Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Buscando la belleza por OldBear

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 30. La ira de Sharon.

Eran las 10 de la mañana del jueves cuando Sharon colocó nuevamente su taza de café sobre su escritorio y se estiró ligeramente. Había tenido unos días bastante agitados que la tuvieron incluso fuera de todo lo concerniente a Shield, pero por lo menos ya estaba lista para poner manos a la obra. Lo primero que hizo fue pedirle a Gamora que le llevara los últimos reportes que se había perdido en cuanto a la nueva colección para poder ponerse al día, pero se arrepintió de haberlos leído en el mismo instante en que se fijó que las ventas eran menores a lo que jamás había visto.

No podía creer lo que estaba viendo, ni quería créelo tampoco.

En sus años trabajando en Shield siendo la gerente de puntos de venta jamás había visto tantos números en rojo. No solo las ventas eran mínimas, sino que también había devoluciones, y eso era algo que jamás sucedió en la empresa. El reporte que ella tenía en sus manos no era completo, pero sí tenía la suficiente información para saber que se encontraban en un lío enorme.

Se levantó de su silla con tanta furia, que ni siquiera notó cuando la silla chocó con la pared que tenía detrás. Tomó el informe con fuerza y salió de su oficina rápidamente para dirigirse a la de Steve. No se sorprendió cuando se encontró con que tanto Barnes como Stark acompañaban a su novio, pero tampoco le importó si los interrumpía.

Llamó la atención de los otros tres en el instante en que azotó la puerta, y ni siquiera se molestó por la mueca que hizo Rogers ante su acción.

— ¿Qué es esto Steve? — preguntó acercándose al escritorio mientras elevaba el papel en sus manos— ¡¿Qué mierda significa esto?!

El presidente de Shield no tuvo que pensarlo demasiado para saber el porqué del estado de su novia. Incluso estaba esperando el momento justo en que ella se diera cuenta.

—Cálmate Sharon, siéntate un momento por favor.

Bucky, quien estaba sentado en una de las sillas junto a Tony, se puso de pie rápidamente para que Sharon se sentara. La rubia vio la silla pero se quedó de pie, mirándolos a los tres con gesto agrio.

— ¿Viste estas ventas? —Preguntó, dirigiéndose a Steve principalmente —. Supongo que sí las vistes. Ustedes tres lo sabían y no me habían contado que no hemos vendido nada.

—Sharon, cálmate primero para que podamos hablar

El “cálmate” de Steve solo provocaba más rabia en Sharon, quien no solamente estaba enojada por la decisión de Steve de hacer el rebaje en la calidad de la tela, sino también porque ni siquiera se había dignado en contarle aquella información.

— ¿Cómo quieres que me calme? ¿Eh? La colección fue un fracaso por los materiales del asco que compraste. Es que solo a ti se te ocurre hacer eso. — Tiró los papeles que tenía hacia el escritorio, sin importarle que algunos terminaran en el suelo—. Eres un maldito terco que no supo darse cuenta que su idea de reducir en calidad nos va a llevar a la ruina.

—Sharon…

—No me digas de nuevo que me calme, porque tengo derecho a gritarte, maldita sea. ¿Cuánto nos va a costar esto? —Se lo había preguntado a Steve, pero de la nada se giró hacia Tony y le apuntó con un dedo— seguramente tú sabes. ¡Tú lo sabes todo!

—Si no te puedes cal… relajar ¿prefieres esa palabra? — Preguntó con una mueca que simulaba una sonrisa— tendremos que hablar esto en otro momento.

La rubia apretó los puños, sintiendo sus uñas clavarse en su blanca piel. Estaba furiosa, dolida y se sentía impotente por todo lo que estaba sucediendo. Aunque Steve pocas veces respetaba su relación, siempre la había respetado como trabajadora y accionista, y ahora parecía que ni eso le quedaba.

—Vamos a quebrar, Steve ¿Es que acaso no ves los números?

El presidente de Shield mantuvo su semblante relajado antes de contestar.

—Podemos aguantar bastante bien una mala colección, lo tengo todo bajo control. Solo tengo que revisar unas cosas que salieron mal.

