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61. Kim Jun.K (07) por dayanstyle

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Taecyeon entró en el edificio en ruinas detrás de Jun.K. No había sido capaz de comer nada en todo el día por los nervios, y ahora que había llegado el momento de boxear, Taecyeon quería  nada más que darse la vuelta e irse.

La combinación de sudor, sangre y un desinfectante desagradable que asumió era utilizado para tratar de anular los dos primeros olores, pero fracasó miserablemente, ardía en la nariz de Taecyeon entre más entraba en el edificio.

—Relájate —dijo Jun.K por encima del hombro—. Sólo recuerda lo que hablamos.

Taecyeon escuchó los gritos y los huesos de alguien crujiendo cuando se acercaba al centro de la habitación. El lugar era simple y poco atractivo, y hacía que Taecyeon pensara que Infierno no era una descripción suficientemente buena de este lugar. Podía ver las tuberías expuestas por el techo y una gran caldera en el otro extremo de la habitación.

«Jun.K sabe lo que está haciendo».

 

Cuando Jun.K se detuvo, lo hizo Taecyeon. Podía sentirse agitado cuando los gritos y aplausos se hicieron más fuertes. Su pareja comenzó a hablar con un hombre corpulento que llevaba grandes gafas y tenía a dos hombres musculosos de pie detrás de él, con los brazos cruzados sobre su pecho, sin duda guardaespaldas del tipo.

—Muy impresionante —el hombre con el que Jun.K estaba hablando dijo mientras miraba a Taecyeon—. Podría tratar de robártelo.

 

El tipo le hizo un guiño a Taecyeon.

                                                      

«No en esta vida».

 

Jun.K colocó la palma de su mano en su pecho y sonrió disculpándose al desconocido. —Si tan sólo pudieras, Wrangler. Afortunadamente para mí, Taecyeon está bajo contrato.

Taecyeon no se acordaba de haber firmado algún contrato, pero no contradijo a Jun.K frente a los demás hombres. Mientras los hombres hablaban, Taecyeon miraba alrededor. Él no quería estar aquí. Esto no era quien era y no era el tipo de vida que quería vivir.

Pero Jun.K parecía feliz. Taecyeon quería a su pareja feliz, incluso si el boxeo lo hacía a él infeliz.

—Nos vemos después de la pelea —Jun.K dijo mientras se alejaba de los hombres con los que había estado hablando—. Vamos, bebé. Te ayudaré a prepararte.

Jun.K lo llevó a una esquina semi-privada, sus fuertes dedos masajearon los hombros de Taecyeon. Taecyeon dio un rugido bajo inclinando la cabeza a un lado. Eso se sentía tan condenadamente bien. Desafortunadamente tuvo que alejarse.

—Vuelve aquí —dijo Jun.K cuando Taecyeon dio otro paso hacia atrás—. Estoy tratando de aflojarte para la lucha.

 Taecyeon vio su creciente erección y entonces oyó a   Jun.K reír.

—Está bien, no hay que tocarse antes de una pelea. Necesito que te concentres en lo que estás haciendo, no en lo que quieres que yo te haga. —Jun.K le dio una fácil sonrisa, pero Taecyeon podía ver las líneas de tensión en los ojos de su pareja.

Jun.K estaba preocupado.

 

—Escucha —Jun.K dijo mientras se inclinaba más cerca—. Tengo que decir que…

—¿Tu hombre está listo? —el extraño con el que Jun.K había estado hablando gritó hacia ellos. A Taecyeon no le gustaba el tipo. Sobre todo la forma en que se quedaba mirándolo, como si se le diera la oportunidad, se desharía de Jun.K y tomaría a Taecyeon.

—Vamos, bebé —Jun.K dijo mientras se abría paso entre la multitud, Taecyeon lo siguió. Su pareja había vendado sus nudillos antes de haber llegado hasta aquí. Taecyeon estaba listo para desgarrar la cinta. Era irritante como el infierno y también lo eran los short que llevaba puestos. Se sentía desnudo como el infierno frente a todos estos chicos.

—Recuerda —Jun.K le susurró—. Cuarto round.

 

Taecyeon asintió mientras se dirigía hacia el centro del cuarto, viendo a su oponente. El hombre era mucho más alto que Taecyeon, pero más delgado.

«No lo noquees. Derríbalo en el cuarto. Hace el aspecto legítimo de la lucha».

