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Freak por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

 

Uff, casí se me pasa el día ¡pensaba que aun era viernes! pero por una alegre coincidencia me di cuenta que no, que es día de actualizar y aquí tienen el capítulo esperado.

Disfruten!

Si hay algo en lo que soy realmente bueno es en huir. No puedo correr en un hospital, eso lo tengo presente, eso y alejarme de la habitación de jun.  Los pasillos están libres, de vez en cuando me cruzo con alguien con el uniforme del hospital o con alguna persona que viene de visita.  La habitación esta en el primer piso, así que no camino al elevador, sino a las escaleras. Solo son dos tramos. Paso por la recepción y ninguna salida nunca se vio tan brillante como hoy. Siento la urgencia de correr, como si así pudiera escapar de lo que acabo de hacer. Puedo imaginarlo: Es como una enorme ola que me sigue y tengo que alejarme antes de que me alcance, antes de que la realidad de lo que acaba de salir de mi boca me aplaste.


— ¿Te vas ya?— casi resbalo cuando me detengo al ver a Erick.


— Sí, tengo trabajo que entregar— oh, vamos ¿Por qué tiene que ser él?


— yo tuve que regresar, deje mis lentes aquí ¿Jun sigue despierto?


—Si— y me alcanza. Yo acabo de decirle a Jun que me gusta, le dije que no aceptara a Dorian y le confesé que me gustaba… luego salí huyendo. Yo me confesé, es la primera vez que lo hago y fue a un chico— Ah…— quiero morirme de la vergüenza, volverme invisible o simplemente desaparecer hasta que… ¿hasta qué?


— ¿estás bien? ¿Paso algo con mi hermano?


— ¿Qué?— el poco control que tenia se esfuma ¡Lo sabe! ¿¡Porque otro motivo preguntaría eso!? Lo sabe, que yo a su hermano…


— Marcell…— su tono de advertencia me hace salir de donde quiera que estaba— ¿todo bien?— me está mirándome, a mis manos ahora que lo noto. Ah, estoy rascando mi brazo de nuevo.


— todo está bien, solo… el hospital es un poco…


— oh, ya veo. Bueno, mi hermano saldrá pronto según el médico que le atiende ¿No te lo dijo?— No, no alcanzamos a hablar de eso. Pero si saldrá pronto entonces tendré que encontrarme con él en algún momento.


— no… pero son buenas noticias— no es lo que quiero decir, pero para ellos sin duda que son buenas noticias, mas para Jun que detesta este lugar— me  tengo que ir, nos vemos después—afuera si puedo caminar más rápido hasta la parada de autobús ¿Jun le dirá lo que acabo de hacer? son hermanos, él podría decirlo y luego cuando tenga que ir con Erick él lo sabrá y…  ¡Ya no pienses eso, Marcell! Al menos no hasta llegar a casa. 


Cuando Jun se desmayo y tuve que esperar a que llegara alguien que me ayudara, y luego ver como llegaban los paramédicos y comenzaban a hacer todas esas cosas antes de subirlo a una camilla y marcharse en la ambulancia, estaba tan asustado y pensando tantas cosas… solo pude hacer todo pensé que si no lo hacia Jun iba a morir, solo tenía en mi cabeza que no quería que Jun muriera. Durante un rato lo único que podía pensar era que Jun iba a morir y yo ¿Qué? Me sentí muy mal, hasta que me atreví a llamarle a Erick para preguntar. Como me sentía un poco mal fui con Dorian y le conté lo que había pasado. Esa fue una buena idea hasta que días después me dijo que iba a confesarle sus sentimientos a Jun. Eso y haberlo visto inconsciente hizo que me decidiera… a hacer lo que hice hoy.  Bien, no sé si estoy enamorado de Jun pero si sé que lo que siento no es igual a lo que siento por mi familia, por Yamir o Ingrid, o por Evangeline, óscar, Tania o cristina, ni siquiera es igual a lo que siento por Dorian ¿amor? Posiblemente, eso o los sueños que tuve me lavaron el cerebro.


— ¿no ibas a ir al hospital?


— Ya regrese— Yamir me mira con los ojos entrecerrados y me arroja una pelotita de hule— ¿Qué?


— nada… ¿Cómo está tu amigo?


