyeon apartó el brazo de Jun.K de su hombro mientras se levantaba de la cama, su pecho dolía al recordar las burlas que Timoteo le hacía una y otra vez. El hombre continuamente le preguntaba a Taecyeon qué color era la camisa que llevaba puesta, y ahora su pareja estaba haciendo lo mismo.

—Hey —Jun.K dijo mientras se levantaba—. No me estoy burlando de ti. Sólo que nunca conocí a un hombre daltónico antes. Creo que es cool.

—¿Cool? —Taecyeon preguntó con incredulidad—. ¿Crees que  ser  daltónico  es  cool?  ¿Estás  jodidamente  loco?  —Era cualquier cosa menos cool. Había pasado toda la vida con ese obstáculo queriendo que Dios lo hubiera hecho nacer con la capacidad de ver el color como todos los demás.

Jun.K sonrió y la ira de Taecyeon se fue al ver los dientes blancos rectos y brillantes. —Sí. Entonces, ¿qué dices, quieres boxear?

—Ya te dije. —Las palabras de Taecyeon se cortaron abruptamente cuando Jun.K se acercó de rodillas entre las piernas de Taecyeon y movió sus largas pestañas en lo que él creía que debía ser una mirada de perrito.

—Por favor —dijo Jun.K—. Sólo piensa en eso. Me gustaría ser tu manager para asegurarme de que seas debidamente atendido. —La voz de su pareja era suave y suplicante, y la idea de que Jun.K cuidara de él tenía al corazón de Taecyeon latiendo más rápido. Haría cualquier cosa por su pareja, pero Taecyeon no estaba tan seguro de lo que el hombre le estaba pidiendo.

Le había dado su palabra a Jongin. Taecyeon nunca se retractaba de su palabra. Pero Jun.K era su pareja. ¿No triunfaba eso sobre todo lo demás? ¿Se metería en problemas si sólo estaba haciendo lo que le pedía su pareja?

En el fondo de su mente, Taecyeon sabía que la respuesta debería de ser no. No quería hacerle daño a nadie, y no quería romper una promesa. Tenía que hablar con Jong Hoon. —Voy a pensarlo. Todavía no me has contestado acerca de enlazarnos.

—¿Aun crees que el destino nos unió? —Jun.K se levantó y Taecyeon sintió su ira crecer cuando el ceño regresó.

—Sabes qué, olvídalo. —Taecyeon se levantó, dispuesto a alejarse de Jun.K. El hombre no tenía ni idea de lo especial que era una unión entre pareja. Él no iba a sentarse aquí y escuchar a Jun.K degradar un acto íntimo.

 

Jun.K agarró el brazo de Taecyeon, impidiéndole salir de la habitación. —Wow, espera un minuto. Háblame de esta unión.

Taecyeon no estaba seguro de si el hombre hablaba en serio o no, pero él tomaba muy en serio su apareamiento. Si Jun.K estaba jugando con él, Taecyeon no estaba seguro de lo que iba a hacer. —Es una profunda conexión entre la pareja. Irrompible No existe el divorcio porque tomamos el “hasta que la muerte nos separe” con honestidad.

Jun.K se quedó allí, su expresión contemplativa. Taecyeon no estaba seguro de lo que el hombre estaba pensando, pero sostuvo la respiración mientras esperaba una respuesta. Incluso si Jun.K no le creía, eso no haría que Taecyeon se alejara. Francamente, era comprensible. Jun.K era humano, No sabía nada del mundo no humano. Le iba a costar un tiempo al hombre acostumbrarse.

—Déjame ver si lo entiendo —dijo Jun.K —. Si nos unimos — Jun.K giró su dedo entre su pecho y el de Taecyeon—, entonces qué somos, ¿un matrimonio?

Taecyeon se encogió de hombros. —Si así lo quieres ver.

 

—¿Cuenta todo eso de obedecer?

 

Taecyeon no estaba seguro de a dónde iba la pregunta de Jun.K. Era una pregunta bastante malditamente extraña. —Aun así no te llamaré señor.

