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Freak por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola

 

Despues de una semana de espera aqui esta el capitulo. Lamento la tardanza, pero apenas me fue posible conectarme.

Muchas gracias por seguir esta historia, disfruten el capitulo!!

Apenas puedo respirar después de correr desde el edificio de música hasta el de letras.  Después de enfermarme, aun me cuesta respirar cuando me agito mucho. Y aquí estoy, buscando a Marcell en su edificio.

— ¿qué está pasando?

—  estábamos por entrar, ¿también te sientes mal? me parece que estas algo pálido.

— ¿Por qué le has dado esas flores a Marcell?— Dorian las mira, como si se diera cuenta que de hecho, le acaba de dar flores.

— porque eso es lo que se hace cuando quieres demostrar tu afecto por otra persona, le  regalas cosas que le gusten—  ¿de qué está hablando ahora? — ¿y tú? Creí que estabas por decir algo importante.

— es asunto de Marcell y mío, largo

— quisiera, pero debo quedarme aquí hasta que terminen mis horas— umm— ¿Por qué tanta hostilidad hacia mí, pequeño Jun? Creí que éramos amigos.

— ¿Hablas en serio con las flores?— normalmente no le sigo el juego cuando hace esos comentarios, o cuando parece que puede llevar la conversación a otro sentido, pero ¡le está dando flores a Marcell! No puede hacer eso. 

— me gustan los chicos pelirrojos, creí que ya te lo había dicho— ah, ¿Por qué Marcell no hace nada? ¡Le está tocando el cabello!— ah, creo que se lo dije a Marcell— basta, esto es… esto no está bien.

— Marcell— le alejo de Dorian, abrazándolo.

— ¿umm?

— ¿estás bien? ¿Qué…?— ¿Qué le pasa? No  parece estar bien— ¿Por qué vino a la enfermería?

— Las flores son bonitas— dice, y aun las sujeta.

— Estábamos por entrar, Marcell dijo que quería dormir— sí, parece que él está un poco sonámbulo. Llegue justo a tiempo para sacarle de aquí y no dejarle en las manos de Dorian.

— Vamos, te llevare a casa— ¿Qué acaba de decir? no entiendo nada.

— Jun— me volteo a ver a Dorian, reclinado en la entrada de la enfermería. No me mira, y ni siquiera parece interesado en lo que estoy haciendo— ten cuidado con mi regalo.

— No le vuelvas a dar flores— él me mira, sus ojos encuentran los míos lentamente, y me sonríe, como si esperara que yo dijera eso. Ah, el muy maldito esperaba que dijera eso.

— Yo puedo darle flores, o cualquier regalo, a quien yo quiera.  Y nadie puede impedírmelo.

— deja a Marcell…                                                                                

— ¿o qué?  Somos amigos, y hasta donde sé, Marcell aún puede elegir si quiere estar conmigo o no— me doy la vuelta, porque si no voy a contestarle y caeré más en lo que sea que intente. Le escucho reír— en serio, ustedes dos son muy divertidos. Vayan con cuidado.

— gracias, Dorian. Marcell, vámonos, te llevare a tu casa— ya no me importa Dorian, porque Marcell esta raro, parece dormido pero está despierto ¿se puede quedar dormido de pie? Quizá sea sonámbulo de verdad ¿y no es peligroso despertarlo? Pff ni siquiera sé si está dormido. Camina cuando yo le jalo un poco de la mano, aunque mejor me mantengo cerca porque creo que se caerá en cualquier momento.

Ok, estoy muy preocupado ahora ¿de verdad no se ha drogado o algo? no ha dicho nada ni cuando entramos al taxi. Pensé que sería más práctico que tomar el autobús, y sí que es mejor, pero Marcell no parece mejor. Debería pedirle mejor al chofer que nos lleve a un hospital. El auto frena,  y tengo que sujetar a Marcell para que no se estrelle en el asiento de adelante.

— ¿eh?

— Marcell ¿¡me escuchas!?

— ¿Dónde estoy? ¿Por qué voy en un taxi?— ¡Por fin! Marcell me mira, tan confundido que incluso parece asustado  pero no puedo sentir otra cosa más que alivio porque está bien y respondiendo normalmente— ¿paso algo?

—Estaba tan preocupado— me le abrazo, o lo intento porque la posición en que estamos sentados en la parte de atrás del auto no me deja moverme mucho. Siento como Marcell se pone tenso cuando le toco— ¿estás bien? ¿Qué paso?

— no lo sé ¿A dónde vamos? ¿Cómo llegue al taxi?— baja la voz cuando pregunta eso, mirando al chofer.

