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Buscando la belleza por OldBear

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CAPITULO 6. La mala suerte me persigue…

Pensar que su suerte estaba mejorando era ser demasiado ingenuo. A él no le pasaban demasiadas cosas buenas sin que algo malo no se entrometiera. Así que lo primero que hizo cuando regresaron de almorzar fue que abrió la puerta con demasiada fuerza —fue un accidente claro está—, pero le pegó bastante fuerte a un hombre, que resultó ser el mismísimo T´Challa.

—Pero que estúpido. —dijo T´Challa tocándose la nariz, por lo menos no estaba sangrando.

Tony intentó ignorar el insulto y empezó a disculparse, ya que realmente había sido su culpa empujar la puerta por andar de descuidado.

— ¿Y tú quién eres? —pregunto el moreno viéndolo rodeado de los otros asistentes que presenciaban el accidente.

—Señor T´Challa, Tony es el asistente del señor Steve. — Se adelantó Sam Wilson cuando Tony solo podía balbucear una disculpa. La nariz del hombre se estaba hinchando.

¿T´Challa? Estaba conociendo al famoso hermano de Sharon —de quien le habían dicho debía cuidarse— de esa forma, realmente no tenía nada de suerte.

— ¿Cómo que el asistente? —preguntó T´Challa arreglándose el traje, no perdería más dignidad sosteniéndose la nariz— ¿Y Wanda?

—Tengo dos asistentes— se escuchó la voz de Steve entrando junto con Bucky, al parecer los dos venían de almorzar también—Wanda y él.

Tony se congeló cuando vio a su jefe, no sabía que tan bien o mal seria que él le haya golpeado en la nariz al hermano de su prometida, por más mal que se llevaran.

—O sea que eres tan inútil que necesitas a dos asistentes para que hagan tu trabajo—dijo T´Challa de forma mordaz—. Solo gastas el doble y produces el mínimo.

—Eso no te incumbe—dijo Steve acercándose peligrosamente a T´Challa, los demás los observaban sabiendo que todos debían volver a sus puestos de trabajo, pero queriendo observar. Solo Thor y Sam se veían verdaderamente incomodos de estar presenciando aquello.

—Me incumbe cuando pagas esos salarios innecesarios con el dinero de la empresa que también es mía—respondió T´Challa agriando el gesto, se fijó en Tony y agregó: — ¿Y si tienes a Wanda para que lo quieres a él? ¿O es que acaso…?

Lo último lo dijo en voz tan baja que solo Steve pudo escucharlo, pero fue demasiado para sopórtalo, a Steve no le faltaron las ganas de ahorcarlo.

—No deberías meterte en mis decisiones—dijo Steve con furia mal contenida, T´Challa sabía que no le gustaba que jugaran con ese tema —. Aquí el presidente soy yo. —Tomó a Tony del brazo frente a todo el mundo y lo llevó al ascensor con Bucky siguiéndolos—y hago lo que me da la gana— dijo en cuanto las puertas se cerraron.

— ¿Qué fue todo eso? —preguntó Bucky entre risas a su amigo mientras veía el agarre del presidente de la empresa sobre su asistente.

Si bien los que estaban alrededor, incluyendo a Bucky que no escuchó la última insinuación de T´Challa, pensarían que todo se había tratado de un juego de poderes, la verdad es que su explosión vino por parte del último comentario del hermano de Sharon.

Era una clara burla a su sexualidad. Steve no tenía nada en contra de la sexualidad, cada quien que hiciera lo que quisiera, inclusive sabía que Bucky era bisexual y lo apoyaba cuando el otro necesitaba alguna mano en alguna conquista. Pero él era heterosexual, en toda la regla y la extensión de la palabra. El problema es que cualquier posible insinuación a lo contrario lo hacía estallar, ponerse furioso, y T´Challa lo sabía muy bien.

Steve había tenido la idea de cerrar su puño y estrellarlo contra el rostro del otro, había visto que Tony le golpeó con la puerta en la nariz, y pensó que si le golpeaba en ese sitio le dolería más que bastante. Pero en un impulso por controlarse tomó a su asistente del brazo y salió de ahí seguido de su amigo.

—T´Challa me provoca migraña—comentó mientras se agarraba la cabeza con una mano, sin terminar de soltar a Tony. Realmente no lo soltaba por que no se daba cuenta que lo tenía sujetado de la mano.

Y en cuanto al pobre de Tony, él solo podía pensar: “¡¿Qué demonios estaba pasando?!” quería que lo soltaran ya, se estaba sintiendo bastante incomodo en medio de aquellos hombres y el maldito ascensor no quería terminar de subir al sexto piso, y Steve aun no le soltaba, y Bucky solo los veía y se reía. Que MALDICION.

Maldición

Maldición

Maldición

¡Quería salir de ese ascensor pero ya!