 

Los ojos de Jun.K brillaban de alegría. —Nunca te pediría eso.

 

Dios, el hombre era tan malditamente encantador. Esa sonrisa de niño iba a ser la ruina de Taecyeon. Podía sentirse caer en esa sonrisa, dispuesto a hacer cualquier cosa que Jun.K pidiera.

—Tengo curiosidad —Jun.K dijo mientras se acercaba, sus dedos rozando los brazos de Taecyeon. Taecyeon rápidamente inhaló ante el suave toque—. ¿Cómo funciona la cosa de enlazarse? ¿Cómo te unes a mí?

 

Taecyeon se estremeció ante la manera sensual que su pareja le estaba hablando. Él podía ver el deseo en los ojos oscuros del hombre y no era inmune. Su pene estaba duro como el acero cuando los dedos de Jun.K seguían dibujando líneas arriba y abajo por los brazos de Taecyeon. —Sexo —Taecyeon dijo mientras tragaba con fuerza—. Nosotros tendríamos que tener sexo.

—Mmmm, sigues volviendo al tema del sexo. ¿Estás seguro de que no estás tratando de meterme en la cama? —Los dedos de Jun.K comenzaron a jugar con los oídos de Taecyeon, ignorando que ese era uno de los puntos calientes de Taecyeon. Se sintió derretir bajo el toque del hombre, la necesidad de atarse a Jun.K se intensificó.

—Eso es lo que se necesita —Taecyeon respondió con sinceridad. Ambas manos de Jun.K agarraron el trasero de Taecyeon. Apretó las nalgas y luego comenzó a mover las manos con un potente suave movimiento, Jun.K se presionó contra el cuerpo de Taecyeon, empujando su duro pene contra los jeans de Taecyeon.—¿Sexo?

 

«Oh, Dios». Taecyeon no estaba seguro de qué pensar, o si es que debería estar pensando en estos momentos. Lo único que sabía era que su pareja lo estaba tocando.

La cabeza de Taecyeon cayó hacia atrás cuando Jun.K lo jaló acercando a Taecyeon contra él mientras presionaba su duro pene contra Taecyeon. Empezó a temblar como reacción a lo que su pareja estaba haciendo. El pene de Jun.K se sentía ancho y potente, una caliente cuña de carne que Taecyeon quería sentir estirándolo con un delicioso dolor. Se estremeció ante la perspectiva de Jun.K tomándolo.

 

Los dedos de su pareja seguían masajeando el culo de Taecyeon mientras Jun.K se inclinaba y mordisqueaba el cuello de Taecyeon. —Tener sexo contigo no es problema. Eres un hombre magnífico.

Taecyeon pasó los dedos por el corto oscuro cabello de Jun.K, gruñendo mientras presionaba la cara de Jun.K con más fuerza contra él. —Reclámame, Jun.K. Hazme tuyo.

Jun.K se apartó de Taecyeon y luego lo empujó a la cama. Taecyeon nunca había sido tratado tan rudamente y encontró que le excitaba. El lado de la boca de Jun.K se torció en una sonrisa mientras sus ojos oscuros recorrían a Taecyeon. —Quítate la ropa, Taecyeon, para que puedas sentirme golpear ese apretado culo tuyo.

Quitándose la camisa por la cabeza, Jun.K la lanzó a un lado. Sus dedos fueron a su cinturón y empezó a desabrocharlos, con los ojos cada vez más oscuros por el deseo llenando las esferas gemelas. Taecyeon se quitó los zapatos de los pies y luego desabrochó el pantalón, empujándolo hacia abajo. Lanzó también sus calcetines, ropa interior y camisa al suelo.

Jun.K dio un silbido. —Eres un hombre de muy buen aspecto. Tu cuerpo está fuera de este mundo.

