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Capítulo 20. Rendición de Cuentas.
Cuando Steve lo golpeó, Killmonger tuvo que retroceder unos pasos ante el dolor que sintió en su nariz, pero Rogers no le dio una oportunidad de recuperarse y lo tomó del cuello de la camisa para empujarlo fuera de la oficina casi haciendo que perdiera el equilibrio.
Gamora se acercó a Tony casi corriendo, el chico se había sentado en el piso mientras temblaba y respiraba profundo.
—No me toques—dijo con voz quebrada cuando ella intentó poner una mano en su hombro.
Steve ya había conseguido sacar de la oficina de presidencia a Killmonger y le había golpeado dos veces sin que el otro tuviese oportunidad de defenderse. Iba a dirigir un golpe más cuando Bucky, alertado por Sam, apareció entre ellos y sujetó a Steve.
— ¡Detente Rogers!
— ¡Déjame Bucky, este bastardo se merece que lo maten! —Su furia era bastante grande— ¡Si a este maldito le gusta intimidar, que lo haga con alguien de su tamaño!
Si había algo que Steve Rogers detestaba eran las personas que usaban su físico en contra de otros más indefensos. El físico de Killmonger era claramente superior al de Tony, y ver al gerente —al cual de por sí detestaba por ser aliado de T´Challa— sosteniendo a su asistente de esa forma, le encendió los nervios.
Sam tuvo que ayudar a Bucky a alejar a Steve de un mareado Erik, tampoco era cuestión de que lo matara en plena oficina. Steve tenía ganas de matar al hombre frente a él, pero pensó momentáneamente en Tony y dio media vuelta rápidamente para ir a su oficina y verle. Se encontró al chico en una esquina temblando, y a Gamora agachada sin atreverse a tocarlo.
—No me deja acercarme—le dijo la chica a Steve cuando le vio acercarse.
—Hazte a un lado. —ordenó mientras se agachaba en el sitio que antes ocupaba la chica. —Tony…
—No me toques—le dijo Tony cuando se acercó.
—Consíguele algo de agua—mandó Steve dirigiéndose a Gamora y la chica salió a buscarla de inmediato—. Tony, estarás bien, nadie te hará daño.
Tony pareció entender un poco las palabras de su jefe y al salir del trance en donde se encontraba, miró a Steve fijamente.
—Ya no quiero estar aquí. —confesó con rabia, sentía vergüenza de encontrarse en ese estado, pero en verdad no lo podía evitar.
Steve apretó sus labios con fuerza sin saber que decir, el pobre muchacho había pasado demasiadas cosas en ese sitio y, aunque lo necesitaba bastante, sabía que sería ilógico y egoísta pedir que se quedara. Tony pareció captar la angustia en los ojos de su jefe y, reuniendo un poco de entereza, decidió quedarse para terminar el informe y ayudarlo en la junta.
—Terminaré el informe primero y le ayudaré a presentarlo, luego…
Steve colocó su mano encima de la de Tony con cautela, sintiendo la piel cálida del otro bajo su toque. Tony se estremeció ligeramente, pero no retiró la mano.
Gamora llegó en ese momento con el vaso de agua, cuando se la tomó, Steve pensó que ya estaba más calmado para hablar.
— ¿Qué sucedió Tony?
Le contó cómo Killmonger había entrado de repente a exigir los papeles y que él no se los quiso dar, Steve no necesitó pensarlo mucho para saber que si Tony le hubiese dado los papeles con los números a medio terminar, Erik se habría dado cuenta de lo que estaban haciendo, así que su asistente se había ganado un golpe y ese susto mortal por proteger a Steve técnicamente, y no supo cómo sentirse ante eso. Se enfrentó a Killmonger junto a Bucky, y Rogers le dijo que no solo estaba despedido, sino que además podía olvidarse de cualquier carta de recomendación para buscar otro empleo y que si se le ocurría poner alguna demanda por los golpes que le había dado Rogers, la empresa le impondría una demanda por el abuso cometido contra Tony.
Sam y Gamora estuvieron unos minutos tranquilizando a Tony, sabían que aquella experiencia debió ser muy traumante. Pero luego el chico les dijo que terminaría su trabajo y que ya no debían preocuparse por él. Se estaba sintiendo estúpido por la escena que había dado viéndose tan frágil en el suelo.
Wanda subió unos minutos después y, aunque habría deseado que Killmonger golpeara un poco a Tony, se sintió conforme con escuchar que le había dado un buen susto.