No dejó que las puertas terminaran de abrirse por completo cuando se soltó del agarre de su jefe, y excusándose en voz muy baja acerca de adelantar unos papeles caminó lo más rápido que pudo —sin parecer que estaba corriendo— hasta llegar a la oficina de presidencia y luego dirigirse a su propia oficina.

Cuando se sintió medianamente a salvo respiró para tratar de ignorar lo que había sucedido, y se sentó en su escritorio para intentar trabajar.

Steve no se fijó en nada de lo que había sucedido debido a que solo pensaba en buscar algún calmante para el dolor que estaba sintiendo, en cuanto a Bucky… Bucky era mucho más despierto que Steve, y pudo darse cuenta de lo incomodidad que había tenido la cara de Anthony en todo momento mientras subían por el ascensor. No le dio demasiada importancia, porque quizás se debía al hecho de que para el pobre chico debió de ser incomodo el hecho de ser sujetado frente a los demás como un trapo sin posibilidad de objeción, arrastrado sin que le preguntaran y tener que subir con ellos dos sin que su jefe le soltara. A veces Steve hacia cosas sin pensar demasiado, y era obvio que había sobrepasado quizás un poco el espacio personal de su asistente.

—Oye, ¿ya tienes listo el plan estratégico? —preguntó James sentándose detrás del escritorio.

—Casi—dijo Steve, habían ido hasta la oficina de Bucky—he tenido que analizar unas cuantas cuentas y no he podido terminar del todo.

— ¿Sabes que la reunión es mañana? —vio cómo su amigo asentía—quizás puedas pedirle ayuda a uno de tus asistentes.

— ¿A Wanda? —sonrió.

—A esa solo se le puede pedir ayuda en una cosa—bromeó Bucky—me refiero al monstruito que tienes en el armario de la oficina. Si tienes dos asistentes, uno te debería servir de algo.

Steve dijo que lo pensaría, no quería dejarle algo tan importante a alguno de ellos sin saber del todo sus capacidades, pero en verdad tenía trabajo que hacer.

 

 

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Cuando Steve salió de la oficina de Bucky decidió que en verdad podría delegar la función de terminar el plan estratégico a uno de sus asistentes. Y sin pensarlo demasiado, sabía que obviamente no sería a Maximoff. Reunió los documentos en su oficina y cuando se sentó tras su escritorio, decidió llamar a Tony.

El chico apareció mordiéndose el interior de la boca, le mencionó que el asunto de su agenda personal estaba lista y que en cuanto quisiera podía enseñarle todo. Steve estuvo más que feliz con esa noticia, pero decidió dejarlo para más tarde y concentrarse en explicarle lo que necesitaba para el día siguiente. El chico entendía las cosas bastante rápido, y eso era algo que le gustaba, pues no le encantaba tener que explicarse demasiado. Pero mientras estaba explicándole a Tony, Maximoff entró taconeando con más fuerza de la necesaria trayéndole el calmante y el vaso de agua que le había pedido.

— ¿Crees que puedas entregarlo mañana?

— ¿De qué hablan? —preguntó la mujer sin dejar que Tony contestara. Steve suspiró y le explicó a la chica lo que le había pedido a Stark— ¿Y por qué no me lo pides a mí? Yo también estoy calificada para hacer ese trabajo, recuerda que hice seis semestres de finanzas en la San…

—Silencio, por favor—silenció a la chica y se tomó el medicamento. Decidido a ver que tan capaz era Wanda, comenzó a explicarle lo que le había pedido a Tony, justo de la misma forma en que lo habia hecho con el chico, pero la pelirroja no parecia estar captando de la misma forma que el otro. Tuvo que explicarlo con demasiados detalles, y se estaba frustrando. Al final terminó diciendo:—si crees que eres capaz de hacerlo, adelante.

Steve no confiaba en absoluto en las capacidades de Wanda para hacer un informe de ese tipo, pero no quería que la muchacha empezara una discusión sobre si ella era capaz por sus seis semestres de finanzas y cuantas cosas más pudiera decir.

Wanda salió de la oficina con una sonrisa lista para demostrarle a Steve lo que ella podía hacer, pensando que de ese modo podía prescindir de Tony como asistente. El problema es que una hora después, cuando empezó a revisar el material al que Tony le había sacado copia para que ella pudiese trabajar, no entendía nada.

Bueno, entendía algo, un poquito, pero era obvio que no era suficiente para hacer un plan estratégico el cual, según le había dicho Steve, lo presentarían delante de la junta directiva, esta vez incluyendo a T´Challa y los padres de Steve, por lo que era obvio que no podía ser algo mal hecho. Wanda suspiró y cerró las carpetas con las que intentaba trabajar. Decidió bajar a la cafetería y tomar un café para relajarse y continuar más tarde.