 

Una campana sonó y los dos comenzaron a dar vueltas entre sí. Taecyeon podía sentirse ya sudando. Sus nervios en carne viva cuando el otro chico giró hacia él. Taecyeon fácilmente esquivó el puño del chico y luego conectó un puñetazo en el  estómago.

No le gustaba luchar por deporte. Taecyeon estaba medio tentado de preguntarle al hombre si estaba bien. Pero Jun.K dependía de él, así que Taecyeon tenía que seguir adelante.

 

El hombre lanzó otro puñetazo y Taecyeon lo evadió, dándole un swing completo que golpeó en un lado de la cara del  hombre.

Su oponente sacudió la cabeza y le dio a Taecyeon una cínica sonrisa. —Golpeas como una  perra.

La ira de Taecyeon golpeó el techo. Trató de recordar las lecciones de Zelo, pero lo único que Taecyeon podía ver era rojo. No le gustaban las personas mezquinas. ¿Por qué el hombre tenía que insultarlo y burlarse de él? Jun.K no había dicho nada de eso.

—Después de que termine de limpiar el piso contigo iré a buscar a tu madre y le daré un apropiada jodida. —El chico hizo un guiño a Taecyeon.

Taecyeon gruñó mientras lanzaba su brazo hacia atrás e hizo girar la mandíbula del hombre. ¡No debía de hablar de su difunta madre! Cuando el hombre cayó, también lo hizo Taecyeon. Siguió dándole puñetazos al hombre una y otra vez, deseando que pagara por lo que acababa de  decir.

—¡Taecyeon!

 

Podía sentir manos apartándolo del tipo, pero Taecyeon no quería parar. Su madre había muerto al dar a luz a Taecyeon y su gemelo.

 

No quería que nunca en su vida nadie dijera mierda de ella.

 —¡Basta ya, Taecyeon! —Jun.K gritó mientras envolvía un brazo alrededor de cuello de Taecyeon, dando un fuerte tirón cuando trataba de apartar a Taecyeon—. Que se vaya.

 

Él sintió que sus colmillos se alargaban mientras los gritos a su alrededor se hacían más fuertes. Taecyeon no estaba seguro de si lo estaban incitando o estaban molestos porque la pelea había  terminado en cuestión de minutos.

El cuarto giraba mientras él trataba de controlar su ira, sus ojos ardían por la necesidad de buscar venganza. Trató de zafarse de las manos que lo agarraban, la habitación continuamente girando cada vez más rápido hasta que sintió como si no pudiera lograr llevar suficiente aire en sus pulmones.

—¿Esta muerto? —gritó alguien de la multitud.

—¡Esta maldita pelea estaba amañada! —otro bramó. Taecyeon sintió a su rinoceronte empujándose a la superficie, luchando por liberarse y defenderse contra la amenaza de ira por todas partes. Finalmente, después de lo que parecieron horas en lugar de minutos, Taecyeon se puso de pie, dando unos pasos hacia atrás.

¿Jongin tendría razón? ¿Taecyeon era demasiado peligroso para vivir en cualquier tipo de población? Bajando la cabeza vio al hombre que acababa de golpear. El hombre no se movía y Taecyeon temía lo peor. Por la burla y el desprecio de su infancia, Taecyeon había tenido un muy mal carácter.

Pero Jong Hoon tenía razón, estaba empeorando con el tiempo. Taecyeon se giró sobre sus talones y se abrió paso entre la multitud enojada mientras se dirigía hacia la salida. Necesitaba aire. Tenía que salir de ese pozo de víboras, lejos de la peste que amenazaba con hacer a su rinoceronte liberarse.

Cuando sus manos se estrellaron contra la puerta de metal, oyó a Jun.K gritándole, diciéndole que esperara. Sabía en todos los huesos de su cuerpo que tenía que irse, Taecyeon se detuvo.

 

—Vamos —Jun.K dijo mientras agarraba el brazo de Taecyeon—. Si no conseguimos salir ahora, nunca saldremos vivos de aquí.

Podía oír la gravedad en la voz de Jun.K y sabía que la seria situación era peligrosa para sus vidas. Ambos corrieron hacia la motocicleta de Jun.K, su pareja tomó las llaves para encenderla. La moto rugió a la vida y luego se fueron.

 

 

 

—Deliberadamente trató de hacerte enojar para que perdieras la concentración —Jun.K explicó por quinta vez a Taecyeon—. Y Dios mío, cómo lo logró el hombre. No creo que él anticipara que enfurecieras.

—Te dije que tenía problemas de ira —Taecyeon repetía acaloradamente mientras se paseaba por el pequeño cuarto de hotel, su gran cuerpo ocupaba tanto espacio—. No me gusta la gente mezquina.