—Vayan a la sala de juntas—le dijo Sharon a sus suegros— falta poco para que inicie la reunión.
Faltaban unos quince minutos para las dos cuando Sharon salió del ascensor junto a los padres de Steve para ir directo a la sala de juntas. Thanos y Nébula saludaron a Wanda de lejos y se adelantaron, Sharon se aproximó a su amiga cuando la vio sonriendo de oreja a oreja.
—No adivinaras lo que sucedió hace un rato—ante la mirada de su amiga prosiguió —Killmonger iba a golpear al monstruito ese, según escuché lo tenía agarrado del cuello.
— ¿Qué dices? —preguntó, creyendo que su amiga se había vuelto loca.
—Al parecer se enojó con algo que hizo el murciélago feo, según escuché, el asistente de tu novio retó a Erik y le dijo que era su superior. —Wanda no deseaba que de ninguna forma alguien se enterara que fue ella quien instó a Killmonger, por lo que prefirió engañar a su amig—. Erik se enojó y por poco y lo mata.
Sharon, en lugar de alarmarse por las acciones de Killmonger, se enfureció con Tony.
— ¿Pero quién se cree ese niño feo para retar a un gerente y hablarle de esa forma? Lo que le hicieron está más que merecido.
—Eso no es todo, —Wanda cambio su expresión a una de desacuerdo, si bien estaba feliz por lo que le pasó a Tony, no pensaba que el despido de Killmonger había sido justo—. Steve despidió a Erik.
A Sharon le sorprendió bastante esa noticia, y de muy mala manera.
— ¿Qué? ¿Despidió a un gerente por poner en su lugar a un creído asistente? —estaba más que furiosa, sentía que Steve le estaba dando demasiada importancia a alguien tan insignificante como lo era Anthony Stark—. Tendrá que explicarlo en la junta.
En ese momento Sharon vio a T´Challa salir del ascensor, lo recibió con un fuerte abrazo y le contó lo que había sucedido. El moreno se enfureció internamente, él sabía de los ataques de ira de Erik pero se suponía que el hombre estaba en terapia o algo parecido, y si eso era cierto, acababa de perder a su espía dentro de Shield, y eso le frustraba.
— ¿Y Steve despidió al gerente financiero por causa de un simple asistente? —preguntó cuándo Wanda le contó la última parte.
—Eso mismo dije yo—exclamó Sharon.
—Esto no se quedará así.
Sharon tomó a T’Challa del codo y juntos fueron a la sala de juntas. Wanda estaba que daba saltos de alegría, seguramente obligarían a Steve a despedir a Stark y recontratar a Killmonger.
Cuando Steve iba saliendo de la oficina de presidencia seguido por Tony hacia la sala de juntas, se detuvo y se giró para ver a su asistente. Se había disculpado ya con el chico por las acciones de Killmonger, y aunque Tony le repitió varias veces que no le culpaba de nada, el sentimiento no se separaba de él.
—Tony, sé que dices que no ha sido mi culpa, pero necesito que escuches algo. Ahí adentro, en esa junta, probablemente T´Challa te intentará culpar por el despido de Erik, ellos eran aliados así que estará enojado.
—Supongo que puedo aguantar lo que me diga.
—No necesitaras hacerlo, —puso una expresión seria, no dejaría que T´Challa hiciera a Tony sentir mal de ninguna forma—. Dejaré muy en claro que el culpable fue Erik y lo que sucedió fue por mis órdenes hacia ti. Tú has hecho un excelente trabajo salvándonos las espaldas a mí y a Bucky, y yo solo he dejado que te pisoteen, y mira ahora.
—Señor Rogers…
—Sé que me dijiste que te quieres ir, pero solo quiero decir que te necesito, y mucho. Me gustaría que lo pensaras antes de partir.
Tony le vio sonreír con cierta tristeza y girarse para continuar hacia la sala de juntas, y esas palabras le hicieron dudar.
Antes de poder comenzar con el informe de la rendición de cuentas de Steve, Thanos preguntó dónde estaba Killmonger puesto que era el gerente financiero, y T´Challa lo aprovechó para tirar indirectas.
—Al parecer el Dictador Steve lo ha despedido—dijo, asombrando a Thanos—. Según me contaron Erik solo pidió un poco de respeto.
T´Challa no midió sus palabras sin importarle que Tony estuviese presente, al contrario, miraba del asistente a Rogers con furia mal contenida.