—Me tienes harta con él “lo tengo todo bajo control” ¿Y sabes qué? No tienes que revisar nada, yo te puedo decir lo que salió mal. —Volvió a girarse hacia Tony y esta vez, lo miró con ganas de tener la capacidad de despedirlo en ese instante— ¡Fue él! Estoy segura de que él te envolvió para que redujeras los costos en todo. Te apoya con tus malditas conquistas y te habla de reducciones como si supiera algo de moda. Solo mira cómo se viste.

Esta vez Steve se puso de pie tras su escritorio. Sabía todo lo que necesitaban a Tony en ese momento, y lo último que necesitaba es que Sharon le gritara y le hiciera renunciar.

—Él estaba actuando bajo mis órdenes. No tienes derecho a gritarle ni a reclamarle nada. —Levantó la mano, evitando que su novia dijera algo mas— vamos a la sala de juntas, mandé a llamar a Loki para organizar lo de la siguiente colección. Le pediremos que sea lo más rápido posible y de esa forma recuperaremos lo que perdimos.

La rubia aceptó de mala gana, y aceptó esperar a que Laufeyson llegara para seguir reclamando. Tony no estuvo en esa reunión para no tener que aguantar más las miradas de Sharon, y se excusó frente a su jefe diciendo que tenía unas llamadas pendientes que hacer a los bancos.

Si bien Loki estaba reacio a adelantar la colección, lo hizo en favor de volver a limpiar su nombre, que también había quedado manchado debido al fiasco ocurrido. De todas formas sabía que Steve esta vez sí usaría las telas de más alta calidad si quería vender algo, así que por ese detalle no tenía preocupaciones.

Sus comentarios mordaces no se hicieron esperar y, cuando la reunión terminó y antes de irse, se colgó del brazo de Sharon y le habló, lo suficientemente alto para que Steve lo escuchara: —Espero que cuando T´Challa sea presidente este tipo de cosas no sucedan.

Y Rogers solo pudo apretar la mandíbula.

 

 


 

 

Casi antes de que llegara la hora de irse, Tony salió de su pequeña oficina y le tendió a Steve los papeles que le había pedido. El mayor supo perfectamente lo que era desde que lo vio.

—Ya hice la prenda sobre establecimiento comercial.

— ¿Está todo? —preguntó revisando la carpeta. No podían dejar que ninguna posesión de la empresa se quedara fuera de aquello, o sino la perderían fácilmente en manos de algún acreedor.

Tony asintió, señalándole los puntos específicos de la cláusula.

—En caso de embargo Marvel quedaría con el nombre, marcas de servicios y producción, mercancías que estén en los almacenes, o en producción, deudas y créditos de Shield. —Tony fue señalando los puntos, bajo la atenta mirada de Steve quien solo podía asentir—, también del mobiliario y las instalaciones.

Steve comprobó por sí mismo que aquello estaba en orden y, sin dudar demasiado, preguntó: — ¿Dónde firmo?

—Aquí. —Apuntó al final de la hoja—. Después hay que llevarla a autenticarla. Pero, ¿está realmente seguro? Me está entregando la empresa. —Tony no estaba del todo seguro acerca de si su jefe comprendía la magnitud de lo que estaba haciendo. Firmar aquel papel era tenerle demasiada confianza, algo que le parecía irrisorio.

Steve solo lo miró y sin responderle, firmó el papel.

—Todavía no vamos a autenticarla, —dijo al fin, entregándole los papeles a Tony—. Todos se enterarían del problema que estamos metidos y necesito que los bancos nos sigan haciendo un préstamo. Esto es solo si la próxima colección no llega a funcionar o si lo necesitamos antes de que esta salga. No te preocupes, esto es solo un salvavidas.

Steve le sonrió, intentando tranquilizarlo, pero aquella sonrisa solo hizo que el asistente se sintiera más nervioso.

—Me sigo sintiendo culpable. Yo fui el que habló de rebajarle a los materiales.

—Esa decisión la tomé yo. —Cortó, sin querer volver a tocar ese tema— tú fuiste quien nos salvó a Bucky a mí del desastre que hicimos. —Tony asintió sin estar del todo convencido, pero antes de que se fuera, Steve volvió a hablar—. Quería hacerte una pregunta. Cuando nosotros creamos a Marvel, fue con un capital un poco menor al que tú me has estado diciendo. ¿Cómo hiciste para aumentarlo?