— Iba a verte y te encontré con Dorian,  ya estabas así cuando llegue, vamos a tu casa aunque estaba por pedirle que mejor fuéramos a un hospital— me mira, frunciendo la frente ¿está recordando o intentado recordar?— ¿recuerdas lo que estabas haciendo?

— estaba en clases, fui por un café y ¿estás flores? Ah, no, espera, ya lo recordé— me dan ganas de agarrarlas y arrojarlas por la ventana. Solo suspiro y me recorro un poco en el asiento. Casi llegamos a la casa de Marcell.

— ¿estás seguro de que estas bien? ¿No tomaste nada raro?

— emm, no. yo solo tenía sueño, creo que me quede dormido— mira de nuevo al chofer, y luego por la ventana— ¿me quede dormido?— ahora que lo menciona, hay marcas oscuras bajo sus ojos, y si tiene la expresión de alguien que no ha dormido. 

— Pues parecías un zombi… es aquí, gracias— Marcell se baja mientras yo pago y luego me bajo también.

— lo siento ¿no tienes clases? deberías regresar.

— no digas eso— mis clases no son tan importantes cuando alguien importante para mí está en problemas— si te preocupa, solo tengo practica y ya me he saltado muchas cuando estuve enfermo, una mas no significara nada— bueno, quizá me puedan echar de la orquesta de la facultad, pero no me acompleja si pasa.

— pero ya estoy aquí… gracias por acompañarme.

— tú me ayudaste cuando me desmaye, y también fuiste a visitarme al hospital.

— Yo solo me quede dormido, no estoy enfermo— me dice, pero su cara se pone roja. Le sigo hasta la puerta y como no me dice nada más, entro tras él cuando abre.  Creo que es temprano para que Ingrid y el otro chico estén aquí.

— no puedes saberlo, quizá si estás enfermo.

— No lo estoy— bosteza y se sienta en el sofá más grande— solo necesito dormir un poco— pone la mochila en el suelo, y las flores las deja en la mesita frente a él. Me siento un poco tonto quedándome de pie aquí, me sentare en el otro sofá, quizá pueda cambiarle a la televisión en un rato más.

— ¿No estarás mejor en la habitación?— pero Marcell ya se acostó en el sofá, y me está ignorando. Enciende la televisión— ah… ¿Por qué no dormiste?

— en realidad fue tu culpa.

— ¿Cómo? ¿Mi culpa?— Marcell parece dormido otra vez ¿Cómo puede alguien dormirse de ese modo? Es tan… raro que asusta.

— me besaste, cuando bajaba del auto. Eso fue un beso y ¿Por qué lo hiciste? No he podido dejar de preguntarme eso— ah, eso.

— ¿siempre te preguntas todo?

— Si, por eso tu hermano es mi terapeuta—  es tan gracioso, ah, esto es… no me aguanto la risa. Tiene razón, tuvo ataques de ansiedad es obvio que siempre piensa de más las cosas hasta el punto de creer cosas de forma exagerada.

— vale, lo siento. No quise que eso pasara.

— umm… las flores son bonitas ¿puedes conseguirles un florero o agua? Se van a marchitar.

— No, yo no conozco tú… ¿Marcell? Increíble, te dormiste otra vez— ¿y porque le importan tanto las flores? Se marchitaran les consiga un florero o no— ¿Marcell?— está muy dormido— ah, Marcell ¿Por qué aceptas regalos de otros chicos cuando te has declarado a otro?— solo porque me lo ha pedido él, buscare un maldito florero o cualquier cosa para poner las flores. Además, estoy seguro de que Dorian solo quiere molestarnos, hacer un berrinche por que le dio unas flores a Marcell solo es darle más importancia al asunto de la que tiene.

A lo mejor a Marcell le gustan las flores, no conozco mucho más de él que lo que escribe, lo que estudia y algunas cosas sobre sus comidas favoritas. Eso es, lo que me está molestando de esto no es el asunto de que Dorian le diera flores o que Marcell las aceptara, me molesta que Dorian sepa algo que yo tendría que saber. Además, creo que estoy viendo mal todo este asunto, que Marcell me dijera que le gusto no significa que no dejare de gustarle. Me sorprendió que me lo dijera, porque recuerdo que dijo que no era gay, además ¿Qué significó eso de que Dorian iba a hacerlo también?  Pensé que era una broma de Dorian, pero Marcell se veía tan nervioso… después me di cuenta de que Marcell no le seguiría el juego a Dorian en una broma como esa. Luego Marcell se fue corriendo  y ya no supe de él hasta que le busque, y para entonces ya había tomado una decisión.