— Mejor, saldrá del hospital pronto ¿Qué haces?— tiene un montón de tarjetas de papel alrededor, apiladas en montoncitos pequeños como si estuviera repartiendo cartas para algún juego.


— Es para un proyecto, Ingrid iba a ayudarme pero tuvo un debate de practica en su club y llegara tarde— ella también me dijo quería acompañarme a visitar a Jun solo que sus prácticas no le dejaron tiempo hoy— ¿Qué tienes? Pareces enfermo.


— es el hospital. No me gusta ¿necesitas que te ayude?


— Puedes ordenar estas de aquí, estoy ordenándolos por edad— las tarjetas parecen una encuesta y los montones son las diferentes edades. Bien, es un trabajo que me mantendrá ocupado. Funciona solo unos momentos, el tiempo que me toma aprender en donde esta cada montón— Marcell ¿Cómo has estado?


— ¿Eh?— vivimos en el mismo lugar, no entiendo porque pregunta.


— tus crisis de ansiedad o angustia o lo que fuera.


— eso… bueno, va mejor. Ya no he estado despertando tanto por la noche, y creo que ya se cuando estoy por sufrir uno, aunque sigue siendo un asco. No me gusta, pero he estado aprendiendo a controlar un poco cuando pasan. 


— eso es bueno.


— Aunque tuve sueños— y no he hecho lo que me pidió Erick ¿será un buen momento para abandonar mi terapia, mudarme de casa y cambiar de universidad?— Erick dijo que podía ser que mi estrés este mostrándose de otro modo.  


— eres todo un caso, Marcell— resoplo, aguantándome la risa.


— Estoy seguro de que hay personas que están peor que yo— ah, aunque intento no pensar en mi confesión y en que solo quiero huir, la verdad es que no me arrepiento de haberlo hecho. Aunque me esconda, y quiera fingir que no pasó nada, lo cierto es que ya lo hice.  Este podría ser mi primer rechazo— hoy le dije a alguien que me gusta— Yamir deja las tarjetas en su lugar y me mira. No se ríe como yo espero, solo me mira.


— ¿y qué te dijeron?


—… yo salí huyendo. Entre en pánico y hui— ah, él quiere reírse. Verlo me hace sonreír a mi— debí quedar como tonto, yo solo le solté todo eso y me fui… ¿alguna vez te rechazaron?


— un par de veces. Siempre es un poco aterrador decirlo, así que no te culpo por huir, pero debiste quedarte.


— Nunca había hecho eso— vuelvo a colocar las tarjetas, cada vez quedan menos, y aun así hay muchas todavía— es la primera vez que yo lo digo. Siempre eran las chicas quienes me pedían salir con ellas— que incomodo, nunca he hablado con alguien más sobre relaciones sentimentales, al menos no sobre una  sobre mí.


 — ¿Te da miedo que te rechace?


— No…  siempre he tenido claro que no tienes por qué estar con alguien que no te gusta— Por eso rechace a algunas de las chicas— esto sería lo mismo ¿No? si no siente lo mismo que yo, no tiene que decir que sí.


— ¿Cuál fue el problema entonces?


— no lo sé— ¿Qué fue la primera vez que lo hago? ¿Qué fue un chico? ¿Qué es mi amigo?— debe ser porque soy un poco cobarde todavía.


— Siempre lo has sido— me sonríe y me da un empujón con su hombro— pero estas siendo muy maduro.


— me gusta racionalizar las cosas. Aunque exagere de vez en cuando— esta vez, Yamir se carcajea, me hace reír a mí.


— más bien son pocas las veces que no exageras ¿Qué harás ahora? ¿Hablaras con ella?— ¿Ella? oh, está pensando que me declare a una chica, supongo que es un error muy común… me estoy avergonzando…


—Supongo, no sé cuando nos veamos de nuevo— ¿Seré capaz de ir al hospital otra vez? Quizá si me obligaran a ir, porque no creo poder entrar sin sufrir un ataque de pánico— quizá me llame— no tengo ninguna llamada en mi teléfono, aunque no estoy seguro de que en el hospital dejen usar el teléfono todo el tiempo, además había zonas sin cobertura aun así— ¿Qué tan mala señal es que no haya recibido ni un mensaje?