Stark sonrió, orgulloso por el trabajo que Strange y él habían estado haciendo.

—El resto ha salido de las inversiones en bolsa que hemos hecho —explicó, pero luego temió que a su jefe le molestara el hecho de que tocaran aquel dinero—. Nos dio la autorización de manejar el dinero en inversiones.

—Sí, recuerdo eso. —Dijo, quitándole a Tony la idea de que estuviera molesto—. Pero ahora que dices eso, quiero preguntar otra cosa. Siempre hablas de que manejan Marvel, o sea, en plural. ¿Estás trabajando con alguien?

Aquello sorprendió ligeramente a Tony. Ya antes le había mencionado que estaba trabajando con un amigo, pero supuso que con todos los problemas que tenía, la mente de Steve simplemente obviaba esos pequeños detalles.

—Sí, Stephen Strange. Ya le había hablado de él, es un compañero de la universidad y tiene toda mi confianza. Lo coloqué como encargado de manejar esas inversiones.

A sinceridad, Rogers creía recordar haber escuchado ese nombre, pero no estaba del todo seguro. De todas formas sabía que Tony no hacía las cosas sin preguntarle, y que desde un inicio le dio la libertad para que manejara Marvel como quisiera. Aun así, el hecho de saber que alguien más conocía su situación no le agradaba demasiado.

— ¿Y él sabe lo de la prenda sobre establecimiento comercial y lo del posible embargo si las cosas van mal? Porque todo esto tiene que quedarse entre tu, Bucky y yo.

Tony vio a Steve. Stephen sí sabía en cierta medida todo lo que estaba pasando y nunca pensó que fuera un problema el contarle, después de todo, su amigo era más que confiable. Pero su jefe parecía expectante, y quizás no le agradara escuchar que Strange conocía la situación. Decidió no decirle nada para evitar que Steve se preocupara por cosas que no debía, así que negó con la cabeza al tiempo que el otro se relajaba en su silla.

—No, él no sabe nada.

—Eso espero Tony

 

 


 

 

Contrario a su palabra, cuando Stephen le abrió la puerta a Tony en su propia casa —María había salido un rato antes— Tony no pudo evitar enseñarle los documentos que Steve había firmado, donde claramente podían entenderse que llegado el momento, Marvel podría embargar a Shield. Rogers le había pedido que guardara esos papeles junto con el pagaré en su casa, y de esa forma se evitaban que alguien los viera en la oficina. O que Sharon los encontrara en el departamento de Steve.

—Te lo dije—dijo Strange con los papeles en la mano. Estaban en la cocina y se apoyaba de la meseta—yo sabía que esto es lo que él estaba planeando.

Tony apretó los labios, incapaz de contradecir a su amigo.

—Lo se Stephen, tenías razón. Pero ya acepté estar en esto, y no me voy a retractar. Lo voy a guardar en mi habitación, quiero que lo sepas tú también por si acaso necesito que me los lleves o algo.

Después de sentirse orgulloso de haber predicho lo que planeaba Steve, Stephen entendió lo que toda aquella situación conllevaba, y el hecho de que su amigo podía estarse metiendo en un grave problema.

—Pero Tony, ¿tú estás seguro de que quieres meterte en todo esto? Esto te puede traer consecuencias legales.

—No puedo abandonar a Steve ahora. —admitió. Aunque después de ver la expresión de Strange se arrepintió de sus palabras y agregó: — Además, yo también me siento parte responsable de esto, ya sabes, yo fui quien propuso lo de la reducción de costos. Y de todas formas esto no es nada ilegal.

—No Tony, por más enamorado que estés…

—No estoy enamorado.

—Si lo estas, —afirmó con seriedad —. Porque si no lo estuvieras te darías cuenta que este auto embargo que están planeando, aunque pueda hacerse jurídicamente bien, es algo muy sucio contra los bancos y proveedores.

Tony se encogió de hombros y empujó a Strange para sacar sus bebidas de la nevera.