Jun.K se dejó caer en la silla y bajó la cabeza entre las manos.

«¿Gente mezquina?» ¿Cómo infiernos alguien con la fuerza bruta de Taecyeon podía ser tan jodidamente ingenuo? Jun.K no estaba seguro de cómo iba a sacar a Taecyeon de esto. Wrangler sin duda tenía dos cuerdas listas, estando deseoso de utilizarlas tan pronto como los encontrara.

Jodidamente gracias de que Jun.K fue un poco más inteligente con su dinero y no había apostado todos sus ahorros en esa lucha. Ya era bastante malo que acabara de tirar diez mil wons por el inodoro, pero sabiendo que Wrangler probablemente había perdido más, Jun.K se sentía mareado.

¿Cómo un plan tan simple había salido tan mal?

 

—Necesito que averigües si lo maté —dijo Taecyeon, que ahora estaba rasgando la alfombra. Jun.K podría decir que Taecyeon estaba aterrorizado, no por ser buscado por asesinato, sino por haber dañado realmente al hombre.

Estaban jodidos de seis maneras y Jun.K no sabía cómo sacarlos de esta trágica situación. Regresar a la Villa Kim no era una opción. Wrangler los encontraría. Tenía la sensación de que su ex manager ya estaba muerto. Nadie jodía a Wrangler y se salía con la suya. Ray probablemente estaba flotando en el fondo del mar. Jun.K estaba decidido a no dejar que fuera su destino ni el de Taecyeon.

«Quizás debería haber pensado en eso antes de ese brillante plan».

 

—Voy a llamar al hospital local y preguntar —Jun.K dijo mientras se sentaba, dejando caer la cabeza mientras miraba hacia el techo—. Pero hasta entonces, necesito encontrar la manera de salir de este lío.

Taecyeon se pasó las manos por la cabeza mientras caminaba desde el baño a la puerta, y luego de nuevo otra vez. Jun.K nunca en su vida había visto a alguien tan asesino como antes en el ring. Cuando Taecyeon le había dicho que estaba tomando clases de manejo de ira, Jun.K había pensado... no, no había pensado en absoluto. Lo único que había estado en su mente era el símbolo de dólar.

¿Quería que Taecyeon siguiera luchando sabiendo el alcance del temperamento del hombre? Jun.K quisiera decir que no, pero sabía que había sido un podrido bastardo toda su vida. La única cosa en la que era experto era en estafar.

Y ahora acababa de robar la inocencia de un hombre que había confiado en él. A él le gustaría pensar que tenía algún tipo de redención en sí mismo, pero Jun.K sabía la verdad. Lo hacía por las buenas o por las malas... sólo que ahora había metido a Taecyeon a su vida sórdida.

 

Él era la baja escoria de la vida.

 

Pero aun así, tenía que arreglar esto. —Tenemos que encontrar otra pelea. —Esa era la única manera de ganar el dinero suficiente para apaciguar a Wrangler, si eso era posible.

Taecyeon dio un fuerte puñetazo en la pared, dejando un enorme agujero. El yeso se derrumbó al suelo mientras lo miraba con ira. —No, no voy a pelear más.

Era su única opción si querían sobrevivir. No tenían otra opción y Jun.K necesitaba hacer que Taecyeon viera la verdad de a lo que se enfrentaban. De alguna manera sabía que Taecyeon dependía de él para algo más que sobrevivir en las calles. Era una sensación en la boca del estómago de Jun.K. Nunca había tenido a nadie que cuidar a parte de sí mismo.

La vida era dura. La vida era injusta. Y todos sus deseos no iban a lograr cambiar el mundo. Jun.K había aprendido eso por las malas y muy temprano en su vida.

Pero Taecyeon era diferente. El hombre no era egoísta, ni un estafador. Y en alguna parte olvidada de su humanidad, Jun.K sentía como si hubiera encontrado a alguien que entendiera los rincones polvorientos de su alma confusa.

Taecyeon no había pedido nada, se había entregado libremente, y Jun.K le había pagado jodiéndole la vida, haciéndolo un tramposo y desagradable como Jun.K.

Jun.K tenía la profunda sensación de que si había corrompido a Taecyeon, sería condenado por toda la eternidad. Nunca antes había pensado que le molestaba... pero ahora lo hizo. —Mira —Jun.K dijo mientras se levantaba y acortaba la distancia entre ellos, su mente trabajaba horas extras tratando de encontrar otra solución—, encontraremos otra forma de salir de esto.