— Tengo hambre.

— ¿Qué?— ¿habla dormido también? bueno, también tengo hambre porque no pude ir a almorzar antes— Marcell… Marcell— Si, está durmiendo.  He estado antes en la cocina de aquí, cuando venía con Ingrid, pero ¿está bien que haga algo? tal vez será mejor pedir algo a domicilio o esperar a que Marcell despierte e ir a una tienda o algo. Eso o… 

Esas flores no me dejan en paz. Es como si me hubiera quedado atrás de alguna manera. Cocinar algo no debería ser tan complicado ¿no? no creo que queme la casa… espero. Vamos, he cocinado antes en casa y nunca hemos tenido que llamar a los bomberos.  

 

— ¿Qué haces?

—  ah, despertaste ¿Cómo te sientes?

— mejor.

— ¿Qué paso?— Marcell se ve mejor, debo admitirlo, pero aun así dejo lo que hago para verle mejor, en caso de que siga en modo zombi. — ¿Estás seguro de que estas mejor? ¿Sabes dónde estás? ¿Sabes que paso? ¿Seguro de que nadie te dio algo extraño?

— eso está quemándose.

— ¡Ah!— apago la estufa— dijiste que tenías hambre antes de dormirte— en realidad ya estaba dormido.

— ¿Por qué?

— ¿eh? ¿Sigues dormido? Quizá Dorian te dio algo y por eso…

— Dorian no me dio nada— eso es mentira, esas flores siguen en la sala— estaba cansado y solo me dormí. Pregunto porque sigues aquí.  

— pues… no hay nadie aquí, y no sé si estabas bien o no, dejarte tirado en el sofá no está bien ¿Quieres comer ya? ¿Dónde tienen los platos?

 — Esto es muy raro… los platos están allí abajo—  abro la puerta de la alacena pequeña, y si, hay varios platos apilados en montones— los de la izquierda son míos.

— debe ser extraño compartir la casa con desconocidos ¿no? ¿Cómo es vivir con alguien de esa manera?

— hay… acuerdos. No puedo llamarlos reglas, pero solo decimos las cosas que nos gustan y las que no. si algo no me gusta, solo lo digo— no creo que Marcell  sea de las personas que le dicen a otros lo que les gusta y lo que no. admiro mucho a Ingrid y al chico que viven con Marcell por adivinar lo que a Marcell le gusta.

— Listo, vamos a la mesa—  me llevo los platos a la mesa,  y Marcell saca una botella de jugo del refrigerador. Camina despacio y aun parece un poco dormido— ¿estás bien?

— lo estoy, puedes dejar de preguntarlo pero… gracias por ayudarme. No sabía que cocinabas también.

— No lo hago mucho— las veces que lo he hecho no se me hacho nada complicado  preparar comida— ¿Tu cocinas? ¿Se turnan para hacerlo?

— cada quien hace su comida.

— ¿Está caliente?— Marcell se llevó el tenedor a la boca, pero lo soltó y ahora está buscando algo— ¿Marcell?

— sabe mal.

— ¿Eh?— espera ¿A dónde va?— le pierdo de vista en la cocina, pero le escucho escupir y luego el grifo del agua. Vamos, no puede estar tan mal, solo es pasta con salsa de tomate y queso. No huele mal… y no puede ser tan malo. 

— lo siento… pero esto es incomible.

— No te preocupes, es asqueroso— marce se vuelve a sentar, y luego agacha la cabeza— puedo pedir algo a domicilio, no lo pedí porque no sabía que te gustaba ¿Marcell?

— Esto es…— escucho un resoplido— es que…— esta ¿Riendo?— lo siento, no aguanto.

— Vamos, estoy muy avergonzado por esto— eso no ayuda a que Marcell deje de reír, si no que se ríe con más ganas— Marcell…

— Es que… estabas tan… y eso fue…— bien, esperare a que deje de reír porque no entiendo nada.  Ah, ya está respirando profundo— Ingrid debe tener anotado por aquí el número del restaurant italiano en el que siempre compramos— el numero lo encuentra anotado en una libreta junto a un teléfono. Me quedo esperando, ni siquiera pregunto qué es lo que pidió, es muy vergonzoso que pasara esto.

—  lo siento, arruine la comida y…

— ¿Por qué lo hiciste?

— pues no tenía planeado que quedara así ¿sabes?

— No, no es…— sonríe y suspira— si la cocina no es lo tuyo, no tenías por qué esforzarte en eso. Gracias por intentarlo de todos modos, lo aprecio.

— oh… yo solo quería hacer algo por ti.