— ¡¿Pidiendo respeto?! —Exclamó Steve, no podía creer la desfachatez de su enemigo—. Si estaba aprisionando a Tony del cuello contra la pared.
Nébula, Loki, Phil, Thanos y los dos representantes de los accionistas minoritarios lucieron mucho más que sorprendidos, y miraron al asistente que solo pudo encogerse de hombros.
— ¿Eso es verdad? —preguntó Nébula.
—Steve los vio—exclamó Bucky en apoyo a su amigo—él fue quien los separó. Gamora también es testigo por si quieren corroborar. Según parece, Erik quería los papeles en los que Tony trabajaba, este no se los dio y Killmonger explotó.
— ¿Y por qué no le diste los papeles? —Preguntó Sharon a Tony sin ocultar su molestia—. Si él era un gerente y tú un simple asistente.
—Fue decisión mía—exclamó a Steve dándole una advertencia a su novia con su tono de voz—yo le dije que nadie podía ver el informe antes de la junta. Solo estaba siguiendo mis indicaciones.
—Si es verdad lo que cuentas, fue justo el despido de Killmonger—comentó Thanos con voz calmada—sea quien sea, nadie puede maltratar de esa forma a alguien.
Sharon bufó y T´Challa agrió el gesto.
—Bien, de todas formas vamos a lo importante —dijo Steve.
Rogers le hizo una seña a Tony y este comenzó a hablar sobre las ventas y ganancias de Shield mientras los demás veían el informe que tenían enfrente. T´Challa buscaba minuciosamente algo que denotara que Steve había fracasado, pero nadie notaba los números trucados, Tony había hecho un excelente trabajo.
T´Challa estaba que rabiaba, no solamente acababa de perder a su espía dentro de la empresa, sino que por más que revisaba no encontraba ningún fallo. La empresa parecía estar excelente y Steve estaba cumpliendo las metas, pero cada vez que hacía alguna observación sobre la baja de las ventas, el asistente de Steve les enseñaba cómo habían podido superar eso. Y sin Killmonger a su lado se encontraba refutando casi solo.
Thanos se veía impresionado con los datos del informe, no le había tenido demasiada fé a las locas y exageradas metas de su hijo, e incluso llegó a pensar que Steve y Bucky llevarían a Shield por mal camino, pero no podía sentirse más que orgulloso de lo que estaban logrando.
—Esto es espectacular—decía cuando Tony finalizó—han cumplido las primeras metas propuestas.
—Al parecer no tendrás la presidencia—dijo Loki de forma malintencionada a T´Challa, riéndose de la cara que puso el moreno.
La reunión siguió con preguntas y dudas de los presentes, que fueron respuestas rápidamente por Tony secundado por Steve.
—Bueno, pero tenemos que buscarnos un gerente financiero. —Recordó Thanos casi al final de la junta—. Ese puesto no puede estar vacío.
—Yo me encargaré de buscar uno—dijo T´Challa con gesto imponente.
— ¡Absolutamente no! —Exclamó Steve poniéndose de pie—a Killmonger lo trajiste tú, no tienes derecho de proponer a nadie más.
— ¿Y quieres que ese puesto este vacío? —T’Challa le veía con los ojos entrecerrados, dispuesto a levantarse y a pelear contra Steve en cualquier momento.
—Tony lo hará.
La cara de todos fue de no creer las palabras de Steve, incluso el mismo Tony estaba asombrado por lo que había dicho su jefe. Steve no había pensado que, lógicamente, debían sustituir el puesto del gerente financiero de forma rápida, pero no iba a dejar que T´Challa buscara algún otro infiltrado. Lo de Tony había sido lamentable, pero sirvió para poder deshacerse de Killmonger. Su mente voló y rápidamente tuvo la idea de que Tony supliera el puesto mientras conseguía a alguien de su confianza, después de todo, ya Tony ejercía esas funciones. El problema es que el chico parecía querer irse de Shield—y no lo culpaba—, pero necesitaba que lo apoyara en ese momento para evitar que le dieran a T´Challa la potestad de buscar otro gerente.
—Pero Steve—protestó Sharon— ¿pondrás a este asistente de gerente?
—No Sharon, no me expliqué bien. Tony suplirá las funciones de gerente financiero, cosa que de todas formas ya hace, mientras yo buscó con calma a alguien que pueda reemplazar a Killmonger. Si se lo dejamos a tu hermano, puede que nos consiga a alguien que nos salga peor que Erik.
T´Challa estaba dispuesto a protestar, pero Thanos, visiblemente cansado del viaje en avión y luego esa reunión, intercedió.