Y lo decía en serio.

 

Taecyeon lo miró con vacilación, los ojos de color azul claro perseguidos. Jun.K sabía que no podía hacer esto. No podía atrapar a Taecyeon en la vida que había odiado vivir. —No sólo estás diciendo eso, ¿verdad?

Agarrando las manos de Taecyeon, Jun.K desenroscó los puños del hombre y cerró sus dedos. Deseaba poder deshacer lo que había hecho, pero el daño ya estaba a sus pies. Lo único que podía hacer era evitar que Taecyeon perdiera la vida.

Jun.K se preguntaba cómo Taecyeon había conseguido meterse bajo su piel tan rápidamente, tan profundamente que en realidad estaba considerando a alguien además de él. Esta era la primera vez para él, para cuidar de otra persona y de cómo se sentía, e incluso lo que le sucedía.

Presionó su frente contra la de Taecyeon y suspiró. —No sólo lo estoy diciendo Taecyeon. Lo digo en serio. —Jun.K estiró los labios besando a Taecyeon repetidamente. Eran pequeños toques al principio, juguetones, tratando de aligerar el ambiente.

Había presionado la espalda de Taecyeon contra la pared, con las manos apoyadas a los lados de la cabeza, Jun.K acomodó su pierna entre los muslos de Taecyeon. El hombre había tomado una ducha, nada más que una toalla frágil se envolvía alrededor de su cintura.

Toda la preocupación y toda la discusión no impidieron que Jun.K quisiera a Taecyeon. Su lujuria carnal estaba apoderándose de Jun.K y se negaba a dejar que fuera otra cosa que un deseo carnal, porque si comenzaba a ocuparse de verdad, y de verdad quería a Taecyeon... el hombre merecía a alguien mucho mejor que Jun.K.

Sin embargo, para consternación de Jun.K, ya había comenzado a quererlo.

 

Quién había sido, quién era y cómo había estado viviendo ya estaba empezando a desmoronarse mientras profundizaban el beso. Trataba jodidamente de perderse en Taecyeon, para olvidar, y tratar de no caer por el hombre al mismo tiempo.

Taecyeon amenazaba con hacer de él un hombre honesto. Jun.K no sabía cómo ser un hombre honesto. Todo lo que sabía era ser estafador.

Pero no quería estafar a Taecyeon. En cualquier caso, Jun.K podía sentir el cambio en el aire que lo rodeaba, su vida cambiaria para siempre. Temiendo lo que Taecyeon le estaba haciendo, Jun.K condujo su lengua más profundo y con más desesperación.

A lo que más temía Jun.K era lo que sentía en su corazón por Taecyeon, el sentimiento amenazaba con reparar lo que estaba tan roto en su interior.

Sacando una mano libre, Jun.K arrancó la toalla alrededor de la cintura del Taecyeon y dejó caer la tela al suelo mientras deslizaba su mano sobre los rígidos músculos. Curvó sus caderas, presionando con el duro muslo las bolas de Taecyeon, obteniendo un gemido del hombre.

La erección de Taecyeon estaba contra el abdomen de Jun.K mientras inclinaba la cabeza hacia un lado, convirtiendo el beso en húmedo. Pero parecía que no importaba lo mucho que estaba tratando de convencerse que lo que estaban haciendo era sexo sin sentido, maldito corazón de Jun.K que lo mantenía fuera del camino.

Golpeó con la palma de su mano la pared, todo su cuerpo sacudiéndose mientras apretaba los dientes, luchando contra lo que él sentía por el hombre en sus brazos.

—¿Qué sucede? —Taecyeon jadeó.

 

Jun.K bajó la cabeza y la sacudió, cerrando los ojos mientras luchaba... luchaba por hacer retroceder lo que estaba sintiendo. —Nada.

Sintiéndose fuera de control, Jun.K envolvió su brazo alrededor del cuello de Taecyeon y lo jaló hasta que tuvo al hombre cayendo sobre su espalda en la cama. Se quitó los pantalones y la camisa lanzándolos a un lado, mientras se arrastraba sobre Taecyeon.

Maldijo para sus adentros cuando vio que le temblaba la mano. Jun.K cerró los dedos, respiró hondo, y luego los envolvió alrededor del duro pene de Taecyeon. El hombre echó la cabeza hacia atrás y dejó escapar un largo gemido.