— ¿algo por mí?

—No quería envenenarte con la comida— Marcell sonríe, y niega con la cabeza.

— no estaba pensando eso, tú lo dijiste.

— Pero en serio, quería sorprenderte con eso—  no puedo creer que algo tan simple como hacer una pasta con salsa de tomate pudiera salir tan mal.

— pues sí que me sorprendiste.

— solo quería hacer algo por ti.  Hoy me entere de los resultados del concurso de ayer, pase a la siguiente ronda y quería decírtelo, por eso fui corriendo a buscarte pero me encontré con que tú no estabas bien y Dorian estaba dándote flores.

— ¡Genial! Felicidades por haber avanzado en el concurso, pero no entiendo porque las flores de Dorian son un problema— ay, porque Marcell tiene que ser tan ingenuo ¿acaso no se dio cuenta de todo lo que hacía Dorian? Yo pensaba que sí, pero ahora dudo que lo hiciera.   

— ¿Por qué? pues porque no aceptas regalos de otros chicos cuando te confesaste antes a otro. Yo pensé que  yo te gustaba pero...— ¿Por qué está poniendo esa expresión? Me callo cuando levanta la mano para hacerme la seña de silencio.

— M—me gustas… o al menos... quisiera intentar— Wow se está poniendo rojo— pero no entiendo porque te molesta lo de las flores. Está bien si no sientes algo románico por mí, estoy bien con eso, porque pude decirlo ¿sabes que nunca me había atrevido a hacerlo? Me siento bien con eso aunque tú solo quieras ser mi amigo.

— Creo que no estamos hablando de lo mismo— ¿en qué momento la discusión por las flores término en esto?— ¿Por qué Dorian te dio las flores?

— pregúntale a él. Espera… le mencione que si era normal regalarle flores a un chico, creo que lo hizo por eso porque le gusta molestarme.

— ¿y porque querías darle flores a un chico?

— ¿Por qué esto parece un interrogatorio? No importa, solo fue una pregunta tonta que le hice y él se lo tomo en serio.

— Entonces ¿sabes que Dorian intenta coquetear contigo?— Marcell  suspira, casi un resoplido.

— no es muy discreto que digamos, cualquiera lo notaria, pero también es uno de los primeros amigos que tengo aquí, puede ser molesto pero sé que también se preocupa y cuando no me está intentando coquetear es agradable. Jun, no sé si es porque he leído muchos fanfics o qué, pero parece que estas celoso de Dorian.  Dime que solo es mi imaginación—  Celos, no me gusta mucho la palaba y lo que significa pero sí, estoy celoso de Dorian por lo que ha hecho.

— tal vez.

— ¿Tal vez? ¿Por qué? No… no entiendo. Tú no estás interesado en mí.

— ¿Qué te hizo pensar eso?— me levanto, no me di cuenta, pero estoy de pie y mirando a Marcell ¿Cuándo dije yo algo como eso? él me ve, parece confundido y aún sigue con la cara roja.

— Pues tu dijiste…eso— arg, eso es tan poco preciso— dijiste que tenía que esforzarme o que no sería fácil, no recuerdo, pensé que era una forma de darme largas porque no querías responder.

— ¡Te bese!— se pone más rojo todavía si es posible.

— y— y por eso no pude dormir. No entiendo ¿te estabas burlando de mí? O ¿era un intento de disculpa? He estado pensando en eso desde entonces.

— porque siempre piensas en todo, ¿eh? ¿No pensaste que de hecho si me gustas y que si quería besarte porque si?

— ¡¿Y cómo iba a saber eso?! Siempre parece que te estás burlando o que no sabes nada ¿Cómo se supone que debo adivinar que tú...? ¿Que tú...?— suelta un quejido y se tapa la cara con las manos antes apoyarse en la mesa. Ah, esto no está yendo como yo quería. Casi puedo escuchar a mi hermano regañándome por haber llevado las cosas de este modo y no como lo haría alguien normalmente.

— no me gusta lo normal, no es divertido.  Siempre hago las cosas como pienso y por eso Erick me llama la atención a veces ¿sabes? Le pregunte muchas veces por ti para que me dijera algo sobre tus sesiones pero nunca dijo nada.

— ¡Y no debe hacerlo! no le preguntes de nuevo, eso es… es… ¡terriblemente invasivo!— eso se siente como un golpe bajo.

— bueno, el caso es que no debí hacer eso.

— ¿eso qué significa?

— intento disculparme. No quería burlarme de ti, lamento mucho haber causado ese malentendido— no levanta la cabeza ni saca sus manos de la cara, pero veo que me mira entre sus dedos— Si aún quieres intentar salir conmigo,  prometo no ser tan difícil esta vez.