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Para Tony, el plan estratégico resultó ser muy fácil, solo tenía el problema de ser un poco largo, pero nada que él no pudiese terminar a tiempo. Pensó que tendría que llevarse parte del trabajo a su casa e imprimirlo desde allá, pero si se quedaba un poco más en la empresa podría terminarlo y no tener que desvelarse haciéndolo, y eso era una mejor opción.

Como un bonus agregó unas cuantas cosas que si bien su jefe no le había pedido, sabía que serían de gran ayuda para explicar mucho mejor en la reunión del día siguiente. Se quitó los lentes cuando oprimió la opción de imprimir y se frotó los ojos con cansancio. Ya se había pasado un poco la hora de irse, y seguramente su padre lo esperaría en la casa para regañarle por andar tan tarde en la calle, pero había terminado el encargo de Steve mucho antes de lo planeado, y eso era algo bueno. Tomó el plan y lo colocó en una carpeta para colocarlo encima de su escritorio, mañana llegaría temprano —talvez 15 minutos antes de las 8—para poder fotocopiarlo para todos los que estarían presente.

Tomó sus cosas y salió de la oficina, su jefe aún no se iba, pero le había dicho que podía retirarse por ese día en cuanto quisiera. Steve no estaba en su oficina, así que se fue sin despedirse. No pudo avisarle que el trabajo estaba listo, pero lo haría mañana temprano. Quien sí estaba todavía era Wanda sentada detrás de su escritorio en el pasillo, estaba ocupada haciendo unas llamadas, la ignoró completamente y se dirigió al ascensor.

—Aun estas aquí—dijo la voz de Wilson antes de que llegara al ascensor. Sam estaba saliendo de la oficina de Bucky— ¿Tu hora de salida no pasó ya?

—Estaba terminando un encargo del señor Rogers para mañana a primera hora—dijo sonriéndole. — ¿Y tú?

—Le deje unos papeles a mi jefe en el escritorio como encargo de última hora para que los vea luego, pero ya me voy. Espérame y recojo mis cosas.

Tony asintió y lo esperó para luego llamar al ascensor y subir juntos.

En cuanto ellos desaparecieron de su vista Wanda Maximoff sonrió. Si había algo en lo que ella era buena era en ver y escuchar bastante bien, y más cuando le favorecía. Y si escuchó bien significaba que el “patito feo” había terminado el informe.

Y había algo mucho mejor todavía, no tendría que preocuparse por cómo evitar que el patito feo reclamara el plan estratégico. Tony pensaba que la reunión seria a las 8, a primera hora. Pero antes de bajar con Bucky a hablar unos asuntos con Coulson en la oficina del ultimo, Steve le había dicho a Wanda que la reunión seria movida para las 7 de la mañana, porque sus padres tenían un vuelo y no podían asistir si era más tarde, y le pidió que les informara a todos del cambio de horario. Y ella les avisó a todos, menos a Tony.

Pensaba dejarlo para mañana y llamar al patito feo lo más tarde que pudiera para que llegara tarde y verlo entrar corriendo a la oficina, pero ahora eso le funcionaba mejor, simplemente no le llamaría y robaría el trabajo que había hecho. Rápidamente entró a la oficina de presidencia cuidando que nadie la viera, y luego a la oficina de Tony. Como Steve aún no se iba, ninguna de las dos tenía llave. Rebuscó un poco entre los papeles del escritorio y la encontró fácilmente, ella era una mujer con suerte. Decidió ir a fotocopiar la cantidad que necesitaba para los asistentes del día siguiente, de todas formas debía esperar hasta que Steve se fuera y él seguía en la junta. Sharon le había dado la tarea de vigilar a qué hora se iba su prometido, y Wanda podría matar el tiempo y no tener que sacar esas copias al día siguiente.

—Pero que inteligente soy— se dijo a si misma—mañana todos en la oficina verán lo capaz que puedo llegar a hacer.

 

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Cuando Steve subió a recoger sus cosas junto con Bucky se dio cuenta que Wanda seguía en su escritorio, no le dio mucha importancia, realmente no le interesaba Wanda en lo absoluto, y si se quedaba trabajando por lo menos era buena señal, así que tomó las cosas de su oficina, cerró la puerta y salió de ahí.

Se despidió de Bucky en el estacionamiento. Su amigo lo había invitado a tomar algo, pero Steve tuvo a bien recordarle la reunión del día siguiente y el otro tuvo que abandonar esa idea. El rubio se despidió de él, entró en el auto, encendió el motor y cuando se dispuso a salir del estacionamiento rumbo a su departamento recibió un mensaje de texto.

“Tenemos que hablar” era de parte de Sharon. Steve lo pensó unos segundos y respondió con un corto mensaje de que iría al departamento de la chica, y aceleró.