La cabeza de Jun.K cayó al lado mientras miraba al hombre del que estaba imprudentemente enamorando tomar el placer que le estaba dando. Taecyeon no ocultaba nada. Lo proclamaba en voz alta, su cuerpo se retorcía con solo un toque de la mano de Jun.K.

Bajando las caderas el pene de Jun.K rozó el de Taecyeon. Él se estremeció. Estremecimientos de palpitante fuego lo recorrían. Jun.K envolvió su mano alrededor de ambas erecciones, apretando, deslizando su mano hacia arriba hasta que tuvo ambas cabezas hinchadas.

Las manos de Taecyeon se aferraron a las mantas, la cabeza se movía de lado a lado. Las cejas del hombre se fruncieron cuando sus labios se separaron, su pecho subía y bajaba con rapidez. Jun.K estaba totalmente cautivado.

Liberando los ejes, Jun.K se arrastró hacia atrás del cuerpo de Taecyeon. Su pene se arrastró a lo largo de la carne caliente del hombre, dejando atrás un camino de claro pre-semen. Jun.K se inclinó y lamió la evidencia de su excitación antes de chupar la cabeza del pene de Taecyeon en su boca.

 

Taecyeon gritó mientras sus caderas se sacudían hacia adelante. Jun.K a horcajadas sobre las piernas de Taecyeon, sus bolas dolían deslizándose sobre el escaso vello de las piernas de Taecyeon. Su cuerpo literalmente dolía por estar más cerca de Taecyeon.

Jun.K no entendía, y se negaba a tratar de averiguarlo ahora. Su lengua se deslizó hacia delante, acariciando cada vena pronunciada, lamiendo la piel sedosa mientras cabalgaba la pierna de Taecyeon. Con una mano sostuvo la base del pene de Taecyeon, la otra extendida, los dedos trazando cada centímetro, cada matiz del cuerpo del hombre.

Las caderas de Taecyeon se mecían lentamente, alimentando a Jun.K con su pene centímetro a torturante centímetro. Haciendo uso de su lengua, Jun.K lamió su camino de regreso hasta el eje de acero, acabando su exploración mamando la suave y esponjosa cabeza, bebiendo a Taecyeon.

Cada centímetro del cuerpo de Jun.K latía, zumbando, el vello se erizó mientras un lento zumbido se construía en su interior. Presionó más duro las bolas contra las piernas de Taecyeon, sus labios se arrastraron hasta que tomó el duro y firme saco de Taecyeon.

Las manos de Taecyeon se deslizaron sobre la cabeza de Jun.K, masajeando el cuero cabelludo y al mismo tiempo manteniéndolo inmóvil mientras tranquilamente jodía la boca de Jun.K.

A Jun.K normalmente no le gustaba la sensación de que detuvieran su cabeza pero, una vez más, con Taecyeon, Jun.K dejó a un lado su idiosincrasia y dejó que el hombre hiciera lo que quisiera.

Tomó cada orbe, lamiendo la piel arrugada mientras movía en círculos las caderas, sus bolas rozando el vello de la pierna de Taecyeon. Jun.K estaba cada vez más desesperado por enterrar su pene dentro de Taecyeon pero detestaba renunciar a saborear al hombre.

—Ten —dijo Taecyeon sin aliento mientras algo sólido tocaba el hombro de Jun.K. Era la botella de lubricante. Mientras seguía chupando las bolas de Taecyeon, Jun.K extendió la mano y Taecyeon vertió un poco de gel transparente en sus dedos.

Llevó la mano por debajo de las piernas de Taecyeon extendiéndolo. Jun.K sonrió cuando sintió los dedos de Taecyeon jugando con sus bolas. Esa era la primera vez. Pero al parecer Taecyeon sabía que Jun.K planeaba joderlo y no quería apartarlo de ese placer.

Separando las nalgas del hombre, Jun.K rodeó sus dedos alrededor de la estrecha abertura, extendiendo el lubricante generosamente alrededor antes de hundir dos dedos profundamente en el culo del hombre. Taecyeon se resistió, gritó, y luego empujó su culo hacia los dedos de Jun.K.

Jun.K lamió su caminó bajo las bolas de Taecyeon, recorriendo con su lengua alrededor de la piel entre el saco y el culo, dando a la carne caliente una pequeña mordida.

—Sí... oh, sí... —Taecyeon estaba balbuceando, los dedos recorrían el cuero cabelludo de Jun.K, añadiendo un placer erótico que alimentó a Jun.K a sumergir la cabeza y lamer el agujero del culo de Taecyeon. Giró su muñeca, y torció los dedos, y los empujó más profundamente.