— puede estar pensándolo, algunas personas necesitan tiempo para asimilar cosas como esas, y si ella no se dio cuenta de lo que tu sentías, pues con más razón debe pensarlo— si siquiera yo estaba seguro de eso


— ¿Qué más necesitas?


— por ahora es todo, registrare esto y comenzare a trabajar— me levanto, mis piernas están entumecidas poro estar en el suelo— gracias por ayudarme.


— No es nada, voy a subir— cuando entro a mi habitación, es como si respirara por primera vez en un rato.  Mi habitación es como mi lugar seguro, donde se que nada pasara. Me dejo caer en la cama unos momentos, respirando el olor a detergente de las sabanas. Quisiera quedarme aquí para siempre, pero como eso es casi imposible me pongo a hacer los trabajos pendientes que me quedan. 


Pensé que decirle  a cualquier persona que me gusta sería algo que haría en mis sueños, apenas puedo hablar con otras personas, aunque últimamente he comenzado a tener menos  problemas para hacerlo, decirle “Me gustas”… solo tener esa imagen de mi diciéndolo me hacía querer vomitar de lo nervioso que me ponía.   Y yo solo se lo dije a Jun, estaba nervioso pero nada más, no me sentí morir (Bien, quizá de vergüenza pero no de esa falta de aire) y aunque aún no tengo una respuesta, es como si por fin me hubiera quitado alguna camisa de fuerza que me oprimía,  siento que ahora puedo hacer cualquier cosa porque si pude decir eso yo puedo hablar con otra persona de cualquier cosa, así que aunque no tenga una respuesta, yo…  me siento bastante bien.


 


He intentado pasar mis clases sin mirar mucho mi teléfono. Es una suerte que no me guste tenerlo fuera cuando estoy en clase  y que algunos profesores no permitan que lo usemos durante la clase. No he recibido ninguna llamada o mensaje de Jun y yo tampoco he querido enviar un mensaje o llamarle, y lo único que me hace sentir mal es que esta en un hospital y claro que debería llamarle para preguntar por su salud.


—Te están llamando.


— ¿Qué?— miro distraídamente a cristina, pensando en lo mala persona que soy por no llamar a un amigo hospitalizado. Ella señala a la puerta, donde Dorian intenta llamar mi atención— oh.


— ¿Estás enfermo?


— no, es… somos amigos— supongo, o algo como eso aunque más bien pienso que es una extraña relación que pretendo dejar como amigos. Me levanto de la silla, no tenemos clase debido a una reunión de profesores— ¿Necesitas algo?


— Estaba aburrido.


— ¿No tienes a quien más molestar?— Dorian sonríe.


— Jun está en el hospital y está algo lejos. Por cierto, no fuiste ayer a verle ¿Iras hoy? Puedo acompañarte ya que no tengo nada que hacer esta tarde.


— no iré. 


— ¿Qué?


— que no iré. No iré al hospital— no veo a Dorian a la cara, solo me quedo moviendo mi pie mientras espero a que él diga algo.


— ¿Pelearon?


— No…— ¿Qué mas digo?  Siento que si comienzo a mentir después será peor ¿Y si ya no digo nada? no quiero que justo esta persona se entere de lo que paso. Dorian me mira, como si quisiera leerme la mente o algo así— tú fuiste a verle ¿no? le dijiste sobre… ibas a decirle…. ¿Qué te respondió?


— ¿Yo? ah, sí, iba a decirle mis sentimientos. Jun parecía un poco distraído, aunque le dije que me había molestado mucho que no me hiciera caso y no tome mis opiniones en cuenta a pesar de que somos tan amigos.


—  ¿Qué?


— le lleve comics y aun así ni siquiera se disculpo conmigo. He ido a visitarlo y nada, se que se disculpo contigo por haberte asustado cuando se desmayó— Ay, no puede ser… no, no, no— Marcell ¿acaso pensaste otra cosa?— me sonríe ¡Lo hizo a propósito! ¡Dijo esas palabras para que yo pensara que iba a declararse a Jun y él solo…!  Ay, yo le dije a Jun…— te has puesto más rojo que tu cabello.


— Es tu culpa…— es tu culpa que yo me confesara, me hizo creer que él se confesaría, que le diría a Jun que le gusta y yo le creí ¿Por qué el sigo creyendo?— Olvídalo, no se para que me molesto contigo.