Se esperó de todo, gritos y reclamos, insultos de parte de su novia, quizás una que otra bofetada como ella solía hacer… menos que lo esperara en lencería y música lenta. Eso sí que no se lo esperaba.

Sharon no le dio demasiado tiempo para pensar y lo besó en cuanto lo vio. La chica había pensado en todo, desde el color rojo de su lencería —a Steve le encantaba verla en rojo— hasta el perfume que más le gustaba de su novia. El ambiente con las velas, la comida que podía oler en la cocina: Sharon era una bruja inteligente que había pensado en todo. No lo pensó demasiado cuando ella le quitó la ropa, ni cuando casi en automático se encontró boca arriba con ella encima, se dejó hacer por esa noche.

— ¿Te gustó la sorpresa? —dijo ella cuando terminaron, trayéndole una copa de vino

¿Cómo no podría gustarle aquello?

—Escucha Sharon…

—Lo siento Steve—le interrumpió ella —. Quiero disculparme por mi conducta en la oficina antes de ayer

— ¿Te estas disculpando?

—Bueno, reconozco que no me comporté de la mejor manera.

—Me gritaste

—Bueno…

—Le pegaste a mi asistente.

—Eso solo fue…

—Lo despediste sin mi consentimiento.

—Lo se lo sé, —dijo levantando las manos— no tomé las mejores decisiones, por eso estoy pidiéndote perdón ¿sí, amor?

¿Qué debía hacer? Steve llegó a pensar por un momento en romper el compromiso y la relación. No era la primera vez que discutía con Sharon, y quizás era lo mejor separarse. Pero quería mucho a Sharon, no podía negarlo: ella era una mujer muy hermosa e inteligente, y se habían criado juntos por mucho tiempo. Además de que había subido hacia poco a la presidencia y, aunque no le gustaba admitirlo, el voto decisivo había sido el de su novia, en cierta forma le debía eso. Incluso Thanos había votado por que T´Challa ocupara la presidencia, porque su padre no estaba muy seguro de los planes que Steve proponía.

Pensó que podía sopesar un poco más el quedarse con Sharon, después de todos ellos se veían bastante bien juntos, así que se encogió de hombros y puso la copa de vino a un lado para volver a besar a Sharon, y ella entendió que la habían perdonado.

 

 

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Cuando Tony llegó a su casa, obviamente su padre le reclamó la tardanza, y él le explicó que se quedó adelantando un trabajo.

— ¿Es que ellos creen que pueden abusar de ti solo por ser nuevo? —dijo Howard furioso, caminando de lado a lado—. Mmañana iré a hablar con ellos y me van a escuchar.

— ¿Pero qué dices papá…?

—Claro, ellos no pueden querer dejarte todo el trabajo a ti.

—Papá, la decisión de quedarme fue mía. Me encargaron un trabajo y yo quise mejorarlo un poco, eso me retrasó.

Howard miró atentamente a su hijo, quizás buscando algún rastro de mentira. Él sabía que su pequeño era demasiado bueno y a veces dejaba que lo pisotearan, pero él no lo permitiría. Pero viendo bien el rostro de su hijo tuvo que ceder ante aquella explicación, pues parecía ser cierta. Además, había algo más de lo que quería hablar.

—Bueno, de todas formas quiero que conversemos de otra cosa. Aceptaré la propuesta que me hiciste de ayudarme a cambiar el auto.

—Wow—dijo Tony verdaderamente sorprendido, a su lado Maria se veía igual de impactada—. Por fin te decidiste a tirar esa chatarra.

—Que no es chatarra—exclamó Howard algo irritado— pero me doy cuenta que necesito… algo que no me abandone tantas ocasiones.

—Bueno, pues ve con mamá mañana y hagan el trato del que les hable. Yo les colaboro con los plazos.

Howard hizo un pequeño gruñido y se excusó diciendo que estaba cansado y que iría a dormir. A Tony le extrañó el comportamiento de su padre.

—No te preocupes— le dijo su madre acercándose a él tan pronto su padre desapareció escaleras arriba—. Esta así porque quiere demasiado a ese viejo auto.

Tony sonrió y negó con la cabeza.

Después de hablar con sus padres subió hasta su habitación. Sintió unas tremendas ganas de escribir un poco en su diario, principalmente el incidente de T´Challa y su jefe. Se había sentido verdaderamente incómodo cuando Steve le agarró del brazo, pero no entendía en verdad porque.

Verdaderamente no estaba muy acostumbrado a tanto contacto, y menos que después estuvo casi prisionero entre los cuerpos de Steve y Bucky, ni siquiera supo cómo sus dos jefes no se habían dado cuenta de la situación. Terminó sin saber exactamente por qué aquel contacto lo había hecho sentir incómodo, pero lo hacía, y con ese último pensamiento se durmió.

 


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