—A mi me parece excelente, Anthony ha demostrado ser muy capaz en ese aspecto. Y ahora con la presentación de este informe, no puedo ver mejor candidato mientras consigues otro gerente.
Tony vio a Steve buscando respuesta, y entendió rápidamente, como si entre ambos se hubiese formado una conexión en esos meses, que su jefe había pensado de forma rápida para evitar que T´Challa se encargara de buscar un reemplazo de Erik. Su idea después del incidente había sido dejar el trabajo, pero en ese instante, un poco más calmado pensó que tal vez podía reconsiderar eso. Debía recordar que su padre había adquirido un carro nuevo que él se comprometió a ayudarle a pagar, además de todas las deudas de los servicios básicos. Y también estaba Steve, aunque no lo quisiera admitir. Su jefe le veía con ojos suplicantes, buscando apoyo en ese momento, y el no pudo evitar sonreír de forma indulgente y aceptar lo que estaban diciendo.
Steve Rogers iba a volver loco a Tony Stark.
—Antes de acabar esta reunión—Thanos cambió su semblante a uno más feliz y relajado—, recuerden que se acerca navidad y nuestro acostumbrado intercambio de regalos. Bucky, debo suponer que te harás cargo de eso.
—Como cada año—sonrió Bucky con un guiño.
Y Tony tuvo el presentimiento de que ese intercambio de regalos significaría mucho para él.
Cuando la junta acabó Nébula y Thanos querían ver cómo iban los diseños de Loki, y por supuesto el genio creativo se los iba a enseñar con una pequeña pasarela especial para ellos dos. También se apuntó Sharon, que tenía cosas que hablar con Nébula. T´Challa simplemente se fue de Shield, sin querer permanecer mas tiempo junto a Steve.
Antes de irse, Thanos se acercó a Tony y le preguntó a parte si estaba bien o si necesitaba que hicieran algo más por él, además de disculparse por la acción de Killmonger. Tony agradeció el gesto pero aseguró que Steve había logrado llegar mucho antes de que Erik le hiciera verdadero daño. Thanos le dio unas palmaditas en la espalda antes de retirarse.
Al salir del salón de juntas Bucky y Steve fueron a la oficina de presidencia seguidos de Tony.
—Nos salvamos por poco—decía Bucky con un suspiro—estuvimos a punto de ser descubiertos.
—Debemos agradecer a Tony después de todo.
Ambos miraron al asistente, que lucía incomodo en medio de la oficina siendo el centro de atención.
—Tony, —dijo Steve poniéndose serio—necesito saber si te quedaras o…
Stark los vio a ambos, pero posó sus ojos en Steve. Bucky se fijó en la mirada que Tony le dedicó a Steve antes de hablar, y anotó en su mente que sus sospechas se estaban confirmando.
—Me quedaré.
Steve le dedicó una sonrisa sincera y Tony se sonrojó ligeramente. Bucky elevó las cejas pensando que era un absoluto hecho lo que estaba pensando.
—Quiero agradecerte por todo el trabajo que has hecho—le dijo Steve—. Otra vez nos has ayudado demasiado. Sin ti, nuestras cabezas habrían rodado hacía mucho tiempo.
—No tiene que agradecerme…
—Si tengo, si debo.
Tony no se esperó el abrazo que Steve le dio.
Steve estaba acostumbrado a las muestras de cariño físicas. De pequeño siempre abrazaba a su madre, Thanos le daba abrazos cuando le enorgullecía, siempre se abrazaba a Sharon y, al ser un mujeriego abrazaba a muchas mujeres. Para él un abrazo era algo muy común, quizás por eso no se daba cuenta que para Tony no era tan común. Los abrazos de su jefe le producían demasiadas cosas, y siempre terminaba con una sonrisa boba cuando Rogers lo soltaba.
Volvió a la realidad cuando Steve y Bucky le pidieron que le explicara con detalle todo lo que había hecho en el informe maquillado. No era solo cuestión de presentarlo a la junta, ahora tenían que regirse por ese informe para que nadie sospechara nada.
—Yo les advertí que sus metas eran difíciles de cumplir en verdad—comenzó a decir con pesar—. Para lograrlas va a necesitar arriesgarse bastante en cuanto al área financiera. Tendrá que seguir reduciendo costos.
Steve se acomodó detrás de su escritorio y Bucky, aun en contra de las palabras de su amigo, se sentó encima del escritorio.
— ¿Aún más? Hemos reducido ya bastante.