—No estamos robando, solo protegiendo la empresa hasta que vuelva a estar a flote. El me ayudó mucho, me dio trabajo después de tanto tiempo buscando.

—Eso no justifica el que te conviertas en un cómplice.

— ¿Podemos dejar el tema? Y recuerda que no puedes decirle a nadie. Te lo digo porque confió en ti. Pero el me pidió que guardara el secreto.

—Lo haces porque no solo lo amas a él, sino también a mí.

—No seas imbécil Strange. —Tony evitó el abrazo que su amigo iba a darle, y le pasó un plato para que dejara de molestar—. Además, hay algo más que quiero contarte. Como estamos progresando tanto y tú solo no puedes hacerte cargo, estaba pensando ofrecerle un empleo a mi papá para que maneje la contabilidad.

Aquello sorprendió bastante a Stephen, considerando que Howard no podía saber nada de eso.

— ¿En serio?

—Sí, digo, no estaría ganando mucho, pero por lo menos tendrá algo que hacer y no se quejara todo el día. Además, si seguimos así el sueldo podría acomodarse a uno normal. Podemos decirle que la empresa es de mi jefe, que es una empresa aparte que él quiere crear con su esfuerzo y me pidió ayuda. No necesitará ver ningún papel de propiedad ni nada.

— ¿Y qué opina tu jefe?

—Él ya me había dado total autoridad sobre la empresa. No le molestará, y menos si es para hacerla crecer. Pero recuerda cuidar lo que dices de Marvel frente a mi papá, él no puede enterarse de nada de esto.

Strange se llevó la mano libre al pecho y juró guardar silencio. Tony rodó los ojos y luego de llamarlo “estúpido” decidieron dejar el tema por un rato y se fueron a cenar.

 

 


 

 

Antes de finalizar el día, su amigo le dijo que necesitaba decirle algo de suma importancia, así que decidieron ir a un bar tranquilo. El rubio estuvo coqueteando con una mesera bastante bonita, y Bucky sonrió, sabiendo que aunque Steve le seguía el juego, ella no tendría oportunidad. Rogers solo se llevaba a la cama a mujeres con poder, o como mínimo que fueran modelos de alta categoría.

Cuando la chica se fue no tardó en contarle a su amigo la buena noticia que había recibido aquella mañana: no sería papá.

—Me dijo que en la clínica se equivocaron —contó con una enorme sonrisa en el rostro —. Que fue a hacerse un chequeo y resulta que no estaba embarazada.

— ¿Y se pueden equivocar de esa forma? — Preguntó extrañado, un embarazo positivo no era una simple equivocación — . Además, se supone que las mujeres se les retrasa el periodo y tienen síntomas, ¿o no?

—Sí, sí. Ella me estuvo explicando algo de un retraso psicológico y síntomas o que se yo, realmente no le presté mucha atención. El punto es que no seré papá, y eso es un alivio.

Steve propuso un brindis por aquello, viendo la tranquilidad en el rostro de su amigo.

—Y más que nada no serás padre del hijo de Wanda. ¿Sabes? A veces tengo el presentimiento de que ella le está contando ciertas cosas a T´Challa.

— ¿Por qué lo dices? —preguntó Barnes elevando una ceja. Por más… arpía que pudiera ser Wanda, no pensaba que llegara tan lejos.

—Los he visto hablar bajo cuando él está en la empresa y creen que nadie los ve. Y hay cosas de las que él se entera cuando no debería enterarse tan rápido.

—Quizás Sharon se las cuenta.

Steve negó, dándole un trago a su bebida.

—No, Sharon me dice de inmediato cuando le cuenta algo a T´Challa. Sabe que solemos pelear y prefiere ocultarle cosas por eso.

—Bueno, ¿y si la despides? — Dijo simplemente— De todas formas no cumple como tu asistente, llega tarde y ya no sé cómo decirle que no me acose.

—Lo haría si pudiera, pero tiene la protección de Sharon. Y de despedirla me pediría la cabeza de Tony a cambio, y sabes que no puedo hacerlo. Pero tendremos que vigilarla, no me sale de la cabeza que nos está espiando para T´Challa.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).