Taecyeon sonrió ante el cumplido. El cuerpo de su pareja era tan sólido, que era una vista gloriosa. Pero no le habría importado en absoluto a Taecyeon que Jun.K no estuviera construido tan sólidamente. No le habría importado si Jun.K hubiera sido flaco. Lo único que le importaba era que Jun.K era su pareja y lo quería.

Nunca le importó la apariencia o el dinero. Taecyeon sólo quería vivir una vida simple. No estaba tan seguro de que fuera a conseguir su deseo con Jun.K.

 

—Deja de pensar tanto —dijo Jun.K justo antes de que se arrodillara en la cama y se arrastrara sobre Taecyeon. Se echó hacia atrás, presionando la espalda contra el colchón mientras los labios de Jun.K se presionaban contra él y luego cubrió suavemente su boca. Los labios de Jun.K lo tocaban ligeramente de una manera seductora, haciendo que Taecyeon suspirara mientras se abría a Jun.K, su pareja recorrió con su lengua el interior.

Mientras la lengua de Jun.K exploraba libremente, su gran mano apretó suavemente el pezón derecho de Taecyeon, provocando que gritara y luego gimiera. Taecyeon se sorprendió de lo suave que era el beso de Jun.K. No era urgente ni dominante, era lento y exploratorio, haciendo a Taecyeon adicto.

—Dime que tienes un poco de lubricante —Jun.K dijo mientras besaba un camino de la boca de Taecyeon a su cuello, sus dedos seguían jugando en el pezón de Taecyeon, jalándolo, provocándolo.

Taecyeon deslizó su mano hacia arriba y abajo de la almohada, sacando la botella de lubricante y entregándosela a su pareja. Jun.K no perdió tiempo vertiendo el transparente gel en sus dedos. Taecyeon agarró el brazo de Jun.K y se aferró mientras su anillo de músculos apretaba el dedo invasor. Casi no podía respirar debido al placer que corría por su cuerpo con la velocidad de la luz mientras Jun.K lo extendía.

—Si hubiera sabido que estabas aquí, habría venido hace meses —dijo Jun.K, cambiando su ángulo, golpeando el punto dulce de Taecyeon. Taecyeon gimió fuerte, extendiendo más sus piernas—. Oh, ¿tenemos un gritón?

Ahora no era el momento para que el rostro de Taecyeon se ruborizara de vergüenza. Era un hombre gritón en el sexo. Simplemente  no  podía  evitarlo.  Nunca  había  sido  capaz de detener los sonidos detrás de los labios cuando su amante estaba haciéndolo sentir tan condenadamente bien. —¡SÍ!

Jun.K prácticamente parecía ronronear con la confesión de Taecyeon. —Amo los gritones. —Jun.K metió un segundo dedo en el culo de Taecyeon. Un grito brotó de la garganta de Taecyeon cuando Jun.K comenzó a jugar con su próstata—. Más alto, bebé —Jun.K gruñó mientras empujaba un tercer dedo en el culo de Taecyeon. Taecyeon se empujó hacía los dedos, tratando de llevar los dedos de Jun.K más profundo, y con cada empujón estiraba más las paredes internas de Taecyeon.

—Jódeme, Jun.K.

 

—Lo que el hombre desee. —Los dedos de Jun.K desaparecieron, siendo reemplazado por la cabeza de su pene. Su pareja lentamente recorrió todo su camino, extendiendo a Taecyeon centímetro a centímetro de su glorioso espesor. Su pareja comenzó a moverse a un ritmo constante y parecía como si estuviera tratando de golpear la glándula de Taecyeon tan a menudo como podía con cada embestida, con cada movimiento de sus caderas.

Jun.K llenó el culo de Taecyeon, llenando el sensible tejido deliciosamente, enviando un millón de rayos de erótica electricidad a lo largo de la columna de Taecyeon. Éste luchó por respirar, cuando las caderas de su pareja empezaron a moverse con fuerza, llevando su pene dentro de Taecyeon, haciendo que el cuerpo de Taecyeon gritara de placer, con una sobrecarga de sensaciones que hizo que Taecyeon gritara mientras Jun.K penetraba su culo.