— ¿Hice algo?—  quiero ahorcarlo, en serio ¿tiene doce años o qué? no me extraña que no tenga amigos— bueno, Jun me dijo que estabas en terapia con su hermano, pensé que me habías mentido para que no insistiera con eso.


— Eso era algo que no quería decir— esos son asuntos privados, no tengo que comentarlos con todos aunque sean mis amigos— Mira, me estoy poniendo de mal humor, será mejor que te vea otro día.


— ¿Por qué? ¿Acaso te molesto?


— Como no tienes idea—  le suena el teléfono, lo mira unos segundos y luego sonríe.


— tienes suerte, Marcell. Nos vemos otro día, ah, casi lo olvido, avísame si visitas a Jun para ir los dos, quizá podamos ir por café después— claro, como si fuera a hacer cualquiera de las dos.  Mientras camino de regreso por mis cosas, comienzo a preguntarme cosas ¿si no voy Jun pensara que no estoy interesado? A lo mejor piensa que no soy serio ¿Quién lo sería si se va y no regresa por una respuesta? ¿Entonces si regreso al hospital a verle…? ¿Y si él no quiere verme? nunca le pregunte si tenía pareja, él nunca me dijo si le gustaban los chicos o las chicas, yo pensé que  estaba con Dorian pero ahora ya no estoy seguro de que todo eso fuera real y más bien yo me lo estuve inventando, hey, claro que no lo invente, Dorian estuvo jugando conmigo.


Ah, ya no tiene caso culparle o quejarme, lo hice y no tiene caso decir que era una broma o que no era eso lo que iba a decirle. El fin de semana decido ir a casa de nuevo, después de la media semana sin usar tanto el teléfono, pasarlo saliendo con ellos y viendo más series con mi hermana es algo que no cambiaría por nada.


Como me gustaría que el fin de semana durara más, ya es lunes y por si fuera poco hace más calor que otros días.


— ¿Cómo te fue en casa?— Oscar y Tania me alcanzan en el pasillo. Les sonrió.


— bien, quisieron pasar mucho tiempo paseando, había una feria local así que fuimos varias veces a ver los conciertos y  eventos deportivos— no me gustan mucho los deportes, aunque también hubo algunos shows de talentos.


— Suena divertido— Tania guarda su teléfono— cuando voy con mis abuelos veo concursos de ganado y de cosechas, me gustan mucho porque no ves cosas como esas todos los días.


— entonces ¿te gusta ver concursos de quien tiene el tomate más grande?


— Prefiero el de quien tiene el pepino más grande— no puedo… yo no…— ¿Marcell?— hago un sonido raro cuando intento no reírme, que me hace reír mas y detenerme porque no puedo ver por donde camino y me duelen las costillas de la risa.   


— ¿Eso existe en serio?— escucho otra risa, y luego Tania se pone a reír conmigo.


— ¿Qué les pasa a estos dos? ¿Ese es Marcell? ¿Qué le hicieron para que ría así?


— no lo sé, hablan de un concurso de pepinos— Evangeline no dice nada, pero cristina suelta una risita.


— Se nos hará tarde para la clase, dejen los pepinos para otra ocasión— nos arrastra hasta el asiento porque no somos capaces de andar y reírnos al mismo tiempo. Yo me rio mas cada que veo la cara de Oscar y Evangeline. Aun me duele el estomago cuando iniciamos las clases, y todo el rato que estoy aquí me siento de buen humor— ¿Por qué no vamos a comer? No tenemos trabajos para entregar y termino la semana de entrega, nos merecemos un descanso.


— tú descansas cada que puedes.


— vamos, tengo hambre, no desayune hoy.


— ¿Vienes, Marcell?


— Claro— afuera hace más calor, y el sol me hace cerrar los ojos un momento en lo que me acostumbro. Es lo que no me gusta del cambio de estación, que un día puede estar completamente soleado y con la sensación de estar en medio del desierto y al otro amanecer con tanto frio  que parece estamos en Alaska. No me gustaría vivir en un lugar donde esto es todos los días, aquí al menos solo pasa unos días— ¿A dónde vamos?


— ¿Y si vamos a un karaoke?


— es muy temprano. Cualquier restaurant está bien.


— mejor vayamos a una pizzería o algo más barato.