—Sí, necesitara comprar los materiales más baratos. Hydra! nos está haciendo mucha competencia, y por eso la colección de ropa de Loki no se vende como necesitamos.
—Pero una de las cualidades de Shield es la calidad de la ropa—acotó Bucky—ya de por si le bajamos calidad a las telas. Antes eran cien por ciento algodón, ahora es solo setenta por ciento. No podemos seguir reduciendo.
Tony se mordió el labio inferior, la situación de sus jefes pendía de un hilo.
—Si no lo hacen entonces no habrá forma de cumplir las metas. Y no habrá forma de maquillar informe alguno.
Tony continuó hablando de todo lo que tenían que hacer para lograr los objetivos que habían prometido y que dijeron en la junta que estaban cumpliendo. Steve cada vez se sentía más inseguro de poder lograrlo.
Lo peor de todo es que según Tony, aun reduciendo los costos al mínimo había una gran probabilidad de no poder cumplir las metas. La empresa iba bien, pero si querían cumplir lo que Steve prometió les harían falta préstamos y rebaja en calidad de materiales. En otras palabras: iban a tener que arriesgarse bastante con altísimas probabilidades de quebrar Shield si seguían como iban. Todo sería cuestión de suerte.
—Entonces será reducir las telas—suspiró Steve.
Le pidió a Tony que le comunicara con la empresa con la que estaban haciendo los tratos de las telas. Era con las mismas personas con las que estuvieron en el restaurante el día anterior. Cuando él represéntate de Telas Ultron atendió la llamada, Tony dejó a Steve y a Bucky hablando con él y salió un momento al baño.
Aprovechó ese momento para revisar su teléfono, y se fijó que el chat de WhatsApp del club de los raros tenía varios mensajes de unos minutos atrás.
Quill: chicos, Clint está histérico. Despidieron a Killmonger y como ahora no hay gerente financiero va a perder el trabajo.
Natasha: ¿Por qué lo despidieron?
Gamora: atacó a Tony el muy maldito.
Natasha: ¿Qué? ¿Está bien?
Thor: ¿Tony se encuentra bien?
Sam: Tony está bien, fue más un susto.
Gamora: Steve casi mata a Erik, debieron ver cómo quedó.
Quill: ¿Qué hago con Clint? No puedo hacer que pare de llorar:´(
Tony se mordió el labio inferior y bajó al piso de Quill y Clint. Si iba a tener tantas funciones Steve de seguro le permitiría tener a alguien que le asistiera, así que técnicamente Clint podía ser su propio asistente y de esa forma no se quedaría sin trabajo. El hombre casi estaba manteniendo solo a sus tres niños, no podía dejarlo solo.
Convencer a Clint de que no se iba a quedar sin trabajo fue difícil; el pobre pensaba que se lo estaba diciendo para que dejara de hiperventilar, pero le aseguró que con todas esas funciones que tendría que suplir, necesitaría un asistente. Clint lo abrazó con fuerza y Tony se dio cuenta que era muy diferente un abrazo de Clint y uno de Steve.
Cuando volvió a subir a la oficina su jefe le dio la noticia de que irían a Telas Ultron a cerrar el contrato. Ya habían hecho el trato para unas telas setenta por ciento algodones, pero ahora lo cambiarían a solo 50 por ciento algodón. Iba a ir Bucky y Steve le informó a Tony que iría con ellos.
Stark vio la hora, iban a ser las siete. Eso significaba que llegaría verdaderamente tarde a su casa. Llamó a su casa, por suerte atendió su mamá, así que no tuvo más problemas en explicar que llegaría tarde porque Steve le necesitaba para una reunión.
—Aprovecharemos que en Telas Ultron hay un coctel esta noche, podremos ver bien las telas y, si nos convence el precio cerramos el trato esta misma noche.
Sharon no quiso ir con ellos y menos cuando se enteró de que iría Tony. A Steve realmente no le molestó demasiado que su novia no fuera, ni siquiera insistió demasiado.
—Noche de chicos—le dijo Bucky con marcado sarcasmo cuando se fijó que irían ellos tres.
No era la primera vez que Tony se subía al auto de su jefe, pero era igual de incómodo. Lógicamente Bucky se fue a Telas Ultron en su propio auto, así que estaban ellos dos solos.
Había transito esa noche, así que tardarían un poco más en llegar de lo que habían esperado.
El silencio se hizo presente, y ni siquiera el sonido de las bocinas de los autos vecinos parecia menguarlo. Para suerte de Tony, Rogers deció hacer algo.