—Grita, bebé. Grita mi nombre.

 

Taecyeon gritó con el poco aliento que le quedaba. Taecyeon respiraba con dificultad, su piel sensible. El roce del vello de Jun.K en su cuerpo acariciándolo casi estaba volviendo loco a Taecyeon. La cabeza de Taecyeon giraba mientras Jun.K se empujaba con más fuerza, más duro, llevando la excitación de Taecyeon más arriba.

—¿Estás listo para correrte por mí? —Jun.K preguntó mientras levantaba las piernas de Taecyeon—. ¿Estás listo para volar? —Jun.K lo penetró profundamente, haciendo que Taecyeon rogara por su liberación.

—¡Sí! —Taecyeon gritó, jadeando, luchando por mantener su cordura. Miró a Jun.K, viendo las líneas salvajes en la cara de su pareja y la determinación en los ojos de Jun.K. Los dedos envueltos alrededor del pene de Taecyeon, su pareja acariciándolo hasta que Taecyeon estuvo gritando su liberación.

—Oh, mierda —Jun.K gritó—. Tu culo es tan jodidamente apretado alrededor mi pene. —Su pareja se movió más rápido, su pene penetrando el culo de Taecyeon—. Mierda... aquí viene... oh, sí.

Taecyeon podía sentir el pulso en su culo cuando Jun.K se corrió.

—Joder —dijo Jun.K mientras soltaba las piernas de Taecyeon y se pasaba una mano por el cabello—. Maldición, eso fue bueno... genial... —El hombre se reía—. ¡Fantástico!

Agarrando la parte posterior del cuello de Jun.K, Taecyeon lo jaló y le dio un caliente beso. Jun.K ahora era su pareja. Estaban atados juntos por toda la eternidad.

Jun.K sonrió en la boca de Taecyeon. —Tan apasionado —dijo contra los labios de Taecyeon—. Entonces, ¿ahora estamos emparejados?

Taecyeon pasó la mano por la sudorosa espalda de Jun.K. — Sí.

 

Jun.K le dio a Taecyeon un último beso antes de liberarlo y luego se levantó de la cama. —Fantástico, ahora prepárate para que podamos irnos.

Taecyeon se giró de lado, apoyando la cabeza en su  mano.

—Irnos, ¿a dónde? —preguntó con confusión.

 

Jun.K se giró antes de entrar en el cuarto de baño, dándole un guiño a Taecyeon. —A empezar tu nueva vida como boxeador.

 

 

 

Jongin miraba por la ventana de su oficina, con la mirada perdida en la oscuridad de la noche. A veces sinceramente odiaba los sueños que le llegaban. Aún no estaba seguro de cómo había adquirido la capacidad de ver el futuro de una persona mientras dormía, pero había una cosa que había aprendido con los años y era a no ir en contra de lo que se le mostraba.

Incluso antes de que Taecyeon se hubiera metido en esa pelea, Jongin había visto el futuro del rinoceronte. Ese fue el motivo de que Jongin hubiera traído a Taecyeon a su casa. Sí, el hombre necesitaba aprender a controlar su temperamento, pero eso era sólo parte de la razón por la que el rinoceronte estaba aquí.

Jongin sabía que en este mismo momento Jun.K le decía a Taecyeon que abandonara la casa. Ya había instruido a sus centinelas a no interferir. Mientras miraba la luna en cuarto creciente, Jongin deseaba poder decirle algo a Taecyeon, advertirle al hombre de la angustia que venía en su camino.

Pero incluso si impedía lo que estaba a punto de desarrollarse, sabía que el destino iba a encontrar una manera. A pesar de que quería evitarle al rinoceronte el dolor que  estaba por venir, Jongin sabía que tenía las manos atadas. Sólo rezaba para que Taecyeon no matara a su tonta pareja antes de que todo estuviera dicho y hecho.

 

continuara...

 

 


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