— ¡Tu!— es como un eco lejano, incluso creo que me imagine esa voz hasta que veo que los demás también están volteando a todos lados— ¡Marcell!— ¿Ese es Jun?


— ¿No es tu amigo?


— Eh… ¿Si?— Jun camina a pasos muy largos hasta donde estamos, trae puesta una sudadera muy gruesa, un cubre boca y el violín colgando de un hombro. Me quedo mirándole ¡Pero qué incomodo debe estar con el calor y esa ropa! Un momento, ¿Qué hace aquí? ¿Me está llamando? Oh ¡Mi confesión! Y no le llamado ni nada desde entonces. Debo irme, pero ya. Hay tantos lugares por donde puedo irme.


— Te encontré.


— eh…— ay, no, no— Lo siento, vamos a comer…


— Claro, comer…— lo dice con tanta burla que me quedo sin palabras— disculpen, pero me llevare a Marcell por hoy, no podrá acompañarles.


— espera ¿Qué?— me toma del brazo y camina, aunque intento no seguirlo, al notar que las personas nos miran, dejo de resistirme y le sigo— Oye, Jun ¿Jun?— nos detenemos y aprovecho para soltarme.


 — No puedo creerlo, en serio ¿Qué clase de persona eres?— se quita el cubre boca para poder respirar, parece que aún le cuesta un poco— estuve enfermo en el hospital ¡En un hospital!


— lo sé.


— y tú solo desapareces,  no me visitas y yo ni siquiera puedo buscarte porque estoy atado a una cama


— No… no me gustan los hospitales— balbuceo, no entiendo del todo que está intentando reclamar. Ok, lo entiendo, pero no es lo que esperaba que dijera cuando nos encontráramos.


— tienes un teléfono, tienes mi número, y no hubo ni  una llamada o un mensaje de tu parte. Eso fue muy desconsiderado después de haber hecho esa confesión— Ah… arg, no puede ser— ¿Y? ¿No tienes nada que decir?


— Ya, lo entiendo, lo entiendo. Estaba avergonzado por eso. Aun lo estoy. No sabía si te molestaría que regresara, y no me atreví a llamarte. Lo siento, no quise hacerte sentir mal por eso— Creo que sonó bien, haberle dejado de ese modo no fue mi mejor idea— ¿Por qué usas eso? Hace demasiado calor.


— fue una de las condiciones para salir del hospital y regresar, al menos hasta que me encuentre mejor porque aún me cuesta un poco respirar cuando me agito— Ah, entonces él no debe estar haciendo esto— ya, te estuve buscando y me canse un poco, pero  fui a tu casa y me dijeron que no estabas porque habías ido con tus padres. No te encontré en el salón ni en el pasillo de siempre.


— También  podías llamarme— Jun alza una ceja, lo que hace que se vea un poco arrogante con el gesto.


— yo no soy quien debía llamar. Espere, espere a que regresaras o llamaras, incluso hoy esperaba que me buscaras, pero al final hiciste que yo te buscara.


— No entiendo.


— ¡Tú te confesaste! ¿Lo que dijiste fue cierto?


— sí, aunque no esperaba…eh, bueno, fue un pequeño malentendido y pude haberme apresurado con eso— tonto Dorian  y sus tontas frases. Siento la cara caliente, y no tiene nada que ver con el calor que hace.  


— Entonces ¿aun quieres que te responda?— No, mejor si ¿Qué es lo que quiero? ah, quiero correr en círculos y gritar.


— Bueno, si quieres hacerlo— ¡Ya, basta! yo quiero salir con Jun, quiero hacer el intento ¿no? entonces esta es la oportunidad— ¿Q-quieres s-s-salir conmigo?— me siento demasiado pequeño, como si me encogiera ante la mirada de Jun ¡Si al menos hiciera una mueca o algo!


— No te la dejare fácil.


— ¿Eh?— ¿Qué dice?


— si quieres salir conmigo, entonces tienes que demostrarlo.


— ¿Qué estas…?


— Espero que me muestres esos sentimientos que dices tener por mi— sonríe  pone su mano en hombro, como si me felicitara por ganar algún premio, lo único sé es que no entiendo si me está diciendo que si o diciendo que no. 

Notas finales:

Pue si, Dorian hizo de las suyas otra vez jajaja, espero que les gustara, nos leemos la próxima semana


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