Los músculos de Taecyeon se tensaron alrededor de los dedos de Jun.K, haciendo que sus muslos temblaran. Jun.K cerró sus labios sobre la carne, haciendo que glorificara de una manera que hacía que Taecyeon se desmoronara.

Movió rápidamente su lengua alrededor de la piel estirada y luego rápidamente agregó un tercer dedo. Utilizó su mano libre para dar masajes a las bolas de Taecyeon, acariciando su pene, y tomó el pequeño chorro de líquido pre-seminal que se escapaba de la pequeña hendidura en la cabeza.

Jun.K rodeó rápidamente sus dedos alrededor de la base del pene de Taecyeon cuando sintió la erección del hombre pulsar. No quería que Taecyeon se corriera tan rápido. Apretó los dedos, deteniendo el orgasmo de Taecyeon.

—Jun.K— Taecyeon se empujó—, me voy a correr.

 

En lugar de dar al hombre lo que quería, Jun.K sacó sus dedos del interior de su amante, lubricando generosamente su pene y luego clavó su erección profundamente en el culo de Taecyeon todo el camino hasta la empuñadura. Giró a Taecyeon envolviendo sus brazos alrededor del muslo del hombre, pero manteniendo su pene enterrado profundamente, inmóvil.

Su cuerpo estaba pidiendo que se moviera, los muslos y las nalgas tensos, los músculos agitándose, pero Jun.K quería que Taecyeon sintiera cada maldito centímetro que tenía.

—Muévete —suplicó Taecyeon—. Jun.K, por favor muévete... jódeme..., no, oh, por favor... Jódeme.

Jun.K raspó con las uñas suavemente la piel de Taecyeon, extraños tiernos sentimientos de ternura lo invadieron, conduciendo a Jun.K a mostrarle a Taecyeon qué tan suave amante era realmente. Los párpados de Jun.K cayeron lentamente, cerrando los ojos mientras soltó un suspiro inestable.

«No puedo cuidar de él. No puedo amarlo. Es demasiado inocente y malditamentedulce. Voy a corromperlo. Soy un veneno oscuro que carcomerá su humanidad».

Pero incluso mientras Jun.K tenía esos pensamientos en su mente, sacaba lentamente su pene y luego empujaba su erección de nuevo, jadeando por lo bien que Taecyeon se sentía envolviendo su pene. Pasó su mano por la carne del hombre, besando la pierna extendida. Sabía en el fondo de su mente que podría ser tan fácil perderse en Taecyeon.

 

Taecyeon se removía debajo de Jun.K mientras éste lo jodía, deseando desesperadamente que las cosas fueran diferentes, sabiendo que ni siquiera tenían la más mínima oportunidad de estar juntos. Por mucho que el pensamiento hacía que su pecho le doliera, Jun.K sabía que tenía que dejar ir o Taecyeon a riesgo de arruinar al hombre, causándole más daño del que ya le había causado.

Pero esta noche Jun.K iba a llenar esa soledad que vivía dentro de él. Iba a disfrutar de su tiempo con Taecyeon y olvidar los problemas del mundo exterior. Empujó su pene más profundamente en el culo de Taecyeon.

—Te amo, Junsu.

 

El corazón de Jun.K se congeló ante las palabras de Taecyeon. Su mente rechazaba lo que el hombre estaba diciendo. No podía dejar que eso pasara. No podía permitir que Taecyeon lo amara. Jun.K era una mierda y tenía que hacer que Taecyeon viera eso.

Cambiando los suaves movimientos los reemplazó con duros empujones, sus dedos clavándose en la carne de Taecyeon cuando no tuvo piedad por el culo del hombre. Se volvió salvaje, salvaje y desquiciado cuando despiadadamente tomaba a  Taecyeon.

—Jun…

 

Jun.K no se detuvo, ni tampoco le dio tregua. Empujó su pene en el apretado culo de Taecyeon repetidamente hasta que ambos estuvieron gritando su liberación. Jun.K no se permitió acurrucarse junto a Taecyeon.

No podía. Tanto como él quería, Jun.K se negó a sí mismo el placer mientras salía del interior de Taecyeon y luego se dirigía al cuarto de baño, cerrando la puerta detrás de él y hundiéndose en el suelo, con la cabeza apoyada en las manos.

 

¿Qué jodidos  iba a hacer?  Estaba irrevocablemente enamorado de Taecyeon y era veneno para el hombre.

 

continuara...

 

 


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