— ¿Te molesta sin pongo música?
—En absoluto.
Steve tenía una usb conectada al auto, y no buscó demasiado antes de presionar play. Comenzó a sonar una canción que Tony conocía demasiado bien.
She comes in colors ev'rywhere
She combs her hair
She's like a rainbow
—No tiene tan mal gusto en música.
Pensó que aquella apreciación la había en su mente, pero resultó que la había hecho en voz alta. Se tensó al darse cuenta de su error, pero Steve lo tomó a bien y soltó una carcajada.
Have you seen her dressed in blue?
See the sky in front of you
And her face is like a sail
—Eso quiere decir que te gusta. —Preguntó refiriéndose a la canción.
—Claro— rió Tony— ¿a quién no?
Steve estuvo a punto de decir “a Sharon”, pero se contuvo. A su novia le gustaban pocas cosas de las que a él le gustaban.
Coming, colors in the air
Oh, everywhere
She comes in colors
—Entonces eres un genio con las finanzas—comenzó a decir Steve sin despegar los ojos del camino—, hablas varios idiomas, tienes buen gusto en películas y al parecer también en la música, ¿hay algo que no tengas?
“A ti” quiso decir Tony en voz alta, pero se aseguró de solo pensarlo esta vez. El hecho de que Steve recordara el estado con la película que estaba viendo tiempo atrás le hizo morderse el labio inferior para evitar sonreir. Por suerte el otro estaba tan concentrado en el camino que no lo notó.
La canción terminó casi sin que se diera cuenta, pero la siguiente lo hizo sonreír ampliamente.
Watching the video that you sent me
The one where you're showering with wet hair dripping
You know that I'm obsessed with your body
But it's the way you smile that does it for me
Tony comenzó a cantar en voz baja y Steve se asombró de que se supiera la canción. Esa sí que era una banda no muy conocida y se sentía bien que alguien también disfrutara de esas canciones.
It's so sweet, knowing that you love me
Tony seguía cantando bajo mientras miraba por la ventana, parecía sumergido en su propio mundo, y Steve le miraba de vez en cuando sin perder de vista el camino.
Había algo que le gustaba de esa situación.
You know I think your skin's the perfect color
But it's always your eyes that pull me under
Comenzó a cantar la canción acompañando al otro. Tony lo miró con sorpresa por un momento, pero no dejó de cantar.
It's so sweet, knowing that you love me
Though we don't need to say it to each other, sweet
Knowing that I love you, and running my fingers through your hair
It's so sweet
Steve no pudo evitar pensar que esa simple acción de cantar en el auto le estaba haciendo sentir extraño, y pensó que quizás se estaba enfermando.
Knowing that I love you, and running my fingers through your hair
It's so sweet
Más canciones se escucharon en el auto, y como en una especie de acuerdo, ambos las cantaban en voz baja.
Eran casi las ocho cuando llegaron al coctel. Ya había comenzado, pero los representantes de Telas Ultron, Crimson Cowl y Hope Pym, los recibieron sonrientes.
Según recordaba Tony del día del restaurante, Hope era una mujer muy astuta y quizás por eso Steve lo quería presente. No quería que la chica le envolviera en el negocio que harían. Cowl, por su parte, era la mano derecha de Pym, un hombre muy apuesto encargado del área financiera y con quien Tony más había hablado mientras hacían el trato.
—Steve— Pym lo recibió abriendo los brazos— te esperábamos con ansias. ¿Entonces te decidiste por las telas 50-50?
—Así es, reduciremos costos de producción por… unos planes de expansión que tenemos.
Pym lo miró de forma inquisitiva, pero no emitió palabra. Les informó que podían disfrutar de la reunión a sus anchas, y se disculpó para ir a saludar a otros invitados. Como el coctel en sí era para mostrar las telas, Steve y Bucky se fijaron en las telas que iban a adquirir, seguían indecisos todavía, tocando y viendo los colores y preguntando si las telas serian resistentes al tiempo o al lavado. Aunque no comprarían 100% algodón no podían comprar telas de mala calidad.
Cuando estuvieron de acuerdo en su elección, Tony les realizó el cálculo de la disminución de los precios, y les aseguró que necesitaban ese tipo de telas para acercarse a las metas.
—Perfecto, entonces estas serán. —Determinó Steve y se giró hacia Pym quien lo esperaba expectante para ese momento.
—Muy bien—dijo la mujer, sonriente—. Entonces Crimson ya les tiene el contrato preparado.