— ¿Qué intento de disculpa es ese? Me siento terriblemente avergonzado por haberte invitado a salir y que no me respondieras…

— Imagina como me siento yo que intente cocinar y quedo asqueroso— su risa me hace reír, aunque no me quiero reír— ¿entonces?

— ¿entonces?

— ¿Qué haremos?

— Oh…— por fin se endereza en la silla— no lo sé, ¿aun…?— el timbre de la puerta interrumpe lo que Marcell estaba por decir. No me mira cuando se levanta y va a abrir la puerta, donde el repartidor de la comida  le entrega lo que sea que haya pedido— creí que querías pasta porque eso cocinaste, hay espaguetis y  otras cosas que solo Ingrid puede pronunciar pero están buenas.  

— fue rápido.

— no queda lejos de aquí, creo— le ayudo a sacar las cosas de la bolsa, y el olor a pasta y especias de la comida hace que mi estómago se retuerza y se me haga agua la boca— la pasta de tomate que preparan es riquísima.

— Marcell

— también el pan que nos dan, no es pan pero no sé qué nombre tiene…

— Marcell

— La pizza no es tan buena como las pastas, así que ya no pedimos en ese lugar— el no dejara de hablar ¿cierto? ¿Y cuanta comida pidió? Sigue sacando cosas. Bueno, si lo quiere hacer de ese modo, entonces por mí está bien. Si sigue así no va a notar cuando me mueva… no, no lo hizo. Le tomó del brazo y cuando me mira, al fin,  le beso.  Solo quería dejar nuestros labios juntos, pero su boca está un poco abierta y no me di cuenta cuando el beso aumento de tono. Unas palmadas en el brazo, cada vez más insistentes.

— respira por la nariz, tonto.

— cállate.

— ¿podemos hablar ahora? antes de comer, de preferencia y ahora que tengo toda tu atención ¿quieres intentar salir conmigo?

— ¿no es una broma?

— no bromearía con algo así.

—intentar…

— no nos conocemos mucho, y bueno, podemos tener citas y pasar tiempo juntos para conocernos y ver que tal van las cosas— las mejillas de Marcell siguen rojas, pero ahora no aparta la mirada— ¿Qué dices?

— S-Sí.

— Bien ¿puedo quedarme con los espaguetis?— me da un empujón y le escucho reír.

— Quédatelos— me siento en la silla junto a él, porque quiero y porque la comida está más cerca que en la otra. Casi llevamos la mitad de la comida, y la cara de Marcell aún sigue roja— deja de reírte.

— tu cara está muy roja, parece que estuviste bajo el sol.  

— Es tu culpa, deja de mirarme— ah… cuando descubrí la identidad secreta de mi autor de Fanfic favorito me propuse volverme cercano a él, aun si tuviera que seguirle sin que se diera cuenta. Alguna que otra vez llegue a pensar que podría tener algo más, pero nunca lo pensé en serio porque no solo dependía de mí.  Ahora es como si hubiera ganado un gran premio.

— ¿se lo diremos a todos? Hey no escupas la comida— Marcell comienza a toser— no sé hacer la maniobra Heimlich ¿te estas asfixiando? ¿Tengo que llamar a una ambulancia? ¿Por quésiempre tenemos que terminar en un hospital?

— ¡Jun!

— ¿Qué?

— ah, olvídalo ¡Y no se lo digas a nadie!

— ¿eh? ¿Por qué? ¿Te avergüenzas de mí?— pregunto, intento sonar ingenuo, aunque lo pregunto con malicia.  Funciona, Marcell me mira, aun con el ceño fruncido— tienes pasta de tomate— me inclino para quitarle con la lengua la mancha a un lado de su boca— Wow, eso fue muy de Fanfic ¿no crees? 

— No hagas que me arrepienta tan pronto. Y no es que me avergüence… solo… espera un poco antes de decirlo.

— podríamos iniciar contándole a tus amigos…— Me quedo callado al ver la expresión que pone, se parece demasiado a cuando tuvo su crisis de ansiedad— bien, no me importa en realidad. Lo diremos cuando tu estés listo— pero que no te de ahora por terminar en el hospital, podría añadir.

— Gracias.

—  ¿estás libre mañana? ¡Tengamos nuestra primera cita!— la mirada que me da me hace pensar que está considerando arrojarme el plato con comida a la cara, y solo me salvo porque Ingrid ha llegado a la casa.

 

Notas finales:

Gracias por leer, hasta la proxima semana!!


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