—Tony—dijo Steve— revísalo y yo lo firmaré cuando me avises.
Stark asintió, normalmente revisaba los contratos antes de que Steve lo firmara y siempre hacia un buen trabajo. Tony acompañó entonces a Crimson a su oficina para verificar el contrato. Cowl sacó los papeles que ya habían estado preparando y se los tendió al otro. Ambos se sentaron frente al escritorio para que el asistente pudiese leerlo.
—Steve te tiene mucha confianza—dijo Cowl mientras Tony leía y revisaba los números—. Según me han dicho, tu eres su mano derecha.
Stark no le prestaba mucha atención, concentrado como estaba en leer el contrato. Así que solo respondió con un asentimiento de cabeza. Cowl, por su parte, siguió hablando de la forma más natural que podía, pero con una sonrisa maliciosa en el rostro.
—Y si te mandó a que revisaras este contrato, significa eso que él lo firmará sin siquiera leerlo, solo confiando en ti.
Captando esta vez el sentido de aquella frase, Tony levantó el rostro y lo miró con extrañeza.
— ¿A qué viene esa pregunta?
—Simple curiosidad—respondió, sonriendo—. Me asombra la confianza que deposita en un asistente. Cuando Killmonger trabajaba para Shield, jamás leyó un contrato por Steve. Rogers siempre ha sido desconfiado, pero contigo…
Tony mordió su labio inferior sintiéndose incómodo con esas observaciones, no sabía a donde quería llegar el otro.
—Nosotros no solo vendemos telas—continuó Cowl—también vendemos otros insumos como botones, cremalleras…
—Shield tiene proveedores para ese tipo de cosas—le interrumpió Tony—solo necesitábamos las telas.
—Ya. Pero me gustaría que miraras este catálogo—. Crimson abrió un cajón del escritorio y tomó un catálogo para pasárselo a Tony—. Léelo, quizás tú puedas convencer a tu jefe de que compre con nosotros ese tipo de cosas, y no solo las telas.
Tony tomó el catalogo y siguió leyendo el contrato.
—Me parece que todo está en orden.
Se puso de pie, dispuesto a buscar a su jefe, cuando Cowl le detuvo.
— ¿Me aceptarías una salida para comer mañana? Quisiera que habláramos de negocios.
— ¿Qué tipo de negocios?
—Acepta la comida y mañana lo sabrás.
Tony entrecerró los ojos sin entender que querría ese hombre con él, pero su curiosidad fue más grande y terminó por aceptar.
—Lo único que te pido es que sea algo que no le comentes a nadie. Mañana a la 1, nos vemos en Le Zatanna, ¿lo conoces?
Tony solo había escuchado que era un restaurante bastante caro, pero por supuesto jamás había ido.
—No sé dónde queda.
La sonrisa de Crowl fue algo extraña.
—Le pediré a Pym que me de tu teléfono y te envió la dirección.
Tony asintió y salió en busca de su jefe.
Steve estaba, a su pesar, coqueteando con una modelo del lugar que presentaba las telas que tenían. A Tony eso le molestó bastante pero se armó de valor para acercarse y llamar la atención de su jefe.
—El contrato está listo.
Rogers le sonrió de forma seductora a la chica.
—Ya regreso preciosa—le dijo y le guiñó un ojo.
Tony suspiró, tendría que estarse comiendo sus sentimientos frente a esas situaciones. Firmaron el contrato con Bucky, Hope, Steve, Crowl y Tony presente. Steve y Bucky esperaban que todo resultara bien.
Pym les invitó a continuar en el coctel y disfrutar de la bebida y los aperitivos que había y sus jefes aceptaron. Después de un rato de estar en una esquina viendo a Steve y a Bucky coqueteando con unas modelos, Tony decidió que ya era hora de irse a su casa. Pasaban de las once y media y ya estaba cansado de todos los sucesos de ese día. Steve le había dicho que, como seguramente terminarían tarde, él le llevaría a su casa para que no necesitara andar en taxi a esa hora. Pero ahora Tony no quería interrumpir a su jefe, el cual se veía demasiado a gusto muy cerca de la mujer. Bufó para sus adentros y decidió que lo mejor era irse y pedir un taxi. Ni siquiera se molestó en despedirse sabiendo que ninguno de los dos se daría cuenta de su ausencia.
Bajó a la entrada del edificio y una ráfaga de frio le golpeó en la cara, la calle se veía sola, lógicamente por la hora. Revisó la aplicación de Uber en su teléfono.
— ¿Cómo que no hay Uber disponible? —exclamó.
Guardó su teléfono y decidió que caminaría las cuadras que lo separaban de la avenida principal, esperando poder encontrar algún taxi sin ser asaltado.
—Aunque ser asaltado seria muchísimo mejor que ver a Steve casi besándose con esas hermosas modelos. —Suspiró y empezó a caminar.
Había pensado que lo que separaba a Ultron Telas de la avenida principal eran dos cuadras, cuando al parecer eran casi seis. Ir en auto no era lo mismo que estar a pie. De todas formas ya no volvería al edificio, y siguió avanzando cuando, de pronto, sintió un auto acercarse a él a sus espaldas. El carro redujo la velocidad a su lado y el conductor bajó la ventanilla del copiloto para gritarle.
— ¿Estás loco? —Steve se veía bastante furioso, pero preocupado al mismo tiempo—. ¿Por qué te fuiste sin avisarme?
—No quería interrumpirlo—dijo con una mueca. —Pensé en tomar un taxi, no hay Uber disponibles así que bajaré a la calle principal para buscar uno.
—Sube, yo te llevo.
—No es necesario, ya estoy llegando a la avenida.
— ¡Que subas por dios! Yo te llevaré a tu casa.
Tony hizo una mueca y subió al auto dandose cuenta que en verdad era la mejor opción. Aun así, se enfureció ligeramente cuando sintió un perfume femenino proveniente de su jefe, y supo que era de la modelo con la que había estado coqueteando.
La molestia de Steve disminuyó cuando aceleró. No obstante seguía enfadado por las acciones de Tony, pues uno nunca sabe los peligros que acechen en las calles a esa hora de la noche.
—Yo te dije que te llevaría ¿o no?, y de no hacerlo habría buscado quien te llevara a casa, o te habría conseguido un taxi yo mismo. ¿no sabes lo peligroso que es andar a pie a esta hora?
—Es que no sabía a qué hora se irían el señor Bucky y usted. O si se irían a algún otro sitio…
Steve carraspeó al entender lo que su asistente estaba diciendo. Su molestia pasó a ser ligera vergüenza, pero sabía que su fama estaba bien ganada.
—Tranquilo, solo estábamos conversando con ellas. Nada serio.
Nada serio decía, y para Tony era muy serio.
—Fue una suerte que al no verte le preguntara a Hope por ti. Ella me dijo que tu habías bajado hacía rato. Para la próxima, espérame.
Tony no se imaginaba cuanta próximas veces podrían existir, pero se limitó a afirmar que no volvería a marcharse sin avisar.
Wanda vio el reloj de la mesita de noche, marcaba casi media noche. Decidió apagar el televisor e irse a dormir. Se había quedado despierta esperando una llamada de Bucky, pues el vicepresidente la tenía en una posición de “de vez en cuando” y ella estaba que explotaba.
Estaba a punto de meterse en la cama cuando su celular sonó y, al revisarlo, vio que se trataba de un mensaje de un número que no tenía registrado.
De: numero desconocido.
Killmonger me lo contó todo, tú fuiste la que fue hasta su oficina, seguramente conociendo sus problemas de ira a instigarlo contra Tony. Me imagino que no querías dañar a Erik, pero si al asistente de presidencia, ¿verdad? Eres bastante malvada Wanda, tienes demasiada malicia, pero ¿Qué dirá Steve cuando le cuente lo que hiciste? Lo que Erik hizo fue malo, pero tú tienes más culpa que él, e incluso Sharon no te podría salvar si Steve decide despedirte. Thanos también apoyaría esa decisión, supongo que te enteraste que el viejo apoyó el que despidieran a Erik. Puedo quedarme callado, pero ese depende de ti. Mañana antes de que vayas a trabajar, pasa por mi oficina.
T´Challa.
Mierda, sabía que había metido la pata. Se enteró que Thanos estaba muy de acuerdo con el despido de Killmonger, y si se llegaban a enterar de que fue Wanda quien de la nada instigó al gerente a sabiendas de lo que haría, probablemente entre Thanos y Steve no durarían ni un segundo en echarla a la calle, y ni siquiera Sharon podría hacer algo para evitarlo. ¿Y a donde iría a trabajar? Si ya tenía problemas con el sueldo que tenía—que era mucho más elevado que el de cualquier asistente— ¿Qué sería de ella con un sueldo normal de pobre?
Wanda se sentó en la cama lentamente, estaba jodida.